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Discursos de poder.
Introducción.
no queda sino desconfiar de, abordar y analizar todo discurso. Por ello no debe
haya dicho o leído hasta ahora con respecto al tema a tratar en este capítulo sin
respondido, al menos sin conocerlo, sería tanto como plegarse a las fuerzas
69
ROUSSEAU, Jean Jaques, El contrato social, SARPE, Madrid, 1983, p. 56.
43
como más precisas? Afirmación y pregunta a las que todo aspirante a filósofo
dominio del hombre por fuerzas ajenas y la infelicidad que ésta conlleva. Debe
el sendero que se levanta y cuya meta es anunciada con un letrero donde los
miopes ojos creen leer “Poder” y que tiene al lado una flecha que apunta la
dirección que se sugiere los pasos han de tomar. Habrá quienes consideren que
por ser ésta una de las condiciones de posibilidad de aquel. No obstante, pienso
daría al traste con ella, volviéndola vacía e irrelevante por varias razones, pues,
44
presentarlos al menos como concomitantes y esenciales para su existencia mu-
líneas que siguen trataré sobre el poder conforme a algunos de los autores que
sobre él han escrito y las características que le han sido otorgadas, develando
45
I. Dos discursos pre-contemporáneos imprescindibles de poder.
primera (1642) y segunda guerra civil (1648) en Inglaterra, todo ello coronado
Treinta Años (1618-1648) por cuyas causas directas o indirectas murió la tercera
70
MELLO, Anthony de, El manantial, Editorial Sal Terrae, Bilbao, España, 1984, p. 278
71
Flesh and the power it holds, canción popular incluida en el álbum The sound of perseverance,
Death, Nuclear Blast Records, Florida, USA, 1998.
72
Fecha del establecimiento del primer fuerte hispano en l entonces llamada isla de La
Española, hoy Santo Domingo.
73
Año en que Cuba, último rastro oficial colonial español en América Latina, obtuvo su
independencia.
46
parte de la población europea74, ejemplifican claramente que el oscuro frenesí
en que vivimos.
lítico y a pesar de que es cierto que las concepciones de un poder legitimado por
designio divino pueden ser encontrados, aunque dispersos, hasta nuestros días,
Galilei en el siglo XVI y ya tardía aunque magistralmente por Newton (S. XVII),
así como la concomitante Reforma de Lutero y otros a partir del primer tercio de
aquel siglo (¡Qué decir del encuentro de un nuevo continente un ciento de años
ha!), acarrearía una fuerte crisis a las explicaciones del por qué de la obediencia
mundo, incluso religiosamente, como gozando de libre albedrío. Así, tras esas
74
Al comienzo de la Guerra de Treinta años la población europea se calculaba en unos 21
millones de seres humanos. Al término de la misma, a causa de batallas, hambre y peste la
población se vio disminuida a unos 13 millones. Fuente: SPIELVOGEL, Jackson, Western
Civilization, The Pennsylvania State University, USA, 2000.
47
ningún otro ser sino la naturaleza misma había participado. La fuerza, pues,
textos sagrados, mientras que la fe en ellos, fina capa que permeaba el universo
hombre, había sido tan natural como lo empezaba a ser ahora la sumisión a las
Por todo lo anterior, podemos imaginarnos sin mucho peligro de ser re-
gimen establecido en el Reino Unido del siglo XVII que pudiera prescindir de lo
ahora puesto en duda por las crisis de cohesión religiosa y el contenido doctrinal
48
hombre, sin la cual no podría siquiera existir un concepto unificador al momento
mental y última, el alpha y omega de los fines del hombre; y precisamente así
comienza su capítulo sobre el Estado declarando que “la causa final, fin o desig-
nio de los hombres (que naturalmente aman la libertad y el dominio sobre los
otros) al introducir sobre sí mismos las restricciones (en las que se ven al vivir en
uno sobre otro de manera que: “la diferencia entre hombre y hombre no es tan
importante que uno pueda reclamar, a base de ella, para sí mismo, un beneficio
cualquiera al que otro no pueda aspirar como él”76. Es bien sabido que, para el
miento de Hobbes hasta pocos años antes de su muerte, Europa vivía los
causa de que si dos hombres desean la misma cosa, y en modo alguno pueden
75
En el original: “The final Cause, End, or Designe of men (who naturally love Liberty, and
Dominion over others,) in the introduction of that restraint upon themselves, (in which we see
them live in Common-wealths,) is the foresight of their own preservation”. HOBBES, T., op. cit., p.
223. Vid, también p. 198, 272, 294, etc.
76
En el original: „The difference between man, and man, is not so considerable, as that one man
can thereupon claim to himselfe any benefit, to which another may not pretend, as well as he“.
Ibidem, p. 183.
49
propia conservación] (...) tratan de aniquilarse o sojuzgarse uno a otro”77, Si esta
mos para alcanzarlo, o bien, suponiendo real la igualdad hobbesiana, misma que
ninguno podría resultar vencedor. Para superar estas vicisitudes, Hobbes afirma
que tanto la naturaleza universal como la lógica humana han horadado el ca-
cada uno. Las diferencias existentes entre los seres humanos, para Hobbes, se
cunstancias; así, las distinciones entre los hombres son básicamente cuantitati-
sarios lógico y real entre esta concepción de la vida y el poder si sabemos que,
obtener algún bien aparente futuro”78, el cual, en el entendimiento del sujeto con-
77
En el original: „If any two men desire the ame thing, which neverthelesse they cannot both
enjoy, they become enemies, and in the way to their end, […] endeavor to destroy and subdue
one an other”. Idem, p. 184.
78
En el original: „The power of a Man, (to take it Universally,) is his present means, to obtain
some future apparent Good”. Ibidem, p. 150.
50
en este mundo. Esas mediaciones son, por un lado, intrínsecas a la naturaleza
corpórea del ser humano, en cuyo caso se relacionan con facultades tanto
también, por otro lado, las así llamadas instrumentales, mismas que son
79
Ibid.
