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Pero suponer que la Internet y en general la estructura de red sea todo el futuro
sería parcializar el escenario de conflicto, como hemos visto nuestros autores
se cuidan de señalar que se trata de una revolución extensiva a distintos
niveles de lo social. Es el conocimiento en general la presea dorada de las
competencias por el poder, pero específicamente podemos y queremos resaltar
la dimensión de la distribución de ese conocimiento, la brecha tecnológica es la
que en última instancia nos señala quienes somos, y quien es quien en el
concierto mundial, es decir: a partir de la pregunta por la asimetría de la
distribución de la tecnología podemos identificar el contexto de dominio global
(1). Esto en especial por la intimidad que existe entre esa brecha tecnológica y
la otra brecha económica, resumidas en la ya vieja teoría de la dependencia;
aquí subyace la consideración del monopolio, no solo del poder, más bien a su
estructura como la describió Weber a comienzos del siglo XX. Veamos esa
definición para llegar de vuelta a lo actual del concepto de monopolio y de su
opuesto de exclusión:
Por otro lado la comunidad de código que faculta a los incluidos respecto de los
accesos de esas 'probabilidades', también faculta la creación de otros códigos,
no ya de carácter jurídico sino cultural. Las culturas corporativas son un
ejemplo, de hecho Castells y Hall describen, a través de los estudios
disponibles sobre el fenómeno industrial y tecnológico de Sillicon Valley, cómo
esas comunidades han generado una cultura propia definida por el papel
central del trabajo y de la competencia a veces brutal dentro de las empresas y
entre las empresas, revelando la oportunidad de innovación que esta situación
anima, tanto para el individuo como para la empresa. El individualismo
extremo, la opulencia de la zona (vinculada a un 'consumo compensatorio'), el
tecnoestrés, las subculturas empresariales, son las características que amplían
las posibilidades tecnológicas de las empresas; el aislamiento físico y social
resulta positivo en términos de sinergia productiva. Esta situación mantiene el
acceso a esas probabilidades económicas para los detentadores de la
tecnología.
Las transformaciones que nos han afectado desde fines del siglo XX han
provocado en cada uno de nosotros y en nuestras sociedades, cambios de
percepción, de conciencia, de creencias, necesidades y normas, cambios en
nuestras estructuras públicas, en el mercado y la tecnología por supuesto. Este
cambio no ha sido recibido de igual manera por todos. Cada estrato social ha
sido impactado de manera distinta. Algunos se han visto perjudicados, otros
han desaparecido y otros han conseguido crecer. Así también los sectores de
la sociedad; las instituciones, públicas y privadas, los distintos estamentos, las
asociaciones y las elites, han derivado, adaptándose más o menos a las
exigencias de la globalización y la tecnología.
Hoy constatamos ese cambio epocal: podemos ver y medir sus consecuencias
y comparar con la situación de hace una o dos décadas atrás. Señales de este
cambio son la centralidad de Internet, las culturas corporativas, la flexibilidad en
el trabajo, etc. Pero lo que también se hace evidente es que el cambio
continúa, los cambios tecnológicos radicales que hemos conocido siguen
produciéndose, las transformaciones siguen su marcha y van marcando en la
sociedad y los individuos un sentido de continuidad que hace que el cambio se
naturalice, se haga cotidiano, y por tanto que las estructuras mentales
constantemente se adapten a una situación de valores, creencias y normas
fluctuantes, escurridizas, someras, desechables (4).
La centralidad del agente corporativo se hace hoy aun más poderosa, aunque
sus métodos siguen siendo los mismos en principio: el fin justifica los medios.
La centralidad de los agentes de capital puede ilustrarse hoy también a partir
de los escándalos corporativos (Enron, etc.). Donde un George W. Bush o W.
Clinton aparecen tapando o amnistiando los errores a sus amigos (amigotes en
verdad). Por ejemplo, Kenneth Lay, presidente de Enron, es excelente amigo
de Bush, para quien es ‘Kenny Boy’. Y se puede llegar aún más lejos...
Si bien esta diferencia es útil, también se puede decir que ambos tipos de
agentes tienen un carácter de políticos, ¿cómo es esto? El agente despliega un
mando, toma decisiones y se confronta con los otros a la manera de un
ACTOR ESTRATEGICO, en el mundo. Recordemos que "En la década de los
90, los Estados-nación han sido transformados de sujetos soberanos en
actores estratégicos... en un sistema global de interacción". Los actores
singulares, los agentes alrededor del mundo también comparten con estos
Estados la capacidad de ejercer soberanía en una especie de “... soberanía
compartida... ", que está incluso dejando obsoleto otro de los análisis clásicos
de Weber: el Estado monopoliza la violencia, ejerce la violencia legítima de
acuerdo a su propia razón. Al parecer ya no. Veamos cómo es esto.
