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(Latino-americana)
Presentación de un Presbitero
El obispo y el pueblo se sientan. Un Presbítero y un Laico y, si se
desea, presentadores adicionales, de pie ante el obispo, presentan al
ordenando, diciendo:
Revdmo Helber Ramirez Tafur, Obispo en la Iglesia de Dios, en nombre
del clero y
pueblo de la Diócesis- de Villavicencio y los Llanos Orientales de
Colombia., te presentamos a Revdo. Diacono, JESUS ANTONIO
OYOLA REYES. para
ser ordenado Presbítero en la santa Iglesia católica de
Cristo.
Obispo:
¿Ha sido escogido de acuerdo con los cánones de esta
Iglesia? Y ¿creen ustedes que su forma de vida es
apropiada para el ejercicio de este ministerio?
Presentadores:
Certificamos que ha satisfecho los requisitos de los
cánones, y le creemos calificado para esta orden.
El Obispo dice al ordenando:
¿Serás leal a la doctrina, disciplina y culto de Cristo, tal y
como esta Iglesia los ha recibido? Y ¿obedecerás, de
acuerdo con los cánones de esta Iglesia, a tu obispo y
otros ministros que tengan autoridad sobre ti y tu
trabajo?
Respuesta:
Estoy dispuesto a hacerlo así; y declaro solemnemente
que creo que las Sagradas Escrituras del Antiguo y
Nuevo Testamento son la Palabra de Dios, y que
contienen todas las cosas necesarias para la salvación; y
me comprometo solemnemente a conformarme a la
doctrina, disciplina y culto de la Iglesia Episcopal.
Dios Padre,
Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo,
Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo,
Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios,
Ten piedad de nosotros.
Oramos a ti, Cristo Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por la santa Iglesia de Dios, para que esté llena de verdad
y de amor, y se halle sin mancha en el día de tu venida,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por todos los miembros de tu Iglesia en su vocación y
ministerio, para que te sirvan en verdad y santidad de
vida,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por N. nuestro Primado, y por todos los obispos
presbíteros y diáconos, para que estén llenos de tu amor,
tengan hambre de tu verdad y sed de tu justicia,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por El Revdo. Presbítero Alvaro Calderon Forero., elegido obispo, por el
Rvdo. Diacono Jesús Antonio Oyola Reyes elegido Presbítero y por el
Revdo. Laico Fabian Marin Rios elegido diácono) en tu Iglesia,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Que cumpla ellos con fidelidad los deberes de estos
ministerios, edifique tu Iglesia y glorifique tu Nombre,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Que por la presencia del Espíritu Santo te dignes
sostenerle y alentarle a perseverar hasta el fin,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por su familia [los miembros de su casa o comunidad;
para que sea adornada de todas las virtudes cristianas,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por cuantos temen a Dios y creen en ti, Cristo Señor,
para que cesen nuestras divisiones y todos seamos uno,
como tú y el Padre son uno,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por la misión de la Iglesia, para que en testimonio fiel
proclame el Evangelio hasta los confines de la tierra,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los que aún no creen y por los que han perdido la fe,
para que reciban la luz del Evangelio,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por la paz del mundo, para que entre las naciones y los
pueblos crezca un espíritu de respeto y comprensión,
te suplicamos, oh Señor.
Señor atiende nuestra súplica.
Por los que tienen cargos de responsabilidad pública
[especialmente Nuestro Señor Dr. Alvaro Uribe Velez Presidente de la
República de Colombia, para que sirvan a la
justicia y promuevan la dignidad y la libertad de toda
persona,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por tu bendición sobre todo trabajo humano y por el uso
debido de las riquezas de la creación, para que el mundo
sea librado de la pobreza, el hambre y el desastre,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los pobres, los perseguidos, los enfermos y todos
cuantos sufren; por los refugiados, los prisioneros y por
todos los que están en peligro, para que hallen alivio y
protección,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por nosotros, por el perdón de nuestros pecados y por la
gracia del Espíritu Santo para enmendar nuestras vidas,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por cuantos han muerto en la comunión de tu Iglesia, y
por aquéllos cuya fe sólo tú conoces, para que con todos
tus santos tengan descanso en ese lugar donde no hay
dolor ni tristeza, sino vida eterna,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Gozándonos en la comunión de [la siempre Bendita Virgen
María, y del bienaventurado Tomas Cramer Mártir y] todos los santos,
encomendémonos los unos a los otros, y toda nuestra
vida, a Cristo nuestro Dios.
A ti, Señor nuestro Dios.
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
KYRIE:
Ministerio de la Palabra
2 Unos serafines estaban de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas: con dos se cubrían
el rostro, y con dos se cubrían los pies, y con dos volaban.
5 Yo dije:
"¡Ay de mí, estoy perdido!
Porque soy un hombre de labios impuros,
y habito en medio de un pueblo de labios impuros;
¡y mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos!".
