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BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA

FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS

FISIOLOGÍA II
TAREA NO. 2
EXAMEN DE ORINA

Examen de Orina completa

Es un examen físico y/o químico de la orina y comprende una serie de pruebas químicas y microscópicas para evaluar infecciones del
tracto urinario , enfermedad renal y enfermedades de otros órganos que provocan la aparición de metabolitos anormales (productos de
descomposición) en la orina.

Este examen sirve para diagnosticar posibles enfermedades, más que para determinar su severidad. En muchos casos se necesita una
biopsia renal para determinar el estado del órgano.

Puede realizarse como un examen de tamizaje general para buscar signos tempranos de una enfermedad. También sirve para hacer el
seguimiento de enfermedades como diabetes o enfermedad renal, al igual que para verificar la presencia de una infección del tracto
urinario o de sangre en la orina.

Muestra
La muestra es de orina de segundo chorro, si el examen no requiere recolección durante 24 horas. Generalmente es adecuada en hombres,
en cambio en mujeres se debieran limpiar los genitales externos para evitar contaminación con secreciones vaginales. Debe ser
examinada 30 a 60 minutos después de haberse tomado. La orina debe ser centrifugada a 3000 rpm durante tres a cinco minutos, y el
sobrenadante separado en otro tubo para el análisis de color, proteínas, pH, concentración y glucosa. Una pequeña cantidad del sedimento
debe ser puesta en una placa para su análisis bajo microscopio.

La orina puede analizarse de muchas maneras y con diversos objetivos.

Urinoscopia

La forma más básica de estudiar la orina es mirándola directamente a simple vista (urinoscopia). A pesar de la tecnificación de la
medicina la urinoscopia no ha dejado de practicarse. El buen médico sabe apreciar a simple vista algunos rasgos de ciertas enfermedades
en función del color, turbidez y olor de la muestra. Algunas imprecisiones diagnosticas y algunas pruebas innecesarias podrían evitarse si
se observara la orina a simple vista.

Sedimento de orina

El sedimento de orina es la modalidad más básica de análisis. Sirve para determinar la presencia de elementos tridimensionales en la
orina (generalmente células o cristales). La forma tradicional de realizarlo es con la observación de una muestra de orina centrifugada al
microscopio. Actualmente existe aparataje que da automáticamente el resultado del sedimento de orina. El resultado suele estar listo en
unos pocos minutos.

Para recoger la muestra suele pedírsele al paciente que orine una vez dentro de un botecito. La muestra fresca es mirada al
microscopio (óptico o automático). Partiendo de la base de que en la orina no debe existir prácticamente ninguna célula o cuerpo sólido,
el hallazgo de cualquiera de ellas suele ser patológico y orienta a una u otra enfermedad.

Ejemplo: Una muestra con 50 hematíes es signo de hemorragia microscópica

• en orina (micro hematuria). Si existen cristales puede hacer pensar que existen piedras de riñón. Si se ven bacterias es que hay
infección de orina.
En el sedimento es patológica la presencia de células rojas de la sangre (hematuria), más de 5 leucocitos (infección), bacterias,
hongos tipo cándida, protozoos (en países tropicales). También es significativa la presencia de los llamados cilindros, provenientes del
riñón y que dan información sobre éste. Asimismo pueden aparecer cristales (cristaluria), que no siempre son patológicos pero que
pueden orientar hacia diversos tipos de enfermedad renal formadora de cálculos (piedras).

Tirilla Reactiva de orina

Las tirillas reactivas se mojan en la orina y se produce una serie de reacciones de color en los diversos papeles secantes que contiene
la tirilla. Cada secante contiene reactivos que se refieren a un determinado tipo de alteración de orina.

Estas tirillas poseen una fiabilidad del 99% a la hora de descartar hematíes (sangre) o leucocitos-nitritos (infección) por lo que son de
gran valor como rastreo. La tirilla informa también sobre el pH, bilirrubina, glucosa y proteínas en la muestra de orina, pro lo que su
empleo es de gran utilidad en la práctica clínica diaria.

Bioquímica de la orina

El análisis bioquímico de la orina es el estudio de las sustancias que lleva dicha orina, al igual que en sangre. La orina es fabricada
por el riñón, que se encarga de expulsar al exterior las toxinas que no conviene acumular. La orina es el resultado de un proceso de
depuración que tiene nuestro cuerpo. Normalmente se elimina urea, creatinina, sodio, potasio y cloro. No debe haber azúcar ni
bilirrubina. El estudio bioquímico en orina puede hacerse en muestra única (orinando una vez) o en orina recogida durante 24 horas (da
una idea más exacta del metabolismo renal y general).

