POLITICA DEPORTIVA Y SUS BENEFICIOS EN OTROS PAISES
Por: Braulio C. Incencio
Es mi propósito en este artículo analizar
la política deportiva y sus beneficios en
países como México y España y los
actores directos que intervienen para
lograr desarrollo tales como organismo
gubernamentales, instituciones y empresa
privada.
Pero, para poder entender a profundidad
lo que deseo, plasmar es oportuno definir
que se entiende por política deportiva son
lineamentos esbozado por el Estado en
materia de actividad física y recreación
Aclarado este concepto puedo señalar
hablar de deporte para el común de las
personas es estética, cuerpos bien
formados, fortaleza, salud y la mejor
oportunidad para perder peso. Todo esto
es cierto, pero si se investiga más a fondo,
los beneficios son algo más que esto.
La Organización Mundial de la Salud ha
dicho que hacer actividad física de forma
continuada prolonga la longevidad y
protege contra el desarrollo de
enfermedades cardiovasculares, ataques
cardíacos, obesidad, hipertensión, y
algunos tipos de cáncer.
La medicina física también ha logrado
demostrar que ayuda a mejorar el nivel
psicológico y a afrontar la vida con más
optimismo y energía, porque aumenta la
autoestima del individuo.
Esto, principalmente se aplica a los
adultos, pero en el caso de los niños y
10 de septiembre de 2009
jóvenes los beneficios de practicar
deporte son muchos, entre los que se
puede mencionar: le enseña a seguir
reglas; a superar atavismo, la timidez o a
frenar impulsos excesivos; a ser más
colaborador y menos individual, ya que
tendrá que respetar normas, los turnos y
la autoridad; a tener responsabilidades y
obligaciones que cumplir; aumento
generalizado de movimientos
coordinados, aumenta su crecimiento y
puede corregir posibles defectos físicos,
estimula la higiene y la salud.
Aunque se ha avanzado y esto lo
reconocen los Estados, es indudable que
Latinoamérica en su gran mayoría tiene
ineficientes políticas públicas en deporte,
lo cual se refleja en la continuidad de
viejos paradigmas que mantienen a esta
actividad humana anclada en el
subdesarrollo.
Prueba de esto es que por general en estos
países se habla de crecimiento económico
sostenido, reducción de pobreza y
desarrollo humano, los cuales son
atribuidos a las tan cacareadas
modernización y globalización mundial,
mientras que la materia deportiva solo se
concibe, para algunos, como una forma
de entretenimiento y no como una
necesidad humana.
Ante esta realidad, es necesario
comprender la importancia del deporte en
los países latinos y del porqué no se
puede construir desarrollo deportivo sin la
intervención activa y decidida del Estado.
Esta intervención, en síntesis, está
enfocada en la promoción y definición de
procesos de transformación social que
consoliden el deporte. Es por ello que
Latinoamérica necesita estructuras
estatales y legales fuertes, además de
facilitarle a un mayor número de
personas, de manera que se contribuya en
la formación de las diferentes disciplinas.
Pero para que esto se logre, es
indispensable que el Estado deje de
utilizar, por ejemplo, los medios de
comunicación para hacer proselitismo
político y ensalsar su gestión. Se debe
empezar a fomentar procesos educativos e
incentivar la producción deportiva propia.
Entre otras cosas, también definir e
implementar políticas deportivas públicas
focalizadas en la promoción del
desarrollo, lo cual es un gran reto que se
debe ejecutar a corto, mediano y largo
plazo, en donde este proyecto social esté
adelante del interés político.
México
Estas consideraciones introductorias se
reflejan en países como México, que ha
logrado positivos resultados en el deporte
sustentado en su “política deportiva”,
pero el propio presidente de la República
de ese país, Felipe Calderón, ha
reconocido que hace falta más.
El viernes 23 de enero de 2009, en la
explanada del monumento a Francisco I.
Madero, en la residencia de Los Pinos,
frente a atletas, entrenadores, federativos
y dirigentes deportivos y de salud, el
presidente dijo que establecería una
“Estrategia Nacional” en materia de
cultura física y deporte, para masificar la
práctica deportiva en beneficio de la
salud.
Ese día señaló algo que sin lugar a dudas
se repite en países como Honduras, El
Salvador y Panamá, por su puesto. “Se
necesita una estrategia articulada para
mejorar el deporte, que carece de cultura
extendida y compartida” y dejó en
evidencia la carencia de una política
deportiva nacional y la enorme brecha
que hay entre la comunidad deportiva; la
incomodidad entre autoridades
deportivas, de gobierno, deportivas de
otra índole, entre federaciones, entre
atletas y sector privado, o sector privado
y público.
Amarga situación que se vive también en
Panamá y que no contribuye en nada a
elevar el nivel de los atletas, por el
contrario, lo estanca e impide el
desarrollo.
México no ha logrado un desarrollo
deportivo pleno y si bien es cierto que es
uno de los 20 primeros países en tamaño
de población, no siempre está entre los 20
puestos en los medalleros deportivos de
las competencias.
Datos estadísticos proporcionados por la
embajada de México, señala que sólo el
5% realiza alguna práctica deportiva de
manera cotidiana. Es por ello, que uno de
los objetivos del Estado es que el deporte
sea un hábito en la vida de los mexicanos,
y darle nueva proyección a su sistema de
deporte de alto rendimiento.
