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Coleccion Psicologia : Educacion a CAPITULO 6 El sujeto de la orientaci6n. Algunos recursos instrumentales =a Isabel Semidober Al referirnos al sujeto de la orientacién, nos interrogamos por este “ser humano”, que nace, como cachorro, en un estado de prematurez: re- quiere de la familia o sus sustitutos, la escuela y las instituciones, para constituirse en sujeto social. Visualizamos que, sin esos otros, el sujeto de la orientacién no logra transformarse en un sujeto deseante, capaz de construir su pro- yecto de vida. El sujeto de la orientacién es aquel consultante —recorto adrede la idea de paciente—, que, interrogado por su porvenir, en el drea edu- cativa, laboral o recreativa, plantea una inquietud sobre su impli- cacién en ella, Puede ser un puber, un adolescente, un adulto o alguien de la tercera edad. En la actualidad, los fenémenos de educacién permanente, la su- perespecializacién, la flexibilizacién laboral, la reconversién productiva y la mayor expectativa de vida reclaman nuevas inserciones educati- vas, productivas y sociales. Acontinuacién conceptualizaré las caracteristicas més relevantes del consultante en orientacién vocacional y ocupacional, sea éste un adolescente, un adulto o un sujeto de la tercera edad. Detallo las problematicas més frecuentes que ellos presentan de acuerdo con su ciclo vital, considerando la singularidad de cada uno en la construccin de su proyecto de vida. Adolescencia La tarea orientadora, desde la perspectiva vocacional y ocupacio- nal, se inicia en la adolescencia temprana. Hs la pubertad un momento frecuente de consulta, sobre todo por parte de la familia, que se siente implicada. Pubertad proviene de pubertas, que refiere a la edad del vello. Pe ter Blos considera la pubertad como el momento de la Naturaleza, y la adolescencia como el momento de la entrada a la cultura, categorizan- 76 ORIENTACION VOCACIONAL do a esta tltima en fases: adolescencia temprana, media, propiamente dicha, tardia y posadolescencia. Cada una posee caracterfsticas propias, con diferencias en la evolucién de nifias y varones. Son fundamentales para él: la desinvestidura del vinculo con los padres, el hallazgo de ob- jeto, el incremento de libido narcisista y las caracteristicas grupales en juego. La Organizacién Mundial de la Salud (OMS) define a la adoles- cencia como el perfodo comprendido entre los 10 y los 24 afios, pero no podemos considerarla sélo como una etapa evolutiva, sino también es- tructural y psicosocial, J. Kristeva rechaza la idea de que la adolescencia sea una catego- ria de edad y propone Ilamarla “estructura psfquica abierta”, donde se renuevan algunas identificaciones y se cuestionan otras. La eleccién vocacional es una respuesta posible que cada sujeto da a una pregunta sostenida por lo social. Esta enraizada en su historia, en sus determinantes inconscientes, en un tiempo y espacio particular, De este modo, las opciones de eleccién y las expectativas son diferentes de acuerdo con el contexto social (rural, urbano, nivel social, ete.) y la globalizacién no ha podido limar estas diferencias, Sin embargo, en todas las culturas hay y hubo ritos de iniciacién, a considerar como “segundo nacimiento”: iniciacidn a la sexualidad ge. nital, a carreras o trabajos, a la paternidad... Desde la etimologia la adolescencia se define como un estado ina- cabado. Pero definir un estado vital por lo que la falta parece poco justo Para sus integrantes. La crisis adolescente se caracteriza por una gran estimulacién psiquica y somtica, con un fuerte bombardeo de imagenes y exigen- cias sociales. El Ideal del yo termina de constituirse en esta etapa: se apoya en la capacidad de postergacién, en la valoracién y el esfuerzo. Freud lo define como la instancia de la personalidad que resulta de la convergencia del narcisismo y las identificaciones con los padres, sus- tituidos por ideales colectivos. El pasaje del Yo ideal al Ideal del yo se da a partir de un posible quiebre