Sie sind auf Seite 1von 146

a c i a ,

sin
m o c r
de derechos
sin

o b i erno
g z
a ñ o de ibe Véle
to r
Quin Álvaro U
de
© Coordinación Colombia Europa Estados Unidos
Carrera 10 Nº 24 -76, Oficina 905. Bogotá, Colombia
Correo electrónico: coeuropa@etb.net.co
Telefax: (571) 3375569 – (571) 3375949
 

© Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo


Correo electrónico: plataformaco@colomsat.net.co
Calle 16 Nº 6 – 66 Oficina 2506. Bogotá, Colombia
Telefax: (571) 2838037 – (571) 2846120
 
® Sin democracia, sin derechos
Quinto  año de gobierno de Álvaro Uribe Vélez

 
ISBN: 978-958-8395-04-3

Coordinación editorial:
Jomary Ortegón Osorio y Camilo Andrés Galindo

Fotografía carátula:
Jesús Abad Colorado

Caricaturas:
Vladdo: cortesía Revista  Semana – publicaciones Semana S.A.

Impresión: 
Ediciones Antropos Ltda.
 
Impreso en Colombia, abril de 2008

Los artículos que aparecen en este libro son responsabilidad de sus autores.
 
Se permite la reproducción parcial o total de esta obra, en cualquier formato,
mecánico o digital, siempre y cuando no se modifique su contenido,
se respete su autoría y se mantenga esta nota.

4
Contexto 7 pRESENTACiÓN

19 ¿La Edad de Lata toca a su fin?


Camilo Castellanos
25 En contravía de la democracia
José Aristizábal G.
35 Un modelo pro rico
Cecilia López Montaño
45 Que todo cambie, para que siga igual
Laura Bonilla

57 En Macondo no ha pasado nada


Situación de los derechos humanos

Observatorio de derechos humanos y derecho humanitario


de la Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos
66 Una muerte que deja muchas dudas
Juan Diego Restrepo E.
71 Ley 975: sin justicia, ni paz
Comisión Colombiana de Juristas
Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo
Observatorio de Derechos Humanos y Derecho Humanitario -
Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos
82 Las víctimas del paramilitarismo: entre luces y sombras
Juan Diego Restrepo E.
89 ¿Desarrollo para todos?
Alberto Yepes
100 A José Pablo se le está acabando su amor por el Seguro
Ricardo Cruz Baena
105 Ni una hectárea más para los indígenas
Mesa de Pueblos Indígenas y DESC
114 Cuidar la tierra: misión de los indígenas de la Sierra Nevada
Juan Diego Restrepo E.
121 ¿Desmonte del narcoparaestatismo?

y acuerdo humanitario
Conflicto armado, política de paz
Camilo González Posso
131 ¿Y después de La Habana qué?
Luis Eduardo Celis
137 Acuerdo humanitario: entre la guerra bélica y simbólica
Jimmy Viera Rivera

145 Democracia y derechos humanos:


Epílogo

una mirada al futuro


Rodolfo Arango

6
n t a ció n
pr e s e

En los cinco años y medio acumulados en los dos periodos presidenciales


del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, una afirmación recurrente de los altos
funcionarios gubernamentales ha sido aquella según la cual en Colombia
estamos viviendo una democracia en profundización.1

Esta pretendida caracterización se fundamenta en situaciones como


los márgenes de votación que respaldaron la elección presidencial del ac-
tual mandatario, la elección sucesiva en dos ocasiones de candidatos de
la oposición para la Alcaldía Mayor de Bogotá, el acercamiento de la figura
del Ejecutivo a la comunidad mediante la práctica de consejos comunales,
la posibilidad de tránsito terrestre por las carreteras del país a propósito
de la creciente militarización de las mismas, el respaldo de la comunidad
internacional a la gestión gubernamental, entre otras cuestiones, que ava-
larían los triunfos de la llamada política de seguridad democrática.

Sin cuestionar la validez de estas afirmaciones, vale la pena pre-


guntarse si en una época de violaciones masivas y sistemáticas a los
derechos humanos concebidos integralmente, debilitamiento de la auto-
nomía e independencia de los poderes públicos, concentración paulatina
de poderes en el nivel central, retrocesos frente a garantías y derechos
consagrados en la Constitución Política de 1991, impunidad generaliza-
da frente a las graves violaciones a derechos humanos, acogimiento de
la opción militar como “solución” al conflicto social y armado, entrega
indiscriminada de las riquezas naturales al poder transnacional, falta de
garantías a la oposición política y deslegitimación de la labor de defensa
de los derechos humanos, los criterios gubernamentales son suficientes
para afirmar que en Colombia estamos en un proceso de profundización
o consolidación democrática.

1 Véanse, entre otros, diario El Tiempo (2007, 6 de diciembre);


Gaviria Vélez (2007, agosto); Portafolio, (2005, 5 de septiem-
bre).

7
sin Democracia, sin derechos
Lo anterior, a nuestro juicio, evidencia un concepto de democracia
limitado o de baja intensidad, expresión con la que Boaventura de Sousa
Santos describe los modelos políticos contemporáneos que se reducen a
procedimientos administrativos y niegan los procesos de redistribución
social. La versión oficial se reduce a constatar la existencia de procedi-
mientos electorales, a maximizar la posibilidad de circulación de algunos
sectores sociales que cuentan con los medios económicos para hacerlo y
a reproducir la tesis de que el crecimiento económico genera espontánea-
mente mayores niveles de bienestar para la población.

Bajo esa visión, en el país estarían dados una serie de canales delibe-
rativos y participativos por medio de los cuales los actores sociales y, en
general, la ciudadanía pueden participar en la definición de los principios
sobre los que se debe desarrollar la sociedad colombiana, así como resol-
ver las diferencias políticas y éticas que en esta búsqueda se puedan dar
(Ministerio de Relaciones Exteriores, 2007). Lo anterior implica también
que ciertas formas de protesta social –por ejemplo, la realizada por el
movimiento indígena en su lucha por el derecho al territorio– deban ser
proscritas bajo la idea de que existen vías institucionales para lograr rei-
vindicaciones sociales (Diario del Sur, 2007).

Cuando el Gobierno afirma que se dinamiza la democracia por la exis-


tencia de votaciones, en las que, en unos casos, el presidente o, en otros,
la oposición han obtenido triunfos, regresa a un concepto revaluado de
ésta: el gobierno de las mayorías,2 cuestión que impide entender que no
se puede hablar de democracia sin abordar cuestiones que van más allá
de los números, tales como la exigencia de reconocimiento de los sectores
tradicionalmente excluidos (Quintana, 2007, p. 277), la necesidad de
redistribución económica (Espejo, 2007, p. 261) y el pleno respeto a las
minorías políticas (Orjuela, 2007, p. 321).

Por otra parte, se excluye de plano el análisis del funcionamiento


interno del modelo democrático –aun cuando, en gracia a la discusión,
aceptemos reducirlo sólo al tema electoral–. Afirmar que lo que está suce-
diendo es una “profundización” es dar por hecho que en Colombia siem-
pre ha existido democracia y que lo que está aconteciendo actualmente
es sólo su mejoramiento.

Desde esta óptica, se terminan obviando problemas estructurales


como la corrupción y el clientelismo –figuras presentes a lo largo de la
historia de las elecciones colombianas (Corporación Misión de Observa-
ción Electoral, 2006, p. 61)–; la manipulación del electorado por parte
de grupos de poder local y regional consolidados históricamente, en espe-

2 Para un mayor análisis de la superación del paradigma tradi-


cional de la democracia como el gobierno de las mayorías en
Jürgen Habermas, véase Orjuela (2007, p. 321).

8
Presentación
cial, los paramilitares, que en los últimos años cambiaron drásticamente
el mapa electoral colombiano;3 el papel legitimador de los grandes me-
dios de comunicación, y la exclusión histórica de sectores diferentes al
bipartidismo tradicional de la definición de su propia nación.

Además de eliminar de su definición cuestiones como la vigencia


de los derechos humanos y de un orden económico y social justo, el
cascarón vacío de la “democracia en profundización” desconoce que una
verdadera democratización de la sociedad es un proceso más complejo
que, si bien puede enarbolar como elementos la cuestión electoral y la
deliberación pública, exige una comprensión más integral, una idea de
democracia social que se relacione con la producción y distribución de
bienes económicos que hacen posible la libertad e igualdad fácticas, que
realice y haga evidentes los vínculos intrínsecos entre Estado democrático
y Estado social de derecho (Arango, 2007, p. 86).

***

Hace cinco años, una multiplicidad de organizaciones políticas, sociales


y populares se dieron a la tarea de reflexionar sobre la situación de dere-
chos humanos en Colombia a través de esta propuesta colectiva conoci-
da popularmente como “El Embrujo”. Este análisis crítico de la política
gubernamental ha permitido, en su conjunto, reconocer y evidenciar las
principales debilidades de las políticas públicas en materia de derechos
humanos, pero también formular al Estado, la comunidad internacional y
la sociedad colombiana propuestas e iniciativas políticas que conduzcan
a la superación de la crisis humanitaria y de violación sistemática de los
derechos humanos.

Con el presente trabajo, a través de diversos análisis de coyuntura,


se pretende motivar la identificación de algunos de los principales obs-
táculos estructurales para la consolidación democrática en Colombia, así
como evidenciar que los procedimientos electorales no son más que un
cascarón en un contexto donde su interior está atravesado por violaciones
de derechos civiles y políticos, regresividad en materia de derechos socia-
les, económicos y culturales, la implementación de un modelo autoritario
de gobierno, la consolidación de poderes criminales en todos los niveles
de la política y el poder, entre otras situaciones que, al mirarlas de mane-
ra detenida y en clave del concepto de democracia, nos llevan a concluir
que estamos lejos de la profundización a la que tanto se alude desde el
discurso oficial.

3 Véase en esta publicación, Bonilla, Laura. Que todo cambie,


para que siga igual.

9
sin Democracia, sin derechos
Primer bloque: contexto
En la primera parte de los textos que se ponen a consideración de los
lectores se aborda la situación de contexto a través de cuatro artículos.
El primero de ellos, “¿La Edad de Lata toca a su fin?”, elaborado por
Camilo Castellanos, coordinador regional de la Plataforma Interamerica-
na de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, analiza el giro que
en la última década ha tenido la región latinoamericana hacia distintas
propuestas que, sin ser homogéneas, se caracterizan por un énfasis en
lo social. Así mismo, examina el papel de los movimientos sociales en
la consolidación de alternativas al modelo neoliberal que, durante varias
décadas, tejió un sistema complejo de redes, blindajes y “verdades”, que
ameritan el concurso y la alianza de los distintos sectores democráticos
de la región para ser superado.

El segundo artículo, “En contravía de la democracia”, escrito por


José Aristizábal, colombiano exiliado en España, quien se desempeña
como investigador de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz
(SIP), de Zaragoza, estudia el régimen político actual y demuestra cómo
se fundamenta sobre un trinomio de terratenientes, narcoparamilitares y
burguesía financiera que ha debilitado profundamente el ideal democráti-
co que encarnó el Estado social de derecho de la Constitución de 1991.
A renglón seguido, señala una serie de propuestas para que la oposición
democrática logre reconstruir lo destruido sobre la base de una verdadera
política de paz e inclusión social que logre destrabar los conflictos histó-
ricos que aquejan a Colombia.

El tercer texto de este bloque, “Un modelo pro rico”, escrito por Ce-
cilia López Montaño, senadora por el Partido Liberal, plantea un examen
técnico que da cuenta de, al menos, tres cuestiones a tener en cuenta a la
hora de evaluar el crecimiento económico en el actual gobierno: (i) éste se
encuentra concentrado en un sector reducido de la sociedad colombiana;
(ii) los buenos resultados obtenidos no son producto del buen manejo ma-
croeconómico del actual gobierno, sino que obedecen a factores coyun-
turales; y (iii) la situación actual no muestra señales para pensar que la
baja inflación y el alto crecimiento puedan mantenerse en el largo plazo.
Para la autora, el Gobierno permite que se “privaticen las ganancias pero
se socialicen las pérdidas”.

El último artículo de este apartado, “Que todo cambie, para que siga
igual”, elaborado por Laura Bonilla, de la Corporación Nuevo Arco Iris,
propone una lectura del mapa político resultante de las elecciones de
octubre de 2007, desde una perspectiva que aborda la tensión entre las
conflictividades armadas y la situación electoral en contextos políticos y
sociales de acelerada adaptación y expansión en lo local, departamental y
nacional. En ese sentido, tras hacer en detalle un estudio del desempeño
de los principales partidos políticos en las pasadas elecciones, concluye,
entre otras cuestiones, que estamos en un momento electoral de conso-

10
Presentación
lidación de nuevos movimientos unipersonales que, luego del escándalo
de la parapolítica y el gran número de dirigentes presos con ocasión de
la misma, están reacomodándose para continuar y profundizar un mode-
lo político contrario a la Constitución Política, basado en las relaciones
clientelistas y en el uso de violencia.

Segundo bloque: situación de derechos humanos


En el segundo bloque de esta entrega se quieren resaltar algunas de las
violaciones más graves a los derechos humanos presentadas en el marco
del gobierno de Álvaro Uribe, particularmente en el primer año de su
segundo mandato, y que apuntan a ratificar que no se puede hablar de
una verdadera democracia en Colombia, pues, como se señaló en párra-
fos anteriores, ésta conlleva necesariamente la consolidación de valores
constitucionales en la ciudadanía y las autoridades públicas, así como el
cumplimiento de los derechos consagrados en la Constitución Política.
Cada artículo se acompaña de una crónica periodística que ejemplifica
las violaciones advertidas, todas ellas elaboradas por la Agencia de Pren-
sa del Instituto Popular de Capacitación (IPC), de la ciudad de Medellín.

El primer texto, “En Macondo no ha pasado nada”, cuya autoría co-


rresponde al Observatorio de Derechos Humanos y Derecho Internacional
Humanitario de la Coordinación Colombia-Europa-EE. UU., detalla una
de las más graves violaciones de derechos humanos que ha aumentado
con ocasión de la política de “seguridad democrática” desarrollada por el
Gobierno nacional: las ejecuciones extrajudiciales atribuidas a miembros
de la fuerza pública. Según la investigación, de 2002 a 2007 se ha
presentado un aumento del 65,51% en la comisión de este delito, con
patrones como la ocurrencia en el marco de operaciones militares, de-
tenciones arbitrarias o desapariciones forzadas anteriores a la ejecución,
manipulación de las pruebas y ocultamiento de los hechos, e impunidad
deliberada en las investigaciones, elementos sistemáticos que llevan a
concluir que esta violación no es un hecho aislado, sino que responde a
exigencias y dinámicas de la política del Ejecutivo.

Posteriormente, para ejemplificar uno de los muchos casos donde


campesinos son víctimas de ejecuciones extrajudiciales cometidas por
miembros de la fuerza pública, Juan Diego Restrepo, periodista del IPC,
presenta la crónica “Una muerte que deja muchas dudas”, en la cual
narra cómo un campesino que se disponía a visitar a su familia en zona
rural del departamento de Antioquia fue desaparecido, ejecutado y, luego,
registrado como un guerrillero muerto en combate por parte de miembros
del Ejército Nacional.

El segundo artículo de este bloque, “Ley 975: sin justicia, ni paz”,


evalúa jurídicamente la Ley 975 de 2005 –conocida como “Ley de Justi-
cia y Paz”– en su desarrollo normativo y en su implementación práctica.
El texto, elaborado por la Comisión Colombiana de Juristas, la Coordi-

11
sin Democracia, sin derechos
nación Colombia-Europa-EE. UU. y la Corporación Colectivo de Aboga-
dos José Alvear Restrepo, revisa el incumplimiento de obligaciones que
contempla la normativa para que los miembros de grupos paramilitares
postulados puedan acceder a beneficios judiciales, aspectos entre los que
se cuenta el deber de entrega de la totalidad de las niñas y los niños re-
clutados forzadamente, la devolución de los cuerpos de personas víctimas
de desaparición forzada o de ejecuciones extrajudiciales, y la restitución
incondicional de tierras y bienes arrebatados a campesinos, para concluir
que el desarrollo de los procesos judiciales no avanza en estos sentidos y,
en cambio, se ha convertido en una tribuna de apología al paramilitarismo
y de justificación de crímenes atroces.
A renglón seguido, Juan Diego Restrepo, del IPC, presenta la crónica
“Las víctimas del paramilitarismo: entre luces y sombras”, en donde narra
la tragedia de una familia que, con la esperanza de recuperar algo de lo
perdido y ver cumplido su derecho a la justicia, ha acudido pacientemen-
te a las audiencias desarrolladas en el marco de la “Ley de Justicia y Paz”.
No obstante, lejos de saber la verdad de su tragedia y ver que los culpa-
bles sean sancionados, se ha tenido que enfrentar ante declaraciones de
miembros de dichos grupos que aprovechan estos espacios para defender
sus crímenes sin mostrar un solo síntoma de arrepentimiento ni voluntad
para reparar el daño causado.
El tercer artículo, “¿Desarrollo para todos?”, escrito por Alberto Yepes,
coordinador de la campaña “Colombia sin pobreza” e integrante de la
Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo,
aborda un tema fundamental para la vigencia de un orden justo en un
país: el grado de cumplimiento de los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (DESC). El autor realiza una crítica contundente a la manera
como el Gobierno nacional ha venido usando el discurso de los Objetivos
del Milenio para plantear una política social que, en cambio de dirigirse
a solucionar los problemas estructurales de pobreza e incumplimiento
sistemático de DESC, se reduce a programas de asistencia mínima que
sólo garantizan niveles de subsistencia biológica, pero que no modifican
sustancialmente la grave situación. En segundo lugar, en la misma línea
del texto presentado por la senadora Cecilia López, se aproxima al tema
del desarrollo económico durante el actual gobierno, concluyendo que
es un modelo que ha hecho más ricos a los ricos y más pobres a los po-
bres. Igualmente, muestra cómo la política social vigente, mínima y asis-
tencialista, está siendo centralizada de manera excesiva por el Ejecutivo,
desconociendo uno de los pilares de la Constitución de 1991: la descen-
tralización política y administrativa, que incluía el aumento de los recursos
en las regiones para la garantía de derechos como salud y educación.
Seguidamente, en la crónica “A José Pablo se le está acabando su
amor por el Seguro”, Ricardo Cruz Baena, del IPC, detalla cómo, a raíz
del cierre sistemático de centros de atención hospitalaria en la ciudad
de Medellín, personas con enfermedades terminales o con la necesidad

12
Presentación
imperiosa de trasplante de órganos han quedado sin ninguna atención
efectiva, rápida y, mucho menos, gratuita. En el texto también indica
la manera como la acción de tutela se ha convertido en la única salida
que tienen los pacientes del Instituto de los Seguros Sociales para exigir
atención, medicamentos o tratamientos médicos, aun cuando muchos de
estos están garantizados en la ley.
El último artículo de este bloque, “Ni una hectárea más para los in-
dígenas”, fue elaborado por la Mesa de Pueblos Indígenas y DESC. En él
se analiza cómo, desde la llegada a la presidencia de Álvaro Uribe Vélez,
la satisfacción del derecho al territorio de estos pueblos ha sido nula y,
en cambio, se ha dirigido a la protección de los grandes terratenientes
y las empresas transnacionales que explotan el campo colombiano. Se
señala cómo la Ley 1152 de 2007 –Ley de Desarrollo Rural– no contiene
mecanismos factibles para que indígenas, afrodescendientes y campesi-
nos accedan a la tierra, sino que les impone a estos sectores una lógica
empresarial contraria a sus costumbres, la cual, en últimas, no podrá ser
cumplida y servirá sólo para beneficiar a grandes inversores que no en
pocos casos están relacionados con grupos paramilitares y mafiosos.
Para dar cuenta de la situación de los pueblos indígenas, nuevamente
el periodista Juan Diego Restrepo, del IPC, nos ofrece la crónica “Cuidar
la tierra: misión de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta”,
que aborda la problemática del territorio en esta zona del país, en donde
el Gobierno nacional, a través del Incoder, pretende desarrollar una serie
de megaproyectos que, además de afectar gravemente a los cuatro pue-
blos que allí habitan, tienen como verdadero propósito beneficiar a los
grandes terratenientes de las zonas bajas de la Sierra, y algunas planicies
de Cesar y Guajira.

Tercer bloque: conflicto armado, política de paz


y acuerdo humanitario
Camilo González Posso, director de Indepaz, a través del artículo “¿Des-
monte del narcoparaestatismo?”, demuestra de una manera seria y sus-
tentada cómo el proceso de negociación con los grupos paramilitares no
ha significado la desmovilización total de las estructuras armadas, ni el
desmonte del complejo andamiaje de negocios y control político que es-
tos grupos lograron en todos los ámbitos de la vida nacional. Igualmente,
pone en duda los reclamados triunfos de la llamada desmovilización, en
los aspectos militar y económico, haciendo énfasis en el control de nego-
cios ilícitos de gran envergadura, sin que la reclusión de reconocidos jefes
paramilitares incida en su reducción.

Finalmente, dentro de cualquier análisis de derechos humanos en


Colombia, resulta necesario abordar el tema de la búsqueda de la paz y el
acuerdo humanitario, más aún cuando, por un lado, el Gobierno nacional
y el ELN se encuentran en un proceso de acercamiento con miras a un

13
sin Democracia, sin derechos
eventual diálogo y, por el otro, el país está atravesando una coyuntura en
donde el intercambio humanitario vuelve estar prioritariamente sobre la
mesa, con ocasión de hechos como la liberación unilateral de dos políti-
cas secuestradas por las FARC, y la presentación a la opinión pública de
pruebas de supervivencia de otros retenidos y retenidas que dan cuenta
de unas condiciones de salud, tanto física como emocional, deplorables.
Por ello, hemos querido incluir en el presente texto dos artículos que
analicen las perspectivas en esos aspectos, tanto con el ELN como con
las FARC. En el primero, Luis Eduardo Celis, analista en temas de paz,
en el artículo “¿Y después de la Habana qué?”, realiza un recuento histó-
rico del proceso entre el Gobierno nacional y el ELN, donde afirma que,
después de la primera fase de acercamiento, éste está estancado porque
no hay confianza entre las partes: mientras el Alto Comisionado para la
Paz está esperando un cese al fuego de manera inmediata, el grupo gue-
rrillero se debate en cuestiones de su fortalecimiento militar mediante la
participación en el negocio del narcotráfico y su falta de claridad acerca
de si dejar las armas o no.
El último artículo nos remonta a las reflexiones que se suscitaron al
final de 2007 y comienzos de 2008 con ocasión de la liberación unilate-
ral de dos secuestradas por parte del grupo guerrillero FARC-EP, en torno
a la voluntad de las dos partes del conflicto y condiciones para avanzar
en la búsqueda de un acuerdo humanitario.
Jimmy Viera Rivera, investigador social y asesor de la senadora Pie-
dad Córdoba, en el artículo “Acuerdo humanitario: entre la guerra bélica
y simbólica”, realiza un recuento histórico de las diferentes etapas que
ha tenido el acuerdo humanitario entre el Gobierno nacional y las FARC,
desde que la senadora por el Partido Liberal, Piedad Córdoba, junto con el
presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, fue-
ron nombrados facilitadores y, posteriormente, destituidos de esta función
directamente por el presidente Álvaro Uribe. A renglón seguido, explica
las que, a su juicio, fueron las razones para que dicha mediación oficial
fuera terminada, así como las posibilidades que hay en la actualidad para
la continuidad del proceso de acuerdo.
La Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y De-
sarrollo, y la Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos, redes que
trabajan por la plena vigencia de los derechos humanos en Colombia,
proponemos al lector de Sin democracia, sin Derechos, la reflexión sobre
los principales rasgos del modelo o modelos democráticos a construir y
potenciar en Colombia, requeridos para consolidar un sistema político,
cultural, social y económico que haga realidad “el advenimiento de un
mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria”,
puedan disfrutar plenamente de sus derechos humanos individuales y
colectivos, aspiración que propuso hace 60 años la Declaración Universal
de Derechos Humanos.

