Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
SÍNTESIS CONCLUSIVA..........................................................................8
NOTAS............................................................................................................11
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................12
1
INTRODUCCIÓN: UN PENSADOR SECULAR
“La técnica es una nueva forma de esclavitud. Toda la informática es una inteligente
cadena de esclavos. Somos todos esclavos: de los medios y de los nuevos medios.
Esclavos, pero no como en la antigüedad, sino en un modo más refinado: somos
esclavos creyendo ser amos. Tanta información, demasiada información, no da tiempo
para pensar. Y esto les deseo: que no se dejen atrapar por las redes de Internet, que
aprendan a reconocer los límites, de sí mismos y del propio saber. Y finalmente, que
ojalá renuncien a tener la última palabra.”
Quien hacía estas declaraciones para un periódico alemán el 11 de febrero del año 2000,
rodeado de libros, cartas, amigos y discípulos en su casa de Heidelberg, acababa de
cumplir sus primeros lúcidos, preclaros cien años. Hans-Georg Gadamer fallecería dos
años más tarde, a pocas semanas de haber publicado su último libro, Lección de un
siglo, en el que mantenía una conversación con el italiano Ricardo Dottori. Testigo de
un siglo verdaderamente difícil, la agencia alemana DPA recogió su pensamiento en
relación con los atentados en USA del 11-S, a los que definió como “nihilismo
filosófico”, agregando, “que la única frase que quiero defender sin reservas es que los
hombres no pueden vivir sin esperanza”.
2
EXISTIR COMO INTERPRETAR
Gadamer sostenía que siempre tenemos preconceptos y que la clave del trabajo honesto
no estaba en eliminarlos sino en hacerlos explícitos y someterlos a crítica. El
iluminismo rechazaba los prejuicios y tenía por meta eliminarlos definitivamente, pero
Gadamer veía su lado positivo, el que nos permite hacer posibles las interpretaciones. El
trabajo de interpretación, entonces, se transforma en la ruta por la cual se renuevan y
corrigen nuestros preconceptos.
3
Dilthey (1833-1911) ubica el ámbito de la hermenéutica en los textos escritos. Pregona
la validez universal de la interpretación, poniendo en pie de igualdad las ciencias del
espíritu y las ciencias naturales, reclamando para las primeras la misma objetividad y
rigurosidad científicas. Es quizás con Nietzsche que se exprese más radicalmente el
carácter interpretativo de la existencia humana y del mundo en general, al negar
totalmente la posibilidad de una verdad absoluta.
4
Impartió clases de filosofía en casi todas esas universidades, llegando a cubrir el cargo
de rector de la Universidad de Leipzig, después de la 2da Guerra Mundial, cuando esa
zona de Alemania se hallaba bajo ocupación militar soviética. Tras su jubilación en
1968, Gadamer prosiguió su labor intelectual y recibía con frecuencia a discípulos y
estudiosos en su residencia del barrio de Ziegelhausen, en Heidelberg.
Durante toda su vida se sintió identificado con las ideas de Platón, a quien dedicó su
tesis doctoral, y sobre quien escribió La ética dialéctica de Platón (1928) y el tratado
La idea del bien (1978). El presidente de Alemania, Johannes Rau, elogió a Gadamer
como uno de los grandes filósofos del siglo XX, destacando que a pesar de que nunca
hizo alarde de su propia persona, o quizás precisamente por eso, la influencia de su
pensamiento fue enorme.
Hans-Georg Gadamer publicó en vida más de veinte tratados sobre filosofía, infinidad
de artículos y contribuciones a revistas filosóficas. Sin embargo, es recordado
principalmente por su monumental obra Warheit und Methode (Verdad y método,
1960). En ella, a través de conversaciones con filósofos como Dilthey, Husserl y
Heidegger se interroga críticamente sobre las formas del entender. Verdad y método
comprende tres secciones: 1) Esclarecimiento de la cuestión de la verdad desde la
experiencia del arte; 2) Expansión de la cuestión de la verdad a la comprensión de las
ciencias del espíritu; 3) Lenguaje como giro ontológico de la hermenéutica.
A Gadamer le fascinaba esa relación tan peculiar que se da entre el hombre y el arte.
Decía que si existía algún modelo prototípico para poder comprender el sentido de la
experiencia hermenéutica, ese era el arte. De allí que la primera sección de Verdad y
método esté dedicada a la experiencia del arte. En esos primeros capítulos intenta
demostrarnos que en las ciencias del espíritu no sólo desempeñan un importante papel
para la ciencia y el método, sino también y principalmente por la presencia misteriosa
que una obra de arte posee tanto como las cuestiones de la metafísica y de la religión.
5
Gadamer critica la manera moderna de entender el arte como hecho separado de la vida
total del hombre, que nada tiene que ver con las cuestiones de lo verdadero y lo falso.
Planteada como una experiencia extra-metódica de verdad, la obra de arte se constituye
como un mundo de apariencias opuesto al mundo del conocimiento y de la ciencia.
Sobre esa base va a esbozar el autor una hermenéutica de las ciencias humanas que
defiende su pretensión de verdad, intentando mostrar que en este ámbito la pertenencia a
una tradición y la existencia de prejuicios, no son obstáculos a superar, sino que tienen
un carácter productivo que posibilita la comprensión de sentido. Mucho antes de llegar
a la autocomprensión, comprendemos según esquemas irreflexivos, de modo que más
nuestros prejuicios que nuestros juicios constituyen nuestra esencia. Para el iluminismo,
autoridad y razón son mutuamente excluyentes, pues distinguía dos tipos de prejuicios:
los procedentes del mismo individuo y los que derivan de la autoridad. De esta manera,
la autoridad parece representar el ángulo opuesto a la razón, algo que Gadamer niega.
