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El documento presenta una entrevista con Michel Foucault donde discute las prácticas sexuales como formas de creatividad e innovación. Foucault argumenta que la emancipación sexual no es tanto la revelación de verdades sobre el deseo, sino un proceso de construcción del deseo. Aboga por crear nuevas formas de relaciones y placer en lugar de descubrir identidades fijas. También defiende las prácticas sadomasoquistas y el uso de drogas como fuentes válidas de placer que expanden las posibilidades del cuerpo y la cult
Originalbeschreibung:
entrevista realizada a Michel Foucault, filósofo contemporáneo siglo XX
El documento presenta una entrevista con Michel Foucault donde discute las prácticas sexuales como formas de creatividad e innovación. Foucault argumenta que la emancipación sexual no es tanto la revelación de verdades sobre el deseo, sino un proceso de construcción del deseo. Aboga por crear nuevas formas de relaciones y placer en lugar de descubrir identidades fijas. También defiende las prácticas sadomasoquistas y el uso de drogas como fuentes válidas de placer que expanden las posibilidades del cuerpo y la cult
El documento presenta una entrevista con Michel Foucault donde discute las prácticas sexuales como formas de creatividad e innovación. Foucault argumenta que la emancipación sexual no es tanto la revelación de verdades sobre el deseo, sino un proceso de construcción del deseo. Aboga por crear nuevas formas de relaciones y placer en lugar de descubrir identidades fijas. También defiende las prácticas sadomasoquistas y el uso de drogas como fuentes válidas de placer que expanden las posibilidades del cuerpo y la cult
Michel Foucault (Entrevista). En sus obras, da a entender que la emancipacin sexual es menos la revelacin de las verdades profundas sobre uno mismo o su deseo que en un elemento en el proceso de delineacin y construccin del deseo. Qu consecuencias prcticas se derivan de esta precisin? Lo que quera decir es que el movimiento homosexual tiene ms falta de un arte de vivir que de una ciencia o un conocimiento cientfico de lo que es la sexualidad. La sexualidad forma parte de nuestro comportamiento, es un elemento ms de nuestra libertad. La sexualidad es obra nuestra - es una creacin personal y no la revelacin de aspectos secretos de nuestro deseo-. A partir y por medio de nuestros deseos, podemos establecer nuevas modalidades de relaciones, nuevas modalidades amorosas y nuevas formas de creacin. El sexo no es una fatalidad, no; es una posibilidad de vida creativa. Qu opinin le merece la extraordinaria proliferacin de las prcticas homosexuales masculinas, la sensualizacin de ciertas partes del cuerpo, hasta ahora ocultas o la aparicin de nuevos deseos? Estoy pensando, por supuesto, en los aspectos ms llamativos de lo que conocemos como circuito del cine porno, las salas sadomasoquistas o el fist-fucking? Verdaderamente, de lo que nos interesa hablar ms es de las innovaciones que llevan consigo estas prcticas. Consideremos la subcultura sadomasoquista: no creo en absoluto que esa multiplicacin de prcticas sexuales guarde ninguna relacin con la actualizacin o la revelacin de tendencias sadomasoquistas escondidas en el profundo de nuestro inconsciente. El sadomasoquismo es mucho ms; es la creacin efectiva de nuevas e imprevistas posibilidades de placer. La creencia de que el sadomasoquismo guarda relacin con una violencia latente, que su prctica es un medio para liberar esa violencia, de dar rienda suelta a la agresividad es un punto menos que estpida. Es bien sabido que no hay ninguna agresividad en las prcticas de los amantes sadomasoquistas; inventan nuevas posibilidades de placer haciendo uso de ciertas partes inusitadas del cuerpo, erotizndolo. Se trata de una suerte de creacin, de proyecto creativo, una de cuyas notas destacadas es lo que me permito denominar desexualizacin del placer. La
creencia de que el placer fsico procede simplemente del placer sexual y de
que el placer sexual es la base de cualquier posible placer es de todo punto falsa. Las prcticas sadomasoquistas lo que prueban es que podemos procurarnos placer a partir de objetos extraos, haciendo uso de partes inusitadas de nuestro cuerpo, en circunstancias nada habituales, etc.