14
Presentación
Referencias bibliográficas de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos, Oficina de Prensa,
Bogotá, Colombia.
n Arango, Rodolfo (2004). Derechos, constituciona-
lismo y democracia. Serie de Teoría Jurídica y Fi- n Orjuela, Luis Javier (2007). La contribución de
losofía del Derecho No. 33. Bogotá: Universidad Habermas a la crítica de la tecnocratización de la
Externado de Colombia. democracia. En Arango, Rodolfo (ed.). Filosofía de
la democracia. Fundamentos conceptuales. Bogotá:
n _____ (2007). La concepción normativa de la de-
Siglo del Hombre Editores, Universidad de los
mocracia: un aporte neokantiano. En Arango, Ro-
Andes y Centro de Estudios Socioculturales e In-
dolfo (ed.). Filosofía de la democracia. Fundamentos
ternacionales (CESO).
conceptuales. Bogotá: Siglo del Hombre Editores,
Universidad de los Andes y Centro de Estudios n Portafolio (2005, 5 de septiembre). Participación y
Socioculturales e Internacionales (CESO). gobernabilidad.
n Corporación Misión de Observación Electoral y
n Quintana, Laura (2007). Democracia y pluralidad
Barrios Cabrera, Alejandra (2006). Control ciu-
en Hannah Arendt. En Arango, Rodolfo (ed.). Fi-
dadano a los procesos electorales. En Plataforma
losofía de la democracia. Fundamentos conceptuales.
Colombiana de Derechos Humanos, Democracia
Bogotá: Siglo del Hombre Editores, Universidad
y Desarrollo. Deshacer el embrujo. Alternativas a las
de los Andes y Centro de Estudios Socioculturales
políticas del gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Bogotá:
e Internacionales (CESO).
Plataforma Colombiana de Derechos Humanos,
Democracia y Desarrollo.

n Diario del Sur (2007, 15 de octubre). Gobierno


asegura que disturbios con indígenas son manipu-
lados por la guerrilla.

n El Tiempo (2007, 6 de diciembre). “No hay pro-


blema si en 2010 gana la izquierda”, dice el asesor
presidencial José Obdulio Gaviria.

n Espejo, Nicolás (2007). Reconocimiento y re-


distribución: el rol de una teoría crítica de la de-
mocracia. En Arango, Rodolfo (ed.). Filosofía de
la democracia. Fundamentos conceptuales. Bogotá:
Siglo del Hombre Editores, Universidad de los
Andes y Centro de Estudios Socioculturales e In-
ternacionales (CESO).

n Gaviria Vélez, José Obdulio (2007, agosto). Todo


pecado empieza siendo de pensamiento. El Co-
lombiano.

n Ministerio de Relaciones Exteriores (2007, 9 de


septiembre). Intervención del Señor Vicepresiden-
te de Colombia, Doctor Francisco Santos Calde-
rón, en la Ceremonia de firma de la prórroga del
acuerdo entre el Estado colombiano y la Oficina

15
sin Democracia, sin derechos
35
Un ecili
C
mo a L
del óp
o p ez
ro M
ric on
o tañ
o

cont
exto

l
iga igua
ue s
, pa ra q
mbie
ca
e t odo nilla
Q u ra B o

45 Lau

16
n?
aa su fi
lat a toc
d a d de stellanos

o
e
¿La ilo Ca

x t 19 Cam

co nte

a cia
ocr
a dem
eld G .
a v ía bal
r
t iz á
n c o n Ar i s t
E é

25
Jo s

17
sin Democracia, sin derechos
L a t i n a
L a t i na
m érica Améri c a

18
o c aas u fin?
eL a t a t
dd
¿La Edaastellanos*
C
Camilo

Luego de tres décadas en que personajes mediocres empobrecieron


a Nuestra América, la hicieron presa de la corrupción y la entregaron
sin dignidad al capital transnacional, parece abrirse paso un tiempo
nuevo.

“Estamos viviendo una hora americana”, dijeron hace 90 años los


estudiantes de Córdoba en su manifiesto inaugural.1 Era cierto. Ellos desa-
taron un vendaval de nuevas ideas y otras sensibilidades que llenó de
fervor a los universitarios desde Argentina hasta México. Las conciencias
y las pasiones se sintonizaron en la misma frecuencia, como un siglo an-
tes, cuando las tropas napoleónicas depusieron al monarca español. Igual
que en la mitad del siglo XIX, cuando nuestros países intentaron romper
con los vestigios coloniales. Lo mismo que 40 años después de Córdoba,
cuando América Latina pugnó por romper las cadenas de la dependencia
y dar el salto a un nuevo orden.

Es claro que el tiempo americano no es homogéneo. Nuestras so-


ciedades son diversas y cada una de ellas alberga una amplia gama de
relaciones sociales que les imprimen distintos ritmos y notorias asincro-
nías. No se habla entonces de una acción uniforme y menos aún de una
actuación concertada, como quisieran quienes hacen de la historia el
resultado de un crónico complot. Decir hora americana indica apenas la
tendencia por la que muchas energías reaccionan en un mismo sentido,
como si obedecieran a un efecto de resonancia.

1 El Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria “La juventud argen-


tina de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica”, del 21 de junit
de 1019, en su primera frase decía: “Hombres de una república libre,
acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo 20 nos ataba
* Coordinador Regional de la Plataforma Inte- a una dominación monárquica y monástica (…) Creemos no equivo-
ramericana de Derechos Humanos, Demo- carnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando
cracia y Desarrollo. sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana”.

19
sin Democracia, sin derechos
Hoy podemos decir que vivimos otra hora americana. culación a procesos globalizados—, a consolidar nuevos
Es una certeza del corazón más que una inferencia de liderazgos y (no por último menos importante) a plantear
la razón, que siempre tiene argumentos para contradecir una nueva relación con los partidos y gobiernos, sobre la
y contradecirse. El hecho es que la situación de Améri- base de la autonomía.
ca Latina está signada por el surgimiento de profundas
corrientes sociales y políticas que hacen emerger realida- Expresiones típicas de este ascenso son el movimien-
des inéditas e impulsan la búsqueda de alternativas. En to de mujeres, el Movimiento de los Sin Tierra (MST),
cuanto proceso histórico real, no hay un libreto preesta- el igualmente brasileño Movimiento de los Afectados por
blecido. La vida se abre paso improvisando los cauces: las Represas (MAB), los piqueteros argentinos, la lucha
una nueva lógica y una gramática nueva, que a ratos de los estudiantes secundarios chilenos, el movimiento
parecen inexpertos balbuceos para exasperación de los indígena, entre otras.
impacientes, que ya las quisieran perfectas como parte
de un sistema artificial. La renovada movilización social ha implicado la apa-
rición de nuevos liderazgos políticos o la resignificación
Cabe preguntar: ¿esta tendencia se viene agotando de algunos provenientes del período anterior. Es claro que
o ha de profundizarse? Ante esta disyuntiva, cuál puede ninguna representación política refleja en su totalidad la
ser el papel de los movimientos sociales y, en particular, dinámica, los intereses y las expectativas de los movi-
de las organizaciones que trabajan por la plena vigencia mientos sociales; pero, en este caso, sí expresan el ansia
de los derechos humanos. Estas preocupaciones son el de alternativas propia de las mayorías.
tema de estas notas.
Como ya se afirmó, las formaciones políticas que han
Rupturas en la continuidad accedido al gobierno están lejos de ser monocromas. Algu-
nas resultan de procesos de acumulación originados antes
En el primer quinquenio del nuevo siglo, América Latina del predominio neoliberal (Frente Amplio del Uruguay y Par-
viró a la izquierda. Luego de tres décadas de dominio tido de los Trabajadores de Brasil); otras, en cambio, parten
absoluto de las propuestas neoliberales, de aplicación de coyunturas recientes (Argentina, Bolivia, Ecuador).
disciplinada de las políticas de ajuste y de adecuación de
las instituciones a este dominio y a estas políticas, triun- En cuanto al calado de su política, algunas plantean
fa una baraja variopinta de propuestas que obedecen a un discurso radical antineoliberal y se proponen el redise-
diversos entornos nacionales. En un hecho cuyas propor- ño a fondo del Estado (de su acción social y de la relación
ciones han sido inesperadas, nuestros países se inclinan economía y política), en tanto que otras se orientan más
por la búsqueda de alternativas. El telón de fondo de a desarrollar estrategias paliativas a los impactos de la
este proceso es la insatisfacción frente a los impactos del economía en boga. Todas, a diferencia de los gobiernos
neoliberalismo, el empeoramiento objetivo de la situación que las precedieron, presentan como rasgo común el én-
social, la presión de los movimientos populares y la dis- fasis en lo social.
tensión del control estadounidense sobre la región.
Es oportuno señalar que, en conjunto, tienen un es-
Los movimientos sociales empujan estas realidades. trecho margen de acción. Varios factores determinan esta
El retorno de la democracia, pese a su carácter formal, situación. El primero, que las nuevas experiencias han sido
fue una apertura política que posibilitó la rearticulación posibles gracias a un heterogéneo abanico de alianzas po-
de la protesta ante el desastre que la implementación líticas y sociales que no han madurado una alternativa
del neoliberalismo significó para las mayorías. El hecho programática coherente, y por ello albergan en su seno
es que si el neoliberalismo disolvió las formas de orga- fuerzas contemporizadoras en aspectos fundamentales
nización y movilización provenientes del período anterior con el neoliberalismo. De otra parte, dado el carácter que
—altamente centralizadas, con jerarquías definidas y asumió la transición a la democracia de los años noventa,
conceptos con pretensiones de totalidad—, también llevó en la región persisten significativas expresiones del autori-
a su reestructuración en redes —algunas con fuerte arti- tarismo y el privilegio, resabios que dificultan avanzar en

20
América Latina
la construcción democrática. Es el caso de la jerarquía ca- rición. Los partidarios del neoliberalismo todavía detentan
tólica argentina, que acompañó la noche de la dictadura el poder económico, el control de los medios de comuni-
sin decir esta boca es mía y hoy intenta enseñar cómo cación y de partes significativas del aparato del Estado.
gobernar en democracia y de paso servir a la oposición. Las corporaciones transnacionales y los gobiernos que las
representan podrían rearticular las formaciones que sostie-
Por último, el neoliberalismo y el falso deslumbra- nen el statu quo en torno a una estrategia contra el cam-
miento que generó, supo tejer por décadas una abi- bio, para lo cual todo recurso les será válido: la amenaza
garrada y poderosa trama de realidades en el ámbito de secesión, el golpe de Estado —pese a la Carta Demo-
internacional y en cada país: reformó las instituciones crática, como ocurrió con la aventura de Pedro el Breve
de la comunidad mundial e hizo otro tanto en cada uno en Venezuela—, la guerra civil sorda o declarada. Son los
de los Estados latinoamericanos, formuló un marco legal riesgos que algunos pretenden neutralizar con la prudencia
altamente blindado y, por si fuera poco, configuró una que enfría las pasiones y agosta la imaginación.
ortodoxia que se ha impuesto como pensamiento úni-
co, profundamente enraizada incluso en la mentalidad En perspectiva, la suerte de estos gobiernos depen-
de algunos sectores populares. Demoler esta compleja de de si avanzan en configurar un bloque regional para
construcción supone una altísima acumulación de fuer- enfrentar al neoliberalismo, sus personeros y sus diná-
zas a escala regional, guiada por una compleja estrategia micas. Su futuro depende también de la capacidad para
que prevea los distintos escenarios de la confrontación, superar las tensiones con los movimientos sociales, re-
determine las alianzas posibles y necesarias y sepa apro- flejando más cabalmente las expectativas y urgencias de
vechar los cambios en el contexto mundial. Algo que en las mayorías. Acaso todo está determinado por la forma
el continente aún no se perfila. en que logren resolver el conflicto entre la prudencia cau-
telosa y en ocasiones medrosa que los lleva a conciliar
Para las formaciones políticas que ligaron su vigencia con las fuerzas del pasado, y la audacia necesaria para
al éxito de las propuestas neoliberales, el fracaso de éstas interpretar y articular las presiones que, surgidas desde
ha implicado la ruina de su ascendiente —que los argen- abajo, empujan la ruptura con la obsolescencia.
tinos expresaron en el grito “que se vayan todos”—, la
pérdida de iniciativa y una gran desorganización. Es lo que ¿Un nuevo trato con América Latina?
han vivido con mayor intensidad Ecuador y Venezuela y, en
menor grado, Uruguay y Argentina; condición que permitió Al fin de la Guerra Fría, Estados Unidos resultó la poten-
el ascenso de las nuevas fuerzas por la vía electoral, pero cia hegemónica en un mundo unipolar. Según el escritor
que, sobre todo, abrió la posibilidad de otro pacto consti- norteamericano Francis Fukuyama, puesto que la con-
tucional para redefinir el rol del Estado y su vínculo con la tradicción con el campo socialista había terminado, no
sociedad, y diseñar un patrón de acumulación diferente. quedaban antagonismos significativos y se estaba ante el
fin de la historia. Esto es, la instauración de un orden do-
Las asambleas constituyentes han sido el escena- minado por el mercado y la democracia liberal, en el que
rio privilegiado; dicho de otra manera: la estrategia que solo cabría la monótona administración de un paisaje lu-
se insinúa es la ruptura moviéndose en las instituciones nar al que nada turbaría. Los Estados Unidos conquista-
existentes. Un desafío a las fuerzas del pasado, pues se ban el rol de policía mundial, encargados de que hubiese
quiere dar vía al futuro en el campo que éstas definie- mejores condiciones para las compañías transnacionales,
ron como exclusivamente suyo. Pero también un encarte disponibilidad de materias primas para su producción y
para los partidarios de la ruptura, pues las constituyen- mercados libres de trabas en toda la Tierra.
tes suponen, por definición, la concertación con los opo-
El 11 de septiembre refutó la previsión de Fukuyama.
sitores y el riesgo de la obstrucción, más cuando no las
Apareció una amenaza para el poderío estadounidense:
precede un cambio a fondo en las relaciones de fuerza.
el terrorismo. Un concepto cuyos personeros hacen difu-
Cuando se alude a la pérdida de la iniciativa y la des- so, de manera que comprenda todo lo que se requiera;
organización, se está lejos de significar parálisis o desapa- como vago es el espectro de las fuerzas señaladas como

21
sin Democracia, sin derechos
terroristas, en particular las encuadradas bajo el rótulo En lo económico, Estados Unidos bordea una crisis
del terrorismo islámico. La paranoia surgida a partir de financiera generada por la especulación inmobiliaria, la
los atentados septembrinos sirvió para consolidar el pa- economía de casino y los síntomas recesivos en áreas
pel de policía universal, que Estados Unidos ejerció, en claves; a ello se agregan los amagos de guerra comercial
una decisión ilegal y contraria a toda ética, desatando de con China. Hechos que constituyen serios riesgos para la
manera unilateral la invasión a Irak. estabilidad económica.
Hoy, Estados Unidos, cada vez más solo, enfrenta una En este clima, Estados Unidos está a las puertas de
guerra sui géneris contra el mundo del Islam: Irak, Afganis- un cambio de gobierno. Hay indicios de que el Partido
tán y Palestina son escenarios abiertos, en tanto se sienten Demócrata, para recuperar el terreno perdido, esté per-
los aprestos soterrados para intervenir en Irán. Todo indica filando un Nuevo Trato con América Latina. Habría que
que se avanza en regionalizar el conflicto, por lo que el in- establecer el sentido y el calado de la nueva política, la
volucramiento de tropas y la inversión de recursos materia- que depende del suceso electoral de este partido. Aunque
les irán en incremento sostenido. La atención concentrada no es descartable una aventura guerrerista de los republi-
en el Oriente Medio, a la que se agrega la aguda disputa canos en Irán o en Venezuela como recurso salvador.
por la legitimidad de esta guerra, ha colocado nuestros
asuntos en un lugar secundario en la agenda de preocupa- Desafíos para las nuevas formaciones sociales
ciones estadounidense, lo que a su vez provoca el efecto no
deseado de ampliar el margen de maniobra de los sectores Al concluir el siglo XX, América Latina presentaba un
progresistas de la región. Esta afortunada circunstancia es panorama desolador. Tanto el campo como la industria
parte del telón de fondo del viraje a la izquierda. (construida a lo largo de la centuria anterior) se encontra-
ban arruinados. En la región campeaban las corporaciones
Internamente, los Estados Unidos viven un grave transnacionales, que se apropiaron de los bienes públicos
conflicto normativo entre las fuerzas de la derecha, de a precio de quema: se les entregaron los bancos, las em-
las que son un componente clave las posiciones funda- presas industriales del Estado, las de telecomunicaciones,
mentalistas que quieren forjar un país según su particular los acueductos y la distribución de energía. Además, el
visión religiosa, y las fuerzas que persisten en la idea Estado se achicó; lo que implicó una fuerte contracción
fundacional de un Estado laico y una sociedad pluralista. del empleo público. Todas estas mutaciones implicaron
En la actualidad predomina una actitud que sacrifica las la informalización de las economías, la precarización del
libertades ante la seguridad, y que se expresa en crudas trabajo y el predominio del comercio, los servicios, las ac-
situaciones como el tratamiento dado a los prisioneros de tividades especulativas y todo tipo de tráficos. El impacto
Guantánamo, las torturas a los prisioneros de Abu Ghraib social fue inmenso: a comienzos del nuevo siglo más de
y la construcción del Muro Mexicano.2 La deliberación 220 millones de hombres y mujeres de América Latina
pública sin el recurso al prejuicio que supura odio enfer- estaban por debajo de la línea de pobreza.
mizo es cada vez menos frecuente en dicho país.
La resistencia al neoliberalismo se enriqueció con
nuevos actores y el remozamiento de los antiguos: las
mujeres, en especial las provenientes de espacios popu-
2 Sobre esta medida se pronunció entonces el presiden- lares, los pueblos indígenas y afrodescendientes, la po-
te del Consejo de Derechos Humanos de la Organiza-
brería de las ciudades activa en torno a causas cívicas,
ción de las Naciones Unidas (ONU), Luis Alfonso de
Alba, al señalar que constituye uno de los retrocesos el campesinado, los trabajadores del sector estatal, entre
que enfrentan los derechos humanos a escala mundial otros. El escenario es local, pero con clara conciencia de
en el contexto de la lucha contra el terrorismo y la mi- que la disputa se define en lo global. La confrontación se
gración masiva de personas; “Los muros reviven una radicaliza, pues los movimientos —privados de la protec-
política excluyente, de un rechazo a los migrantes, que ción del Estado— contienden sólo con su legitimidad y la
aunque sea en el contexto de la defensa de la seguri-
dad, termina reproduciendo una forma de discrimina-
fuerza que alcanzan por sí mismos. Con todo, su acción
ción”. Radio Naciones Unidas (Internacional), 27 de es fragmentada y encerrada en reivindicaciones parcia-
octubre de 2006. les y sectoriales. No emerge una propuesta que supere

22
América Latina
la dispersión y que, desde una visión general, plantee la ***
construcción de alternativas para toda la sociedad.
En el último tercio del siglo pasado, América Latina vi-
Frente a este déficit, el movimiento de derechos hu- vió su “Edad de Lata”. Fue el esplendor efímero de los
manos puede hacer un aporte significativo, si consigue Pinochet, los Salinas de Gortari, los Collor de Melo, los
ligar su esfuerzo a la construcción democrática y a una Fujimori, los César Gaviria, los Carlos Andrés Pérez, los
visión alternativa de la economía. Esto supondría ir más Menem y demás figurillas de cartón paja, cuya lista no
allá de la denuncia de las violaciones de derechos huma- se agota para alivio del lector. La posteridad los recorda-
nos para enfrentar los factores que las causan. El autori- rá porque feriaron sus países a cambio de una bonanza
tarismo que sobrevive en la región es el gran riesgo para de oropel y del reconocimiento de su servil obediencia
la movilización social. Por toda la región se repiten con por las autoridades neoliberales. En esta época, el pen-
monotonía las iniciativas de criminalización de la pro- samiento latinoamericano careció de capacidad crítica e
testa y los llamados a la mano dura para enfrentar el imaginación y apenas se destacaron algunas imitaciones,
supuesto desorden que amenaza. casi siempre pésimas, de la industria cultural venida del
Los gobiernos de nuevo signo todavía no significan Norte. En las costumbres de las capas medias para arri-
una ruptura radical con el pasado. El sector financiero ba y en los medios de comunicación había un aire cos-
sigue obteniendo altísimas ganancias, y si bien ha habido mopolita, pero se mantuvo el influjo determinante de la
tensiones con los inversionistas —en particular en mate- jerarquía católica, evidente en cierto tufillo a naftalina
ria de agua e hidrocarburos—, éstos gozan de seguridad y sacristía. Esta historia se ilustra perfectamente con la
jurídica. En política social, si bien existe mayor preocu- de los aeropuertos latinoamericanos, remodelados y mo-
pación por lo social, no se busca afectar las causas de la dernizados, que funcionan con los retrasos de siempre y
exclusión y persisten diseños compensatorios basados en la misma exclusión, no son públicos y sí un negocio de
subsidios. Empero, se frenó el crecimiento de la pobre- concesionarios extranjeros.
za con la reactivación de la economía —los casos más
Es la Edad de Lata que está llamada a terminar. Tal
notorios son los de Argentina y Venezuela—, aunque no
perspectiva significará acentuar las tensiones entre los
cambia el cuadro de subordinación y dependencia. La
representantes políticos (partidos y gobiernos) y los mo-
tendencia es a profundizar el patrón de desarrollo basado
vimientos sociales que no parecen dispuestos a entregar
en la minería a cielo abierto, el desarrollo de grandes
la autonomía conquistada. En la lógica del mal menor,
proyectos de infraestructura y los cultivos de plantación,
los movimientos sociales apoyan las opciones electorales
mucho más ahora, con las explotaciones agroforestales y
progresistas, y éstas, a cambio, respetan la movilización
la producción de agrocombustibles.
popular. Los gobiernos elegidos con el favor de las ma-
La persistencia en este patrón de desarrollo impli- yorías, sin embargo, se verán presionados a sintonizarse
cará el desplazamiento de grandes contingentes de con sus expectativas. En esta tensión se juega el futuro
campesinos, la ruina de la economía de los pequeños de la ola de gobiernos de signo diferente y la suerte de la
propietarios, la afectación de la propiedad de los pueblos democracia en la región.
indígenas y afrodescendientes, y el agravamiento de la
dependencia alimentaria. De modo que pueden prever- En América Latina, los movimientos sociales aún tie-
se fuertes conflictos, en cuyo centro estará la discusión nen mucho por dar. La tendencia es a su fortalecimiento
sobre el desarrollo y los derechos económicos, sociales y y a la profundización de sus demandas, lo que sin duda
culturales de nuestra gente. influirá en el campo político. La suerte de las formaciones
de nuevo signo depende en buena medida de su capa-
Este tipo de políticas podría asegurar la continuidad cidad para intensificar la lucha contra el neoliberalismo.
de los modestos índices de crecimiento de la región y la A lo mejor sólo hemos presenciado los preliminares, y el
estabilidad de las economías, pero en nada ayudan a ga- partido de verdad está por venir. Este es el horizonte que
nar en autonomía y superar la exclusión; por el contrario: se abre cuando ya empiezan a sonar las fanfarrias del
la aumentan, y ahondan la subordinación. segundo centenario.

