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EUANA RIVERa
Univ~rsity 01 ArizoQa
~&PJlCTIV~ BÁsICA
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I
¡j BLIANA RIVERO
Nadie, con mi enemisa. me condene
le una entidad abstracta que enuncia el mensaje comunicativo; e:s decir.
como a una isla inerte entre los mares. ~.'~
lel hablante poético. ÉSte, relacionado a la persona empírica del autor por Nadie mienta diciendo que no luché contrll eUa ~~:
Iledio de la experiencia vital transmutada en lenguaje (cf. el "implied hllsta l~ última $O~ de ¡ni sangr~. s;;'r.
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ulhor", de Wayne C. Booth), es la base conceptual de nuestra discusión, ("Dos poemu", De la vigiliq estéril. SS-56) ~~I~V
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ue separa estas categorías en la situación literaria porque entiende: la obra t~
amo objeto imaginario, cr~ador de una realidad esencialmente ficticia. Así, Esa plen~ decisión , cOPlpartir 1, vid~ co~ los otros, con los Qesconocidos':i~¡
xpresiones como persona empíríca del autor. hablante poitico, sujeto lirico. U~va al h~blante a e:~tender aún más los Umites de IIU poética. El arte no ·:)1;
ersona poética y figura del poeta implican una estricta separación c:ntre: debe Il~r ~xpresión d~ anhelos egoistlls o materializllción de: realidades leja- Í~;
) la Rosario Castellanos de "carne y hueso"; b) el emisor del mensaje n~. vagas, exótic~; III e:xistencia diaria obliga Il la r~cioDll1idad de una fJ,; Il~
omunicativo o voz que enuncia en los poemas; c) las figur~ que hablan ópticll distintll, humanlPllente comprometida en ~l sentir hacia el otro, haci ~$
el prójimo que es parte; de un~ figQlll colectiva. Notemos que la reali~ció5~~~
n la obra. La segunda y tercera categorías son virtuales, y existen sólo en
de es~ conciencia e~tendidll llen, en el nivc:l lingüístico, al empleo de lj~~
I universo creado por l~ lirica. I
De esta manera, intentaremos definir el conflicto humano arrojado por
na lectura más especialiUlda de la obra poética, y entender cómo se con· primera persona plural, Ull "llosotros" socializante e inclusivo del "yo" de~~!•. . ;;\
la poeta: ~¡},;
gura este proceso a tnwts de los textos. l!stos están tomados de la pro 1'1
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ucci6n que va de 1948 a 1971, contenida e:n el volumen Poesía 1W eres tú. iiI:
conceden atención especial a las colecciones tituladas Materia memorable. ¿Por qu~ decir nombres de dioses. astros. 1,,,
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2 espumas de un océano invisible, :¡li
:n la tierra de en medio y Otros poemas, polen de los jardines más remotos? /~!~l.
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Si nos duele la vida, si cada día Uega r.·~
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desgarrando la entrada, si cada noche cae i!:;;
~SISTENCIA TEMÁTICA: LA ESTRUCTURA SOCIAL Y LA MUJEll conwlsa, asesinada. .~¡':¡~
lano personal, define su concepción del deber creador como oficio que ,El otro", ¡fl pie 4e la letra. 109)
;.:/~:
~vela preocupaci6n fraternal por el prójimo, por el desconocido que habita
n IJS ciudades y lleva una carga de enajenación; contra esa posición ais La imagen del marginado social -el limosnero. el encerrado en circuns[,\
Ida. contra esa enemiga soledad. se pronuncia la persona poética: tancia opresiva- se presenta en la visión del hablante como suscitadora at"
culpl\.; porque su sensibilidad le hace entender que toda la sociedad per¡:'
Yo callaré algún día; pero antes habré dicho
petra el crimen. sea por indiferencia, por ambición material. por falta d(:\
que el hombre que camina por la calle es mi hermano.
compasión. El "nosotros" que habla en el poema tielle muy presente estl/
que estoy en QQ!lde está
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8 ELlANA IUVERO VISIÓ~ SOCIAL Y fE)llNlSTA 89
El panorama de 1_ realidad que se abre ante los ojos del hablante Urico cspaci~ y las dos dimensiones temporales: ni la topografía ni 1_ historia.