80
Ibid., p. 228.
51
Partiendo del hipotético estado de naturaleza, hostil, en el que el hombre se
las que le trae el accionar francamente antagónico. Estas redes se irán tornando
poder, esto es, el Estado: “El mayor de los poderes humanos es el que se
integra con los poderes de varios hombres unidos por el consentimiento de una
embargo, que ya que lo que está siempre en juego es la supervivencia del sujeto
particularmente de los cálculos del tejedor, pues si bien afirma Hobbes que “el
afán de saber y las artes de la paz inclinan a los hombres a obedecer un poder
común, por que tal deseo lleva consigo un deseo de ocio y (...) de tener la
protección de algún otro poder distinto del propio”83 al tiempo que “el afán de
81
Ibid., p. 110 y ss. Vid. también pp. 263 y 264.
82
En el original: “The greatest of human Powers, is that which is compounded of the Powers of
most men, united by consent, in one person, Naturall, or Civill, (…) such as is the Power of a
Common-walth”. Ibid, 150.
83
En el original: “Desire of knowledge, and Arts of Peace, enclineth men to obey a common
Power: for such Desire containeth a desire of leasure and (…) protection from some other Power
tan their own. Ibid. p.162.
52
que lo hacen aquellos con “temor a la muerte y a las heridas”, también asevera
que “la pugna de riquezas, placeres, honores u otras formas de poder, inclina a
contentos con su condición” así como “los hombres ambiciosos de mando militar
tiene de manera esencial mayor alianza que con sus propios intereses. Se obe-
razón. Más evidente se hace esta situación de accidentalidad, pues la paz sólo
guerra”84.
una amenaza tal que obviaría la necesidad de plegarse a los designios del ma-
53
zón llevaría a la desobediencia al concentrador del poder85 en la figura ya del
nada86, el fomento a la supervivencia propia que una acción nos pudiera derivar
bajo condiciones cualesquiera nunca está garantizado; sin embargo, si este ac-
daño ocasionado por la autoridad pública sobre aquel a quien considere infractor
supervivencia87.
* * *
85
Ibid., p. 355 y 356.
86
Ibid., p. 97.
87
Ibid., p. 353.
54
I b. Nietzsche o los instintos de poder.
Juan
90
Apocalipsis 10:10
sus obras, sin haberlo obtenido en vida propiamente, aún a pesar de haber
Rilke. La edición privada del Also sprach Zaratustra, financiada mediante los
88
WILDE, Oscar, El retrato de Dorian Gray, EDAF, S.A., España, 2003, p. 225.
89
Supremist, canción popular incluida en Christ Illusion, Slayer, American Recordings, USA,
2006.
90
Apocalipsis de Juan, La Sagrada Biblia, traducción autorizada por la Conferencia Episcopal de
Colombia, 2 de marzo de 1992.
91
NIETZSCHE, F. Götzen Dämmerung (GD), KGW, A VI, Band 3, § 15, p. 55.
55
propios recursos del pensador de Röcken, sólo repartida entre sus allegados,
contrasta con el hecho de que hoy podríamos hablar del mismo título casi en ca-
orden actual de las cosas en cualquiera de las esferas de la vida humana, con la
tros ojos –una de las afirmaciones más célebres del filósofo como se verá en su
momento–, adquieren relevancia las palabras del danés George Brandes, amigo
su patria, Nietzsche es un espíritu de primer orden que merece por completo ser
nunca podremos, sin embargo, saber a ciencia cierta. Lo que sí podemos saber
encadenarse y lacerarse. Si ha de ser libre, lo será hasta que llegue la hora del
92
En el original: “Obgleich selbst in seinem Vaterlande wenig gekannt, ist er ein Geist von
bedeutendem Rang, der es vollauf verdient, daß man ihn studiert, erörtert, bekämpft und sich
angeignet”. BRANDES, Georg, Nietzsche, Berenberg Verlag, Berlín, Deutschland, 2004, p. 25.
93
El § 99 en la obra respectiva reza: “Der Enttäuschte spricht: ‘Ich horchte auf Widerhall, und ich
horte nur Lob’” (El decepcionado dice: [esperaba] escuchar el eco, pero sólo oí el halago).
NIETZSCHE, Friederich, Jenseits von Gut und Böse (JGB), KGW VI, Band 2, p. 91.
56
gran menosprecio del todo hetero-construido94, de la incorrecta forma de
–ascenso a la alta, libre, terrible naturaleza propia, esa que juega y merece jugar
con grandes tareas”95, para lo que hay que aceptar primeramente que previo a
cas son externas al individuo, dadas por un entorno cultural y social al que no se
en la línea temporal, las determinaciones naturales no son otra cosa sino aquello
94
NIETZSCHE, Friederich, Also sprach Zaratustra (ASZ), en KGW, A VI, Band I, Prólogo, §3, p.
9.
95
En el original: “ ‘Rückkehr zur Natur’, obwohl es eigentlich nicht ein Zurrückgehn, sondern ein
Hinaufkommen ist –hinauf in die hohe, freie, selbst furchtbare Natur und Natürlichkeit, eine
solche, die mit großen aufgaben spielt, spielen darf”. NIETZSCHE, F., GD, KGW, A VI, Band 3, §
48, p. 144.
96
En el original: “ganz und gar notwendige Folge ist und aus Elementen und Einflüssen
vergangener und gegenwärtiger Dinge konkresziert”. NIETZSCHE, F., MazM I, KGW, A IV,
Band 2, §39, p. 61.
57
absurdo intento de renunciar a estas determinaciones es la causa de la
suprimir su existencia –pues eso sería sólo posible mediante el suicidio fáctico–,
las ignoramos y oprimimos actuando con ello contra nosotros mismos. El afán de
dos siguientes capítulos, Nietzsche se desvía varios pasos del camino filosófico
discursos que justifiquen a éstos: hay que obedecer a los instintos, para
97
En el original: “Alles Gute ist Instinkt –und folglich leicht, notwendig, frei” NIETZSCHE, F. GD,
KGW, A VI, Band 3, §2, p. 84.