23
sin Democracia, sin derechos
p o l í t i c o o l í t i co
g i m e n R é g i men p

24
ocracia
r a v í a d e la dem
En c ont .*
stizábal G
José Ari

El régimen político uribista es la expresión política resultante


de la conjugación de tres poderes económicos y sociales refractarios
a las reformas y al progreso: terratenientes, burguesía financiera y
narcoparamilitarismo. Bajo el liderazgo carismático de Álvaro Uribe
Vélez, estas vertientes han logrado desarrollar en estos cinco años una
ofensiva contrarreformista, encaminada al debilitamiento del Estado
social de derecho, al favorecimiento de los intereses económicos
que representan y a la legalización de la impunidad. Como ha sido
una constante en la historia del país, este tipo de opciones han ido
en contravía de los avances institucionales y sociales, y siempre han
terminado fortaleciendo las opciones armadas.1

Para los años 1998 y 1999, las élites dominantes del país tuvieron
la posibilidad de elegir entre dos opciones: o negociaban con las FARC
y se enfrentaban a la alianza del narcotráfico y el paramilitarismo, o se
asociaban con esta última para confrontar a las FARC; finalmente, eligie-
ron la segunda. Este antecedente explica, al menos en parte, la configu-
ración del actual régimen político desde el punto de vista de las fuerzas
económico-sociales que lo integran y sus objetivos.

Varios fueron los factores que concurrieron en la coyuntura de 2001-


2002 para que Álvaro Uribe obtuviera esa articulación: la prolongación
indefinida del conflicto armado y sus excesos, que agravaron la situación
de seguridad en todo el país; el fracaso de las negociaciones de paz con
las FARC; el nuevo contexto internacional de la guerra contra el terro-
rismo; la importancia de la cocaína en la inserción de Colombia en la
globalización económica, y los avances del paramilitarismo en el mapa
de la geografía nacional.

* Investigador social colombiano, exiliado en


España. Trabaja con la Fundación Semina- 1 Algunas de las ideas expresadas en este artículo han sido expuestas por
rio de Investigación para la Paz (SIP) de el autor de una manera más amplia en su libro Metamorfosis. Guerra,
Zaragoza. Estado y globalización en Colombia.

25
sin Democracia, sin derechos
Cinco años después, sin haber terminado su segundo tes guerrilleros y seis columnas móviles que controlaron
período presidencial, se vuelven a escuchar voces que una gran parte del departamento de Cundinamarca, con
hablan de hecatombe o prolongación indefinida en el po- énfasis en las zonas montañosas y altas de la Cordillera
der de la misma estructura, en la figura de Álvaro Uribe Oriental, y los alrededores de Bogotá; también tuvieron
Vélez. un corredor estratégico por el denominado Eje del Pára-
mo de Sumapaz, a través del cual conectaban el Oriente
Lo nuevo en el panorama nacional en los últimos
y el Sur del país –departamentos de Meta, Casanare, To-
años es que han surgido una oposición democrática y
lima y Huila– con la capital de la República.
unos movimientos sociales que, abanderando las refor-
mas, podrían contener la oleada del régimen uribista y
Del otro lado se encuentra una vasta economía ilegal
ser alternativa de gobierno. Por ello podemos afirmar que
basada en la marihuana, la coca y la amapola, que cre-
el momento actual del país es el pulso entre la ofensiva
ció en distintas regiones marginadas en las que tampoco
uribista y la oposición democrática, el cual es uno nuevo
existió el Estado (Vargas, 1999 y 2003) y que desplazó
y diferente entre la guerra y la paz. El desarrollo de estas
al café del primer renglón de las exportaciones del país.
tesis es el objeto de este artículo.
Sus empresarios establecieron una alianza con el para-
militarismo de origen estatal para defender sus negocios,
Las élites ante dos caminos acaparar tierras y afianzar sus poderes locales (Medina,
Para comprender el régimen uribista y la situación actual 1990). Las crisis de la economía cafetera, del modelo de
del país es importante remontarnos a los años 1998- sustitución de importaciones2 y la implantación de las
1999, momento en que se define el Plan Colombia y se políticas neoliberales, le abrieron el camino a la explosión
inicia el gobierno de Andrés Pastrana. En este periodo, de este nuevo capitalismo de naturaleza ilegal, y acumu-
la realidad les planteó a las élites dirigentes del país dos lación rápida y violenta, que llevó a que la cocaína se
opciones o dos caminos que implicaban pactos con dos convirtiera en el principal producto a través del cual Co-
fuerzas distintas; de la elección de una de esas opciones lombia se insertaba en la globalización económica. Para
se han desprendido varios de los principales aconteci- tales años –1998 y 1999–, esa alianza, que les permitió
mientos que hoy vive el país. Lo anterior, en la medida a los narcotraficantes convertirse en señores de la guerra,
en que dos actores marginados y excluidos del ejercicio inició una contrarreforma agraria, apoderándose, me-
del poder, de orígenes y objetivos muy diferentes, logra- diante la violencia y el terror, de más de cuatro millones
ron una fuerza militar y social tan grande que les per- de hectáreas de tierra, y constituyendo un ejército de más
mitía retar al poder y demandar una negociación para de 10.000 hombres que proyectó sus ofensivas militares
ser incluidos. De un lado, estaban las Fuerzas Armadas hacia el Sur y el Oriente del país.
Revolucionarias de Colombia (FARC) y, del otro, los nar-
Eran dos grandes actores sociales y armados que
cotraficantes aliados con el paramilitarismo.
venían desde las periferias y la ilegalidad, que habían
construido sus propios ejércitos y sus “poderes estatales
Las guerrillas colombianas son la expresión de vie-
paralelos” o “paraestados”, y que no integraron el último
jas fracturas sociales que han pervivido en el tiempo, al
pacto social que implicó la Constitución de 1991, con-
no realizarse las reformas que el país requería para su
tinuando, después de su aprobación, la guerra, mientras
modernización. Éstas representan la lucha de los campe-
aspiraban a abrirse paso dentro de la institucionalidad y
sinos que se vieron forzados a huir para sobrevivir a las
matanzas de la Violencia, de otros marginados urbanos
y de los cultivadores cocaleros criminalizados por las po- 2 El modelo de sustitución de importaciones fue una
líticas antidrogas. Después de una larga acumulación de estrategia para el desarrollo económico implementada
fuerzas, para esos años, las FARC habían propinado fuer- en Latinoamérica, que consistió en colocar barreras a
las importaciones de bienes manufacturados en cada
tes golpes militares a la Fuerza Pública –Las Delicias, Pa-
país para que, de esta forma, la producción nacional
tascoy, Puerres, Llanos del Yarí–; habían logrado rodear a pudiera abastecer el mercado interno y en consecuen-
Bogotá con una fuerza armada compuesta por siete fren- cia creciera la industria nacional.

26
Régimen político
los escenarios políticos y sociales. Un “gobierno de re- integrada a partir del Acuerdo de los Pozos (2001),4
construcción y reconciliación nacional” pregonaban las quedó consignada la propuesta de la convocatoria a una
FARC; “refundar la patria”, “construir una nueva Colom- asamblea constituyente con presencia de la guerrilla, el
bia”, establecer “un nuevo contrato social” declararon combate militar a las autodefensas, su sometimiento a la
luego los empresarios ilegales de la coca y el paramili- ley, y la investigación, juzgamiento y sanción, por parte
tarismo, junto con algunos políticos locales. Mientras las de la justicia ordinaria, de los miembros de las Fuerzas
primeras consolidaban su posicionamiento sobre Bogotá Armadas involucrados con estos grupos.
y su retaguardia estratégica, los otros afianzaban sus po-
De manera paralela a su política de paz, Pastrana
deres regionales y locales mafiosos como sus santuarios
mantuvo una política de guerra. Las élites regionales y
para garantizar la acumulación violenta de rentas ilíci-
los militares temieron perder sus privilegios si se conso-
tas y lícitas, principalmente de la cocaína. En últimas,
lidaba la negociación, por lo cual presionaron la ruptura
dos excluidos y marginados, distintos y enemigos entre
del proceso; el Gobierno estadounidense también inter-
sí, que recogían buena parte de las violencias derivadas
firió e impuso con su financiación su propia versión del
estructuralmente de los conflictos no resueltos por las
Plan Colombia.5
grandes desigualdades y el acceso traumático y tardío
del país a la modernidad y a la globalización económica; Mientras permanecían en la Mesa, las FARC man-
excluidos que querían entrar en el poder, participar del tuvieron su desconfianza ante la opción de negociación,
Gobierno y ser incluidos dentro del Estado. que discurría al mismo tiempo que las ofensivas del
paramilitarismo y la Fuerza Pública, y aprovecharon al
Y, frente a esos dos excluidos, en los años 1998 y 1999, máximo la negociación para fortalecerse militarmente. Ni
las élites dirigentes tuvieron la opción de elegir: o negociaban
con las FARC, enfrentaban al paramilitarismo, y se diferen-
bían presentar, en un plazo definido, recomendacio-
ciaban de Estados Unidos en el tratamiento de los cultivos
nes para avanzar en las discusiones sobre mecanismos
de uso ilícito y las drogas psicoactivas, o profundizaban su para acabar con el paramilitarismo y disminuir la in-
alianza con los paramilitares para enfrentar a las FARC. tensidad del conflicto. La Comisión quedó integrada
inicialmente por el periodista Carlos Lozano Guillén,
La primera implicaba hacer la paz y cambiar en alguna
director del semanario comunista Voz; por Vladimiro
medida el statu quo; la segunda, mantenerlo e incrementar Naranjo Mesa, ex magistrado de la Corte Constitu-
la guerra. La una estaba esbozada, aunque tímidamente, cional; por el médico Alberto Pinzón Sánchez, y por
en la versión original del Plan Colombia, elaborada en este la periodista Ana Mercedes Gómez, directora de El
país, y planteaba una distinción entre el narcotráfico y la Colombiano. Síntesis tomada de Medios para la Paz
guerrilla, se proponía negociar con esta y establecía un tra- (2002).
to diferenciado para los cultivos comerciales de los narcos
4 Firmado entre el presidente Andrés Pastrana y el co-
y los de los campesinos pobres. La otra estaba contenida mandante de las FARC Manuel Marulanda, en donde
explícita o implícitamente en la versión estadounidense del quedaron planteados 13 puntos para el inicio de la
Plan Colombia. (Aristizábal, 2007, p. 213) negociación.
5 “En su orden, las versiones que hasta el momento se
El presidente Andrés Pastrana estuvo cercano a la
han conocido son las siguientes: 1) Presidencia de la
primera opción en el comienzo de su gobierno: estableció República, Oficina del Alto Comisionado para la Paz,
la zona de distensión, dio inicio a las negociaciones de Departamento de Planeación Nacional, ‘Plan Colom-
paz, y en el documento de la Comisión de los Notables,3 bia’, Puerto Wilches, diciembre de 1998. 2) Revista
Desde Abajo, ‘Plan Colombia’, Suplemento especial
No. 1, octubre de 1999. 3) Presidencia de la Repúbli-
3 La Comisión de Personalidades, conocida también ca, ‘Plan Colombia’, Plan for peace, prosperity, and
como Comisión de Notables, fue designada por la thestrengthrning of the state, President of the Repu-
Mesa de Negociación entre el Gobierno colombiano blic, Andrés Pastrana Arango, edition october, 1999.
y la guerrilla de las FARC, en virtud del numeral 3 del Y, 4) ANCOL, Plan Colombia, www.presidencia.
Acuerdo de Los Pozos, suscrito el 9 de febrero de 2001 gov.co, Bogotá, 1 de diciembre de 1999, traducida al
entre el presidente Andrés Pastrana y el comandante español de la versión presentada a la Unión Europea”
de las FARC Manuel Marulanda. Los Notables de- (Martínez Osorio y Angarita, 2000, p. 6).

27
sin Democracia, sin derechos
el Gobierno ni las FARC movilizaron a la población por la La alianza de ese empresariado ilegal con los je-
paz y las reformas sociales, la salida negociada se agotó fes del paramilitarismo y una parte de la clase política
y se impuso la opción de la guerra. tradicional estableció unos poderes locales y regionales
mafiosos que se convirtieron en nuevos órdenes políticos
El régimen político de Uribe: cambios incubados dentro del mismo Estado. La geopolítica de la
en el poder y la naturaleza de las élites guerra en los últimos cinco años, al concentrarse sobre
las FARC y sobre determinados territorios, ha fortalecido
El régimen que hoy gobierna Colombia representa un esta alianza que ha ampliado sus zonas de cultivo y rutas
cambio en la estructura de poder y la naturaleza de las de exportación, y que hoy se ufana públicamente de ha-
élites, y una reconfiguración del poder político y el Esta- ber salvado al país del ascenso de las guerrillas y los mo-
do. Es la expresión política de tres grandes agrupaciones vimientos populares, y reclama por ello un puesto dentro
económicas y sociales articuladas por el liderazgo de Ál- del Estado y la sociedad, sin tener que pagar sanciones
varo Uribe: en primer lugar, están los terratenientes, ga- proporcionales a los graves crímenes cometidos.
naderos y agroindustriales, que han sido los sectores más
afectados por las guerrillas y los conflictos agrarios; allí Estamos ante una reconfiguración del poder político
se encuentran las élites políticas regionales que nunca de las élites y el Estado, que fue condensada por el régi-
han aceptado la solución política del conflicto y se sin- men uribista, cuando éste logró articular en la coyuntura
tieron desconocidas por el gobierno de Pastrana cuando de 2001-2002 a esos tres agrupamientos disímiles en
éste adelantaba las negociaciones de paz. Son los que torno a los objetivos comunes que los unifican; simul-
algunos llaman el “uribismo rural”. táneamente se presentó un desplazamiento del peso de
los sectores propiamente industriales, tanto en el sistema
En segundo lugar, la burguesía financiera y los gran- económico como en el político.
des comerciantes. Los más beneficiados con el lavado
de activos, la integración de Colombia en los mercados Adicional a la ruptura de las negociaciones del gobier-
financieros globales y la apertura comercial indiscrimi- no de Andrés Pastrana con las FARC y, en consecuencia,
nada, y las políticas tributarias. El tercer agrupamiento a la prolongación indefinida del conflicto armado y sus
está formado principalmente por empresarios o ex em- excesos, otros elementos asistieron para configurar ese
presarios de la cocaína: por un lado, aquellos que apro- entramado, entre los que se destacan el nuevo contexto
vecharon las amnistías tributarias anteriores concedidas internacional de la lucha antiterrorista, la importancia de
al narcotráfico y la “ventanilla siniestra”,6 legalizando sus la cocaína en la inserción de Colombia en la globalización
capitales y reinvirtiendo una parte de éstos; por el otro, económica y la consolidación del paramilitarismo en la
esa capa que ahora está en tránsito para blanquear sus vida nacional.
apellidos y oficializar su entrada al establecimiento a tra-
En estas condiciones, el atizamiento de la guerra
vés de la Ley 975 de 2005 –Ley de “Justicia y Paz”–. 27
contra las FARC le aseguraba réditos económicos y po-
años continuos en que los ingresos por exportaciones de
líticos a esa coalición. La alianza de una parte de las
cocaína han representado entre el 3% y el 5% del PIB del
viejas élites con el narcotráfico y el paramilitarismo re-
país se reflejan, necesariamente, en la conformación de
forzó su poder y afianzó su dominación. Adicionalmente,
una nueva burguesía con un enorme poder económico.
su subordinación a las políticas del gobierno presidido
por George W. Bush le permitió garantizar los dineros del
Plan Colombia para hacer de sus guerras “contra el terro-
6 “En el gobierno de Alfonso López Michelsen (1974- rismo” y “contra las drogas” sus principales banderas. Al
1978) se creó la ‘Ventanilla Siniestra’ en el Banco de mismo tiempo, esos tres agrupamientos se constituían en
la República, por la que ingresaron los millones de
los mayores beneficiarios del capitalismo rentista que se
dólares de la bonanza marimbera, confundidos con
los de la bonanza cafetera, que por lo demás en buena ha impuesto en el país.
parte correspondieron a contrabando del grano” (Cas-
tillo, 2001)

28
Régimen político
La Constitución como un traje de arlequín: plazar a las FARC de los alrededores de Bogotá y reple-
caracterización del uribismo garlas hacia el Sur. No obstante lo anterior, él mismo se
contradice al afirmar que no existe un conflicto armado
La política de “seguridad democrática” no se presenta interno, así como ha demostrado no ser eficaz, al no lo-
como institucional, sino como personal.7 Según el Presi- grar derrotarlas, ni asestarles ningún golpe decisivo, a
dente y sus grupos políticos, sólo él está en capacidad de pesar de sus discursos y del apoyo de Estados Unidos
darle continuidad y por ello requiere su reelección. Para con los consecutivos Plan Colombia, Plan Patriota y Plan
justificar la misma, encubrir los objetivos del régimen de Consolidación.
la seguridad democrática y ganar una opinión pública
nacional e internacional favorable, el actual gobierno ha En cambio, el resultado real de sus políticas y de
asumido como su bandera principal la solución militar estas ofensivas sí ha contribuido a la satisfacción de los
del conflicto y, en particular, la guerra contra las FARC. objetivos principales del régimen que personifica Álvaro
Álvaro Uribe logró culpabilizar a este grupo de todos los Uribe Vélez, a saber:
problemas del país, exculpando al paramilitarismo, la
clase política tradicional y las Fuerzas Armadas del Es- (i) Desmantelar el Estado social de derecho, impedir el
tado; creó, valiéndose de la coyuntura y de los grandes cumplimiento de la Constitución Política de 1991 y
medios, un gran sentimiento en su contra; levantó una recortar el ejercicio de garantías y libertades, inhi-
ola nacional en la cual el enemigo principal es esta gue- biendo al mismo tiempo el desarrollo de las reformas
rrilla y, sobre esta ola, se erigió como el único que podía que reclama la población.
salvar al país.
(ii) Realizar dos operaciones masivas de impunidad: la
Aparentemente, los programas de la política de “se- de los crímenes de guerra y de lesa humanidad de los
guridad democrática” están subordinados al supremo ob- paramilitares,9 militares y sectores de la clase política
jetivo de derrotar militarmente a las FARC: el incremento
del presupuesto militar y de los efectivos de la Fuerza
de la Fuerza de Acción Decisiva; iii) activación de la
Pública,8 el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno na- Brigada n.° 15 en Quibdó (Chocó); iv) recepción de
cional, su política internacional, su agenda legislativa y ocho helicópteros UH-60 para asalto aéreo; v) recep-
las reformas a la Constitución. ción de cuatro helicópteros MI-17 para transporte; vi)
recepción de dos aviones Grand Caravan para coman-
Lo anterior, efectivamente, se ha representado en una do y control; vii) activación de dos centros de instruc-
ción y entrenamiento para las unidades de combate.
ofensiva militar permanente desde el día de la posesión
Armada: i) construcción y dotación de Patrullera de
del Álvaro Uribe hasta hoy, y con ella ha logrado des- Apoyo Fluvial Pesada tipo Nodriza. Nombre ‘ARC
Teniente de Fragata Efectivo de Infantería de Mari-
na (TFEIM) Juan Ricardo Oyola Vera’; ii) recepción
7 La figura de Álvaro Uribe Vélez nos ofrece la personi- de seis lanchas de interdicción marítima para apoyar
ficación del pastor que está predestinado a guiar el re- las actividades de lucha contra el narcotráfico; iii) in-
baño; por eso, desde la redacción de los cien puntos de versión en infraestructura operativa y logística en las
su campaña, Uribe afirmó: “Miro a mis compatriotas unidades de las Brigadas Fluviales de Puerto Carre-
hoy más con ojos de padre de familia que de político” ño, Turbo, Tres Esquinas, Puerto Leguízamo, Guapi,
(…). El Presidente pastor es el destinado a encauzar el Tumaco y Buenaventura, con el fin de fortalecer el
rebaño (la sociedad colombiana) a la salvación políti- control fluvial. Fuerza Aérea: i) recepción de seis he-
ca, entendida esta como la derrota del terrorismo, que licópteros Bell 206; y ii) recepción de diez aeronaves
se cierne como la peor de las pestes sobre su pueblo de combate A-29 Súper-Tucano. Policía Nacional: i)
descarriado (Mantilla y Múnera, 2005, pp. 61-62). activación de 53 estaciones rurales; y ii) activación de
78 estaciones de policía”. (Coordinación Colombia-
8 “Según el Ministerio de Defensa, durante el período
Europa-Estados Unidos, 2007, p.10)
comprendido entre julio de 2006 y junio de 2007 los
siguientes proyectos garantizaron el fortalecimiento 9 Véase en esta publicación: Comisión Colombiana de
de la Fuerza Pública. Ejército: i) activación de tres Bri- Juristas, Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo
gadas Móviles (16, 17 y 19); ii) entrada en operación y Observatorio de Derechos Humanos y Derecho In-

29
sin Democracia, sin derechos
tradicional, y la de lavar, blanquear y legalizar masi- Respecto de la doble operación de impunidad, ana-
vamente a una capa de empresarios de la cocaína listas nacionales e internacionales han demostrado que
junto con sus fortunas. la Ley denominada de “Justicia y Paz” es una amnistía
general encubierta.12 La Comisión Interamericana de De-
(iii) Defender los intereses políticos y económicos de rechos Humanos (CIDH) y la Oficina de la Alta Comisio-
Estados Unidos, sus empresas multinacionales y el nada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
capital transnacional, atendiendo los lineamientos (OACNUDH) han alertado sobre las posibles consecuen-
neoliberales de corte global. cias negativas de la Ley.13 Los jefes del paramilitarismo
continúan delinquiendo y manteniendo, de una u otra for-
Con relación al desmantelamiento del Estado social ma, sus maquinarias de intimidación y su poder en sus
de derecho, es evidente que el marco institucional instau- áreas de influencia, mientras crece la llamada “tercera
rado en 1991 es considerado un obstáculo, incluyendo generación del paramilitarismo” (FIDH, 2007).
la administración de justicia, la cual, más bien, se ha
pretendido convertir en un instrumento de la denominada La paz de los paramilitares es una paz mafiosa: en
“lucha antiterrorista” (Corporación Colectivo de Abogados sus territorios se reducen los índices de violencia porque
José Alvear Restrepo, 2003). El Ministro del Interior y de ellos obtienen el monopolio de la coerción y la violencia,
Justicia de su primer período, Fernando Londoño Hoyos, e imperan la ley del silencio y el régimen de terror, pro-
afirmó, antes de su posesión, que se debía romper “en pios de sus nuevos órdenes políticos. En cuanto a sus ne-
mil pedazos ese traje de arlequín de la Constitución de gocios como narcotraficantes, la Ley no les está exigiendo
1991 y desmontar ese embeleco stalinista del Estado so- que desmonten o entreguen sus cultivos, rutas o labora-
cial de derecho”.10 De hecho, la Carta ha sido reformada torios (FIDH, 2007). Mientras unos se legalizan ahora,
26 veces en 17 años, de las cuales 11 enmiendas se han otros mantienen el negocio. Adicionalmente, el número
realizado bajo el gobierno de Álvaro Uribe, incluyendo la de los altos dirigentes políticos del régimen presos, sin-
reelección inmediata del Presidente.11 dicados o indagados por la Corte Suprema de Justicia
y la Fiscalía por sus vinculaciones con los crímenes del
Alta concentración de poderes en el Ejecutivo, debi- paramilitarismo, ya va en 80 y continúa creciendo.
litamiento de facto de los órganos de control y militariza-
ción de la sociedad son elementos característicos de ese En cuanto a la subordinación de Colombia frente a
desmantelamiento. Desde la Presidencia de la República los Estados Unidos, ésta se ha incrementado. La con-
se desinstitucionaliza el Estado, se le dice públicamente cepción de la guerra, su planeación, financiación, aseso-
a los militares que se quiten de encima el “síndrome de ría y dirección en el terreno dependen del Pentágono, a
la Procuraduría”, se acusa a los defensores de derechos través del Comando Sur, bajo el pretexto de estimular la
humanos y a la oposición democrática de ser aliados de inversión extranjera. Mientras el publicitado crecimiento
la guerrilla, y se urde una confabulación contra la Corte económico no genera empleos, se reducen y desmejoran
Suprema de Justicia para que no juzgue a los parlamen- los existentes, se cierran los hospitales públicos, la salud
tarios y altos funcionarios comprometidos con el para- se privatiza y, en general, los DESC se menoscaban o
militarismo. cercenan.14 El nuevo marco legal del gobierno Uribe ha

ternacional Humanitario de la Coordinación Colom- 12 Véanse, entre otros, Amnistía Internacional (2005),
bia-Europa-Estados Unidos. Ley 975: Sin justicia, ni Human Rights Watch (2005, p. 4); Comisión Co-
paz. lombiana de Juristas y otros (2005).
10 Citado en Bernal (2003). 13 Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Na-
ciones Unidas para los Derechos Humanos (2005).
11 Durante el cuatrienio de Andrés Pastrana se produje-
ron siete enmiendas constitucionales; bajo el gobierno 14 Véase en esta publicación: Cecilia López Montaño.
de Ernesto Samper, cuatro reformas, y bajo el gobier- Un modelo pro rico, y Alberto Yepes Carvajal. ¿Desa-
no de César Gaviria, tres. rrollo para todos?