narcisistico que da lugar a inaugurar un tiempo futuro de acuerdo con los ideales de cada sociedad. Distintos autores nos acercan diversas lecturas sobre la adoles- cencia. Sigmund Freud, que no se ocup6 de la adolescencia como ciclo vi- tal, se refiere a la pubertad como al momento del trabajo de sepulta- miento del Complejo de Edipo, Winnicott considera que hay un remedio efectivo para la adoles- cencia: el transcurso del tiempo y la madurez progresiva. Para Piera Aulagnier, el trabajo de la adolescencia consiste en el logro de la historizacién. Desde el marco del psicoandlisis argentino tradicional, Mauricio EL SUJETO DE LA ORIENTACION Knobel describié el sindrome de la adolescencia normal con las siguien- tes caracteristicas: bisqueda de s{ mismo y de la identidad, tendencia grupal, necesidad de fantaseo e intelectualizacién, crisis religiosa, de- subicacin temporal, evolucién de la sexualidad desde el autoerotismo hacia la heterosexualidad, actividad social reivindicatoria, contradiccio- nes sucesivas en la conducta, separacién progresiva de los padres, fluc- tuaciones del humor. Aberastury y Knobel se refieren a los duelos que el adolescente debe tramitar: duelo por el cuerpo infantil, por los padres de la infan- cia y por el rol e identidad infantil. Rodolfo Urribarri, en una revisién del concepto de duelo adoles- cente, considera que coexiste con un renacer, ya que hay un desplaza- miento de libido narcisista hacia nuevos objetos a partir de una nueva configuracién yoica, lo que posibilitaria la eleccién en la adolescencia. Se produciria asi una transmutacién. El duelo que si se elabora es por la renuncia a algunos ideales forjados en la infancia. Mas recientemente, en nuestro pais, Silvia Di Segni de Obiols y Guillermo Obiols ubican al adolescente actual, en relacién con la pos- modernidad, como apurado en su desarrollo, inquieto por aduefiarse de la libertad, demorado en sus habitos de autonomfa, a veces conformis- ta, con predominio de conductas de accién y no siempre responsable. ‘Ala par de la crisis de la adolescencia se da la crisis parental fa- miliar, que, junto a los factores histéricos, sociales y culturales, gravita en la constitucién de la identidad vocacional y ocupacional de todos los miembros. El mundo actual, con sus probleméticas politicas y econémicas, dificulta la inclusién de los jévenes en el campo laboral, haciendo de la adolescencia un periodo que se extiende hasta los 30 afios en algunos casos. Compete en parte a los profesionales de la orientacién reflexionar con este grupo etario a fin de posibilitar una mejor inclusién en la edu- cacién y el trabajo. Adultez El suefio infantil que todos hemos tenido: “cuando sea grande voy a hacer/ser todo lo que quiera...” resulta ser simplemente un sueiio, que en ocasiones logra coneretarse parcialmente. La idea sartreana de la libertad como la posibilidad de elegir en situacién acota esa magica expresién de deseos. Leemos en el diccionario: “adulto = legado a su méximo creci- miento y desarrollo / Tegado al término de la adolescencia”. ¢E] adulto es entonces un sujeto finalizado en su desarrollo y formacién? Reto- mando ideas de Lapassade en su libro La entrada en la vida, intenta- 7 EL SUJETO DE LA ORIENTACION Knobel deseribié el sindrome de la adolescencia normal con las siguien- tes caracteristicas: busqueda de si mismo y de la identidad, tendencia grupal, necesidad de fantaseo e intelectualizacién, crisis religiosa, de- subicacién temporal, evolucién de la sexualidad desde el autoerotismo hacia la heterosexualidad, actividad social reivindicatoria, contradiccio- nes sucesivas en la conducta, separacién progresiva de los padres, fluc- tuaciones del humor. ‘Aberastury y Knobel se refieren a los duelos que el adolescente debe tramitar: duelo por el cuerpo infantil, por los padres de la infan- cia y por el rol e identidad infantil. Rodolfo Urribarri, en una revision del concepto de duelo adoles- cente, considera que coexiste con un renacer, ya que hay un desplaza- miento de libido