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‘ercera edicién;" octubre de 1965 \ipBaimem y segunda edicién en espaol ECE), 1964 i ; ook NOTA PRE LIMITA A'R \2Cuaria“edicién, diciembre de 1 “ Quinta edicién, febrero se 190”, | . Sec edict, joni de 1866 : A : Eee 1a edicién, abril de 1: Octava ediciém, abr de 1960” El presente libro de Oscar Lewis fue editado en su. primera versién espafiola por el Fondo de Cultura Econémica:en octu~ Novena edicién, octubre de 1969 Décima edicién, enero de 1971 bre de 1964; la segunda ediciGn aparecié en diciembre del mis-. Decimoprimera edicién, mayo de 1972 z ‘mo afio, El dia 9 de febrero de 1965, el Lie. Luis. Catafio: Mor, De oe DRO 100 4 dic, julio de 1975 let, en una conferencia lefda en la sede de la Sociedad Mexicana» Tabasco 106, Mi a eaguin Morir, 8. a. de Geografia y Estadistica, condend la obra como obscena y de- * México 7, D. F. nigrante para nuestro pais. Una parte de los asistentes.@ la conferencia apoyaron las criticas formuladas por el Lie. Catafio - Tiulo original: The chitéren of Autobiography of a Mesicon Fos aoe Morlet, y, basdndose en los pérrafos det libro leidos por éste, Rublicado. por Random House, New York, EE. ‘resolvieron por votacién que la Sociedad Mexicana. de Geogra. ‘us fia y Estadistica debia consignar ante las autoridades respecti- ‘© 1961, Oscar Lewis vas al autor, a la obra y a la editorial. La denuncia fue formabnente presentada dos dias después ante la Procuraduria General de la Repiiblica, que de.inme> diato inicié una averiguacién previa, tomando constancia.de' las. declaraciones tanto de los denunciantes como del Dr. Arnaldo: Orfila Reynal, Director det Fondo de Cultura Econémica,y* auscultando, a través de los comentarios con que la prensa se. ocupé activamente del asunto, la expresidn del sentir piiblico. < Con fecha 6 de abril de 1965, la Procuraduria dio.a conocer. su resolucin manifestando que el Ministerio Pablico:00 abe. 5 ey tenia de ejercitar accién penal alguna por no haber. delito” que: i" perseguir. “Proceder de otra manera —asienta el texto ‘de-la- z resolucién— seria mucho més inquietante y lesivo a la libertad’ y al derecho que los actos y las palabras sobre las que preten=. ‘Los textos son reproducclén de gribaciones dis 7 rerioet, an sepreduesién de grabacones drectag ‘Traduccién de la introduccién: Carlos Vill ‘Fotogratia de la-cubierta: Héctor Garcia i - \ diera descansar y justificarse.” Y, més adelante: “La opinién oN '\" piiblica no ha generalizado un juicio condenatorio sobre el: libro = \ de Lewis y seria muy dificil, en tales condiciones, hablar :de~ nw que se ha ultrajado a la moral, si hombres Uenos de'cualidades intelectuales y de valia social:se han pronunciado: en. defensa del libro y contra la pretensin de que al autor y a los editores se les sancione penalmente.” Soe ‘Al ofrecer ahora a los lectores de Ytuestra lengua una nueva edicion de este libro que tanto ha apasionado.y.dividido ala opinién piiblica de México, y que Ia critica ‘extranjera, no ‘ha vacilado en calificar como obra “de gran literatura”, hemos considerado de interés general la inclusion del texto completo” : de la resolucién dictada por ld Procuraduria, agregéndolo: emo’ apéndice al final del volumen, a f “BOM 1 An Enel proceso de escribir este libro he pedido a diversos amigos ¥ colegas que leyeran y comentasen el manuserito. Guardo es- pecial agradecimiento..a los profesores Conrad. Arensberg : ¥ Frank Tannenbaum, de la Universidad de Columbia, William F. Whyte, de la Universidad de Cornell, y Sherman Paul, de la Universidad de Mlinois, por haber leido la versién final. Tam- bién debo agradecer a’ Margaret Shedd, a Kay Barrington, al Dr. Zelig Skolnik, a los profesores Zella Luria, Charles Shat~ fuck y George Gerbner por su lectura de.una primera redaccién: de la historia de Consuelo, Al profesor Richards Eells por-Jeer. parte de Ia historia de