Esta es tan solo una de las dimensiones en que son permeados los estados-
nación, incluso a partir de contratos desesperados con mercenarios 'benignos'.
El agente de capital tiene herramientas de manipulación vida/muerte, que
pueden ser más catastróficas que una invasión de mercenarios. Es la fuerza de
trabajo la que es absolutamente consciente de lo que el patrón puede. El
empleo es una necesidad vital que está en manos muchas veces de esos
agentes corporativos. Cuántos países no se arrodillan hoy por un préstamo
-leonino además-, a manos de un negociador que a veces con su sola
presencia no hace sino acalorar los ánimos, y aumentar la vergüenza de la
imposición y humillación a esos corazones políticos investidos de la soberanía
del pueblo, etc... Genuflexiones de suma cero (17).
Literalmente los agentes de poder global que anidan en la red y fluyen a través
de las soberanías nacionales, tienen la facultad de realizar la conexión o
desconexión de territorios completos a esa red de valor global, a partir de
decisiones discretas y racionales -racionales de acuerdo a la lógica de los
agentes, al menos. Factores como este, extendidos de manera general
provocan una nueva conciencia pública clara respecto de lo que la corporación
puede, y lo que el líder nacional puede. Esta arremetida de los agentes, si bien
siempre es política, se comprende mejor si vemos a lo político como la esfera
que se ha acomodado a esta nueva definición impuesta por la globalización; lo
político ha aceptado la centralidad del capital y de sus agentes, para acomodar
sus propios sueños y posibilidades operativas, no ya como representantes de
corazón hinchado del orgullo nacional, sino como agentes retóricos de circuitos
de intereses. De otra manera, el circuito agencial del capital ejerce de
inmediato sus imperativos privados sobre cualquier decisión adversa generada
en el llamado populismo, condenado antes de la culpa. Allí el agenciamiento
genera la culpa.
La propuesta que presentamos se opone a una serie de hechos que pasan por
naturales gracias a la información manipulada y a una malla persuasiva
desplegada por el poder sutil; como recordaremos Castells definía el lugar del
poder en la mente humana, ahí es donde se hace efectiva la dominación, pero
además se hace extensiva y se multiplica en un cuerpo cultural ad hoc. Tony
Negri y Michael Hardt nos pueden aportar .otras luces en su estudio de
Filosofía Política Imperio (22). Ellos Identifican esta capacidad de reproducción
subjetiva del poder como la producción biopolítica, la que viene a definir un
nuevo tipo de poder que, a diferencia de un poder crudo, jerárquico, con
carácter impuesto, es más bien un poder casi espontáneo, donde la obediencia
resulta casi natural. Esto se debería a que existen dispositivos de dominio que
operan internamente en el sujeto, centrados en la socialización del infante a la
creación de cada adulto en su individualidad. Por esto, dicen, el poder opera no
solo externamente, en la visualización diaria del poderoso y de sus
mecanismos de coerción, el poder opera en la subjetividad particular de cada
sujeto.
Estas observaciones derivan por cierto de los estudio del poder sutil de M.
Foucault y en su concepto de micropoder, localizados en las estructuras
micropolíticas de la cotidianeidad. Esta estructura contaría con una red de
dispositivos de micropoder regulando costumbres, hábitos y prácticas
productivas de los ciudadanos, la condición de la actualidad hace cada vez
más democráticos estos dispositivos, puesto que lo que internaliza el sujeto es
la propia probabilidad de estar incluido o excluido de la sociedad, en base a
esa posibilidad el sujeto internaliza estos parámetros de micropoder de
ordenamiento y disciplina.
Por estos y aun por otros motivos ni la jerarquía ni el liderazgo político de los
estamentos tradicionales tienen interés para determinar la situación política;
básicamente porque el propio liderazgo, es decir la cabeza de la jerarquía, no
pasa de ser un agente de sus propios intereses y de su red social global,
interés que no depende en primera instancia de una representación colectiva
que lo apoye sino del criterio de ganancia, prestigio y seguridad políticas del
agente. El campo agencial es a lo que podría llamarse dictadura de las
corporaciones. Corporaciones que ciertamente no son ni maquinas ni seres
divinos, sino cuerpos humanos asociados.
Los inventos de mayor importancia no creados dentro del país deberán ser
obtenidos mediante ingeniería inversa cuando los intereses estratégicos lo
requieran, y allí es central Ia acción de esta rama de la Inteligencia.