98
Vid. §191 en NIETZSCHE, F., JGB, KGW VI, Band 2, p. 114.
58
contra-argumenta y afirma tajantemente que la fórmula cuya corrección es
llevarnos –a cada uno por separado– a esa tierra antes falsamente prometida a
embargo, son los instintos más elevados y fuertes, liberados a través de las
hay que tener en cuenta que si para Hobbes los seres humanos somos
predicada por la justicia, mientras que es el final de la misma”102; más aún, las
abismos entre seres humanos, entre clases, el ser uno mismo y de erigirse por
99
Vid. Das Problem des Sokrates en NIETZSCHE, F., GD, KGW, A VI, Band 3, p. 61 y ss.
100
NIETZSCHE, F., MR, KGW, A V, Band 1, §132, pp. 121-123.
101
NIETZSCHE, F., JGB, KGW, A VI, Band 1, §201, pp. 123-125.
102
En el original: “Die Lehre von der Gleichheit!... Aber es gibt gar kein giftigeres Gift: denn sie
scheint von der Gerechtigkeit selbst gepredigt, während sie das Ende der Gerechtigkeit ist”.
NIETZSCHE, F., GD, KGW, A VI, Band 3, §48, p. 144.
59
sobre de los demás son símbolos de los tiempos de fortaleza103. Es entonces
que entre los seres humanos existen aquellos con un espíritu combativo,
la inferioridad esencial de otros. ¿Qué hace a los unos, unos y a los otros, otros?
A los hombres se les conoce por sus capacidades de defensa y ataque104. Quien
domina ambas artes es, pues, superior, avanzando a grandes zancadas hacia la
determinación de los demás junto con sus acciones. En este mundo hay
otros que no pudiendo superar su origen plebeyo no están allí mas que para
parte no puede ocultar una admiración tal por Nietzsche que intenta a toda costa
hacerle callar lo que dijo y hablar lo que no dijo, ocultando cada una de las
Nietzsche– tendríamos que contestar que los primeros, los hombres superiores,
103
NIETZSCHE, F. idem, § 44, p. 139-140.
104
En el original: “dass sich da jeder Mensch fast nur in Hinsicht auf seine Wehr- und
Angriffskräfte kennen lernt”. NIETZSCHE, F., MR, KGW, A V, Band 1, §212, p. 192.
105
Vid. NIETZSCHE, F., JGB, KGW, A VI, Band 2, §61 p. 77-79.
60
discurso de abstracción al máximo106. Sin embargo, las expresiones del
la par que critica las sociedades modernas que han perdido esas costumbres,
“... pero más elevado y libre parece, pienso, alejar la vista de las
como meta, sino nuestro propio goce, por ejemplo en el sentimiento de ven-
106
DELUEZE, Gilles, Nietzsche & Philosophy, Columbia University Press, New York, USA, 1983,
p. 40 y ss.
107
NIETZSCHE, F., GM, KGW, A VI, Band 2, §11, pp. 288-291.
108
En el original: “aber höher und freier scheint es mir gedacht, auch über diese nächsten Folgen
für den anderen hinwegzusehen und entferntere Zwecke unter Umständen auch durch das Leid
des anderen zu fördern”. NIETZSCHE, F., MR, KGW, A V, Band 1, §146, p. 135.
61
rancia. Ahora bien, ¿consiste lo inmoral en sentir gusto a causa del sufrimiento
del otro? ¿Es la alegría por la tristeza [del otro] diabólica tal como lo dice Scho-
pelear con animales salvajes y sólo para hacernos concientes de nuestra fuerza.
¿Es entonces inmoral el saber que alguien sufre por nuestra causa sin que nos
gozo de nuestra propia superioridad, la cual sólo puede ser reconocida en el su-
109
frimiento del otro” .
Así pues, en el orden de las cosas del mundo donde la pugna por la
poder con fuerza y ésta con dominación sea cual sea la forma a través de la cual
109
En el original: “Das Harmlosse an der Bossheit.- Die Bosheit hat nicht das Leid des andern an
sich zum Ziele, sondern unsern eigenen Genuss, zum Beispiel als Rachegefühl oder als stärkere
Nervenaufregung. Schon jede Neckerei zeigt, wie es Vergnügen macht, am andere unsere Macht
auszulassen und zum lustvollen Gefühle des Übergewichts zu bringen. Ist nun das Unmoralische
daran, Lust auf Grund der Unlust anderer zu haben? Ist Schadensfreude teuflisch, wie
Schopenhauer sagt? Nun machen wir uns in der Natur Lust durch zerbrechen von Zweigen,
Ablösen von Steinen, Kampf mit wilden Tieren, und zwar um unserer Kraft dabei bewusst zu
werden. Das Wissen darum, dass ein anderer durch uns leidet, soll also hier dieselbe Sache, in
bezug auf welche wir uns sonst unverantwortlich fühlen, unmoralisch machen? Aber wüsste man
dies nicht, so hätte man die Lust an seiner eigenen Überlegenheit auch nicht dabei, diese kann
eben sich nur im Leide des anderen zu erkennen geben”. NIETZSCHE, F., MazM I, KGW, A IV,
Band 3, §103, pp. 97 y 98.
110
Esto no es tautológico. Al hacer referencia a la pugna entre el individuo y los demás, entiendo
por ello la competencia constante entre individuos por su prevalencia, mientras que, al mismo
tiempo, cada individuo tiene una lucha paralela con las determinaciones sociales y su conciencia
gregaria, lo cual expreso como la lucha entre el individuo y el colectivo. Así, la lucha se lleva a
cabo en dos campos distintos, pero concomitantes.
111
Vid. Subcapítulo Von der Selbst-Überwindung en NIETZSCHE, F, ASZ, KGW VI, Band I, pp.
