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ANTE

LA ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN:


ALGUNAS RELACIONES CON LA HISTORIA ECONÓMICA ECUATORIANA CONTEMPORÁNEA

Por: Diego F. Ramos

“lo que en cada país es sentido como


circunstancia dolorosa, multiplica hasta
el infinito su efecto deprimente cuando
el que lo sufre advierte que apenas hay
lugar en el continente donde no acontezca
estrictamente lo mismo”

José Ortega y Gasset,


Prólogo a los franceses en “LA REBELIÓN
DE LAS MASAS”

Lo que ahora tratamos como acumulación por desposesión1 es un concepto reciente


que hace referencia a los cambios neoliberales producidos en los países occidentales: una
inclusión en el mercado de ámbitos que antes no le eran de pertinencia (como por
ejemplo, propiedades comunales o estatales; bienes públicos, podría decirse). La
acumulación por desposesión incluye cuatro prácticas: privatización, financierización,
gestión y manipulación de crisis, y redistribuciones estatales de la renta.

En el caso ecuatoriano y, en general, en el latinoamericano, las reformas


neoliberales buscaban, en teoría, «establecer un “entorno apropiado” para garantizar la
participación de los países subdesarrollados en la nueva división internacional del trabajo:
la “globalización”» (Acosta, 2001, p. 158). Estas reformas empiezan oficialmente con el
gobierno de Osvaldo Hurtado Larrea en 19812. La política producto de estas reformas
resultó ser, «al menos en el caso ecuatoriano, recesiva, desequilibrante y contraria a todo
proceso de estabilización» (Naranjo, 2005, p. 142).

1
“Acumulación por desposesión” es un término introducido por el geógrafo de profesión y teórico social
David Harvey, quien retoma conceptos marxistas (en particular el concepto de “ganancia por transferencia”)
para criticar al capitalismo actual, particularmente al neoliberalismo.
2
Aunque Hurtado aduzca que las reformas de este tipo comenzaron en 1992 con el gobierno de Sixto Durán
(Hurtado, 2003, p. xiv-xv) curiosamente no hace referencia a las sucretizaciones de la deuda que se
produjeron en su gobierno y en el de León Febres Cordero (referencias que debería constar en Hurtado,
2003, p. xxiii-xl)
La privatización o mercancificación3 (commodification) de bienes públicos se refiere
a la transferencia de la propiedad pública a la propiedad privada. En el Ecuador,
particularmente, al igual que en América Latina, «se endeudó a las empresas estatales
para sostener el proceso de acumulación de poderosos grupos financieros y luego,
aduciendo que estas empresas son ineficientes y generan pérdidas, se procedió a su
privatización» (Acosta, 2001, p. 176)4. Con esa lógica es que en 1988 se contrató una
deuda a nombre de CEPE por 220 millones de dólares, y posteriormente, cuando CEPE
pasó a convertirse en Petroecuador, esta lógica se juntó con la falta crónica de inversión
en la empresa estatal. Los afanes privatizadores se hicieron más evidentes cuando,
aduciendo una supuesta “modernización del Estado”, se ofrece la privatización de
sectores estratégicos: telecomunicaciones, hidrocarburos y eléctrico. [Las empresas que
no participaban del mercado, como las estatales, pasan a ser propiedad de agentes
privados y participar en el mercado: acumulación por desposesión]

La financierización se refiere a la gran libertad de los actores financieros y al papel


que el sistema financiero adquiere como distribuidor de riqueza (a través de créditos e
inversiones), fue permitida por la desregulación del sector financiero por parte del Estado.
En Ecuador esta se dio principalmente durante el gobierno de Sixto Durán Ballén, con la
promulgación de las Leyes de Régimen Monetario (1992) y de Instituciones Financieras
(1994)5, posteriormente estas leyes serían acusadas como las principales culpables de la
crisis de 1999. [Los recursos que se dirigían a inversiones productivas porque estaban
restringidos de participar en el mercado, ahora participaban en el mercado y, a través de
sus fallas, prestarse para el juego especulativo: acumulación por desposesión].

La gestión y la manipulación de crisis tanto desde los países del centro para causar
pérdidas en los países periféricos (como de hecho se produjo entre los años 70`s, cuando
los países pobres se endeudaron a bajas tasas de interés y, repentinamente, para los años
80`s, el principal país acreedor, Estados Unidos de América, sube las tasas de interés,

