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DIARIO DE CUBA
El mayor diario cubano en la red con artículos y noticias sobre Cuba y el Mundo

Selección de las principales noticias y artículos de DIARIO DE CUBA, publicación digital editada en Madrid

Excarcelado el periodista Oscar Sánchez Mádam tras cumplir su condena


El periodista independiente Oscar Sánchez Mádam fue excarcelado este domingo tras cumplir su condena, informó Radio Martí.

"Los tres años que pasé en cautiverio fueron los peores años de mi vida", dijo el disidente en declaraciones a la emisora desde
Matanzas, donde reside. "Vi golpizas, vi a presos comunes cortarse las venas, los tendones, en señal de protesta, e incluso un motín
del destacamento de menores, algo horrible", recordó.

Sánchez Mádam fue sentenciado a tres años en abril de 2007, bajo el cargo de "peligrosidad social predelictiva", que las autoridades
suelen utilizar para encarcelar opositores.

Dijo que continuará "ejerciendo el periodismo libre y promoviendo la defensa de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos", y que no abandonará la Isla "bajo ningún concepto".

"Si los comunistas quieren, que me asesinen o que me vuelvan a encarcelar, pero continuaré defendiendo la libertad de expresión y la
de todos los cubanos", advirtió.

Bachelet habló con Fidel Castro sobre los presos políticos cuando viajó a la Isla
El presidente del Partido Socialista de Chile, senador Fulvio Rossi, reveló el sábado que la ex presidenta Michelle Bachelet expresó a
Fidel Castro su "preocupación" por los presos políticos en la Isla, como parte de algunas "gestiones secretas" de la ex mandataria,
informó ANSA.

El parlamentario dijo que eso ocurrió en febrero de 2009, en ocasión de la visita de la ex mandataria chilena a La Habana, cuando se
reunió brevemente y en privado con Castro.

En esa oportunidad, de acuerdo con el dirigente socialista, Bachelet manifestó su protesta por el apoyo del gobierno cubano a la
demanda marítima de Bolivia.

"La presidenta Bachelet —y esto me autorizó a decirlo— hizo muchas gestiones sin publicidad, como a ella le gusta, para que sean
eficaces, por la libertad de los presos políticos de conciencia en Cuba", dijo Rossi a radio Biobío de Concepción.

Según el parlamentario, se trató de "gestiones secretas" de la ex presidenta chilena, las cuales no se dieron a conocer "para evitar
problemas diplomáticos".

Rossi calificó como "un grave error" las críticas políticas que entonces recibió en Chile Bachelet, incluso desde dentro de la
Concertación, supuestamente por no haber tocado en su visita el tema de los presos políticos y la disidencia en Cuba.

Agresiones a las Damas de Blanco en La Habana y Banes


Turbas paramilitares volvieron a golpear y arrastrar a varias Damas de Blanco hasta un ómnibus, tras impedirles caminar por la
Quinta Avenida de La Habana, denunció este domingo Berta Soler.

Un grupo de 50 personas, dirigido por el coronel Ernesto Samper, esperó a las Damas a la salida de la Iglesia de Santa Rita para
agredirlas.

"A mi me dieron un piñazo en un ojo. Incluso había hombres repartiendo golpes. Nos cogieron por los pies y por la cabeza y nos
metieron en una guagua", añadió Soler.

Este domingo, sólo cinco mujeres pudieron acceder a la Iglesia de Santa Rita, pues la policía impidió a algunas salir de sus casas y a
otras les imposibilitó entrar al templo.

"Pedían el carnet de identidad a la gente que entraba a la iglesia. Si estabas en su lista, no te dejaban entrar", apuntó Berta Soler.

La Dama de Blanco dijo a DIARIO DE CUBA que es "intolerable" que la policía "restrinja el acceso a la casa de Dios".
"Que alcen sus voces el cardenal (Jaime Ortega, arzobispo de La Habana) y la Iglesia Católica contra esto", pidió Soler.

'¿Tú no tienes madre, Raúl Castro?'

En Banes, decenas de personas agredieron a Reina Luisa Tamayo, madre Orlando Zapata, al abandonar una iglesia de la localidad.

Los paramilitares, hombres en su mayoría, agredieron a los familiares y amigos de Zapata, tirándoles del pelo y propinándoles golpes
con gomas de bicicletas, según denunció Reina Luisa Tamayo.

"Esta es la turba más grande que me ha agredido", dijo a DIARIO DE CUBA la madre de Zapata, quien aprovechó para recriminar a
Raúl Castro por sus actitudes represivas contra ella: "¿Tú no tienes madre? ¿Tú no tienes familia?".

En la misa, el cura dijo, según familiares de Zapata, que el pueblo de Banes era "miedoso, que debía mejor preocuparse de sus
problemas y no de los ajenos", en alusión a los grupos paramilitares que esperan fuera para agredir a los disidentes.

Serra sobre Cuba: 'Los derechos humanos no pueden ser negociados'


El economista José Serra, proclamado este sábado candidato presidencial por la oposición brasileña, afirmó que si gana las elecciones
de octubre próximo gobernará "sin demagogia, propaganda ni bravatas" y con el desarrollo como principal objetivo, informó EFE.

Durante la proclamación, Serra mencionó su origen humilde y los catorce años que pasó en el exilio, ocho de ellos en Chile, por
enfrentarse a la dictadura militar.

"Soy sobreviviente del golpe de Estado en Brasil (1964), del golpe en Chile (1973) y del Estadio Nacional de Santiago", unas
experiencias en las que aseguró haber aprendido que "los derechos humanos no pueden ser negociados".

En ese marco, trazó otras diferencias con Lula al aludir al apoyo del actual gobierno a regímenes como los de Cuba e Irán, entre otros
que son acusados de violar las libertades individuales.

"No cultivemos ilusiones. En una democracia las personas no son encarceladas o condenadas a la horca por pensar diferente de un
gobierno, ni hay obreros que mueren en huelgas de hambre por no estar de acuerdo con el régimen", declaró.

Según la encuestadora Datafolha, del diario Folha de Sao Paulo, Serra es el candidato presidencial con mayor respaldo de la opinión
pública, el 36%, contra el 27 % de Dilma Rousseff, postulante por el oficialista Partido de los Trabajadores, reportó ANSA.

En un discurso sobrio y denso, Serra agradeció el respaldo que le ofrecieron los partidos de la Social Democracia Brasileña (PSDB),
en cuya fundación participó en 1988, Popular Socialista (PPS) y Demócratas (DEM), que representan la mayor parte de la oposición
al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

Sin citarlo, Serra aludió en varias ocasiones al "populismo" que la oposición atribuye a Lula, incluso cuando dijo que en Brasil
"deben acabar la impunidad y la corrupción", dos males que según sus adversarios el actual Gobierno "ampara" y "favorece".

"Honestidad, verdad, carácter, coherencia y perseverancia son esenciales en el ejercicio de la política y el poder y esos son nuestros
valores", declaró.

En el acto celebrado en Brasilia, en el que participaron unas 2.500 personas, Serra estuvo acompañado por importantes líderes del
PSDB, como el ex presidente Cardoso y el ex gobernador de Minas Gerais Aecio Neves, así como por dirigentes del PPS y el DEM.

Clinton: Los Castro 'no desean el fin del embargo'


Raúl Castro y su hermano Fidel no quieren normalizar sus relaciones con Estados Unidos ni que Washington levante el embargo,
dijo este viernes la jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, informó la AFP.

A pesar de los intentos del gobierno de Obama, "creo personalmente que los (hermanos) Castro no desean el fin del embargo y no
quieren normalizar sus relaciones con Estados Unidos", respondió Clinton a un estudiante en la universidad de Kentucky, en
Louisville (este de Estados Unidos).

En caso de que las relaciones se normalizaran, "perderían todas sus excusas sobre todo lo que no sucedió en Cuba en cincuenta
años".

"Muchos en el mundo ven ahora lo que vemos desde hace mucho tiempo: un régimen muy intransigente, supresor, que enterró las
posibilidades de los cubanos".

Cuba "debería tener líderes elegidos democráticamente" y la "oportunidad de decidir su propio futuro", continuó Clinton, quien sin
embargo admitió que "lamentablemente" no ve esa posibilidad "mientras los Castro sigan en el poder", reportó DPA.

La jefa de la diplomacia norteamericana defendió los tímidos acercamientos que ha hecho el gobierno de Barack Obama hacia la Isla,
como la liberación de los viajes a Cuba y envío de remesas para los cubanoestadounidenses o la reanudación de las conversaciones
migratorias, pero lamentó que cada vez que Washington trata de "abrirse" hacia La Habana, "el régimen de los Castro hace algo para
bloquearlo", sostuvo.

Recordó en ese sentido que cuando su marido, Bill Clinton, era presidente (1992-2000) y "estaba dispuesto a hacer algunos
acercamientos" hacia La Habana y ésta "empezaba a abrir algunas puertas", se produjo el incidente del derribo en 1996 de dos
"pequeños aviones desarmados" del grupo anticastrista Hermanos al Rescate, que llevó a Clinton a endurecer el embargo firmando la
ley Helms-Burton.

Y ahora, agregó Clinton, cuando Obama estaba realizando nuevos pasos hacia Cuba, se produjo el pasado diciembre el arresto del
contratista estadounidense Alan Gross, a quien el gobierno cubano acusa de espionaje, pero que según la secretaria de Estado lo que
hacía era "pasar información y ayudar a cubanos ancianos a comunicarse mediante internet".

Asimismo, Clinton criticó que "se dejara morir en la cárcel" al disidente Orlando Zapata Tamayo, a causa de una huelga de hambre en
febrero, y el hecho de que la Isla mantiene a unos 200 presos políticos en la cárcel "por motivos triviales".

Con todo, consideró que estos últimos casos están haciendo que "por primera vez" se produzca una verdadera condena mundial a lo
que sucede en Cuba.

"Creo que por primera vez, y porque nosotros dijimos que estábamos dispuestos a abrirnos y todos vimos el modo en que los
cubanos respondieron, por primera vez muchos países, que no han hecho más que reprendernos por el fracaso estadounidense de
abrirse más a Cuba, han empezado a criticar ahora a Cuba", señaló.

"Muchos en el mundo están empezando a ver lo que nosotros veíamos desde hace mucho tiempo, que (el cubano) es un régimen muy
intransigente y afianzado que ha sofocado las oportunidades para los cubanos", agregó.

"Espero que (las autoridades cubanas) empiecen a cambiar y nosotros estamos dispuestos a cambiar con ellos, pero no sé si eso
sucederá antes de que pase algún tiempo", concluyó.

Washington vuelve a autorizar los viajes con ayuda a la democracia


Washington levantó su prohibición temporal de viajar a Cuba para entregar ayuda a los grupos a favor de la democracia, dijeron el
jueves funcionarios citados por el diario miamense El Nuevo Herald.

Los viajes estaban suspendidos desde que el pasado 4 de diciembre fuera detenido en La Habana Alan P. Gross, un subcontratista de
la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) que distribuía en la Isla equipos de comunicación por
satélite, entre otros.

Gross continúa preso. El gobierno cubano lo ha acusado de trabajar para los servicios de inteligencia estadounidenses, pero no ha
presentado aún cargos formales en su contra.

Los funcionarios citados por el diario dijeron que el Departamento de Estado notificó esta semana a las organizaciones que reciben
fondos para los programas a favor de la democracia en Cuba que pueden reanudar sus viajes.

No obstante, Washington recomendó no llevar a la Isla más dinero o equipos de lo que se pueda explicar en caso de ser detenido por
autoridades cubanas.

Antes del 4 de diciembre, alrededor de una docena de grupos enviaba de dos a cinco viajeros a Cuba todos los meses para entregar
ayuda "técnica y financiera" a los activistas, según El Nuevo Herald.

Los fondos estadounidenses para los programas a favor de la democracia en Cuba —que sumaron 45 millones de dólares en los años
fiscales 2009 y 2010— se administran a través de organizaciones no gubernamentales y empresas privadas, que se ocupan de la
entrega de computadoras portátiles, radios, libros y medicinas así como dinero en efectivo a los disidentes y sus familias.

La Habana utiliza el argumento de esta ayuda para calificar a los disidentes de "mercenarios".

Los programas a favor de la democracia afrontan otros obstáculos, entre ellos una medida tomada el mes pasado por el senador John
Kerry, demócrata por Massachusetts, que esencialmente congeló el financiamiento hasta que la USAID y el Departamento de Estado
respondan a preguntas sobre cómo se gasta el dinero.

En los últimos años investigaciones encargadas por el Congreso han descubierto abusos en los programas, y algunos congresistas
alegan que el arresto de Gross muestra que hay que modificarlos para promover la democracia de una manera más efectiva y hacerlos
menos "provocadores", indicó el diario miamense.

Hilda Molina presentará su libro en la Feria de Buenos Aires


La disidente Hilda Molina presentará su libro Mi Verdad el próximo 23 de abril en la Feria del Libro de Buenos Aires, informó este
jueves la autora, quien viajó a Argentina en junio pasado con autorización del gobierno de Cuba para visitar a su madre enferma.