La recogida de orina de 24 horas se reserva sobre todo a los casos nefrológicos en que es necesario conocer la función renal y establecer
si se eliminan proteínas, glucosa o bilirrubina; y verificar que la cantidad de urea, creatinina, calcio, fósforo, sodio, potasio, magnesio o
uratos son las correctas.

• Ejemplo: Si en orina se detecta la presencia de azúcar (glucosa) es posible que el paciente padezca una Diabetes. Si se detecta
bilirrubina es posible que tenga una enfermedad de hígado.

La bioquímica de orina de 24 horas también es muy útil para estudiar las causas de la formación de piedras (cálculos) en el riñón.

Pruebas Especiales en orina

Se trata de detectar en orina sustancias que sólo interesan en casos muy seleccionados. Generalmente se trata de detectar tóxicos
(incluidas las drogas y venenos), sustancias estimulantes o de "dopaje" (control antidoping) y sustancias eliminadas en ciertos tipos de
enfermedades (metabólicas u hormonales).

La muestra de orina es tratada de forma diferente para cada tipo de toxina o sustancia que se desea estudiar por lo que estos análisis
sólo se realizan en condiciones muy especulares y aportan información sólo sobre una sustancia determinada.

Cultivo de orina

El cultivo de la orina o urocultivo es un tipo de análisis totalmente diferente a los anteriores, aquí no se trata de mirar qué sustancias
son excretadas por la orina, sino de saber si existe o no infección de orina y, caso de que exista, reconocer con exactitud el germen
responsable (identificación microbiológica) y cual es el antibiótico más efectivo (antibiograma). Esta prueba es realizada por los
especialistas en microbiología.

El cultivo se hace a partir de una muestra simple de orina (a veces recogida con sonda). La muestra se deposita en un medio fértil (por
eso se llama cultivo) donde comienzan a crecer las bacterias. Al cabo de unos días se ve cómo va la siembra. Si han crecido colonias de
bacterias se informa como cultivo positivo y se informa con exactitud qué tipo de microbio es el que ha crecido y cuál es el antibiótico
que puede eliminarlo (antibiograma). Por esto los cultivos no son pruebas inmediatas y se debe esperar unos días a tener un resultado (a
veces la infección es tan evidente que las bacterias son visibles en el simple examen del sedimento, con lo que el cultivo es sólo para
confirmación y antibiograma).

• Ejemplo: A un paciente con fiebre y escozor al orinar se le toma una muestra de orina. Al cabo de 5 días se ve que en el
medio de cultivo ha crecido una bacteria (Escherichia coli, que es sensible a las sulfamidas). Aunque en realidad el
tratamiento habrá sido empezado (por sospecha clínica) días antes, el cultivo confirma que se va en la buena dirección.
Una modalidad especial de cultivo de orina es el estudio de la tuberculosis (conocido como BK en orina o cultivo de Lowenstein), en que
se busca en las muestras este agente patológico. El cultivo crece durante 2-3 meses ya que el germen responsable de la tuberculosis crece
muy lentamente.

Citología de orina

Consiste en la visualización de las células que se eliminan por la orina. Para su realización es necesario recoger muestras de orina
durante tres días. Se buscan sobre todo células malignas en orina, provenientes de tumores de la vía urinaria (que del riñón van a los
uréteres y de ahí a la vejiga).

• El examen de la muestra lo realiza el especialista en anatomía patológica (patólogo), que centrifuga la orina y mira al
microscopio si las células descamadas y recogidas por la orina tienen característica malignas. Si es así serán necesarios más
estudios para saber donde está el tumor.

Exámenes aplicados

Examen químico y macroscópico

• Aspecto y color de la orina (por ejemplo, clara, opaca, turbia, espesa; amarilla pálida, amarilla oscura, roja, verde, azul)
• Bilirrubina en la orina (un producto de degradación de la hemoglobina)
• Glucosa (un azúcar): ver glucosa en la orina
• Hemoglobina (un indicio de hemólisis)
• Cetonas en orina (un subproducto del metabolismo de las grasas, presente con inanición y diabetes)
• Nitritos (un indicio de infección del tracto urinario)
• pH de la orina (la acidez o alcalinidad de la orina)
• Proteína en la orina
• Gravedad específica de la orina (es decir, qué tan concentrada o diluida se encuentra la orina)
• Urobilinógeno (un producto de degradación de la bilirrubina )

Examen microscópico:

• Las bacterias y otros microorganismos (normalmente no están presentes) o ver cultivo de orina (toma de muestra limpia)
• Cilindros urinarios
• Cristales
• Grasa
• Moco
• Glóbulos rojos (un indicio de daño en los túbulos)
• Células tubulares renales
• Células epiteliales de transición
• Glóbulos blancos (un indicio de infección del tracto urinario)