narcisista hacia nuevos objetos a partir de una nueva configuracién yoica, lo que posibilitaria la elecci6n en 1a adolescencia. Se producirfa asi una transmutaci6n. El duelo que si se elabora es por Ja renuncia a algunos ideales forjados en la infancia. Més recientemente, en nuestro pafs, Silvia Di Segni de Obiols y Guillermo Obiols ubiean al adolescente actual, en relacién con la pos- modernidad, como apurado en su desarrollo, inquieto por aduefiarse de la libertad, demorado en sus hdbitos de autonomfa, a veces conformis- ta, con predominio de conductas de accién y no siempre responsable. Ala par de la crisis de la adolescencia se da la crisis parental fa- miliar, que, junto a los factores histéricos, sociales y culturales, gravita en la constitucién de la identidad vocacional y ocupacional de todos los miembros. El mundo actual, con sus problematicas politieas y econémicas, dificulta Ja inclusién de los jévenes en el campo laboral, haciendo de la adolescencia un perfodo que se extiende hasta los 30 afios en algunos casos. Compete en parte a los profesionales de la orientacién reflexionar con este grupo etario a fin de posibilitar una mejor inclusion en la edu- cacién y el trabajo. Adultez El sueio infantil que todos hemos tenido: “cuando sea grande voy a hacer/ser todo lo que quiera...” resulta ser simplemente un sueiio, que en ocasiones logra concrotarse parcialmente. La idea sartreana de la libertad como la posibilidad de elegir en situacién acota esa mdgica expresién de deseos. Leemos en él diecionario: “adulto = Hegado a su maximo creci- miento y desarrollo / Iegado al término de la adolescencia”. {£1 adulto es entonces un sujeto finalizado en su desarrollo y formacién? Reto- mando ideas de Lapassade en su libro La entrada en la vida, intenta- 7 78 ORIENTACION VocacionaL ré demistificar el glorioso lugar del adulto: “la madurez es una mésea ra; “soy adulto para los otros como los otros lo son para mt..”; “en los encuentros tengo que ocultar esos titubeos e indecisiones que serfam considerados como signos inaceptables de mi inmadurez”; “la infancia ¥ la juventud es un largo camino en que se efectiia la entrada a laedad del hombre”; “las civilizaciones han glorificado esa etapa como si se ad- quiriese una posicién definitiva en la sociedad”, En las tiltimas décadas, en nuestro pais se ha precipitado el quie bre de la industria nacional, dando lugar a un altisimo indice de deso- cupaciGn y de subocupacién. Sabemos que por eada adulto desocupado existen dos menores de edad en riesgo potencial, ya que dependen de él, En el Malestar en la cultura, Freud define el acuerdo entre el hombre y la comunidad como aquel pacto por el cual el individuo re- nuncia en parte a su satisfaccién pulsional inmediata a cambio de su Pertenencia a una comunidad, grupo, familia e institucién. Por este sa- crificio y postergacién se le garantiza el ejercicio de una justicia igua- litaria, y por ende el amparo social. Esta renuncia del ser humano a cambio de la proteccién es a veces ineficaz, ya que la garantia de un fa- turo promisorio no se cumple totalmente, no sélo en la Argentina, sino también en muchos otros paises. Frente a este fracaso, surge en el ser humano la sensacién del desvalimiento, dando lugar a mecanismos de retraccién, apatfa, refugio en conductas infantiles, crisis frente al cre. cimiento, abandono de expectativas de progreso, modos de narcosis di. versos, mecanismos de identificacién con el agresor, violencia social, depresiones, enfermedades psicosomaticas y, sobre todo, falta de con. fianza en el porvenir. La desocupacién, en especial cuando no es transitoria, determina un impacto emocional significativo que incide en la autoestima. La reorientacién vocacional y laboral requiere la ruptura de cier= tos estereotipos sobre la adultez, ya que el adulto que consulta debe claborar la transformacién de sus ideales infantiles en relacién con sa Ser adulto: sélo ast la espiral dialéctica de su proyecto de vida se verd destrabada. Desde esta perspectiva se