O sea, idntica conclusin a la que llega cuando dice que deberamos
tratar de convertirnos en homosexuales y no limitarnos a reafirmar nuestra identidad homosexual. Justamente. Hay que renunciar al descubrimiento de la propia homosexualidad. As como su posible sentido? Exactamente. Debemos, ms bien, crear una forma de vida homosexual. Un convertirnos en homosexuales. Muchas de las cosas que dice recuerdan los intentos del movimiento feminista por definir una cultura y un lenguaje propios. Si, aunque no estoy seguro de que debamos crear una cultura "propia". Debemos crear una cultura, debemos llevar a efecto creaciones culturales, pero ah nos topamos con la cuestin de la identidad. La identidad es un asunto de diferenciacin y creatividad. No se trata de reconocer el ncleo firme que albergara en lo ms profundo de nuestro ser (por la simple razn de que no existe). Desconozco cmo debemos afrontar la realizacin de estas creaciones e igualmente las formas que adoptarn. Por poner un ejemplo, no me parece que la mejor forma de creacin literaria que puede esperarse de los homosexuales sea la narrativa homosexual. De hecho, jams se nos hubiera ocurrido decirlo. Sera partir de un esencialismo que debemos justamente eludir. Ciertamente. Qu se entiende por "pintura homosexual"?. No obstante, no me cabe ninguna duda de que a partir de nuestras opciones sexuales, ticas podemos crear algo que en cierto modo tenga relacin con la homosexualidad, que no debe ser la mera traduccin de la homosexualidad en la esfera de la msica, la pintura, etc. principalmente porque no creo que sea factible. La identificacin entre placer y sexo est pues superada.
As es. La posibilidad de hacer uso de nuestro cuerpo como fuente de una
pluralidad de placeres reviste una enorme importancia. Si nos atenemos a la construccin tradicional del placer, comprobamos que los placeres fsicos o carnales tienen su origen siempre en la bebida, en la alimentacin y en el sexo. A mi juicio, ah quiebra nuestra inteligencia del cuerpo, de los placeres. Es desesperante, por ejemplo, que no consideremos el problema de las drogas ms que desde el punto de vista de la libertad o de la prohibicin. Las drogas deben convertirse en un elemento cultural. Cmo fuente de placer? Por supuesto, como fuente de placer. Debemos conocer las drogas, probar las drogas; producir buenas drogas, que induzcan placeres intensos. El puritanismo que reina en relacin con las drogas - un puritanismo que obliga a estar a favor o en contra- es un craso error. Las drogas son parte integrante de nuestra cultura: igual que existe buena y mala msica, hay buenas y malas drogas. E igual que sera estpido decir que estamos contra la msica, es estpido decir que estamos contra las drogas. No se trata sino de sondear el placer y todas sus posibilidades. Exacto. El placer debe tambin formar parte de nuestra cultura. No est de ms sealar que desde hace siglos, la mayora de las personas - incluidos tambin mdicos, psiquiatras y hasta los movimientos de liberacin- vienen hablando del deseo, nunca de placer. "Debemos liberar nuestro deseo", afirman. No!. Debemos crear placeres nuevos: acaso surja entonces el deseo. Qu significado puede tener que algunas identidades se constituyan con base en las nuevas prcticas sexuales como el sadomasoquismo?. Esas identidades estimulan la exploracin de nuevas prcticas; preservan el derecho pleno del individuo a cultivar su identidad. Pero no limitan tambin sus posibilidades? Veamos. Si la identidad consiste en un juego, en un procedimiento para fomentar relaciones sociales y de placer sexual que determinen nuevos vnculos amistosos, entonces es til. Ahora bien, si la identidad se convierte en el problema capital de la vida sexual, si la gente cree que ha de descubrir su propia identidad y que esta identidad ha de erigirse en norma, principio y pauta de existencia; si la pregunta que se formulan de continuo es: "Acto de acuerdo con mi identidad?", entonces retrocedern a una especie de tica semejante a la de la virilidad heterosexual tradicional. Si hemos de pronunciarnos respecto a la cuestin de la identidad, hemos de partir de nuestra condicin de seres nicos. Las relaciones que debemos
trabar con nosotros mismos no son de identidad, sino ms bien de
diferenciacin, creacin e innovacin. Es un fastidio ser siempre el mismo. No debemos descartar la identidad si a travs de ella obtenemos placer, pero nunca debemos exigir esa identidad en norma tica universal. Cules son las diferencias entre ese juego de estrategias en la sexualidad y en las relaciones de poder? La prctica del sadomasoquismo termina por introducir un placer, que a su vez hace nacer una identidad, razn por la cual el sadomasoquismo es una autntica subcultura; es un proceso inventivo. El sadomasoquismo consiste en la utilizacin de una relacin estratgica como fuente de placer (de placer fsico), hecho este, el de hacer uso de las relaciones estratgicas para proporcionar placer, que se ha producido en otras ocasiones. Ya en la Edad Media, la costumbre del amor cortesano, con el trovador, el cortejo entre la dama y el galn etc., era tambin un juego de estrategias. Tipo de juego que puede advertirse actualmente entre los jvenes que frecuentan las salas de baile los sbados por la noche; incorporan relaciones estratgicas. El inters radica en que la esfera heterosexual, las relaciones estratgicas preceden al sexo; se justifican para llegar al sexo. En el sadomasoquismo, por el contrario, las relaciones estratgicas son parte integrante del sexo, un convenio de placer en el marco de una situacin especfica. En el caso, las relaciones estratgicas son relaciones ntidamente sociales que afectan al individuo en tanto que miembro de la sociedad; mientras que en el otro lo que est en cuestin es el cuerpo. El inters radica precisamente en esa transposicin de las relaciones estratgicas que pasan del ritual corporal al plano sexual.