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Harold Bloom escribió un libro titulado El canon occidental para defender la idea de que existe un canon de obras y autores literarios considerados los más valiosos a lo largo de la historia. Según Bloom, los autores canónigos generan una influencia ineludible en escritores posteriores, aunque esta definición tiene limitaciones. El libro también ha sido criticado por favorecer desproporcionadamente autores estadounidenses.
Harold Bloom escribió un libro titulado El canon occidental para defender la idea de que existe un canon de obras y autores literarios considerados los más valiosos a lo largo de la historia. Según Bloom, los autores canónigos generan una influencia ineludible en escritores posteriores, aunque esta definición tiene limitaciones. El libro también ha sido criticado por favorecer desproporcionadamente autores estadounidenses.
Harold Bloom escribió un libro titulado El canon occidental para defender la idea de que existe un canon de obras y autores literarios considerados los más valiosos a lo largo de la historia. Según Bloom, los autores canónigos generan una influencia ineludible en escritores posteriores, aunque esta definición tiene limitaciones. El libro también ha sido criticado por favorecer desproporcionadamente autores estadounidenses.
Harold Bloom ha escrito un libro. Se titula El canon occidental, y
como el mismo ttulo lo dice, se ocupa de ese catlogo, ms bien sistema de autores y de libros que nos hemos acostumbrado a tomar como lo ms digno y excelso de cuanto se haya escrito a lo largo de la historia de la humanidad. Segn el autor, el canon tiene cuatro edades: teocrtica, aristocrtica, democrtica y catica. Virtud o defecto, sobre todo en las primeras tres edades, los que estudia Bloom son los autores que siempre encontraremos en historias, manuales y enciclopedias. Con el correr del tiempo este volumen puede correr el albur de convertirse en un libro de texto para universitarios que siguen carreras de letras. Hasta los momentos he dicho cosas muy obvias, pero voy a decir algunas ms obvias an. Voy a hablar de los motivos para escribir un libro as. Harold Bloom ha escrito un libro para reivindicar el canon, es decir, quiere demostrar algo: los textos que son la quintaesencia de la literatura, todos aquellos libros y autores que, como deca, hemos tenido por valiosos a lo largo de la corta historia de la literatura (la literatura tiene muchos aos pero el estudio de la literatura es una disciplina no tan vieja), no son producto de un azar veleidoso, no han sido nicamente lo que sobrevivi al paso del tiempo por capricho, ni Recibido: 03/12/2008 ARJ
Aceptado: 27/01/2009
Revista de Postgrado FACE-UC. Vol. 3 N 4. Junio 2009 / 189-193
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Rafael Victorino Muoz
son producto de la imposicin de una clase dominante (llmese
nobleza o burguesa), sino que hay una razn de base o de peso para que stos y no otros sean los textos cannigos, una razn que subyace a todos los elegidos, y permite incluirlos a ellos y excluir a los otros, una razn en suma esttica, literaria. Nuestro autor dice que reivindica, pues, la lectura (o la escritura) con fines simplemente estticos, antes que aquella lectura sociohistrica. Lo hace para contrariar al marxismo, y para abogar por sus defendidos (a quienes a menudo se les acusa de legitimar los modelos burgueses y capitalistas): Dante no sera el resultado de la imposicin de un modelo econmico; es el artista el que crea (postura afn con los ideales del romanticismo y con la concepcin del sujeto de la modernidad). Y an cuando admite Bloom que las fuerzas sociales existen, as como existen las masas, la gleba, arguye que stas todava no han escrito una buena novela. Ahora bien, la necesidad de apuntalar el canon puede tener varias interpretaciones, lo cual es volver al asunto de los motivos o de las razones que mueven a Bloom en su quijotesca tarea. Por un lado, algunos considerarn que su actitud es propia de un reaccionario; otros vern en su escrito la gesta del paladn, que lucha a brazo partido, oponindose a los que arremeten continuamente contra el canon. En esta visin se alinean, seguramente, los que consideran se deben defender las formas clsicas (ya que lo cannigo se piensa est absolutamente ligado a una forma, nica en su diversidad). A los que quieren dinamitar el canon desde sus cimientos, Bloom los llama despectivamente la escuela del resentimiento: subgrupos de activistas que pretenden que un grupo de autores menores sean tomados en serio, esgrimiendo razones nada literarias sino ms bien propalando como virtudes el sexo, la raza y otras cosas por el estilo. A los partidarios de la escuela del resentimiento se los acusa de darse a la tarea de levantar y perpetuar una calumnia segn la cual los autores cannigos no son mejores que otros, literariamente hablando, sino que estn all por ser de una clase social particular, y que para pertenecer al canon hace falta ser: 1) hombre, 2) blanco, 3) europeo (o anglosajn) y 4) estar muerto. 190
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El canon occidental, Harold Bloom
De una forma un poco nebulosa, Bloom trata de definir al
