del Instituto Tecnológico de Massachusetts diseñan el auto que revolucionará el transporte de las ciudades. Es apilable, tiene ruedas que giran 360 grados y se puede personalizar a gusto. Estará a la salida de estaciones de trenes, shoppings y otros centros neurálgicos, a disposición del primero que se suba. Por Alejandra Folgarait | Fotos: AFP y gentileza Media Lab.
No tendría que haber visto esa película anoche”, se
amarga el taxista después de pasar 20 minutos en un piquete, bajo el sol del verano porteño. Es que en Minority Report, la película de Steven Spielberg – un clásico de la tele-, los autos viajan a gran velocidad usando las paredes de los edificios como autopistas. El film transcurre en la ciudad de Washington de mediados del siglo XXI. Demasiado, para la sofocante Buenos Aires de hoy. ¿Cómo será el auto del futuro? ¿Volará? ¿Hará falta conducirlo? Pasen y vean: quizás sea mucho más terrenal que en el cine, pero no por eso menos sorprendente. En el prestigioso Media Lab del Massachussets Institute of Technology (MIT), la cocina por la que pasan la mayoría de los desarrollos tecnológicos de avanzada, estudian el tema desde hace varios años y tienen una meta clara: reinventar el automóvil. Los encargados de hacerla real son los investigadores del grupo Smart Cities (Ciudades Inteligentes), un team interdisciplinario en el que no faltan arquitectos, urbanistas y diseñadores, pero que también está compuesto por médicos, expertos en neurobiología y científicos espaciales. Entre ellos se destaca el arquitecto argentino Franco Vairani, un neuquino de 32 años, experto en gráficos, que es el encargado de diseñar las imágenes de los prototipos. Todos trabajan bajo la batuta de William Mitchell, ex decano de Arquitectura del propio MIT y uno de los referentes mundiales a la hora de planificar ciudades e imaginar cómo sus elementos interactuan con la gente. El esperado City Car, una mezcla de carrito de golf y auto de juguete, es cosa seria, y está bastante más cerca de fabricarse que muchos de los concept cars que todos los años presentan las automotrices en las grandes exposiciones. El vehículo está pensado para sobrevivir en las grandes urbes y sus características más llamativas son su condición de apilable y sus cuatro ruedas, capaces de girar 360 grados y que, además, reparte en su interior las diferentes piezas del motor. “Este auto comunitario para dos pasajeros se colocará en grandes centros de concentración de personas –terminales de trenes, bocas de subtes, shoppings y aeropuertos- y tendrá la lógica de los carritos de supermercado”, revela a NEO Ryan Chin, investigador a cargo del proyecto. “El usuario que deseé alquilar uno, tomará el primero o el último de la fila y se irá con él”, agrega. Así de fácil. El grupo Smart Cities lo diseña con el esponsoreo de General Motors y el plan es que este año esté listo el primer prototipo. No hay más datos sobre lanzamiento o precio: el gigante automotriz apuesta con todo a este modelo y no deja que se filtre ningún detalle. “La filosofía del proyecto es repensar el automóvil. Analizamos todos los aspectos del vehículo, su arquitectura, desarrollo, fabricación, sistemas de comunicación, calidad de los materiales y su relación contextual con la ciudad”, le explica Chin. “Modelos de este tipo son parte de la ciudad del futuro. Proporcionan inteligencia, dinámica y movilidad en áreas urbanas congestionadas. Pero no reemplazarán a los autos comunes ni al tránsito masivo. Es sólo otro tipo de vehículo, que utiliza la infraestructura existente. Es agregar otra capa al rompecabezas de la planificación urbana. No puedo decir cuándo comenzarán a venderse, no depende de nosotros. Tampoco cuánto costarán, pero no son autos exclusivos, están hechos para gente común”, asegura. A simple vista, el City Car parece chiquito e indefenso… de plástico. Pero nada que ver. Es un auto súper tecnológico. Su principal secreto son las “ruedas robots”. Ellas son unidades independientes en las que está distribuido el motor eléctrico, algo que permite eliminar piezas mecánicas y el sistema de transmisión convencional. Además, giran 360 grados, lo que posibilita movimientos omnidireccionales. No tiene parte delantera y trasera: la carrocería y las ruedas giran a gusto del conductor y le dicen adiós a las complicaciones a la hora de estacionar y a otros movimientos complejos.
Manejar un City Car es casi como desplazarse en
una silla de ejecutivo, esas que tienen varias ruedas y giran sobre su eje. El giro de 360 grados no es una novedad: Nissan acaba de presentar PIVO, un pequeño concept urbano con cabina rotativa.