"Durante todos estos meses de estancia en Argentina, además de disfrutar la maravillosa presencia de mi familia y de dedicarme al
cuidado de mi querida madre, concentré mis esfuerzos en una compleja tarea: concluir el libro en el que relato mis vivencias y que
comencé a escribir en Cuba desde hace algunos años", señaló Molina en un comunicado de prensa, según AFP.

El libro Mi Verdad, de la Revolución Cubana al desencanto, la historia de una luchadora, está publicado por Editorial Planeta y
estará en las librerías porteñas la próxima semana.

Para el escritor peruano Mario Vargas Llosa, es de "vital importancia" el libro de la reconocida neurocirujana y ex diputada del
Partido Comunista, señala el comunicado.

"Además de conmovedor, el caso de Hilda Molina es aleccionador con respecto a la tragedia que viven millones de cubanos bajo el
totalitarismo. Tenemos que agradecerle a Hilda el valor con el que soportó el asedio del gobierno cubano durante muchos años y su
perseverancia en la defensa del derecho a reunirse con su familia", destacó el autor de Conversación en La Catedral.

Molina llegó a Buenos Aires a mediados de junio pasado para reunirse con su madre enferma de 90 años, hijo y nietos argentinos,
tras esperar 15 años el permiso para salir de la Isla.

Desde su llegada a Buenos Aires, la médica insistió en que había viajado para asistir a su madre y que su intención era regresar a
Cuba.

El caso Molina generó fricciones entre La Habana y Buenos Aires, y en 2006 frenó una visita al país caribeño del esposo de la actual
mandataria y ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), quien había relanzado las relaciones bilaterales.

Disidentes piden un referendo para liberar a los presos políticos


Un grupo opositor propuso este jueves al general Raúl Castro que convoque un referendo sobre la libertad de los presos políticos,
como fórmula para que el disidente Guillermo Fariñas levante la huelga de hambre y sed que mantiene desde hace mes y medio,
informó EFE.
La Agenda para la Transición anunció en rueda de prensa en La Habana que envió una carta a Castro en la que sugiere que la
consulta se haga en paralelo a las "elecciones municipales" que tendrán lugar el próximo día 25.

Los disidentes piden que los ciudadanos respondan en las urnas si quieren que todos los presos políticos sean puestos en libertad
(unos 200, según la oposición), o que sean liberados únicamente "los más enfermos, por razones humanitarias", o que todos sigan
encarcelados.

El grupo opositor asegura que la iniciativa tiene el apoyo expreso de Fariñas, sicólogo y periodista de 48 años, que comenzó su
ayuno para pedir al general, como "gesto humanitario", la "excarcelación" de 26 disidentes presos enfermos.

"Contamos con la autoridad moral sobre Coco (Fariñas) para asegurarle (a Castro) que si realiza lo que aquí hemos propuesto, él
interrumpirá su actual protesta pacífica. Usted y su Gobierno tienen la palabra", concluye la carta.

Fariñas, que ha reiterado que seguirá la huelga de hambre y sed "hasta las últimas consecuencias", está hospitalizado desde mediados
de marzo en la ciudad de Santa Clara, recibiendo hidratación y alimentación por vía intravenosa.

La Agenda para la Transición dice en la carta al mandatario que no comparte su afirmación del domingo pasado de que Cuba padece
una "descomunal campaña de descrédito" de Estados Unidos, Europa, la prensa internacional y la disidencia en torno a la situación de
los derechos humanos en la Isla.

"La única arremetida propagandística de este tipo es la que realizan algunos periodistas cubanos y un exiguo número de extranjeros al
dar a esos valientes luchadores (los huelguistas) el título infamante de mercenarios", señala el grupo disidente, y dice que así el
Gobierno cae en el ridículo.

En la rueda de prensa y entre los firmantes estaba Félix Bonne Carcasés, que ha prometido empezar una huelga de hambre si Fariñas
muere y mantenerla también "hasta las últimas consecuencias".

Los portavoces de la Agenda para la Transición se mostraron pesimistas sobre la respuesta de Castro, argumentando que él nunca ha
dado razones para albergar esperanzas y comentando que países como España llevan años haciendo gestiones por los presos políticos
y cediendo ante La Habana, sin obtener logro alguno.

Destacaron que Fariñas ni siquiera demanda la liberación de todos los opositores presos, sino sólo la "excarcelación" (que se aplica
por motivos de salud, sin extinción de la condena) de los que están más enfermos.

Senadores mexicanos piden a Raúl Castro que dialogue con la disidencia


El Senado mexicano aprobó en comisiones un exhorto para que el gobierno del país pida a Raúl Castro establecer un diálogo con la
oposición y liberar a los presos de conciencia, informó el diario Excelsior.

Según la publicación, una integrante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), tuvo lo que legisladores describieron como
"un ataque de histeria", y acusó a los senadores que votaron a favor del exhorto de lastimar al "único gobierno verdaderamente
democrático de América Latina".

El Excelsior dijo que el debate fue duro y se realizó a puertas cerradas, sin presencia de la prensa, a pesar de que las sesiones de
comisiones del Senado son públicas. La justificación utilizada fue que se trataba de "una reunión privada".

Tras la discusión, las comisiones unidas de Relaciones Exteriores, presidida por Rosario Green, y de Relaciones Exteriores, América
Latina y El Caribe, liderada por César Leal, aprobaron por 12 votos en favor y cinco en contra el exhorto.

Senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el gobernante Partido Acción Nacional (PAN) y el PRD, citados por el
diario mexicano, dijeron luego que el momento de mayor tensión se registró después de la votación, cuando la perredista Yeidckol
Polevnsky "estalló en cólera", según in miembro del PRI; tuvo "un ataque de histeria" admitió un integrante del PRD; "literalmente se
puso neurótica", describió un político del PAN.

De acuerdo con las versiones, Polevnsky comenzó a lanzar acusaciones contra los gobiernos de derecha y a responsabilizar a los 12
senadores que votaron en favor del exhorto de lastimar al "único gobierno verdaderamente democrático de América Latina".

Las acusaciones de la perredista llegaron a tal punto, que presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores la conminó a la
serenidad y le recordó que la reunión era un debate entre parlamentarios, no un mitin ni un circo.

Green pidió a Polevnsky que si deseaba hacer público un discurso político, reservara su turno para la discusión ante el pleno del
Senado.

Como la perredista insistía en sus puntos, Green dio por concluida la sesión.

El Excelsior dijo que intentó dialogar con Polevnsky para conocer su versión, "pero no fue posible obtenerla".

Corte rechaza una demanda para impedir que Bacardí venda Havana Club en
EE UU
Una jueza federal estadounidense rechazó una demanda de la empresa Pernod Ricard que buscaba impedir que Bacardi USA
vendiera la marca del ron Havana Club en Estados Unidos, informó el diario miamense El Nuevo Herald.

Pernod había puesto la demanda en 2006 ante el Tribunal federal de Distrito en Wilmington, Delaware, después de que Barcadi USA
lanzara el Havana Club en Miami.

El ron se fabrica en Puerto Rico, utilizando la receta desarrollada por la familia Arechabala, que creó la marca en Cuba en 1935.

El fallo del martes de la Jueza federal de Distrito, Sue Robinson, es sólo el último capítulo en la batalla por el derecho a la marca
Havana Club. La disputa se ha prolongado por más de una década y ha pasado por múltiples tribunales y agencias gubernamentales.

La compañía francesa Pernod vende ron internacionalmente bajo el nombre Havana Club, en asociación con el gobierno cubano.
Bacardi sólo usa la marca en Estados Unidos.

El centro del argumento de Pernod era que usar el nombre de Havana Club para un ron que no era hecho en Cuba resultaba engañoso
para los consumidores.

La jueza Robinson decidió que el ron Havana Club de Barcadí tiene una "herencia cubana", derivada de la receta de la familia
Arechabala. Además, que como las etiquetas de Bacardí señalan veraz y destacadamente que el ron se "destila en Puerto Rico", no
son "ni falsas ni engañosas".

Pernod Ricard USA dijo que planea apelar la decisión ante el Tribunal Federal de Apelaciones del Tercer Circuito.

Amnistía Internacional, a favor del diálogo, pero contra las 'recompensas' al


régimen

Amnistía Internacional afirmó este miércoles que no está en contra de que la Unión Europea (UE) dialogue con el gobierno cubano,
sino de que "se recompense" a países que violan los derechos humanos, reportó EFE.

El director de Amnistía Internacional España, Esteban Beltrán, ofreció una rueda de prensa en Madrid para hacer balance de los tres
meses de Presidencia española, principalmente en materia de derechos humanos.

"No estamos en contra de que se pueda dialogar con el gobierno cubano como con otros, de hecho nosotros dialogamos con
gobiernos que violan los derechos humanos todos los días. Estamos en contra de que se recompense a los gobiernos que violan los
derechos humanos", afirmó.
Beltrán insistió en que "no puede haber negociación sobre la liberación de presos detenidos injustamente".

Recordó que actualmente hay en Cuba 55 presos de conciencia, la mayor parte de ellos encarcelados en 2003, y que Amnistía
Internacional sigue trabajando por su liberación.

Tras la muerte del disidente Orlando Zapata y la situación que viven otros presos en huelga de hambre, explicó que se han dirigido al
gobierno cubano para pedir la liberación de esos 55 presos de conciencia, al igual que lo han hecho más de 30.000 personas a través
de la página web de la organización.

AI también reclama al régimen castrista la derogación de la Ley 88, conocida como Ley de Protección de la Independencia Nacional y
de la Economía, aprobada en 1999.

Esa norma, popularmente conocida en Cuba como Ley Mordaza, fue aplicada por primera vez contra la mayoría de los 75 opositores
condenados en 2003 a penas de hasta 28 años, en la mayor ola represiva de las últimas décadas contra la disidencia.

Esteban Beltrán también apuntó que AI ha pedido a La Habana que cese el "hostigamiento y la represión" a las Damas de Blanco,
que agrupa a las familias de esos 75 disidentes.

"Las Damas de Blanco sólo ejercen su derecho a la libertad de expresión y están siendo hostigadas y sus derechos restringidos",
añadió.

El gobierno cerrará el Ministerio del Azúcar


El gobierno eliminará en los próximos meses su Ministerio del Azúcar y lo reemplazará por una empresa estatal, en un nuevo intento
por resucitar la decaída industria, dijeron fuentes empresariales citadas por Reuters.
Planes de crear una corporación, cerrar aún más ingenios, reorganizar las plantaciones de caña, autorizar la inversión extranjera y
diversificar más la producción están a un paso de ser aprobados por el general Raúl Castro, dijeron fuentes cercanas a la industria,
que pidieron no ser identificadas debido a la sensibilidad del asunto.

La decisión parece ser el último capítulo del dramático declive de la industria en Cuba, donde el azúcar fue una vez la base de la
economía y hoy representa apenas un 5% de los ingresos en moneda extranjera.

Cuba fue uno de los mayores exportadores del endulzante del mundo, con una producción de 8 millones de toneladas de azúcar cruda
al año, pero la depresión iniciada con la desintegración en 1992 de la Unión Soviética, el ex benefactor de la Isla, hizo marchitar
sostenidamente la producción hasta los 1,2 millones de toneladas previstos para este año.

La industria estatal ha demostrado ser incapaz de aprovechar un reciente aumento en los precios del azúcar, impulsado por la
demanda de etanol. La producción este año podría ser la más baja en más de un siglo.

La Habana está corta de moneda dura y la pérdida de ingresos por exportaciones de azúcar es un golpe para los esfuerzos de Raúl
Castro por elevar las exportaciones y reducir las importaciones.

"Esperan aumentar la producción a 2,8 millones de toneladas en el mediano plazo, pero usando menos ingenios", dijo una fuente
cubana que conoce la industria azucarera.

"El rendimiento por hectárea ronda hoy las 3 toneladas. La meta es llevarlo a por lo menos 6 toneladas", añadió.

El estándar internacional es de 8 toneladas por hectárea. Cuba consume un mínimo de 700.000 toneladas de azúcar al año.

Mayor autonomía

Según los planes, el Ministerio del Azúcar sería reemplazado por una corporación estatal similar a las que operan junto con socios
extranjeros en la industria del níquel (Cubaníquel) y en el petróleo (Cubapetróleo).

No quedó inmediatamente claro si la compañía será controlada por el Ministerio de Agricultura u otra autoridad estatal.

"La nueva estructura dará más autonomía a los directivos de la industria y les permitirá reinvertir un porcentaje de los ingresos", dijo
un economista local que, como las otras fuentes, pidió no ser identificado.

Estados Unidos, antes de la revolución de 1959, y la Unión Soviética después pagaron precios inflados por el azúcar cubano para
estimular la economía de la Isla. El desplome de la Unión Soviética golpeó duró a la industria.

El azúcar ha sido relegada como fuente de ingreso de divisas. Actualmente está detrás de la exportación de servicios técnicos, la
aviación, el turismo, las comunicaciones, el níquel, el refinado de crudo, la industria farmacéutica y los cigarros.

