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La adiccion al sexe 2. La consumacién del apetito en forma de un acto impulsional, © sea un acto incon trolado por el sujeta y desarrallado sobre la plataforma existencial polarizada en el sexo. Su rotunda impronta patoldgica proviene del falle de la libertad de accion, refleiado en la incapacidad det sujeto para impedir, cantrolar ¢ interrumpir este comportamiento. El compartamiento impulsional sexual impresiona muchas veces por acompafiarse de una fuerte sobrexcitacidn, en el mateo de un estado de con- ciencia oscurecido y crepuseular y, dada el fracaso de detenerlo, por persistir hasta Megara la extenuacién fisica. 3. La experienela de placer narcisista inmediato 0 « breve plazo, euyo cepistro.oseila entre el orgasma y Ia sensacién de dominio sobre otro individuo, acompafado de una gratificacion ncgativa cn forma de un apaciguamicnta o cese del malestar psi- quico previo. Ambas geatificaciones, positiva y negativa, operan como un refuer- zo de la conducta, aunque son a veces veladas por la sombra del malestar, la des esperanza o la culpa, que acompaiia a la sensacion de fracaso dejada en el sujeto por la incapacidad para controlar el comportamiente impulsional o poner un limi- te a la actividad sexual excesiva, 4. La repeticidu reiterativa del acta impulsional con intervals no muy prolangados, Tal retorno ciclico puede producirse de una manera espontinea u obedecer al des- encadenamiente ocasionado por un estrés agudo, una emocién negativa 0 un esti mulo exterior (miisica, baile, natacién, parnografia...). 5. La acumulacién progresiva de los efectos nacivos personales y psicosociales, coma elsentimiento de culpa o de vergiienza, el descenso de la autoestima, la depresién, elaislamiento social, el abandono progresivo de los amigos, el deterioro de Ia vida familiar, la ruprura de la pareja, el descenso del rendimiento laboral o la pérdida dicl empleo, El efecto negative cspecifico mas extendide cnire los sexoadictos con- siste en la incapacidad para mantener una telacidn satisfactoria de pareja, 0 sea una rclaci6n sana y gratificante con cl compatiero sexual, Esta incapacidad se debe en muchos de ellos, particularmente en los adictos al sexo ciberndutico, al desfa- Necimiento de la libido sexual proyestada sobre la vida real, como si fuera una especie de anorexia sexual. La disimulacién del comportamienco adictivo, juntamente con el enmascaramier to de la patologia por la via de Ia cacionalizacién (razonamientas falsos 0 aparentes) y la sistemiitica negacién de la enfermedad, consticuyen reacciones defeusivas esgri midas por la mayor parte de los sexoadictas, La disimulacién, la racionalizacién y la negacién son tres mecanismos que na sdlo coineiden en Ia finalidad de prowger la practica adictiva mediante la ocultacién, sino en aportar una justificacin ética a la intranguila conciencia moral del sexoadicto. Por su parte, la sociedad ha adoptado en otros tiempos comportamicntos pun vos muy duros contra el comportamiento sexual desviado de la norma, En China, la conducta «mujeriega fue considerada durante largo tiempo como uno de los cuatro mayores desastres o vicios, al lado del juego, la bebida y el fumar opio. Un Acta Legal Inglesa de 1650 castigaba el adulterio con la muerte. El «sambenito» impuesto por la aaz Las nuevas adicctones iglesia imglesa en los siglos xvi y xvi al «libertino», consistia en pasearlo por las calles envuelto en una sébana blanca, Par su parte, la Iglesia catdlica no se acaba de liberar de la tendencia de considerar coma el pecade por antonomasia a cualquier actividad sexual no ineluida en el compartamiento matrimonial permitide, Los compromisos familiares y sociales obligan a muchos sexwadictos a refugiars en una doble vide para mantener su compartamiento sexual antinormative en el mas riguroso secreta, Esta entrega a una conducta duplicada incapacita a cualquiera para no incurrir en el abandono o al menos en el grave descuido de las obligaciones fami- liares y socioprofesianales, y multiplica las sufeimientos y