Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Personajes
* Narrador * Carla * Samy Habilidoso * Simón * Manuel * Tomás * Julia *
Jenny * 3 o 4 adolescente
NARRADOR: Es bastante fácil ser Cristiano—al menos, es fácil decir que tu eres
un Cristiano cuando es conveniente. Los Cristianos no tienen anuncios alrededor
de sus cuellos que anuncien su fe. Pero piensa en las palabras de Cristo en
Marcos 8:34: “Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. --Si alguien quiere
ser mi discípulo --les dijo--, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.”
¿Qué sucedería si a los Cristianos se les requiriera cargar cruces como símbolos
obligatorios de su fe?
ESCENA 1
Dentro de Cruces En Abundancia, una pequeña tienda en un centro comercial que
vende toda variedad de cruces. Detrás del mostrador se encuentra un vendedor.
Carla, una nueva Cristiana entra a la tienda.
CARLA: ¡Grandioso!
HABILIDOSO: Está bien. Le incluyo la cadena—pero esta oferta es solo por hoy.
HABILIDOSO: ¡Ya le entendí! (de detrás del mostrador saca una enorme cruz con
colores brillantes y chillantes) Este estilo es muy popular, pero por supuesto es un
poco más cara.
HABILIDOSO: ¿Sabe? Teníamos de esas antes, pero se vendían tan poco que
descontinué ese modelo. Casi nadie quiere comprarlas. La mayoría de la gente las
renta—para esas ocasiones especiales cuando necesitan jugar el papelito, y
después las regresan.
CARLA: ¡Gracias! (sale pasando a otras dos personas que entran a la tienda).
HABILIDOSO: Hola. Pásele, pásele. ¿Cómo puedo ayudarle? (se apagan las
luces)
ESCENA 2
CARLA: Seguro que si. Cuando yo conocí a Jesús, me dijeron que la cruz de
Cristo me traería pruebas y tribulaciones así como un gran gozo. Pero yo sé que
Dios me dará la fuerza que necesito y que jamás me dejará.
SIMON: Parece que usted es una joven decidida.¿Es esta la que quiere? (Carla
asiente con la cabeza y Simón le da la cruz) Aquí tiene.
CARLA: ¿Cuánto le debo?
SIMON: NADA.
CARLA: ¿Nada?
CARLA: Gracias, Simón. Por cierto, ¿cómo se metió usted a este tipo de trabajo?
SIMON: Mi familia ha tenido este negocio por mucho tiempo. Un antepasado mío
—cuyo nombre llevo yo—abrió su primera tienda en Cirene. Su primera cruz se
parecía mucho a la que lleva usted. (si la capacidad bíblica no es la fortaleza de tu
grupo, en este momento Simón puede leer Mateo 27:32: Al salir encontraron a un
hombre de Cirene que se llamaba Simón, y lo obligaron a llevar la cruz. “)
ESCENA 3
JENNY: Si, a penas y puedo esperar. Me la voy a pasar de fi-esta este verano.
Oye, me gusta tu blusa.
JULIA: Gracias. Me la compré anoche. Oye, ¿te llamó David anoche? Karen me
dijo que iba a—(Mateo y Tomás entran e interrumpen)
TOMAS: Oigan, ¡no hablen de la gran fiesta de esta noche sin incluirnos! Qué
onda, ¿cómo están?
CARLA: (entra con su gran cruz) Hola todos. Creo que ya saben que me hice
Cristiana.
JULIA: Si ¡Qué bien! (se escucha el pensamiento de Julia con una voz fuera
del escenario) No puedo creer que esté cargando esa cruz tan fea.
MANUEL: Tienes que venir al grupo de jóvenes de la iglesia. (se escucha una
voz fuera del escenario) Espero que decida ir a una iglesia distinta.
JENNY: Escuché la mala noticia de Carlos. Debió de haber sido muy difícil
terminar con él porque no es Cristiano. (se escucha una voz fuera del
escenario) Quizás ahora el me invite a salir.
CARLA: Si, fue muy difícil. Pero fue lo mejor. Espero que él también sea Cristiano.
Quizás ustedes le puedan testificar.
TODOS: Claro, claro (se escucha una voz fuera del escenario) De ninguna
manera. Nos sentiríamos como unos tontos.
JULIA: Bueno,… puede ser… pero si la gente ve bien, las podrán ver.
MANUEL: Cuando nos hicimos Cristianos por primera vez, todos teníamos cruces
como la tuya Carla. Pero era muy difícil compartirle a nuestros amigos porque
esas enormes cruces los irritaban mucho. Nuestros amigos nos evadían—o se
burlaban de nosotros.
