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Este documento resume Filipenses 4:8-9 sobre la salud mental y espiritual. Exhorta a los creyentes a enfocar su mente en seis cosas: lo que es verdadero, honorable, justo, puro, amable y de buena reputación. Esto les ayudará a vencer malos pensamientos y tener una mente sana gobernada por el Espíritu Santo, en lugar de pensamientos que les alejen de Dios.
Este documento resume Filipenses 4:8-9 sobre la salud mental y espiritual. Exhorta a los creyentes a enfocar su mente en seis cosas: lo que es verdadero, honorable, justo, puro, amable y de buena reputación. Esto les ayudará a vencer malos pensamientos y tener una mente sana gobernada por el Espíritu Santo, en lugar de pensamientos que les alejen de Dios.
Este documento resume Filipenses 4:8-9 sobre la salud mental y espiritual. Exhorta a los creyentes a enfocar su mente en seis cosas: lo que es verdadero, honorable, justo, puro, amable y de buena reputación. Esto les ayudará a vencer malos pensamientos y tener una mente sana gobernada por el Espíritu Santo, en lugar de pensamientos que les alejen de Dios.
La mente es un verdadero campo en el que se libran las batallas. V. 7 La paz de Dios (producto de nuestra relacin con l) ayuda a camiar nuestra manera de pensar. V. 8 Pablo exhorta a e enfocar nuestra mente en seis cosas: 1- Atended a lo que es verdadero. El apstol exhorta a los filipenses a atender a lo que es verdadero. La verdad se alza contra la mentira (Ef. 4:25); tiene su norma en Dios (Ro. 3:4); camina de la mano de la bondad, de la justicia, y de la santidad (Ef. 4:24; 5:9), y alcanza su clmax en la palabra del evangelio (Ef. 1:13; 4:21; Col. 1:5, 6). La verdad es parte de la armadura del soldado cristiano (Ef. 6:14). 2 - Pablo aade: a lo que (es) honorable. (lo respetable) Los creyentes deben ser dignos y sinceros tanto en sus palabras como en su comportamiento. El decoro en la conversacin, en los modales y en las costumbres, es muy importante. En un ambiente, tanto en aquel tiempo como en nuestros das, que se caracteriza por la frivolidad, todo lo que es honorable ciertamente es digno de sincera consideracin. Vase tambin 1 Ti. 2:2; 3:4; Tit. 2:2, 7; 3:8. 3 - Asimismo, a lo que (es) justo. Habiendo recibido de Dios la justicia imputada e impartida, los creyentes deben pensar rectamente. Deben meditar agradecidos en las obras justas de Dios (Ap. 15:3), apreciar la justicia en otros, y proceder justamente en palabras y hechos. Los amos, por ejemplo, han de hacer lo que es justo y derecho en el trato con sus siervos. Deben saber que tambin ellos tienen un Amo en los cielos (Col. 4:1). En todo cuanto el cristiano haya de hacer, debe preguntarse a s mismo: Est esto de acuerdo con la voluntad y la ley de Dios? 4 - Ahora, a lo que (es) puro. Los filipenses, a causa de lo que haban sido en otro tiempo (paganos, cf. Ef. 5:8) y del ambiente que los rodeaba (antinomiano, cf. Fil. 3:18, 19), eran continuamente tentados por la lujuria. Deban llenar, pues, sus almas de lo que es puro y santo. Vase tambin 2 Co. 11:2; 1 Ti. 5:22; Tit. 2:5. Cf. Stg. 3:17; 1 Jn. 3:3. Deban vencer con el bien el mal (Ro. 12:21). Maravilloso consejo que an no ha perdido actualidad! 5 - Sigue a continuacin: a lo que (es) amable. Aunque esta palabra, amable, ocurre aqu como nico caso en el Nuevo Testamento, es, no obstante, muy corriente en los epitafios. Lo que es amable, bondadoso y afable, recuerda y evoca el amor. Mediten, pues, los creyentes y atiendan a tales cosas. 6 - Esta lista termina con a lo que (es) de buena reputacin (tambin sta es la nica mencin neotestamentaria de este adjetivo; pero puede verse un nombre afn en 2 Co. 6:8). Estas cosas laudables son cosas atractivas, prometedoras, bien vistas, y que aun en los no cristianos causan buena impresin. La principal consideracin es, sin embargo, que en su esencia estas cosas son dignas de causar tal impresin. Conclusin: La palabra NO prohbe pensar en cosas que no fueran la Biblia, pero s nos exhorta a pensar en todo aquello que no contradiga los mandatos de Dios, para que los cristianos no seamos vencidos por pensamientos que nos alejen de Dios; mas bien tengamos una menta sana, en la que el Espritu Santo tambin pueda gobernar. Puede que ests luchando con malos pensamientos Haga caso al consejo del apstol, esfurcese en llenar su mente de pensamientos que sean de bendicin.