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3 Cactus
José Roque1 & E. Karina Ramírez2
L
os palos de lluvia o palos de agua Esta familia contiene especies apreciadas
son artesanías confeccionadas principalmente por sus usos como plantas
principalmente con la madera seca ornamentales, en algunos casos por la
de varias especies columnares de elegancia y vistosidad de sus tallos y en
cactáceas, las que son atravesadas con otros por la belleza de sus flores; sin em-
espinas de los mismos cactus y rellena- bargo, dentro de los llamados usos meno-
das con piedrecillas, emitiendo un sonido res están aquellos relacionados con la
característico al dárseles la vuelta. Aun- medicina tradicional, importancia alimenti-
que existe un mercado interno para su cia (frutos y tallos), como hospedero para
comercialización, la mayor parte de la la cochinilla del carmín y como materia
fabricación es destinada con fines de prima para la elaboración de diversas
exportación. artesanías (Ostolaza 1980, Marín 1991,
Tipe & Lock 1991, Cáceres et al. 2000,
El Perú cuenta con alrededor de 250 Reyna & Flores 2001, Pardo 2002).
especies de cactáceas (Hunt 1992, Brako
& Zarucchi 1993, Ostolaza 2002, Ulloa et El INRENA es el encargado de autorizar
al. 2004), de las cuales, casi el 80 % son el aprovechamiento de los recursos fores-
endémicas. Todas las especies de esta tales, en este caso de la materia prima
familia están incluidas en los Apéndices procedente de cactáceas, utilizando como
de la Convención sobre el Comercio In- principal herramienta la aprobación de
ternacional de Especies Amenazadas de planes de manejo que sustenten el uso
Fauna y Flora Silvestres (CITES), el cual sostenible del recurso; además, con el
es un acuerdo concertado entre los Esta- propósito de vigilar y controlar el comercio
dos, cuya finalidad es asegurar que el de nuestra flora silvestre a nivel interna-
comercio internacional de especímenes cional, emite permisos de exportación,
de animales y plantas silvestres no consti- tanto de sus productos y subproductos. A
tuya una amenaza para su supervivencia. fin de comprobar el estado de conserva-
ción de las poblaciones de cactáceas
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utilizadas para palos de lluvia, la Dirección tran en el Herbario San Marcos (USM).
de Conservación de la Biodiversidad del Los nombres comunes fueron proporcio-
INRENA conjuntamente con el Museo de nados por los pobladores locales de las
Historia Natural de la Universidad Nacio- zonas evaluadas.
nal Mayor de San Marcos realizaron, a
fines del 2003, una primera evaluación de
las poblaciones in situ, verificando asi-
mismo los procesos de fabricación y co- RESULTADOS Y DISCUSIÓN
mercialización.
Especies de cactáceas utilizadas.
Los palos de lluvia se confeccionan
utilizando, en mayor o menor proporción,
METODOLOGÍA la madera seca de por lo menos seis es-
pecies de cactáceas: Armatocereus matu-
Se realizó la revisión de los planes de canensis “jacano”, Armatocereus procerus
manejo aprobados y se efectuaron entre- “jacano”, Browningia candelaris “chulla-
vistas a las personas autorizadas para el chaqui”, Corryocactus brevistylus subsp.
aprovechamiento del recurso, realizando puquiensis “sanque”, “sanqui”, “tuno”,
además visitas a sus centros artesanales “toccoro”, Neoraimondia arequipensis
de fabricaci ón. Teniendo en cuenta la “oiquite”, Weberbauerocereus rauhii “chui-
información obtenida, se determinó reali- llo” (fig. 2).
zar las evaluaciones en las áreas de don-
de procedía la mayor parte del recurso. La materia prima proviene principalmen-
Estas localidades se encuentran situadas te de C. brevistylus subsp. puquiensis (fig.
en la zona andina de los departamentos 3a), seguida en menor grado por la de B.
