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El documento describe las corrientes literarias del conceptismo y culteranismo que surgieron en España durante el Siglo de Oro. El conceptismo, representado por Quevedo, se enfocaba en el contenido y significado profundo utilizando juegos de palabras. El culteranismo, representado por Góngora, se enfocaba en la belleza de la forma y el lenguaje ornamentado. Aunque diferentes, estas corrientes también se solapaban, y ambas buscaban dirigirse a lectores cultos y alejarse del público ignorante a través de un estilo más
El documento describe las corrientes literarias del conceptismo y culteranismo que surgieron en España durante el Siglo de Oro. El conceptismo, representado por Quevedo, se enfocaba en el contenido y significado profundo utilizando juegos de palabras. El culteranismo, representado por Góngora, se enfocaba en la belleza de la forma y el lenguaje ornamentado. Aunque diferentes, estas corrientes también se solapaban, y ambas buscaban dirigirse a lectores cultos y alejarse del público ignorante a través de un estilo más
El documento describe las corrientes literarias del conceptismo y culteranismo que surgieron en España durante el Siglo de Oro. El conceptismo, representado por Quevedo, se enfocaba en el contenido y significado profundo utilizando juegos de palabras. El culteranismo, representado por Góngora, se enfocaba en la belleza de la forma y el lenguaje ornamentado. Aunque diferentes, estas corrientes también se solapaban, y ambas buscaban dirigirse a lectores cultos y alejarse del público ignorante a través de un estilo más
Hacia la segunda mitad del siglo XVI se comenzaron a manifestar estilos
complejos --no slo en la literatura-- que se alejaban del equilibrio renacentista. As, la expresin de ciertas ideas o la utilizacin acentuada de determinados recursos literarios, se fueron manifestando de la mano de muchos poetas de la primera generacin barroca. Esta evolucin fue identificada en la pintura como Manierismo, que defina una etapa de la historia donde se intensificaban ciertas formas o maneras de los estilos del Renacimiento. El Renacimiento presentaba un estilo de armona, mesura y naturalidad, que chocaba con las formas que comenzaban a caracterizar los estilos barrocos, identificados por la intensidad, tensin y artificio. Fue, una prdida de la serenidad clsica que se traducira en actitudes extremas, segn explica el estudioso de la estilstica histrica desde la Edad Media Rafael Lapesa. En este periodo los conceptos y recursos expresivos se radicalizan, y tambin las ideas, en un frenes que lleva a exprimir el lenguaje hasta lmites mximos. En conjunto, el repertorio de recursos y audacias verbales es de gran amplitud, manifestndose en unos casos la intensidad emotiva, belleza deslumbrante y profundidad conceptual; y en otros casos la stira implacable y corrosiva. Pero, el periodo barroco acogi dos estilos que, en principio parecen tendencias o corrientes diferentes, pero que en ningn caso son opuestas, e incluso se solapan en parte y pueden dificultar el distinguir dnde se encuentra la frontera entre ambas: estamos hablando del conceptismo y del culteranismo. El conceptismo se preocupara esencialmente por el fondo o contenido, aprovechando los recursos que ofrece el lenguaje para crear juegos de palabras y dobles sentidos, buscando la densidad, profundidad y sutileza. Quevedo fue el mximo representante de esta corriente. Por su parte, el culteranismo se preocupara principalente por la forma, buscando la ornamentacin y belleza exuberante, donde los sentidos jugasen un mximo papel apoyados en la riqueza sensorial que ofrecen los recursos literarios, y donde la dificultad de la expresin tambin es un elemento de brillantez. Para ello, se recurre a un lxico rico y culto, donde se manejan metforas audaces y la sintaxis alcanza formas complicadas y retorcidas. Est corriente est representada por Gngora.
