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poeta Leopoldo
Panero (1909-1962) y Felicidad Blanc, hermano del tambin poeta Juan
Luis Panero
(1942- 2013) y del polidrico artista Michi Panero (1951-2004) est
ligada desde la infancia a la literatura. Su presentacin como poeta
tuvo lugar en la antologa de Jos Mara Castellet
Nueve novsimos poetas espaoles. En dicha antologa Castellet
recogi las nuevas
tendencias de la poesa, aplicando el siguiente criterio clasificatorio:
por un lado, los seniors, donde se agrupaban los autores nacidos entre
1939-1942, como Manuel Vzquez Montalbn (1939-2003), Antonio
Martnez Sarrin (1939), Jos Mara lvarez (1942); por otro, los
coqueluche, nacidos entre 1944-1948, representados por Flix de Aza
(1944), Pere Gimferrer (1945), Vicente Molina-Foix (1946), Guillermo
Carnero (1947), Ana Mara Moix (1947), Leopoldo Mara Panero (1948).
Todos ellos, sin embargo, tenan algo fundamental en comn: nacidos
despus de la guerra, no posean experiencia alguna directa del
conflicto. Tal vez, por eso mismo la huella de una praxis escritural
anclada, fundamentalmente, en lo social no est sino esbozada, casi
ausente, en la concepcin potica de estos autores. El quehacer
potico paneriano est marcado por una vida transgresora, pasando
No es que est solo, es que no existo /es que no hay nadie en esta
playa / y ya ni yo aun me acompao / son estos ojos cual dos cuevas /
y en mi cabeza sopla el viento: / ser la muerte como un vino? (La
cancin del indio crow). Un yo que se relaciona con la realidad de
forma vocacionalmente literaria:
Vivo bajo la fantasa prosaica del fin del mundo y no slo no quiero
salir de ella sino que pretendo que los dems entren en ella. Pero
aventura no hay, lo sabes,/ ms que por alguien, para alguien, como
un poema,/ como el riesgo de un vuelo en el aire sin trnsito. (Pavane
pour un enfant dfunt). Ni grito ni silencio sino algn canto cierto / y
estar aqu los dos, al amparo del Verbo.(Vaso).
Como seala Jenaro Talens, una de las peculiaridades ms explcitas de
la produccin de Panero es la de subrayar el carcter discursivo no slo
de la poesa sino del mundo al que aquella parece remitir. La realidad a
la que se alude es tambin literaria, no porque no haya sido vivida,
sino porque no puede ser representada, esto es, construida como
interlocutora, en trminos de literatura. Una realidad literaria que
finalmente tambin es una farsa:
Hoy las araas me hacen clidas seas desde / las esquinas de mi
cuarto, y la luz titubea, / y empiezo a dudar que sea cierta / la inmensa
tragedia / de la literatura. (Mutis).
Una literatura tan imprescindible como destructora segn reconoce en
su poema