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Psicosexual |
El Orientador
Experto
RESUMEN DE LECTURA
Captulo 3: Atender.
En este captulo, se procuran disear las caractersticas de un buen orientador, o bien, de un
buen modelo de orientador. Entre las caractersticas a mencionar, en el libro se encuentran: el
atender cuidadosamente a la otra persona que se le est brindando la ayuda, y escuchar sus
mensajes tanto verbales como no verbales. Asimismo, el buen orientador, o el buen modelo de
orientador profesional, distingue la discriminacin de la comunicacin, las cuales son cosas
distintas, es decir, un buen discriminador como orientador es la persona que logra comprender o
entender varios componentes sociales, adems, puede entenderse a s mismo y estar en contacto
con su persona, percibe lo que ocurre en el ambiente donde se encuentra y tiene un nivel alto de
empata, de manera que puede ponerse en el rol de la otra persona, dndose cuenta de los
problemas que la otra persona tiene, y qu programas de accin pueden beneficiar a la otra
persona. Un buen comunicador dentro delo modelo del orientador profesional, ejercita una
mediacin en varias formas como el comunicarle al cliente que lo entiende en determinada
situacin por la que el cliente pasa, compartir las experiencias dolorosas, y permite dar la
colaboracin con los modelos y programas de accin previamente aprendidos.
El ser un buen comunicador implica el ser un buen discriminador, puesto que el buen comunicador
realiza discriminaciones precisas en determinados momentos del proceso de ayuda. Es muy
importante el punto de la atencin, como nos menciona el ttulo, que engloba bsicamente cada
conducta que se debe tener en el modelo de ayuda, es decir, el mantenerse atento a las
necesidades del cliente en el proceso de ayuda, esto implica, por supuesto, el mantenerse en
contacto verbal y fsico con el cliente por sobre todo.
Cada etapa exige del orientador destrezas especficas, a la vez que propone metas
especficas a la persona o cliente el que recibe la ayuda.
Es un modelo orgnico, encaja como un todo, es decir, la Etapa I existe para los programas
de accin de la Etapa III, y la Etapa II depende de la Etapa I.
Resalta la importancia de los valores como una herramienta significativa para ayudar a otra
persona a que cambie su conducta.