142-145.
62
“Unos gobiernan por el placer de gobernar; otros para no ser gobernados”112. No
realiza al mandar y determinar las acciones y formas de ser ajenas; allí se ubica
instintos, si es que no es en sí mismo uno, por lo que los humanos somos poder
estar en alianza con la genialidad113; mientras que por el otro, ya que la sociedad
intenta determinar los parámetros del ser individual, si los papeles se revierten
no habrá más determinación externa. El poder es, pues, para Nietzsche, el pan
que sacia el hambre de libertad de quien por acceder a él, en una especie de
112
En el original: „Die Einen regieren, aus Lust am Regieren; die Anderen, um nicht regiert zu
werden“, NIETZSCHE, F., MR, KGW, A V, Band 1, §181, p. 158.
113
Vid. Idem, § 245, p. 205.
63
II. Poder en el Siglo XX.
Nietzsche pues había sentado las bases para el desarrollo de una teoría
filosófica que tuviera como piedra de toque al poder. Si para Kant la razón era el
principio unificador114, esencia del humano y por ende aquello que nos permite
concebirlo como tal, para Nietzsche lo era el instinto y la dominación del entorno
del siglo XIX de que poder y humano son una y la misma cosa. Apenas unas
décadas más tarde, con la llegada del siglo XX y el transcurrir de sus eventos, la
así como las redes que establece necesaria o contingentemente con otras
características del vivir humano, se mostraban como una mina de beta poco
podría haber sido de otra manera: si la época de Hobbes se caracterizó por una
64
período de 1618 a 1648 con el hecho de que en sólo los seis años que duró la
externa, sí; pero tristemente nunca de la interna. La pregunta tenía que surgir
entonces lógica: ¿son violencia, fuerza y poder una y la misma cosa o son ideas
por las relaciones que establecen entre sí, a su vez pueden tener vida propia
leyes (Luhmann)? Varios son los autores que se enfocan en dar respuesta a
65
II a. Hannah Arendt o el poder y los equívocos.
Anónimo
115
Bhagavad-gïtã
sobre el poder se ha hecho se afirmaría que “existe un acuerdo entre todos los
que otros actúen como quien lo ejerce; hasta Bertrand de Jouvenel, para quien
“Si la esencia del poder es la eficacia del mando, entonces no hay poder más
grande que el que emana del cañón de un arma y sería difícil decir en ‘qué
115
Capítulo 2, aforismo 36 del Bhagavad-gïtã, versión de Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta
Swami Prabhupāda, The Bhaktivedanta book trust, México, 1978, p. 43.
116
12 year old with a gun, canción popular incluida en el album Drift, Flotsam and Jetsam, MCA
Records, 1994.
117
ARENDT, Hannah, Sobre la violencia, Santillana Ediciones Generales, Madrid, 2005, p. 48.
118
Idem, p. 50.
66
forma difiere la orden dada por un policía de la orden dada por un pistolero’”119.
aquella120. Sin embargo, Arendt hace esta precisión sólo con miras a establecer
deriva del mal uso de cada uno de estos términos, lo cual no resulta de gran
sinónimos que indican llanamente “los medios por los que el hombre domina al
119
PASSERIN D’ENTRÈVES, Alexandre, The Notion of the State, cit. por ARENDT, H., op. cit.
p., 51. Cómo se verá unas líneas más adelante, esta cita tiene la intención clara de contravenir lo
afirmado por Rousseau en El contrato social.
120
ARENDT, H. op. cit., p.52.
121
Idem, pp. 58 y 59.
122
Ibidem, p. 60.
67
individuos, cuya relación de jerarquía es más proveniente de factores
Paralelamente, el poder para Arendt, como lo era para Rousseau –quien permea
decisiones que afecten al conjunto. El poder dura entonces tanto como dura el
la filósofa alemana, lo que ella denomina la potencia, misma que se tiene que
Esta potencia no es poder en realidad, pues puede siempre ser superada por la
potencia de muchos otros que se pudieran combinar con miras a, por ejemplo,
123
Ibid., p. 62.
124
Ibid.
68
independencia peculiar” por motivos que pueden ir desde ‘el resentimiento’ o la
nietzscheana ‘envidia de los débiles respecto del fuerte’ hasta el poder para
frecuencia tal que acarrean el equívoco entre ellas o sus relaciones. “Como en
último recurso para mantener intacta la estructura del poder frente a los retos
individuales (...) parece como si la violencia fuese prerrequisito del poder (...)”127.
pues en las elucidaciones de éste la vinculación que existe entre poder –sea
125
Ibid., p. 61.
126
Ibid., p. 63.
127
Ibid. p. 64 y 65.
128
ROUSSEAU, J.J., op. cit., capítulo III, p. 31.
69
“Obedeced a los poderes. Si esto quiere decir cede a la fuerza,
violado. Todo poder emana de Dios, debo reconocerlo; pero toda enfermedad
sorprende en una selva, ¿estaré, no sólo por la fuerza, sino aun pudiendo
violencia como diferenciación principal que ésta tiene con el poder. Mientras que
aquella tiene un objetivo que justifica –en el más irónico de los sentidos– su
Pensar lo contrario, esto es, pensar que el poder funge como un promotor de
una sociedad sin clases, de la felicidad, o cualquier otro ideal no político, sólo
“La violencia aparece donde el poder está en peligro pero, confiada a su propio
impulso, acaba por hacer desaparecer al poder (...) la violencia puede destruir al
129
Ibidem, p. 32. Vid. cita 47.
130
ARENDT, H. op. cit., p. 70.
131
Ibid., p. 71.
132
Ibid., p. 77.
70
II b. Michel Foucault o el ubicuo poder que da el saber y sus mecanismos.
mismo de serlo, implica una aceptación colectiva que no puede ser sino el
133
El Corán, azora XV, 56, versión literal e íntegra, trad. Cansinos Asséns Rafael, CNCA,
México, 1991.