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barca desde 10 univers¡U hast_ lo particular; el juicio emitido comprende un_ lJD1ena y la otra ritualista. significan un cambio posi~ivo. fresente y F;
anta al hombre contemporáneo en una sociedad de consumo. reificado por ¡»ll$ado, pueblo tras pueblo. se unen en I~ visión desolad~;
a cultura dominante y embrutecido por el mens~je propagandístico de los
nedios masivos de comunicación. como el habitante específicamente mexi· Est_ tierra. lo mismo que la otr~ de mi Wancia.
:ano que ha vivido los dl¡¡,s de TIatelolco. tiene aún eQ su ,"ostro.
que toma coca·cola y que habla por teUtona Ay. de niña dormia bajo el arrullo ronco
y que escribe poemas en el dorso de un cheque. de p.n~ paloma negra: una raza vencida.
("Apunte. para una declaraciÓn ~ fc", 12) M~ escondía entre las sábanas
1uctor de ideología pre·envasada; ella hast~ "abandonar I el balcón que 11\ mltla~ del 2 de oct\lbfe de 1968. son incorporados como Qlotivo de :;'
'e sirve de vitrina I parll exhibir disponibilidades" y él inclusive ··renuncia protestQ ~n el poema "Memorial de TIatelolco". E&crito en ler~ra. en ¡;"
1 la partida I de dominó y pospone I los otrO$ vergonzantes merodeos noc se~ndlt 'JI en primera persona. revela en su cOQlposición la ~rspectiva [:
1
:urnos" ("Telenovela". OlrO$ poemas, 313). Observemos de paso 1_ dicotomía impersonal del silencio que: la prensa otorgó al ipcideqte; la preocupación
ilue se pone al descubierto en las norm~ sociales: el papel de la mujer y advertencia que el "yo'· lírico comunica al "t~" represeptado como ofente•
•oltera es. desde una perspectiva irónica. venderse al mejor postor que la como público y lector e'No busqu~ lo que; na hay: buellas. cadáveres"):
lIlantendrá como "señora"; el hombre. por el contrario. es descrito en y a1 final. enVQ~lvc: en el uso colectivo \lD8 exhortaciÓn a que nadie olvide
función de juego y de incursiones extramaritales que son sancionadas por - los asesinados. a los presos. a los crnmnales. como modo de poder lleg~
el uso y por el doble patrón machista que impera en el sistema. Al fin y al • la verdad:
cabo, estas actitudes que fijan el papel a representar en la sociedad por '~;~:
cada miembro y cada clase, se subordinan al acto supremo del consumidor: Esta es nueslfa manera de ayudar que amanezca
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la compra. A esa operación, que implica ganancias a la empresa y al capital. sobre tantas conciencias manciUad~. :u.
se reduce cada vez más la automatización de las funciones corporales e sobre un texto iracundo. sobre una reja abierta.
intelectuales: la posesión de bienes da placer. eleva, santifica. sobre el rostro amparado tras la máscara.
Recuerdo. recordemos
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90 ELlANA IUVERO VISiÓN SOCIAL Y FBMINISTA 91 f¿
La temática fePlmista. por otra parte. est4 dada por la representacióQ ,};{
y ~ólo vi ~esprecio por mi ~ebilidad.
de toda una serie d~ autovaloraciones y de delimitaciones del papc;l de l~ ., , ~ .. .