acompafia la biisqueda de nuevas inser- iones, con el afiin de superar el drama que implica empezar de nuevo, En nuestro pafs se incrementa la matricula de adultos en escue. las primarias y medias en turnos vespertinos, en institutos torciarios ¥en la universidad y en centros de capacitacién de oficios. Lo que da cuenta de la apuesta hecha a la capacitacién como un lugar de inser. cion social posible y la valoracién de la educacién como un insumo ne- cesario para el logro del empleo. Los sectores mas vulnerables son aquéllos que por su falta de preparacién estén més en riesgo. EL SUJETO DE LA ORIENTACION Problematica especifica del género femenino Desde tiempos remotos, la mujer estuvo destinada casi exclusiva- mente a la procreacién. El pasaje “del patio a la plaza”, del ambito pri- vado al ptiblico, ha sido y sigue siendo en la actualidad una lucha cons- tante. Paulatinamente, y a la zaga del hombre, la mujer accede a la educacién y sigue actualmente su combate por la igualdad de oportu- nidades en el émbito laboral. En el ambito de la educacién, la mujer se incorpora muy tardiamente y en nuestro pafs, las primeras graduadas universitarias son, a fin de siglo pasado, médicas de la Universidad de Buenos Aires. En la actualidad, la matricula femenina es mayor que la masculina: 52%, observéndose una mareada diferencia en el drea de salud, educacién y disefio. Existen todavia algunos feudos casi exclusivamente masculinos (las ingenierfas y algunas ciencias duras) y por ello la entrada a los cam- pos ocupacionales respectivos les es dificultosa. En otras oportunidades logran incorporarse, pero con una paga menor a la del varén. En cuanto a retribucién, las mujeres reciben, en promedio, entre un 30 y 40% me- nos que los hombres. Alfonsina Storni, en 1918, en la Argentina, debié conformarse con una retribucién econémica inferior al 50% como redac- tora, presionada por su condicién econémica y su necesidad como madre. Segin una investigacién de Daniel Filmus, las mujeres tienen menos posibilidades de acceder al mercado de trabajo. La mayor tasa de desocupacién se encuentra en las que, habiendo egresado de la pri- maria, no terminaron sus estudios secundarios. Précticamente una de cada tres, de ese grupo se halla desempleada. En ese sentido advierte el investigador sobre la devaluacién del trabajo femenino ligado a la fe- minizacién de la pobreza, ya que cada vez son més las mujeres que se dedican al trabajo doméstico. Gloria Bonder corrobora en una encuesta realizada a 40 mujeres de entre 15 y 20 afios que no habfan terminado sus estudios secunda- ios, pertenecientes a hogares de sectores populares, que la opcién la- boral més frecuente para ellas es el trabajo en casas de familias o en el mejor de los casos, de nifieras. Si finalizan la escuela secundaria pue- den acceder a ser cajeras de supermercados o kioscos o ubicarse en es- taciones de servicios. Cada vez son mayores los requerimientos de for- macién para acceder a cargos de menor jerarquia dado el alto indice de desocupaci6n: 16% y 17%, existente en la Argentina y el de subocupa- cién, que también es significativo: 18%, segiin datos del INDEC. De todos modos, cada vez son més las mujeres en las empresas. Se- gin un relevamiento de las consultoras, en 1991 habia sélo 23% de mu- jeres en las compafifas encuestadas y en 1997 el porcentaje aumenté al 28%. El crecimiento se encuentra en las empresas de servicios: en algu- cy OR'TENTACION VocAcIONAL nas el poreentaje llegé al 50% de mujeres. Del total sélo el 4% estan en po- siciones ejecutivas de alta responsabilidad y un 6% ocupa jefaturas medina (informe publicado en el diario Clarén del 18/01/1998, Seccién Educacién) @Seré esto una decisién personal, una autolimitacién o un impe- dimento social? Su posicionamiento en el mereado laboral agudiza el conflicto entre el rol productivo y el reproductive, teniendo en cuenta que los determi nantes sociales reclaman una mayor dedicacion en el area del trabajo. Prueba de ello es la baja de la tasa de natalidad