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No más poder de montoneras irracionales

El uribismo es una fuerza política en Colombia diseñada para funcionar


subyugada y Álvaro Uribe arriándolo. La estructura es tan perfecta para los
propósitos del mandatario que nadie más cabría en ella. Es una especie de
vestido hecho a la medida. Hay diferencia muy marcada con partidos como el
liberal, Polo o el conservador que tiene dentro de si, como auto alimentarse y
una identidad propia y su estructura es “toda talla”. Los candidatos, si es el
caso, es posible producirlos industrialmente y cada cual con su propio
pensamiento que le permitiría hacer propuestas nuevas. La U, según su
candidato, no será un partido autónomo, sino dependiente de la ambigüedad
Uribe. Ante cualquier eventualidad que se llegase a presentar tendría que
consultarlo y sentarse a esperar a ver si les dan permiso o no de actuar. El
antiguo y anacrónico uribismo sin Uribe no es Uribismo. “Un equipo de fútbol
sin futbolistas no es quipo de futbol”. En las intervenciones públicas el ex
ministro Santos, está dedicado a llamando para conformar una gran coalición
de los antiguos grupos uribistas y de otros inexistentes. Pero, todos deben
hacer fila detrás de él. La debilitad que debe sentir debe ser tenebrosa.
Vargas Lleras, no irá a ninguna coalición porque lo primero que el exige es
espacio para aplicar sus propias tesis políticas y con Santos no lo hallará.
Para Vargas, Uribe es cuestión del pasado, una etapa del gobierno nacional
que en pocos días llegará a su final y que es deber de los colombianos
superarla.

Los aspirantes al Congreso ya no podrán utilizar la imagen del Presidente


como mascarón de proa porque muy poco les va a servir. No lo tendrán y
ellos buscaban el poder. Gracias a esta especie de patrocinio presidencial, se
vieron las cosas más sucias y pervertidas en esa corporación en toda su
historia y los niveles de intelectualidad y raciocinio bajaron a cero. Entre ellas
la “parapolítica”, la “feria de las notarias” y el abuso de poder con la
aprobación de leyes, violando todas las normas o acomodándola a intereses
privados. La ausencia de Uribe, como valor de respaldo electoral, es donde
estará el bajón para el Uribismo. No podrán mostrar la cara del presidente,
tendrán que ir con la propia y ahí es donde radica el problema. Un ejemplo
que se ve en Santander en este último aspecto es el PIN, partido con sus
fundadores en la Picota y sus esposas reclamando senado a nombre de Uribe
porque los apresados fueron fieles.

El fallo de la Corte Constitucional que tumbó la ley del referendo


reeleccionista abre nuevos escenarios y crean una nueva coyuntura en el
país. Esto va a ser totalmente diferente a las ultimas dos elecciones
presidenciales y de congreso. Ya no están como dice el propio Uribe, los
paramilitares intimidando la gente con sus armas si el voto no era para
determinadas personas. Elizabeth Ungar, directora de Transparencia por
Colombia dijo, y estamos de acuerdo con ella cuando dijo que, “en el
panorama se observa que ante la dispersión uribista fortalecerá en curules
partidos como el Liberal, Conservador y Polo Democrático. La gobernabilidad
con el próximo Congreso va a ser diferentes, pues ningún partido tendrá una
mayoría notoria y de esa forma nadie podrá aplastar a nadie, ni pasar por
encima de la ley y la constitución para beneficiar en particular. Es mejor así,
porque la gananciosa será la democracia, el equilibrio y la igualdad que
habían hecho desaparecer. Jaime Zuluaga, catedrático de la Universidad
Nacional, consideró que el fallo dela Corte Constitucional cambió la
coyuntura política favorablemente, pues habrá una campaña más
equilibrada. Habrá una segunda vuelta. Para que no entregue al próximo
presidente un país tan descuadernado como está hoy Colombia, ex ministros
de hacienda, empresarios y trabajadores y sin el afán de la politiquería para
su provecho propio, tiene que dedicarse a solucionar la crisis social que vive
el país. El alto desempleo que llegó en el mes de enero del presente año al
14,6 por ciento a nivel Nacional, la pobreza en un 85 ciento, la inseguridad
en ciudades y pueblos en un nivel alarmantes, la salud moribunda y cargada
de vicios son muestras de la labor que dejo acumular en perjuicio de quienes
confiaron en él. Su tarea no es la de señalarle a su sucesor que debe o que
no hacer o mentirle a las gentes en el sentido que las obras y soluciones
quedarán presupuestadas para el año venidero. Uribe tiene el sol a las
espaldas, pero antes de que desaparezca tiene muchas cosas que solucionar.
El nombre de Álvaro Uribe, con todos los problemas que tenemos no aglutina
y caminando hacia la desaparición de su gobierno, menos.

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