Características

COLOR URINARIO: La orina normal es semi-transparente y de color amarillo claro. Es más clara cuando se encuentra diluida, y
oscura cuando está concentrada. Puede ser blanca, como en el caso de piuria, o presencia de cristales; o roja-cafesosa, en el caso de
hematuria. La orina también puede ser amarillenta-cafesosa en caso de coluria (pigmentos biliares en la orina). Por medicamentos la
orina puede cambiar de color.Al agitarse, normalmente se origina espuma blanca. Si hay proteinuria hay un aumento de la espuma, y con
pigmentos y/o sales biliares se genera espuma amarilla.

PROTEÍNAS URINARIAS: Normalmente la excreción de proteínas es menor de 150 mg al día, que corresponde a la mucoproteína de
Tamm-Horsfall segregada por los túmulos distales. Una medición adecuada debiera ser efectuada con recolección de 24 horas. En caso de
haber proteinuria, la principal proteína urinaria en pacientes con enfermedades renales es la albúmina. Niveles elevados de proteinuria,
que persisten en varias mediciones, deben ser tomados en consideración ya que implican anormalidades en la permeabilidad glomerular.
Las globulinas predominan en alteraciones tubulares y en proliferación de las células plasmáticas (por ejemplo mieloma múltiple). La
cantidad de proteinuria indica la gravedad de la enfermedad, y en un mismo enfermo, el aumento o disminución sirve para evaluar la
progresión.

El grado de proteinuria se puede clasificar microalbuminuria y proteinuria (albuminuria principalmente). La primera, se refiere a una
cantidad de: 150 - 300 mg en orina de 24 horas, y no es indetectable con las técnicas convencionales, por lo que se usan tiras reactivas
para su detección. Es importante ya que es detectada en etapas tempranas de la nefropatía de la diabetes mellitus. También puede ser una
microproteinuria funcional (en estados febriles, embarazo, post ejercicio) o postural (asociado a la posición de pie).

Proteinuria se define como una concentración de proteínas en la orina mayor a 300 mg/24 horas. Si es mayor de 3.5 g/24 horas,
generalmente se asocia a Sd. nefrótico, donde sus causas más frecuentes son todo tipo de glomerulopatías, enfermedades sistémicas del
tejido conectivo, diabetes mellitus, mieloma múltiple, amiloidosis, alteraciones circulatorias, como insuficiencia cardíaca crónica,
pericarditis, trombosis de la vena renal; algunas infecciones bacterianas y virales, tumores y linfoma, entre otros.

pH URINARIO: El pH urinario normalmente es alrededor de 6.0, y varía dependiendo del estado ácido-base sistémico, entre 4.5 y 8.0.
Su mayor uso clínico ocurre en pacientes con acidosis metabólica, donde el pH de la orina puede disminuir a niveles bajo 5.0. En este
caso, si la orina está alcalina, significa que hay un proceso de acidificación renal, como en el caso de acidosis tubular aguda.

Para hacer uso de este medio diagnóstico se requiere que la orina sea estéril, ya que la infección con gérmenes que producen ureasa,
como el Proteus mirabilis, pueden alcalinizar la orina a pH de 7.0 o 7.5.

CONCENTRACIÓN URINARIA: La concentración urinaria es una respuesta al control de la osmolalidad y volemia plasmática. De
esta forma, su mejor forma de medición es la osmolalidad, y debe ser correlacionada con el estado clínico. Generalmente el riñón normal
puede producir una osmolalidad que es 4 o 5 veces mayor que la plasmática siendo su valor normal aproximadamente 800 mOsm,
concentración que varía según el grado de hidratación del paciente. Esta medición es más útil en los estados de hiponatremia,
hipernatremia, poliuria u oliguria.

Si no se posee un osmómetro, se puede evaluar midiendo la gravedad específica de la orina, que se define como el peso de la solución
comparada con una cantidad igual de volumen de agua destilada. La gravedad específica varía generalmente en forma directa con la
osmolalidad, a pesar que puede haber partículas como la glucosa o medios de contraste que pueden generar pequeños cambios en la
osmolalidad y grandes cambios en la gravedad específica. El valor normal es aproximadamente 1.020 por kg de orina.