de nuestro pais, Tercera edad En la Argentina, la expectativa de vida supera los 70 aiios, mien- tras que entre los romanos la media de vida rondaba los 30 ajios, El 22% de la poblacién es mayor de 65 afios. Paralelamente. la tava de natalidad esté bajando y 1a pirdmide poblacional ha dejado de ser una Pirémide, propiamente dicha, con una gran base de jovenes, 1a preocupacién del Estado por este grupo etario no es significati- va, y las ciencias, por su parte, han estudiado en menor grado la vejez que la nifiez y la juventud, Jubilacion proviene de jubilo. Sabemos que bien raramente nues- fra clase pasiva goza de este sentimiento, La pérdida de un lugar social EI proyecto laboral constituye una parte sustancial del proyecto de vida, Nuestro accionar tiende a acompafiar la creacién de otros pro- yectos sustitutos. La orientacién intenta recuperar aquellas asignatu- ras pendientes en cuanto a estudios y/o précticas, De este modo, la persona se vuelve vieja no Por el mero paso de los aiios, sino por no poder gestar proyectos en la vida, En ciertas ocasiones, las Personas de la tercera edad enfrentan Recursos instrumentales en la tarea orlentadora El trabajo clinico en la orientacién vocacional requiere la utiliza- cién de entrevistas y de técnicas operativas especificas, EOS SI EL SUJETO DE LA ORIENTACION Entrevista La entrevista es el recurso primordial de la tarea de orientaciGn, permite el despliegue transferencial y contratransferencial en la tarea orientadora. Es fundamental para la comprensién de la problemética y hos permite acceder a un diagnéstico para concebir desde allf un pronés- tico y un proyecto de trabajo. El orientador facilita la produccién del orien- tado con sus intervenciones: sefialamientos, interpretaciones, aclaracio- nes e interrogaciones, propuestas de tareas y construcciones psicoldgicas. A partir de las primeras entrevistas se va fijando el encuadre de la tarea orientadora. La comprensién de la entrevista se realiza en fun- cién de un modelo psicol6gico elinico operativo, Considero las técnicas en orientacién vocacional como recursos instru- mentales, a modo de objeto transicional. Son facilitadoras de la tarea del orientador como co-pensor en el proceso. Son singulares para cada consul- tante. Me refiero a ellas desde un lugar diferente al del psicodiagnéstico, ya que en el proceso de orientacién vocacional se utilizan en funcién de cada caso en particular, teniendo en cuenta la subjetividad de cada consultante. Técnicas de exploracion Citaré algunas que facilitan el conocimiento del consultante, te- niendo presente la singularidad de cada sujeto. Administraremos cada técnica en funcién de aquellos objetivos que vayamos pudiendo plan- tearnos. Considero las técnicas como instrumentos intermediarios que facilitan la tarea del orientador en tanto co-pensor del consultante. Desde la perspectiva de Winnicott, las téenicas son objetos transiciona- les que facilitan el intercambio y la produccién. a) Autobiografia Se desconoce quién fue su autor, pero se sabe que Jaspers la uti- lizaba como elemento diagnéstico. Escribir la historia de la propia vida implica rescatar momentos significativos, vivencias, encuentros y desencuentros, alegrias y triste- zas, logros y fracasos, facilitando la historizacién del sujeto. Objetivos: x * Evaluar las posibilidades expresivas del consultante * Rescatar las areas de mayor y menor gravitacién para é1 * Detectar los momentos vitales de omisién Consigna: Redactar en no més de dos hojas la historia de la propia vida. ORIENTACION VocacioNnaL Administracion: Puede ser individual o grupal, in situ o ya previamente el Concluida esta etapa, se puede implementar el segundo memen- to, que es de reflexién sobre la tarea. Adems, debemos tener en cuenta la redaccién, ortografia, conte: nido y la aceptacién o no de la consigna. Vinetas clinicas de la técnica autobiografia “Juana y Pedro se casaron felices el 10 de mayo de 1975. De esa union nacieron Sol y Ana.” Mujer 17 afos, Escuela Media (Particular inicio