ser causadas por situaciones externas de difícil control, como es el caso de intensas y prolongadas lluvias, tormentas, desbordamiento de ríos, esteros y quebradas, colapso de los sistemas de drenaje en las calles, etc. Aunque no se pueden prevenir del todo, es necesario estar protegidos lo mejor posible para enfrentarlas.
Más comunes, que las inundaciones de
origen climático, son aquellas que se producen al interior del edificio producto de situaciones tales como: roturas de cañerías debido al mal funcionamiento del sistema o producto de un terremoto; falla en los sistemas de drenaje; fallas en los sistemas de climatización; canaletas tapadas; techos en mal estado, ventanas y puertas rotas; trabajos de mantención o construcción y negligencias humanas, como dejar una llave de agua abierta, etc. ANTES DE UNA INUNDACIÓN
Contar con un Plan de Emergencia
conocido por todo el personal de la institución.
Evaluar el funcionamiento de muros de
contención, alcantarillas, sistemas de drenaje y estructuras similares para desviar y/o retardar las inundaciones.
Inspeccionar periódicamente los sistemas
de agua, electricidad, drenaje y aguas servidas.
Controlar la existencia de llaves de paso;
su ubicación de ser ampliamente conocida por el personal.
Mantener en buen estado los sistemas
e instalaciones del edificio, especialmente las áreas vulnerables al agua: techos, tragaluces, puertas, ventanas, cañerías, canaletas, sistemas de climatizacion, etc. especialmente antes de la temporada de lluvias.
Evitar el peso de cañerías en recintos
donde se almacenan objetos de valor patrimonial.
Almacenar los materiales por lo menos
a 15 cm. sobre el nivel del piso.
Colocar barreras para el agua (cubiertas,
láminas de plástico) en la parte superior de los estantes, si hay riesgo de inundación.
Proteger mediante contenedores (tales
como, estuches, cajas, gavetas, gabinetes, etc.)los objetos de mayor valor patrimonial para disminuir el efecto dañino de una inundación. DURANTE UNA INUNDACIÓN
Contactar al líder del plan de emergencia y
al equipo designado.
Contactar a los servicios de emergencia
correspondientes.
Cerrar las llaves de paso, cortar el suministro
eléctrico, proteger con plástico las colecciones.
Rescatar los objetos de mayor valor
patrimonial, si es seguro hacerlo y se cuenta con la autorización del equipo designado para la emergencia.
DESPUÉS DE LA INUNDACIÓN
Cuando los servicios de emergencia
permitan ingresar al recinto:
Actuar según las normas establecidas
previamente en el Plan de Emergencia.
Evaluar la situación y las necesidades.
Registrar por escrito y fotográficamente toda
la situación, los objetos dañados, las actividades y los gastos.
Estabilizar el ambiente:
Asegurarse que la electricidad esté
apagada.
Proteger los materiales que no estén
dañados. Garantizar la seguridad del lugar ante robos y saqueos.
Extraer el agua con bombas.
Utilizar ventiladores y deshumidificadores
para alcanzar y mantener niveles ambientales adecuados. Si es posible colocar medidores de temperatura y humedad relativa.
Solicitar ayuda de personal especializado
en recuperación de materiales dañados (conservadores).
Preparar la remoción de los materiales
dañados por el agua.
Trasladar los materiales dañados hacia
áreas preseleccionadas de recuperación.
Clasificar los materiales en el área de
recuperación, según métodos de tratamiento.
Intervenir los materiales mojados según
indicadores del conservador.
Restablecer algún nivel de servicio para los
usuarios, en la medida de lo posible.
Evaluar la emergencia y la efectividad de
los sistemas de prevención y del plan de emergencia.
Elaborar un informe formal detallado para
presentar a las autoridades y para modificar lo que sea necesario en el futuro. PARA MAYOR INFORMACIÓN
www.onemi.cl
Mcllwaine, John. Prevención de
desastres y planes de emergencia - compendio de la IFLA, International Preservation Issues, N° 6, IFLA-PAC, 2006, París, Francia, 84 pp.