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BIOGRAFIA DE ESCHER

Maurits Cornelis Escher nació el 17 de junio de 1898 en


Leeuwarden (Países Bajos), su padre era ingeniero hidráulico G.A.
Escher. Contaba con 13 años cuando acudió a la escuela secundaria
en Arnheim, no fue un estudiante destacado. Con su amigo Kist,
futuro juez, realizaría ya entonces algunos grabados sobre linóleo.
Los trabajos que se conservan de esa época ponen de manifiesto un
talento superior al promedio general. No logró obtener el título final.
En 1919, Escher comenzó sus estudios en la Escuela de Arquitectura
y Artes Decorativas de Haarlem, tiempo más tarde dejaría estos
estudios. El joven autor cambió de asignatura por la de artes
gráficas, convirtiéndose en alumno de Samuel Jesserun Mesquita, de
origen portugués, y persona que causó una gran influencia en su obra
futura. Algunas obras de este periodo muestran un dominio rápido de
la técnica de grabado en madera.

Después de terminar sus estudios, viajó por


Italia, donde conoció a su mujer Jetta
Umiker, con quién se casó en 1924. Se
establecieron en Roma, en onde vivieron
hasta 1935. Durante ese tiempo, Escher
viajó cada año por el país, dibujando y
tomando apuntes para diversos grabados
que realizaba una vez en casa. Muchos de
esos apuntes fueron utilizados más atrde
para otras litografías y relieves, como por
ejemplo ‘Cascada’ o ‘Pineta de Calvi’, de
1932.Además de de Italia conoció el Sur de
Francia y España. Precisamente aquí
encontró una de sus mayores fuentes de
inspiración: la Alhambra. Los precisos e
intrincados detalles ornamentales fueron la
viva imagen de los esquemas geométricos
que tanto le entusiasmaban. Se puede decir
que a raíz de su visita a la Alhambra y a la mezquita de Córdoba la
obra de Escher, que se había basado en la representación de paisajes
hasta entonces, varió su rumbo hacia los dibujos matemáticos que
tan famoso lo han hecho.

En 1924 se casó con Jetta, a la boda se desplazaría la familia de


Escher desde Holanda, y los padres de su mujer, los cuales se
establecieron en Roma, donde también se mudarían la joven pareja.
Cuando en 1926 nació el primer hijo, decidieron mudarse a una casa
más grande. Por primera vez en su vida, Escher tuvo la sensación de
que podía trabajar en completa tranquilidad.
Todas las primaveras viajaba durante dos meses por Italia: los
Abruzos, Camapana, Sicilia, Córcega y Malta. Iban con el la mayoría
de las veces otros pintores que conoció en Roma (Giusseppe Haas
Triverio, Robert Schiess, ...). Regresaban a casa, cansados y flacos,
pero con cientos de dibujos. Existen muchas anécdotas de esta
época.

En Castrovalva, Escher realizó bocetos para una de sus más bellas


litografías de paisajes: Castrovalva, de 1929, dibujo en el que
aparece un paisaje sin fronteras. Es una de las primeras estampas de
Escher que fue alabada por los críticos. Hasta ese momento, Escher
era bastante desconocido. Un par de exposiciones reducida y la
ilustración de dos o tres libros contaban a su favor. Rara vez vendía
una de sus obras, viviendo en gran parte a costa de sus padres. Solo
muchos años después, 1951, pudo mantenerse de la venta de sus
grabados. Ese año, vendió un total de 89 grabados por cerca de
5.000 florines. En 1954, vendió 338 grabados por cerca de 16.000
florines, gozando ya de una gran reputación, no por sus paisajes y
escenas urbanas, sino por haber plasmado un mundo matemático
que nunca dejó de fascinarlo.

En 1939 falleció su padre a la edad de 96 años. El grabado Noche y


día de 1938, una primera gran síntesis del mundo de Escher, apenas
lo impresionó. Es significativo que los propios hijos del autor, a pesar
del vínculo que los unía con el artista, colgaran tan solo un número
reducido de las obras de su padre en las paredes de sus casas. Un
comentario de Escher al respecto: "Si, en casa de mi hijo en
Dinamarca esta colgado el grabado Ondulaciones en el agua, y
cuando lo veo allí me parece que es un dibujo bonito."

