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JORGE Luis BORGES EN SUR 1931-1980 EMECE 20 Torge Las Borges Sar (1951-1980) a ‘el nuevo andnimo auditivo, sin rastros a afrentosa llamada telefénica, la emision invulnerable de injuras. Ese imperso- nal y modesto génerolteario, ignoro sies de invencis ar- sgntina, pero side aplicacién perpetua y feliz. Hay virtuo- sos en esta capital que sazonan lo procaz. de sus vocativos con la estudiosa intempestividad de la hora. Tampoco nuscs- ‘wos conciudadanos olvidan que la suma velocidad puede ser tuna forma de a reserva y que as injurias vocferadas alos de apie desde un instantineo automévil quedan generalmente Jmpunes. Es verdad que tampoco el destinatario suele ser identificado y que el breve especticulo de su ira se achiea hhasta perderse, pero siempre ¢s un alivio afrentar. Aiadiré ‘otro ejemplo curioso: el de la sodomia. En todos los paises de la tierra, una indivisible reprobaci «jecutores del inimaginable contacto. Abominacin hicieron los dos; su sangre sobre ellos, dice el Levitico. No asi entre cel malevaje de Buenos Aires, que reclama una especie de veneracidn para el agente activo—porque lo embromé al ‘compaiiero. Entrego esa dialéctica fecal a los apologistas dela vivera, del alacraneo y de la cachada, que tanto in- fierno encubren. Penuriaimaginativa y rencor definen muestra parte de muerte. Abona lo primero un muy generalizable articulo de ‘Unamuno sobre La imaginacién en Cochabamba; lo segun- do, el incomparable espectéculo de un gobierno conservador, que est forzando a toda la replica aingresar en el socials ‘mo, s6lo por fastdiar y entristecer aun partido medio. Hace muchas generaciones que soy argentino; formulo sin alegria estas quejas. Sw, Buenos Aires, Ao I, N°4, primavera de 1931 Y¥ sambien en J-L- Borges, Ditcusn, Buenos Ares. Maauel Gleizer editor, 1932 EL Borges Fecionarin, México, Fondo de Cultura Econémics, 1985. | ELEMENTOS DE PRECEPTIVA Propongo ala consideracién del lector este modesto espé- cimen literario: Una vez habia dos globos Y no sabia en cud subir. Al punto me dirigi Al dl viaje de cien aris, Que me llevs a un pais estan Donde las mulas ladraban.. Ts el exordio de una chabacana milonga, que luego se desmoronaba en un etimulo de incongruencas idiots, & imagen de la linea del fin. Su revelacin me fue deparada en tun almacén de campaiia cerca del Arapey,a principios del ao 31, y la repito con la seguridad de no equivocarme. Quererla por ingenua o menospreciarla, me parece igual~ ‘mente init. Prefiero, ahora, distinguir sus operaciones. En ‘cuanto a sus propésitos, seuramente irrecuperables y va- 1205, dejo su investigaciGn final al Juicio Final —o al ascen- dente y ripido Spitzer, que sube por los hilo eapilares de las formas mas caracterstcas hasta las vivencias estéticas i= iginales que las determinaron, Basteme deslindsr los efee~ tos que producen en mi, Una vez habia dos globos. En este verso, la inaugura «ign oficial de los euentos de hadas —a equivalencia crio- Ia del érase wna vez espafiol— prepara la mencidn de los lobos, que figuran més bien entre los encantos del siglo diecimueve. Ese feliz anacronismo sentimental es el pri- m Jorge Lats Borger an Sar (1931-1980) wm mer “efecto” de la milonga. Si Graciin la hubiera perpe- trado, yo recelaria otro peor: una discordia espuria entre Ia soledad de la ver_y Ia dualidad de los globos. Y¥ no sabia en eual subir. Segundo desvio. De golpe, el hecho intemporal del verso anterior se nos convierte en un increible rasgo biografico. Al punto me dirigi. Texcer desvio. Brusca determina cin no esperada. Al del viaje de cien afios. Cuarto desvio, por donde se ‘viene a saber que el inocente compadrito de la milonga ya conocia los globos y que el destino de wno era una expe dicidn venerable, que confiere (o requiere) longevidad en quienes la acometen. Se calla el derrotero del otro, no me nos admirable sin dud Que me Heo6 a wn pais estratio. Sorpresa negativa,sor- presa de que no haya sorpresa, porque un pats estraio es lo menos que puede justficar ese vi Donde les mules ladraban. Aqut seaborda por prime- avez una maravilla directa —claro que con pobre fortu- na, Mulas ladraban quiere ser una incongruencia total, pero se libra felizmente de serlo, por la comiin connota- ‘in de sencor que hay en las dos palabras. Hasta aqui el examen. No lo emprendi