NOTAS:
(2) Ibídem, II, §2. “Relaciones económicas abierta y cerradas”. (Destacado nuestro).
(3) Es decir, de la tecnología pero en su relación con la generación y distribución del
poder, que es también, en este caso, conocimiento.
(4) No olvidemos a Marcel Proust, el tiempo que se nos escapa es mas y mayor en
cuantía que el tiempo que tenemos para recordarlo. Más recientemente Marshall
Berman escribió Todo lo Sólido se Desvanece en el Aire (Siglo XXI, Argentina, 1989),
postulando que la evasividad de lo sólido, de lo concreto, de lo confiable, se debía tan
solo a la lógica del progreso y la modernidad, el tiempo de la modernidad es el tiempo
de la disolución, resaltaron también W. Benjamin, M. Foucault. Para P. Virilio se trata
de la estética de la desaparición.
(5) Paul Virilio, Cibermundo: ¿Una Política Suicida?, Dolmen Ediciones, Chile, 1997.
Un presente de tiempo real es en realidad un futuro actualizado en la inmediatez.
(6) Luis Pimentel, Las Funciones del Derecho Mundial de Patentes, Universidad de
Asunción, Córdoba, Argentina, 2001.
(7) "En la década de los 90, los Estados-nación han sido transformados de sujetos
soberanos en actores estratégicos... en un sistema global de interacción", se
encuentran en una especie de "soberanía compartida... apenas tienen poder por
si mismos, aisladas de las macro fuerzas supranacionales y de los micro
procesos subnacionales." “... una crisis de legitimidad está vaciando de
significado y función a las instituciones de la era industrial." Castells, La Era... ,
op. Cit, Vol. II, p. 337. (Destacado nuestro).
(11) Pensemos por ejemplo en Bill Gates dueño de la Microsoft, que negocia acuerdos
con múltiples países, Y cuyo solo presupuesto de caridad es mucho mayor al PIB de
varios de ellos.
(14) "There is compelling evidence that Nixon's tough stance against Allende in 1970
was principally shaped by his concern for the future of the American corporations
whose assets, he believed, would be seized by an Allende government. His intelligence
agencies, while quick to condemn the spread of Marxism in Latin America, reported
that Allende posed no threat to national security", en Seymour Hersh, Kissinger: the
Price of Power, Faber and Faber, London-Boston, 1983, pag. 270.
(17) Ver por ejemplo a Joseph Stiglitz, El Malestar en la Globalización, Buenos Aires,
2002. Análisis de las instituciones económicas de mayor peso global, y su singular
operatoria.
(22) Harvard University Press, Cambridge, Massachussets, 2000. 57 Citado por Negri
y Hardt, op. cit. P. 24.
(24) Afirmamos con Michel Dobry; "que los complots, como modos y estilos de acción
particulares (y como modos de representación de la acción), existen y la sociología
política debería examinarlos desde cerca, especial mente porque este tipo de acción le
es familiar a toda una serie de grupos sociales -no necesariamente los mas
desprovistos de recursos políticos- y porque, en parte, las representaciones
correspondientes a ellos no carecen absolutamente de efecto sobre los juegos
políticos reales." En: Sociología de las Crisis Políticas, Siglo XXI Editores, España,
1986.
(25) REVISTA POLÍTICA Y ESTRATEGIA, N°87, mayo-agosto 2002. Con una serie de
artículos interesantes respecto de Inteligencia.
(26) A pesar de que la Inteligencia C+T no es su objetivo central, menciona que: "El
eje [de la Inteligencia] científico-tecnológico se orienta, básicamente, a la identificación
de oportunidades y riesgos. En efecto, se estima que una preocupación preferente
debiera orientarse hacia la búsqueda de oportunidades de transferencia tecnológica,
por una parte, y la identificación de nichos de desarrollo científico que puedan ser
impulsados desde el Estado en coherencia con los intereses del país." Guillermo
Holzmann; "Características de un Sistema de Inteligencia Nacional para Países
Emergentes. Un Análisis a partir del caso de Chile". En: REVISTA POLITICA Y
ESTRATEGIA N°87, 2002. Santiago de Chile.
(29) Hemos utilizado para orientarnos en este tema, además de los materiales ya
citados a: Eduardo Martínez (editor), y su excelente: Ciencia, Tecnología y Desarrollo:
interrelaciones teóricas y metodológicas, Editorial Nueva Sociedad, Chile, 1994. Paul
Feyerabend y su: Adiós a la Razón, Tecnos, España, 1984. J. J. Brunner, Chile.
Informe sobre Capacidad Tecnológica, PNUD y Universidad Adolfo Ibáñez, Instituto de
Economía Política, Chile, 2001.