Roberto. Por su lectura critica de la In troduccién estoy en deuda con los profesores Irving Goldman, Joseph B. Casagrande, Louis Schneider, Joseph D. Phillips y_ con mi hijo Gene L. Lewis. sud ‘Agradezco al Dr. Mark Letson y a la Sra. Carolina Lujén, de la ciudad de México, sus andlisis de las pruebas de Rorschach ¥ de apercepeién tematica y por sus muchas indicaciones wtiles sobre la estructura del cardcter de'los miembros de le familia. ‘Sanchez. Las pruebas mismas, los anélisis de ellas y mi propia valoracién sern publicados posteriormente. Agradezco a la se- fiorita Angélica Casivo de Ja Fuente su ayuda on olgunss do las entrevistas con un miembro de la.familia Sanchez, Asimismo quiero hacer egar mi agradecimiento a la seforita Lourdes ‘Marin por haberme prestado su cooperacién én Ja preparacién de esta edicién en espafiol. i ‘A mi esposa, Ruth M. Lewis, eompafiera y colaboradora’en mis estudios de temas mexicanos, le agradezco su invaluable ayuda para organizar y retocar mis materiales de investigacién: ‘Agradezco a 1a Fundacién Guggenheim la beca que:me:con= cedié en 1956, a la Fundacién Wenner-Gren para Investigacion Antropolégica y al Consejo de Investigacién de Ciencias Socia- les sus subsidios otorgados en 1958, y ala Fundacién Nacional de Ciencias por la ayuda econémica de que disfruté en 1959. Finalmente, en lo que toca a la Universidad de Ilincis, quiero agradecer Ia aynda financiera que me prestaron la ‘Junta de “Investigaciones de 1a Universidad y el Centro de Estudios Su- periores, por el nombramiento con que éste me favorecié: para investigar en México, y al Departamento de Antropologia' por su licencia para ausentarme de él para, realizar‘ esta’ inves tigacién. OES pe. LNTRODUCCION Este libro trata dé una familia pobre de la ciudad de México: Jess Sanchez, el padre, de cincuenta afios de-edad, y sus cu: tro hijos: Manuel, de treinta y dos afios; Roberto, de veint nueve; Consuelo, de veintisiete; y Marta, de veinticinco.. Me Propongo ofrecer al lector una visién desde adentro de Ja vida familiar, y de lo que significa erecer en un hogar de una sola ‘habitacién, en uno de los barrios bajos ubicados en el centro de una gran ciudad latinoamericana que atraviesa por un pro ceso de rapido cambio social y econémico. En cl siglo XIX, cuando las ciencias sociales todavia estaban en su infancia, el trabajo de registrar Jos efectos del proceso de Ja industrializacién y la urbanizacién sobre la vida personal y familiar quedé a cargo de novelistas, dramaturgos, periodistas y reformadores sociales. En la actualidad, un proceso similar de cambio cultural tiene lugar entre los pueblos de los pafses menos desarroliados, pero no encontramos ninguna efusién com- parable de una literatura universal que nos ayudarfa a mejorar nuestra comprensién del: proceso y de la gente. Y, sin embargo, Ja necesidad de tal comprensién nunca ha sido mas. urgente, ahora que los paises menos desarréllados se han convertido en una fuerza prineipal on el ccecnario mundial. En el caso de Jas nuevas naciones africanas-que surgen de una tradicién tribal y cultural no literaria, la escasez de una gran literatura nativa sobre la clase baja no es sorprendente. En México y en otros paises latinoamericanos donde ha exis ‘tido una clase media de Ja cual surgen la mayor parte-de los eseritores, esta clase ha sido muy reducida: Ademés, la natu- raleza jerérquica de Ja sociedad mexicana ha inhibido cualquier comunicacién profunda a través de las Iineas dé clase. Otro fac- tor més en el caso de México ha sido la preocupacion, tanto de escritores como de. antrop6logos, con su, problema indigena, en detrimento de los habitantes pobres de las ciudades. Esta situacién presenta una oportunidad ‘mica para las. elen- cies sociales y particularmente para la antropologia de salvar Ja brecha y desarrollar una literatura propia. Los sociGlogos, que han sido los primeros en estudiar