Muere supuestamente ahogado el exiliado Adrián Leiva, tras intentar regresar a


la Isla
El exiliado Adrián Leiva Pérez, dirigente del Partido Demócrata Cristiano de Cuba (PDC), murió supuestamente ahogado en las
costas de la Isla, informó la organización en un comunicado.
Leiva Pérez reivindicaba el derecho a entrar nuevamente en su país.

En este sentido, había solicitado en diversas ocasiones al gobierno cubano la autorización de regreso, amparado en el artículo 13 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, recordó el PDC.

"En la tarde de ayer, por medio de su hermana Eva, en La Habana, supimos del trágico final de Adrián", añadió una nota que firma
Marcelino Miyares, presidente del PDC.

Según la organización, el exiliado "fue víctima de la injusta y vejatoria política migratoria del régimen cubano, la cual sigue
reclamando la vida de nuestros compatriotas".

Al parecer, Adrián Leiva partió de Miami el martes 22, en horas de la noche, en una embarcación. Desde entonces estaba
desaparecido, según Miguel Saludes, dirigente del PDC.

La víspera, su hermana identificó el cadáver en una dependencia de Medicina Legal y, aunque el cuerpo estaba "en buen estado",
después de quince días, los detalles de cómo se produjo su deceso "están oscuros".

"Los detalles de su llegada a Cuba y los últimos momentos antes de ser interceptado por tropas guardafronteras, tampoco son claros.
El hecho de que lo acompañaran otras personas (...) y que éstas se encuentren detenidas en (...) Villa Maristas, encierra detalles
contradictorios, que merecen ser investigados", añadió Saludes en Cubanet.

En su intento por ejercer el derecho a regresar a la Isla, Adrián Leiva había logrado la solidaridad del cantautor Silvio Rodríguez. Sin
embargo, las autoridades no atendieron positivamente su solicitud.

"Ni siquiera (el gobierno) tuvo en cuenta el precario estado de salud de la mamá de Adrián", reparó Marcelino Miyares.

Su entierro estaba previsto para la tarde de este martes en La Habana.

Juanes respalda la postulación de las Damas de Blanco al Nobel de la Paz


El cantante colombiano Juanes se sumó al apoyo internacional para postular a las Damas de Blanco de Cuba, al Premio Nobel de la
Paz 2011, informó uno de los impulsores de la iniciativa.

El artista, que organizó un polémico concierto en La Habana en 2009, respaldó la iniciativa en un mensaje electrónico, dijo en Miami
el activista Óscar Peña, reportó EFE.

"Por su pacífica lucha diaria, propongo que el Premio Nobel de la Paz 2011 se les entregue a las Damas de Blanco, para que su
ejemplo sea admirado y seguido por todos aquellos que sufren injusticias", dijo el artista en respuesta a un mensaje de Peña.

El interprete de A Dios le pido y La camisa negra, resaltó que la paciencia, la perseverancia y valor de las Damas de Blanco y "de
todas las mujeres solitarias que buscan la libertad de sus hijos o esposos presos políticos, secuestrados, prisioneros de guerra,
merecen toda la atención, respeto y apoyo de todos".

En su mensaje electrónico, Juanes recordó que las Damas de Blanco apoyaron el concierto Paz sin Fronteras "en La Habana, el
pasado mes de septiembre, cuando otros sectores se oponían drásticamente".

Un grupo de cubanos pidió apoyó en marzo para presentar la postulación de las madres, esposas y familiares de presos políticos al
Nobel de la Paz, por su acción "valerosa" de reclamar de manera cívica y pacífica la excarcelación de los disidentes presos en Cuba.

La iniciativa surgió de Peña, Pedro Pablo Álvarez, Miguel Sigler Amaya, Ariel Hidalgo, Heriberto Leyva, Eduardo Mesa, Adrián
Leiva, Miguel Saludes y Tete Machado, quienes han elevado su petición a los galardonados con el Premio Nobel de la Paz.

También a las instituciones y "ciudadanos del mundo amantes de la libertad", que promueven el respeto de los derechos humanos.

Las Damas de Blanco, dijeron, ha soportado el dolor de la separación, la represión, injurias y difamación por apoyar a sus seres
queridos, tomando el lugar de ellos en las calles.

Las mujeres caminan en silencio, vestidas de blanco y con un gladiolo en la mano, por las calles de La Habana para pedir la liberación
de sus familiares.

El Parlamento Europeo les otorgó el Premio Sajarov 2005 a la Libertad de Conciencia; ese mismo año obtuvieron el premio Libertad
Pedro Luis Boitel y el premio a los Derechos Humanos 2006, que otorga Human Rights First.

Nicolás Guillén Landrián: muerte y resurrección Manuel Zayas, Madrid

En los círculos de personas que lo conocían en Cuba y que habían perdido todo enlace con él, a Nicolás Guillén Landrián ya lo
imaginaban muerto. En febrero de 2003 —gracias a Alejandro Ríos y a Lara Petusky Coger— conocí que el cineasta vivía en Miami
y entré en contacto con él. Los encuentros fueron sólo a través del correo electrónico y duraron unos escasos tres meses.
Nicolasito todavía no sabía del cáncer que acabaría con su vida, ni yo me imaginaba haciéndole un documental post mortem. Pero
como sucedió con sus filmes, estrenados la mayoría casi treinta años después de terminados, en su vida todo pareció quedar
postergado. Más que quererlo el destino, esa fue la determinación de los ilustres funcionarios de la cultura.

En 2002 y 2003, la Muestra de Jóvenes Realizadores que auspicia el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC),
estrenó la mayor parte de sus títulos dentro de la sección Premios a la sombra.

En el dossier de presentación, se aclara: "A la sombra (frase idiomática): bajo el amparo de// en la cárcel// oculto tras// en la
penumbra// sin suerte, sin fortuna// permanecer oculto a pesar de// puesto a un lado// reservado".

El descubrimiento sorprendió a no pocos entendidos. Desde entonces el nombre de Nicolás Guillén Landrián comenzó a resonar.
Imagino que algún día figure en los catálogos del cine cubano.

Estas son las únicas tres cartas que se salvaron de aquel encuentro. Lamento ser tan poco minucioso en no archivar toda la
correspondencia, en no haber conservado las fechas:

Estimado Manuel: Los documentales o mejor dicho los títulos de los documentales de los que envías una lista resulta incompleto.
No sé si has querido sintetizar. Los títulos son:

Homenaje a Picasso, El Morro, Un festival deportivo, En un barrio viejo, Ociel del Toa, Retornar a Baracoa, Plenaria campesina, Rita
Montaner, Los del baile, Coffea Arábiga, Desde La Habana —1970— Recordar, Taller de Línea y 18, Un reportaje en el puerto
pesquero y Nosotros en el Cuyaguateje que fue el último que yo hice. Además yo dudo que existan copias de Desde La Habana
-1970- Recordar y de Rita Montaner, porque tengo entendido que no se copiaron, se quedaron en edición de imagen y sonido, re-
recording, y El Son, del cual no pude ver ni los rushes.

Ojalá que logres un filme objetivo y ejemplar debido al tema.

Saludos,

Nicolás Guillén Landrián

II

Olvidé Patio arenero y Congos reales debido a la premura con que me dirigí a ti hace unas horas. No tengo conflictos estéticos con
ninguno de mis filmes. Todos los conflictos estéticos son resultado de los conflictos conceptuales. Yo quería ser un intérprete de mi
realidad. Siempre estuve en el vórtice de la enajenación. El resultado cabal es cada filme terminado.

No pensaba en hacer cine antes de que existiera el ICAIC porque no tenía manera de lograr un resultado. Pero sí había hecho un
corto sobre Zanja en La Habana en el cual fui acompañado por Françoise Sagan. No se editó. Una de las patrocinadoras de este
filme fue mi madre, Adelina Landrián, que dio dinero y compró la máquina de editar —que no se usó—; otra, la Juventud Católica
de La Habana.

Me acerqué al ICAIC debido a que no tenía ninguna opción laboral en la década del 60. Busqué trabajo allí y me lo dieron.
Comencé como asistente de producción y en unos años fui nominado director de cortometrajes.

Mi formación —apoyada en la obra de otros realizadores de la Escuela Documental: Alberto Roldán, Fernando Villaverde— me
hizo optar por temas inmediatos y plausibles. Por esto todos mis documentales resultaron luego postergados.

Fui humillado y proscrito durante toda mi permanencia en el ICAIC y censuraron mi cine —decían— debido a mi comportamiento
social.

Joris Ivens y Theodor Christensen fueron el encuentro de un lenguaje adecuado y superior que de ambos maestros era inherente.
Aprendí mucho con ambos: sobre todo, a ser cariñoso con la gente, a actuar con cariño.

No tengo copia de Los del baile, de Nosotros en el Cuyaguateje, de Plenaria Campesina, de Un festival deportivo ni de Congos
reales.

Saludos,

Nicolás Guillén Landrián

III

¿Te imaginas tú lo que fue para mí verme de pronto en los calabozos de Villa Marista? Viendo, según ellos, cuáles eran mis
conflictos ideológicos, luego de haber obtenido la Espiga de Oro con Ociel del Toa?

Y no quedó allí. Me mandaron para una granja dos años; granja que era para personal dirigente que mantenía una conducta
impropia. Ahí comenzó la esquizofrenia de nuevo, pero más aguda, que me llevó a ser tratado siquiátricamente por los médicos
que había en la prisión. Ellos aconsejaron que fuese enviado a un centro donde pudiese ser atendido adecuadamente. A
continuación, me montaron en un avión, descalzo, con el overol de la granja y por encima de los hombros un saco de listas que yo
amaba mucho.

Me llevaron de Gerona a La Habana, donde fui internado en el Hospital Siquiátrico Militar que tenían ahí en Ciudad Libertad. De
este lugar, luego de ser atendido por un siquiatra argentino, fui enviado bajo prisión domiciliaria a casa de mis padres, para que
terminara de cumplir el tiempo que me restaba de la sanción, a la que fui sometido sin previo juicio alguno, sino por deliberación
de un tribunal militar.

Luego me regresaron al ICAIC y el ICAIC me encargó un filme didáctico sobre la cosecha del café, teniendo en cuenta la jornada
cafetalera que se iniciaba en Cuba en esos años en que yo había salido de prisión por conducta impropia de un personal dirigente.
Y presto me dediqué a hacer un ameno documental —divulgativo más que didáctico, aunque es didáctico también— de todo lo que
había tenido que ver con el café y el contexto en que me habían situado para hacer Coffea Arábiga.

Después de Coffea Arábiga, la folie. No había manera de que pudiese hilvanar con sentido lógico, en imágenes cinematográficas
para mí, la premura de los sesenta.

La paradoja es que no había un verdadero enfrentamiento político por mi parte, sino una anuencia muda y cómplice con todo
aquel descalabro. Ya le dije, amigo, la folie.

Mi último re-recording fue el de un documental que titulé Nosotros en el Cuyaguateje.

He vivido en el ostracismo sesenta y cuatro años: desde que tengo uso de razón. Por el nombre y el apellido.

Imagínate tú que a los festivales internacionales que fueron mis filmes no asistí nunca porque no había conciencia en la dirección
del ICAIC de que yo pudiese representar al cine cubano, ya que alguien se había atrevido a calificar —parece ser— mi cine como
el cine de un afrancesado. Esto sucedió con En un barrio viejo y todos los responsables temerosos asintieron. En un barrio viejo
tiene una mención en Cracovia, Polonia, una mención del jurado, y el premio a la ópera prima en Tours, Francia. Así malcomencé
y malterminé en la Industria de Cine Cubano. Por haber sido sometido a esto, pienso del ostracismo lo peor.

Saludos de Nicolás Guillén Landrián.

Amparado en el gozo que en mí provocaron sus filmes, comencé a perfilar un mapa de la trayectoria fílmica con el propio Guillén
Landrián, el gran ausente de las publicaciones y catálogos especializados en cine y, también, el gran desconocido de algunos
estudiosos foráneos: Michael Chanan en The Cuban Image no menciona siquiera el nombre del más maldito de los cineastas
cubanos, algo que tampoco hace décadas después cuando reedita aquel volumen bajo el título de Cuban Cinema. Lo singular es que,
habiendo constancia en la Cinemateca de Cuba de los 18 documentales de su autoría, los estudiosos de cine, se cuidaran de citar aquel
nombre.

Antes del deshielo, el único osado en valorar su aporte cinematográfico fue José Antonio Évora, que lo hizo, para mayor pecado,
dentro de un artículo que tituló Santiago Álvarez et le documentaire, contenido en el libro Le cinéma cubain: "Si se me preguntara
cuál es para mí el mejor documental salido de los laboratorios del ICAIC durante estos treinta años, escogería seguramente Coffea
Arábiga de Nicolás Guillén Landrián. He aquí una obra hecha por encargo —sobre el cultivo del café— en la que el realizador ha
subordinado el tema a su deseo de hacer una radiografía del espíritu nacional enardecido por la agitación revolucionaria, lo que viene
a ser un retrato exacto del país".