los conflictos, rematados algunas veces con ideas o tentativas de suicidio. La sexualidad adictiva cumple la misidn compensatoria de ofrecer a una persona- lidad anémala o instalada en una situacién apurada un anclaje existencial, que, a des peche de su caracter mérbida, le evita hundirse en un mundo vacio y le protege con- tra lo desconocido, Desde esta perspectiva se entiende el hecho nada raro del enfer- mo adicto que sustituye un objeto adictive por otro de igual o distinta clase, con la que consigue al menos mantenerse lejos de las experiencias mas tetribles, cuales son el vacio mental y la irrupcién de lo abselura desconocide. Al cabo de cierto tiempo de evelucién, acontece con frecuencia la complicacién de la adiccion al sexo con la instauracién de la dependescia, A partir de este momento, el cese del comportamiento adictive mantenido durante cierto tiempo, sobre toda si se produce bruscamente, ocasiona la aparicidn del cuadro de abstirencia, integrada por sintomas fisicos, sobre todo temblores, dolores corporales difusos y trastornos vegetativas, acompatiados casi siempre de ansiedad 0 irritabilidad Mas frecuente atin que el sindrome de abstineneia es la aparicin de la tolerancia a medida que se repiten los ciclos adictivos, Sc trata de wna tolcrancia biolégica refor- zada con el mecanismo mental de la habituacin, que se teaduce en Ia necesidad de incrementar Ia intensidad o la frecuencia del comportamicnta adictivo para lograr la misma cuota de placer, Incluso, como acurre con las sustancias quimicas, la toleran- cia puede conducir a una escalada de comportamientos ascendentes en su grado de dureza, En los aspectos relatives al sindrome de abstinencia y al proceso de colerar cia, el abjeto sexwal se comporta lo mismo que una draga quimica, La presentacion de la abstinencia y de la tolerancia, si bien esta diltima espoleada por la habituacién, confiere a la adiccién del sexo las atributos propios de la depen dencia, Esta complicacién es mas propia de la adiecion quimica que de la adiecién social, Fl adicto sexual coincide, pues, en este aspecta con el adicto a una sustancia quimica. No se trata de una semejanza metaférica coma indican Pedinielli, Rouan y Bertagne (1997), sino de una coincidencia auténtica y real. Goodman (1998), autor norteamericano, considera como una conducta sexual inadaptada, que merece ateneién clinica en la via de la adiceiGn sexual, a toda aque- Ha que cumple al menas tres de los siete rasgos incluidos en la relacién que copio a continuacion, a la vez que consigno entre paréntesis el eriterio definidor de la sexoa- diccidn al que se adscribe el rasgo, con omisién de este punto en los rasgos 6 y 7 por referirse a la dependencia. He aqui la relacién: 1g La adiccion al sexe Consumir una gran cantidad de tiempo en actividades necesarias para preparar la conducta sexual o recuperarse de sus efectos (existencia adictiva). 2. Desarrollar una conducta sexual mds frecuente o intensa de lo pretendido (acto impulsional}. 3. Fracasar en el deseo persistente 0 el esfuerzo inttil de cortar o controlar la con- ducta sexual (acto impulsional). 4. Continuar con la conducta sexual a pesar del problema fisica 0 psicoldgico per- sistente o reeurrente, que ha sido causado 0 exacerbado por tal conducta (reitera- cidn). 3. Abandonar o reducir las actividades sociales, ocupacionales o recreativas a causa de la conducta sexual {efectas nocivos}. 6. Presentar la tolerancia, definida como: a/ el incremento necesario de Ia cantidad o la intensiclad de la conducta sexual con cl objeto de alcanzar cl cfecto deseado; 6) la disminucién del efecto implicado por la conducta sexual al mismo nivel de intensidad, 7. Experimentar la supresién en una de estas formas: a) el sindrome de abstinencia Psicofisiolégico caracteristico @ los cambios psicalégicas suscirados por la inte- rrupeidn de la conducta sexual; b) la entrega a la conducta sexual para mejorar o evitar las sintomas de supresién, Fijémonos ahora en la evolucién del proceso adictivo sexual, La adiecién sexual puede tener un comienzo