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“El día de reposo”

Texto: Éxodo 20. 9.11.

Propósito: Recordar las enseñanzas sobre el día de reposo.

Introducción: Cuando llega el viernes muchas personas se ponen alegres porque dicen que
ya se acerca el fin de semana; tiempo para el esparcimiento, los viajes, el deporte. Pero para
los cristianos, el domingo no es el fin de semana, sino el principio de la semana porque el Señor
ocupa el primer lugar en nuestras vidas.

UN REGALO DE DIOS (Marcos 2.27)

Dios dio al hombre el mandamiento de guardar el día séptimo. Este mandamiento es un

regalo de Dios para bienestar del hombre. Por esta razón nuestro Señor Jesús dijo que el
sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado.

Todos los mandamientos de Dios son para nuestro bienestar. Cuando Dios nos manda hacer
algo, como por ejemplo: “Honrar a los padres”, es como si nos dijera: “hazlo para que seas
feliz”. Y cuando Dios nos dice que no hagamos algo, él nos está diciendo que no nos hagamos
daño.

Respecto al mandamiento del día de reposo, la ley en el Antiguo Testamento era muy clara y
rigurosa. Por ejemplo, no se podía encender fuego en día sábado; quien encendía fuego era
condenado a muerte.
En la actualidad muchas personas pretenden guardar el sábado como lo establece la ley.
Pero esto es una necedad. Si alguien enciende el automóvil, la luz en alguna habitación, la
estufa, el televisor, en día de reposo, ya lo profanó.
Realmente todos nosotros somos culpables de profanar el día de reposo, sin embargo Jesús
murió por nosotros para librarnos de la muerte.
Pablo, en Colosenses 2.13,14, nos dice que nosotros éramos como prisioneros condenados
a muerte, en la puerta de nuestra celda, estaba una hoja que tenía anotados nuestros delitos.
Pero Jesucristo quitó esa cédula de delitos, y la clavó en la cruz para pagar por nosotros. Qué
maravilla que Cristo nos ha dado libertad.

UN TIPO DE CRISTO (Mateo 11.28)

El día de reposo o el sábado, era un tipo o sombra de Cristo. Jesucristo es el verdadero

reposo, él dijo venid a mí, todos los que estén trabajados y cargados, que yo os haré
descansar.
El descanso que ofrece Jesucristo, se obtiene cuando le aceptamos y recibimos en nuestro
corazón como nuestro Salvador personal. Cuando hacemos esto Jesús borra nuestros pecados
Predicado 20 de septiembre de 2009 en INPC “El Divino Redentor” Nativitas, en la noche
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que son la causa de nuestros pesares, y por lo tanto nos da paz.

La resurrección de Jesucristo es la garantía que Dios nos dio para que tengamos la
seguridad que Jesús puede verdaderamente salvarnos de nuestros pecados y darnos reposo.
Al resucitar y volver al Padre, Jesús nos dice que así también estaremos los que creemos en
él.
Por eso es que ahora el pueblo de Dios ya no guarda como día de reposo el día séptimo de
la semana, sino el primero. El día sábado conmemoraba el hecho de que Dios terminó la obra
de creación; el primer día de la semana conmemora la consumación de la Obra de Redención
por Cristo.

EL DIA DEL SEÑOR, EL MEJOR DIA (Apocalipsis 1.10)

Para el cristiano el domingo es el mejor día de la semana. Posiblemente no lo sea para usted,
¿cómo puede hacer del domingo el mejor día de la semana?
Asista a la casa de Dios, (Hechos 20.7). El domingo es del Señor, por lo tanto en este día
debemos estar en comunión con Dios. Asista a la Escuela Dominical, al Culto de Adoración, al
Esfuerzo Cristiano, y al Culto de Evangelismo.
Conviva con su familia (Hechos 1.14). En la semana por el trabajo y la escuela, tenemos
poco tiempo para convivir como familia. El primer día de la semana es un buen día para
reunirnos como familia para adorar el Señor y para convivir.
Descanse (Eclesiastés 10.10). Como ya lo dijimos el día de reposo fue establecido para
bienestar del hombre. Debemos trabajar, como lo dice el mandamiento: seis días trabajarás;
pero también debemos descansar. La palabra de Dios nos ilustra la importancia del descanso
con la necesidad de afilar el hacha. El leñador necesita descansar y al mismo tiempo afilar el
hacha, esto le permitirá avanzar más rápido y con menos cansancio.

HERMANO: La Palabra de Dios nos dice: Bienaventurados los muertos que de aquí adelante
mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansarán de sus trabajos; porque sus obras
con ellos siguen. Jesús es el verdadero reposo, venga a él y déjele sus cargas, recibale en su
corazón como su Salvador Personal.

Predicado 20 de septiembre de 2009 en INPC “El Divino Redentor” Nativitas, en la noche