La aseveración de Évora no deja lugar a dudas, y abre un cuestionamiento al canon impuesto en la historiografía del cine cubano. En
2007, consciente de que ha sido un vocero, el inglés Michael Chanan, reconoce "el caso más desafortunado que menciono aquí para
corregir la omisión en mi libro sobre cine cubano, fue el de Nicolás Guillén Landrián, quien ya había hecho diez películas antes de
realizar Café Arábica [sic] en 1968 y, lástima decirlo, luego fue víctima de una enfermedad mental. Landrián aprendió del estilo de
montaje de Álvarez pero lo impregnó de una inflexión más personal, lírica y rara a la vez".

Lo que tampoco sabe Chanan es que, en cuanto a montaje cinematográfico, el adelantado no era Álvarez sino Guillén Landrián, y que
éste aprendió directamente de Joris Ivens y Theodor Christensen, sus tutores. Recién entrado a la plantilla del Instituto de Cine, en
1961, empieza a trabajar como asistente de producción y de dirección, y realiza, con material de archivo, un corto documental que
titula Homenaje a Picasso, desaparecido como también sucedió con Congos reales y con Patio arenero (todos de 1962).  Nicolasito
era conocido como el tipo de realizador que se podía adueñar de la moviola, de indicarle a su montador el fotograma exacto para el
corte y de volverlo loco con las más insólitas irreverencias. Como rasgo distintivo de su primer cine, quedan las marcas de su
impronta: la sutileza, la poesía y el regodeo estético, todo de lo cual adolece el cine de Santiago Álvarez, nombrado, según aquella
tradición canónica, el más importante documentalista cubano.

Quizá por ser el mayor propagandista de la revolución, de contar con todos los recursos del Estado y salvando unos títulos suyos
(Ciclón, Hanoi Martes 13, LBJ y 79 primaveras), sea más propicio hablar de la fábrica Álvarez, que de autoría personal, porque si
hay algo de lo que él huye, es de la sutileza y de la poesía: su cine es pretendidamente político, directo, de malos y buenos, donde —
como en un cuento de hadas—, el malo es siempre uno, el imperialismo yanqui, y los buenos, los revolucionarios de cualquier parte
del mundo.

En este cine de la propaganda, del cliché, no hay espacio para ningún regodeo, ni para el estético: unidad hay, pero más desde el
contenido. Álvarez, que lo sabe todo, nos enseña; Nicolasito, que duda, nos revela.

En un barrio viejo (1963) es la imagen hecha poesía, un retrato de la Habana Vieja, de una ciudad que parecía vivir la posguerra. Si
hubiera que emparentar este cortometraje es con lo minimal, pues el realizador ha decidido dirigir su mirada a lo ensencial, el ser
humano y a su habitat, o al menos su realidad inmediata, similar a a cómo hizo Ivens en Regen (Lluvia, 1929), en tanto retrato de
Amsterdam en un día de lluvia.

Como testigo privilegiado de "la primera proyección de la primera copia" de En un barrio viejo, se cuenta el documentalista brasileño
Gerardo Sarno, quien describía a Guillén Landrián "con un rostro grande de luna llena, sonrisa fácil, iluminado, y gentil y solícito
con un aprendiz de cinematografía. Parece que bastó un comentario del Máximo Líder, que catalogó este cortometraje como "el de un
afrancesado", y "todos los responsables temerosos asintieron", según me escribiera Nicolasito. Uno de esos responsables era Julio
García Espinosa, para quien "el documental, sin embargo, pierde fuerza al aferrarse a esa especie de óptica nostálgica por los barrios
viejos, similar al de aquellos turistas de antaño que alimentaban su sensibilidad disfrutando del rostro desvencijado, pobre, y, sobre
todo estático, de los bohíos rurales".

En cambio, Sarno se siente espectador del "misterio que envuelve el nacimiento de un artista, el surgimiento entre los hombres, por
ejemplo, de una nueva mirada, de una nueva manera de ver, pero nuestra, de todos nosotros, que no teníamos antes, y solo
descubrimos y nos identificamos con ella después que la tenemos, y es como si fuese nuestra conocida de siempre, epifanía de la
imagen y del ver en Nicolazito [sic]".

Encontramos aquí la sutileza del lenguaje en la encadenación de secuencias a través de los sonidos, del silencio con que mira una
muchacha desde una azotea, en un día apacible, quizá un domingo, transitamos al taconeo sobre el asfalto de unos milicianos que
marchan, y de ahí a la rumba y a los que apuestan por el juego de dominó. Una cámara en mano, que parece la mirada de un
desorientado, nos lleva desde un café con su gente, a un cine de barrio, donde casualmente proyectan Umberto D, de Victorio de
Sica; y de cuyo filme Guillén Landrián nos descubre una de las escenas más desconcertantes y entristecedoras que he visto jamás:
"¿Habrá guerra?", se dice en italiano, el único diálogo que podrá oirse en los nueve minutos de documental. En esta cita, el
realizador cubano parece rendirse ante el neorrealismo; pero también con la estética del cinéma verité, con esa cámara que huye de
hacerse invisible, con esos niños jugando o aquel vendedor de pajaritos que no dejan de mirar al lente porque el realizador
seguramente les ha indicado que lo hagan, que eso no es ningún sacrilegio, y solamente así, viendo como nos miran, podemos
descubrirlos.

"La imagen era más importante que la palabra en sí. Me interesaba elaborar la imagen a través de un lenguaje nuevo, un lenguaje
atrevido, interesante para el espectador". Estoy convencido de que, siendo un obseso de las imágenes, Guillén Landrián pensó o
creyó alguna vez que la fotografía robaba el alma.

Incitado por Theodor Christensen, el realizador se fue al extremo oriental del país, la zona más ignota de la geografía insular. Regresó
a La Habana con material para esos documentales que componen su pequeña e intensa trilogía del subdesarrollo: Ociel del Toa
(1965); Reportaje (1966), también conocido como Plenaria campesina; y Retornar a Baracoa (1966). El primero de todos tuvo
mejor suerte porque fue exhibido, enviado a Festivales de Cine y premiado en Valladolid. Los dos restantes fueron condenados al
archivo fílmico. La sugerencia de Christensen de buscar temas fuera de los ámbitos citadinos, tuvo también su efecto inmediato en
otros realizadores, pues de esa época destacan los documentales Por primera vez (1967), de Octavio Cortázar, y Vaqueros del Cauto
(1965), de Oscar Valdés.

Guillén Landrián, como intérprete esteta que es, amolda la realidad a su manera. Ya se sabe que en ninguna realidad hay poesía, ni
sutileza, porque toda realidad es cruda, vasta. Con estos títulos, el realizador se aleja del cine observacional más puro, y da cabida a la
experimentación más perspicaz, e incluso se muestra como un incitador o provocador de los hechos. Debido a la burocracia
implantada en el ICAIC, que obligaba a los directores de documental a presentar un guión previo para su aprobación, y a cómo fue
denostado el free-cinema y con ello la espontaneidad y la producción independiente, Guillén Landrián tuvo que imaginar con
precisión aquello que quería filmar. Lo que En un barrrio viejo ya era un rasgo, en la trilogía adquiere presencia mayor: el cineasta
pasa de sugerir a la gente que mire a cámara a influenciar en lo real. Sin que lo notemos, las personas retratadas ya no posan, actúan.
Al cineasta no le basta con la simple contemplación, y en él comienzan a desarrollarse las preocupaciones existenciales, que nos lo
muestra en temas antitéticos o dialécticos: vida-muerte, ateísmo-religión, inmovilismo-cambio, pasado-presente.

Fascinado por la belleza que emana de su obra, en 2003, emprendí un viaje hacia esa zona que Guillén Landrían había retratado tan
magistralmente casi tres décadas antes. El poder encontrar a los protagonistas de sus documentales, me permitió entender aspectos de
su cine que como simple espectador no hubiera podido descifrar. Guillén Landrián hizo creer a las personas filmadas que eran actores
y logra que interpreten escenas de ensoñación. En Ociel del Toa, epigrama de la vida de un adoslecente a las orillas de río Toa,
prefigura lo idílico y lo terrenal.

"Todo lo que me decían que hiciera, yo lo hacía. Por eso, él me hablaba de que yo era una persona natural, vaya, a la que no hay que
repetirle las cosas. Él me dijo que me iba a becar en La Habana y entonces después seguir como actor de cine. Sí, actor de cine",
comenta Ociel Romero Labañino, aquel niño ingenuo ahora adulto, retratado en su día a día por Guillén Landrián.  El hecho de que él
mismo se viera como actor se debió a que así se lo había hecho creer el director. Tratándose de un documental filmado en 35mm,
podía resultar muy caro repetir tomas e incluso lograr la esponteneidad. De ahí que cada plano fuera estudiado previamente a su
filmación, y algunas escenas, como la del entierro final, fabricadas como si ficción fuera.

Ociel del Toa puede considerarse una gran metáfora de la muerte o retrato de un cambio. La barca que desde el inicio aparece, y los
rostros de quienes la guían, tristes o incómodos, habrían de recordarnos que vamos al Hades, un lugar inexplorado, olvidado. Y al
unísono, el documental se convierte en una metáfora sobre la vida.  Para entender la forma de hablar y de pensar de los personajes
filmados, el realizador suple la ausencia de entrevistas con los intertítulos, que se traducen en poesía.

"¿Ustedes han visto la muerte?", dice un cartel, que es más que palabras. Y Ociel que responde que nunca, que la muerte no se puede
ver, ni tocar, ni oir. La obsesión del director con la muerte —otra vez simbólica— reaparece en Reportaje, documental sobre una
plenaria de campesinos que han decidido matar la ignorancia, un gran muñecón de trapo al que llevan como estandarte y prenden
fuego. En el momento en el que se desarrolla la asamblea, el montaje adquiere un matiz delineador: por un lado las caras de los que
esperan y poco entienden, los mismos campesinos, y por otro, las instantáneas de Fidel, Martí y Lenin. Todo acaba en fiesta, en baile,
y el documental que termina en un clímax enigmático, baste recordar a esa campesina que ha decidido no dejar de mirarnos. Esta fue
la lección maestra que dio Nicolasito de cómo abordar el género reporteril y traicionarlo.

En Retornar a Baracoa ofrece, en tanto, un retrato de la primera ciudad de Cuba, todavía un lugar perdido en la geografía cubana,
incomunicado por carretera del resto del país. Esta vez, la visión sobre las personas es menos romántica y el autor encara de manera
frontal los problemas sociales que afectan a los habitantes de aquella ciudad: pobreza, inmovilismo, fatalidad. Por primera vez en su
cine, el realizador hace uso del sonido directo, de entrevistas y del fotomontaje. Se atreve incluso a emplear una locución en
retruécano de Fidel Castro, que se deja oir por un altoparlante, y en la que el líder alienta a los jóvenes a mantener el espíritu
revolucionario y a que la revolución no pierda su espíritu juvenil. Al final del documental, un cartel: Baracoa es una cárcel con
parque. Sobran palabras.

Si Christensen e Ivens influenciaron a Guillén Landrián no fue en la militancia política, pues en su cine no hay marca de ello.
Christensen, que ya había rodado en Cuba un documental de corte propagandista, Ella (1964), fue invitado dos años después para
visionar la producción documental del ICAIC, y decía: "En una evaluación corriente, práctica, pero no infalible, de las películas se
utilizan las palabras no proyectable, proyectable y regular para describir las películas de menor calidad. Es sorpresivo que, de más de
cuarenta películas, el cincuenta por ciento pertenezca a estas categorías. Tanto la cantidad de talento como las posibilidades para la
creación son tales que debía dar origen a un menor número de películas en estas categorías, no siempre malas pero a menudo
indiferentes". Aunque le reconoce valores artísticos, asegura ver en Los del baile "el gusto, y el mal gusto de mucha gente; es alegre
y humorística, pero no lleva al espetador a ninguna parte —ni siquiera a una interrogación o a una sensación definida— simplemente
termina. La mayoría de los films de este grupo son de otro tipo, o más bien, de otros dos tipos. El primer tipo es el indiferente. O el
director permanece indiferente al asunto, o por lo menos el espectador se hace indiferente al mismo".

En su escrito, el danés elogia Ociel del Toa, donde "las fluidas imágenes de la naturaleza y de los seres humanos encienden la llama
de la imaginación dentro de una estructura que es tan real porque está tomada del propia lugar del rodaje; es la —o una— historia
típica del lugar". Pero no da cuenta de haber visionado Reportaje ni Retornar a Baracoa.  Mostrándose contrario a cualquier
estigmatización, reconoce que esta podría tener lugar. El ostracismo comenzaba a tomar cuerpo en la vida de Guillén Landrián.