autéctono 0 asociade a otra patologia, El adicto sexual, al igual que los adictos de otras clases, percibe que con el tiempo su condueta se va vol- viendo cada vez mas desoladora o amarga: a medida que se reiteran los ciclos, el sexo- adicto no va encontrando nada que le produzca una satisfaccién suficiente y con clla se va hundiendo en un vacio interior, hundimiento que trataba de evitar desde un principio con la entrega al objeto sexual, El curso progresive de la sexoadiccién tien de a ensancharse con la agregacién de nuevos actos pulsionales, Un sexoadicto con- fesaba en este trance haber estado a punto de recurrir a la violacin, Otro, menos afortunado, reconocia haberse convertide en un peligro social. El sexoadicto, llevado por su sufrimiento progresivo, oscila entre lanzarse a la biisqueda de placeres com- pensatorios ilegales y delictivos, y hundirse en la depresién, el comportamiento auto- destructivo a el acto suicida, Como acabamos de ver, entre las earacteristicas definidaras de la sexualidad adic- tiva mérbida no figara nila menor alusién al aspecto ético @ moral del sexo. Con- fundir el acto de identificar un determinado comportamienta como un proceso de enfermedad con una condenacién moral, significa remontarse can muy mala coneien- cla a muchos siglos ates cuanda se ateibu(a el sufrimiento propio de la enfermedad a una accin punitiva del Dios justiciero contra el individuo manchado por el peeado. Que haya enfermedades de transmisién sexual, y que se admitan como es légico, ¥ que se dé por ceconocido que la sexualidad puede producir un enganche adictivo, no representa adoptar una postura hostil a la esfera psicosexual. Significa solamente reconocer que una de las dimensiones existenciales basicas del ser humane, por cicr- as La adiccion al sexe Mientras las conductas adictivas parafilicas son conacidas de antaio y responden a euadros psicopatoldgicas clisicas, que pueden encontrarse en cualquier manual de psiquiatria —yo mismo les dediqué un amplio capitulo en mi libro Fuadamentos de ja Psiguiatria actual—, las conductas adictivas sexuales no parafilicas, organizadas en torno al objeto sexual ordinaria, son en amplia medida trastornos nuevos o paco eonocides hasta una fecha reciente. En la tabla 6 se consigna la sistematica de las adieciones al sexo no propiamente paratilicas. Dado que las dos categorias de sexoadictos parafilicos y no parafilicos se solapan un tanto entre sf, resulta muy orientador no prescindir del tado de la concepcidre glo bal de Ja adiccién sexual. Con esta orientacién global, el conjunto de las conductas sexuales an6malas @ execsivas —adictivas 0 no—, se distribuye cn los tres niveles dis- tinguidos por Larnes (r983): el nivel uno, integeada por la conducta heterosexual excesiva, la practica exagerada de la mastucbacion o la ntilizacién de pornografia; el nivel dos, compartidg por las formas ligeras de conducta ofensora o delictiva, como el exhibicionismo, el voyeurismo, las «llamadas telefonicas obscenas» y la «toma de libertades indecentes»; y el nivel tres, ocupado por los delitos sexuales mas graves, 0 sea la paidofilia, el incesto y la violacion, Tabla 6, Conductas sexuales adictivas no parafilleas o normativas 1. Sexo mercenario o prostitulde (mediante pag}. ‘Sexo de intercambia (a cambio de drogas u otra clase de servicios). ‘Sexo hiperorgésmico (ninfomenia y satiriasis en cuanto actividedes basadas en In adiecion al orgasmo heterosexual). 4, Sexo danjuanista {adiccién a la seduccién). 6. Sexo acosador u hostigador [eon abuso de posicidn © explotacién sexual). Sexo violonto (con violacion). Sexo vibratorie Sexo pomogratica Sexo teleténico. Sexo cibernéutico (a través de internet) ‘Sexo dragado (mediante ef cansuma de clertas drogas coma ‘anfetaminas, encaina © akcohal, 8. Sexo Instrumentalizada ‘Sexo coadictive (pareja que comparte ia adiecién al sexo en forma de masturbacién mutua 5. Sexo promiscuo y andnime (can compaferas desconacidos 0 episSdicos). | | o-con el usa de los mismos instrumentas).

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