Pero, ¿cómo se haría esto? La clave,
según los entendidos en materia
deportiva, está en realizar un programa en
los colegios del país, para que el deporte
sea considerado de suma importancia
como las otras asignaturas.
El presidente Calderón ha reconocido que
la infraestructura deportiva no
corresponde al tamaño de la población y
está decidido a empezar a mejorar dentro
de las escuelas las canchas deportivas y
cuadruplicó el presupuesto anual para el
deporte mexicano que es de 3 mil 500
millones de pesos.
En este país norteño los atletas, de
acuerdo con el gobierno mexicano,
tendrán garantizado entrenadores,
espacios y competencias adecuadas para
su preparación. También se le dará
seguimiento a los talentos y se creará un
mecanismo nacional de evaluación y
rendición de cuentas del Sistema
Nacional de Cultura Física y Deporte.
El propósito de esta iniciativa es que los
ciudadanos vigilen, conozcan los
objetivos que se buscan, resultados de las
instituciones públicas del deporte y el
desempeño de atletas y entrenadores.
España
Una cosa es México y otra muy distinta
es España. Es la realidad de América
frente a la de Europa. El gobierno español
aporta anualmente al Consejo Superior de
Deportes un presupuesto de 184 millones
de euros.
Un 18 ó 20% de esta cifra se dedica a
actividades deportivas para el desarrollo y
la paz, mientras que aproximadamente el
64% se invierte en el deporte de élite.
“Una gran parte del presupuesto dirigido
a las actividades del deporte para el
desarrollo y la paz se halla bajo la
jurisdicción de los estamentos
gubernamentales inferiores y no del
gobierno nacional. En la mayoría de los
casos, dado que las competiciones
internacionales de élite se celebran a
escala nacional, estos niveles inferiores
del gobierno hacen un mayor hincapié en
las iniciativas del deporte para el
desarrollo y la paz, que en el deporte de
élite”, según detalla el Consejo Superior
de Deportes.
También hay financiación procedente del
sector privado. No obstante, aunque el
gobierno español agradece la ayuda del
sector privado, el Consejo Superior de
Deportes no acepta que las empresas
financien, si sus productos o proyectos
están en conflicto con sus objetivos y
ponen como ejemplo, que una empresa
produzca alimentos poco saludables.
Siguiendo en la línea del deporte élite,
España se preocupa por la realización de
convenios de colaboración con países
como China, para promover esta
actividad en personas con discapacidad.
¿Cómo? Mediante el intercambio de
información, conocimientos y
experiencias sobre deporte paralímpico, la
lucha contra el dopaje, medicina
deportiva, acceso de la mujer al deporte y
accesibilidad en instalaciones deportivas.
Esto se ha hecho y ambos países
promueven acciones tendientes a mejorar
el rendimiento y los conocimientos de
deportistas y técnicos paralímpicos, a
través de la facilitación de hospedaje a
profesionales del otro país firmante.
En España se tiene bien claro los
beneficios de hacer deportes. Un artículo
interesante publicado por la organización
Green Cross España, plantea que la
actividad física está vinculada al
desarrollo sostenible y se señala que esta
actividad física como manifestación
cultural y social, “supone en esencia el
respeto a la vida, un respeto integral que
relaciona la mejora personal (física y
psíquica) con el entorno físico-natural”.
En consecuencia, se señala en el artículo,
hay una directa relación entre el deporte y
el medio ambiente, toda vez que para
practicar se requiere la utilización de los
recursos naturales.
“El deporte puede colaborar en la
minimización de afecciones ambientales
desarrollando actividades sociales, tanto
en la construcción y gestión de
instalaciones e infraestructuras deportivas
como en la organización
de acontecimientos y competiciones
deportivas. El deporte puede transmitir a
la sociedad valores de desarrollo
sostenible, gracias a su gran poder de
difusión”, explica la organización Green
Cross España.
El sentido filosófico de esta organización
se basa en que el deporte fomenta la
calidad de vida y no hay calidad de vida
sin calidad ambiental. También la
capacidad de integración social y que sólo
existe una completa integración social y
cultural en la sostenibilidad como motriz
del desarrollo.
A nivel cultural la educación física y la
educación ambiental, sostiene Green
Cross España, tienen la misma base
ideológica y, en consecuencia, “nacen de
la misma fuente de valores, cooperación y
solidaridad”.
Por lo antes puesto podemos afirmar que
el deporte en todas sus manifestaciones se
constituye del sistema educativo en estos
países y su practica en el mantenimiento
de la salud y a su vez es un factor
corrector de desequilibrio sociales que
contribuye al desarrollo de la igualdad
entre los ciudadanos, crea hábitos
favorecedores de la inserción social y así
mismo, su practica en equipo fomenta la
solidaridad.
Todo esto conforme al deporte como
elemento determinante de la calidad de
vida y la utilización activa y participativa
del tiempo de óseo en la sociedad
contemporánea.
Por tanto nuestro países deben de
continuar y perfeccionando para lograr un
mayor aporte al financiamiento y
desarrollo de las políticas deportivas para
la felicidad plena de toda la sociedad.
El futuro y la esperanza del deporte en
nuestros países latinos esta hacer del
mismo un derecho del pueblo como está
plasmado en otros país hermano y vecino
nuestro.