Por ello señala la necesidad de rehabilitar la autoridad y la tradición, para recuperar los
prejuicios.(6) Este aspecto de su pensamiento fue muy criticado por Apel y Habermas,
quienes acusaban a Gadamer de conservadurismo. De todas maneras, la doctrina de la
tradición sirve para demostrar que el hombre no puede llegar a estar libre de toda
6
ligazón con el pasado, y que la tradición es un momento fundacional de la actitud
historiográfica.
Comprender, explicar, interpretar, son los tres momentos sucesivos del trabajo
hermenéutico. Aunque el tercer momento (interpretar=aplicar) fue excluído durante el
romanticismo, Gadamer lo recupera como parte esencial y determinante del trabajo. La
aplicación supone la actualización del pasado sobre el presente, sobre cada presente, por
lo que hace de la comprensión un proceso infinito.
La tercer parte de Verdad y método está dedicada al estudio del lenguaje. Para Gadamer
todos los elementos de la experiencia hermenéutica son posibles sólo en virtud del
lenguaje y en el lenguaje. El diálogo hermenéutico es posible gracias a un lenguaje
común, que une texto e intérprete. En su proyecto de universalización de la
hermenéutica, va a tomar como hilo conductor la reflexión del lenguaje, como punto de
partida de toda disquisicón filosófica. Gadamer pone en cuestión el modo en que
tradicionalmente se ha abordado el lenguaje desde la forma de la proposición, es decir,
desde el presupuesto de que su función principal y primaria es la enunciación. Gadamer
se pregunta, ¿se agota lo que el lenguaje realmente quiere decir en lo que de hecho dice?
¿Del silencio, lo no dicho, no pertenece al lenguaje, al menos en igual medida que lo
dicho?
El lenguaje se convirtió, en las primeras décadas del siglo XX, en uno de los temas
fundamentales de estudio de la filosofía, al atribuírsele la capacidad configuradora de lo
que es el ser humano o al considerarlo como la forma en que se expresa el
conocimiento. En realidad, la filosofía se ocupó desde sus orígenes por los problemas
7
relativos al lenguaje, aunque sólo en el siglo XX se ha producido un giro, una profunda
variación, en cuanto a la concepción de éste por parte de aquélla: lo que se ha dado en
llamar el “giro lingüístico” (según R. Rorty) o el “cambio de marcha” (según J. Ferrater
Mora). (7) Siempre la filosofía tradicional había tratado el lenguaje como un
instrumento y vehículo de comunicación y de conocimiento, y nada más. A partir de las
investigaciones lingüísticas inspiradas en la Ilustración y en el Romanticismo alemán de
Herder y Humboldt, comenzó a verse al lenguaje como un elemento estructurador de lo
que es el hombre y a la vez realidad primaria en la que el hombre se halla inmerso y
anterior a él, de manera que la comprensión que el hombre alcanza del mundo y se sí
mismo no puede hacerse sino por medio del lenguaje.
SÍNTESIS CONCLUSIVA
La hermenéutica de Gadamer puede ser entendida como una reacción en dos sentidos:
una reacción en contra de un historicismo relativista que encierra a los actores dentro de
una visión de mundo determinada y, por otro lado, una reacción en contra del prestigio
sobrecogedor de las ciencias naturales y la insistencia en una metodología inspirada en
dicho prestigio. Agregamos a estas dos, una tercer reacción: la crítica contra el
idealismo alemán y su tradición romántica.
8
En su libro “La lógica de las ciencias sociales”, el filósofo Jürgen Habermas dedica un
capítulo a comentar Verdad y método. Dice este autor que si bien es cierto que los
prejuicios tienen un papel importante en la formación del conocimiento, en última
instancia este rol se da en una etapa temprana y transitoria, ya que gracias a la reflexión,
uno puede acceder a un conocimiento propio que no requiere el prejuicio. Una vez que
la estructura de prejuicios se hace transparente gracias a la reflexión, estos prejuicios se
disuelven. En otras palabras, la reflexión nos emancipa del recurso de las ideas
inculcadas. En cuanto a la reinvindicación que Gadamer hace de la autoridad, dice
Habermas que autoridad y conocimiento no convergen sino que apuntan en distintas
direcciones. Autoridad en última instancia está vinculada con un sistema de premios y
castigos. Autoridad tiene que ver con obediencia y dominación. Una reflexión que actúa
dentro de los límites de aquello que está convalidado por la autoridad carece de poder,
es una reflexión encadenada y estéril.
9
El lenguaje pone así una dimensión completamente nueva. No nos libramos del
horizonte ni adoptamos un horizonte libremente, sino que estos horizontes forman un
lenguaje que nos constituye y que nos permite comprender significados.
El ser que puede ser comprendido es lenguaje. Todo comprender es interpretar y toda
interpretación se da en medio del lenguaje que se abre a lo otro. Tener lenguaje es tener
mundo, porque no lo dominamos como la ciencia a los objetos, ni lo creamos
conscientemente, pues ya estamos en él. El lenguaje es así no un mero instrumento sino
el mundo en que vivimos desde el comienzo.
10
NOTAS
1) Entre los helenos, herme personificaba al espíritu del cruce: se podía manifestar
en cualquier tipo de intercambio, transferencia, transgresión, trascendencia,
tránsito, o travesía, todas ellas actividades que involucran algún tipo de cruce, en
cierto sentido. Esto explica su relación con las transiciones en la propia suerte,
con los intercambios de bienes, palabras e información implicados en el
comercio, la interpretación, la oratoria y la escritura. (fuente;
www.wikipedia.org/wiki/hermes)
11
BIBLIOGRAFÍA
12