30
Régimen político
terminado de entregar lo que quedaba de las rentas del trabajo, a sus candidatos y, principalmente, a la inmensa
petróleo, el carbón y los demás recursos naturales del necesidad de cambio, de transformación y de paz que
país. Las empresas transnacionales y multinacionales vive-siente la mayoría de la población colombiana.
festejan sus utilidades y certifican que con la “seguri-
dad democrática”, sí existe democracia plena y seguridad El reto de esa oposición es, entonces, el de la paz,
para sus contratos y sus negocios. pero no entendiéndola dentro del falso dilema que han
escenificado alternativamente los gobiernos de las cla-
En últimas, ni Estado social, ni Estado de derecho a ses dirigentes (o guerra total o negociación; o solución
secas. La democracia no se está fortaleciendo, se está militar o la sola negociación política), que ya se ha de-
es estrangulando la poca que existe hasta dejar sólo sus mostrado que vuelve a terminar en la guerra. Es la paz
apariencias formales. Podemos caracterizar al régimen entendida como las reformas, como la transformación de
político de Uribe como una ofensiva contrarreformista las grandes iniquidades que las élites han perpetuado, y
por parte de las élites más tradicionales y refractarias a como la inclusión en la sociedad y el Estado de todos los
las reformas y al progreso, con la que se pretende man- excluidos en el largo y traumático proceso de formación
tener el statu quo, incorporando dentro de él una parte de la nación.
importante del paramilitarismo y el narcotráfico, a los
cuales se busca legalizar impunemente. Como ha sido Una sólida política democrática cuyo eje sea la con-
una constante en la historia del país, las ofensivas de los secución de paz y una nueva diplomacia internacional.
sectores de derecha han ido en contravía de los avances En este sentido son dos condiciones claves e imprescin-
institucionales y sociales, y siempre han terminado for- dibles para que la oposición y los movimientos sociales
taleciendo las opciones armadas. Sin embargo, lo que puedan sostener este pulso en alza, y vencer la ofensiva
diferencia a esta arremetida de las otras ocurridas en el del régimen.
pasado es que ahora ha surgido un dique: la oposición
democrática unida con los movimientos populares. ***

Un nuevo pulso: A mayor peso de la guerra y la violencia, menos espacios


los retos de la oposición democrática para la oposición y la democracia. Por esto, lo que hace
falta y urge en el país es una política democrática que co-
La reelección de Uribe ha sido el fortalecimiento de las mience a desbloquear los conflictos represados, que forje
ofensivas militares y las contrarreformas que histórica- otro imaginario y otro sentido de lo que es la política, que
mente se han producido en Colombia por la ausencia se vuelva realidad, construyendo nueva institucionalidad
de una política democrática, y unas fuerzas robustas y gobernabilidad en los municipios y departamentos, e
capaces de canalizar la inconformidad y avanzar hacia integre en el conjunto de la sociedad y la esfera pública a
adelantos democráticos. Mientras su primera elección todas aquellas regiones, poblaciones, economías y cultu-
estuvo signada por el pulso entre la guerra y la paz, en el ras excluidas y marginadas por el Estado.
momento actual del país se vive un nuevo pulso entre la
ofensiva uribista y las fuerzas democráticas. El núcleo central de esa apuesta debe ser la paz de-
mocrática, que se construye con las comunidades en el
La oposición democrática se ha vigorizado y erigido aquí y ahora de sus territorios veredales y municipales,
en una alternativa creíble, después de la derrota del re- en las gobernabilidades locales, en la canalización de los
ferendo uribista de octubre de 2003, los avances en las conflictos económicos y sociales para que encuentren su
elecciones locales de 2003 y 2007, los 2.600.000 votos cauce en el campo de la política, en la humanización
de las elecciones presidenciales a favor del candidato del y regularización del conflicto armado, en los centenares
Polo Democrático Alternativo y los resultados electorales de acuerdos humanitarios parciales, locales o sectoriales
recientes que le dieron a este partido su segundo triunfo que las víctimas están requiriendo, y en una propuesta
en Bogotá y la gobernación de Nariño. Estos avances se de negociación que aspire a ser la política pública del
deben a los acumulados que esta iniciativa recoge, a su Estado.

31
sin Democracia, sin derechos
Ahora, como Colombia no podrá resolver sola su gue- Bibliografía
rra y en ella inciden tantos factores globales y regionales,
es necesario construir una nueva diplomacia para que los
n Acuerdo de Los Pozos (2001, 9 de febrero) (en
distintos actores de la comunidad mundial contribuyan a
línea). Disponible en: www.ideaspaz.org/proyec-
la solución de sus múltiples crisis. Los pesados e intrin-
to03/boletines/download/boletin03/acuerdo_los_
cados intereses globales y locales que mueven la guerra
pozos.doc.
y los negocios de la cocaína no se podrán remover, mien-
tras la oposición democrática y los movimientos sociales n Amnistía Internacional (2005, 26 de abril). La Ley
no logren develar que Uribe representa el derrumbe del de Justicia y Paz garantizará la impunidad para los
Estado de derecho, la impunidad, la alianza con los em- autores de abusos contra los derechos humanos (en
presarios de la cocaína y los paramilitares y, por tanto, la línea). Disponible en: http://www.dhcolombia.
perpetuación de la guerra y el narcotráfico. info/spip.php?article79.

La unidad de la oposición democrática y los movi- n Aristizábal, José (2007). Metamorfosis. Guerra, Es-
mientos sociales, con los aportes de las regiones, el arte, tado y globalización en Colombia. Bogotá: Desde
la cultura, los excluidos y la diáspora, conjuntamente con Abajo.
las alianzas globales que logre esa nueva diplomacia, po-
drían profundizar la movilización social por la paz y las n Bernal Medina, Jorge (2003). Seguridad mundial
reformas, hacer de éstas un clamor nacional e internacio- y democracia. En Foro Social Mundial Temático.
nal, sacar la dinámica política del país del enfrentamien- Cartagena, Colombia. Disponible en: http://www.
to interesado entre Uribe y las FARC, que tanto beneficia fsmt.org.co/ponencias2.htm?x=19956.
al primero; hacerla girar hacia el pulso entre la política
n Castillo, Fabio (2001). Los jinetes de la cocaína, el
del régimen y la política democrática y, sobre esta base,
destello verde. Nizkor, edición electrónica. Dispo-
amplificar una gran ola que se superponga a la avenida
nible en: http://www.derechos.org/nizkor/colom-
de sangre e impunidad sobre la que navega el uribismo.
bia/libros/jinetes/cap1.html.

n Comisión Colombiana de Juristas y otros (2005,


10 de octubre). Demanda de inconstitucionalidad
contra la Ley 975 de 2005, presentada ante la Ho-
norable Corte Constitucional. Bogotá, Colombia.

n Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos


y otros (2007, 10 de octubre). Ejecuciones extra-
judiciales directamente atribuibles a la Fuerza Pú-
blica en Colombia, julio de 2006 a junio de 2007,
presentado ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos. Washington D.C.

n Corporación Colectivo de Abogados José Alvear


Restrepo (2003). Hacia un Estado autoritario. En
El embrujo autoritario. Primer año del gobierno de
Álvaro Uribe Vélez. Bogotá: Plataforma Colombia-
na de Derechos Humanos, Democracia y Desarro-
llo.

n FédérationInternationale des Ligues des Droits


de I’Homme, FIDH (2007, octubre). Colombia,

32
Régimen político
la desmovilización paramilitar, en los caminos de la
Corte Penal Internacional. Paris: 1FIDH

n Human Rights Watch (2005, 5 de agosto). Las


apariencias engañan. La desmovilización de grupos
paramilitares en Colombia, 17(4B), 4.

n Mantilla, Alejandro y Múnera, Leopoldo (2005).


Poder político pastoral y la erosión del Estado
constitucional. El régimen político colombiano y
el Estatuto Antiterrorista. Cuando la excepción es
la regla. Colombia: estados de excepción y régimen
político. Bogotá: Coordinación Colombia-Europa-
Estados Unidos - Ediciones Antropos.

n Martínez Osorio, David y Angarita, Carlos (2000).


El Plan Colombia o la seguridad nacional del Esta-
do norteamericano. Revista Mirar Colombia 4, 6.

n Medina Gallego, Carlos (1990). Autodefensas, pa-


ramilitares y narcotráfico en Colombia: origen, desa-
rrollo y consolidación. El caso Puerto Boyacá. Bogotá:
Editorial Documentos Periodísticos.

n Medios para la Paz (2002). Documento de la Comi-


sión de Notables, (en línea). Bogotá: Medios para la
Paz. Disponible en: http://www.mediosparalapaz.
org/index.php?idcategoria=1046.

n Oficina en Colombia del Alto Comisionado de


las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(2005, 27 de junio). Consideraciones sobre la Ley
de “Justicia y Paz” (en línea). Comunicado de
prensa. Disponible en: www.hchr.org.co.

n Vargas, Ricardo (1999). Drogas, máscaras y juegos:


narcotráfico y conflicto armado en Colombia. Bogo-
tá: TM Editores – TNI – Acción Andina.

n _____ (2003). Drogas, conflicto armado y desarrollo


alternativo. Una perspectiva desde el sur de Colom-
bia. Bogotá: Acción Andina Colombia.

33
sin Democracia, sin derechos
n ó m i c o
ico
e c o n ó m
g i m e nR é g i m e n e c o

34
d e l o p r o rico
Un mo ño*
ta
López Mon
Cecilia

Un modelo de desarrollo pro rico surge


cuando un Gobierno permite que se privaticen las ganancias,
pero se socialicen las pérdidas.

El gobierno del presidente Álvaro Uribe ha insistido en la promoción de


una idea bastante ambiciosa: la historia de Colombia se divide en dos:
antes y después de 2002, año del inicio de su mandato. Este discurso
es repetido por el jefe de Estado y sus ministros en todos los escenarios,
bien sea en la Asamblea de las Naciones Unidas o en un consejo comunal
realizado en cualquier municipio del país. Este supuesto quiebre históri-
co también incluye los resultados del modelo económico aplicado en el
último lustro.

Es cierto que la economía colombiana ha experimentado un desa-


rrollo favorable durante los últimos años, sustentado en dos factores:
1) altas tasas de crecimiento del producto interno bruto (PIB)1 y 2)
niveles de inflación inferiores a un dígito, enmarcados en las metas
establecidas por el Banco de la República. Lo anterior ha redundado en
una importante modificación de las expectativas de inflación, variable
crucial de la estabilidad macroeconómica. Sin embargo, antes de in-
terpretar este comportamiento con demasiado optimismo, es necesario
investigar cuál ha sido el motor del crecimiento y, sobre todo, qué tan
sostenible es. Existen razones de fondo para creer que este ha estado
impulsado fundamentalmente por factores coyunturales tanto externos
como internos.

1 El producto interno bruto puede definirse como el valor total de la pro-


∗ Senadora de la República, Partido Liberal ducción de bienes y servicios producidos durante un periodo específico
Colombiano. en un país determinado.

35
sin Democracia, sin derechos
El crecimiento en contexto núa en niveles superiores al 4,4% del PIB.4 Al respec-
to es pertinente resaltar la fracasada reforma tributaria
Algunas causas externas influyeron positivamente en estructural. Un acertado análisis de la generosidad del
el crecimiento económico nacional. De acuerdo con la Gobierno con el sector privado lo hizo en su momento el
Contraloría General de la República y el Centro de Inves- columnista Mauricio Cabrera Galvis, luego del trámite de
tigaciones para el Desarrollo,2 la economía nacional ha dicho proyecto:
sentido la entrada de flujos de capital de corto plazo, los
altos precios de los productos básicos (en especial petró- Lo vergonzoso de la Reforma aprobada es la forma como
leo y carbón), la disminución de las tasas internacionales se discutió y elaboró no en el Congreso de la República
que es el foro institucional de la democracia para debatir
de interés, la reducción de la deuda externa debido a la
los temas impositivos, sino en conciliábulos con gremios y
revaluación del peso, y el alto ingreso de remesas3 al
lobistas, en los que predominó –como se reconoce textual-
país. mente en la ponencia del proyecto– “la insistencia de cada
uno de los sectores económicos en que se mantengan los
Pero también es claro que la dinámica interna ha beneficios o tratamientos preferenciales que desde hace
jugado un papel importante. En efecto, han contribuido varios años vienen aplicando para sus diferentes activida-
las políticas monetarias, crediticias y fiscales, todas con des”, es decir la defensa de los intereses particulares sobre
una clara marca expansiva. Adicionalmente, también ha el interés público.
sido fundamental el notable aumento en la inversión pú-
blica y privada, debido a los incentivos tributarios a la Más aun, Fedesarrollo señaló la perversa interacción
inversión y al cambio en las expectativas de los agentes entre esos intereses particulares y los políticos que retri-
económicos motivadas por la implementación de la polí- buyen el apoyo financiero a sus campañas con micos en
tica de seguridad democrática. Igualmente, la economía el Estatuto Tributario. (Cabrera, 2006). El mensaje de lo
subterránea –cuya existencia el Gobierno subestima– ha que pretendía el Gobierno lo había repetido en varios fo-
ayudado significativamente al reciente desempeño del ros el presidente Uribe, antes de la aprobación final de la
aparato productivo. ley: “Uno de los temores que a mí me han asaltado cada
vez que proponemos el tema tributario, es la tradición co-
No puede ignorarse entonces que los buenos resul- lombiana de rechazar las normas tributarias como factor
tados observados hasta el momento han sido producto de crecimiento de la economía. Nosotros tenemos que
de situaciones excepcionales cuya duración es difícil de superar ese complejo, tenemos que confiar en la bondad
determinar. Más aún, ya se identifican factores de des- de las normas tributarias, para estimular el crecimiento
aceleración que empiezan a preocupar al país. de la economía” (Uribe Vélez, 2006). Era esta su manera
de justificar las prebendas concedidas.
De la reforma estructural
al cambio coyuntural El espejismo:
crecimiento concentrado y sin empleo
El Gobierno nacional perdió la oportunidad de aprove-
char la situación positiva de la economía para hacer En el contexto latinoamericano, Colombia ocupa el se-
importantes ajustes, en especial en lo que respecta al gundo lugar en desigualdad en la concentración del in-
saneamiento fiscal. Así, no se utilizaron para este fin los
ingresos percibidos por las privatizaciones, los recaudos
tributarios, ni el impacto de la revaluación en la deuda,
a un punto tal que el déficit del Gobierno Central conti- 4 De acuerdo con el diario Portafolio (2007, 12 de
agosto), “entre enero y abril del 2007 el déficit del
Gobierno Nacional Central creció 16,4 por ciento si
se compara con el mismo periodo del año anterior,
2 Bonilla y González (2006, pp. 23 y ss.).
pues pasó de 6,54 billones de pesos a un faltante de
3 Dinero enviado al país por los colombianos residentes 7,61 billones de pesos, valor que equivale a 2,2 por
en el exterior. ciento del Producto Interno Bruto (PIB)”.

36
Régimen económico
greso, con un índice Gini5 de 0,576 (Bonilla y González, Entre 1998-2003, el PIB creció en promedio al 1,1% y
2006, p. 37), siendo superado únicamente por Brasil los ocupados al 2,3%. Entre 2003-2006, el PIB creció
con 0,591. Y como si no fuera suficiente, la tendencia no al 5,1 promedio y la ocupación al 1,6%, si se toman
apunta hacia la disminución de la desigualdad; como lo las cifras oficiales del DANE,6 o al 3%, si se asume una
plantean el CID y la Contraloría General de la República: corrección de los datos oficiales.

El crecimiento de la economía colombiana ha sido muy Por su parte, Francisco Pérez (2007) plantea que en
inequitativo. Las ganancias de las empresas aumentaron el mundo se está consolidando el modelo de “Jobless
más que los salarios; el sector financiero se concentró más; Recovery”, o sea “Recuperación sin Empleo”, mostran-
la distribución de la tierra empeoró; los impuestos son más
do cómo Estados Unidos, México, Centro y Suramérica
regresivos; el pago de servicios públicos es desproporcio-
son ejemplo de ello, pues “recientemente, a nivel inter-
nado con respecto a los ingresos, etcétera. Mientras tanto,
el empleo apenas si aumenta por encima del crecimiento nacional, en los períodos de expansión se han observa-
de la población y los costos laborales han disminuido en do altas tasas de crecimiento del producto asociadas no
términos reales. (Bonilla y González, 2006) sólo con una recuperación muy lenta o nula del empleo,
sino que al mismo tiempo en algunos casos se han re-
Como bien lo ha planteado Ricardo Bonilla (2007), gistrado incrementos en la tasa de desempleo”. Para el
la recuperación económica ocurrida tras la recesión de caso colombiano, Pérez menciona que el “deterioro de la
1999 “ha sido insuficiente e inequitativa respecto a la tasa de desempleo del país se inició a partir del período
generación de nuevas oportunidades de trabajo, incor- comprendido entre el tercer trimestre del 2004 y el ter-
poración a los sistemas integrales de seguridad social y cer trimestre del 2005”. Adicionalmente, esta tenden-
reducción sistemática de la pobreza”. Para Bonilla, los cia comienza a consolidarse a partir de 2006, cuando
verdaderos efectos de la leyes de reforma laboral de las los aumentos del PIB, del orden del 6,94%, estuvieron
últimas dos décadas (leyes 50 de 1990 y 789 de 2002) acompañados por un incremento en la tasa de desem-
fueron la terciarización en la contratación de empleados, pleo de 2,96%. Pero, sin lugar a dudas, la mejor muestra
debido a la flexibilización de las relaciones salariales; de esta tendencia es el primer trimestre de 2007, cuando
flexibilización materializada a través de programas de el PIB (sin incluir ilícitos) creció al 8,09% y la tasa de
vinculación temporal, la reducción en los costos de los desempleo aumentó 0,22 puntos porcentuales.
despidos y la disminución del pago del recargo nocturno,
dominicales y festivos (Bonilla, 2007, p. 92). Y con respecto al modelo Uribe y sus efectos sobre el
empleo hay que destacar que, por fin, se empieza a abrir
Las cifras y la correlación que se presenta entre las el debate, pues hasta antes de 2007 los informes críti-
tasas de crecimiento económico y el aumento porcentual cos de numerosos académicos habían sido falazmente
del número de ocupados corroboran este argumento. En- descalificados por los empresarios y el Gobierno, lo que
tre 1993 y 1998, el promedio del PIB fue de 3,2% anual contribuía a cerrar el debate en lugar de propiciar su de-
y los ocupados se incrementaron en 2,1%, en promedio. sarrollo. Fue necesario que una autoridad nacional, como
el Procurador General de la Nación, hiciera una denuncia
necesaria (El Tiempo, 2007, 18 de octubre): la reforma
5 El coeficiente o índice de Gini es un indicador que laboral de 2002, la Ley 789, no solo no generó el empleo
permite medir el grado de concentración y de distri- prometido sino que les costó muy caro a los trabajadores,
bución de la riqueza, los ingresos o la propiedad. Este
índice va de 0 a 1, acercándose a 0 cuando refleja una
distribución igualitaria y acercándose a 1 cuando da 6 En el tercer trimestre de 2006, el DANE incorporó
cuenta de una concentración desigual (en principio, la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), con
equivale a 0 si todos los implicados tienen los mismos la que, abruptamente, la tasa de ocupación bajó de
bienes y, a su vez, equivale a 1 si un solo agente posee 54,8% en septiembre de 2005 a 53%, mientras en el
todos los bienes). Un índice total mayor de 0,5 es re- volumen de personas ocupadas desaparecieron aproxi-
flejo de una desigualdad bastante alta en el contexto madamente un millón de personas con una tasa nega-
global. tiva de crecimiento de -3,34%.

