A los compañeros de la Asamblea Nacional Representativa del Movimiento Estudiantil.

Algunas aclaraciones necesarias.

El día jueves 8 de abril del presente año un grupo de compañeros, miembros de la ANRME,
acudieron a una Asamblea Estudiantil llevada a cabo en el Auditorio Che Guevara de la FFyL de la
UNAM, como parte de los esfuerzos unitarios que hemos venido realizando para conjuntar las luc has
del movimiento estudiantil. En dicho espacio, el que esto suscribe fue acus ado de una serie de
cuestiones que me parece pertinente aclarar, en virtud de que uno de los grupos allí presentes adujo
incluso que no participan en la ANRME por mi presencia al interior de dicha organización, por tanto
he aquí mi respuesta.

1. En principio de cuentas me parece amenazan con seguirme golpeando si no me

importante mencionar que el aislarse de un
proceso político general y pretender romper la
unidad de la lucha por una persona, me parece
una actitud política incorrecta que refleja el
grado de inmadurez y descomposición del
movimiento estudiantil, y los vicios de
sectarismo e infantilismo que tanto daño han
hecho a la izquierda. En todo caso al seno de la
ANRME no existen dirigentes, voceros,
representantes ni alguna otra figura jerárquica.
Nuestra Asamblea sea ha caracterizado (y
debe seguirlo haciendo) por su horizontalidad y
democracia en la toma de decisiones. Así pues,
todos los compañeros que en ella participamos
somos uno más, sumamos al esfuerzo
colectivo, pero todas las decisiones se discuten
en Asamblea y allí cualquiera puede llegar a
debatir hasta logar acuerdos, como lo hemos
hecho. Si no se coincide con alguien lo
conducente no es aislarse del proceso, sino dar
la lucha ideológica en los temas políticos,
no con injurias ni difamaciones personales.
2. En cuanto a las acusaciones aclararé
las que he conocido pues aún no he podido leer
el volante que redactaron. En primer lugar se
dice que durante la huelga yo era porro.
Completamente falso. Yo ingreso a la prepa 9
de la UNAM en 1997. En dicho momento no
existían grupos de izquierda o colectivos para la
participación política. El primer año de mi
estancia no participo en ningún grupo. Cuando
cursaba 5° tengo un enfrentamiento con los
porros del plantel (GPA) en donde soy
golpeado por ellos. Al día siguiente me
incorporaba a su grupo. En ese momento no
había espacios estudiantiles que dieran
cobertura y las autoridades del plantel no
garantizaban nada en caso de denunciar, así
que me uní. Eso es cierto, es público y nunca lo
he negado. Antes de que terminara 5° estalla la
huelga de la UNAM y desde el primer día me
sumo de tiempo completo creyendo en la lucha
estudiantil. Por lo anterior mi estancia en el
GPA fue de acaso unos meses en los que
nunca se confrontó al movimiento porque en el
plantel no existía.
En cambio, durante la huelga participé en
todas las acciones de lucha del movimiento.
Estuve en él de tiempo complet o y fui preso
político en dos de las principales detenciones
que sufre el CGH. Al t érmino de la huelga los
porros me ofrecieron no agredirme con tal de
no estar pres ente en los enfrentamientos pues
ya habían pactado con las autoridades combati r
al movimiento (de esto varios compañeros
pueden testificarlo). Me niego y lo denuncio
públicamente. Hicimos una serie de
conferencias en donde doy la información que
tenía de la estructura porril, gracias a la cual
logramos meter a la cárcel a varios dirigentes y
expulsar de la UNAM a otros, en todo momento
y públicame nte me deslindo de ellos, los
confrontamos política, ideológica, legal e
inclu so físicamente. Lo anterior significó en más
de una ocasión agresiones físicas severas
contra mi persona e incluso que durante casi
tres años tuve que salir ocu lto del plantel por
seguridad. Todo lo anterior está perfectamente
documentado.
Por último en es te punto sería interesante
preguntarles a aquellos que me acusan si
pesan más 6 meses de participar en un grupo
porril (período incluso en que nadie me puede
acus ar de haberlo robado, agredido físicamente
o alguna acción delictiva) u once años
consecutivos, más los que se acumulen,
dedicando mi vida y mi tiempo completo a la
lucha por una nueva sociedad. Once años en
los que absolutamente nadie me puede vincular
de nuevo con los porros si no es en acciones
de combate a ellos o de agre siones de ellos
hacia mi persona.
3. Me acusa también una compañera,
según me informan, de que “mi grupo la había
balaceado y que si fuera por mi ella no estaría
viva”. No entiendo el sentido por el cual lanza
esta calumnia pero la aclaro también. En primer
lugar nunca he tenido un enfrentamiento físico
con ella, con nadie de su organización ni con
ningún compañero de izquierda en todos estos
años de militancia. Considero que la violencia
no debe ser individual, sino de masas, y jamás
contra los compañeros de lucha, con quienes
se deben dirimir las diferencias en el debate, la
violencia es para el Estado y su aparato
represivo y como una acción de las masas
organizadas y no de individuos iluminados.
Pertenecí, al término de la huelga a una
organización llamada Círculo de Estudios
Revolucionarios Carlos Marx (CERCM). Desde
ella hicimos muchísimos aportes al movimiento
y luchamos con la comunidad estudiantil por
sus demandas. Al paso del tiempo, por
diferencias políticas que no tiene caso analizar
en este espacio me salí públicamente de la
organización.
Varios meses después se da un