GLUCOSA URINARIA.Normalmente el túbulo contorneado proximal reabsorbe toda la glucosa filtrada, si ésta se encuentra en
concentraciones bajo 180 mg/dl. De esta forma, glucosuria puede ocurrir como un hecho aislado (secundaria a hiperglicemia) o como
manifestación de daño renal (glucosuria renal), donde es comúnmente asociada a otras manifestaciones en el caso de disfunción tubular
proximal, como hiperfosfatemia, hipouricemia, aminoaciduria, acidosis tubular aguda, etc. Estas asociaciones son parte del Sd. de
Fanconi, que puede resultar en variadas enfermedades, como mieloma múltiple, o acidosis tubular aguda o crónica.

No es recomendable monitorizar la diabetes mellitus con niveles de glucosa urinaria ya que no determina la presencia de hiperglicemia
leve-moderada. Además depende del volumen orinado y su valor refleja la concentración plasmática media de glucosa, y no el nivel en
un momento de muestra determinado.

CUERPOS CETÓNICOS URINARIOS: Estos elementos son producto de la oxidación de ácidos grasos, y normalmente no aparecen
en la orina. En casos de cetoacidosis diabética, en ayunas, y en la intoxicación por metanol, su producción se encuentra aumentada, por lo
que es posible detectarlos en la orina.

SEDIMENTO DE ORINA:Es el examen microscópico del sedimento de la muestra centrifugada de orina.

CRISTALES: El hecho que se formen cristales en la orina dependen de muchos factores, como el grado de sobresaturación
de sus constituyentes, pH, la presencia de inhibidores de cristalización, etc. Hay muchos tipos de cristales que pueden ser
observados en pacientes con distintas alteraciones:

Cristales de ácido-úrico: se observan solo en orinas ácidas, que favorece la conversión de sales úricas
relativamente solubles en ácido úrico que es insoluble. Tienen forma romboidea o de rosetas, y se ven en pacientes
con gota, o con nefropatía aguda y crónica por uratos.

Cristales de fosfato de calcio u oxalato de calcio: la formación de los cristales de oxalato de calcio no depende
del pH de la orina, en cambio los de fosfato de calcio se forman en orina alcalina. Su formación es idiopática y se
asocia a variados factores de riesgo, como son bajo volumen urinario, hipercalciuria, hiperuricosuria, factores
dietéticos como baja ingesta de líquidos y calcio, alta ingesta de sal y proteínas, y antecedentes de cálculos de
calcio, entre otros.
Cristales de fosfato de magnesio: cuando aumenta el pH de la orina (en infecciones de bacterias que producen
ureasa como Klebsiella o Proteus) disminuye la solubilidad del fosfato lo que causa la cristalización del fosfato de
magnesio.

BACTERIAS: La presencia de bacterias en la muestra se debe principalmente a infección (ITU), a pesar que en numerosas
veces se debe a contaminación, especialmente en muestras femeninas. Para identificar la (las) bacteria (s) de la infección se
solicita el cultivo bacteriano llamado urocultivo.

CÉLULAS EPITELIALES: Son producto del barrido que hace la orina por el tracto urinario. Son de relevancia clínica las
células epiteliales de los túbulos renales, que son generalmente 1.5 a 3 veces más grandes que las células de la serie blanca, y
tienen un gran núcleo redondo. Debido a que es difícil distinguir las células de origen tubular, de aquellas que se originan en
el tracto urinario inferior, sólo es relevante el hallazgo de cilindros de células epiteliales para indicar el origen renal de las
células. Éstos sugieren múltiples enfermedades, entre las que se incluye necrosis tubular aguda, pielonefitis y Sd. nefrótico.

ERITROCITOS: Se llama hematuria a la presencia de glóbulos rojos en la orina. Puede ser macro y/o microscópica. El
cambio del color, no refleja necesariamente el grado de la pérdida de sangre ya que 1 ml en 1lt induce un cambio de color
visible. Por otra parte, se puede observar orina de color cefé-rojiza sin la presencia de eritrocitos, como es en el caso de
hemoglobinuria y mioglobinuria. La hematuria microscópica se define como la presencia de más de 5 eritrocitos por campo
microscópico de gran aumento. Se puede originar en cualquier segmento del tracto urinario. Cuando se presenta con dolor son
causadas por nefrolitiasis, infarto renal o ITU. Se presentan en forma sin dolor si son por coagulopatías, tumores (en cualquier
parte del tracto), enfermedad poliquística, enfermedades glomerulares o tubulares, daño post traumático, post ejercicio, TBC,
entre otras. Por todas estas causas es que el significado de hematuria aislada varía según el contexto clínico.

La evaluación de las formas de los eritrocitos puede ayudar en un paciente con hematuria. Generalmente en enfermedades
glomerulares adquieren forma dismórfica, con pérdida segmentaria de la membrana celular resultando en variadas formas
celulares y en una disminución del tamaño celular.