Para algunos mortales no hay nada más inservible que un artista; para mí, lo que se ha dado en llamar la ciencia de la siquiatría. He
acudido a Vigilar y castigar de Michel Foucault para encontrar explicaciones a este estado de ánimo, he revisitado esa obra maestra
del documental, Titicut Follies (1967), de Frederick Wiseman, para conmocionarme con las espeluznantes escenas de los locos y sus
loqueros. Los electroshocks aparecen en mi mente como una forma cruel de anular el yo. Por la época en que la revolución cubana
comenzó precisamente a eso, a la anulación social del yo, en los tiempos de la más colectiva euforia, después de la invasión de Playa
Girón y llegada la sempiterna amaneza de guerra y los campos de concentración, de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción
(1965-1968), por esa época, justo en 1966, Nicolasito Guillén, según la excusa del diversionismo ideológico, fue sancionado por
"conducta impropia" y enviado, en una suerte de prisión, a trabajar en una granja de pollos en la Isla de Juventud. Condenado a dos
años, de los cuales cumplió uno, cuenta Gretel Alfonso, su última esposa, que "lo pusieron a repartir pienso en una granja para
dirigentes desviados o algo así. Se volvió loco, y le regó gasolina a las gallinas, dice que de pronto él sintió que las gallinas decían:
Nicolás, Nicolás, Nicolás. Todas blancas, horribles. Es un animal que no le gusta. No le gusta el gallo ni nada de eso. ¿Tú viste cómo
en esa película, Ociel del Toa, el gallo es la muerte? El viejo con aquella cara es la muerte. ¿No? Y no le gusta ese animal, ni cómo
mira ni nada".

Y después de prender fuego a aquella granja orwelliana y quizá por encarnar el también orwelliano término de "no-persona",
matizado por Virgilio Piñera como "el muerto en vida", quizá por rebelarse contra el no-ser, Nicolasito Guillén Landrián, antes "de
sonrisa fácil" y ahora completamente desquiciado, fue llevado a un hospital militar y sometido al método más fácil de anulación del
yo, al de los electroshocks.

Algunos intelectuales cubanos con alma de fiscal, de dentro o de fuera, tienden a la justificación de la desgracia del otro con la fácil
excusa de "él se lo buscó". Esto lo he oído mientras investigaba para mis documentales sobre Guillén Landrián (Café con leche,
2003) y de Reinaldo Arenas (Seres extravagantes, 2004), fieles exponentes de los  intentos  del poder por anularlos.  En el caso de
Guillén Landrián se le ha asociado al consumo de drogas, a la compra-venta de los más diversos artículos, a supuestas estafas, a
intentos de salida ilegal del país y hasta con planes de atentado al Comandante en Jefe. En un país donde una determinada conducta
puede ser catalogada de pre-delictiva —razón por la cual cualquier juez puede dictar prisión, sin que ningún delito se hubiera
materializado—, es fácil entender por qué Guillén Landrián fue a dar, en varias ocasiones, a la cárcel. Lo que no queda claro es por
qué en 1968 fue readmitido en ese Insituto de Cine. Antes de ser incluido en el Departamento de Documentales Científico-Populares,
al cineasta ya le habían vetado tres títulos, y le habían impedido terminar un documental sobre una de las más grandes voces de la
canción popular cubana, Rita Montaner (1965).

¿Fue acaso un intento del ICAIC de reparar el error? ¿Serían conscientes los funcionarios de las injusticias cometidas? ¿Creían que
los problemas de este negro maldito habían tenido solución en una sala de siquiatría? Estas interrogantes quedan como preguntas
retóricas, porque si bien busqué las respuestas de los antiguos responsables al mando, nunca las tuve. Después de entregar un
cuestionario a Julio García Espinosa y de enviar otro a Alfredo Guevara, el primero telefoneó al segundo y le expresó su miedo ateo.
"Quieren resucitar a Nicolasito Guillén", le dijo.

Luego de que una persona sufre una terapia de electroshocks, los siquiatras dan por probable que se sucedan síntomas de amnesia y
otros en la esfera emocional. Lo vivido por el cineasta habría de condicionar una ruptura estética con su cine precedente, ruptura que
se manifiesta a partir de ahora en un montaje menos lineal, y más asociativo o intelectual, en el discurso formal de la apoteosis y de la
totalidad, y en una frialdad que antes le era ajena. Si dije que su primer cine estaba marcado por la poesía, la sutileza y el regodeo
estético, estos calificativos le serán, en lo sucesivo, por lo general, más extraños. El montaje lineal supone que nada externo al tema
debe contaminar la obra, que las secuencias y los cortes se integran en una narración más natural. La poesía era la expresión de su
realidad espiritual. Y el regodeo estético nace del coqueteo formal, pero donde éste no es el determinante. En su cine posterior al
encierro y a los electroshocks, Guillén Landrián, en vez de acudir al montaje lineal, preferirá el intelectual, tan caro a Dziga Vertov y a
Serguei Eisenstein; pretenderá lo feo y hablar de las asociaciones, en una especie de búsqueda del todo, porque la realidad es
compleja ya se sabe, y avizorará con frialdad, formalmente, la apoteosis y el descalabro. También el suyo.

Coffea Arábiga (1968) es la primera evidencia de esa evolución en el lenguaje, un documental que se anticipa a lo posmoderno,
confirmación atávica de lo que ha sido Cuba: una gran plantación. De científico solo tiene el título, el nombre latino de la especie más
cultivada de café. De didáctico, varios elementos, comenzando por un aburrido informe del Ingeniero Bernaza, que enseña cómo
plantarlo y que el realizador integra dentro de un discurso animado de letras que saltan y crecen, que dejan leer algo extraño al
mensaje original ("A los yankis dales duro…"), y están también las lecciones de cómo preparar la tierra y todo el proceso desde la
recogida del grano hasta la preparación de la bebida.

Era pretensión que el documental fuera solo didáctico, que enseñara al pueblo cómo cultivar el café, dentro de lo que se creía la
hazaña del llamado Cordón de La Habana. Para el Fidel Castro agricultor, el café se podía plantar también en el llano, y los
alrededores de la capital eran lugar propicio, y todo ello llevaría a una revolución en la agricultura.  "Si ayer fue heroico combatir en la
sierra y el llano, hoy lo es transformar la agricultura", reza un eslogan de la época.

En Coffea Arábiga se expresa una voluntad metadiscursiva, a ratos evidente, a ratos solapada. Aparecen varios guiños a los censores:
Guillén Landrián recupera dos escenas de filmes suyos vetados, para dejar en evidencia a los estalinistas de la cultura: la del baile
final de Reportaje y el fotomontaje de una mujer negra que se peina mientras escucha, en la radio, un poema cursi de un poeta local,
de Retornar a Baracoa. Ambas secuencias se cortan abruptamente con la propaganda de turno, que incitaban a ir a plantar el grano.

Dentro del documental, aparece otro que ha hecho Guillén Landrián sobre el método de enseñanza del inglés. Conocedor de las
posibilidades que brinda la publicidad y la radio (el cineasta había sido locutor radial antes de dedicarse al cine), echa mano a las
marcas de café, como presentadoras de un método de enseñanza del inglés. Los cafés Tu-py, Pilón, Regil presentan la lección de
inglés número 26, sobre las Navidades.

"Christmas, it is Christmas and he is Santa Claus with his bag of toys. He brings toys for the children", se escucha en un pésimo y
pausado inglés mientras se suceden las imágenes de la miseria contrapuestas con las de la burguesía cubana de antes de la
revolución.  En el momento en que se dice la palabra toys se escucha una explosión.

"—Do you believe in Santa Claus? —Oh, yes, my children believe in him". Y un miliciano aparece con un brazo que la explosión
amputó a algún infeliz. Muerto.  Estas imágenes finales fueron las de la explosión del barco La Coubre.  Un sabotaje. Guillén
Landrián las descontextualiza y las usa a su acomodo, ajeno a cualquier sensiblería. El miliciano avanza con aquel brazo, corte al
ritmo de la música estridente, y el miliciano que vuelve desde la posición anterior. Y de nuevo una pregunta al espectador: "¿Quieren
ustedes tomar café Tu-py, Pilón, Regil?" "No", respuesta en coro y fusiles alzados. El contrapunteo de imagen y audio es tan
magistral que debe tenerse a ésta como una secuencia emblemática del cine cubano.

En un momento que se cita como el de mayor irreverencia, se ve a Fidel Castro subir a una tribuna para dar un discurso. Cuando la
cámara lo tiene en posición de close-up, una disolvencia, de la barba del capataz a plantas de café que florecen. Y comienza a sonar
The fool on the hill, de los Beatles, prohibidos durante mucho tiempo en Cuba.  Justo en el final del documental, el realizador retoma
la canción. "Un momento, por favor", dice un cartel a toda pantalla. "Y ahora para terminar Los Beatles", y se vuelve a escuchar la
canción, antes interrumpida. En Guillén Landrián hay una voluntad lúdica. Él desmitifica el significado primigenio de las imágenes y
le impone el suyo.

Cuando Tomás Gutiérrez Alea realiza Memorias del subdesarrollo (1968), Guillén Landrián, uno de sus más cercanos amigos,
escribe la secuencia de comienzo de ese filme "a partir de una experiencia que tuve yo en los carnavales de La Habana. Y la dirección
del ICAIC no permitió que Titón me diera créditos". Mientras la gente bailaba al ritmo de "María Teresa, dónde está Teresa…", se
produce un disparo, aparece un muerto, pero eso poco parece importar. El goce del cubano domina sobre la tragedia, el mismo goce y
la misma orquesta de Pello el Afrokán que ya antes había retratado en Los del baile.

Otro experimento pop, cual diario o cuaderno de bitácora que consuma locura y apoteosis, es Desde La Habana ¡1969! Recordar
(1969). El realizador empalma escenas que no guardan relación entre sí, como si se tratase de un noticiero, y en esa conjución de
acontecimientos, nos da su visión más personal del mundo: se ve una explosión atómica mientras oimos a los Beatles; el hombre que
llega a la luna; se ven los negros y el Ku Klux Klan; los pobres, los desclasados; se ve a Fidel Castro arengando a las masas; aparece
un llamado a las jovencitas para que vayan a la agricultura; el asesinato del líder Jesús Ménendez; el ataque a Palacio Presidencial y
hasta las notas del diario del Che Guevara, ante la inminencia de su muerte.

Hablando del filme, Guillén Landrián dijo: "Traté de hacer un cine muy subjetivo, muy personal y muy experimental, completamente
experimental, cosa que no se logró porque decían que era caótico. Yo estaba ya un poco mal de los nervios cuando comienzo esos
filmes, porque la presión bajo la cual yo viví en La Habana me fue llevando lentamente hacia la locura".

Quizá esa locura o ese desenfreno, le permitió ver lo que otros no pudieron, quizá le ayudó a entender la locura circundante y que tan
bien reflejó en Taller de Línea y 18 (1971), según él, el documental que provoca su expulsión del ICAIC. "En este documental, yo
usé muchas pistas de sonido del taller, que estaban en alto volumen… Martillazos, equipos electrónicos, las voces de los obreros,
todo eso junto, mezclado, molestó mucho". El proceso de fabricación de autobuses y las discusiones de los obreros en las asambleas
sindicales, eran ahora el eje de la mirada de Nicolasito. El resultado, un filme mordaz, en donde se materializa la atmósfera
enloquecedora del sinsentido.

En la cinematografía cubana, nadie como Nicolás Guillén Landrián supo expresar con tan poco la poesía y ser un visionario. Nadie
como él desacralizó lo que habría de tenerse por sagrado. Miró donde pudo, o donde quiso. Dudó todo el tiempo, pese a las
represalias. Huyó de todo autoritarismo. Y eso quiso dejarnos.
Publicado originalmente en la revista francesa Cinémas d’Amérique Latine, Nº.18, en edición bilingüe español-francés.

Pavel Giroud: 'El cine cubano es un dinosaurio viejo, reflejo del país'
Cuba está ahora en la retaguardia del cine, con una política cinematográfica de estilo "soviético", anquilosada como un "fósil", afirmó
este miércoles el cineasta Pavel Giroud, quien estos días presenta en Madrid su película Omertá, informó EFE.

"La manera en que está diseñada la cinematografía en Cuba es como estaba forjada la soviética. Hoy es inoperante, Fue un dinosaurio
fiero y ahora es un dinosaurio viejo, un fósil, que también es el reflejo del país, de la situación que se vive allí", explicó Giroud en
una entrevista con EFE.

Giroud (1972), que se reconoce deudor de autores tan distintos como Almodóvar y los hermanos Coen, es el director y guionista de
Omertá, un filme de 2008 que ahora presenta la Casa de América de Madrid.

Omertá, que podría traducirse como "la ley del silencio" de la mafia, cuenta la historia del viejo Rolo Santos, quien fuera en los años
cincuenta guardaespaldas de un gángster establecido en Cuba, y que fue tragado por la revolución, sin llegar jamás a comprenderla.

Un día, su antiguo jefe le llama de nuevo para una misión en la que deberá volver a hacer "lo único que sabe hacer", según un
primitivo código de honor que, sin embargo, encierra todo un sistema de dignidad.

"Es un personaje que representa valores con los que quiso acabar la revolución, pero que no necesariamente eran valores negativos",
explicó Giroud.