6 Uno de los serafines voló hacia mí, llevando en su mano una brasa que había tomado con
unas tenazas de encima del altar.
8 Yo oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?". Yo respondí:
"¡Aquí estoy: envíame!".
Salmo 99
1 ¡El Señor reina! Tiemblan los pueblos.
Él tiene su trono sobre los querubines:
la tierra vacila.
1 Es cierta esta afirmación: Si alguno aspira al cargo de epíscopo, desea una noble función.
2 Es, pues, necesario que el epíscopo sea irreprensible, casado una sola vez, sobrio, sensato,
educado, hospitalario, apto para enseñar,
3 ni bebedor ni violento, sino moderado, enemigo de pendencias, desprendido del dinero,
4 que gobierne bien su propia casa y mantenga sumisos a sus hijos con toda dignidad;
5 pues si alguno no es capaz de gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la Iglesia de
Dios?
6 Que no sea neófito, no sea que, llevado por la soberbia, caiga en la misma condenación del
Diablo.
7 Es necesario también que tenga buena fama entre los de fuera, para que no caiga en
descrédito y en las redes del Diablo.
8 También los diáconos deben ser dignos, sin doblez, no dados a beber mucho vino ni a
negocios sucios;
9 que guarden el Misterio de la fe con una conciencia pura.
1 Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de
Dios,
2 cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de
ellas, y lavaban las redes.
3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y,
sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre.
4 Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Boga mar adentro, y echad vuestras redes para
pescar."
5 Simón le respondió: "Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado
nada; pero, en tu palabra, echaré las redes."
6 Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban
romperse.
7 Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron,
pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.
8 Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: "Aléjate de mí, Señor, que soy
un hombre pecador."
9 Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces
que habían pescado.
10 Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús
dijo a Simón: "No temas. Desde ahora serás pescador de hombres."
11 Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.
El Santo Oleum
El Maestro de Ceremonia o el Presbitero traen el Santo Oleum, El
Consagrante Bendice el Oleum,
El Obispo Consagrante Rocia en forma de Cruz, el Santo Oleum al
rededor de la Cabeza.
Se canta el himno Veni Creator Spiritus, o el Veni Sancte Spiritus.
La unción de las Manos, sobre las líneas de las palmas con la tres cruz +
Amen.
La venda de las Manos.
El Maestro de Ceremonia venda las manos del Nuevo Presbitero quien las
coloca la derecha sobre la izquierda. Y trae el agua bendita, Obispo
Consagrante se esparce agua Bendita. Sobre las manos.
Obispo: Dios todopoderoso, te damos gracias por habernos
hecho a tu propia imagen para participar en el
ordenamiento de tu mundo. Recibe el trabajo de nuestras
manos en este lugar, que ahora va a ser apartado para tu
adoración, para la edificación de los vivos y en memoria
de los muertos, para la alabanza y gloria de tu Nombre;
por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
EL Pan y Cáliz
Trae El Pan y Cáliz, Un Presbítero o el maestro de ceremonia y se lo
entrega al Obispo consagrante, le esparce agua Bendita y lo recibe el
Presbitero electo con las puntas de los dedos
Obispo: Recibe este Pan y Cáliz como símbolo del cuerpo del señor y el
Cáliz donde se deposita el vino como símbolo de la sangre de Jesús
Resucitado. Que sea en el nombre del Padre del Hijo y el Espíritu Santo.
Amén.
Presbítero electo dice: Acepto.
El Obispo Consagrante signa tres veces la cruz, en el nombre del Padre, Hijo
y Espíritu Santo.
Obispo La paz se a contigo.
Amén.
Se canta el himno Veni Creator Spiritus, o el Veni Sancte Spiritus.
La unción de las Manos, sobre las líneas de las palmas con la tres cruz +
Obispo: Unjo estas manos como símbolo de potestad, autoridad, hacer
buenas obras, han de resplandecer la gracia del Espíritu Santo, la
edificación y el ejemplo de su vida y para que continúen ungiendo y
trasmitiendo la Santa Sucesión, y que es el resplandor del Espíritu Santo.
Amen.
La venda de las Manos.
El Maestro de Ceremonia venda las manos del Obispo electo quien las
coloca la derecha sobre la izquierda. Con la venda que sobra de o cuelga de
la cabeza. Y trae el agua bendita, Obispo Consagrante se esparce agua
Bendita. Sobre las manos.
Obispo: Dios todopoderoso, te damos gracias por habernos
hecho a tu propia imagen para participar en el
ordenamiento de tu mundo. Recibe el trabajo de nuestras
manos en este lugar, que ahora va a ser apartado para tu
adoración, para la edificación de los vivos y en memoria
de los muertos, para la alabanza y gloria de tu Nombre;
por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
El Báculo
Lo trae el Báculo un Presbítero o el maestro de ceremonia y se lo entrega al
Obispo consagrante, le esparce agua Bendita y lo recibe el Obispo electo con
las puntas de los dedos
Obispo: Recibe este Báculo como símbolo de soporte, justicia y
libertad, que debes ejercer durante su episcopado. que sea en el nombre
del Padre del Hijo y el Espíritu Santo. Amen.
