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deleitarse con sus sonidos, una relacin reciproca que los defina como colectivo y los
ponga en contrapunto frente a otros colectivos. De esta manera comienzan a formarse
agrupaciones con la finalidad, entre otras cosas, de disfrutar de cierto tipo de sonoridad.
As, podemos explicar que haya conciertos de jazz en el gora de la ciudad, fandangos
de son jarocho en el patio de instituciones como la casa de nadie o tocadas de reggae y
rock en los bares de la zona. Adems de msicos que entretienen en el transporte
urbano y hacen ameno el transcurrir de los minutos rumbo al destino de cada pasajero.
La msica se ha tornado un recurso econmico para cientos de jvenes que
han llegado de otras latitudes a estudiar, y para otros tantos que ven en esta
manifestacin, la oportunidad de expresar sentimientos, emociones y pensamientos.
Por ello es probable que al caminar por el centro histrico de la ciudad, nos topemos
con algn guitarrista, saxofonista o jaranero, que est cambiando su habilidad por
algunas monedas para subsistir. Indiscutiblemente, la msica es la mejor manera de
expresar ideas sin agredir a nadie. El aporte por la cultura musical puede ser una buena
opcin para la convivencia de esta bella ciudad.