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B oletín de Patrimo nio Histór ico nº 7 • página 1 4

Restauración de la ermita de Ntra. Sra. de la Encarnación.


Tenoya, Las Palmas de Gran Canaria
Pedro J. Bola ños Arma s. Arquitecto

La ermita de Nuestra Señora de la Encarna- Ortofotografía y mapa de localización


del m unicipio de Las Palmas de Gran Can aria.
ción de Tenoya se encuentra en la falda del ba-
rr anco de Teno ya, junto al camino real que
comunica la capital de la isla con la ciudad de
Gáldar, única vía de comunicación entre estos mera ampliación de la fábrica, aproximadamente
lugar es durante muchos años. hasta la altura de la puerta later al del edificio
actual. Finalmente, hacia 1820 se produce otra
Junto a ella nos encontramos el trapiche o ampliación que daría lugar a la configuración
ingenio de Tenoya, molino utilizado para extraer actual.
el jugo de la caña de azúcar de las haciendas
que desde los inicios el siglo XVI se encontra- A mediados del siglo XX, según testimonio
ban ya en estos parajes, concretamente el vín- reco gido de alguno s vecinos que lo recuer-
culo fundado por Bernardino Lez cano y del dan, se hiciero n obras en el edificio para la re-
que to davía quedan algunas señales. novación de su pavimento, extrayendo las losas
de cantería originales y sustituyéndolas por un
Este templo fue la sede de la parroquia del pavimento hidráulico, muy común en la época.
mismo nombre desde que fue erigida hasta la Algunas de estas lo sas de canter ía fuer on
mitad del pasado siglo XX, en que se tr asladó reutilizadas en el banco de mamposter ía que
al nuevo templo co nstruido junto a la car retera se encuentra en los laterales de la ermita.
general. Desde entonces, el uso de la ermita se
ha visto reducido pro gresivamente, aunque El edificio cuenta con tres cuerpos diferen-
siempr e ha permanecido en la memoria colec- ciados: la nave, cubierta a dos aguas, con es-
tiva de los pobladores de Tenoya. tructura de pares, nudillos y tirantes de madera;
el cuerpo corr espondiente al pr esbiterio , re-
suelto con un volumen de mayor altura que
Antece dentes hist óricos sobr esale de la nave, rematando la cubierta
con un faldón perpendicular al eje principal,
Aunque no podemos precisar la fecha exac- quedando esta parte con cubierta a tres aguas;
ta, hay constancia documental de que, desde y por último, un cuerpo más bajo que los ante-
1533, había un clérigo encargado de atender riores, con cubierta plana so bre estructura de
los cultos en Tenoya, probablemente en un al- madera, donde hoy se ubica la sacristía, y que
tar que se constr uyó en el lugar que ocupa la presenta los elementos más antiguos del edifi-
ermita que conocemos, posiblemente en lo que co, co mo son la cantería labr ada de la v entana
hoy es la sacristía. y la puerta.