de Ica y Ayacucho, entre los 1350 y 3200 candelaris y W. rauhii; las tres especies
m de altitud (fig. 1). restantes son utilizadas de manera espo-
rádica debido a su escasez y a la longitud
Se realizaron colectas botánicas de que alcanzan. La utilización de C. brevis-
todas las especies columnares grandes tylus subsp. puquiensis se debe a su pre-
de cactáceas; el procesamiento de las dominancia en las áreas andinas de la
muestras y posterior herborización y zona evaluada y por presentar varias
prensado se realizó de acuerdo con técni- ramas por planta, las que pueden alcan-
cas estandarizadas (Arakaki 2001, 2002); zar hasta 3,50 m de longitud. Además, a
igualmente, se tomaron muestras de las diferencia de lo que ocurre con las otras
maderas secas de las mismas. La deter- especies, el proceso de secamiento y
minación taxonómica se realizó utilizando muerte de sus ramas es notorio, pudiendo
información especializada (Backeberg hacérsele un seguimiento a través del
1976, Anderson 2001) y consultando a tiempo, para saber si la rama está com-
especialistas de esta familia. Los ejempla- pletamente seca o no. Probablemente,
res herborizados y montados se encuen- exista un proceso de secamiento natural
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3.3 Cactus
de las ramas relativamente más rápido en SOBRE LA EXPORTACIÓN.
esta especie que en las otras (una rama La exportación de palos de lluvia ha sido
grande demora en secarse completamen- una actividad comercial que ha alcanza-
te, en forma natural, uno a dos años en do notoriedad en estos últimos tiempos,
promedio, según los pobladores locales); llegando casi a las 50 mil unidades en el
no obstante, a pesar de lo observado, no año 2001; sin embargo, de acuerdo a la
se descarta que exista alguna acción información de los permisos CITES emi-
humana que pueda acelerar este proceso tidos desde el 2000, la venta al exterior
natural. ha ido disminuyendo en los últimos dos
años (cuadro 1 y fig. 5). Según informa-
La madera de B. candelaris, que procede ción proporcionada por los exportadores,
de las ramas y no del tronco principal, es esta disminución puede deberse tanto a
fuerte y puede ser larga, de más de un la saturación del mercado, a pesar que la
metro (fig. 3b), aunque no alcanza las oferta y la disponibilidad del producto en
longitudes de C. brevistylus subsp. el comercio interno es la misma, como a
puquiensis; es por el contrario mucho más la competencia con el palo de agua chi-
gruesa y el sonido de las piedrecillas se leno, que es ofertado a menor precio.
hace más grave; la de W. rauhii, a dife- Para los fabricantes, esta actividad se ha
rencia de las maderas anteriores, es me- vuelto poco rentable, dado que el costo
nos compacta, posee numerosos orificios de fabricación es casi similar al precio de
a lo largo de su superficie, a manera de venta.
malla (fig. 3c), no siendo la más idónea
para la fabricación de un palo de lluvia En Chile también se utiliza la madera
tradicional; sin embargo, el atractivo de seca de cinco especies de cactáceas
esta madera permitiría que sea fácilmente de los géneros Echinopsis y Eulychnia,
aprovechada en otros tipos de artesanía. según documentos de la CITES (1995,
2000). Los palos gruesos, que pueden
El empleo de maderas provenientes de tener más de 6 cm de diámetro de cavi-
ramas muertas de forma natural es al dad central, serían confeccionados princi-
parecer una condición principal para la palmente con las maderas de Echinopsis
elaboración de esta artesanía. Según chiloensis y E. skottsbergii, mientras que
versiones de los fabricantes, los palos de los de Eulychnia acida servirían para los
lluvia procedentes de ramas frescas, aun- palos más delgados. Aunque en Chile
que atractivos por su color y estética, existe la especie Corryocactus brevistylus
tienen corta duración, dado que se hacen subsp. brevistylus, su madera no es
fácilmente proclives al ataque de insectos empleada para la confección de esta arte-
xilófagos. Esta práctica, empleada en sanía.
algún momento, resultó contraproducente
para los productores, quienes veían de-
vuelta parte de su mercadería, con la
consiguiente pérdida económica.
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