134
The last in line, canción popular incluida en el album The last in line, Dio, Warner Bros.
Records, 1984.
71
resultado de contextos de todo tipo y por ende de validez meramente relativa.
Así, su significado sólo puede tener un sentido comparativo. “El sentido de una
en tela de juicio la existencia real del contenido conceptual del sujeto intentando
estructural de su idea, puede ser dudada, todo aquel discurso que lo tenga como
contenidas y usadas por otros discursos, junto con estos, lo puede ser también.
135
FOUCAULT, Michel, El nacimiento de la clínica, Siglo veintiuno editores, México, 2001, p. 12.
136
FOUCAULT, M., Verdad y poder, entrevista con M Fontana, en Estrategias de Poder, Paidos,
Buenos Aires, 1999, p. 47.
72
había llegado de hacer lo propio con la absolutidad de la determinación del
éstas y, por ser él una de ellas, a sí mismo, guarda en su interior, para Foucault,
precisamente por virtud de ser esclavo, un ser cuya finitud le permite tomar el
eleva, precisamente al nivel de todo poderoso. Foucault descubre que con ello
137
HABERMAS, J., An unmasking of the Human Sciences: Foucault, incluido en The
philosophical discourse of modernity, MIT Press, Cambridge, Massachusetts, USA, 1990, p. 260
y 261.
138
En el original: “Modernity begins with the incredible and ultimately unworkable idea of a being
who is sovereign precisely by virtue of being enslaved, a being whose very finitude allows him to
take the place of God”. DREYFUS, Hubert et al., Michel Foucault: Beyond structuralism and
hermeneutics, Chicago, 1983, p. 30, cit. por. HABERMAS, J., op. cit., p. 261.
139
Vid supra, consideraciones preliminares.
73
“El discurso, lejos de ser ese elemento transparente o neutro en el que
poderes. Por más que en apariencia el discurso sea poca cosa, las prohibiciones
Justo ese mismo poder que siempre ha estado presente, mas con nuevas
abre las puertas a la manipulación142, es evidente que donde haya palabra, hay
totalidades a las que [los cambios] les dieron forma”143. Ya que el humano se
140
FOUCAULT, M., El Orden del Discurso, ed. Tusquets, Barcelona, 2002, p. 15.
141
HABERMAS, J. idem., p. 253.
142
Vid. supra, consideraciones preliminares, pp. 38 y ss hasta el final de las mismas.
143
HABERMAS, J. idem., p. 254.
74
procedimientos del poder a la mera formalidad política (ley) o social
cosas, inducir al placer, formar saber, producir discursos, por lo que “es preciso
considerarlo más como una red productiva que atraviesa todo el cuerpo social
que como una instancia negativa que tiene como función reprimir”145. Si bien la
decir (el tabú), el no ser–, existen otras como la separación y el rechazo, tanto
función del poder es pues instituir discursos que determinen lo exterior sin
salud y resistencia para el juego del poder que genera su propio sistema.
Teniendo en cuenta que este sistema es una ‘red productiva que atraviesa el
todo social’ Foucault concluye que, vis abstracta, el telos y la forma operacional
144
FOUCAULT, M. Microfísica del poder, Ediciones La Piqueta, Madrid, 1992, p.179.
145
FOUCAULT, M., Verdad y poder, entrevista con M Fontana, en Estrategias de Poder, Paidos,
Buenos Aires, 1999, p. 48. Vid. También FOUCAULT, M. Historia de la sexualidad, Edit. Siglo
XXI, México, 1981, p. 91.
146
FOUCAULT, M. El orden del discurso, ed. Tusquets, Barcelona, 2002, p. 14 y ss. rel. p. 25.
75
de quien da cuerpo a la institucionalidad son los mismos en todos sus niveles,
pedimos [al hombre vuelto objeto de análisis] que diga la verdad (pero como es
que diga nuestra verdad (...)”148, situación que enfatiza que la formación de
147
FOUCAULT, M. Historia de la sexualidad, Edit. Siglo XXI, México, 1981, p. 82 y ss.
148
Idem, p. 88.
76
poder y la formación de saberes compongan una unidad indisoluble149. En su
que regula nuestras acciones para que podamos vivir mejor; el moralista que
nos indica el deber ser–, un todo unificado por aquello a través de lo cual el
sujeto tiene efectos en objetos, siendo él mismo para los demás uno de ellos,
149
HABERMAS, J. Questions concerning the theory of power: Foucault again, incluido en The
philosophical discourse of modernity, MIT Press, Cambridge, Massachusetts, USA, 1990, p. 272.
77
II c. Niklas Luhmann o el poder como transmisor de selecciones.
normalmente tratado con devoción o aversión desde una perspectiva que se lee
aquel que el sociólogo llama los medios de comunicación. Con ello se evita,
Luhmann parte de que las relaciones sociales que forman sistemas lo hacen a
150
Ulterior exterior, canción popular incluida en el album Words from the exit wound, Napalm
Death, Erache Records, USA, 1998.
151
MELLO, Anthony de, El canto del pájaro, Edit. Sal Terrae, España, 1997, p. 51.
78
determinan unos a otros152. En la formación y desenvolvimiento de los sistemas
152
LUHMANN, Niklas, Poder, Universidad Iberoamericana y Anthropos, México, 1995, p. 9.
153
Aunque no lo define explícitamente, se entiende que el concepto selección, en Luhmann,
implica aquella que hace el actuante de la idea a transmitir y que puede llevar a una apropiación
de la misma por parte del inter-actuante con todas las acciones que de esta apropiación se
pudieran derivar, tanto en sentido negativo como positivo. Por su parte, lo que intervenga en el
proceso de transmisión de dicha idea, sean acciones o inclusive herramientas en concreto, como
se verá en un instante, es lo que Luhmann entiende por medio de comunicación. Tal como lo
mencioné, la abstracción que Luhmann hace por medio del lenguaje busca alcanzar la utilidad
universal aunque con ello neutralice cualquier evento tomado del mundo fáctico.