Las referencias documentales más antiguas Arriba, Facha da princi pal y lateral sur de la er mita. De bajo,
venta na de la actual sa cristía, u no de los elemento s más
se refieren a este templo como la ermita de San Intervención antiguos de l a constr ucción. Abajo, l as difer encias de la
Pedr o de Tenoya. A finales del siglo XVII un manpo stería en tre los m uros de a mbos lado s de la puerta
indic an una am pliación del edificio.
terrateniente dona a la ermita una imagen de En el momento de iniciar las obras se en-
Nuestr a Señora de la Encarnación, momento a contraron múltiples deterioros en el edificio,
partir del cual esta advo cación fue ganando principalmente po r efecto de la humedad, tan-
popularidad entre los fieles hasta llegar a ser to en la cubierta como en los muros y so lados.
adoptada como la que daba nombre al templo
y a la parroquia. El proyecto de restauración planteaba afron-
tar estas patologías e intervenir en el edificio
Se tiene constancia también de que en 1701 para mejorar sus condiciones y recuperar su
se inicia un proceso de reedificación del tem- uso, deseo casi unánime de todo el pueblo de
plo , probablemente reparando los techo s y Tenoya. Una vez encargada por el Cabildo de
paredes, maltratados por la acción de las llu- Gran Canaria la dirección de las obras, fue ne-
vias y del paso del tiempo. Años más tarde, cesario actualizar la documentación e introdu-
alrededor del siglo XVIII, se produce una pri- cir las modificaciones pertinentes, derivadas de
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las nuevas normativas en vigor, especialmente machihembrado colocado so bre los pares y
en relación el Código Técnico de la Edificación. nudillos, que queda visto desde el interior. So-
breél seconformó unsandwich con aislamien-
to térmico, un panel de madera de aglomerado
Crite rios hidrófugo y un sistema de planchas o nduladas
como sistema de impermeabilización sobre las
El mo do de proceder en una restaur ación que se colo caron las tej as. De esta manera
de este tipo debe procurar la salvaguarda de quedó reconstruida la cubierta, manteniendo
todos los elementos que sea posible. Con esta su imagen visual interio r y exter ior, pero mejo-
máxima se iniciaro n las obras, en base a la ac- rando significativamente sus condiciones tér-
tualiz ación de un proyecto ya redactado. En micas, de impermeabilización y de resistencia
ocasio nes, como es el caso que nos ocupa, la al fuego.
observ ación directa y detallada que posibilita
Los muros de la ermita, especialmente los
dos principales, se encontraban estructur al-
mente en buen estado. Aún así, dado que se
iba a actuar en la estructura de la cubierta, se
reforz ó la parte superior de los muros con una
correa de hormigón armado para conso lidar-
lo, mejo rar las condicio nes de apoyo y repartir
mejor las cargas aportadas desde la cubierta.
Una vez consolidado se pudo volver a montar
la estructura de pares y nudillos de la cubierta.

El edificio presentaba muchos problemas


de humedades ascendentes que se atacaron
durante la obra. El muro sur recibía un aporte
significativo de aguas pluviales de la escorrentía
de la ladera donde se ubica la ermita. Para im-
permeabilizar la base del muro se realizó una
zanja por el exter ior, así co mo la ejecución de
un drenaje. Una vez terminadas estas obras se
procedió al tratamiento de protección de los
la ejecución de los trabajo s descubre aspec- paramento s mediante pro ductos de imper-
tos que no fuero n observado s durante la re- meabilización.
dacció n del proyecto y que es imprescindible
acometer; por ej emplo, el pésimo estado del El pav imento existente, que como ya se ha
tejado, de las tablas de la cubier ta y de los señalado databa de mediados siglo XX, se en-
pares y nudillos y otros elementos de la es- contraba en mal estado; por ello, la dir ección
tructura. Todas estas circunstancias obligaron facultativa decidió modificar la solución pro-
a repo ner gran parte de estos elementos.. puesta en el proy ecto original, optando por un
pavimento de cantería de Arucas, con estudia-
Las normativas actuales imponían ciertos do despiece y pulido in s itu. Como paso pre-
condicionantes que colisionaban en cier ta me- vio se realizó una losa de hormigón armado
dida con una obra como esta. Entre estos as- sobre una lámina aislante para garantizar la es-
En la cabecera de págin a, plano de situac ión del á mbito pectos, el más destacado es el relativo a la tabilidad y estanqueidad del nuevo pavimento.
urban o de la ermita. Debajo, vi sta inte rior del presbite rio y
del r etablo. Las otras dos fotografías muestran el esta do de resistencia al fuego de la estructura de made-
las m aderas de la cubi erta y de l encuentro de la nave ra, lo que obligaba a modificar la configuración
y el presbiterio al inicio de las obras.
constructiva de la cubierta, bien modificando la
estructura de par es y nudillos, aumentando la
secció n de los elementos o disminuyendo el
espacio entr e vigas, bien aligerando el peso de Esta actuación devolverá al inmueble su
la solución de cubierta. La primera alter nativa impor tancia sin modificar las car acte-
fue descartada casi inmediatamente, ya que rísticas originales más relevantes. Por
hubiera supuesto alterar muy significativamente tanto, co n la r estaur ación promov ida
la imagen interio r de la cubierta. por el Cabildo de Gran Canaria, lo s ve-
cinos de Tenoya recuperarán los valo-
La opción elegida, la segunda alternativa, res patrimoniales de este legado.
no suponía alterar la imagen y sí en cambio
conser var los elementos estructurales en esta-
do de uso. La cubierta fue recompuesta con un

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