Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
La familia de Ludwig van Beethoven, cuyos miembros contaban con una tradición musical
naciente, vivía bajo condiciones modestas. Su abuelo paterno, llamado también Ludwig,3
(Malinas, 1712 – 1773), era descendiente de una familia de campesinos y granjeros
originarios de Brabante en la región de Flandes (Bélgica) que se trasladaron a Bonn en el
siglo XVIII. La partícula van de su nombre, contrario a lo que pudiera creerse, no posee
orígenes nobles, mientras que Beethoven probablemente pudo haberse derivado de Betuwe,
una localidad de Lieja, aunque otra hipótesis apunta a que el apellido proviene de Beeth,
que quiere decir remolacha y Hoven, que es el plural de Hof, que significa granja. Por ello,
Beethoven quiere decir «granjas de remolachas».4
En marzo de 1733, el abuelo Ludwig emigró a Bonn en donde trabajó como director y
maestro de capilla de la orquesta del príncipe elector de Colonia. El 17 de septiembre de
ese mismo año contrajo matrimonio con Maria Josepha Phall, cuyos testigos fueron el
organista van den Aeden y Johann Riechler. Su hijo y padre de Beethoven, Johann van
Beethoven (1740 - 1792) era músico y tenor de la corte electoral. El 12 de noviembre de
1767 Johann se casó en la iglesia de San Remigio en Bonn con Maria Magdalena Keverich
(19 de diciembre de 1746 - 1787), una joven viuda e hija de un cocinero de Tréveris. Por
ese motivo, el matrimonio contó con la oposición de Ludwig, su padre, que por aquel
entonces ya era el prestigioso maestro de capilla de la corte y consideraba a la joven de una
clase social inferior a la de su hijo.4
El matrimonio se trasladó al n.º 515 de la calle Bonngasse y dos años después, en 1769,
nació su primer hijo, bautizado como Ludwig Maria van Beethoven. Sin embargo, apenas 6
días después de su bautizo, el niño falleció. El 17 de diciembre de 1770, fue bautizado su
segundo hijo en la iglesia de San Remigio de Bonn, con el nombre de «Ludovicus van
Beethoven», tal como se describe en el acta de bautismo. Su fecha de nacimiento,
generalmente aceptada como el 16 de diciembre de 1770, no cuenta con documentación
histórica que pueda respaldarla. María Magdalena tendrá aún cinco hijos más, de los que
sólo sobrevivirán dos: Kaspar Anton Karl van Beethoven, bautizado el 8 de abril de 1774, y
Nikolaus Johann van Beethoven, bautizado el 2 de octubre de 1776. Los biógrafos no
tienen claras las fechas de nacimiento exactas de ninguno de los hijos de María Magdalena
Keverich.
El padre de Beethoven estaba muy impresionado por el hecho de que Wolfgang Amadeus
Mozart daba conciertos a los siete años y quería que su hijo siguiera sus pasos. Con la
intención de hacer de Ludwig un nuevo niño prodigio, comenzó a enseñarle piano, órgano y
clarinete a temprana edad.5 Sin embargo, el estudio musical coartó el desarrollo afectivo del
joven, que apenas se relacionaba con otros niños. En mitad de la noche, Ludwig era sacado
de la cama para que tocara piano a los conocidos de Johann, a quienes quería impresionar;
esto causaba que estuviera cansado en la escuela. Ya era usual que dejara de asistir a clases
y se quedara en casa para practicar música.
