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la entrevista
NRIA ESCUR
Carme Pins en la plaza de la Gardunya de Barcelona, cuya ltima remodelacin ha proyectado. La foto fue tomada el lunes, da en que le otorgaron la Creu de Sant Jordi de la Gener
el gusto es mo
CRISTINA JOLONCH
SANGRE
FRA Y
EQUIPO
MAN ESPINOSA
De los grandes de la
arquitectura, Carme
Pins i Desplat ha aprendido la sangre fra que
hay que tener para saber vender. Lleva una
camisa en amarillo y
rosa sobre negro, pelo
blanco, recogido. Reconoce tener temperamento y ser testaruda.
Tras la separacin fue
duro salir a flote. La
ayud, dice, la fe de
unos pocos y cita a Jos
Antonio, que trabaja
con ella desde hace 25
aos. Hoy es reconocida
internacionalmente. En
su equipo de 13 personas uno puede encontrar mexicanos, alemanes, franceses y espaoles. Para m es bsico
que en el estudio haya
un buen ambiente. No
quemar a la gente. Los
primeros esquemas son
mos, esto es sagrado,
pero luego ellos siguen.
Sus fiestas de aniversario slo cada diez
aos son apotesicas y
conocidas en el gremio.
La ltima, en una casa
en Valldemossa, con
vistas al mar, dur dos
das. Desde que me separ tena la cifra del 60
en mi mente y, efectivamente, ha sido una poca de consolidacin.
lia, lo reconozco. Ese lastre a veces hace que haya gente que se
quede a medio camino. A veces
ocurren cosas curiosas...
Como que te buscan, precisamente, por ser mujer.
Eso me ocurri en Mxico en un
grupo de arquitectos internacionales, hace quince aos y ramos
pocas mujeres... Zaha, pero Pins era latina! Me encontr metida en un grupo con gente como
Toyo Ito o Jean Nouvel.
Los concursos de arquitectura siempre tienen trampa?
Adjudicaciones previas?
A ver, s y no. Yo he sido jurado
muchas veces en todo el mun-
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