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BAUTISMO
(Tito 3: 5,6) nos salv, no por obras de justicia que nosotros hubiramos hecho, sino por su misericordia, por
el lavamiento de la regeneracin y la renovacin del Espritu Santo, el cual derram en nosotros
abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador
Segn la doctrina catlico romana, ese lavamiento o bao de regeneracin, es el bautismo con agua, por el
cual, cito: somos reengendrados para nacer hijos de Dios y recibir su Espritu (f.cit.)
Es as? Realmente se nace de nuevo cuando un beb es bautizado? Por un acto ritual, que imposible es
que conlleve fe por parte del bautizado, de veras uno nace a salvacin?
Sabemos que no es as por la Biblia, la cual ensea que la justificacin viene por la fe (Ro.5:1), y es por
gracia, por medio de esa fe salvfica (Ef.2:8).
El texto y el contexto de Pablo, nada tiene que ver con el bautismo de bebs, o con el bautismo en agua en
general, sino con el lavamiento del Espritu.
Cierto es que ese lavamiento o bao de regeneracin de Tito 3:5 hace que podamos ser reengendrados,
venidos a ser hijos de Dios y recibir Su Espritu, pero ese es el acto de conversin a Cristo, que lo hace Dios a
quien quiere, y cuando quiere (Ef.2:1), y que nada tiene que ver con el bautismo en agua, y menos todava
ste hacia los infantes.
Reiteramos, Tito 3:5 no habla del bautismo en agua.
La base legal para ese milagro que es la salvacin; Cristo y su obra en la cruz, y su resurreccin
el cual derram en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador:
El Espritu Santo fue derramado en abundancia para que pudiramos venir cada uno a salvacin. Esto
concuerda con las palabras de Jess antes de ser ascendido a los cielos cuando dijo: recibiris poder,
cuando haya venido sobre vosotros el Espritu Santo (Hchs. 1: 8), y se materializ en el pasaje de Hechos
2: 1-4.
Es por la gracia irresistible del Espritu que el pecador es convencido y rendido a los pies de Cristo. En ese
momento, nace de nuevo. No hay nada que la persona pueda hacer en ningn sentido, slo rendirse ante la
grandeza y el amor de Dios.
Es por los suficientes mritos de Cristo en la cruz, y su resurreccin, que el individuo pasa de muerte a vida
eterna (Ro.6:5)//
Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey Jesucristo, Madrid, Espaa.