37
sin Democracia, sin derechos
mientras favoreció gratuitamente a los empresarios del Proyecciones inciertas
país, quienes no crearon los empleos prometidos.
Retomando los planteamientos del CID, es claro que “la
Bajo el supuesto de los altos costos laborales y las trampa de la pobreza únicamente puede romperse si la
inflexibilidades del mercado de trabajo, la reforma ex- sociedad colombiana avanza en la agenda distributiva”,
tendió la jornada ordinaria, redujo los recargos en do- pues dado que “el crecimiento es una condición necesaria,
minicales y festivos y los costos de despido. El señor pero no suficiente, para reducir la pobreza, no hay una
Procurador General de la Nación pidió tumbar esta nor- relación monótona entre el aumento del PIB y la disminu-
ma y le solicitó a la Corte Constitucional que reviviera el ción de la pobreza” (Bonilla y González, 2006, p. 132).
recargo nocturno para el trabajo después de las seis de
A pesar de lo anterior, la agenda distributiva no es
la tarde, la indemnización por despido sin justa causa
una prioridad del gobierno Uribe. Sus prioridades, en
y el pago triple de los dominicales y festivos. Se fun-
contraste, se han orientado a sacar adelante el Tratado de
damenta el Procurador en que la reforma no cumplió
Libre Comercio con los Estados Unidos, al que considera
con el objetivo que la justificó: aumentar los puestos
como un pilar básico para crecer en el futuro. Pero igno-
de trabajo y reducir el desempleo. Su resultado fue el
rar tanto la existencia de los ciclos económicos (períodos
opuesto: disminuyó la calidad de vida de los trabajado-
de crecimiento y de desaceleración) como la sostenibili-
res. Lo que todos sí aceptan es que esta Ley propició la
dad de los factores (internos y externos) que han venido
reducción de los costos laborales de las empresas, pero
impulsando la economía nacional, y además desconocer
éstas no aumentaron el empleo.
los efectos del Tratado sobre equidad y pobreza, consti-
tuyen los mayores problemas que se han percibido en los
El debate es absolutamente pertinente porque la si-
debates del TLC con Estados Unidos.
tuación de los trabajadores colombianos es de los pro-
blemas más serios del país. Estudios como el del CID El supuesto de un crecimiento económico estable e
afirman que esa reforma “se logra extraer un mayor pro- indefinido ha sido la base de los principales estudios ofi-
ducto a menor costo para los empleadores, mientras se ciales y se ha convertido en el mayor argumento de los
deterioran las condiciones económicas de los trabajado- defensores del Tratado. Este supuesto ha permitido un
res y la calidad del empleo” (Bonilla y González, 2006, exagerado optimismo sobre lo que constituye el contexto
p. 78). Las cifras disponibles lo corroboran. Entre 2002 y macroeconómico en el que se desarrollará el menciona-
2003, la proporción de empleos con jornadas semanales do Tratado. Sin embargo, la economía mundial muestra
superiores a las 48 horas aumentó en 2%, y en 2004 y ya síntomas de desaceleración. En efecto, las entidades
2005 ésta se mantuvo. Las jornadas de los empleos del internacionales y particularmente el FMI (2007) indican
sector privado aumentaron un 15% entre 2002 y 2005 que a partir del año 2007 se inicia un proceso de desace-
y, adicionalmente, los trabajadores por cuenta propia leración del crecimiento.
se incrementaron en un 17%. Aún más, con la reforma
cada vigilante en el área de la seguridad extendió su jor- Por lo anterior, puede decirse que no son gratuitos
nada diurna y en 2005 perdió al año aproximadamente los síntomas preocupantes del recalentamiento de la eco-
$1.150.000 por reducción de horas extras. El mencio- nomía nacional, síntomas advertidos por analistas eco-
nado estudio encontró que en 2004 la mala calidad de nómicos como Sergio Clavijo y Eduardo Sarmiento. En
los salarios aumentó en un 44%, mientras el factor de efecto, en 2007 se registra un quiebre en la tendencia
buena calidad subió solo 36%. Y como si esto no fue- inflacionaria, como quiera que al finalizar el año la tasa
ra suficiente, los asalariados perdieron medio billón de de inflación alcanzó el 5,69%, cifra que supera la meta
pesos en dominicales y festivos entre los años 2003 y fijada para este año por el Banco de la República, 2007.
2006, y esta reducción no ha tenido ningún impacto en Lo más preocupante para analistas como Mauricio Ca-
la generación de empleo. brera es que el Banco de la República decida repetir la
fórmula utilizada a mitad de los años noventa y comience
a jugar con la tasa de interés, ahogando así la economía

38
Régimen económico
en aras de cumplir sus metas y “evitar” el recalentamien- fiscal del sector público no financiero. No parece existir
to de la misma. disciplina fiscal por parte de Gobierno Nacional Central,9
pues, según la Contraloría, el déficit fiscal relacionado se
Otro factor fundamental se relaciona con el tipo de mantiene en niveles cercanos al 6%, a diferencia de lo
cambio. El acentuado proceso de revaluación del peso, que plantea el Gobierno mismo, que habla de una cifra
que de enero de 2003 a 15 de abril de 2007 fue del cercana al 4%. Lo sorprendente es que, a pesar de las
orden del 27%, en términos nominales, no pudo ser con- múltiples privatizaciones y reformas tributarias, en 2006
trolado por el Emisor, ni por el Gobierno. Esta situación el déficit bajó tan solo 0,7% del PIB de acuerdo con ci-
fue contrarrestada en su momento por la crisis hipoteca- fras del Consejo Superior de Política Fiscal y en un 0,2%
ria surgida en 2007 en Estados Unidos. según el Banco de la República (Presidencia de la Repú-
blica, 2007).
El conjunto de estos fenómenos han empezado a pre-
sionar seriamente la balanza comercial,7 que en 2006 re- Pero si hubo poco juicio al considerar los posibles
gistró un déficit cercano a los US$143 millones (DANE, impactos macro del TLC, también puede decirse que no
2007, 12-16 de febrero), lo cual parece agravarse a juz- existe una evaluación seria del contexto macroeconómico
gar por el comportamiento de dicha balanza en los prime- actual y sus implicaciones sobre los posibles resultados
ros diez meses de 2007,8 cuando el déficit fue superior del tratado en variables críticas ya mencionadas: creci-
a los USD$ 515 millones, de acuerdo con las cifras del miento, balanza comercial, déficit fiscal y empleo. Ha pri-
DANE. Esta situación, que constituye el punto de partida mado el dogma de exportar o morir, cuando ya en el país
del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, resul- es evidente que se han sobredimensionado los efectos
ta siendo una alarma si se tiene en cuenta, por un lado, del llamado libre comercio.
que si bien aún no existe un déficit comercial con Estados
Unidos, esta brecha se ha reducido durante tres meses
La cara oculta del modelo
consecutivos y no existen indicios de que la tendencia
tenga reversa. Adicionalmente, no existe un solo estudio Las críticas al modelo de desarrollo de este Gobierno no
o análisis que incluya dentro de sus supuestos un déficit se limitan al comportamiento de los índices de pobreza.
comercial con ese país, lo cual sería conveniente para También hay que poner los reflectores sobre lo que ha
medir de manera objetiva dicho impacto. sido hasta ahora el comportamiento del empleo, las po-
líticas de salud y las de carácter social, como Familias
Un último factor que incide directamente en el com- en Acción.10
portamiento de la economía son las cifras del fisco na-
cional. Si bien es cierto que durante los últimos años el Sin duda, las tasas de crecimiento de la economía,
Gobierno nacional ha festejado el cumplimiento de las en pleno ciclo expansivo mundial, tienen que haber con-
metas establecidas con el Fondo Monetario Internacio- tribuido a una reducción del número de pobres y a algún
nal y que durante 2006 alcanzó un equilibrio fiscal, la mejoramiento de la situación de otros sectores de ingre-
verdad es que este punto se debe más a la disciplina sos como las clases medias-bajas. El efecto no puede
haber sido el esperado por el comportamiento del merca-
do laboral que no ha contribuido a generar los empleos
7 La balanza comercial es el término que designa la re-
dignos que debería esperarse de un período de bonanza
lación entre las importaciones y las exportaciones de
un país en un tiempo determinado. Es deficitaria o
negativa, si el volumen de las divisas gastadas en im-
portaciones es mayor al volumen generado por expor- 9 De acuerdo con la revista Semana, la Comisión Inde-
taciones. Por oposición, es superavitaria o positiva, si pendiente del Gasto Público ha sugerido un urgente
el volumen de divisas generado por exportaciones es recorte de los gastos, en razón de la baja disciplina
mayor al gastado en importaciones. fiscal. Véase Semana.com (2007, 23 de junio).
8 Cifras disponibles al momento de la elaboración del 10 Véase en esta publicación: Yepes, Alberto. ¿Desarrollo
artículo. para todos?

39
sin Democracia, sin derechos
económica. Por ello, los ataques que se hacen a esta ti- pensación la prestación de los servicios de salud que éste
pificación de la estrategia de crecimiento gubernamental ofrecía, con resultados inciertos hasta ahora, pues los pri-
no se desbaratan con estas simples cifras. vados tampoco han podido crear la red nacional requeri-
da. Al volver la salud un tema de pérdidas y ganancias en
Es evidente que se debe mirar también la otra cara de los balances privados, la obvia consecuencia es la pérdida
la moneda, es decir, lo que ha pasado con las ganancias de la calidad de vida de la población más vulnerable; el
de los sectores poderosos, industrias y personas dueñas de sistema se ha debilitado, al crecer más el esquema sub-
las empresas familiares. Los bancos y el sector financiero sidiado que el contributivo; y se alejan cada vez más las
en general presentan incrementos muy sustanciales en metas de cobertura universal y de mejoramiento de la ca-
sus utilidades, y lo mismo puede decirse de muchas em- lidad de los servicios de salud para todos los colombianos.
presas. El núcleo de la cuestión, la clave para catalogar La salud preventiva está dejando de existir, apartándose
un modelo de desarrollo como pro rico surge cuando el cada vez más no solo de las metas sino de lo que fueron
Gobierno compensa las pérdidas de los sectores arriba sus logros en el pasado reciente. Aparecen nuevamente
nombrados a través del accionar público, en especial de enfermedades que se sabían controladas, y el país dejó
su política económica; cuando permite que se privaticen de ser modelo en temas como la vacunación.
las ganancias, pero se socialicen las pérdidas.
Es el momento de reflexionar sobre un área crucial
Tomemos como ejemplo el repunte del dólar, divisa para los colombianos. Ocho puntos del PIB dedicados
que a partir de septiembre de 2007 empezó a recupe- a la salud son recursos más que suficientes. Si todos
rarse de sus bajos niveles ($1.800). Tras ese repunte pierden, como dicen, ¿quién se está quedando con los
habría que preguntarse si los propietarios de agroculti- recursos? Colombia se comprometió a nivel internacional
vos exportadores devolverán los subsidios que recibieron a hacer de la salud un derecho de todos los ciudadanos.
cuando el dólar estaba en el piso. De antemano sabemos Y el esquema que adoptó el país, que mezcla Estado y
que no, y es de esperarse que los primeros en rechazar mercado, exige unos sistemas de control y regulación pú-
enfáticamente esta posibilidad serían los funcionarios del blica que no existen y cuya carencia se ha traducido en
alto Gobierno. que la salud se volvió sólo un negocio y perdió su norte
que es la gente.
Uno de los grandes perdedores de este modelo es la
salud pública. En Colombia, por la forma como se ha de- En marzo de 2007, el país se escandalizó con una
sarrollado la Ley 100, la salud se volvió un negocio y sus noticia que es pan de cada día, pero que la sociedad
consecuencias son obvias. El sistema de aseguramiento soslayó: la crítica situación de los niños en el Chocó. La
es hoy un oligopolio con dos inmensas EPS privadas, una divulgación de la noticia sobre más de 40 niños muertos
tercera de carácter público destrozada por el mismo Go- por hambre en el Chocó en el primer trimestre de ese año
bierno y muchísimas pequeñas, algunas de garaje, sin es la punta del iceberg del drama de la niñez colombiana.
control oficial adecuado. El escenario no puede ser peor: Del Chocó, de Boyacá, de Córdoba o del Cauca –donde
los paseos de la muerte, la mala atención, la tutela como la pobreza campea más que en el resto del país–, esas
alternativa para ser atendidas las demandas de salud son muertes de menores lo que hicieron fue sacar a flote la
el pan nuestro de cada día, con el agravante de que na- falta de un modelo incluyente. Y no solo la mortalidad in-
die está contento: ni los usuarios, ni las aseguradoras, ni fantil es un verdadero drama sino la mortalidad materna
las prestadoras de servicios, ni los profesionales de este que está por encima de los indicadores de todos los paí-
campo. ses latinoamericanos con similar nivel de desarrollo. Con
tasas de crecimiento positivas, con un ingreso per cápita
Lo evidente, entonces, es que la salud sigue en crisis cercano a los tres mil dólares al año, es inadmisible que
en Colombia. Mientras pocas EPS privadas han crecido Colombia tenga estas crisis.
de manera impresionante, la pública agoniza con la ayuda
certera del Gobierno, que de manera improvisada acabó El modelo de desarrollo del Presidente ha tenido
con el Seguro Social y dejó en manos de cajas de com- como estandarte social programas asistencialistas como

40
Régimen económico
Familias en Acción, que a octubre de 2007 beneficia- de sus países vecinos y le mereció el reconocimiento de
ron a 1,4 millones de familias –aproximadamente unos los analistas latinoamericanos por la seriedad en el ma-
siete millones de personas de cerca de 1.100 munici- nejo de la economía, se está perdiendo en este Gobierno,
pios–, y con el cual se pretende contrarrestar la pobreza que gasta de manera desmesurada, a pesar de todas las
de millones de colombianos. Esta forma de asistencia- recomendaciones que se le hacen al respecto. Gaviria
lismo no es una verdadera política social y así empieza coincidió con una de las críticas menos comentadas de
a ser reconocido aun por aquellos que impulsaron estas la Comisión del Gasto, que se refiere al tipo de política
transferencias en dinero para los pobres. Santiago Levy social que caracteriza a esta administración. El Informe
ex ministro y promotor de estos programas en México, de dicha Comisión plantea textualmente:
le expresó personalmente al señor Presidente Uribe sus
preocupaciones por esta nueva política social (Portafolio, El crecimiento del Régimen Subsidiado de Salud, la mayor
cobertura de Familias en Acción, así como la multiplica-
2007, octubre).
ción de programas asistenciales (…) han afectado adver-
En una democracia, esta no es la forma de garanti- samente la dinámica del empleo formal negativamente. No
sólo porque la expansión de estos programas disminuye
zarles los derechos a todos, especialmente a los menos
los incentivos individuales para la formalización, sino tam-
favorecidos. A este propósito deben dirigirse las políticas
bién porque su financiamiento, realizado en algunos casos
públicas en todos los campos: el económico, el social, como impuestos al trabajo, aumenta el costo del empleo
el productivo, el internacional, entre muchos más. Ob- formal. (López, 2007, 25 de junio)
viamente, teniendo como marco la capacidad fiscal de
la sociedad, estos paquetes de derechos básicos deben El actual cuestionamiento a la Ley de Reforma Labo-
definirse garantizando la misma calidad para toda la po- ral debe aprovecharse para iniciar una seria discusión so-
blación sin ninguna clase de discriminación. Dada la na- bre la situación del mercado laboral en Colombia. Aquélla
tural limitación de recursos, se espera poder ampliar los baja la tasa de participación, y aumenta la informaliza-
servicios en la medida en que la capacidad financiera de ción del trabajo formal a través de los nuevos esquemas
la sociedad aumente. de contratación que les ahorran a los empresarios entre
el 30% y el 35% de los costos laborales. La seguridad
Esta es la nueva visión de la política social en Améri-
social se volvió una responsabilidad de los trabajadores,
ca Latina, que se conoce como “el universalismo básico”.
que además perdieron estabilidad en sus ocupaciones.
Solamente de manera transitoria y para grupos específi-
Demasiadas preguntas con pocas respuestas que ameri-
cos de la población en miseria absoluta, se recomienda
tan una mirada objetiva. Un país donde la política social
complementar una estrategia de focalización basada en
está concentrándose cada vez más en subsidios para los
transferencias de ingresos de manera directa. Pero cuan-
más pobres, donde la educación y la salud están en cri-
do los subsidios condicionados se convierten en el pilar
sis, no resiste un mercado laboral que no ofrezca alter-
de la política social, como está sucediendo en Colombia
nativas dignas para desarrollar los proyectos de vida de
con Familias en Acción, y se descuida la política univer-
grandes masas de la población.
sal en educación, salud y seguridad social, se cae en lo
que se denomina populismo. Y, al mismo tiempo, es una
herramienta para hacer política, entregando cheques en ***
consejos comunales, como sucedió en octubre de 2007,
semanas antes de las elecciones. En resumen, lo que el país ha tenido durante esta ad-
ministración es un modelo de desarrollo pro rico, que
El investigador y analista Alejandro Gaviria (2007), concentra los beneficios del crecimiento en sectores de
decano de Economía de la Universidad de los Andes, ingresos altos, que tiene un bajo peso de impuestos sobre
sostiene que en la actualidad se está haciendo populis- el PIB, y cuya educación y salud contribuyen a la des-
mo con este tipo de programas. Durante la Asamblea igualdad –lo rico para los ricos, lo pobre para los pobres–.
de Asobancaria, Gaviria advirtió que la moderación en Adicionalmente existe una absoluta falta de solidaridad
el manejo macroeconómico que distinguió a Colombia de la dirigencia colombiana, que cree que el problema

41
sin Democracia, sin derechos
se soluciona con limosnas. Estos son tan solo algunos Bibliografía
de los elementos de este modelo concentrador. Pero eso
sí, cuando la economía decrece, el mayor peso lo sufren
n Banco de la República (2007, 14 de diciembre).
los pobres y las clases medias porque los subsidios del
Banco de la República mantiene inalterada su
Estado están listos para ayudar a los ricos. Este perverso
tasa de interés de intervención (en línea). Bogotá:
modelo de desarrollo no se lo inventó este gobierno, pero
Sala de Prensa. Recuperado el 26 de diciembre de
sin duda ha ayudado a consolidar sus características que,
2007. Disponible en: http://www.banrep.gov.co/
ahora sí, conmueven a aquellos que han defendido sus
sala-prensa/com2007-4.html#14122007.
privilegios.
n Bonilla, Ricardo y González, Jorge Iván (coords.)
(2006). Bien-estar y macroeconomía 2002-2006:
el crecimiento inequitativo no es sostenible. Bogotá:
CID, Universidad Nacional de Colombia, Con-
traloría General de la República.

n Bonilla, Ricardo (2007). Crecimiento, empleo,


seguridad social y pobreza. En Centro de Inves-
tigaciones para el Desarrollo (CID). Bien-estar y
macroeconomía 2007. Más allá de la retórica. Bo-
gotá: CID, Universidad Nacional de Colombia.

n Cabrera, Mauricio (2006, 16 de diciembre). Ver-


gonzosa e irresponsable. Cali. Disponible en: www.
cecilialopezcree.com.

n Centro de Investigaciones para el Desarrollo, CID


(2007). Bien-estar y macroeconomía 2007. Más allá
de la retórica”. Bogotá: CID, Universidad Nacio-
nal de Colombia.

n Departamento Administrativo Nacional de Esta-


dística, DANE (2007). Síntesis estadística semanal,
12 al 16 de febrero de 2007.

n El Tiempo (2007, 2 de abril). Sección Economía.

n _____ (2007, 18 de octubre). Tumbar la refor-


ma laboral de 2002, pide el procurador Edgardo
Maya.

n eltiempo.com (2007, 26 de diciembre). Se ajusta


mercado constructor en Estados Unidos, luego de
cinco años de auge (en línea). Miami: Redacción
Economía y Negocios. Disponible en: http://www.
eltiempo.com/economia/2007-12-27/ARTICU-
LO-WEB-NOTA_INTERIOR-3875002.html.

n Fondo Monetario Internacional (2007). Perspec-


tivas de la economía mundial. Globalización y des-

42
Régimen económico
igualdad (en línea). Recuperado el 21 de diciembre n Uribe Vélez, Álvaro (2006, 9 de agosto). Lanza-
de 2007. Disponible en: http://www.imf.org/ miento del libro: ¿Después del TLC, qué? (en línea).
external/spanish/pubs/ft/weo/2007/02/pdf/sums. Bogotá: Presidencia de la República. Disponible
pdf. en: www.presidencia.gov.co

n Hommes, Rudolf (2007, 13 de diciembre). Una


advertencia sobre los peligros de la crisis financie-
ra la advirtió en su columna Crisis desapercibidas.
¿Bailando al borde un volcán? El Tiempo.

n Gaviria, Alejandro (2007, 18 de agosto). Subsi-


dios y embarazos (en línea). Recuperado el 27 de
diciembre de 2007. Disponible en: http://agaviria.
blogspot.com/2007/08/subsidios-y-embarazos.
html.

n López, Cecilia (2007, 25 de junio). Del clien-


telismo al populismo (en línea). Opinión Ca-
ribe. Recuperado el 27 de diciembre de 2007.
Disponible en: http://www.opinioncaribe.
com/?ac=articulos&id=86.

n Presidencia de la República (2007, 13 de abril).


Comunicado de Prensa. Déficit del Gobierno Cen-
tral bajó del 4,8% al 4,1%. (en línea). Disponible
en: http://www.presidencia.gov.co/prensa_new/
sne/2007/abril/13/11132007.htm

n Portafolio (2007, 12 de agosto). Crece défi-


cit del Gobierno (en línea). Recuperado el 26
de diciembre de 2007. Disponible en: http://
www.portafolio.com.co/port_secc_online/
porta_econ_online/2007-08-13/ARTICU-
LO-WEB-NOTA_INTERIOR_PORTA-
3604918.html.

n Portafolio (2007, 9 de octubre). Consejos de los


expertos (en línea). Recuperado el 27 de ene-
ro de 2008. Disponible en: http://www.aso-
cajas.org.co/2007/BOLETIN%20DE%20
PRENSA/10%20OCTUBRE/BOLETIN%20
173_2007.doc

n Semana.com (1312, 2007, 23 de junio). 8% (en


línea). Disponible en: http://www.semana.com/
wf_InfoArticulo.aspx?idArt=104627.

n Semana.com (1337, 2007, 17 de diciembre). Bre-


ves economía.

43
sin Democracia, sin derechos
a l 2 0 0 7 r a l 2 0 07
c t
ele alao r n c e e l e cto
ance B

44
t o d o c ambie,
Que s i g a igual
u e
para q
onilla*
Laura B

Las elecciones de 2007 en Colombia, al tiempo que representan


cambios en algunas tendencias y reconfiguraciones en los territorios,
ratifican tesis sobre la composición territorial del poder político en el
país, descritas desde hace más de 50 años.

La mayoría de análisis electorales en Colombia presentan puntos de


tendencia que o bien apuntan a la exclusiva declaración de una u otra
fuerza política como ganadora o perdedora en la contienda, o se limitan
al análisis de resultados, sin tomar en cuenta los procesos históricos y
contextos en los cuales se desarrollaron los comicios. Un análisis regio-
nal integral debe partir del reconocimiento de las dinámicas territoriales
adecuadamente observadas, acudiendo a una matriz de consideraciones
analíticas, políticas y teóricas. Por ejemplo, hasta hace dos años, las jor-
nadas electorales eran tratadas separadamente de factores transversales
como el conflicto armado, las economías regionales y las teorías de élites,
que, al ser obviados, impedían determinar aquellos procesos a largo plazo
que ejemplifican múltiples formas de cooptación de la institucionalidad
pública y de autoritarismos subnacionales1 que se alimentan de los siste-
mas políticos nacionales, a la vez que los determinan.

Hace más de dos décadas, Fernando Guillén Martínez aseguraba que


Colombia había tenido en su historia un “sistema político social capaz
de modernizar las formas exteriores de poder económico y desarrollar un
actividad progresista de asociación de élites sin sustituir las estructuras
asociativas generadoras de mando y de influencia, antes alentándolas y
estimulándolas artificialmente, para eludir o impedir por fuerza la apari-
ción de nuevas estructuras permanentes de poder” (Guillén, 1979). El
proceso electoral de octubre de 2007, si bien refleja algunos cambios, re-
produce lógicas arraigadas de ejercicio del poder local. Aquello que había

* Observatorio de la dinámica del conflicto, 1 La expresión ‘autoritarismos subnacionales’ es tomada de Gibson


Corporación Nuevo Arco Iris. (2006).