ESCENA 4
Un gran cartelón de trasfondo que dice FIESTA, con una flecha apuntando fuera
del escenario, a la derecha. Un cartelón más pequeño que dice ESTACIONE SUS
CRUCES POR $.50 Manuel, Tomás, Julia y Jenny entran del lado izquierdo del
escenario y se paran en medio.
JULIA: Mira Carla, ¿por qué no dejas tu cruz afuera antes de que entremos a la
fiesta? Se vería.. este… mucho mejor.
JULIA: Bueno, quizás podamos tomar algo.. este.. tu sabes, alcohol, o haya
alguna otra cosa--
JENNY: Solo vamos a divertirnos en la fiesta. Todos nuestros amigos están ahí.
Esa cosa (señalando a la cruz) puede molestar a algunas personas. Puede
intervenir en algunas cosas. (otro adolescente—con una cruz como la de Carla—
entra por el lado izquierdo del escenario, estaciona su cruz bajo el anuncio que
dice: ESTACIONE SU CRUZ POR $.50, después sale por el lado derecho hacia la
fiesta)
TOMAS: No es tan difícil de hacer Carla. Piénsalo. (todos menos Carla se van
hacia la fiesta)
CARLA: (pensando en voz alta) Pero ¿qué no debería de ser difícil de hacer?
(se apagan las luces).
ESCENA 5
JULIA: Creo que comió demasiada salsa picante. ¡Esto te ayudará! (saca su
pistola de agua y le dispara. Todos se ríen—excepto Manuel)
TOMAS: ¿Qué? ¿Esa cosa enorme de madera dura? No juegues, has estado
estudiando demasiado. Creo que se te quemó el cerebro.
JULIA: No nos puedes hacer esto. Tenemos un gran verano por delante—los
cuatro
TOMAS: No tenemos lugar para esa cruz—y además… ahh, ya entiendo. Solo la
cargarás a la iglesia y al grupo de jóvenes ¿verdad?
MANUEL: No, la quiero conmigo todo el tiempo. Sé que interferirá, pero lo tengo
que hacer. He observado a Carla en estos días. Me recuerda a mi de cómo eran
las cosas conmigo. Cuando yo me hice Cristiano por primera vez yo me sentía
orgulloso de cargar mi cruz por todos lados. No podía dejar de leer mi Biblia. No
dejaba de decirles a mis amigos sobre Jesús.
JENNY: Pero tenemos nuestras cruces. Solo que son más convenientes que el
modelo grande, y cumplen con la misma cosa.
MANUEL: ¿Ah si? ¿Cuándo fue la última vez que alguien notó tu cruz Jenny?
¿cuándo fue la última vez que alguno de nosotros le explicó a alguien lo que
significaba la cruz?
JULIA: Pero Jesús jamás dijo que la cruz tenía que ser grande.
MANUEL: Si, pero la cruz que Jesús cargó y en la que fue crucificado no era de
oro. No podía usarse en el cuello. Era pesada y tenía astillas. Le causó dolor. Le
costaba trabajo cargarla. Creo que debería de ser igual con nosotros.
TOMAS: Creo que tu cerebro se te quemó. (las muchachas se ríen y asienten con
la cabeza señalando estar de acuerdo. Se apagan las luces)
ESCENA 6
MANUEL: (tomando aire) He decidido tomar la cruz que usaba cuando me hice
Cristiano por primera vez.
CARLA: No entiendo.
MANUEL: Me recuerdas a mi en la forma que solía ser cuando por primera vez
conocí a Cristo. No me avergonzaba de mi fe, a donde fuera, no importaba con
quién estuviera. Quiero eso de nuevo—gracias a ti Carla.
CARLA: Yo…yo no sé qué decir. Digo.. he estado pensando mucho. Por eso
llegué tarde a la primera clase hoy. Me preguntaba si valía la pena cargar esta
cruz. Pero decidí seguirla cargando.
CARLA: Recordaba algo que Simón—este tipo que me vendió la cruz, me dijo. Me
dijo algo que algún misionero alguna vez dijo: “No es tonto el que da lo que no
puede guardar para ganar lo que no puede perder.”
(Una voz fuera del escenario con un micrófono lee Marcos 8:34-38: Entonces
llamó a la multitud y a sus discípulos. --Si alguien quiere ser mi discípulo
--les dijo--, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida
por mi causa y por el evangelio, la salvará.
¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida?
¿O qué se puede dar a cambio de la vida?
Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta
generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará
de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.)
FIN