Como se ha dicho, conceptismo y culteranismo se solapan en parte, y hoy en
da nadie defendera que los poetas conceptistas no cuidaron la forma, y viceversa, pues Quevedo como digno representante del conceptismo, junto con Lope, han manifestado rasgos culteranos. Por su parte, Gngora tambin demuestra abundantes rasgos conceptistas, muchos de los cuales fueron reflejados en la obra de Gracin Agudeza y Arte de Ingenio, que dedic a condensar la corriente conceptista. Ejemplo de una famosa letrilla burlesca de Gngora:
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ndeme yo caliente
y rase la gente.[/align:u7yzsz1z] [align=center:u7yzsz1z]
Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquas,
mientras gobiernan mis das mantequillas y pan tierno, y las maanas de invierno naranjada y aguar ardiente, y rase la gente.[/align:u7yzsz1z] [align=center:u7yzsz1z]
Coma en dorada vajilla
el Prncipe mil cuidados,
como pldoras dorados, que yo en mi pobre mesilla quiero ms una morcilla que en el asador reviente, y rase la gente.[/align:u7yzsz1z] [align=center:u7yzsz1z]
Cuando cubra las montaas
de blanca nieve el Enero,
tenga yo lleno el brasero de bellotas y castaas, y quien las dulces patraas del Rey que rabi me cuente, y rase la gente.[/align:u7yzsz1z] [align=center:u7yzsz1z]
Busque muy en hora buena
el mercader nuevos soles,
yo conchas y caracoles entre la menuda arena, escuchando a Filomena sobre el chopo de la fuente, y rase la gente.[/align:u7yzsz1z]
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Pase a media noche el mar
y arda en amorosa llama
Leandro por ver su dama; que yo ms quiero pasar del golfo de mi lagar la blanca o roja corriente, y rase la gente.[/align:u7yzsz1z] [align=center:u7yzsz1z]
Pues Amor es tan crel,
que de Pramo y su amada
hace tlamo una espada do se junten ella y l, sea mi Tisbe un pastel, y la espada sea mi diente, y rase la gente.[/align:u7yzsz1z]
As pues, cabe defender que el conceptismo abraza en una gran parte al
culteranismo, de modo que variados poetas del Barroco, algunos de ellos con definidas tendencias hacia alguna de ambas corrientes, cultivaron igualmente ambas en mayor o menor medida. Muchos recursos comunes utilizados por las corrientes del conceptismo y culteranismo, fueron utilizados indistintamente por escritores clasificados en uno u otro bando. Ambas lneas coinciden en dos caractersticas esenciales: una cierta aristocracia cultural, y la dificultad u oscuridad que implica la obra. As, cabe reconocer que tanto Quevedo, como su oponente Gngora (representantes del conceptismo y culteranismo, respectivamente), resultan ambos claros, pero a la vez difciles y oscuros. Baltasar Gracin se alineaba con ese alejamiento de lo corriente, pues deca que conviene la oscuridad para no ser vulgar, en el sentido de dirigirse hacia lectores cultos y selectos, y apartarse de los lectores ignorantes. Podemos concluir en la actualidad, que el conceptismo constituye la base de todo el estilo barroco, y sobre ella se asienta tambin el culteranismo. En Gngora conviven ambas lneas, pero el estilo que imprime se convierte en vanguardia de la nueva poesa de su tiempo; su influencia fue tan decisiva que los poetas ms tradicionales vieron peligrar las formas y abrieron una guerra literaria sin cuartel. Gngora seduca y a la vez escandalizaba, y algunos renombrados poetas como Lope de Vega y Quevedo se encontraban entre sus ms frreos oponentes.
A pesar de que entre estas dos corrientes se manifestaban las mayores
disputas literarias, existieron no obstante otras tendencias que no llegaron a crear tensiones en las sensibilidades tradicionales, o que seguan las formas ya asentadas. Hubo un lnea clasicista que se apart de las dos corrientes citadas, que a su vez se dividieron en otras dos corrientes bsicas: fueron las de la escuela sevillana, representada sobre todo por Rodrigo Caro; y la de la escuela aragonesa, cuyas figuras ms destacadas fueron los hermanos Leonardo de Argensola (Bartolom y Lupercio), que cultivaron la lrica de tema moralizante y doctrinal.