Éstos no eran los únicos problemas. El padre era alcohólico, lo que ocasionaría que perdiera
el puesto de director de la orquesta de Bonn —puesto heredado del abuelo Ludwig—, y la
madre estaba frecuentemente enferma. Aunque la relación con Johann fuera más bien
distante, Ludwig amaba mucho a su madre a la que denominaba su «mejor amiga». 5
En 1782, cuando contaba con 11 años de edad, Beethoven publicó su primera composición
titulada 9 Variaciones sobre una Marcha de Erns Christoph Dressler (WoO 63). Un año
después, Neefe escribió en la Revista de Música acerca de su alumno: «Si continúa así,
como ha comenzado, se convertirá seguramente en un segundo Wolfgang Amadeus
Mozart».6 En junio del siguiente año, Ludwig es contratado como músico en la corte del
príncipe elector de Colonia Maximilian Franz, por recomendación de Neefe. Este puesto le
permitió frecuentar la música de los viejos maestros de capilla además de facilitarle la
entrada en nuevos círculos sociales, en los que se encontraban algunos de los que serían
amigos suyos durante toda su vida, como la familia Ries, los von Breuning (en cuya casa
conoció a los clásicos y aprendió a amar la poesía y la literatura), el violinista Karl Amenda
o el doctor Franz Gerhard Wegeler (con quien años más tarde viajaría a Viena).
Muy pronto, Ludwig mostró interés hacia la música, y su padre Johann lo instruyó
en los fundamentos del sublime arte, noche y día, cuando volvía a su casa de los
ensayos o de la taberna. No había ninguna duda de que el niño manifestaba el don
de la música, y su padre pensó entonces en poder lograr un "niño prodigio", un
nuevo Mozart.
Pero su madre enfermo gravemente, y en una carta su padre le pidió que regresara
inmediatamente. Su madre, la única persona hasta entonces, con la que Ludwig
había desarrollado una profunda relación de amor, murió finalmente de
tuberculosis el 17 de Julio de 1787.
Cinco años más tarde, en 1792, Beethoven volvió a obtener del Príncipe Elector la
posibilidad de proseguir su educación musical en Viena. Nunca volvió a su
pueblo natal. La noche antes de partir, su amigo el conde Waldstein le escribió en
su diario: "recibirás el espíritu de Mozart de las manos de Haydn…"
En 1794, Beethoven publica su Opus Nº 1, tres Tríos para Piano, violín y cello. El
año siguiente pudo realizar su primer concierto público en Viena (una
"Academia"), en la cual interpretó sus propias obras. Luego siguió una gira:
Praga, Dresden, Leipzig y Berlín. Antes de eso un concierto en Budapest. Una
enorme actividad para el joven Beethoven que estaba ya sintiéndose llamado a
grandes cosas en la música.
En 1800, Beethoven organizó un nuevo concierto en Viena, que esta vez incluyó
la presentación de su Primera Sinfonía. Aunque hoy en día, nosotros podamos
juzgar esta obra como mas clásica, y cercana las composiciones de Haydn y
Mozart, en ese momento, el publico encontró esta obra extraña, demasiado
extravagante y hasta audaz. Nuestro genial Beethoven aun siendo todavía un
joven compositor, estaba ya empujando los limites de las posibilidades de la
música. Su obra entera parece una lucha contra los limites de las posibilidades de
expresión del arte.
1814 fue también el año del Congreso de Viena, que reunió en la capital a todas
las cabezas de estado que decidían el futuro de Europa después de la derrota de
Napoleón. Todo Viena era una celebración. Este fue uno de los momentos de
gloria de Beethoven. Se realizaron numerosos conciertos con su música como
parte de las celebraciones, y fue invitado a tocar muchas veces, recibiendo
admiración y reconocimiento de los cuales podía estar perfectamente orgulloso.
Para Beethoven, la responsabilidad tenia que ser tomada muy seriamente. Por una
parte se negaba a compartir la crianza con una mujer de cuya moral tenia tantas
dudas y por otra parte, como un soltero de casi 45 años que ya casi no podía oír,
encontró muy difícil comprender a un niño con una infancia muy distinta de la
suya propia, y que se transformo en un adolescente difícil, tironeado entre su
madre y su tío. Todo esto fue la causa de un muy largo juicio entre la madre del
niño y Beethoven, y el origen de sufrimiento, conflicto y numerosas
preocupaciones para él.
Dos años más tarde, el Archiduque Rodolfo, fue nombrado Cardenal y Beethoven
comenzó escribir para su encumbrado alumno, su enorme Misa en Re. La misa
naturalmente no estuvo lista para la entronización, pero se transformó finalmente
en una obra maestra de belleza y espiritualidad incomparable.