Obispo electo dice: Acepto.
Anillo.
Obispo consagrante se pone en Pie y se quita la Mitra, Bendice el anillo con
la siguiente oración:
Obispo:
Ven Espíritu creador;
visita las almas de tus fieles.
Llena de la divina gracia los corazones
que Tú mismo has creado.
Tú eres nuestro consuelo,
don de Dios altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú el dedo de la mano de Dios,
Tú el prometido del Padre,
pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos,
infunde tu amor en nuestros corazones
y con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra frágil carne.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto tu paz,
siendo Tú mismo nuestro guía
evitaremos todo lo que es nocivo.
Por Ti conozcamos al Padre
y también al Hijo y que en Ti,
que eres el Espíritu de ambos,
creamos en todo tiempo.
Gloria a Dios Padre
y al Hijo que resucitó de entre los muertos,
y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos.
Amén.
Obispo:
La mitra le significa que son la dos Tablas de la Ley de Dios, pero te
representan en la parte de la espalda el Antiguo Testamento y en la parte
del pecho el Nuevo Testamento, su símbolo de la caridad que debe tener
el amor a Dios y al Prójimo, con los que debe gobernar la iglesia. Las
dos CINTAS que cuelgan en la espalda simbolizan los dos sentidos en
que esta la escritura: Lo Espiritual y lo Literal, enseñando que tú eres un
maestro en ambas. Lo enseñas con la boca lo ejecutas con las obras,
cuyo ejemplo han de seguir tu clero y comunidad.
El Obispo Consagrante se pone en pie y viene El Obispo con-consagrante y
levanta al nuevo Obispo que esta de rodillas.
El Maestro de Ceremonia trae nuevamente el Báculo y se lo entra al
Obispo Consagrante y el nuevamente se lo entrga
El Obispo Consagrante presenta al pueblo a su nuevo obispo.
El Clero y Pueblo le aclaman y aplauden.
La Paz
Entonces el nuevo Obispo dice:
La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Pueblo Y con tu espíritu.
El Obispo Consagrante y los otros Obispos saludan al nuevo obispo.
El Pueblo se saluda mutuamente.
El nuevo Obispo también saluda a otros miembros del clero, a su
familia y a la congregación.
Maestro de Ceremonia :
Lee el Decreto por el cual instituye como Arzobispo de la
Provincia Bienaventurada Virgen María Madre De Jesús.
(SENTADOS)
S. Bendito seas Señor, Dios del Universo, por este pan, fruto de la
tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y
ahora te la presentamos; él será para nosotros pan de vida.
S. Bendito seas Señor, Dios del Universo, por este vino, fruto de
la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y
ahora te la presentamos; él será para nosotros bebida de salvación.
Lavado
(DE PIE)
Oremus fratres
PLEGARIA EUCARISTICA
EL ARZOBISPO, DE FRENTE A LA CONGREGACIÓN, CANTA O
PRONUNCIA EL SIGUIENTE DIÁLOGO, CON LAS MANOS
EXTENDIDAS:
PREFACIO
SEGÚN LA FESTIVIDAD.
(DE RODILLAS)
Palabras de la Institución
P. Cristo ha muerto.
Cristo ha resucitado.
Cristo volverá.
Oración intercesoria
Doxología
RITO DE COMUNION
Pater noster
Agnus Dei
EL ARZOBISPO CANTA.
Invitatorio
P. Amén.
Administración de la comunión
(SENTADOS)
DURANTE LA DISTRIBUCIÓN, PUEDE CANTARSE UNO O MÁS
HIMNOS, SALMOS Y/O ANTÍFONAS APROPIADAS. ACABADA LA
COMUNIÓN, EL DIÁCONO (O EL MISMO REVERENDO) PURIFICA
LA PATENA SOBRE EL CÁLIZ, Y LUEGO EL CÁLIZ. DESPUÉS EL
ARZOBISPO PUEDE IR A LA SEDE. SI SE CONSIDERA OPORTUNO
SE PUEDE GUARDAR UN MOMENTO DE SILENCIO.
Acción de gracias
(DE PIE)
P. Y con tu espíritu.
S. Oremos:
P. Eterno Dios, Padre celestial, en tu bondad nos has aceptado
como miembros vivos de tu Hijo, nuestro Salvador Jesucristo;
nos ha nutrido con el alimento espiritual en el sacramento de su
Cuerpo y de su Sangre. Envíanos ahora en paz al mundo.
Revístenos de la fuerza y de valor para amarte y servirte con
alegría y sencillez de corazón, por Cristo nuestro Señor. Amén.
(SENTADOS)
Anuncios y avisos
Poscomunión
Maestro de Ceremonia