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mujer en una sociedad como la latinoamericana: definida por una estructpra. Hasta que comprendf. y me hice un toroiUo
económica que explota al que más produc~. que demarca 18$ posibilidade, bien aceitado con el cual la. máquina
de desarrollo personal dentro de parámetros clasistas y sexistas. que inculca trabaja ya satisfactoriamente. .
normas de pasividad a través de un incesante indoctrinamiento cultural que: ("Lecciones do coau". En IlJ tjerrlJ (le ~"
medio. 297-299)
comienza desde la cuna y que logra intcmalizar en la psique femenina la
convicción de su propia deficiencia intelectual y de lo necesario de su depen
UPi d~ 1M más específicas valoraciones que de sí realiza el hablante.
dencia del hombre. h lo largo de toda la obra poética de Rosario Caste
pc:nonitiCll4o ~n pn "yo" que es h~ figura d~ Ja poeta. es describir los ritos
llanos. aparece un "yo" lírico que se revela consciente de estos lDecanismo,
iniciáUc~ qu~ debe sufriT la mujer en JUlcstras sociedlldes: su sumisión ~ la
formativos y deformadores. y los identifica una y otra ve~ como asimilados
expect~tin ~uhural. de base económica. la. fija en lo que se ha dado en
en sí propio y en la colectividad. Desde los comienzos del proceso de indio
viduación. casi fundido con Un tiempo mítico. el género y el selO definen ~ llamar ':el sfQQrPJI1!f 4e Cenicienta" y la expone COQlO objeto de consumo
incapacitan: que el hombr~ adquiere. el cual rebaja en liU valía humana y al que hace
ingresar, por fpeCZ4 tradicion~lmente física. en una especie social de segundo
Yo estaba circundada por rondas de palabras.
orden: ft
Subían como humo en el espacio.
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diluíaJl su masa, se perdían.
Obedecí, señores, las consignas. ''';-'
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Sólo quedaba -espesa como leche baftándome
Hice la reverencia de la entrada, \~::
en la garganta de Eva
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y en toda sucesiva
Se me acercaron unos con ese gesto astuto .... ~p
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docilidad de miel para los besos.
y suficiente. del chalán de feria;
(TrayectoriQ del polllo. lll. 20) otros me sopesaron ,;
para fijar el monto de mi dote
También desde la perspectiva personal del "yo". se da al lector la visión de y alguien se fió del tacto de sus dedos
y así saber la urdimbre de mi entraña.
un ser humano que tiene que aprender a comportarse como parte anónima .~'; ,
en una maquinaria, como una pieza sumisa que cumple su función sin Hubo un intermediario entre mi cuerpo y yo ,.
protestar; la situación empeora aún más para la mujer, anclada en el rol un intérprete -Adán. que me dio el hombre l."
que le dan los supuestos educadores: de mujer. que hoy ostento- k'
("Record;atorio", Materia memor(Ú)Ie. 218-219) t,
Me enseñaron las cosas equivocadamente
una l'CCompensa:
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para ¡dtemar con los demá& que un Utulo ~tmque la r~tórica '1 1&$ dir~ciones e~é~c~ sitúao la ~cción a fines del 2¡
extendido a mi nombre en cualquier academia. ~lgl0 m, ést~ n=bas~ los lúnl~~ croooló81COS en ~u deslmde del papel do -i;
la mujer: eUa. "her~er~ de l~ JQitad oscur~ del ll1up40", es relcflda por la~l
Así. pues. luzco mi trofeo y repito: .otr~ JQit4d de la ~ h"man~ I posición inferior ~n virtud de "o sistema ~~
yo soy una señora... de subordinami~ntQ y ('lplol~~ión C::\1yos orígenes se remontan al menos • ese ;t¡
("AutOrTCullto", En la lie"" de 1" medio, Antiguo Testamento evoquIo ppr el nombre de la protagonista lírica. };
288-289)
En otra composición. donde también ~dopta el hablante una máscara. ~
La división del trabajo. parte integral del panorama que nos entregan hay \lIlét. mujer anónWt~ q\le habla d~ su· papel en la tribu y se cuestiona /~
los distintos hablantes poéticos en su visión perceptiva, es u~ de las facetaS sobre su propio destino l= id~ntidad. Observemos que también aquí se 4a 7)
más definidoras de la verdadera posición de la mujer en la sociedad. rOl' relieve a los oficios. definidor~ d~ posicióQ, qUQ llevan al personaje femenino ti¡
medio de la figuración ficticia de un personaje lírico. la perspectiva se tras·
II ocupar lln puesto de servidor, o -a lo ~"m(}- narradorll de cuentos; ,;!