El actor Heinrich Anschütz leyó la oración fúnebre que fue escrita por el poeta
Franz Grillparzer, a las puertas del Cementerio de Währing, (ahora Schubert
Park).
HELLEN KELLER
Helen Keller (*27 de junio de 1880 – 1 de junio de 1968) fue una autora, activista política,
y oradora estadounidense sordociega.
Helen Keller nació en Tuscumbia, una pequeña ciudad rural de Alabama, Estados Unidos.
Su sordoceguera fue causada por una fiebre en febrero de 1882 cuando tenía tan solo 19
meses de edad. Su incapacidad para comunicarse en tan temprana etapa de desarrollo fue
muy traumática para ella y su familia, debido a esto, estuvo prácticamente incontrolable por
un tiempo.
A pesar de sus discapacidades, muchos años después daría discursos acerca de su vida, e
incluso escribiría libros sobre sus experiencias personales. Todo esto fue posible gracias a
la gran ayuda e influencia de su institutriz Anne Sullivan, quien le enseñó a leer y
comunicarse con los demás, junto con llevar una vida disciplinada.
Por un tiempo, Sullivan dio clases a Helen en una cabaña ubicada en la propiedad de la
familia, para que no se separara de sus protectores padres. Sullivan permitía que Helen
tocara las cosas y entonces deletreaba, lo que el objeto era, en la mano de Helen. Así, Helen
aprendió a leer.
Para enseñarle a hablar, Sullivan ponía la mano de Helen en su garganta para que pudiera
sentir las vibraciones creadas al comunicarse. Sullivan hacía que Helen tratara de formar
estas mismas vibraciones. Este procedimiento se utilizó para enseñarle a Helen a hablar
desde joven.
Su discurso, sin embargo, seguía siendo confuso. No fue hasta años después que, con la
ayuda de la técnica de un profesor de voz y el apoyo de Annie, Helen pudo finalmente
hablar de manera clara.
Hay una calle dedicada a ella en la localidad española de Getafe y una escuela para ciegos
lleva su nombre en Santiago de Chile. En Corrientes, Argentina, una escuela para sordos
fue fundada con su nombre. En Córdoba, también Argentina, hay un colegio para ciegos
que lleva su nombre.
Hija del capitán Arturo Henley Keller y Kate Adams Keller, Helen nació con la vista y la
audición completas. Hoy en día la naturaleza de su enfermedad sigue siendo un misterio.
Los doctores en su tiempo la llamaron "fiebre del cerebro", mientras que los médicos de
hoy piensan que pudo haber sido escarlatina o meningitis.
Cualquiera que haya sido la enfermedad, por muchos días lo único que se esperaba es que
Helen muriera. Cuando la fiebre bajó, la familia de Helen se puso feliz creyendo que su hija
iba a estar bien otra vez. Sin embargo, la madre de Helen pronto notó que su hija no podía
responder cuando sonaba la campana de cena, o cuando ella pasaba su mano delante de los
ojos de su hija. Llegó así a ser evidente que la enfermedad de Helen la había dejado ciega,
sorda y muda.
Los siguientes años fueron muy difíciles para Helen y su familia. Helen se hizo una niña
muy difícil, aventaba los platos y lámparas y aterrorizaba la casa entera con rabietas, gritos
y su mal genio. Los parientes la miraban como un monstruo.
Pero su familia - y ella misma - no se resignan con ese destino, y lo fueron superando a
fuerza de voluntad y constancia, y gracias también a tutores y amigos que la ayudaron;
entre ellos, Anne Sullivan.
Helen Keller con Anne Sullivan, de vacaciones en Cabo Cod, julio 1888 (foto redescubierta
en 2008)
Anne Sullivan fue su profesora personal, y amiga de toda la vida. Anne le ayudó primero a
controlar su mal genio, y después le enseñó a leer, en primer lugar con el alfabeto manual
táctil y más adelante, con el sistema Braille, a escribir de forma normal y a través de las
máquinas de escribir en Braille.
Helen fue a la escuela de Cambridge para señoritas desde 1896 y en el otoño de 1900 entró
en la Universidad de Radcliffe, siendo la primera persona sordociega que podía alcanzar el
reto de presentarse y transitar en una Universidad.