154
Ibidem, p. 10 y 11
155
Idem, p. 11.
79
son los medios de comunicación los que fungen como incentivos que promueven
acciones u omisiones frente a una gama de otras posibilidades que son a su vez
156
Ibíd., p. 11.
157
Ibid., p. 36.
158
Ibid., p. 74.
80
dirección proporcional unilineal: para estar en la capacidad de decir que el poder
finalmente, sino que se vio obligado (gezwungen) por acciones llevadas a cabo
sujetar al poder, con lo que se concluye que quien ejerce la coerción no hace
portador de poder mismo. Donde hay coerción, para Luhmann, no hay pues, una
de la selección, por parte del sujeto al poder. Por lo tanto y muy al contrario de lo
159
Ibid., p. 15.
160
Ibid., p. 14.
81
impedir determinada acción. Luhmann no sólo deslinda el poder de la coerción,
consenso sobre valores (ética ¿?) –lo cual no es de sorprender– así como del
del sociólogo alemán, el concepto poder no puede vincularse con lo que él llama
con ello Luhmann puntualiza la inexistencia de poder allí donde el aquel sobre
puede ser entendido en términos de un poder hábil para hacer daño, no debe
explicación, Luhmann abre la brecha para la estabilización legal del poder. Estos
161
Ibid., p. 33 y ss.
162
Ibid., p. 34 rel. p. 38.
82
evasión a los mismos, surgen al momento de intentar universalizar lo particular,
* * *
163
Ibid., p. 66.
83
III. Conclusiones o ¿qué es el poder?
presentados? La respuesta, que como toda otra puede dejar a quien la escucha
que ya están sugeridas en el título adicional que acompaña al nombre del autor
164
Da Vinci, Leonardo, Aforismos, Espasa-Calpe, Buenos Aires, 1943, p. 56.
165
Power of one, canción popular incluida en el album Elemnts of anger, Sadus, Mascot
Records, U.S.A. 1997.
84
principio la imposibilidad de presentar lo que es la verdad trascendental (o
evitando coquetear con el subjetivismo pasional con que otros más han tratado
la idea nuclear de este trabajo. De cualquier manera, por increíble que parezca,
85
Consiéntaseme comenzar a andar el camino por sendas que aunque en
llegar a buen término; y ya que poder es derivación del entender humano, partiré
existencia del hombre como un ser espiritual encarnando un cuerpo –lo cual
día sólo los necios podrían dudar, es que el humano, como cuerpo diferenciado
que es, y por las facultades que esta diferenciación en específico le otorga, es
vivo de la forma en que lo está. Ahora bien, es evidente que en lo general todo
ser vivo opera, por ser existente, sin importar el papel que juegue su conciencia
166
Cabe aclarar que esto no es un error tipográfico, sino un neologismo. Donde dice existiente,
con i, no debe entenderse existente. Por ser existiente me refiero a todo aquel con facultades
sensibles, emocionales, intelectuales, volitivas y demás en actividad a diferencia de ser
existente, concepto bajo el cual entiendo todo aquello que es un simple objeto de la intuición
sensible o factible de serlo. Así, los humanos, tanto como los animales, somos seres existentes y
existientes, a diferencia de una planta o un jarrón de barro, por ejemplo, los cuales sólo serían
existentes. Existiente, en mi entender, apela a un principio de dinamismo, mientras que existente
a uno de estática.
86
entendimiento del mundo, es la ley de causalidad. Nada sucede en este universo
sin algo que le haya dado generación, a la vez que nada existe sin que genere
condiciones que se traducen a su vez en efectos que serán por su lado nuevas
167
Enrique Dussel argumenta a este respecto, sin embargo, que este principio de supervivencia
no es –al menos no en su totalidad– el instinto, pues, en el caso de los humanos, es, también, la
razón, cuyo órgano biológico se identifica con el cerebro. Dentro del gran número de posibles
funciones cerebrales, –muchas de ellas posiblemente aún no conocidas–, existen aquellas de 1)
evaluación ética y 2) formulación de juicios normativos. La primera de dichas funciones, proviene
de la región límbica y es por tanto primordial a aquella otra región, talámico-cortical, que permite
la formalización de la conclusión que se especula resuelve el caso, ya sea instrumental o
moralmente, en aras de la supervivencia de la corporalidad viviente. La primera alerta de una
necesidad, la segunda concluye conscientemente cómo satisfacerla. La segunda función es
poseída, sin embargo, sólo por los humanos (Vid. Dussel, E. op. Cit., p. 95-100). Debido a ello,
en repetidas ocasiones, Dussel, metafóricamente, llama a la razón una de las astucias de la
vida, para promover la sobrevivencia humana (vid. DUSSEL, E., op. cit. p. 92). Desde la
perspectiva de quien presenta esta investigación, no hay discusión al respecto, siempre que se
tenga en cuenta, precisamente, que son las funciones éticas, sólo propias del ser humano, lo
que en realidad (as a matter of fact) brinda una posible garantía de supervivencia social. No
obstante, en el caso de la especie humana vista como una más en la interminable serie de
especies de la naturaleza, la supervivencia está garantizada con tal que el individuo siga los
impulsos animales, instintivos: comer, reproducirse, reaccionar –huyendo o atacando– ante lo
considerado como peligro, etc.. Sin embargo, la complejidad del humano, mostrada tanto en sus
avances tecnológicos, como en las formas de integración y organización política, a la par que su
desarrollo no como especie simplemente natural, sino como un ser animal que a un tiempo es
libre, lo obliga, para sobrevivir como ente social, a guiarse por su razón moral. El campo de
argumentación es pues distinto a pesar de llegarse a conclusiones paralelas, pero análogas.