45
sin Democracia, sin derechos
sido descrito hace más de 50 años continúa incidiendo proclamaba la futura muerte del bipartidismo heredado
en el panorama, al mismo tiempo que se hibrida con fac- del Frente Nacional, este tránsito en las regiones operaba
tores más recientes en la creación de un nuevo correlato de forma diferente y en temporalidades dispares.
político que será sujeto de análisis a continuación.
El auge del independentismo de los años noventa
tendió puentes en ciudades de más de 500.000 habi-
El poder político regional
tantes para la generación de colectividades políticas
en la década de los noventa
alrededor de figuras “diferentes” o nuevas en las tradi-
Es claro que la herencia de más de siglo y medio de bipar- ciones electorales, que compartían el aislamiento o la
tidismo permanece intacta en la memoria política de los disidencia de los partidos Liberal o Conservador. De la
colombianos, máxime teniendo en cuenta que el proceso misma forma, abrió la puerta normativa a la creación de
de detrimento de los partidos Liberal y Conservador tiene múltiples colectividades en disidencia, que agruparon los
su génesis en la década de los noventa y su punto culmen cacicazgos regionales sin el control del centro político. A
en el año 2002. Tanto en la época de auge y consolida- nivel regional, el resultado fue el mismo con diferentes
ción de dicho bipartidismo como en los cambios posterio- caminos: mientras los movimientos juveniles y políticos
res, los actores principales fueron los partidos políticos. alternativos se concentraban en las capitales, la disper-
Sin embargo, en el caso colombiano, las colectividades sión y el cambio político en las regiones se producía a
organizadas han variado con la historia, conformándose la par con la expansión y la consolidación del fenómeno
en una serie de particularidades no explicables desde las paramilitar, factor que no puede ser aislado del análisis
nociones tradicionales: ya sea como asociaciones “diri- (Valencia, 2007).
gidas a fines deliberados”, como lo mencionaba Weber
El proceso de exigencia de apertura política y la ge-
(1964), o nociones más flexibles, como la de Sartori
neración de movimientos tipo “terceras fuerzas” –muchos
(1987), desde la cual son grupos políticos identificados
de ellos derivados de acuerdos y negociaciones de paz
por una etiqueta oficial, que presentan a elecciones –que
con organizaciones insurgentes– fue localmente suprimi-
pueden o no ser libres– candidatos a cargos públicos. Por
do por una élite regional que, en alianza con ejércitos
eso, un marco teórico más relevante puede encontrarse
privados y haciendo eco de las doctrinas contrainsurgen-
en el trabajo recientemente publicado por Dieter Nohlen
tes del Estado central, reconfigura los mapas territoria-
(2007), quien señala la relevancia de los contextos por
les, impidiendo que esa tendencia visible en lo nacional
encima de las nociones estructuralistas.
tuviera una potencial aplicación regional o local (Bonilla,
Los partidos políticos en Colombia difieren de otros 2007).
escenarios, no sólo en sus formas organizativas, sino en
sus tipos de orígenes, su duración en el tiempo y sus La elección popular de mandatarios regionales y la fle-
objetivos. En el mismo territorio nacional coexisten parti- xibilización y ampliación de la política partidista preocu-
dos de facciones, partidos o agrupaciones de cacicazgos paron a muchos dirigentes de los partidos tradicionales,
individuales, partidos de élites o de cuadros, y otro tipo quienes hasta ese momento ejercían la política de forma
de agrupaciones políticas de tránsito que pueden ser ca- clientelar con el único contrapeso de ser gestores ante el
racterizadas como microempresas electorales. Estado central en representación de un departamento o
un municipio. Este tipo de descontento también fue re-
La aplicación de los postulados de la Constitución cogido, en buena parte, por acuerdos con el proyecto de
Política de 1991 y los cambios abruptos que vivió el país Carlos Castaño en 1997, lo que implicó el surgimiento de
en sus mapas políticos con posterioridad a 1994, más una clase política híbrida entre las emergencias del nar-
que la concreción de un tipo de democratización de lide- cotráfico, los ejércitos privados que componían las AUC y
razgos regionales, reflejaron formas distintas de apropia- un sector tradicionalista de la política que no estaba dis-
ción y control territorial en el centro, el país de regiones puesto a perder control sobre el territorio integrado de la
y la periferia nacional. Mientras en el centro-capital se Costa Norte, el Urabá Antioqueño o el Magdalena Medio
celebraba el auge del “independentismo” político y se colombiano (Valencia, 2007).

46
Balance electoral 2007
Durante más de una década, la agrupación de los las alianzas políticas que no tuvieron cabida en los par-
ejércitos privados al servicio del narcotráfico y de los ejér- tidos políticos que se conservaron con posterioridad a la
citos paramilitares federales en el proyecto unificado de reforma. En varias regiones del país, como en el caso del
las AUC modificó de forma definitiva el mapa político, departamento del Cesar, las élites políticas y las alianzas
interfiriendo con posterioridad en la conformación misma establecidas con las antiguas AUC se mantuvieron a par-
del órgano legislativo al momento de la negociación de tir del lanzamiento de dos o tres movimientos distintos
esta agrupación armada con el Gobierno nacional. La for- al mismo cargo. Una manera de revisar estos resultados
ma que asumió la recomposición del mapa fue violenta, e es mediante el análisis de la composición regional de los
incluso implicó la aniquilación de partidos como la Unión partidos políticos con personería jurídica anterior.
Patriótica y otros movimientos alternativos nacidos del
proceso constituyente. Partidos tradicionales

Ya en la década siguiente, para los comicios electo-


El Partido Conservador no solo logró recuperarse de
rales de 2002, el resultado concreto fue la aparición de
las elecciones del año 2003 –creció en casi un 51% y
78 movimientos políticos con personería jurídica y curul
pasó de 158 alcaldías a 240 para el año 2007–, sino
en el Congreso de la República, así como la caída en la
que sorprende la celeridad con la que se modificaron sus
representación de los partidos Liberal y Conservador en
asentamientos locales: mientras que en 2003 el acumu-
las regiones más apartadas del territorio nacional (Valen-
lado político se concentraba en Boyacá, Huila, Nariño y
cia, 2007). Posteriormente, el escándalo de la llamada
Cundinamarca, en el año 2007 los mayores porcentajes
“parapolítica” desentrañó que al menos un 60% de estos
de alcaldías por departamento se ubican, en su orden, en
movimientos nacieron o se fortalecieron con la alianza
Putumayo, la Guajira y Norte de Santander, zonas en las
entre la clase política y los grupos paramilitares que lle-
cuales la representación conservadora, si bien existía, no
garon a crear verdaderos regímenes estatales de facto en
había sido mayoritaria.
las regiones, sin ningún nivel de disputa del Estado cen-
tral, es decir, con su pleno conocimiento y complacencia.
El total de alcaldías representó un 21% de los mu-
Paradójicamente, los políticos que inscribieron la alianza
nicipios del país, con una alta distribución geográfica, a
con el paramilitarismo, lo hicieron abandonando el bipar-
partir de alianzas y coaliciones regionales con todo tipo
tidismo y fundando movimientos de carácter unipersonal
de personalidades políticas desde la estrategia de dación
o partidos “independientes”, bajo los cuales tuvieron op-
de avales. De igual forma, la concentración regional de
ción de crecer y avanzar con proyección nacional.
la votación indica que el Partido Conservador tiene una
distribución territorial, en tanto ningún departamento
Configuración política municipal en 2007 aportó más del 15% al número total de alcaldías con-
servadoras en el país, lo cual puede contribuir a explicar
“Es necesario que todo cambie,
para que todo siga igual”.
la velocidad del traslado. En el caso de las capitales de
Giuseppe Tomasi di Lampedusa, El gatopardo departamento con representación conservadora, se pasó
de dos a cinco alcaldías en Neiva, Popayán, Riohacha,
En una lógica contraria al espíritu de la fragmentación, la Mocoa y Montería.
reforma política del año 2003 intentó reducir el número
de movimientos políticos, lo cual se logró en 2006, que- Desde el punto de vista contextual, las revelaciones
dando 16 partidos con personería jurídica y reagrupando judiciales que comprometían a una serie de políticos de
las cargas en colectividades más grandes. No obstante, la Costa Norte del país obligaron a un grupo de caciques
la prueba de fuego de la nueva normativa se daría en las regionales a retornar a sus partidos de origen, o a ampa-
elecciones regionales y locales que se realizaron el 28 de rarse en colectividades más grandes que no generaran
octubre de 2007. 116 colectividades políticas “nuevas” tanta controversia. A diferencia de otros partidos, durante
o avaladas por firmas lograron representación en alcal- las campañas políticas, los filtros para la escogencia de
días municipales; muchas de ellas fueron el reciclaje de los candidatos fueron bajos, sacrificando fuerza interna y

47
sin Democracia, sin derechos
control de partido por cantidad de representación (Vote biernistas. Es interesante observar su comportamiento
Bien, 2007a), recogiendo alianzas cuestionadas por es- regional, pues recogieron la mayor cantidad de coalicio-
cándalos de corrupción o parapolítica. nes regionales, cacicazgos y movimientos unipersonales
a partir de la reforma política de 2003. La sumatoria de
En contraste, el Partido Liberal perdió 21 alcaldías alcaldías de la coalición equivale a 470, que representan
con relación a las obtenidas en 2003. No obstante, recu- un 43% del total del país, mientras en el año 2003 las
peró presencia en departamentos como Córdoba, Vichada múltiples facciones controlaban un 40% del mismo con
y Casanare, históricamente de tradición liberal. Los mayo- 390 alcaldías.3
res porcentajes de participación departamental, medidos
en número de alcaldías por departamento, los obtuvo en Cambio Radical es el ejemplo más claro de coalición
Córdoba, Vichada, Putumayo, Casanare y, al igual que el de disidencias y clases emergentes. En 2003 había obte-
Partido Conservador, ningún departamento aporta más nido 25 alcaldías, mayoritariamente en los departamen-
del 15% de alcaldías de toda la representación liberal. tos de Meta, Casanare y Antioquia; y en 2007 obtuvo
111, con mayores porcentajes departamentales en Arau-
Esto resulta interesante, si se tiene en cuenta el alto
ca, Quindío, Meta y Atlántico, registrando un aumento
nivel de filtración de listas que tuvo el liberalismo2 y el de-
del 344%.
bate interno frente a las consecuencias de dicha decisión.
No obstante, se recurrió a alianzas y coaliciones entre Los resultados electorales y su crecimiento son pro-
partidos, así como a avalar figuras de corte no tradicional ducto de las redes políticas regionales y unipersonales
o relativamente desconocidas en política, estrategia que que permanecieron aun con posterioridad al escándalo
funcionó para gobernaciones y alcaldías capitales (estas de la parapolítica que involucró a varios de sus parlamen-
últimas subieron a siete). El Partido recuperó mayorías tarios. No obstante, es una de las colectividades que tie-
en las zonas más periféricas del sur de Colombia y en ne mayor posibilidad de establecerse en el tiempo, pues
algunos centros poblados importantes de Antioquia y la presenta un crecimiento sostenido y algunas diferencias
Costa Norte. con directrices del Gobierno nacional. Esto es importante
a la hora de concretar una agenda propia, aunque es
La participación total del liberalismo es de 18% en
improbable que existan a futuro definiciones nacionales
el caso de las alcaldías, resultado inesperado ante sus
que asignen identidad regional.
características anteriores, que lo ubicaban como una de
las colectividades representativas de los cacicazgos re- El caso del Partido Social de Unidad Nacional (Parti-
gionales y de la sumatoria de personalismos políticos. do de la “U”) es igualmente representativo, ya que el to-
En 2007, ninguna de las facciones disidentes del Partido tal de su composición son alianzas con élites regionales,
que se sumaron posteriormente a la coalición uribista re- disidencias bipartidistas y algunos –la minoría– sectores
tornó formalmente a las toldas liberales, aunque se regis- emergentes en política. Para 2007, este tema fue objeto
traron –como en el caso de Cundinamarca– acuerdos con de disputas entre sectores del centro y representaciones
partidos de este corte. regionales del Partido, en las que estas últimas ganaron
la autonomía para crear reglas de juego de ingreso a la
Los partidos de la coalición uribista colectividad.
Resulta difícil categorizar este tipo de partidos, en La “U”, en cabeza de Carlos García Orjuela –cues-
tanto sus identidades políticas no son claramente dife- tionado por las altas votaciones obtenidas en zonas de
renciadas, aunque en su mayor parte se declaran go-

3 A nivel individual, el crecimiento resulta mucho más


importante, en la medida que refleja la cantidad de
2 Para el año 2007, un candidato del Partido Liberal coaliciones y alianzas que en corto tiempo lograron
debía pasar al menos tres filtros desde lo local hasta lo estos partidos, aunque entre ellos se diferencian clara-
nacional para obtener el aval, firmado únicamente por mente los movimientos emergentes de las disidencias
la dirección nacional del Partido. del bipartidismo.

48
Balance electoral 2007
influencia paramilitar (Valencia, 2007)–, otorgó avales, quia también se expandió moderadamente su influencia.
bajo la modalidad usada en el pasado por el liberalismo, Sorprende la presencia reciente en departamentos como
llamada “operación avispa”, en la cual el objetivo últi- Huila y Risaralda, sin registros anteriores para ninguno
mo era lograr la mayor cantidad posible de candidatos de los dos partidos políticos.
para garantizar el mayor número de cargos obtenidos
con financiación individual de sus campañas y carencia El tipo de partido que representa Alas Equipo Colom-
total de compromiso y control por parte del centro del bia asemeja al de un grupo cerrado de pocos individuos
Partido. que cumple la función de administración de caudales
electorales y dación de avales con ocasión de los comi-
De esa forma obtuvieron 122 alcaldías con alta dis- cios electorales. Para este tipo de colectividades es im-
persión regional, aunque concentraron su mayor porcen- posible lograr un funcionamiento de bancada y mucho
taje en los departamentos de Caldas, Bolívar y Córdoba, menos establecer líneas medianamente estables de go-
regiones donde su amplia participación en el Senado de bierno, ni en lo local, ni en lo nacional.
la República fue cuestionada por la posible relación de
dirigentes con grupos paramilitares. Las redes regionales La concentración regional es mucho mayor que la de
que encabezaron en su momento estas alianzas cuestio- los movimientos anteriormente descritos, por cuanto dos
nadas se mantuvieron intactas, por lo que los resultados departamentos (Antioquia y Boyacá) le aportan al Partido
electorales de este Partido siguen mediados por ella, aun- más del 40% del total de su representación municipal.
que en contextos distintos. No obstante, en estos casos, esa concentración –a excep-
ción del departamento del Cesar– se mueve rápidamente
Ese Partido representa muy bien la tensión entre el en el espacio territorial, gracias a la asignación indiscri-
centro y la región, primando esta última en las perspec- minada de avales a personalidades o redes políticas re-
tivas futuras del mismo, por lo cual es muy improbable gionales, con una base electoral propia e independiente
que esta colectividad llegue a adoptar normativas o me- de la distinción política a utilizar.
didas que controlen a su dirigencia, y mucho menos que
asignen una identidad política. La “U” funciona hasta el Convergencia Ciudadana es el caso más claro de cre-
momento –y funcionará mientras exista la persona jurídi- cimiento agigantado de un partido político. Su estrategia
ca– alrededor de las dirigencias regionales que proveen le permitió obtener 71 alcaldías en 2007, lo cual frente
sus caudales electorales y constituyen las mayorías, aun- a 21 alcaldías ganadas en 2003 significa un crecimiento
que carezca de base organizada. de 238% en cuatro años. Difiere del resto de la coalición
en el sentido que comparte un objetivo determinado por
Otro tipo de comportamiento registra el partido Alas la sumatoria de objetivos individuales de más de dos de
Equipo Colombia, el cual se compone de la coalición del sus líderes principales, sin que esto implique toma de
movimiento político Alas –con centro en el Cesar–, en decisiones en instancias formales de partido.
cabeza de la familia Araújo, y Equipo Colombia, disiden-
cia conservadora antioqueña dirigida por Luis Alfredo Al igual que otros movimientos, mediante alianzas
Ramos. En 2003, Alas obtuvo solamente tres alcaldías y acuerdos con todo tipo de redes regionales, logró ob-
en el departamento del Cesar, y Equipo Colombia, 69, tener representación en varios departamentos donde
concentradas en Antioquia, Cundinamarca y Boyacá. Con no tenía caudal político. No obstante, sus resultados
posterioridad a la fusión, el comportamiento en 2007 in- se concentran en Cesar, Caquetá, Santander y Valle
dica que se modificaron sustancialmente las alianzas por del Cauca, en los que presenta mayor porcentaje de
parte del sector de Equipo Colombia, mientras que se for- alcaldías por departamento. Resaltan los dos últimos,
taleció y expandió la presencia de Alas, que llegó incluso donde los acumulados electorales pertenecen a los dos
a obtener casi el 50% de las alcaldías del Guaviare, sin dirigentes más importantes de la colectividad: Luis
haber tenido presencia alguna en el departamento. En el Alberto Gil y Juan Carlos Martínez Sinisterra, ambos
Cesar consiguió un 28% de las alcaldías, lo que significa vinculados en algún nivel al proceso de la llamada “pa-
cuatro más con respecto a 2003. En Boyacá y Antio- rapolítica”.

49
sin Democracia, sin derechos
Apertura Liberal nació en la década de los noventa lo de la parapolítica, y sus comportamientos regionales
en Norte de Santander como parte de una disidencia muestran unos focos atípicos de asentamiento territorial.
del Partido Liberal. Posteriormente se trasladó a Bolívar,
donde la franquicia fue asumida por Enilce López, la Colombia Viva pasó de tener 27 alcaldías en el año
“Gata”, inicialmente como una “sombrilla política” para 2003 a 13 en 2007, como consecuencia de la vincula-
las aspiraciones de sus hijos al Senado de la Repúbli- ción judicial de sus principales caciques regionales por
ca. Al generarse en este departamento una importante nexos con grupos paramilitares. Esto implicó la pérdida
ruptura con el Partido Liberal, la familia de Enilce Ló- de casi todo su caudal regional en los departamentos del
pez convierte a Apertura Liberal en su partido político y Atlántico, Sucre, Magdalena, Córdoba y Tolima, disper-
garantiza con ello los avales necesarios para sus redes sando en las recientes elecciones unas pocas alcaldías
políticas regionales. en zonas donde no había obtenido ningún tipo de repre-
sentación, incluso trasladando sus asentamientos más
Para 2003, el Partido consiguió 24 alcaldías distri- importantes de forma radical al sur del país, en departa-
buidas en varios departamentos, esencialmente en Cho- mentos como Vaupés y Vichada. Esto evidencia una rene-
có, Magdalena y Atlántico. En el año 2007 sorprende la gociación de las alianzas que contribuyeron a otorgar los
distribución regional, en la medida que se pierde fuerza avales y un relevo en la gerencia de la “microempresa”
en el Atlántico, y se gana en departamentos alejados de electoral, anteriormente en cabeza de Dieb Maloof.
la Costa Norte como Casanare, donde obtiene el mayor
Por el contrario, Colombia Democrática sólo pier-
porcentaje de alcaldías por departamento. De la misma
de una alcaldía con respecto a las obtenidas en el año
forma se fortalece en el departamento de Bolívar, en el
2003, pero modifica sustancialmente las regiones en las
cual en 2003 sólo había obtenido la alcaldía de Carmen
cuales se ganaron. Pierde casi toda la representación en
de Bolívar.
Meta y Boyacá, pero aumenta en Sucre, departamento
Apertura Liberal cuenta con dos representantes a la en el cual, según información recopilada por la Corpora-
Cámara en Bolívar y Magdalena, y con uno en el depar- ción Nuevo Arco Iris (2007), se mantienen intactas las
tamento del Vichada. En el primer departamento se con- redes políticas del ex senador Álvaro García, cacique po-
serva el caudal electoral; en el segundo, éste se pierde a lítico regional preso por vínculos con grupos paramilita-
raíz de la orden de captura proferida contra el represen- res. Este Partido, actualmente en cabeza de Mario Uribe
tante Jorge Luis Caballero; y en el tercero, la represen- Escobar, pierde también influencia en Antioquia, lo que
tación a la Cámara del Vichada al parecer consistía en le obliga a otro tipo de transacciones con políticos regio-
una negociación alrededor del aval y no implicaba una nales, así como a la venta indiscriminada de avales, que
presencia territorial del Partido. El caso inexplicable que fue la constante en 2007.
habría que observar con importante nivel de detalle es
el de Casanare, lugar donde se registraron denuncias de Las “minorías”, los “independientes”
y los sectores alternativos
interferencia de grupos paramilitares en el proceso elec-
toral (Vote Bien, 2007b).
Tomaremos como minorías a aquellos partidos que
La permanencia de ese Partido en el tiempo depende formalmente utilizan esta figura para la participación
de la negociación que de su franquicia se logre posterior- electoral, con reivindicaciones mayoritariamente étnicas.
mente a los procesos judiciales en los cuales está involu- También entran en esta categorización las minorías po-
crada la familia López. Este tipo de movimientos asumen líticas, aunque sólo un partido hace uso actual de esta
de forma rápida nuevas jefaturas, casi siempre en cabeza figura. Los sectores alternativos actualmente se han agru-
de los representantes y senadores que tengan presencia. pado bajo la figura del Polo Democrático Alternativo, por
lo cual este será el caso a analizar.
El comportamiento de Colombia Viva y Colombia De-
mocrática es bastante similar. Los dos partidos tienen al En octubre de 2007, las minorías étnicas y políticas
100% de sus parlamentarios involucrados en el escánda- sumadas obtienen 82 alcaldías, situación bastante inte-

50
Balance electoral 2007
resante por no tener precedentes en la historia política de sus candidatos estuvo mediada por una discusión in-
nacional. Con el fin de mirar con detalle este resultado se terna, una definición de perfiles y algunas deliberaciones
analizarán dos casos: Alianza Social Indígena (ASI) y el regionales. A pesar de tener asiento en varios departa-
Partido Verde Opción Centro, por ser cada uno el movi- mentos, su representación está claramente ubicada en
miento mayoritario en su categoría. Bogotá y en el departamento de Nariño, región donde
obtuvo el mayor número de alcaldías. La alcaldía de Bo-
En el año 2003, la ASI sólo había obtenido seis al- gotá lo ubica como una fuerza política organizada, con
caldías, cuatro en el departamento del Cauca y dos en posibilidad de mantener el ejercicio real de oposición en
Antioquia. En el año 2007 obtuvo 41, distribuidas en el centro, aunque con un saldo desfavorable en las regio-
los departamentos que pueden apreciarse en el cuadro nes, a excepción del departamento de Nariño.
10. Se podría pensar que un crecimiento en un partido
de este tipo obedecería a una mayor organización de los En el escenario colombiano resulta particularmente
sectores indígenas y sus organizaciones –que explicaría difícil que un partido con estas características alcance una
el caso del departamento del Cauca–; sin embargo, la importante suma de representaciones regionales, pero de
estrategia de este partido fue similar a la utilizada por esta forma es más probable que las obtenidas remitan a
muchos sectores de la coalición uribista alrededor de la procesos de organización más estables y colectivos que
dación indiscriminada de avales. en cualquier otro caso. De hecho, solamente el PDA y
los partidos tradicionales se encuentran en el momen-
El caso del Partido Verde Opción Centro también im- to tratando de definir una imagen identitaria unificada
plica un tránsito, al alejarse de la figura de partido de mi- que guíe al votante a la hora de definir sus preferencias
norías políticas para entrar a la circunscripción nacional. electorales. Los contextos regionales en este sentido son
La circunscripción de minorías políticas de este Partido bastante adversos, en especial las regiones cuya cultura
fue derivada de la obtenida por la Alianza Democrática política favorece los cacicazgos y los liderazgos individua-
M-19, a raíz de los acuerdos de paz de los años noventa. les por encima de las colectividades políticas.
Posterior a la firma del acuerdo final, la persona jurídica
cambia, conservando algunas personalidades políticas Por último, es importante tener en cuenta que va-
de la antigua asociación. No obstante, la representación rias de las ciudades capitales, en oposición al régimen de
obtenida en 2007 es producto, casi en su totalidad, de partidos, eligieron personalidades independientes que no
alianzas recientes con sectores disidentes de partidos tra- responden a ninguna colectividad en especial. Muchos
dicionales y algunos alternativos, como fue el caso del de los sectores que participaron no encontraron lugar en
departamento del Guaviare, donde obtuvieron la alcaldía los partidos con personería jurídica y prefirieron recolec-
de su capital San José del Guaviare. tar firmas para poder ser electos. Aun así, en los munici-
pios más pequeños y en regiones apartadas, la dispersión
Ese Partido fue cuestionado recientemente por la y la fragmentación nuevamente abrieron la puerta a todo
alianza con Convergencia Ciudadana, aunque también tipo de alianzas sin ningún control colectivo. Si, adicio-
se hizo pública una comunicación que prohibía a cual- nalmente, recordamos que la dispersión y fragmentación
quiera de sus miembros tener relación política o de apo- de partidos y movimientos favorecieron la interferencia
yo a algún miembro de dicha colectividad. La relación armada y la captación de la institucionalidad pública por
es relativamente explicable, pues las dos agrupaciones parte del paramilitarismo, la cifra de 116 alcaldías de
compartieron el mismo origen político, aunque de forma movimientos avalados por firmas no resulta nada alenta-
explícita el Partido Verde ha procurado crear una imagen dora y por el contrario evidencia el fracaso regional de la
más autónoma. reforma política del año 2003.