A partir de 1935, el clima político de Italia se había vuelto


insoportable para Escher. La política no le interesaba; le resultaba
imposible interesarse por otros ideales que la expresión de sus
propios pensamientos mediante el arte que el dominaba. Rechazaba
toda forma de fanatismo e hipocresía. Se mudaron a Chateaux-d'Oex
en Suiza, pero la estancia en ese país duró poco tiempo. El paisaje no
le inspiró nada. En las montañas, no veía sino rocas, bloques de
piedra sin vida y sin historia. Todo lo que le rodeaba representaba lo
contrario de la Italia que le había fascinado. Una noche se despertó
con una gran nostalgia por el mar. Al día siguiente, escribió una carta
a la Campagnia Adria de Fiume, empresa dedicada a organizar
cruceros marítimos por el Mediterráneo, para preguntar si tenían
unas plazas libres en sus cabinas. Su propuesta era notable: pagar el
viaje suyo y el de su mujer con grabados: enviaría 48 estampas, 4
copias de 12 planchas, que serían grabadas de acuerdo con los
bocetos que hiciera durante el viaje. Todavía más sorprendente fue la
respuesta de la naviera, pues accedió a la oferta. En la empresa,
nadie conocía a Escher, y era más que dudoso que un solo miembro
de la dirección estuviese interesado en litografías o en grabados en
madera.

Así, pues, hubo una época en


que el valor de un grabado de
Escher era estipulado de
acuerdo con las tarifas para
pasajeros en buques de carga.
Esos viajes, en parte por el sur
de España, influyeron en gran
medida en su producción. Junto
con su mujer, visitó la Alhambra
de Granada, cuyos ornamentos
estudio detenidamente, y,
durante su segunda visita, copió
numerosos motivos
ornamentales asistido por ella. Así fueron puestos los cimientos de su
obra pionera en el campo de la partición periódica de la superficie.

En 1937, Escher se trasladó con su familia a la localidad de Ukkel,


cerca de Bruselas. La estancia de un holandés en Bélgica se volvió
muy difícil al comenzar la guerra. En enero de 1941, este se mudó a
Baarn (Holanda). Eligió esa ciudad porque la escuela secundaria del
lugar gozaba de buena reputación. Durante su estancia en Holanda,
con su desagradable clima, el frío, la humedad, los días nublados, y
donde los días cálidos y soleados son considerados como un don del
cielo, la producción de Escher fue sobremanera abundante. Apenas
hubo mas cambios o acontecimientos externos de importancia. Los
hijos - George, Arthur y Jan - crecieron, estudiaron y siguieron el
rumbo de la vida.

Escher realizó algunos cruceros por el Mediterráneo. Sin embargo,


ello no trajo consigo la inspiración de otros tiempos. Fue creando
nuevas estampas. Sólo en 1962, cuando estuvo enfermo y tuvieron
que operarlo, su producción quedó interrumpida transitoriamente.
En 1969, realizó el grabado Serpiente, demostrando que todavía
estaba en plena posesión de sus facultades. su ejecución delata,
como es costumbre en Escher, un pulso firme y un ojo agudo.

En 1970, se marchó a la Casa Rosa Spier de Laren, al norte de


Holanda, una casa donde los artistas podían tener sus propios
estudios, al tiempo que gozaban de todo género de atenciones. Allí
falleció dos años más tarde, el 27 de marzo de 1972. Gran parte de la
obra de Escher esta animada por el afán de producir una sugestión
espacial. Sin embargo, la sugestión no era la meta que él se había
propuesto.Sus obras reflejan más bien la tensión que caracteriza todo
intento de reproducir una realidad espacial sobre una superficie
plana. En numerosos dibujos suyos hace surgir ante nuestros ojos el
espacio en la superficie plana. En otros, intenta obliterar de entrada
toda sugestión espacial.

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