Omertá es una película que "motiva cuestionamientos sobre el honor y la lealtad, pero siempre desde una atmósfera de ironía", según
el cineasta, que no duda en incluirla en el género negro, aunque "quebrantándolo constantemente" con esa ironía y con "una reflexión
sobre el envejecimiento y sobre la desaparición en la Cuba actual de muchos valores, antaño presentes".

"La crítica oficial machacó la película. Los órganos de prensa oficiales le dieron con todo, incluso al argumento, a la producción
artística. Sin embargo, en el circuito de críticos jóvenes, alternativos, en los blogs de reflexiones sobre cine, sí tuvo muy buena
acogida", afirmó.

Para este joven autor (reconocido internacionalmente por su anterior filme, La edad de la peseta), al contrario de lo que ocurre en
Latinoamérica, donde el cine "se encuentra en su mejor momento, sobre todo por su pluralidad", Cuba, en cambio, "ahora está en la
retaguardia".

"Está fallando la política cinematográfica de la nación cuando en su momento fue su bien más preciado. Es simplemente la crisis y
decadencia de un sistema", subrayó.

Según Giroud, en Cuba "hay un sistema que si algo ha demostrado, es que no quiere oír lo que no le gusta oír".

A favor del diálogo

Sobre la posibilidad de que los actuales cineastas cubanos pudieran reflejar la actual situación de la disidencia, destacó que no sería
tan difícil hacer una película al respecto, pero sí sería complicado que la exhibieran.

No obstante, se manifestó contrario a aprovecharse del estado de cosas de estos momentos.

"Los artistas deben ser oportunos, pero no oportunistas. Aprovecharse de una situación política, social, económica, para hacer una
obra y sacarle un provecho al momento es una actitud oportunista y eso lleva a un panfleto. No me interesa", insistió.

Según Giroud, lo que más daño ha hecho a Cuba ha sido "el enfrentamiento entre dos posiciones muy radicales, entre las que nunca
va a haber negociación posible".

El cineasta comentó la estrategia sobre Cuba que mantiene España al frente de la presidencia de la Unión Europea, donde defiende el
respeto de los derechos humanos en la Isla, pero apuesta al tiempo por un diálogo a toda costa con las autoridades del que no son tan
partidarios otros miembros de la UE.

"Creo que España está teniendo una postura que está siendo muy atacada y que yo comparto. No me gustan esos enfrentamientos
entre dos vertientes radicales, porque no llevan a nada, sólo al inmovilismo, a un inmovilismo de medio siglo", añadió.

¡Graciela, qué mujer! Armando López, Nueva York


Los grandes soneros no se lloran, y menos a Graciela, que hizo gozar a Nueva York y al mundo, al ritmo de las congas y los metales
de la legendaria orquesta de Mario Bauzá, donde crecieron Dizzy Gillespie y Tito Puente y se hizo leyenda Chano Pozo.
Graciela, la creadora de Ay José y Sí, sí, no, no, la voz contralto de tiernos matices, la mulata cubana que puso de pie al negro Teatro
Apolo, y rompió las barreras raciales de Harlem, para ser la atracción de blancos y judíos en los clubes newyorkinos Palladium,
Birdland y Habana-Madrid, falleció a los 94 años.

Graciela Pérez, mejor Graciela (a solas), la cantante todo terreno, que lo mismo le metía a un son, que a una guaracha o a un sufrido
bolero (con clave o con swing) contagiaba alegría cubanísima, que lo digan los 10 mil latinos y anglosajones que celebraron con ella
su 93 cumpleaños en los jardines del Lincoln Center, o las enfermeras del Hospital Prebisterian, de Manhattan donde la operaron "de
la bomba", como llamaba la hermana de Machito al corazón; que lo digan los críticos que la calificaron como "La Primera Dama del
Latin Jazz".

"Hasta los años 60, no se decía latin jazz, sino jazz afrocubano, tampoco se decía salsa, sino son y guaracha, y el bolero era bolero y
no otra cosa que ni se sabe", protestaba Graciela, a sus muchos años, en su cuarto de hospital, porque nunca tuvo pelos en la lengua,
y muchas broncas que se buscó con músicos puertorriqueños, colombianos y panameños, que reclamaban su parte del pastel cuando
a la música cubana, por el embargo (o por encargo), la desterraron de la radio.

Graciela, hija de un torcedor de tabacos, nacida en el habanero barrio de Jesús María, tenía 17 años cuando se unió a la rara Orquesta
Anacaona en 1933. Rara sí, porque nadie entiende cómo en la machista sociedad cubana, a Concepción Castro (alías Cuchito), se le
ocurrió formar con sus hermanas la primera orquesta femenina que se conoce para dar tremendo palo en los Aires Libres habaneros.
Graciela grabó con las Anacaona para la RCA, Maleficio, Bésame Aquí, Bueno Algo, Olvidable Amor… y con las siete hermanas, se
presentó en 1937 en el Havana-Madrid de Nueva York, su primera visita a la Gan Manzana.

Contaba Graciela en sus cocinaitos (le encantaba que la visitaran y no paraba de contar anécdotas) que llegó con las Anacaona a París
en 1938, y por ser una banda de mujeres, les llovían los contratos, pero la Segunda Guerra Mundial les aguó la fiesta y tuvieron que
regresar a La Habana, donde, por un tiempito, cantó con un trío hasta que en 1943, su cuñado Mario Bauza (casado con su hermana
Estela), la llamó a Nueva York, para sustituir a su hermano Machito (Frank Pérez), reclutado por el ejercito estadounidense.

"La gente cree que Machito era el director de los Afrocubans, nada de eso, no era más que un cantante -—aclaraba Graciela a sus
amigos— Mario dirigía la banda, le dio el sonido afrocubano, mezclando congas y batás con el jazz. Fue Mario quien creó el
afrocuban jazz, él trajo a Chano Pozo a Nueva York, ayudó a Dizzy Gillespie, a Quincy Jones, a Tito Puente, a Ella Fitzgerald y a
mí".

El Hall of Fame (ILMHF) de Nueva York incluyó a Graciela entre sus ilustres miembros. La cantante recibió el Chico O'Farrill
Lifetime Achievement Award en el 2006 y fue nominada varias veces para el premio Grammy. Aunque no lo quería: "El Grammy está
desprestigiado, se lo entregan a cualquier gritón desafinado", me dijo en su apartamento, el 23 de agosto pasado, en medio de un
grupo de amigos que celebrábamos su cumpleaños 94, entre ellos, sus inseparables Hermanas Márquez.

Machito murió en Londres, el 16 de abril de 1984, de un infarto. Mario Bauzá , el 11 de junio de 1993, de un cáncer. Graciela Pérez,
o simplemente Graciela, la niña de seis años de quien María Teresa Verá profetizó que sería una gran cantante, La Primera Dama del
Latin Jazz, falleció el 7 de abril del 2010, a los 94 años, porque "la bomba" le dejó de funcionar. ¡Qué mujer!

La prensa acribilla al Ballet Nacional en Londres


El diario The New York Times calificó al Ballet Nacional de Cuba (BNC) de "troupe provincial llena de animación, pero anticuada" al
reseñar una de sus actuaciones en Londres.
El crítico eligió una función de El Lago de los Cisnes en la cual no bailara Carlos Acosta, para tomarle el pulso a la compañía.

"La principal impresión dejada por la función del viernes fue la de una troupe provincial llena de animación, pero anticuada. En la
mayoría de los casos, actuaba como si la escuela rusa con acentos habaneros se hubiese atascado en la urdimbre del tiempo: mitad
soviética, mitad Ballets Rusos itinerantes. La impresión no era de torpeza, sino de extrañeza", dijo el diario norteamericano.

Según el crítico del NYT, "en muchos aspectos, la producción lucía como la prima campesina de alguna de las que hiciera el Bolshoi
en los años cincuenta (...) Uno sentía que los mejores bailarines cubanos habían abandonado la compañía, y que estos eran los que
quedaban".

Sin embargo, la reseña añadió que la compañía estuvo "comprometida, brillante y festiva durante el primer y tercer acto".

"Daba placer comprobar cuán libremente los bailarines movían sus torsos hacia los lados. Unos a otros se prestaban atención. Y,
aunque el juego de los pies no era elegante, resultaba enérgico (...) El epílogo fue con frecuencia hermoso".

Por su parte, el diario británico The Independent calificó El Lago de los Cisnes de Alicia Alonso de "pieza de museo", "dado el
aislamiento político y cultural de Cuba durante el último medio siglo".

El reseñista de The Independent sí vio bailar a Carlos Acosta y a Viengsay Valdés.

Después de criticar las fallas narrativas de la puesta, entra las que resalta que nunca es explicado el hechizo que pesa sobre las
doncellas cisnes, agrega: "Alonso, cuya principal experiencia de este ballet fue la versión reducida de un acto bailada por ella en
Estados Unidos en los años cuarenta, arregla los cabos sueltos con impunidad".

El crítico hizo notar que "la gran matriarca" del ballet cubano padeció de ceguera parcial durante buena parte de su carrera.

"Que cada cual saque sus conclusiones" sobre ello, puntualizó.


The Independent reparó en que "mientras los asideros de la trama se mostraban débiles, y el diseño no era mejor del que podría
esperarse de un país corto de fondos (...), la coreografía rebosaba de emoción y de técnica".

Por su parte, el diario Financial Times calificó de "completamente infeliz" la representación, "su diseño chillón, su errática narración
(...) y la manera optimista de la ejecución".

"Como contrapeso a estos puntos oscuros y preocupantes queda el entusiasmo de los bailarines cubanos, y el hecho de que las
condiciones económicas habrán dictado, en cierta medida, el estilo de esta producción", añadió.

El reseñista de Financial Times también se refirió al "anticuado final al estilo soviético".

En la Isla, la prensa oficial sólo publicó la crítica positiva del periódico británico The Sunday Times.

Según los medios oficiales, la prensa británica elogió al BNC y afirmó que "gracias a (Alicia) Alonso y su gran escuela, los cubanos
se han convertido en estrellas en todo el mundo".

The Sunday Times ponderó la participación de Carlos Acosta como artista invitado, en una actuación "tan noble y sensible que era
difícil quitar la vista de su desempeño", aunque "de ninguna manera desequilibró las contribuciones de sus compatriotas".

Aroldis Chapman debuta con éxito en el béisbol profesional


El debut en Ligas Menores del pitcher Aroldis Chapman fue digno de un hombre destinado a aparecer rápidamente en la Gran Carpa,
informó el sitio en internet MLB.com.
En su primera presentación profesional en los Estados Unidos, por Louisville, la sucursal Triple-A de los Rojos de Cincinnati,
Chapman hizo tres lanzamientos que alcanzaron las 101 millas por hora. Su equipo ganó 2x1 a los Mud Hends, de los Tigres de
Detroit.

El joven zurdo, que firmó un acuerdo de seis años por 30,25 millones de dólares con Cincinnati el 11 de enero, permitió una carrera
sucia y ponchó a nueve en 4 y 2/3 entradas lanzadas.

"No se puede comparar con ningún debut a este nivel", dijo el dirigente de Louisville, Rick Sweet. "Cuando uno de sus lanzamientos
llegó a las 100 millas por hora, todos quedaron impresionados en el estadio", añadió.

Chapman otorgó una base por bolas, y de sus 85 lanzamientos, 55 fueron strikes. De los cinco imparables —todos sencillos— que
concedió, solamente uno alcanzó a salir del cuadro.

"Estuve contento porque todo salió como quería", declaró el cubano. "Por supuesto que hubo lanzamientos que no hicieron lo que
quería, pero definitivamente estuve satisfecho con mi actuación".

Chapman estuvo fuera de acción debido a espasmos en la espalda que sufrió el 22 de marzo, durante un juego de la Liga del Cactus,
lo que al final le costó la oportunidad de formar parte de la rotación de los Rojos.

El equipo lo envió a la sucursal de Louisville el 2 de abril, aunque el serpentinero terminó la primavera con 1.69 de efectividad y 15
ponches en 12 y 2/3 capítulos.

El manager de Toledo y ex jugador de Grandes Ligas, Larry Parrish, se mostró impresionado por la fuerza en el brazo de Chapman,
pero vio algunos problemas en su mecánica que cree que deben arreglarse antes de que el zurdo se una al equipo grande de los Rojos.

"No lució como J.R. Richard, ni como Nolan Ryan", explicó Parrish. "Permitió una base por bolas. En las mayores, hubieran sido
ocho las transferencias".

"Claro que sería fantástico tenerlo en mi equipo. Pero todavía no se ha desarrollado completamente", dijo.

En todo caso, los bateadores adversarios se vieron totalmente impotentes ante los lanzamientos de Chapman.

Con Fariñas han topado Michel Suárez, Madrid


En representación del Estado totalitario, Raúl Castro ha vuelto a amenazar a los heterodoxos. Directamente a Guillermo Fariñas y a la
disidencia interna, y, veladamente, al cantautor Pablo Milanés y semejantes.
"No ignoro que algunos compañeros a veces se desesperan, deseando cambios inmediatos en múltiples esferas. Naturalmente me
refiero ahora a aquellos que lo hacen sin la intención de prestarse al juego del enemigo", dijo Castro en el recientemente celebrado
congreso de la juventud comunista, esa gran farsa donde hoy militan los que mañana ayudarán a desmontar el régimen.

