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Este documento discute la gran responsabilidad que tienen los líderes honestos y respetados de no ceder sus convicciones morales ante presiones situacionales o políticas, aun cuando parezca lo más conveniente. Toma como ejemplo a Franz Schlegerberger, un prestigioso jurista alemán que ocupó altos cargos durante el régimen nazi y aunque renunció tarde, había legitimado el sistema facilitando su funcionamiento. Schlegerberger vendió su intelecto a Hitler a cambio de seguridad personal y poder, divorciando sus creencias de sus acc
Este documento discute la gran responsabilidad que tienen los líderes honestos y respetados de no ceder sus convicciones morales ante presiones situacionales o políticas, aun cuando parezca lo más conveniente. Toma como ejemplo a Franz Schlegerberger, un prestigioso jurista alemán que ocupó altos cargos durante el régimen nazi y aunque renunció tarde, había legitimado el sistema facilitando su funcionamiento. Schlegerberger vendió su intelecto a Hitler a cambio de seguridad personal y poder, divorciando sus creencias de sus acc
Este documento discute la gran responsabilidad que tienen los líderes honestos y respetados de no ceder sus convicciones morales ante presiones situacionales o políticas, aun cuando parezca lo más conveniente. Toma como ejemplo a Franz Schlegerberger, un prestigioso jurista alemán que ocupó altos cargos durante el régimen nazi y aunque renunció tarde, había legitimado el sistema facilitando su funcionamiento. Schlegerberger vendió su intelecto a Hitler a cambio de seguridad personal y poder, divorciando sus creencias de sus acc
Profesor de Direccin de Personas en las Organizaciones INALDE
Ser un patrn de comportamiento y un modelo gua de lo que se considera bueno, obliga a no ceder las convicciones por aquello que parece ser lo ms expedito en un momento de crisis, en el que las medidas de desesperacin aparentan estar justificadas.
Esa es la mayor responsabilidad de quienes ocupan altos cargos y tienen reputacin de intachables, pues tienen confianza y autoridad legtima social, frente al popularmente reconocido como corrupto, politiquero, deshonesto o de ideales poco nobles. Porque del primero se espera mucho y genera inters por imitarlo, mientras del segundo se espera muy poco, o al menos poco que sea valioso.
Miremos un ejemplo extremo, aunque poco conocido. Franz Schlegerberger pas a la historia popular, indirectamente, al ser personificado por Burt Lancaster en el rol de Ernst Janning en la pelcula Judgement at Nuremberg, de 1961. Janning, como Schlegerberger, fue un prestigioso abogado, juez y ministro de justicia alemn, que estuvo al frente de la aplicacin de justicia durante el rgimen nazi hasta 1942. Fue condenado en Nuremberg a prisin perpetua, pero cinco aos despus ya estaba libre como tantos otros.
Fue importante en el juicio de los jueces, uno de los veinte Juicios de Nuremberg, reconocer que estos funcionarios no estaban al nivel de Goering o Eichman, como principales perpetradores de las atrocidades nazis, pero s que conscientemente hicieron parte de un rgimen criminal y facilitaron que su macabro sistema se hiciera operativo y eficiente a costo de seis millones de vctimas.
Pero hay dos aspectos muy interesantes del proceso y del personaje. El primero es que Schlegerberger renunci tres aos antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuando su conciencia le impidi continuar con el incremento brutal de condenas a opositores polticos y minoras raciales para ser esterilizados, ejecutados o enviados a campos de concentracin. Su sucesor fue mucho ms lejos, si bien las presiones de la guerra seguramente fueron peores entre 1943 y 1945, que en los aos anteriores. Pero el eminente jurista ya haba hecho demasiado. No por su temor a que viniera uno peor que ejecutara a miles como dijo en su defensa, se justificaba condenar injustamente a muchos cientos. Y no porque le remordiera la conciencia, dej de hacer caso a las demandas del Reich. Renunci demasiado tarde, con un jugoso bono de Hitler y una buena pensin en reconocimiento a sus buenos y leales servicios.
El segundo aspecto para destacar es que Schlegelberger fue una figura trgica, segn dicen los rcords del juicio en que fue condenado. Un hombre prestigioso, cuyos libros se haban hecho famosos entre los juristas y motivos de estudio en universidades. Amaba la vida intelectual que es el trabajo del acadmico. Creemos que detestaba la maldad que ejerci, pero vendi ese intelecto y esa sabidura a Hitler por la vana esperanza de la seguridad personal y por una porcin del poder poltico. Janning el personaje ficticio que lo representa en la pelcula se haba dedicado a esta labor queriendo impedir tantas atrocidades, si bien termin justificndolas por el amor a una patria en crisis. Y dice lo que esperaban fuera una etapa de transicin necesaria, se convirti en un estilo de vida.
Uno se parece ms a lo que hace que a lo que piensa, porque lo primero es lo real. Este hombre, referente de lo que era la defensa de lo justo, gran patrn de la moral, la tica, la honestidad intelectual y la sabidura acadmica, se corrompi en medio del atroz sistema al cual se vio enfrentado y que le exigi actuar contra sus valores, para luego renunciar sin poder cambiarlo y habiendo sido su conciencia la principal sacrificada. l, por su autoridad y su reconocimiento, le endos legitimidad al rgimen nazi. Qu imagen dejara en la sociedad su conducta? Si as acta l, que es visto como recto qu podemos pensar de lo que es correcto en adelante?
Por eso, porque divorci sus inclinaciones y creencias de su conducta, fue considerado responsable de sus crmenes. A sus protestas frente a acciones criminales, lo siguieron sus firmas aceptando que se llevaran a cabo, excusndolas en rdenes superiores.
Es peligroso escudarse siempre en la ley, cuando la ley misma la pueden torcer intereses cuestionables. Schlegerberger actu con la ley de su lado, la de los principios de Hitler, amaada por los legisladores afines de su partido y ejecutada por los jueces corruptos de su rgimen. As, ni lo legal ni lo lgico, en esas circunstancias, eran parmetros infalibles de lo correcto. Ayudan a explicar por qu resultaba conveniente actuar de cierta forma, pero jams justificar arbitrariedades.
Es como depositar el comportamiento tico de los directivos en el cdigo tico o de conducta de la organizacin. Enron tena uno muy completo y ya sabemos cmo termin. Puede ser una gua importante para el comportamiento profesional, adecuada para la realidad de la competencia en un sector o industria especfico o dentro de un mercado concreto, pero no sustituye los principios y motivaciones de quienes los aplican discrecionalmente de acuerdo con el nivel de influencia y de jerarqua de los directivos de la empresa, dando el ejemplo a seguir para quienes estn debajo de ellos atendiendo rdenes o atendiendo a las reglas que verdaderamente funcionan al interior de la compaa.
En Colombia, donde estudios muestran al Congreso como la institucin con peor reconocimiento social, por corrupcin y despilfarro de recursos pblicos, asumir el criterio de lo legal como valor absoluto para definir lo correcto es un riesgo nada despreciable.
Un lder con un discurso basado en tica, honestidad y respeto por las leyes, requiere guiarse por principios tan claros, que den jerarqua a sus valores y lo guen para conducir un gobierno y hacer cumplir la ley sin caer en las confusas presiones de las circunstancias o, peor an, de las encuestas.
Ya deca Burke: Vuestros representantes os deben no solo su trabajo sino su bien juicio; y si renuncian al mismo por ceder ante vuestra opinin, os estarn traicionando en lugar de serviros.