3
La mercancificación se refiere al proceso de asignar valor de cambio a algo de lo cual antes no se
consideraba tal valor. En particular, puede referirse a dar un valor en el mercado a cosas que antes no
ingresaban en él. Se refiere al concepto marxista de “fetichismo de la mercancía” o “alienación”.
4
«La estrategia progresiva de asfixiar económicamente y debilitar técnicamente a las empresas cumplía un
doble objetivo: crear las condiciones que justifiquen ante la opinión pública su venta, y desvalorizar sus
activos para aumentar los márgenes de ganancia del proceso privatizador.» (Acosta, 2007, p. 25)
5
«[Estas leyes, entre otras cosas, ] generaron amplia permiso[vi]dad para que la banca privada efectúe
negocios con dólares en lugar de moneda local. Las instituciones financieras, entonces, captaban recursos en
sucres a elevadas tasas de interés, las cuales como señalamos fueron promovidas desde el Banco Central, y
los transformaban a dólares para luego presionar por devaluaciones porcentualmente mayores a las tasas
de interés con que captaban el dinero de los depositantes, obteniendo así elevadas utilidades básicamente
especulativas, pues los recursos obtenidos no eran revertidos a créditos para la inversión sino a la
especulación con el tipo de cambio.» (Naranjo, 2005, p. 156)
provocando la incapacidad de pago de los países pobres y su sumisión a
condicionamientos de los organismos internacionales de crédito), pero también puede
notarse en la participación de los países del centro a través de los organismos
internacionales para dirigir las políticas de los países periféricos en casos de crisis. El mejor
ejemplo es el caso de la sucretización que se dio durante el gobierno de Osvaldo Hurtado:
«lo que se hizo fue convertir las deudas de los agentes económicos privados en dólares,
libremente contratadas fuera del país a deudas en sucres frente al Banco Central, en
condiciones ventajosas. Mientras que el banco, a su vez, asumió el compromiso de pago
en dólares ante los acreedores internacionales.[…] Fue una condición del FMI y del Banco
Mundial, que argumentaban –no solo para el caso ecuatoriano- que el Estado es mejor
garante para atender estos créditos que los particulares (?).» (Acosta, 2001, p. 170)
Sucretización que se profundizó durante el gobierno de León Febres Cordero con
múltiples medidas6. Todo esto sin mencionar otra gestión de crisis, como fue la creación
de la Agencia de Garantía de Depósitos [el dinero de todos para cubrir el de los
depositantes y, finalmente las responsabilidades del sistema financiero] y el salvataje
bancario.

La redistribución de las rentas estatales viene a ser más bien una conclusión de las
tres anteriores prácticas. Como nos habremos dado cuenta, con las tres anteriores
prácticas, se beneficia a los sectores más pudientes (empresarios con deudas en el
exterior, el sector financiero nacional y los acreedores internacionales). El resultado se
puede resumir en que el coeficiente de Gini llegó a 0,6212 en el 2001, cuando en 1988 fue
de 0,457.

Con algunos de estos gobiernos, estas medidas tuvieron especiales consecuencias


fácilmente observables:

Gobierno de León Febres Cordero: «Su legado económico fue pesado: la reserva
monetaria internacional era negativa en 330 millones de dólares (…), la inflación al mes de
agosto de 1988 fue del 6%, aproximadamente un 63% anual, y se proyectaba
incontrolable y la situación de miseria se expandía en la sociedad.» (Acosta, 2001, p. 177)

6
«Se extendieron los plazos de pago de 3 a 7 años; inicialmente las amortizaciones debían empezar en 1985
y terminar en 1987, pero luego Febres Cordero postergó su inicio a 1988. Igualmente se congeló la tasa de
interés en 16 por ciento, cuando las tasas comerciales superaban el 28 por ciento. Finalmente, se anuló la
comisión de riesgo cambiario, congelando el tipo de cambio en 100 sucres por dólar y se aumentó el período
de gracia de 1 año y medio a 4 años y medio»(Acosta, 2001, pp. 173)
7
Estadísticas de Lucas Pacheco, disponibles en: http://aeepuce.com/investigaciones/datos/Indicadores70-
06.xls
Gobierno de Rodrigo Borja: «a pesar de que se logró controlar algunas variables
macro desbocadas a partir de los excesos del febrescorderato, las dificultades económicas
de las masas se agudizarán y la inflación no fuese revertida. Los niveles de miseria,
indigencia, desnutrición y desocupación alcanzaron un mayor deterioro». (Acosta, 2001, p.
179)

Gobierno de Jamil Mahuad: No logró terminar su gobierno, aumento del desempleo,


pérdida de la moneda nacional y dolarización, el PIB por habitante cayó en 33% entre
1998 y 2000; el número de pobres pasó de 3,9 millones a 9,1 millones. Y las cifras
continúan.

Si bien, como observamos, la acumulación por desposesión constituye un intento


serio por entender la dinámica de las reformas implantadas en los países en desarrollo, en
cambio, se sitúa en el campo de la mera crítica y no constituye una verdadera propuesta
que pueda ser adoptada como opción por estos países. La acumulación por desposesión
no constituye ni una respuesta ni una alternativa, constituye un cuestionamiento y un
llamado a construir verdaderas propuestas a las economías regionales con sus
características peculiares y así evitar los efectos que han sido mencionados en párrafos
anteriores. Ánimo a los llamados a construir estas propuestas!!!

Referencias:

ACOSTA, Alberto
2001 Breve Historia Económica del Ecuador; Corporación Editora Nacional; ed. segunda. Quito
Ecuador

2007 Agenda Energética 2007-2011: Hacia un Sistema Energético Sustentable; Ministerio de


Energía y Minas de la República del Ecuador. Quito-Ecuador

HURTADO, Osvaldo;
2003 El Poder Político en el Ecuador; Ed. Planeta, ed. Décimoquinta. Quito-Ecuador

NARANJO, Marco
2005 Dolarización Oficial y Regímenes Monetarios en el Ecuador; Colegio de Economista de
Pichincha. Quito-Ecuador

HARVEY, David
2008 “La acumulación por desposesión”; CorrentRoig; disponible en:
http://www.correntroig.org/spip.php?article106

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