Las amenazas no son nuevas, pero sí el contexto. Desde hace 50 años, el discurso de la familia gobernante ha coqueteado con la
posibilidad del hundimiento en el mar y de la muerte ante el "llamado de la patria", es decir, de ellos mismos. Pero las peores crisis de
estas cinco décadas fueron resueltas por la puerta de emergencia, mediante válvulas de escape, pesadas o livianas, o el destape total.

Juan Pablo II, Felipe González, Manuel Fraga o Jimmy Carter aliviaron de la cárcel a centenares de presos políticos, que casi en su
mayoría sufrieron deportación. Mientras tanto, al menos tres veces, a miles y miles de ciudadanos se les "permitió" hacerse a la mar
para llegar al Norte. Entre éxodos masivos y mediaciones de líderes extranjeros, la olla de presión cubana siguió cocinando y
solventó, como pudo, sus crisis periódicas.

¿Qué ha cambiado ahora? La mezcla "gestión humanitaria-oportunidad política" de la diplomacia extranjera, ¿continúa siendo "útil"
para aplacar la situación interna?

Guillermo Fariñas ha declinado tres veces la salida al exilio. Ni políticos ni líderes religiosos parecen convencer al periodista. En este
contexto, la ausencia de "depuración" coloca al régimen en un escenario complejo; fallan los métodos tradicionales y la ingeniería
social del pasado.

Visto así, a La Habana no le restan demasiadas opciones: el atrincheramiento total, con los errores que ello conlleva (agresiones
físicas a mujeres indefensas frente a las cámaras de televisión y la fabricación de expedientes criminales a los opositores, como si ello
justificara la tortura), o la casi improbable negociación con la disidencia.

Incluso, la limitación geográfica impuesta por la policía a los recorridos de las Damas de Blanco, ofrece lecturas interesantes. La
primera, remite al hecho represivo en sí mismo; la segunda, y quizás la más importante, muestra un triunfo de la sociedad civil: el
régimen se ha visto obligado a una pequeñísima cesión del espacio público, con la aviesa finalidad de intentar "preservar" el resto.

La situación de los huelguistas y de las Damas de Blanco ha vuelto la vista al verdadero problema, el interno. Los gobiernos
extranjeros tienen poco que decir, salvo solidarizarse con las víctimas y condenar a los victimarios. Lo deseable es que no se utilice la
vida como mecanismo de presión contra el régimen, pero incluso el deseo de morir debe respetarse.

Que unos cuantos prefieran inmolarse indica hasta dónde ha llegado el deterioro político, económico y social del país. En tanto, los
Castro hacen el perfecto ridículo acusando a Estados Unidos y a la Unión Europea de "pagar" a los huelguistas para que se dejen
morir por inanición.

Los disidentes que han escogido el camino del exilio, por razones de salud o por cualquier otra, están en todo su derecho; al igual que
los que prefieren quedarse en la Isla. Esta última opción, evidentemente, constituye ahora el mayor problema del castrismo. Nadie
anhela una explosión interna para cambiar de forma traumática el statu quo; pero sin válvulas de escape ni reformas económicas, el
desespero asoma intempestivamente. Ojalá que la solución aparezca de otra forma.

La lira de los caciques José Hugo Fernández, La Habana


Las atropelladas y casi siempre inútiles acciones que llevan a cabo en estos días los caciques de Cuba tratando de enfrentar la escasez
de alimentos que sufrimos, ilustran fácilmente el menosprecio con que asumen al pueblo, cuyo dominio —piensan ellos— se
garantiza con mantenerle la barriga más o menos llena.
Lo paradójico es que ni siquiera basados en tal supuesto sean capaces de dar pie con bola.

Mientras más lo desean, menos lo intentan responsablemente. Mientras más les apremia hallar la solución, más inoperantemente la
posponen. Mientras más claro queda que su sistema de poder no tiene futuro, más se empecinan en dinamitar el presente y con mayor
torpeza cada vez apuestan por la represión como remedio.

Le han prendido fuego a su reino y sólo atinan a tocar la lira, como Nerón tal vez, pero peor, pues saben que no tendrán tiempo, ya
no para reconstruirlo, ni aun para apagarlo.

Aunque podría ser que justamente al darse cuenta de que están en fase terminal es que hayan resuelto anteponer la represión al
aseguramiento del santo condumio.

No de otra manera se entiende que las tarimas de los mercados amanezcan cada día más vacías y que cada mes sean menos los
productos por la libreta de racionamiento, al tiempo que ejecutan un desmantelamiento sin precedentes de las cafeterías y de otros
negocios particulares dedicados bien a la venta de comestibles o a ciertos servicios indispensables para su elaboración.

Se diría que les molesta hasta la más ligera evidencia de que la iniciativa privada pueda ayudarles a enfrentar un problema ante el que
han demostrado incompetencia total. Un problema que, no obstante su premisa cínica de asegurar los frijoles para no tener que sacar
los tanques a las calle, jamás resolvieron, ni cuando las subvenciones les llegaban desde el exterior en chorro interminable.

El hecho de que esta nueva ofensiva contra los negocios particulares (posiblemente la más drástica desde su resurgimiento, en los
años 90) tenga lugar en días de dramáticas huelgas de hambre por parte de la oposición y de escandalosos atropellos públicos a las
madres y familiares de prisioneros políticos, ha propiciado quizá que apenas se refleje en los medios de información del exterior.
Pero no por ello resulta imperceptible su nefasto significado.

Incluso, es dudable que la coincidencia entre unas y otras malas noticias sea obra de la casualidad.

De cualquiera manera, no deja de llamar la atención la actitud punto menos que suicida de nuestros caciques, a los que vemos hoy
encerrados en un doble círculo de fuego. Y mientras con una mano atizan, con la otra se limitan a tocar la lira.
ESPECIAL: POLÉMICA ENTRE SILVIO RODRÍGUEZ Y CARLOS ALBERTO MONTANER

«¿Por qué no alzaste tu voz en la Asamblea Nacional?» Carlos Alberto Montaner


Estimado Silvio Rodríguez,

Me has respondido con cierta vehemencia. Eso es razonable. Esta vez leí la carta que has publicado en www.rebelión.org, uno de los
más populares website de la ubicua tribu estalinista. No te gustó mi anterior respuesta a una pregunta tuya y haces bien en quejarte.
Ojalá estos papeles tengan mejor suerte. Mi intención no es hostilizarte, sino conversar civilizadamente. Veamos.

Dices, Silvio: "Mi hijo Silvio-Liam es una voz que comienza a extender sus verdades. El ama a nuestro Apóstol, no le resulta
incómodo, no desea borrarlo de la Historia. A él no le crispa que Martí haya dicho: 'Viví en el monstruo y le conozco las entrañas'. Él
escogió ponerse 'el libre' por no sentirse atado. Asume haber nacido así y su padre aplaude que lo sienta y lo diga en su clave
generacional".

Es cierto que Silvito "el Libre", tu admirable hijo, comienza a extender sus verdades.  Las acaba de decir en un excelente documental
sobre la juventud cubana que se estrenará en pocas semanas. Se titula Los nietos de la revolución cubana. Cuando lo veas crecerá tu
respeto por tu hijo. Silvito se atreve a decir lo que seguramente muchos jóvenes piensan y callan por miedo a las represalias. Por eso
le llaman "el Libre".

Yo también, Silvio, respeto la memoria de Martí, el más ilustre de todos los cubanos, pero no sólo el que, con bastante sagacidad y
razón, temía los impulsos imperialistas de Estados Unidos a fines del siglo XIX, sino, además, el que escribió en 1873, cuando Marx
murió, lo siguiente: "Ved esta gran sala. Karl Marx ha muerto. Como se puso del lado de los débiles, merece honor… Pero no hace
bien el que señala el daño y arde en ansias temerosas de ponerle remedio, sino el que enseña remedio blando al daño. Espanta la tarea
de echar a los hombres sobre los hombres. Indigna el forzoso abestiamiento de unos hombres en provecho de otros".

Amo, también, al Martí admirador de los empresarios y de la propiedad privada que en el prólogo a los cuentos de Rafael Castro
Palomino pergeñó el siguiente párrafo: "Pero los pobres sin éxito en la vida, que enseñan el puño a los pobres que tuvieron éxito; los
trabajadores sin fortuna que se encienden en ira contra los trabajadores con fortuna, son locos que quieren negar a la naturaleza
humana el legítimo uso de las facultades que vienen con ella".

Como coincido con Martí, Silvio, y no con Fidel, a mi me parece muy bien que alguien con tu talento haya podido enriquecerse
legítimamente, tener propiedades dentro y fuera de Cuba y poseer una próspera empresa de grabaciones construida con el producto
de su esfuerzo. Lo que quisiera (y supongo que tú también) es que ese privilegio que te han concedido (en Cuba poder explotar el
talento propio en beneficio personal es un privilegio que tienen muy pocos) se extienda a todos los cubanos.

¿No piensas que es cruel y terriblemente empobrecedor que tanta gente talentosa y con iniciativa, como hay en Cuba, tenga que vivir
subordinada a los caprichos de los comisarios y los burócratas? ¿No ves en ese absurdo modelo estatista una de las causas
principales de la improductividad tremenda de la sociedad cubana y de la miseria que padecen nuestros compatriotas?

Pero volvamos a la generación de tu hijo, la de Silvito "el Libre", que es, también, la de los míos, y la de Yoani Sánchez y Gorki
Águila. ¿No te parece que es un crimen contra la naturaleza humana que esos jóvenes estén obligados a suscribir las ideas y la
cosmovisión de unos confusos octogenarios, encharcados en el peor dogmatismo, que adquirieron sus juicios morales y su
percepción de la realidad y de los conflictos sociales en la década de los años sesenta del siglo pasado, en otras circunstancias
radicalmente diferentes?

Carlos Varela, notable cantautor, lo dijo mejor que yo en una hermosa canción: el hijo de Guillermo Tell quiere tirar sus propias
flechas. No quiere seguir con la manzanita en la cabeza jugándose la vida para complacer a su padre. Hay que liberar a los cubanos,
Silvio, para que tus hijos y los míos, los de todos, tiren sus flechas, construyan el destino con sus propias decisiones, cometan sus
propios errores y descubran el sabor agridulce, pero absolutamente indispensable, de la libertad. Hay que luchar para que deje de ser
cierta esta melancólica frase de Pedro Luis Ferrer, otro brillante cantautor, citada por Reinaldo Escobar: en Cuba "nadie sabe el
pasado que le espera".

Sigo con tu carta, Silvio. Dices: "Desconoces la razón de un joven, pero intentas apropiártelo. No pareces comprender mucho lo que
aseguras defender. ¿Será costumbre tuya? Diseñas una Cuba distorsionada que propagan las monstruosas cadenas. Cortando y
pegando repartes un odio que ha derribado aviones llenos de inocentes. Siempre he reprobado el hundimiento del remolcador 13 de
marzo".

¡Ay, Silvio! ¿Diseño una Cuba distorsionada? ¿Te parece poco que, desde que se instauró la revolución, hace ya más de medio siglo,
el 20 por ciento de la población ha huido a bordo de cualquier cosa, pagando el intento con varios miles han muertos? ¿Son falsos los
fusilamientos, incluso el de tres muchachos negros por intentar robarse un bote, los maltratos en las cárceles, los actos de repudio a
quienes se atreven a criticar al régimen? ¿Es mentira la censura?

¿Recuerdas cuando apaleaban a los cubanos por quererse ir del país en aquellos "actos de repudio" que no han cesado nunca porque
hoy los organizan contra las Damas de Blanco y los demócratas de la oposición? ¿No dejaron morir de hambre y sed en las cárceles
políticas a Orlando Zapata Tamayo, a Pedro Luis Boitel y a otra decena de hombres desesperados que sólo podían proteger su
dignidad humana ofrendando sus vidas?

¿Se te ha olvidado como encerraban a los homosexuales en campos de concentración, como los echaban de la Universidad tras
humillarlos públicamente? ¿No es verdad que en la primavera del 2003 encarcelaron y condenaron a penas de hasta 28 años de cárcel
a 75 personas por prestar libros prohibidos, pedir un referéndum y escribir crónicas en los diarios extranjeros?

¿Qué tiene que ver la denuncia de esas monstruosidades con el canallesco y condenable derribo de un avión de "Cubana de
Aviación" lleno de inocentes, crimen que me parece repugnante? No juegues a la demagogia, Silvio, que es un recurso de personas
poco inteligentes y tú eres un artista brillante: mantengamos la polémica dentro de la decencia y el respeto que tanto necesita nuestro
país.