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lada al interior de una heroína. Salomé. en este caso hija del jefe poUtico
Con paso cau~loso me arrimé ~l campamento ./,
de la balanza. en su osadía, motivos tabúes en nuestra cultura. Pero ",n esa agresividad hay
todas las manos vuestras. "'jemplos es el poema "Pequeña crónica", en el cual el "yo" lirico representa
Y al libertar mi grito libertaba la figura de la poeta; ésta se dirige al hombre que fue Su primer amante.
(S"lomé [poema dramático], 141-142) lo que hay ef)tre do!! cuando se aman:
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Nada. en fin, que un buen baño no borre... decidimos jugar jue¡os de intelisencia.
junto con aquél. de un tríptico destructor de mitos. En "Accidente", se burla cómo dar el zarpazo último que aniquile
de Plodo inapelable y. para siempre. al otro.
con sutileza el hablante de "el gran amor". de conceptos tlUl caros a la mujer (E" la 'ierrp de en medio. 2112-283)
"verdaderamente femenina" como el darse pudorosamente y el prometer fi·
delidad y obediencia al hombre. La figura de la poeta ha sentido miedo de Uastil aq~d hemos visto en acción Il 103 sujetos líricos que. en la primera
sucumbir a estos engaños. pero se tranquiliza a sí misma cerciorándose d~ la persoIlll ¡ramlltical. declaran subjetivamente su rebel~ y rechazo de las im
inmunidad a esa enfermedad; los versos finales son buena muestra de la iro· pOlIicionei ~xistas ~adicionales a la cultura; en unos casos, el "yo" fepre
nía sardónica con que explicita el sujeto lírico su clara percepción del fenó sentado J>Crso~fica a. la figura de la poe~. en otro~ !l un personaje lírico.
meno erótico-cultural : Tenemos aun Qna t~rcera apreciación del confiicto interior del hablante. ex
teriorizado en un desdoblamiento de la perso1l4 poética; ésta. polarizada en
Fui inmunizada a tiempo y para siempre un "tú" y en un "yo'" pone colofón a las anteriores expresiones sobre la
con un peso anacrónico conformidad del ser humano en general. y de la mujer en particular. El
y la entre8a ficticia
-capaz de simular hasta el rechazlr sujeto nombra a su antagonista ("que soy siempre yo") y le reprocha dura
y por el juramento. que no es más retórico mente su actitud sumisa. su falta de indepelldencia. Su éarencia de ambición.
porque no es más solemne. El "tú" estático es la contraparte dialéctica al a~esivo "yo". y cuando se
comporta como se espera de la mujer se asemeja a una bestia de carga; la
No. no temí la pira que me consumiría bien aceitada pieza de máquina que en otro' poema se resignaba a su suerte
sino el cerillo mal prendido y esta
ampolla que entorpece la mano con que escribo. tiene ahora una conciencia interior que le señala su condición vergonzosa:
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(En la derra, ,'. 282) '.'.:.'
Pero se te ha olvidado decir quién supervisa
la coincidencia exacta ":'
En "Ajedrez". la hablante describe el juego que decidió emprender con un ~:'~': :
entre el tornillo y lo demás; quién firma
hombre inteligente; fueron equitativas las reglas. las piezas. los valores. lil el visto bueno de los hechos. Quién ... :." -~
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libertad de movimiento. Pero al contrario de lo que se suponía. tales condi· yen todo caso. para qué. O por qué. ~ " ,~'
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ciones no resultaron en una unión amónica. y el presente de la escritura los "
:':~;-
sorprende en un impal'se de relación antagónica; duelo que no ~rmina entre Pues. evidentemente. nunca has pensado en esto
"i}~',
sino en salir del paso y ponerte a vivir
CONCLUSIONllS
mundo que se entrega al lector desde la perspectiva del hablante poético: ;'.,
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éste. funcionando como emisor o sujeto de la enunciación en el acto comu
nicativo que es el poema. se convierte en portador de la visi6n que entrega e
h
l• .,
J Olros poemas. pp. 317·320; no se reproduce llqul el lexlo entero debido !lo BU 1:,
exlé:DSiÓD.