enfrentamiento entre la organización de dicha
compañera y, s egún sus declaraciones
públicas, algunos compañeros del CERCM
(organización a la que yo tenía ya bastante
tiempo de no pertenecer). En aquel momento y
durante todos estos años jamás se mencionó
mi nombre, debido a que no tuve nada que ver
en e l enfrentamiento, no estuve presente y no
tengo relación alguna. De hecho me ent eré al
día siguiente por la llamada telefónica de un
amigo de dicha compañera que me preguntó si
sabía lo que había pasado y que finalmente el
me contó.
De este caso en todo momento ellos
señalaron a los que consideraron culpables y,
según entiendo, levantaron demandas penales
contra ellos. En todo este tiempo mi militanc ia
ha sido pública, no me he escondido porque no
debo nada y jamás se acusó de nada. Incluso
la compañera me ha visto en marchas,
acciones estudiantiles y hace unos meses en
una Asamblea en el Auditorio Che Guevara y
jamás me reclamó nada. Yo ni si quiera
imaginaba que ella tuviera algún conflicto
conmigo pues, reitero, en lo personal nunca he
tenido una confrontación con ella o los
compañeros de su organ ización. Así que a ella
le corresponderá aclarar porque al paso de
varios años me acusa de algo que
perfectamente sabe que soy inocente.
Por último menciono que los compañeros
que llevaron su caso en relación al tema de
Derechos Humanos pued en atestiguar
públicamente que ésta es la primera vez que se
me menciona pues jamás fui acusado. Con que
interés miente ahora, que lo aclare ella.
4. Entiendo que me acusan de militar,
según ellos en el PT y de sacar propaganda de
allí para el movimiento y de buscar una
candidatura. En primer lugar nunca he militado
en el PT, si así fuera no lo negaría. En segundo
cada quien tiene derecho a militar donde lo
decida. Hay compañeros que no creen en
algunas formas de lucha, es su opinión y debe
ser respetada, habemos otros que creemos que
todas las formas de lucha son válidas,
necesarias y complementarias, exigimos el
mismo respeto. En todo caso demos un debate
político con quien opine distinto. Es cierto que
en varios momentos los compañeros del PT
han donado propaganda para el movimiento,
jamás nos pidieron que apareciera su logotipo,
algún agradecimiento público o que militáramos
con ellos, de haber sido así jamás habríamos
aceptado. Quiero mencionar también que en mi
opinión la solidaridad siempre es bienvenida y
que si los compañeros saben como obtuvimos
la propaganda es porque jamás lo hicimos a
escondidas, nunca lo decidí personalmente,
siempre propusimos a asambleas la opción de
pedir solidaridad y se aceptó y se consiguió la
propaganda (para el movimiento, no para
Franky) por acuerdo de asamblea (no por
decisión de Franky). También digo que hemos
conseguido propaganda en el SME, STUNAM,
SITUAM y otros lugares, por si alguien también
creyera que es incorrecto.
5. Dicen los compañeros que soy infiltrado,
de no ser una acusación e infamia movería a la
risa. Los compañeros no han estudiado y no
conocen como el Estado infiltra las luchas. Los
infiltrados se suman a los movimientos en
algidez, no dedican once años de su vida a
construir luchas, no solo estudiantiles, sino
obreras, campesinas, populares, de colonos, de
deudores, etc. Los infiltrados llegan a las
asambleas, no hacen volantes, carteles,
correos masivos, llamadas telefónicas,
mensajes de celular, para convocarlas. En fin
señalar es sencillo, si tienen algo que probar
que lo hagan con elementos claros, no con
injurias.
6. En todo caso nosotros creemos que la
unidad es necesaria, siempre hemos apostado
a ella, es curioso que incluso algunos
compañeros en el Comité Nacional para la
Revocación de Mandato planteaban no ir al
Che y fui el que más insistió y seguiré
haciéndolo, en ir con ellos y todos los grupos en
la búsqueda de la unidad, sin la cual el
Por el Movimiento Revolucionario de Masas.
Franky.
movimiento estudiantil se condena al fracaso.
Pese a las calumnias, injurias y falsas
acusaciones sigo creyendo que todos los
compañeros son necesarios (incluso aquellos
que me atacan) y manifiesto públicamente mi
intención de ser parte de un movimiento amplio
donde todos quepamos. Manifiesto también que
no caeré en la provocación de los compañeros
y que si tienen alguna acusación la viertan en el
marco del debate político y respetuoso, que no
debatamos nuestras personas (los movimientos
no los hacen las personas, los hacen las
masas) sino nuestras propuestas para el
movimiento actual (no para vivir eternamente
conmemorando la lucha del 99) y cuales
ayudan más al avance de la lucha a la
transformación de la sociedad. Manifiesto que
no creo, no he creído ni creeré en la
confrontación física con compañeros del
movimiento, por muchas diferencias que
tengamos entre nosotros, en una forma
incorrecta de resolver las contradicciones al
seno de la lucha popular.
7. Por último pregunto a quien sirve una
campaña de una organización para
desprestigiar a una persona. Nadie es más
importante que nadie en la lucha. Pero el
Estado tiende a creer que los movimientos
necesitan dirigentes y a personalizar sus
ataques. A todos los compañeros de la ANRME
les consta el esfuerzo que muchos hacemos
por que el proyecto avance, hoy me atacan a
mi, mañana podrá ser cualquier otro. ¿A quién
sirve? Queriendo o sin querer, con conciencia o
no de ello, los compañeros que así proceden
solo ayudan al Estado en su labor contra el
movimiento y perjudican a la lucha en su
conjunto.