para simular virtudes secretas en la destartalada milonga, sino para ilus- trar las actividades que puede promover en nosotros cual- quier forma verbal. Ese delicado juego de cambios, de buenas frustracioncs, de apoyos, agota para mé el hecho estético. Quienes lo descuidan o ignoran, ignoran lo par- ticular lteratio. Otro barato ejemplo. Son dos renglones de la letra de un tango nombrado Villa Crespo; su autor, pienso que ‘Tagle Lara. Donde estan aquellos hombres y esas chinas, Vinchas rojas y chambergos que Requena conocid? Son cuatro sus oscuras victorias. La primera, el tomo iterrogativo impuesto a la pena, el interrogar gdénde es tan? para significar no estén. La segunda, el acento vale- +030 de a palabra bombres, que manda y vibra como gua~ ‘pos aqui, por contaminaci6n o emalaciéa de la palabra {hinas —-que es posterior. La tercera la definicion de esa morena humanidad fin-de-siécle segin sus atributos: finches jy chambers Le cart lsu dea rimera persona por la tercera, del insignifcativo yo co- Moerpor elnombte determina. ” ‘Copio un tercer ejemplo, de venerada procedencia esta vee. Se trata del verso ciento siete del primer libro de los doce que suman Paradise Lost. Es como sigue: El estudio de la venganza, el odio inmortal. Es evidente aqui la reciprocidad de las partes estudio —palabra moderada y asidua— se proyecta sobre ven ‘ganza; inmortal, palabra de majestuoso ambiente, sobre odio. Un cuarto ejemplo, que es una estrofa de wn poema de ‘Cummings. Vierto palabra por palabra el inglés El terri- ble ros de Dios, mas resplandeciente que sma cuchars, resume la imagen de una sola palabra fatal; hasta que mi sida (que gusté del sol y la luna) se parece a algo que no ha sucedido, Soy wna jaula de pajaro sin ningiin pajaro, un collar en busca de wn perro, un beso sin labios; una plega~ ria a la que le faltan rodillas pero algo late dentro de mi camisa que prucha que esté desmnucrto el que, viviente, no esnadie. Nunca te be querido querida como ahora quiero. Una imperfecta simetria, un dibujo frustrado y aliviado por continuas sorpresas, es Ja notoria ley de esa estrola. Cucharaen vex de espada o de estrella, en busca en vez de sin, la palabra camsisa en el lugar de la palabea pecho, quie- 10 sin el pronombre personal, desmuerto (undead) por ‘vivo, soni sus més inequivocas variaciones.. Die Ros ist : 14 Jorge ais Borges ‘ohn Warum, la rosa es sin porgué, leemos en l libro pri- mero del Cherubinischer Wandersmann de Silesivs. Yo afirmo lo contrario, yo afirmo que es imprescindible una tenaz conspiracién de porqués para que la rosa sea rosa. ‘Creo que siempre pasan de una las eausas de la instanté- ‘nea gloria o del inmediato fiasco de un verso. Creo en los azonables misterios, no en los milagros brutos. Un ejemplo quinto y final, que sera esta vex de equi ossen. Leo en un care callejero de exhorts caté- Los jévenes sin experiencia creen en los hombres. Las adultos, que han vvido, que an meditado, reenen Dios Sospecho que la obligaci6n de ser inequivoco ha des- figurado un buen borrador, que paso a restaurar, Los jévenes sin experiencia creen en los hombres. Los borbres creen en Dios Basta el contrapeso de évenes para que hombres equi~ valga con plenitud alas siete palabras climinadas. Los evidentes y morosos anilisis que acabo de indicar, justfican dos conclusiones. Una la validez de la disciphi za retérica, siempre que la practiquen sin vaguedads otra, laimposibilidad final de una estética. Sino hay palabra en ano, si una milonga de almaeén es un orbe de atracciones y repulsiones gesmo dilucidar ese tide of pomp, that beats ‘upon the high shore ofthis world: las 1056 paginas en cuarto ‘menor atribuidas a un Shakespeare? ¢Cémo juzgar en se- io a quienes las juzgan en masa, in otro método que una imarvilloa emisin de aterrorizadoselogio,y sin ext Tnvalidada sea la estética de ls obras; quede la de sus en Ser (1931-1980) 15, 4 diversos momentos, De cualquier modo, que ésta preceda asaquéla,y la justifique. Lalliteraturaes fundamentalmente un hecho sintéetico. Bs accidental, lineal, esporddica y de lo més comin. « Sur, Buenos Aires, Ao II, N°7, abil de 1933, Y¥ también en: Paginas de Jorge Luis Borges slcecionads por el ator, Buenos Rives, Editorial Coe, 1982 [FL Borges Ficionari, Mézico, Fondo de Cultura BconSavcs, 988.

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