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ANUNCIO PROFÉTICO PARA CHILE

Mensaje entregado por el profeta John


Harris de USA en Comunidad Cristiana a las Naciones de Arica
(Chile) el 13 de Diciembre de 2009

“Las palabras que el Señor me ha dado para Chile: el día 25 de


septiembre, al estar yo buscando el rostro del Señor, mi corazón estaba
extremadamente pesado hasta que mi cuerpo quedó muy débil; ¡aleluya,
aleluya, gloria a Dios, gracias Padre! Y al sentarme en ese edificio grande,
el Espíritu de Dios bajó sobre mí en una forma tan pesada y tan poderosa
que era demasiado para mí. ¡Aleluya!”

Miré mi mano y vi una rama de olivo, cuando la vi, mi fuerza


comenzó a volver. Comencé a tener muchas fuerzas pero no en la
carne sino en el espíritu. Miré alrededor en la congregación y ramas
de olivos estaban siendo extendidas y puestas en las manos de las
personas.

Escuché al Señor decir:

“Voy a enviar a mi Espíritu sobre mi pueblo como nunca antes


y algunos serán trasladados a otros lugares. Me dijo que van
hacer las obras mayores.” Al sentarme allí, vi a personas siendo
levantadas, el Espíritu de Dios los estaba llevando a otros países,
otras tierras, hombres, mujeres. Luego oí la voz audible de Dios. Él
dijo:

“Un terremoto muy grande va a golpear a Chile éste es un


terremoto que no se puede revertir”. Él dijo con gran énfasis: “El
terremoto será tal, que habrá mucha destrucción, mucha
pérdida de vidas, mucha pérdida de bienes, de propiedades. El
país será tan sacudido y de tal forma, que muchos van a
volcarse hacia el Señor. Me aseguró que Él va a cuidar a su
pueblo; que va a ver luchas por medio de la palabra profética, que
van a hacerle saber a la gente qué tienen que hacer y eso fue el 19

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de octubre, estaba yo en la iglesia, cerca de mi casa y mi cara era
como contra la pared sobre el altar.

Otra vez estaba orando y cuando volteé a mirar, yo vi la cabeza del


hombre por detrás. Él estaba parado sobre las gradas del altar; por
detrás estaba tratando de ver si yo lo conocía; no lo reconocí, miré su
vestidura, su ropa y no lo conocí, así que me quedé mirando y al
volverse lentamente vi su cara. Su rostro estaba más
resplandeciente que el sol. Caí sobre mi rostro sobre el altar. Él dijo
solamente estas palabras: “Ve a Chile y diles lo que va a suceder
pronto: avivamiento, terremoto, un terremoto tan grande que
nunca antes había sucedido así en Chile, pero el mover del
Espíritu de Dios va a ser mayor. El pueblo nunca antes ha
experimentado algo así. Ésa es mi razón, mi propósito de venir a
Chile, para decirles, para hacerles saber a ustedes, las cosas que
pronto van a suceder.

Creo que Dios ya les ha dado confirmación; ustedes saben que esto
no viene del diablo, que esto ha venido del Señor de la Gloria y ésta
es la hora y el tiempo para que el pueblo de Dios se levante y
resplandezca. Es tiempo para que la iglesia resplandezca, no por sí
misma, no para mostrar sus propias habilidades, sino para
resplandecer Cristo Jesús. Cuando Jesucristo sea madurado dentro de
nosotros, cuando Cristo sea madurado en hombres espirituales, en
nuestras vidas; Él va a resplandecer hacia fuera y vamos a poder
decir como dijo Pablo: “ya no vivo más yo, sino que Cristo vive en
mí”.

Al pararme delante ustedes esta noche, verdaderamente en mi


corazón, no quiero que vean un hombre negro de Estados Unidos. No
quiero que vean mi ropa, no quiero que miren mis zapatos. Yo vengo
a mostrarles a Jesucristo; eso es todo lo que quiero hacer. Sí, quiero
que sólo escuchen una voz. No me interesa que vean una cara,
quiero que oigan una voz y que sepan que es la voz de Dios. Esta
noche les digo: que esta es Palabra de Dios. Es mi primera vez en
Chile, no tenía ningún pensamiento de venir a Chile. Chile nunca se
me había aparecido, pero Dios está haciendo algo en América Latina,
Él está trayendo un mover en América Latina como en ningún otro
lugar…”

Hay que buscar a solas al Señor. Cuando me enfoqué con mi mente,


Él me comenzó a hablar. Si tu corazón está sediento y hambriento de
justicia, Jesús lo llenará según lo que ha prometido. De tu vientre va
a fluir ríos de agua viva. Dios es fuego consumidor. Multitud de
chilenos están esperando. Los drogadictos, las rameras y toda clase
de gente mundana, no quieren nada de las iglesias modernas, pero
quieren ver el poder de Dios. La creación está esperando el poder de
Dios para destruir las obras del diablo. La Palabra de Dios es viva y

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eficaz y más cortante que espada de dos filos (Hb. 4.12). Deben
mantener su integridad, ustedes no serán sacudidos. Yo les digo en
este día:

Yo vengo a ustedes no con sabiduría humana; vengo en el poder de


Dios, declarándoles la Palabra de Dios, para que su fe no permanezca
en la sabiduría humana sino en el poder de Dios.

Les digo hoy a ustedes estas son las palabras que el Espíritu de Dios
me ha dado para exhortarlos a ustedes, como dije antes el Señor me
envió, no vine por mi propia cuenta, una iglesia no me envió; el
Señor me ha enviado a tantos lugares que yo ya he dejado hace
tiempo de pedirle a la iglesia para ayudarme para poder ir… no he
venido esperando nada, mi gozo es entregar la Palabra que Jesús me
dijo que yo librara. Amén.

Jesús me dijo: “El problema en las iglesias es que todavía


tienen el espíritu de Babilonia dentro de ellas”. Creo que es
importante para que todo el pueblo de Dios haga inventario para ver
dónde está parado, dónde están sus prioridades. ¿Son las cosas de
este mundo o son las de arriba? Todas las cosas del mundo van a
pasar.

Gentileza del pastor Guillermo Castillo Seleme, de Arica Transcripto por su


servidor Armando Pérez Cárdenas, de la Comunidad Cristiana Casa de Gobierno
del Reino de Dios de Calama, Chile.

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