autor cannigo como aquel que logra generar en los escritores posteriores una influencia ineludible. Tengo tantas cosas que objetar a esta definicin que no creo que termine nunca esta nota. Por ejemplo, por qu no incluye a Kant o a Freud como autores cannigos, si sus obras han sido bastante influyentes? Por qu slo autores de literatura de creacin en el ms estricto sentido del trmino? Yo me considero influido por Hitchock. Tambin me pregunto, si un libro es bueno, pero no se crea una corriente, una escuela, una tradicin a partir de l, deja de ser bueno? Si un autor escribi un libro notable, pero no influy a nadie, pierde su notabilidad? Me pregunto si Bloom habr ledo el ensayo sobre Kafka y sus precursores, en el que Borges anot: El hecho es que cada escritor crea a sus precursores, y tambin crea sus influencias (aado yo, modestia aparte). Hablando del mismo Borges, un autor bastante influyente, fue a su vez influido por otros, como Marcel Schwobb. Los que influyen a los influyentes deberan aparecer, por antonomasia. Pero no es as en el caso de Schwobb. Tengo para m que nosotros los que escribimos nos esforzamos por no parecernos a ninguno de los autores de primera fila, y si se va a notar alguna influencia, preferimos que sea de algn escritor menor, sos de segunda fila que son la verdadera sal de la literatura. Pero prosigamos con la propuesta de Bloom, la influencia que genera un autor se puede medir, se puede determinar, pero con un modelo de su invencin claro est. De modo tal que a partir de la aplicacin de dicho modelo, se puede decir qu tan cannigo resulta un autor. (No estara mal la cosa, si fuera cierta o por lo menos factible.) A partir de esta idea, Bloom considera que los tres escritores centrales en la literatura occidental (cannigos entre los cannigos) son Dante, Shakespeare y Cervantes, pero Shakespeare es el centro absoluto e indiscutible. (Claro que si l fuera espaol otro gallo cantara: el gallo se llamara Cervantes.) Ahora, cuando Bloom tiene que explicar las razones por las cuales sus autores cannigos generan una influencia ineludible, olvida sus votos por la esttica y por lo literario in strictu sensu: explica a Kafka desde el judasmo, a Borges desde el gnosticismo y reivindica a Shakespeare como el inventor de la introspeccin, ARJ
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o algo as: ah localizara yo la clave de que Shakespeare sea el
centro del canon... no slo supera sus rivales sino que inventa la descripcin del cambio interior basndose en la facultad de los personajes de orse casualmente a s mismos, dice. Estoy bastante lejos de creer que sa sea la mayor virtud literaria (si es de literatura que estamos hablando), tanto del autor de Hamlet como del resto de la tradicin occidental. Por otra parte, me gustara preguntarle a Bloom por qu no dedica un captulo a Balzac o a Flaubert (franceses) y prefiere a George Eliot y a Dickens (anglos). Debe ser la misma razn por la cual en el apndice del libro (el verdadero canon o catlogo), en el aparte dedicado a nuestro siglo (que l llama la edad catica), hay exactamente 161 escritores norteamericanos, en contraste con slo 19 latinos, nada ms 13 espaoles y ningn japons. Definitivamente, Bloom ha acabado con el mito de que para formar parte del canon hace falta ser hombre, europeo (o anglosajn), ser blanco y estar muerto; no, lo que hace falta es ser norteamericano y amigo de Bloom (o compaero de trabajo en su universidad). Harold Bloom, deca, ha escrito un libro con una idea en mente: defender el canon occidental. No s si, tomndolo por separado, alguno de los autores cannigos necesite ser defendido para mantener su posicin. Quizs el error de Bloom verdaderamente sea defender el canon como sistema, ms aun, suponer que hay un sistema y una organicidad en propuestas literarias tan diversas como Jane Austen y James Joyce. Tengo para m que no existe tal canon (salvo el que uno haga a ttulo personal). Hay autores, mejor an, hay obras. El intento de Bloom est condenado al fracaso por ello, porque es un absurdo tener que escribir un libro para defender el canon: si fuera verdadero, no necesitara defensa. Porque en suma lo que hace es defender el pensamiento, la idea o la visin de que hay un canon. Ese pensamiento es lo que se tambalea, se est desmoronando (y no slo por el ataque de la escuela del resentimiento). A ver cundo se termina de caer. Seguiremos informando. PD: a muchos crticos les gusta buscar las influencias y relaciones entre obras y autores; sa es la clave de nuestro autor. Yo prefiero tratar de leer cada libro como si los dems no existieran. La 192
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El canon occidental, Harold Bloom
mayora de las veces lo que hago es pensar en lo que no est y
podra estar en cada texto; en el caso del que reseo, lamento la omisin de un autor: Charles Bucowsky, que ha generado no poca influencia, si furamos a creerle a Bloom que esto es lo importante.
Rafael Victorino: Escritor. Profesor de la
Universidad Experimental Nacional de Yaracuy. Premios: Salvador Garmendia de Narrativa, Bienal Universitaria Simn Rodriguez, Certamen Mayor de las Artes del Conac 2004 rvictorino27@hotmail.com
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