de una autobiografia de una joven euyos padres Se encuentran separados en la actualidad.) iz Cuando era chiquita mi mamé me decfa que tenga euidado en 41 calle por los ladrones y que nunca le pida ayuda a un policia” Mujer 17 aftos, Escuela Media “Pui al jardin y cuando cumpl 6 afios me vine con mi vieja y una amiga de ella a U. Nos trasladamos en un camién’, Mujer 17 arios, Escuela Media “Y ahora me encuentro aqui sin certezas, habitante del mundo, sin saber si quedarme en Ja Argentina o volver a Corea.” Varén, 17 afios, Escuela Media Es de destacar la importancia de la historia infantil, las identifica: ciones con las figuras de los padres y pares en la constitueign de la iden- tidad adclescente. Visualizamos, ademds, el impacto del contexto social Wiolento y de las migraciones en la constitucion de la historia de vide b) Técnica SER-TENER-COMO | Ssta técnica ha resultado de mi experiencia como orientadora vo- cacional y ocupacional. Su administracién es individual 0 grupal. La En la segunda columna la propuesta es escribir todo lo que se de- sea TENER, tanto bienes como elementos y cualidades inmaterinles En la tercera columna se interroga al consultante por los métods Para lograr el ser y el tener. He detectado asi con cierta frecuencia: * Dificultades para significar con sustantivos la identidad del EL SUJETO DE LA ORIENTACION ser. En algunas ocasiones no aparece el rol profesional, En otros casos surgen cualidades 0 calificativos al estilo de “lec- tora”, “deportista”, “feliz”, eteétera, En la columna del TENER, en algunos casos escasean valores y existe una significativa reiteracién de bienes materiales: au- to, moto, velero, oficina alfombrada, secretaria bonita, country, un buen cargo, amigos, inteligencia, poder. Surge el trabajo li- gado a la remuneracién pero también a la satisfaccién: “un buen trabajo cuyo sueldo sea el placer de realizarlo”. * En algunos consultantes existen dificultades en visualizar la co- rrespondencia entre el ser y el tener, apareciendo en la tercera columna: “con amor”, “con una palanea”, “con un poco de suer- te”, “conociendo gente importante”. El trabajo clinico sobre esta técnica me permite conocer los valores de los jévenes, sus creencias e ideales, sefialar los Ifmites de la omnipo- tencia adolescente, colaborar en la seleccién necesaria para toda eleccién y visualizar caminos posibles para la construccién del proyecto de vida. * ©) Otras técnicas de indagacién Desiderativo Vocacional (adaptado por Haydée Herndez) Arbol Genealégico Vocacional ‘Test grafico Visién Futuro (creado por Silvia G. de Veinstein) Nos encontramos siempre sujetados a otros. Este es el sentido de la idea de sujeto. El abordaje clinico en orientacién vocacional nos per- mite conocer las identificaciones en juego, los prejuicios que limitan la eleccién, teniendo en cuenta la fantasmatica familiar, las disposiciones singulares, las aptitudes y destrezas, los intereses y las inhibiciones, as{ como también las estructuras socioeconémicas y educativas y los aportes necesarios para emprender un nuevo proyecto. Este es siempre un nuevo desafio para el orientado y el orientador. Cada sujeto cons- truiré su proyecto singular en relacién con el estudio y el trabajo. Retomo asf a la cineasta Sally Potter, que dijo: “Aprendi que el Placer, en el Ifmite, se convierte en trabajo, ¥ que el trabajo, en el ex- tremo, se transforma en amor”. ORIENTACION VOCACIONAL Bibliografia Aberastury, A., Adolescencia, Buenos Aires, Kargieman, 1971. Aberastury y Knobel, La adoleacencia normal, Buenos Aires, Paidés, 1971. Aulagnier, P., La violencia de la interpretacién, Buenos Aires, Amorrortn, 1980. Blos, P., La transicién adolescente, Buenos Aires, Amorrortu, 1980. Bohoslaveky, Rodolfo, Orientacién Vocacional, la estrategia clinica, Buenos Aires, Nueva Vision, 1974. Bonder, Gloria, Ficha interna de la Facultad de Psicologia, UBA, Buenos Aires, Diario Clarin, 1997-8, Suplemento Educacién y Suplemento Economia. 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