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Introducción
San Agustín es uno de los santos más notables que ha tenido la Iglesia y uno
de los hombres más sabios del cristianismo. Después de una vida apartada de
Dios se bautizó, llegando a ser obispo d Hipona, en el norte de África. escribió
mucho y tiene un libro especialmente sugestivo: Las Confesiones, donde
cuenta su conversión y proclama el anhelo de Dios inscrito en el corazón de la
criatura:
El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, que ha sido creado
por Dios y para Dios; Dios no deja de atraer al hombree hacia sí, y sólo en Dios
encuentra la paz, la verdad y la alegría, que no cesa de buscar. El hombre es
un ser religioso. Como decía San Pablo en Atenas, "en Dios vivimos, nos
movemos y existimos" (Hechos 17, 28).
El hombre puede conocer la existencia de Dios por dos caminos: uno, natural, y
otro sobrenatural. El camino natural para conocer a Dios tiene como punto de
partida la creación, es decir, las cosas que nos rodean. Con la sola luz de la
razón, el hombre sabe que ni las cosas ni él tienen en sí mismos la razón de
ser, porque han tenido principio y tendrán fin: son seres contingentes, seres
creados y dependientes. Por eso, a través de lo creado, el hombre puede llegar
al conocimiento de la existencia de Dios, creador, ser necesario y eterno, causa
primera y fin último de todo.
8. Conocer la Biblia
Curso de Catequesis. Don Jaime Pujol Balcells y Don Jesús Sancho Bielsa.
EUNSA. Con la autorización de Don Jesús Sancho
SUGERENCIAS METODOLÓGICAS
1. Objetivo. Pensar en esta frase de San Agustín: "Nos hiciste, Señor, para ti, y
nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti".
2. Actividades.-Sacar por impresora el texto. Cada alumno lo subraya y
contesta a estas preguntas:
CATECISMO
Las partes principales de la doctrina cristiana son tres: las verdades que
debemos creer; los mandamientos que debemos cumplir; y los medios que
debemos emplear para santificarnos: que son, principalmente, la oración y los
Sacramentos.
Debemos creer las verdades que Dios ha revelado y la Iglesia nos enseña.
Llamamos Tradición divina a la palabra de Dios que fue transmitida de viva voz
por los apóstoles de la Iglesia.
ORACIONES
Al signarse
Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María,
Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra
muerte. Amén.