El Polo Democrático Alternativo (PDA) es tal vez el Pero más grave aún es la revelación de una serie
único partido en Colombia con un comportamiento rela- de comportamientos electorales anteriores que mutaron
tivamente estable a nivel regional. De la misma forma, para adaptarse, descubriendo a su vez la precariedad de
en las elecciones regionales del año 2007, la elección la norma. Las nuevas opciones tampoco están tenien-

51
sin Democracia, sin derechos
do en cuenta la realidad del país de regiones ni se ha se conservaron con posterioridad a las elecciones del año
realizado un análisis juicioso sobre el caso colombiano, 2007 y a la reforma política de 2003. No existió –ni exis-
respecto a cuál es el tipo de reforma que más conviene te aún– un mecanismo institucional para garantizar un
a los diferentes temas que deben ser tenidos en cuenta, nivel mínimo de sanción a aquellos que tienen parlamen-
entre otros, la existencia del conflicto armado interno y la tarios implicados en una proporción mayor al 50% del
coincidencia de las expansiones políticas con los cambios total de su representación nacional. El comportamiento
en los límites de la guerra. regional de esas colectividades ratifica también que la
situación actual presenta un reacomodamiento de clases
*** políticas y territorios, mas no una superación del fenó-
meno. La sumatoria de las alcaldías de éstos da como
Dos corrientes se encuentran actualmente en tensión resultado 245 municipios, cifra incluso mayor a los 223
desde el ámbito regional: una de ellas recoge las de- caracterizados por la Corporación Nuevo Arco Iris a ini-
mandas ciudadanas de participación, la cual, al mismo cios de 2007 (Valencia, 2007).
tiempo, evidencia la necesidad de la población de inte-
grarse políticamente; la otra se sustenta en el fracaso Este tipo de comportamientos tienden a ser cíclicos,
de la reforma política en las regiones, en el marco del en la medida en que se obtuvo lo presupuestado, tanto
cual se dieron mutaciones de la clase política que se por parte de las élites regionales como de las antiguas
adaptó fácilmente y mantuvo la cultura del cacicazgo y AUC. Nuevos mandos de las estructuras en formación y
el clientelismo, fortaleciendo una clase emergente que otras emergencias políticas entrarán a sustituir las que
nació de la alianza entre políticos y paramilitares. Los han sido judicializadas y las que detentan aún actual-
actores en el centro son, entonces, los partidos políti- mente el poder político, pero sin el respaldo unificado de
cos, que, hoy por hoy, en términos generales carecen de la anterior generación del paramilitarismo. Es por esta
cualquier responsabilidad colectiva ante los comporta- razón, con ocasión de la apertura de nuevas disputas y
mientos de sus militantes, por lo cual resulta altamente nuevos escenarios de colonización, que las elecciones
rentable tener el mayor número de representaciones, regionales del año 2007 se asemejan a las de 1997 en
aunque esto implique la aceptación de candidaturas violencia política, pero también en la aparición de todo
cuestionadas, inhabilitadas o incluso vinculadas con tipo de colectividades y movimientos unipersonales que
aparatos armados. le abren las puertas del control de la relación con la po-
blación, desde el estamento estatal, a la alianza nefasta
La solución de esta tensión implica reconocer que
y reiterada entre legalidad e ilegalidad para el ejercicio
existe en Colombia una relación entre las lógicas conflic-
político.
tivas armadas y la política electoral, pero en contextos
de cambio acelerado y de expansión. Su reconocimiento
y las temporalidades asociadas a la dinámica conflictiva
pueden abrir un debate que no ha querido ser tocado, y
frente al cual existen dos opciones: la primera se remite a
la aceptación de la injerencia directa e indirecta del con-
flicto armado interno en las instituciones democráticas
en un nivel mayor del que se ha percibido, no sólo desde
su génesis, sino en su desarrollo y gestión; y la segunda
es pararse en la diferenciación tajante y la omisión del
impacto que hemos vivido los colombianos de toda ten-
dencia en los últimos 20 años.

Los partidos políticos que brindaron el andamiaje


institucional para consolidar el proyecto paramilitar fue-
ron concentrados en 12 colectividades más grandes, que

52
Balance electoral 2007
Bibliografía

n Bonilla, Laura (2007). Magdalena Medio: de las


luchas por la tierra a la consolidación de autorita-
rismos subnacionales. En: Romero, Mauricio (ed.).
Parapolítica: la ruta de la expansión paramilitar y
los acuerdos políticos. Bogotá: Cerec - Corporación
Nuevo Arco Iris.

n Corporación Nuevo Arco Iris (2007). Tras las hue-


llas del fraude (en línea). Especial multimedia. Dis-
ponible en: www.semana.com.

n Gibson, Edward L. (2006). Autoritarismo


subnacional:  estrategias  territoriales  de  control
político en regímenes democráticos. Desafíos, 14,
204-237.

n Guillén Martínez, Fernando (1979). El poder po-


lítico en Colombia. Bogotá: Punta de Lanza.

n Nohlen, Dieter (2007). Ciencia Política: Teo-


ría Institucional y Relevancia del Contexto
Bogotá: Centro Editorial Universidad del Ro-
sario.

n Sartori, Giovanni (1987). Partidos y sistemas de


partidos. Marco para un análisis. Madrid: Alianza
Editorial.

n Valencia, León (2007). Los caminos de la alianza


entre paramilitares y políticos (en línea). Revista
Arcanos, 13, 5-37. Disponible en: www.nuevoar-
coiris.org.co

n Vote Bien (2007a). Elecciones 2007. Disponible en:


http://www3.terra.com.co/elecciones_2007/
articulo/html/vbe499.htm

n _____ (2007b, 31 de agosto). Candidatos con


paras (en línea). Disponible en: http://www3.
terra.com.co/elecciones_2007/articulo/html/
vbe590.htm.

n Weber, Marx (1964). Economía y sociedad: esbo-


zo de sociología comprehensiva. México: Fondo de
Cultura Económica.

53
sin Democracia, sin derechos
57


En M
Obs acondo
e
hum r vator o ha pa
n
a
Eu r n i t a r
i o d sado
opa i o d e d e re c n a d a *
- Es t e h
ado la Co os hum
sU o rd an
nid i
os nación os y de
C o l re c h o
omb
ia-

66 Una muerte que deja muchas dudas


Juan Diego Restrepo E. Situación
de los derechos humanos

po
s t a s e s t re re c h o -
paz n
i
i d e Ju r v e a r y D e u r o p a
R
i a , l os -E
j u s t i c b i a n a Jo s é A u m a n o m b i a
in m s l
9 7 5: s Colo ogado chos H ón Co
Ley isión de A e Der inaci b e

71
m
C o e c t i v o r i o d C o o rd
l
Co er vat ario -
o b ras
s
Ob manit nidos y som
Hu d o s U c es
Es t
a
tr e lu
n
m o: e
a ris
ilit
p a ram o E.
del ep r
i m a s Re s t
v íct ego
i
Las an D

82
Ju
odo s?
ra t
pa
a r r ollo es
p
¿ D e s t o Ye

89
er
Al b

de los de
rechos hu
a c i ó nmanos 100 A José Pa
R i c a rd o
b lo s e le
es
Cr u z B a t á a c a b a n d o s u a
Sit u ena mor por e
l Seguro

105 Ni un
Me s
a hec
a de tárea m
Pu e á
blos s para l
114 In d í os
gena indígen
s y D as

ESC

Cu an
ida D
J u
r l ieg
at o
i e r Re
r a s t re
:m p
isi o E
ón .
de
los
ind
íge
na
sd
el
aS
ier
ra
Ne
va
da
o l í t i c o sp o l í t i cos
s y p i l e sy
c i v i l ee r e c h o s c i v
chos D

56
s ado na da*
no h a p a
ndo anitario
En Maco y d e re c ho hum os
umanos os Unid
i o d e d erechos h a-Europa-Estad
tor bi
Observa dinación Colom
C o o r
de la

Cualquier asesinato constituye un hecho grave. Cuando es el Estado


el que mata, en contra de lo establecido en la Constitución y la ley,
los asesinatos adquieren una gravedad inusitada. Pero si ejecuciones
extrajudiciales de civiles son presentadas como resultados positivos en
la guerra contra la guerrilla, además de ocultarse un grave crimen, se
incurre en el despropósito de presentar un acto criminal como un éxito
contrainsurgente (CCE-EU, 2007)

La situación de derechos humanos en Colombia continúa siendo crí-


tica. De acuerdo con registros de organizaciones no gubernamentales de
derechos humanos, durante los últimos cuatro años (julio de 2002 a junio
de 2006), por lo menos 12.547 personas civiles perdieron la vida a causa
de la violencia sociopolítica. Ese período coincide con la implementación
de la llamada política de “seguridad democrática”, cuyo objetivo declarado
es, paradójicamente, la protección de la población colombiana.

En este mismo lapso se evidenció un inusitado incremento de la prácti-


ca de ejecuciones extrajudiciales,1 cometidas directamente por agentes es-
tatales, llamados constitucionalmente a proteger y garantizar los derechos
humanos de todas y todos.

Las víctimas, hombres y mujeres, mayoritariamente campesinos y per-


sonas marginadas, fueron sacadas de sus viviendas, asesinadas por miem-
* “Era todavía la búsqueda y el exterminio bros de organismos de seguridad del Estado y posteriormente presentadas
de los malhechores, asesinos, incendiarios como guerrilleros muertos en combate. En la mayoría de los casos se trata
y revoltosos del Decreto Número Cuatro, de personas que previamente habían sido acusadas por integrantes de la
pero los militares lo negaban a los propios
Fuerza Pública, informantes de ésta o miembros de la red de cooperantes,
parientes de sus víctimas, que desbordaban
la oficina de los comandantes en busca de de ser supuestos colaboradores de los grupos guerrilleros.
noticias. “Seguro que fue un sueño”, insis-
tían los oficiales. “En Macondo no ha pasa-
do nada, ni está pasando ni pasará nunca.
Este es un pueblo feliz”. Así consumaron el 1 Se entiende por ejecución extrajudicial el homicidio perpetrado por
exterminio de los jefes sindicales.” Gabriel agentes del Estado, colocando a la víctima en situación de indefensión o
García Márquez, Cien años de soledad. inferioridad (OACNUDH, 2005).

57
sin Democracia, sin derechos
Cuadro Nº 1: Ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas
directamente atribuibles a agentes estatales
Periodo Desapariciones Ejecuciones Total violaciones
forzadas extrajudiciales al derecho a la vida
Julio de 2002 a junio de 2003 60 127 187
Julio de 2003 a junio de 2004 34 197 231
Julio de 2004 a junio de 2005 21 197 218
Julio de 2005 a junio de 2006 69 198 267
Julio de 2006 a junio de 2007 51 236 287
Total 235 955 1.190

Fuente: Base de datos de la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ). Para este informe, la CCJ se nutrió de la
información aportada por las otras nueve organizaciones que participaron en la elaboración del informe.

El 10 de octubre de 2007, en audiencia celebrada zadas y 577 ejecuciones extrajudiciales), mientras que
en Washington ante la Comisión Interamericana de De- en el último período (julio de 2002 a junio de 2007),
rechos Humanos (CIDH), organizaciones colombianas de 1.190 personas perdieron la vida por la misma causa
derechos humanos2 presentaron un informe que docu- (235 por desaparición forzada y 955 por ejecuciones ex-
menta 26 casos emblemáticos (37 víctimas)3 de ejecu- trajudiciales). De ello resulta que la política de seguridad
ciones extrajudiciales atribuibles directamente a la Fuerza democrática es responsable del incremento en un 87,4%
Pública, cuyo análisis permite evidenciar la persistencia del total de violaciones al derecho a la vida perpetradas
de patrones de acción e impunidad, advertidos ante la directamente por agentes del Estado (las desapariciones
CIDH en octubre de 2006 (CCE-EU, 2006). forzadas aumentaron en 305,17% y las ejecuciones ex-
trajudiciales en 65,51%).
Seguridad democrática:
una amenaza para la vida Solamente en el último año (julio de 2006 a junio
de 2007) se habrían perpetrado por lo menos 287 viola-
En el quinquenio anterior (julio de 1997 a junio de ciones al derecho a la vida atribuidas a agentes estatales;
2002) se registraron 635 violaciones al derecho a la vida 51 corresponden a desapariciones forzadas y 236 a eje-
cometidas por la Fuerza Pública (58 desapariciones for- cuciones extrajudiciales. Estas últimas se registraron en
casi todo el país, siendo Antioquia y el Meta los departa-
mentos más afectados. Los asesinatos ocurrieron mayo-
2 Asociación Minga, Colectivo de Abogados José Al- ritariamente en zonas altamente militarizadas, donde son
vear Restrepo, Comisión Colombiana de Juristas, frecuentes o permanentes las operaciones militares.
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, Corporación
Humanidad Vigente, Corporación Jurídica Libertad,
El Estado colombiano conoce la situación y ha reci-
Corporación Reiniciar, Corporación Sembrar, Corpo-
ración Yira Castro, Fundación Comité de Solidaridad bido numerosas observaciones de instancias internacio-
con los Presos Políticos y Grupo Interdisciplinario de nales de protección de los derechos humanos,4 para que
Derechos Humanos. adopte todas las medidas, a fin de prevenir y erradicar
3 En esos 26 casos que corresponden a 37 víctimas, esa práctica, e investigar, juzgar y sancionar a los respon-
todos ellos hombres, 32 adultos y cinco menores de
edad, las organizaciones que elaboraron el informe
adelantan acciones judiciales y/o disciplinarias. Para 4 Entre ellas la Comisión Interamericana de Derechos
documentarlos se construyeron fichas de trabajo que Humanos (véase CIDH, 2006) y la Oficina de la Alta
combinan información de fuentes primarias y expe- Comisionada de las Naciones Unidas para los Dere-
dientes judiciales. chos Humanos.

58
Derechos civiles y políticos
sables de esos hechos. En su último informe anual sobre sultados, de manera que no es extraño que las víctimas
Colombia, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas civiles sean reportadas como “guerrilleros dados de baja
para los Derechos Humanos señaló: en combate”.

El derecho a la vida se vio afectado por la persistencia de De acuerdo con las cifras oficiales, durante el período
homicidios con características de ejecución extrajudicial
comprendido entre julio de 2006 y junio de 2007, la Fuer-
atribuidos a miembros de la Fuerza Pública, en particular
del Ejército, habiendo observado la Oficina en Colombia un za Pública reportó que había abatido a 2.072 integrantes
incremento en el número de quejas recibidas con respecto de los grupos armados ilegales.7 Esas cifras, por supues-
a 2005. Estas conductas se registraron en 21 departamen- to, incluyen las muertes de personas civiles que han sido
tos, especialmente en Antioquia, Nariño, Valle, Putumayo, presentadas como combatientes muertos en desarrollo
Cesar, Atlántico, Tolima y Guajira. En muchos de los casos de operaciones militares (falsos positivos). Además de su
reportados se identificaron tres elementos comunes: la pre- magnitud, la persistencia de patrones claros de acción
sentación de las víctimas civiles como muertas en comba-
denota su carácter deliberado y sistemático, evidenciando
te, la alteración de la escena del crimen por los autores del
mismo y la investigación de los hechos por la justicia penal
la existencia de un modus operandi propio de la Fuerza
militar. (Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Pública. En la mayoría de los casos se identificaron ele-
Unidas, 2007, párr. 36) mentos comunes que se desarrollan a continuación.

Con estos hechos, la política de “seguridad demo-


Persistencia de patrones
crática” aparece como un estímulo a la comisión de
de actuación e impunidad
ejecuciones extrajudiciales y, en tal sentido, no puede
La persistencia de esa situación se debe, en primer lugar, reconocerse como una política de derechos humanos, ni
a que el Gobierno insiste en señalar que la principal ven- de protección a la población civil.
taja militar de las guerrillas se encontraría en los apoyos
que obtiene de la población civil. Con fundamento en esta Desarrollo de operaciones militares
premisa, la Fuerza Pública ha diseñado una estrategia de
Uno de los ejes de la política de seguridad democrá-
combate que involucra masivamente a la población civil
tica es la militarización del territorio nacional. En desa-
en el desarrollo de tareas militares. Lo más grave de ello
es que las personas civiles no sólo son utilizadas para el rrollo de ello se han invertido importantes recursos para
desarrollo de labores propias de la Fuerza Pública, sino incrementar el pie de fuerza nacional. Solo en el último
que se convierten en blanco de sus acciones militares. En año fueron incorporados 24.817 miembros (16.170
ambas situaciones existe un flagrante desconocimiento militares y 8.647 policías), lo que significa un aumento
del principio de distinción del derecho humanitario. equivalente al 6,79%, pues actualmente la Fuerza Públi-
ca cuenta con 390.356 miembros (254.259 militares
En segundo lugar, el éxito de la política de “seguridad y 136.097 policías) (Ministerio de Defensa Nacional,
democrática”, que el Gobierno insiste en presentar como una 2007, p. 17). De acuerdo con esta misma fuente, en
política de derechos humanos, se sigue midiendo en “bajas” Colombia tienen lugar diariamente de 20 a 30 opera-
o “positivos”, lo cual se refleja en la existencia de incentivos5 ciones militares.8 Infortunadamente, esas operaciones se
económicos, profesionales y premios por presentación de
“positivos”.6 Esto genera una insaciable presión por re-
7 Ministerio de Defensa Nacional (2007, p. 19). Según
esta fuente, durante el período comprendido entre ju-
5 Decreto 1400 de 5 de mayo 2006, Min. Defensa (Bo- lio de 2005 y junio de 2006 fueron abatidos 2.040
nificación por Operaciones de Importancia Nacional, integrantes de grupos armados ilegales.
Boina), derogado por Decreto 1664 de 14 de mayo de
8 Intervención del Ministro de Defensa Nacional Sr.
2007, y comunicado Ministerio de Defensa Nacional
Juan Manuel Santos, durante el debate de control
(2006, 9 de mayo).
político citado por la plenaria de la Cámara de Repre-
6 Bajas de presuntos insurgentes. sentantes del Congreso de la República de Colombia,

59
sin Democracia, sin derechos
Detención arbitraria previa de las víctimas
Ejecución extrajudicial de los campesinos
Óscar Enrique Campo y Abel González* Durante los últimos cinco años, las detenciones
arbitrarias se han convertido en una práctica masiva,
El 16 de febrero de 2007, en la vereda Cubay, sistemática y generalizada, alentada por el Gobierno y
de El Retorno (Guaviare), fueron ejecutados
defendida como una estrategia de lucha válida contra los
extrajudicialmente los campesinos Óscar Enri-
grupos guerrilleros. En el caso de las detenciones arbi-
que Campo y Abel González por miembros del
trarias, la estrategia consiste en privar de la libertad a las
Ejército Nacional. Los uniformados, adscritos a
la Brigada Móvil No. 7, llegaron a la finca don- personas que son percibidas como potenciales apoyos
de trabajaban y detuvieron arbitrariamente a los de los grupos guerrilleros. En la mayoría de los casos,
dos campesinos, quienes alzaron los brazos en la privación de la libertad está antecedida por el seña-
señal de indefensión. No obstante, los soldados lamiento de un informante de la Fuerza Pública o de un
dispararon contra Óscar y Abel, delante de va- miembro de la red de cooperantes. La detención se lleva
rias personas de la vereda, entre ellas dos niños. a cabo sin que medie orden de captura expedida por una
Acto seguido, la unidad militar confinó por autoridad judicial competente, sin que exista flagrancia
la fuerza a todos los habitantes de la vereda en o sin que se cumplan los requisitos para proceder a una
una bodega donde fueron insultados, golpea- “captura administrativa”.
dos y obligados a firmar unas hojas en blanco.
El reiterado incumplimiento del Estado colombiano
Los cuerpos de los dos campesinos fueron trans- de su obligación de proteger y garantizar el derecho a la
portados en helicóptero a la capital del departa- libertad personal, pone en riesgo la vigencia del derecho
mento, San José del Guaviare, en donde fueron a la vida. La sistemática inobservancia de los requisitos
vestidos con uniformes negros y reportados como
necesarios para proceder a la privación de la libertad y
guerrilleros muertos en combate. Previamente,
la falta de sanción de esa conducta arbitraria propician
Óscar Campo había sido señalado por soldados
que la detención se convierta en el preámbulo de las eje-
de la Brigada Móvil No. 7, de comprar mercado
para la guerrilla, había sido víctima de seguimien- cuciones extrajudiciales. Esa situación se agrava ante la
tos realizados por soldados y sus datos personales ausencia de medidas orientadas a regular las “capturas
fueron anotados en una lista que tenía la tropa. administrativas” con el propósito de restringirlas y evi-
tar que los integrantes de las Fuerzas Militares puedan
* Caso documentado por la Corporación Reiniciar, practicarlas.9
ficha No. 17.
En 11 de los 26 casos documentados se determinó
que las víctimas, antes de ser ejecutadas, fueron privadas
caracterizan por el uso desmedido de la fuerza en contra ilegalmente de su libertad y la mayoría de ellas sacadas
de la población civil que habita los territorios en donde por la fuerza de sus casas. En cinco de los 26 casos se
tienen lugar. reportaron allanamientos ilegales a las viviendas. En la

En 20 de los 26 casos documentados, las ejecuciones


extrajudiciales ocurrieron en desarrollo de operaciones 9 En realidad, el Gobierno ha estimulado que los mili-
militares contrainsurgentes. La mayoría de las víctimas, tares ejerzan facultades reservadas para los organismos
e incluso sus familiares, habían sido previamente señala- con facultades de policía judicial, durante los períodos
das de ser auxiliadores de la guerrilla. En todos los casos, en que rigió el estado de excepción, y ha tolerado que
las víctimas fueron reportadas falsamente como guerrille- las continúen ejerciendo, a pesar de la suspensión del
estado de conmoción interior. Entre esas facultades se
ros muertos en combate, a pesar de evidencias que de- destaca la potestad para capturar personas en circuns-
muestran que nunca existió una confrontación armada. tancias distintas a la flagrancia. Véase Observatorio
de Derechos Humanos y Derecho Humanitario de
la Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos
Bogotá, 29 de agosto de 2007. (2006).