87
teleológicas que no son ni comprobables y sí llanas determinaciones
ella que genera un círculo de regeneración, un impulso que guía tanto a los
Ahora bien, que todos los seres vivos llevan a cabo actos de confrontación,
168
KANT, I. Anthopologie in pragmatischer Hinsicht (APH), AA VII, § 42, pp. 197-199.
169
Vid: SCHOPENHAUER, Arthur, Die Welt als Willen und Vorstellung I (WWV I), en Sämtliche
Werke (SW), nach der ersten ausgabe von Julius Frauenstadt, besorgten Gesamtausgabe neu
bearbeitet und herausgegeben von Arhtur Hübscher, vierte Auflage durchgesehen von Angelika
Hübscher, Brockhaus, Mannheim, 1988, § 27, pp. 165-182. Esta idea expresada y argumentada
en los capítulos referentes al mundo como voluntad, encuentra un claro ejemplo de su proceso,
descrito, estéticamente hablando, de una manera magnánima, como lo era casi todo lo emanado
de la pluma de Schopenhauer.
88
el ámbito filosófico, y Oparin y Darwin en el biológico-filosófico, la vida, aunque
amabilidad, amistades, etc. son poder siempre que fomenten la vida. Además de
las evidentes accidens pro substantia y quid pro quo, si Hobbes estuviera en lo
su espada tendrían que ser entendidos también como poder. Más inadmisible
vida como máximo bien)171, quien se sometiera, se humillara, callara más, por
ejemplo, podría ser más poderoso que quien lo hiciera menos. Si frente a la
170
Vid. supra, capítulo I, pp. 46-54.
171
Idem.
89
transformación de un ser existiente en un ser llanamente existente como las
plantas, podría muy bien ser entendida como poder. Es probable que Hobbes no
Hobbes que al final deja todos los elementos presentes en el ejemplo (violencia,
realidad material y no sólo como una condición de posibilidad ideal nunca dada
fecha, pues ningún acto jurídico puede tener validez si el contrato padece
resultara una forma de poder, el contrato mismo no hubiera tenido nunca objeto
90
materia de transferencia, pues los súbditos al someterse discrecionalmente
necesaria para los humanos como, pudiera ser entendido, lo es aún para los
persona una tensión (en el más psicológico de los sentidos): Nietzsche disfruta
aunque encuentra en los mismos escritos que le preceden razón para ello, al
Nietzsche, implica penar, pues de los principios regidores del mundo “es
172
NIETZSCHE, F., Menschliches allzu Menschliches II (MazM II), KGW IV, Band 3, §1, p. 4.
173
Vid.: §§ 3-7 idem, pp. 6-11.
174
Vid.: en NIETZSCHE, F. GD, KGW, A VI, Band 3, §§ 21 y 22, pp.119 y 120.
91
absurdo admitir que el dolor sin término que nace de la miseria inherente a la
vida, y que llena el mundo, no sea más que un puro accidente y no su misma
vida, que en ella estuviera completamente alegre (…) tras calmada reflexión
siempre”176. Nietzsche, y no hace falta más que leer el Ecce homo para
fue y será (die Fatalität alles dessen, was war und was sein wird) 178, sino que
por la existencia179, las reconoce como presentes, pero corrige el concepto y sus
175
En el original: “Denn es ist absurd anzunehmen, dass der andlose, aus der dem Leben
wesentlichen Not entspringende Schmerz, davon die Welt überall voll ist. Zwecklos und rein
zufällig sein sollte“. SCHOPENHAUER, A. Parerga und Paralipomena (PP), Kapitel 12, SW VI,
pp- 276 y 277.
176
En el original: “Ein Mensch, (…) der im Leben Befriedigung fände, dem vollkommen wohl
darin wäre, und der, bei ruhiger Ueberlegung seinen Lebenslauf,(…) von endloser Dauer, oder
von immer neuer Wiederkehr wünschte”. SCHOPENHAUER, A., WWV I, §54, p. 334 y 335.
Sorprende que no se resalte con más frecuencia la expresa relación entre esta aportación de
Schopenhauer y una de las alegorías nietzscheanas más recurridas por los analistas del filósofo
de Röcken: el mito del eterno retorno.
177
Vid. supra: pp. 60 y ss.
178
NIETZSCHE, F. Götzen Dämmerung, KGW, A VI, Band 3, §8, p. 90.
179
DARWIN, Charles, El origen de las especies, Grijalbo editores, México, 1992, p. 79.
180
NIETZSCHE, F. GD, KGW, A VI, Band 3, §14, pp. 114 y 115.
92
privilegiados, a los felices (esto es a aquellos que encuentran placer, en la
confrontación y las pasiones del mundo, dolor incluido), sino a los débiles (esto
es a los hombres que por medio del ingenio transforman el orden natural del
que corta de un tajo con toda lógica que implique la posibilidad de un sistema
poder halla su fuerza genésica en los instintos, mas concuerdo con Darwin y
con y resultado del poder) se exhibe sólo como uno de los medios, aunque de
los más básicos y animalescos, a través de los cuales ésta puede llegar a
de vida, instinto como herramienta primitiva de ésta al tiempo que origen del
poder) que harán válida y factible la definición de poder que busca dar el
todo aquello que no provenga del actuar de la colectividad, tal y como fue
181
Vid. NIETZSCHE, F. JGB, KGW, A VI, Band 2, § 5, pp. 12 y 13.
182
Vid. supra, nota 168, p. 88.
93
presentado en el subcapítulo del presente trabajo que le corresponde. Aunque
loable su intento, es triste tener que afirmar que la definición de poder en Arendt
también Rousseau183–, pues si bien es cierto que como nociones (y por tanto
abordadas como producto definicional humano) son dos cosas distintas, también
lo es que la Gewalt puede ser instrumento del poder, como se entenderá con
consigue igual), siendo no más que un efecto secundario, pues si el poder, como
hasta la llana dación de una orden. ¿Qué es, pues, el poder para Arendt? Por la
183
Vid. capítulos I y III de El contrato social.