LEUCOCITOS: Generalmente se ven neutrófilos en infecciones, donde el urocultivo generalmente es positivo. Puede ser
negativo para la TBC, entre otras causas. El hecho de observar placas de pus en el sedimento de orina es patognomónico de
ITU.

Además de neutrófilos, se pueden observar eosinófilos y linfocitos, donde la presencia de eosinófilos indicaría nefritis
intersticial aguda, y de los últimos, una infiltración renal, como en la enfermedad túbulo-intersticial crónica.

CILINDROS: Los cilindros son aglomeraciones de proteínas que se forman en los túbulos renales, y es por eso que tienen
forma cilíndrica con márgenes regulares. Tienen una matriz orgánica, compuesta principalmente de las mucoproteínas Tamm-
Horsfall. Hay muchos tipos distintos. Algunos de ellos pueden verse en individuos sanos, mientras que otros pueden ser
diagnósticos para una enfermedad renal.

Cilindros hialinos: No son indicadores de enfermedad, y se observan en personas post ejercicio, fiebre,
deshidratación, uso de diuréticos y métodos de contraste. Se observan poco refringentes, de bordes rectilíneos, y
extremos redondeados.

Cilindros hemáticos: Están formados por eritrocitos o restos de ellos. Son diagnósticos de glomerulonefritis
aguda o vasculitis.

Cilindros de glóbulos blancos: Se forman por leucocitos principalmente. Se originan en enfermedades túbulo-
intersticiales o pielonefritis aguda. Pueden verse en alteraciones glomerulares también.

Cilindros de células epiteliales: Se asocian a necrosis tubular aguda y glomerulonefritis aguda en los cuales se
descaman las células epiteliales de los túbulos renales.

Cilindros grasos: Generalmente son cilindros de células epiteliales que en sus citoplasmas poseen gotas de
colesterol o colesterol ester, o se pueden ver libres en la orina. Se observan en varias glomerulopatías,
especialmente en Sd. nefrótico.

Cilindros granulosos: Son cilindros de proteínas agregadas o de células antiguas que se han desintegrado. Se ven
principalmente en necrosis tubular aguda.

Cilindros céreos: Son la última etapa de degeneración de los cilindros granulosos, y de observa en nefrones con
flujo muy disminuido, por lo que se asocian a insuficiencia renal avanzada.
PATRONES.

La importancia del examen de orina completo es que las distintas asociaciones entre los hallazgos permiten
orientar a una posible etiología de enfermedad renal.

Sd. Nefrótico: orina en escasa cantidad, densidad alta o normal, proteinuria mayor de 3.5 gramos, cilindros
escasos, aunque pueden ser de tipo hialino, granuloso o graso, lipiduria y glucosuria discreta.

Sd. Nefrítico: orina en escasa cantidad, densidad normal-alta, proteinuria leve (menor a 3.5 g/24 horas), cilindros
hemáticos, hematuria macro o microscópica.

Infección (ITU): aspecto turbio y mal oliente, leucocitos urinarios, placas de pus y bacteriuria. El origen alto o
bajo de la infección estará dado por la clínica, aunque la presencia de cilindros leucocitarios indica que la infección
compromete el parénquima renal. La presencia de nitritos indica un origen bacteriano.

Diabetes Mellitus: orina en gran cantidad, con densidad elevada, de color normal o ligeramente oscuro. Puede
existir glucosuria. Se encuentra cetonuria en casos de diabetes descompensada (generalmente tipo 1). Se encuentra
microalbuminuria en casos de nefropatía inicial, y proteinuria si es más avanzada.

Valores normales

• La orina normal puede variar de color, desde casi incolora hasta amarilla oscura. Algunos alimentos, como la remolacha y la
mora, pueden darle a la orina el color rojo.
• La gravedad específica de la orina fluctúa entre 1.006 y 1.030 (los números más altos significan una mayor concentración) y
varía dependiendo del momento del día en que se toma, de la cantidad de alimentos y líquidos consumidos, así como de la
cantidad de ejercicio realizado recientemente.
• El pH de la orina también está influenciado por muchos factores. Por lo general, el pH normal fluctúa entre 4.6 y 8.0, con un
promedio de 6.0.
• Usualmente no hay glucosa en orina, cetonas en orina ni proteína urinaria detectables.
• Generalmente no hay glóbulos rojos en la orina.
• La hemoglobina usualmente no se encuentra en la orina.
• La bilirrubina normalmente no se detecta en la orina y puede haber un rastro de urobilinógeno.
• Los nitritos y glóbulos blancos (leucocitos) normalmente no están presentes en la orina.

Bibliografía

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