Tú condenas, y yo creo en tu sinceridad, el hundimiento del remolcador "13 de marzo" y el asesinato en ese episodio de 41 personas,
la mayor parte niños y mujeres que intentaban huir del país, pero ¿por qué no alzaste tu voz en la Asamblea Nacional del Poder
Popular para denunciar ese crimen? Eras un diputado, un representante de la sociedad. ¿Por qué callaste? ¿Por qué ni siquiera te
atreviste a escribirles a esas pobres víctimas una de tus bellas canciones?

Yo sé por qué, Silvio: porque haberlo hecho te hubiera lanzado al ostracismo, a la cárcel o al exilio, como les ocurrió a Heberto
Padilla, a Raúl Rivero o a María Elena Cruz Varela, por sólo mencionar tres nombres del centenar que me vienen a la mente y que tú
también conoces.

Continúas alegando: "Pero quién va a creer que te importan los muertos somalíes, cuando no te interesan los cubanos que dieron su
vida por un fingido prócer. A mí me conforta saber que no fue en vano el sacrificio de los caídos en Angola. No sólo porque los
haya visto combatir y morir pobres y limpios, sino porque fueron consagrados en la eternidad por Nelson Mandela. Atrévete, Carlos
Alberto, a afirmar que Mandela mintió cuando dijo que la presencia cubana en África significó el principio del fin del apartheid".

Claro, Silvio, que me importan los miles de muertos somalíes exterminados por el ejército de Cuba en una guerra desigual y sin
piedad que nada tenía que ver con la lucha contra el apartheid, sino que estaba encaminada a darle una victoria a la dictadura etíope,
entonces aliada de la URSS. Como me importan, y mucho, los tres mil cubanos que  dejaron la piel en África, sólo porque Fidel
Castro, sin consultar con nadie, ni siquiera con el Partido Comunista, decidió convertirse en un líder planetario y transformó a la
pobre Cuba en la punta de lanza de sus apetencias de renombre internacional.

Mi admirado Mandela, Silvio, no mintió: tiene, sencillamente, una opinión diferente a la mía sobre el papel de las tropas cubanas en
África. Sus veintisiete años de cárcel son una credencial imponente, pero ni le dan el monopolio de la verdad, ni es el preso político
negro que más tiempo ha estado enrejado: el capitán del ejército rebelde Eusebio Peñalver, ex compañero del Che Guevara, estuvo
veintiocho en las cárceles de Fidel Castro. En todo caso, lo que me emociona de Nelson Mandela no es su discutible opinión sobre el
rol de las tropas cubanas en África, sino esa democracia y esa libertad sin ira que les llevó a los sudafricanos, a todos, negros y
blancos, en lugar de seguir el ejemplo totalitario de Fidel.

No es verdad, Silvio, que esas terribles guerras africanas, que duraron más de quince años, fueron la muestra del idealismo
desinteresado del pueblo cubano, una pobre gente que no tuvo ni arte ni parte en la decisión de invadir aquellas tierras remotas.
Fueron la prueba de que el gobierno cubano se convirtió en el peón más agresivo y oportunista de la Guerra Fría.

Cuando se retiraron los portugueses, los cubanos fueron a Angola a apuntalar al grupo prosoviético de Agostihno Neto, llamado, el
MPLA, frente al prochino UNITA de Jonás Savimbi, asistido por la CIA, y para cerrarle el paso a la más pequeña formación
guerrillera de Holden Roberto, un cabecilla pronorteamericano. Sólo era eso, Silvio: un descarnado juego de poder y dominación.

Pero el resultado, Silvio, fue un despropósito. Al final, las tropas cubanas, entre otras ironías de esa insensata carnicería, acabaron
custodiando los intereses petroleros norteamericanos en la zona de Cabinda, y hoy Angola es una nación capitalista deseosa de
olvidar los años en los que planeaba construir un estado calcado del modelo soviético. Ya nadie recuerda en Angola aquel proyecto
revolucionario por el que murieron tantos cubanos inútilmente.

Tal vez, Silvio, estos hechos, u otros parecidos, te parezcan actos de heroica filantropía. Yo tengo una opinión distinta. Por ejemplo,
alquilarle a Venezuela veinte mil médicos a cambio de petróleo y dólares no es una muestra de solidaridad internacional, sino un
abuso imperdonable contra nuestro pueblo. Los cubanos no deben ser siervos a la libre disposición de un amo que decide de manera
inconsulta en que causa los emplea o a que señor los arrienda, como si fueran sus esclavos o simples herramientas sin conciencia
crítica ni autonomía moral.

Terminas tu carta, Silvio, con las siguientes afirmaciones: "Sé que tus argucias serán multiplicadas mil veces más que cualquier
verdad desde Cuba. Desde esta dignidad cercada continuaré cantando lo que pienso: Sigo con muchas más razones para creer en la
Revolución que en sus detractores. Si este gobierno es tan malo ¿de dónde salió este pueblo tan bueno?".

Concuerdo contigo, Silvio, en que, probablemente, la prensa libre será más generosa con mis explicaciones que con las tuyas, pero
no porque esos medios formen parte de una siniestra conspiración derechista, sino porque el mundo al que se adscribía la revolución
cubana se derrumbó con el Muro de Berlín y hoy esa dictadura es sólo un viejo fósil apenas emparentado con Corea del Norte,
porque ya ni siquiera China y Vietnam son regímenes comunistas, aunque sigan siendo dictaduras gobernadas con mano de hierro
por un partido único".

No obstante, me parece legítimo que continúes cantando lo que piensas e insistas en defender aquello de la revolución que te parezca
plausible. Ese es tu derecho. Te diré más: la Cuba con la que sueñan millones de cubanos debe ser un país en el que tú puedas cantar
lo que piensas, y en el que no falte Pablo Milanés, más crítico que tú e igualmente talentoso, pero en el que también puedan hacerlo
Los Aldeanos y Porno para Ricardo, y en el que quepan Gloria Estefan, Willy Chirino, Paquito D'Rivera y Arturo Sandoval, y en el
que no estén prohibidos los boleros maravillosos de Olga Guillot o las canciones ingeniosas de Marisela Verena, a veces cantadas
por Albita, por Lissette, por Luisa María Güel o por Ela Pestano, por sólo mencionar cuatro de los cientos de excelentes artistas que
hoy están en el exilio.

Entre todos, Silvio, tenemos que forjar esa Cuba tolerante y abierta en la que no se persiga a nadie por manifestar sus ideas. No te
equivocas cuando dices que el cubano es un pueblo "bueno". Todas las dictaduras comunistas padecían malos gobiernos, pero tenían
pueblos buenos en los que no faltaban los Sajarov, los Walesa y los Havel. Un pueblo que ha dado a personas como Orlando Zapata
Tamayo, como Guillermo Fariñas, como Oscar Elías Biscet y la sufrida familia Sigler, tiene reservas morales e intelectuales para
reconstruir el tejido social, descubrir la libertad y alcanzar la prosperidad en un plazo relativamente corto. Tenemos que encontrarnos
en un claro de la historia patria para darnos ese abrazo de reconciliación que casi todos anhelamos.

Finalmente, culminas tu carta con varias admoniciones injustas. Me dices: "Atrévete un día a respetar al prójimo. Atrévete a expulsar
la soberbia. Atrévete a merecer un pueblo como este". Esos, Silvio, no son argumentos, sino juicios de valor totalmente subjetivos.
¿De dónde has sacado que soy soberbio y no respeto al prójimo? ¿Por qué crees que no merezco pertenecer al pueblo cubano?
¿Quién decide eso? ¿Eres tú quien otorga la condición de cubano?

Tú y yo nos conocemos poco personalmente, Silvio. Una noche, hace unos años, cenamos en Madrid, algo que recuerdo con agrado,
y entonces llegué a la conclusión de que no eras un comunista fanático, sino un talentoso simpatizante, pero crítico y dotado de una
personalidad afable, con bastantes reservas sobre los hermanos Castro y su dictadura. Me gustó esa flexibilidad tuya.

¿Qué te ha pasado? ¿Por qué esta furia de última hora que tan mal encaja en tu carácter? Saltemos sobre nuestras diferencias, Silvio, y
hagamos un mundo mejor para nuestros hijos. Un mundo, Silvio, democrático y libre, como esas veinte naciones que están a la
cabeza del planeta; esas veinte naciones a las que quieren escapar tantos cubanos jóvenes, como tú mismo acabas de advertir muy
preocupado. Entre todos, Silvio, podemos hacerlo. Entre todos, pacíficamente, podemos cambiar nuestro destino y salvar el futuro.

Con una franca carga de cordialidad cívica,

Carlos Alberto Montaner

Madrid, 3 de abril de 2010

* Esta es una versión ampliada del comunicado, a la que tuvo acceso DIARIO DE CUBA

«No tengo propiedades o empresas» Silvio Rodríguez


La Habana, 9 de abril de 2010

Montaner:

Sé que, cuando Marx murió, Martí le dedicó algunas frases de homenaje, si mal no recuerdo "por haberse puesto de parte de los
pobres". Por favor, ilústrame y muéstrame las "críticas severas" del Apóstol al autor de El Capital.

Montaner:

Antes de la Revolución, la mayoría de los cubanos no podía ni soñar con tener casa propia. Mi familia entre ellos. El único inmueble
que ahora mismo poseo es mi casa. Infórmate mejor, porque hasta el día de hoy no tengo propiedades o empresas en Cuba o en el
extranjero.

Montaner:

En algunas entrevistas y canciones, a través de una trayectoria de más de 40 años, he señalado lo que he considerado criticable del
proceso revolucionario. En otras he apoyado este proceso, sin caer jamás en el servilismo o el panfleto. No hay dualidad en esto. En
ambas facetas soy el mismo cubano pretendiendo asistir a los suyos.

Montaner:

No me molesta un gobierno de ancianos. En muchas culturas antiguas tener edad, por la sensatez inmanente, era un requisito para
gobernar. Acuérdate de que tú también adquiriste tus "juicios morales, tu percepción de la realidad y de los conflictos sociales" hace
medio siglo. No pretendas venderte como prospecto de la generación del dos mil, que no te queda bien.

Montaner:

Los fusilamientos se originaron en los primeros meses de la Revolución, contra criminales de guerra del batistato: torturadores y
asesinos probados en los juicios que el pueblo de Cuba miró sobrecogido. La guerra despiadada que nos impuso la CIA obligó al
gobierno a mantenerla como medida persuasiva. Con los años me he dado cuenta de que la pena de muerte es algo que debiera
abolirse en todo el mundo, por incivilizada. Estoy convencido de que el cese de las hostilidades contra Cuba sería el principio del fin
de la pena de muerte en nuestra Patria.

Montaner:

La oposición, en las prisiones, enfrenta el mismo drama que en las calles: no tienen pueblo, sus posiciones los alejan de las masas. En
el 2008 más de treinta artistas e intelectuales visitamos 16 prisiones y cantamos ante más de 40 mil reclusos. Los malos tratos que
ustedes manifiestan no tienen nada que ver con la mucha preocupación que vimos en las autoridades carcelarias de todos los penales
que visitamos. El mismo hecho de que exista un movimiento de aficionados tan poderoso en las prisiones cubanas contradice
profundamente la versión que ustedes propagan.

Montaner:

No estoy de acuerdo con los actos de repudio, pero otros cubanos se indignan hasta el punto de cometerlos. Los cubanos de Miami
hacen lo mismo. Debe ser la parte triste de nuestro karma. Encuentro lógico que las madres y esposas de los presos se preocupen por
sus familiares y que lo manifiesten. No me parece muy honesto que reciban ayuda económica de otro gobierno y mucho menos de
connotados terroristas, como parece ser el caso de ciertas señoras. La censura, como en otros países, existe en Cuba. Y ahí donde
estás ahora mismo, existe también, sobre todo para los que no piensan como tú.

Montaner:

Me parece que no te corresponde decir lo que recuerdan los angoleños. A mí me consta que recuerdan mucho y bien la desinteresada
ayuda de los cubanos. En Cuba nunca se ha usado una gota de combustible de Cabinda, donde estuve personalmente y vi caer a
hombres extraordinarios, defendiendo ese petróleo para que una Angola soberana decidiera su suerte.

Montaner:

Si tanto deseas que Cuba sea mejor, cambia tu lógica y empieza a luchar contra el bloqueo. El bloqueo es genocida, inmoral,
impresentable. Mientras exista será la justificación para no bajar ni un ápice la tensión defensiva. Si quieres tanto a los somalíes,
supongo que debes querer al menos igual a los niños cubanos. Pues bien: los niños cubanos, gracias al bloqueo, este año no podrán
entrar masivamente a los conservatorios musicales. Y no me vayas a decir que el gobierno cubano se volvió loco y ahora quiere
destruir lo que construyó. En tus manos queda hacer felices a cientos de miles de niños del país en que naciste.

Por eso, Montaner:

Lucha contra el bloqueo para que el talento que lleva 50 años floreciendo no se frustre.

Con probada vocación patriótica e internacionalista,

Silvio Rodríguez Domínguez.

PD: La todopoderosa "Gran Prensa" que te apoya ya empezó a publicar versiones convenientes de este careo. Sé demócrata cabal (y
cívico) y pídeles que muestren íntegras mis palabras.

* Publicado en Cubadebate.

 
 
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