La vida en Radcliffe era muy difícil para Helen y Anne, y la cantidad enorme de trabajo
condujo al deterioro de la visión de Anne. Durante su tiempo en la universidad Helen
comenzó a escribir sobre su vida. Ella escribía la historia en Braille y en una máquina de
escribir normal. Fue en este tiempo que Helen y Anne resolvieron con Juan Albert Macy
que él debía ayudar a corregir el primer libro de Helen ("La historia de mi vida"), el cual
fue publicado en 1903 y aunque al principio no fuese exitoso en ventas, se convirtió más
adelante en una obra clásica.
Helen y Anne iniciaron en los años siguientes una gira de charlas y conferencias sobre sus
experiencias. Helen contaba su vida y su discurso era interpretado frase a frase por Anne
Sullivan, lo que siempre generaba sesiones de preguntas y respuestas acerca de sus
historias. A causa de sus viajes, Helen y Anne buscaron una nueva forma de vivir a través
de sus conferencias y la venta de sus obras literarias.
En 1918 la demanda de sus obras había disminuido, pero ellas seguían viajando con más
interés, mostrando las cosas increíbles de Helen, como la primera vez que entendió el
significado de la palabra "agua". Ese año Helen, Anne y John (Esposo de Anne), se
trasladaron a Forest Hills en Nueva York. Helen usaba su nueva casa como la sede para
consecución de fondos de la Fundación Americana para Ciegos. Ella no solo recolectaba
dinero, también hacía campañas para mejorar la calidad de vida y las condiciones de las
personas ciegas, quienes eran rechazados y erróneamente educados en asilos. Su insistencia
fue uno de los factores importantes para que las condiciones de éstos cambiaran.
En 1957 fue presentada por primera vez "La trabajadora milagrosa" un drama donde Anne
Sullivan muestra sus primeras formas de comunicación cuando Helen era una niña, fue la
primera aparición en televisión en los Estados Unidos. En 1959 esta obra fue presentada en
Broadway y llegó a ser un éxito por casi dos años. En 1962 se realizó otra película en
donde las actrices que hacían el papel de Anne y Helen recibieron premios Oscar por sus
actuaciones.
En octubre de 1961 Helen sufrió el primero de una serie de accidentes cerebro vascular, y
su vida pública se fue cerrando. En los últimos años de su vida se dedicaría entonces a
cuidar su casa en Arcan Ridge.
En 1964, Helen fue galardonada con la Medalla Presidencial de la Amistad, el más alto
premio para personas civiles otorgada por el presidente Lyndon Johnson. Un año más tarde
fue elegida como La mujer del ―Salón de la Fama‖ en la Feria Mundial de Nueva York.
Poco antes de su muerte en 1968, a la edad de 87 años, Helen Keller le dice a un amigo:
"En estos oscuros y silenciosos años, Dios ha estado utilizando mi vida para un propósito
que no conozco, pero un día lo entenderé y entonces estaré satisfecha."
El primero de junio de 1968, en Arcan Ridge, Helen Keller muere mientras dormía. Su
cuerpo fue cremado en Bridgeport, Connecticut, y su funeral se realizó en la Catedral
Nacional de Washington DC. La urna más tarde sería llevada a un lugar cerca de donde
descansaban los restos también de Anne Sullivan y Polly Thomson.
CRISTOFER REEVE
Reeve poseía una altura de 1,92 metros y su verdadero color de cabello era rubio. Durante
su adolescencia tuvo problemas musculares debido a su altura, padeció asma y en ciertas
épocas de su vida tuvo alopecia. Durante el rodaje de Superman, conoció a la ex-modelo y
publicista británica Gae Exton con quien convivió durante una década y tuvo dos hijos,
Matthew y Alexandra.