los barrios bajos urba- nos, ahora coneentran su-atencién en los suburbios, pero des- cuidando relativamente a los pobres. En la actualided, aun la mayor parte de.los novelistas estén tan ocupados sondeando él alma de la clase media que han perdido el contacto con los problemas de la pobreza y con las realidedes de.un mundo que 2 xr ~_segambia.: Como ha dicho ‘recientemente C. P. Snow: “A veces “Tfemo que Ja gente de los pafses ricos haya olvidado a tal punto lo que quiere decir ser pobre que ya no podemos sentir o con- 7 Yersar‘con los menos afortunados. Debemos aprender a hacerlo.” ‘Son los antropélogos, tradicionalmente los voceros de los pue- los primitivos en los rincones remotos del mundo, quienes cada vez més‘dedican sus energias a las grandes masas campesinas ¥. urbanas de los paises menos desarrollados. Estas masas son todavia desesperadamente pobres a pesar del progreso social y econémico del mundo en el siglo pasado. Mas de mil millones de personas en.setenta y cinco naciones de Asia, Africa, Amé- ‘rica Latina y:Cercano. Oriente tienen un ingreso promedio por © persona de menos de, Dis. 200 anuales, en comparacién con los ‘mas, de Dis. 2.000, que privan en los Estados Unidos. El antro- _ PélQgo que estudia el. modo.de vida en estos. paises ha legado ‘a-ser,.en.efecto,-el-estudiante’y el vocero de lo que llamo cul- > tura;‘de-la.pobreza SSvita Toy que ‘plensan que los pobres.no tienen cultura, el ‘concepto de una cultura de la pobreza puede-parecer.una con- tradicclén. Ello pareceria dar a la pobreza una cierta dignidad ‘youna cierta posicién. Mi intencién no es ésa: En el uso antro- | ,{Polégico el término cultura supone, esencialmente, un patrén! Aide vida-que pasa de generacién en generacion, Al aplicar este patraer la atencién hacia el hecho de quefla pobreza en las na- “ieiongo-modernas no ¢5.s6lo.un- estado de pitvacién econdrilen, de" desorganizacién, 0 de ausencla de algo, £5 también algo “positive en el séntido de_que tiene wna estructura, una dispo- » ofleiim_razouada_y_meeanlewoe “e-~defensa in_los_euales. fos, ’ pobres diffcilmente podrian sez ja fesumen, es un sist emia de vida, notablemente estable y-pefsistente, que ha pa- Fsado de generacién a generacién a lo largo de ineas familiares “La cultura de la pobreza tiene sus modalidades propias y con- {Ssecuencias distiritivas de orden social y psicoldgico para sus “aniembros.. Es en-la cultura acional mas amplia y se.convierte en una sub- “eultura por si_misma_. “La eultura de la pobreza, tal como se define aqui, no incluye a-los pueblos primitivos cuyo retraso es el resultado de su ais- Jamiento-y de una teenologia no desarrollada, y cuya sociedad ‘en su mayor parte no esté estratificada en clases. Tales pueblos tienen una cultura relativamente integrada, satisfactoria y au- tosuficiente, Tampoco la cultura de la pobreza es sindnimo de clase’ trabajadora, proletariado o campesinado, conglomerados *que varian mucho en cuanto a situacién econémica en el mun- do, En. los Estados Unidos, por ejemplo, la clase trabajadora vive como una élite en comparacién con las clases trabajado- av. Zeoncepto..de cultura a la comprensién de la pobreza, quiero factor dindmico. que afecta la participacién jf xas de los paises menos desarrollados. La. cultura-de:la-pobreze sélo tendrfa aplicacién.ala_gente_que_estd-en:el- fondo. misme de la escala sociceconémica, Jos_trabajadores mAs=pobres,los campesinos mas pobres,.los.cultivadores. de.plantaciones.y. esa gran masa heterogénea de’ pequetios artesanos_-y.” a Ios que por lo generalse. alude.como el lumpen-prolet La cultura 0 subeultura de la pobreza nace.en una diversi- dad_de contextos, histéricos. Es'més comlin que se. desarrallé ciiaido ‘un sistema social estratificado y .econémico-atraviesa un proceso de desintegracién o de'sustitueién:por otro, como en el caso de Ja transicién del feudalismo al capitalismo o’en el transcurso