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ACUERDO Y SENTENCIA NUMERO 480

DEL 5 DE SETIEMBRE DEL 2000

Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala
Constitucional, resolvió plantear y votar la siguiente:
C U E S T I O N:
¿Es procedente la excepción de inconstitucionalidad deducida?.
A la cuestión planteada el Doctor SAPENA BRUGADA dijo: El abogado
Federico Ayala Servín se presenta a deducir, conjuntamente con una demanda
contencioso-administrativa, excepción de inconstitucionalidad contra los artículos 8 y 14
de la Ley N° 200/70, y contra el Decreto reglamentario del Poder Ejecutivo N° 6478/94
solicitando la inaplicabilidad de ambos cuerpos normativos.
En primer lugar, cabe recordar que el artículo 538 del Código Procesal Civil
dispone que: “La excepción de inconstitucionalidad deberá ser opuesta por el
demandado o el reconvenido al contestar la demanda o la reconvención, si estimare que
éstas se fundan en alguna ley u otro instrumento normativo violatorio de alguna norma,
derecho, garantía, obligación o principio consagrado en la Constitución”.
La ley es clara y no admite otra interpretación. La excepción de
inconstitucionalidad debe ser planteada al contestar la demanda o la reconvención a los
efectos de considerar si “alguna ley u otro instrumento normativo” resulta violatorio de
alguna norma, derecho, garantía, o principio consagrado en la Constitución. En el caso
que nos ocupa, es evidente que la excepción ha sido indebidamente planteada pues se la
ha deducido fuera del momento procesal previsto en la ley para hacerlo.
Por otra parte, cabe recordar que la acción y la excepción son remedios
intercambiables. La excepción es lo contrario de la acción. Es una defensa. Es la acción
del demandado dirigida a enervar el reclamo de su contraparte. La excepción de
inconstitucionalidad constituye un caso muy especial pero al fin y al cabo es una
excepción y no un recurso o cualquier otro tipo de impugnación dirigida contra
resoluciones judiciales. Tampoco corresponde iniciar excepciones autónomas de
inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia ni interponer excepción de
inconstitucionalidad dentro de un proceso con los argumentos de una acción de
inconstitucionalidad como en este caso lo hace el impugnante.
Por tanto, por las razones expuestas, corresponde rechazar la excepción deducida
e imponer las costas a la perdidosa. Así voto.
A su turno el Doctor LEZCANO CLAUDE dijo: En el presente caso se alega la
inconstitucionalidad de los artículos 8 y 14 de la Ley N° 200/70 y la del Decreto N°
6478, dictado por el Poder Ejecutivo en fecha 8 de noviembre de 1994.
Se sostiene que las normas mencionadas violan los artículos 16, 17, 47, 94 y 102
de la Constitución.
La Ley N° 200, del 17 de julio de 1970, “Que establece el Estatuto del
Funcionario Público”, dispone entre otras cosas, lo siguiente:
a) Los que ejercen cargos de confianza quedan exceptuados de la carrera
administrativa y de la pertenencia a los cuadros permanentes de la función
pública (cfr. art. 7° y 8°).
b) “Los cargos de confianza serán definidos en la reglamentación
correspondiente” (art. 8°, 2° párr.).
c) Los que ejercen cargos de confianza pueden “ser removidos libremente o de
acuerdo con el procedimiento previsto en las leyes que regulan el desempeño
de esos cargos” (art. 14).
La “separación del cargo” está prevista en la Ley N° 200/70 como una “medida
disciplinaria de segundo grado” para cuya aplicación se exige un sumario administrativo
previo (Cfr. Arts. 49 y 50).
Pero en relación con los funcionarios que ejercen cargos de confianza, la habilitación de
la libre remoción, que hace la ley, no debe entenderse como la posibilidad de aplicación
de una sanción disciplinaria sin sumario administrativo previo. Se trata de una excepción
que establece la ley en cuanto al procedimiento para la separación o remoción de ciertos
funcionarios públicos a fin de facilitar la disponibilidad de determinados cargos que por
sus características deben ser sujetos a un régimen especial. No existe, pues, en estos
casos violación de la garantía del juicio previo (Art. 17 CN.), ni del derecho a la defensa
en juicio (Art. 16 CN.), los cuales, en caso de que se considere necesario, se harán
efectivos accionando en sede judicial como lo ha hecho el peticionante.
Tampoco existe conculcación de los Arts. 46 y 47 CN., pues la distinción que
hace la ley no se basa en una discriminación desigualitaria.
En cuanto a los artículos 94 y 102 de la Constitución no debe olvidarse que el
“derecho a la estabilidad” consagrado en el primero de ellos, “queda garantizado dentro
de los límites que la ley establezca”; y los derechos laborales que el segundo de los
artículos mencionados extiende a los funcionarios públicos, están referidos a “los límites
establecidos por la ley”. No existe pues transgresión alguna de tales preceptos.
En cuanto al Decreto N° 6478/94, cabe mencionar como precedente que la Corte
Suprema de Justicia, en virtud del Acuerdo y Sentencia N° 256, del 18 de agosto de
1998, rechazó una acción de inconstitucionalidad por medio de la cual se cuestionaba la
constitucionalidad del aludido instrumento normativo.
Al respecto subsiste, sin embargo, el problema de su aplicabilidad tratándose de
una cuestión suscitada en el ámbito de la Justicia Electoral. Igualmente subsiste el
problema de la definición de los cargos de confianza en la reglamentación
correspondiente (Art. 8°, 2° pfo., Ley N° 200/70). Pero corresponde al Tribunal de
Cuentas dilucidar estos puntos.
Desde el punto de vista formal, esta excepción de inconstitucionalidad no se
encuadra en ninguno de los supuestos previstos en el artículo 538 del C.P.C., como lo
señala el preopinante. Hemos creído oportuno, sin embargo, referirnos a aspectos de
fondo ya que , de todos modos, estaba planteada una cuestión constitucional y al
respecto la opinión de la Corte, además de definitiva, es necesaria para la decisión que
deba adoptar el Tribunal interviniente.
En consecuencia, por los motivos de fondo y de forma mencionados
precedentemente, corresponde el rechazo de la excepción interpuesta. Es mi voto.
A su turno el Doctor FERNANDEZ GADEA, manifiesta que se adhiere al voto
del Ministro preopinante, Doctor SAPENA BRUGADA, por los mismos fundamentos.
Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante mí, de
que certifico, quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue:
VISTO: Los méritos del Acuerdo que anteceden, la CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, Sala Constitucional, R E S U E L V E:
RECHAZAR la presente excepción de inconstitucionalidad intentada.
IMPONER costas a la perdidosa.
ANOTAR, registrar y notificar.

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