Siendo una persona bastante accesible, mantuvo una gran amistad durante toda su vida con
el también actor Robin Williams, quien fue compañero de estudios en Julliard y quien
cubrió sus cuentas médicas tras el accidente. También mantuvo cordiales relaciones con su
compañera de rodaje en Superman, la actriz Margot Kidder, el director Richard Donner y
su co estrella de Somewhere in Time, Jane Seymour, quién bautizó a uno de sus hijos
"Christopher" en homenaje al actor. También mantenía una estrecha relación de amistad
con Gene Hackman, su también compañero de rodaje en la saga de Superman.
Dana Reeve le sobrevivió dos años más ya que se le diagnosticó cáncer de pulmón sin
haber sido ella fumadora y luchó con su mal hasta el 7 de marzo de 2006, fecha en que
falleció a los 44 años de edad. Su esposa había ganado reconocimiento internacional con la
fundación, pero el gobierno de George W. Bush redujo ostensiblemente los fondos y
practicamente paralizó el tema del uso de células madres. El actor fue un firme opositor a
Bush y a las jerarquías católicas, a los que acusaba de frenar las investigaciones sobre
células madre.
La vida de Christopher Reeve cambió para siempre el 22 de mayo de 1995, cuando en una
competición hípica en Culpepper, Virginia, cayó de su caballo al no poder superar un
obstáculo, fracturándose las dos primeras vértebras cervicales.
Tras ser sometido a una peligrosa operación, solo pudo recuperar la movilidad de los dedos
de su mano izquierda, que consiguió articular con mucho esfuerzo, colaboró con
entusiasmo desmesurado con asociaciones como la Unesco, para luchar por causas
similares a la suya. También asistía al senado a pesar de su estado para intentar que éste
permitiera trabajar con células madre embrionarias a los investigadores para intentar
conseguir el mayor deseo de Reeve, volver a andar.
En ese difícil momento de su vida, Reeve sugirió la separación y su esposa Dana Reeve le
brindó su apoyo con la simple frase:
Dana adecuó la casa en la granja para la nueva situación de su marido y dejó en segundo
plano su carrera. Christopher Reeve gracias a los cuidados y amor de hogar logró asumir su
condición de discapacitado y realizó conferencias e incluso apoyó a su esposa en varias
actividades de índole profesional. El actor no renunció a la lucha y sus conferencias fueron
un ejemplo de la lucha contra la adversidad. Siempre estuvo a la vanguardia como
estándarte de los estudios para la cura de la parálisis de la médula espinal. Reeve incluso
llegó a ofrecer su cuerpo para experimentos de neurotrasmisores, en uno de ellos le
implantaron celdas electrónicas que generaban pulsos eléctricos que estimulaban la
reacción refleja y que le hacían mover sus extremidades de manera robótica, hizo una
presentación en público, sin embargo esto no prosperó.
Dana apoyó públicamente al senador John Kerry como candidato a la presidencia; sin
embargo George Bush Jr suspendió en 2001 el uso de los dineros de los contribuyentes para
el estudio de células embrionarias.
Un año después de su muerte, la fundación creada por él, Centro de Investigación Reeve-
Irvine de la Universidad de California (EE.UU.), consiguió reparar lesiones medulares de
ratones usando células madre provenientes del tejido nervioso de seres humanos. A medida
que pasaba el tiempo, su organismo se iba deteriorando, le aparecieron escaras y sus
musculos sin tono comenzaron a atrofiarse definitivamente, se hizo suceptible a sufrir
infecciones.
En 2003 y 2004, tuvo varias infecciones serias; recuperándose de tres mientras que la
última fue fatal para él. En octubre de 2004, estaba siendo tratado por un problema de
hipotensión causando por sepsis. El 9 de octubre, Reeve se sintió bien y estuvo con su hijo
Will. Esa noche, tuvo un ataque cardíaco después de recibir un antibiótico para la infección.
Entra en coma y es llevado al Hospital North Westchester en Mount Kisco, Nueva York.
Dieciocho horas después, el domingo 10 de octubre de 2004, fallece a los 52 años. Su
doctor, John McDonald, cree que fue una reacción adversa al antibiótico que le causa su
deceso.2 Un servicio conmemorativo para él se celebró en la Iglesia Unitaria en Westport,
Connecticut, donde él y su esposa habían asistido.3