184
Vid. Infra, p. 100.
185
ARENDT, H. op. cit., p. 54 y ss.
94
que debe su existencia al instinto de dominación (Beherrschung)”186 pero
quien se divorcia tan pronto como se le da vuelta a la página. Sin que haya dado
qué, confiada, supongo yo, no sólo en la cultura extensa del lector, sino además
claro lo que el poder es y ella misma cae en el equívoco lingüístico que critica –
186
Idem, p. 50.
187
Vid supra.: pp. 66-67.
188
Vid. supra: p. 68.
189
Aunadamente, cabe argumentar para quien en defensa de Arendt afirmara una distinción
definicional de todas estas nociones en el idioma alemán, que la palabra Macht, si bien no tiene
relación con Beherrschung, sí la tiene con Vormachtstellung, término que por sus raíces
etimológicas denota un colocar al otro en una posición desventajosa frente a quien tiene poder,
un poco en el sentido de los efectos que conlleva la hegemonía. Sin embargo, el
Bibliographisches Institut am Mannheim, presenta ambos vocablos, Beherrschung y
Vormachtstellung, como explicaciones del latinismo Dominierung, emanado, claramente, de la
noción de dominación.
190
ARENDT, H. op. cit., p. 55.
95
sólo contingentemente de manera acertada– en los demás autores. Discúlpese
ejemplo fallido por el sólo hecho de que las leyes romanas contenían principios
leyes, definiciones o tratados. Claro que los ciudadanos romanos y griegos eran
obediencia sino a uno mismo. Este razonamiento sólo es válido cuando se habla
96
entender el poder no es consistente en el mundo filosófico? Porque no hace de
él una categoría clara y distinta, sino que tan pronto lo maneja como: a) un
perjuicio propio y en exclusivo beneficio del emisor del discurso. Aquí no hay
mayoría actuando, ni, por la definición misma que la alemana da, tampoco
autoridad196, a menos que Arendt considerara viable que la/el aceptante actúa
libremente al someterse aún cuando hay engaño, pero esto sería un repentino
entonces ¿qué es? Las definiciones de Arendt dejarían vacía esta casilla al
una forma de violencia, pero eso sería una laxa interpretación, que sólo
192
Vid.: ARENDT, H. op. cit., p. 71 et al.
193
Vid.: idem, op. cit. p. 55 et al. Cfr. también definición de política stricto sensu, vid. infra, cap.
III, p. 245.
194
Vid.: ibidem, p. 71 et al. Cfr. también definición de política lato sensu, vid. infra, cap. III, p.
245.
195
Vid.: ibid., p. 60.
196
Vid. supra, p. 67.
97
corroboraría mi afirmación de la falta de claridad de Arendt al momento de
Niklas Luhmann. Encuentro que Foucault, como nadie hasta la fecha, ha podido
forma operacional del ser humano –aseveración que por su mismo sistema
ser aseverado sino como una posibilidad (y hasta ésta como la posibilidad de la
mal chiste, irónico de los pies a la cabeza, Foucault es experto en poder, no así
Freud, Piaget y algunos más, doy por sentadas esas formas operacionales de
197
Vid.: HABERMAS, J., Ensayos IX y X en The philosophical discourse of modernity, MIT Press,
Cambridge, Massachusetts, USA, 1990.
98
encuentra implícito, tanto de la facticidad del contenido del círculo de
externo. Las relaciones de poder entre humanos, tal y como queda implicado
99
transmisión se de por medios coercitivos) como en Foucault (quien siempre la
vería con recelo). De qué lado está la razón, se podrá deducir inmediatamente
tras explicar lo que el poder efectivamente es. Mientras tanto, quede asentado
que todos los autores empleados o no en el presente trabajo avalan que el poder
deseos del mismo, en otras palabras, aquel que ejerce poder va buscar que
acciones que se alineen a sus deseos, evite hacerlo en caso de que los
contradigan y –un tercer nivel de influencia– evite las acciones que el sujeto-
Gracias al trazo, a veces sinuoso, dejado por nuestros lentos pasos, pero
que le rodea, para que se amolde a los impulsos de sus instintos, siempre
conclusiones finales del trabajo, tras presentar los capítulos restantes referentes
199
Esto último no es tautología: el segundo y tercer caso se diferencian por el interés directo que
pudiera tener el sujeto activo en evitar los efectos de las acciones mencionadas. En el segundo
caso sí hay un interés directo, en el tercer caso sólo uno indirecto, pues la finalidad inmediata es
el llano ejercicio de poder, su demostración y despliegue. Ejemplo del primer caso es el de algún
obsesivo que impide salir de su casa a su pareja, pues va a encontrarse con algún ‘ex’; mientras
que ejemplo del segundo lo sería algún maestro que no permite salir al baño a un niño por el
sólo hecho de ‘ser el que manda’. Los burócratas podrían resultar también un muy buen ejemplo
del segundo caso.
100
a la voluntad y a la moral respectivamente–, se salvan todos y cada uno de los
encuentra concatenado con los instintos y se acepta, por ser evidente, que estos
problemático, sin embargo, pues hace tiempo que el poder dejó de presentarse
por sí mismo. Más o menos el mismo tiempo que ha trascurrido desde que el
hombre dejó de ser homo erectus para transformarse en homo habilis, esto es,
razón que le permite dictar toda regla que “prescribe la acción como medio para
al hombre, pero entonces ¿qué ocurre con las atrocidades (invasiones que van
200
En el original: “Sie Handlung als Mittel zur Wirkung als Absicht vorschreibt” KANT, I. Kritik der
praktischen Vernunft (K.p.V.), AA V, p. 20.
101
nación, cosificación del humano en lo general y de hombres y mujeres en lo
amolde a los impulsos de sus instintos? Me permito dejar esta pregunta sin
aún. Pido, pues, paciencia al lector y lo invito a internarse en las páginas del
* * *
102