de la revolucién industrial. A veces resulta de le con- quista imperial en Ja cual los conquistados son mantenidos:en una situacién servil que puede prolongarse a lo largo de muchas generaciones. También puede ocurrir en el proceso de destriba- Yizacién, tal como el que ahora tiene lugar” en ‘Africa,’ doride, por ejemplo, los migrantes tribales a las ciudades,desarrollan “culturas de patio” notablemente similares a:las vecindades ‘de Ja ciudad de México. Tendemos a considerar tal'sitiacién de’los barrios bajos como fases de transicién o temporales de-tin' cam: bio cultural dréstico. Pero éste no es necesariamiente%el caso; porque la cultura de la pobreza: con-frecuencia-es una:situacién persistente sun en sistemas sociales: estables. ‘Ciertamente,- en ‘México ha sido un fenémeno més o menos petmanente'desde.la conguista espafiola de 1519, ctiando comenzé. el: proceso de:des~ tribalizacién ¥ se inicié el movimignto de los. campesinos ‘hacia las ciudades, Sélo han cambiado las dimensiones, la -ubicaci6n:y Ja composicién de los: barrios bajos. Sospecho queen: muchos otros paises se han estado operando procesos, similares... Me parece que la cultura de la pobreza: tiene algunas:ca: racteristicas universales que trasciendéii las. diferencia: nales, rurales-urbanas y hasta nacionales;. In mi anterior i= bro, Antropolgia de la pobreza (Fondo de Cultura “Eeonémica, 1961), sugeri que existfan notables semejanzas‘en laestriictura familiar, en las relaciones interpersoniles, en. las-orientacionés: ‘temporales, en los.sistemas.de_valores, en, los patrones.dé gasto Yen. el.sentido de comunidad en las colonias de la-clase media en Londres, Glasgow, Paris, Harlem y. en la ciudad’ de México. ‘Aunque éste no es el lugar de hacer un anélisis. comparativo extenso de la cultura de la pobreza, me gustaria.elaborar al- gunos de estos rasgos y otros més, a tin de presentar-un:modelo conceptual provisional de esta ‘cultura, basado principalmente en mis materiales mexicanos. En México la cultura de la pobreza incluye ‘por: lo menos.la tercera parte, ubicada en la parte.més. baja. de-la.éscalajide' Ja poblacién tural y urbana. Esta poblacién se caracteriza por una tasa de mortalidad relativamente més alta, una. expecta proporcién_ mayor de individuos en cur 4s jévenes, y, debido. al trabajo infantil | = as dad inks Gees, Seidel enh li] igunos de esos indices son més altos en Jas colonias pobres | en las secciones pobres de la ciudad de México que en la parte del pats considerado en su conjunto. a TAR altura dela pobreza en México es gna cultura provincia ‘ fe fe, Sus miembros sélo estn pi ente! eae oe is stituciones nacionales y son gente marginal; nteczuanio viven ‘en el corazén de una gran ciudad. En Ja ciu-| ad de México, por ejemplo, la mayor parte.de los pobres tie) _nen-un muy bajo nivel de edueacién y de alfabetismo, no per 5 sindicatos obreros, no son miembros arti teiftice, no participan de Ia atencién médica, de los servicios | "iGo maternidad ni de anciqnidad que impaste in agencia nacio-/ Spal: de" bienestar. conocida como Seguro , sy | e poe Jos hospitales, los grandes almacenes, Poo tao oe peering ars muertos de la ciudad. _! zalerias artisticas y los acrop' : aa eect esonbmmioos mAs atacteristicos de la cultura de 14 cbreza incluyen.1a. lucha constante por. le vida, periods de ‘Gesoeupacion. y.de:subocupaeién, bajos salarios, una Siversidad, Ge seupaciones no.calificadas, trabajo infantil, ausentia’de aho- “(ros “una. escasea de dinero_en efective,-aussuela-a Mt ~ Feservas alimenticias en casi, ef ss eer -compras fre- soe ape RTS reise simee | Ghas veces 1 dla a modida que ¢o necesiten, #1 empefiar pren- 4 “ das-personales, el. pedir prestado a prestamistas locales ") jade vida_menor,-una, ici infor interés, servicios crediticios esponténeos ¢ i @ ‘organizados.por vecinos, y el uso de ropas

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