60
Derechos civiles y políticos
Ejecución extrajudicial
de Ernesto Cruz Guevara*

El 22 de abril de 2007, en la vereda Retiro Mila- porque más adelante la paga con sus hijos, porque
gro de Aguazul (Casanare), fue ejecutado extrajudi- usted también la debe, es por sus hijos que están pe-
cialmente el campesino Ernesto Cruz Guevara por queños y si no también la paga, mejor devuélvase”.
miembros del Batallón Guías del Casanare, adscritos Dos testigos vieron cuando miembros de la tropa
a la XVI Brigada del Ejército Nacional. Los solda- se llevaron al señor Cruz, hicieron una hoguera y
dos entraron por la fuerza en su casa, donde se en- envolvieron un cuerpo en una hamaca de color ne-
contraba con su esposa, dos hijos pequeños y una gro. Enseguida llegó un helicóptero que recogió a
sobrina de diez años de edad. Uno de los militares la tropa y el cadáver. Una vez partió el helicóptero,
abofeteó a Ernesto, quien cargaba en sus brazos a se acercaron a la hoguera hecha por los militares e
su hijo de 22 meses de edad. Los soldados le pre- identificaron rastros de la ropa que tenía puesta el
guntaron por la guerrilla mientras registraban toda señor Cruz. Su esposa acudió al Cuerpo Técnico de
la casa. Luego le dijeron: “usted está capturado y Investigación (CTI) de Yopal donde le informaron
nos lo llevamos para Sogamoso”. Le ordenaron que que no tenían ningún detenido, pero que el Ejér-
se bañara y que se pusiera un uniforme camufla- cito ese día había llevado el cuerpo de un N.N.
do, pero Ernesto se opuso y se vistió con su pro- guerrillero muerto en combate. Los funcionarios
pia ropa. Antes de irse, los militares amenazaron del CTI le entregaron fotos del cuerpo, que en rea-
a la esposa de Ernesto Cruz: “Madre, no nos siga lidad correspondía al de Ernesto Cruz Guevara.
* Caso documentado por la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, ficha No. 22.

mayoría de los casos se cometieron otras violaciones, ta- En siete de los 26 casos documentados, las ejecu-
les como amenazas y tratos crueles, inhumanos o degra- ciones estuvieron antecedidas por la desaparición for-
dantes contra la víctima o sus familiares y otros testigos zada; las víctimas fueron sacadas por la fuerza de su
de los hechos. En siete de los 26 casos se comprobó la casa o de su lugar de trabajo y, a pesar de la existencia
comisión de torturas físicas antes de la ejecución extra- de testigos durante las capturas, la Fuerza Pública negó
judicial. En varios de los casos, tanto las capturas como tenerlas en su poder, ocultando a los familiares su para-
las ejecuciones extrajudiciales ocurrieron en presencia de dero. La ausencia de libros de registro de las capturas, o
niñas y niños familiares de las víctimas. la renuencia a usarlos, facilita la ocurrencia de desapari-
ciones forzadas, ya que no quedan rastros del recorrido
Desaparición forzada de las víctimas que sigue la víctima luego de ser retenida. Luego de la
ejecución, los cuerpos son presentados por los militares
La inobservancia de los límites impuestos por las nor- como muertos en combate sin identificar y, pese a tener
mas internacionales de derechos humanos para proceder conocimiento de su identidad, se procede a su inhuma-
a la privación de la libertad propicia que las capturas ción como N.N.
culminen en desapariciones forzadas. Éstas se cuentan
como violaciones al derecho a la vida, ya que en la ma-
yoría de los casos las víctimas son ejecutadas, aunque se Manipulación de las pruebas
desconozca el paradero de sus cuerpos.10 y ocultamiento de los hechos

Una vez cometida la ejecución extrajudicial, los agentes


estatales responsables proceden a ocultar cualquier evi-
10 Durante los últimos dos años, los hallazgos de fosas
dencia que pueda comprometerlos en el crimen; y en la
comunes en todo el territorio nacional representan evi-
dencias que, lastimosamente, le otorgan validez a la pre- medida en que las operaciones militares exigen resulta-
sunción de la muerte en casos de desaparición forzada. dos, reportan las ejecuciones extrajudiciales como accio-

61
sin Democracia, sin derechos
nes positivas de la lucha contra las guerrillas. Para lograr
el ocultamiento, manipulan la información sobre los he- Ejecución extrajudicial de Jair Julio Vega*
chos y se encargan ellos mismos del levantamiento de
El 30 de abril de 2007, en la vereda Chircas del
los cuerpos. Esos procedimientos constituyen la piedra
corregimiento Aguas Claras de Ocaña (Norte de
angular sobre la cual se construye la impunidad. Santander), Jair Julio Vega fue ejecutado extra-
judicialmente por miembros del Batallón Con-
En 23 de los 26 casos documentados, las víctimas
traguerrilla No. 95, adscrito a la Brigada Móvil
(35 de 37) fueron presentadas como miembros de grupos No. 15 del Ejército Nacional. Dos hombres
guerrilleros “dados de baja” en combate.11 En 11 de los armados lo sacaron por la fuerza de un estable-
casos, los militares involucrados sostuvieron falsamente cimiento comercial y lo subieron a un vehículo
que las víctimas tenían armamento, munición u otros ele- llevándoselo con rumbo desconocido. Esa mis-
mentos de combate. En cinco de los casos, las personas ma noche, sus padres llamaron insistentemen-
ejecutadas extrajudicialmente fueron vestidas con pren- te a su teléfono celular, hasta que contestó una
das militares u otros uniformes para simular su condición mujer que les dijo que Jair había desaparecido.
de miembros de grupos guerrilleros. En seis de los casos,
El 1º. de mayo de 2007 los padres de Jair fue-
la noticia de que la Fuerza Pública había dado muerte a
ron informados del hallazgo de un cuerpo con
una persona que pertenecía a los grupos guerrilleros fue
las características de su hijo, en el sector rural de
difundida por los medios de comunicación. Chircas. Se dirigieron a la Fiscalía y allí les no-
tificaron que se había practicado diligencia de
La impunidad de los crímenes es deliberada levantamiento de un cadáver registrado como
N.N. y que debían remitirse al Instituto Nacio-
El Estado colombiano no sólo está cometiendo ejecu- nal de Medicina Legal, donde les informaron
ciones extrajudiciales de manera sistemática y generali- que el cuerpo pertenecía a un integrante de la
zada, sino que mantiene esos crímenes en la impunidad. guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Los familiares de las víctimas tienen que enfrentar, ade- Colombia (FARC-EP), “dado de baja” duran-
más de la pérdida de sus seres queridos, la falta de pro- te un combate con la Brigada Móvil No. 5 del
Ejército Nacional. El cuerpo de Jair apareció
tección y de garantías judiciales por parte del Estado. Se
vestido con prendas camufladas y con unas botas
configura un cuadro de doble victimización de los familia-
que no correspondían a su número de calzado.
res, quienes deben salvar numerosos obstáculos para ac-
ceder al sistema de justicia y, luego, soportar los abusos a * Caso documentado por la Fundación Comité
de Solidaridad con los Presos Políticos, ficha No. 23.
que son sometidos dentro de procesos penales que no se
realizan con el fin de esclarecer los hechos, sino que se
orientan a contribuir al ocultamiento de los crímenes.
ciones extrajudiciales es consecuencia de la reiterada
En casos de violaciones de derechos humanos, la inobservancia, por parte del Estado colombiano, de las
impunidad se debe fundamentalmente a la falta de vo- obligaciones legales, constitucionales e internacionales
luntad del Estado y a su complicidad en muchas de las en materia de derechos humanos. Los recursos judiciales
violaciones. El estudio de los 26 casos correspondientes no son efectivos, las investigaciones judiciales tienen gra-
al último año y los 98 casos documentados en 2006 ves falencias y el transcurso del tiempo se convierte en
permitieron establecer que la impunidad de las ejecu- un factor determinante para borrar las huellas de los crí-
menes. El carácter reiterado de esas conductas evidencia
la existencia de patrones de impunidad, que se suman a
11 En los otros tres eventos se tiene la siguiente infor- las violaciones contra el derecho a la vida originalmente
mación: 1) la víctima fue presentada como atracador; cometidas por los miembros de la Fuerza Pública.
2) los militares reconocieron que el homicidio había
sido un error; y 3) un niño fue víctima de una granada Tomando en cuenta los Principios Relativos a una Efi-
durante una concentración indígena. caz Prevención e Investigación de las Ejecuciones Extrale-

62
Derechos civiles y políticos
gales, Arbitrarias o Sumarias de las Naciones Unidas y las dades que tienen a su cargo las investigaciones de estos
recomendaciones formuladas por la Corte Interamericana hechos, se concluyó:
de Derechos Humanos en distintas sentencias relativas a
Colombia,12 se identificaron cuatro elementos comunes 1) que un elevado número de los casos de ejecuciones
extrajudiciales quedan en la absoluta impunidad; 2) la
en todos los casos estudiados: 1) las investigaciones no
investigación de la mayoría de los casos de ejecuciones
se están desarrollando de acuerdo con la obligación de la
extrajudiciales se lleva a cabo por la jurisdicción penal mi-
debida diligencia; 2) muchos de los casos permanecen litar, lo que no asegura una investigación imparcial; 3) en
en la jurisdicción penal militar y, por lo tanto, las inves- los casos asumidos por la jurisdicción ordinaria, se cons-
tigaciones no son asumidas por un tribunal competente, tata una débil e insuficiente actuación de la Fiscalía, así
independiente e imparcial; 3) no se garantiza el acceso a como serias carencias en la actividad de investigación. La
la justicia mediante un recurso rápido y sencillo, y 4) no Fiscalía no ha actuado de manera efectiva para reclamar la
se ejecutan las sentencias a favor de las víctimas. jurisdicción penal ordinaria frente a la penal militar; 4) la
dificultad de acceso de los familiares a la justicia, así como
Conclusiones similares fueron expresadas por la Mi- su elevada desprotección tras ocurrir los hechos. Todo ello
sión Internacional de Observación sobre Ejecuciones Ex- dificulta la interposición de la denuncia y la participación
en la investigación y seguimiento del proceso.14
trajudiciales e Impunidad en Colombia,13 cuyo objetivo
fue la verificación de la existencia de ejecuciones extra-
judiciales en el país y la presentación de observaciones ***
y recomendaciones al respecto. La Misión constató la
existencia de un número elevado de casos que corres- El panorama antes descrito denota que la Fuerza Pública
ponden a lo que en derecho internacional se denomina colombiana continúa recurriendo a las ejecuciones extra-
como ejecuciones extralegales, arbitrarias o sumarias, judiciales de manera sistemática, bien como un castigo
que, aunque se presentan en diferentes modalidades, co- contra la población civil que es acusada de apoyar a los
rresponden a unos patrones comunes de actuación que grupos guerrilleros o como una estrategia para mostrar
se mantienen en el tiempo y se producen en un gran resultados en la guerra contrainsurgente. Sin embargo,
número de departamentos de Colombia. Considerando el Estado colombiano no sólo persiste en mantener las
los testimonios escuchados y las versiones de las autori- prácticas que propician las ejecuciones extrajudiciales y
la impunidad que las acompaña, sino que ha emprendido
una campaña en contra de las organizaciones defenso-
ras de derechos humanos que denuncian la situación. El
12 Se estudiaron las siguientes sentencias de la Corte
presidente Álvaro Uribe Vélez está utilizando un lengua-
Interamericana de Derechos Humanos: Caso de ma-
sacre de los 19 comerciantes vs. Colombia, Sentencia je peligroso y desafiante que, además de descalificar a
del 5 de julio de 2004; Caso de la masacre de Mapi- quienes denuncian la ocurrencia de ejecuciones extraju-
ripán vs. Colombia, Sentencia del 15 de septiembre diciales perpetradas por miembros de la Fuerza Pública
de 2005; Caso de la masacre de Pueblo Bello vs. Co- y por organismos de seguridad, pone en riesgo su vida e
lombia, Sentencia del 31 de enero de 2006; Caso de
integridad personal.
la masacre de Ituango vs. Colombia, Sentencia del 1º.
de julio de 2006, y Caso de la masacre de la Rochela
vs. Colombia, Sentencia del 11 de mayo de 2007. El Estado, y en particular la Fuerza Pública, no pier-
den legitimidad porque sean denunciados crímenes atri-
13 Misión organizada por la Coordinación Colombia-
Europa-Estados Unidos (CCE-EU) y otros, com-
buidos a sus integrantes, sino por el hecho de que sus
puesta por 13 profesionales independientes (juristas, agentes los hayan cometido. Sin embargo, el alto man-
periodistas, antropólogos forenses y expertos en de- datario prefiere, una vez más, negar la realidad, contri-
rechos humanos), procedentes de Alemania, España,
Estados Unidos, Francia y Reino Unido, que desarro-
lló su trabajo entre los días 4 y 10 de octubre de 2007 14 Informe preliminar de la Misión Internacional de
en Bogotá, Medellín y Valledupar, y pudo recibir cer- Observación sobre Ejecuciones Extrajudiciales e Im-
ca de 135 testimonios de casos ocurridos en una gran punidad en Colombia, presentado en la ciudad de
parte del territorio colombiano. Bogotá, el 10 de octubre de 2007.

63
sin Democracia, sin derechos
buyendo a que los asesinatos practicados por agentes del BIBLIOGRAFÍA
Estado queden en la impunidad, en vez de manifestar
públicamente su preocupación por el incremento de de-
n Comisión Interamericana de Derechos Humanos
nuncias sobre esta grave violación del derecho a la vida.
(2001). Informe No. 101/01. Caso 10.247 (Ejecu-
El pasado 25 de julio de 2007, durante la conmemora-
ciones extrajudiciales y desapariciones forzadas de
ción del segundo año de vigencia de la Ley 975 de 2005
personas c. Perú). En Informe Anual de la Comi-
(conocida como Ley de Justicia y Paz), el Presidente
sión Interamericana de Derechos Humanos 2001.
aludió a las denuncias sobre ejecuciones extrajudiciales
Washington D.C.: OEA/Ser./ L/V/II.114, doc.
atribuibles a la Fuerza Pública como una nueva estrategia
5 rev., 16 de abril de 2002. Disponible en: www.
utilizada por la guerrilla: “Ahora la estrategia guerrillera
cidh.org/annualrep/2001sp/Peru10247b.htm.
es otra: cada que se le da una baja a la guerrilla, ahí
mismo moviliza a sus corifeos en el país y en el extranjero n _____ (2006, 27 de octubre). CIDH observa
para decir que fue una ejecución extrajudicial. Pero las avances y desafíos en el respeto a los derechos hu-
Fuerzas Armadas han puesto todo el cuidado para no dar manos en las Américas. Washington D.C., comu-
lugar a que se señale a miembros de las Fuerzas Arma- nicado de prensa 37/06, 27 de octubre de 2006.
das de estar en colusión con grupos paramilitares”.15 Disponible en: www.cidh.org/Comunicados/
Ignorar las evidencias no sólo pone en riesgo el tra- Spanish/2006/37-06esp.htm.
bajo legítimo de las defensoras y defensores de derechos
n _____ (2006). Informe Anual de la Comisión In-
humanos que denuncian públicamente esos hechos, sino
teramericana de Derechos Humanos 2006. Was-
que alienta a la Fuerza Pública a continuar con las ejecu-
hington D.C.: OEA, Ser.L/V/II.127, doc.4, rev.1,
ciones extrajudiciales. Con sus palabras, el Presidente de 3 de marzo de 2007, cap. IV, Colombia, párr. 27.
la República desconoce la Declaración sobre el derecho Disponible en: www.cidh.org/annualrep/2006sp/
y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones cap4a.2006.sp.htm.
de promover y proteger los derechos humanos y las liber-
tades fundamentales universalmente reconocidos. n Consejo de Derechos Humanos (2007). Informe
de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos sobre la situación de
los derechos humanos en Colombia, 4° período de
sesiones, doc. A/HRC/4/48, 5 de marzo de 2007.
15 “Palabras del presidente Uribe al conmemorar segun-
n Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos,
do año de la ley de justicia y paz”, Bogotá, SNE, 25 de
julio de 2007. Disponible en: www.presidencia.gov. CCE-EU, Observatorio de Derechos Humanos
co/prensa_new/sne/2007/julio/25/09252007.html. y Derecho Internacional Humanitario, Colectivo
Discursos similares han sido pronunciados por otras de Derechos Humanos Semillas de Libertad Co-
autoridades: el 29 de agosto de 2007, en el Congreso dhesel (2007). Ejecuciones extrajudiciales: el caso
de la República, el ministro de Defensa Juan Manuel
del Oriente Antioqueño. Documentos regionales 2.
Santos, en un debate sobre ejecuciones extrajudiciales
al que fue citado, se limitó a responder que las denun- Bogotá: Coordinación Colombia-Europa-Estados
cias sobre la práctica reiterada de violaciones al dere- Unidos.
cho a la vida por parte de la Fuerza Pública son parte
de la estrategia de “guerra política y jurídica” de las n El Colombiano (2007, 23 de mayo). ONG docu-
guerrillas. El 22 de mayo de 2007, el Comandante de menta 110 ejecuciones sumarias. Disponible en:
la Cuarta Brigada del Ejército Nacional sostuvo que el www.elcolombiano.com.co.
informe sobre ejecuciones extrajudiciales ocurridas en
el Oriente Antioqueño, elaborado por el Observato-
n Ministerio de Defensa Nacional (2006, 9 de
rio de Derechos Humanos y Derecho Humanitario,
“hace parte de la guerra política y jurídica”. Declara- mayo). Bonificación especial por operaciones de im-
ciones del general Jorge Rodríguez Clavijo al diario El portancia nacional. Comunicado Ministerio de
Colombiano (2007, 23 de mayo). Defensa Nacional.

64
Derechos civiles y políticos
n _____ (2007). 365 días de trabajo que hacen la di-
ferencia. Informe anual. Ministerio de Defensa. Julio
2006 - julio 2007. Bogotá: MinDefensa.

n Observatorio de Derechos Humanos y Derecho


Humanitario de la Coordinación Colombia-Eu-
ropa-Estados Unidos (2006). Libertad: rehén de la
“seguridad democrática”. Bogotá.

n Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Uni-


das para los Derechos Humanos (OACNUDH)
(2005). Consideraciones sobre la investigación y el
juzgamiento de conductas punibles constitutivas de
graves violaciones de los derechos humanos o de crí-
menes de guerra. Ponencia del director OACNU-
DH, 14 de septiembre de 2005. Disponible en:
www.hchr.org.co/publico/pronunciamientos/po-
nencias/ponencias.php3?cod=75&cat=24.

65
sin Democracia, sin derechos
CRÓNICA

Una muerte que deja muchas dudas


Juan Diego Restrepo E.*

La última vez que Diego Castañeda Bermúdez se comunicó


con su madre fue el 28 de enero de 2006.
Del muchacho de 27 años de edad y vendedor ambulante
en las calles de Medellín, no se volvió a saber nada.

Ese sábado, vía telefónica, Diego le anunció a su madre que al día siguien-
te iría a visitarla a ella y a su padre, quien se encontraba muy enfermo. No
era la primera vez que lo hacía; cada vez que Diego quería visitar a su fa-
milia, los llamaba y les decía que iba a ir. Pero ese domingo fue diferente.
Él no llegó. Tampoco lo hizo al día siguiente, ni ningún otro día después.

La desaparición de Diego le causó extrañeza a Amparo del Socorro,


su madre, pues tales ausencias, y sobre todo la falta de comunicación, no
eran normales en él, quien hablaba constantemente con la familia, dado
el estado de gravedad de Antonio, su padre. La señora inició, entonces,
la búsqueda de su hijo a través del Grupo de Identificación de Personas
y Búsqueda de Desaparecidos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI)
de la Fiscalía General de la Nación. Inicialmente, no obtuvo ninguna res-
puesta, a pesar de sus constantes visitas a las instalaciones del Instituto
de Medicina Legal de Medellín, a donde iba cada vez que le avisaban que
había llegado allí un cuerpo sin identificar: un NN.

El mismo día en que Diego Mauricio llamó a la casa de su madre en


el barrio El Limonar, del corregimiento San Antonio de Prado, a 133 kiló-
metros de allí, en varias veredas del municipio de Cañasgordas, occidente
antioqueño, un grupo de soldados del Batallón de Infantería No. 32, “Ge-
neral Pedro Justo Berrío”, adscrito a la IV Brigada del Ejército con sede
en Medellín, ajustaba 15 días en el desarrollo de la Operación “Faena”,
que buscaba atacar un reducto guerrillero, al parecer, del Frente 34 de las
Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia (FARC), que operaba en
esa región del departamento. Dichas operaciones estaban al mando del
capitán Raúl Virgüez Buitrago, comandante de la Compañía Arpón 2.

* Periodista de la Agencia de Prensa del Insti- Según la orden de batalla entregada a esa unidad militar, la Operación
tuto Popular de Capacitación (IPC). “Faena” pretendía lo siguiente:

66
Crónica
Contrarrestar el accionar de los bandidos del Frente 34 de las ONT – Farc, los cuales están es-
tablecidos en el sector de Cañasgordas, con el fin de evitar que estos grupos retomen el control
sobre esta área estratégicamente utilizada por los bandidos como corredor de movilidad desde
el departamento de Chocó hacia el Nudo de Paramillo y Urabá.

De acuerdo con las versiones de los militares que participaron en la Operación “Fae-
na”, a finales de enero de 2006 las tropas sostuvieron un combate por cerca de tres
horas con un reducto guerrillero en la vereda Altos del Oso, cerca al corregimiento San
Pascual. Allí murieron tres supuestos insurgentes. Los cuerpos sin vida fueron trasla-
dados a la cabecera urbana, donde se practicaron las diligencias judiciales respectivas
y se enterraron como NN. Estas acciones, conocidas como “positivos” entre la Fuerza
Pública, garantizaban a los soldados cinco días de descanso, lo que les permitía salir del
monte y visitar a sus familias.

Del resultado de esos enfrentamientos, Amparo del Socorro Bermúdez vino a saber el
22 de noviembre de 2006, diez meses después de la última llamada de su hijo, cuando
la Fiscalía le anunció que Diego ya había sido plenamente identificado. Su cuerpo sin vida
había sido trasladado a Cañasgordas desde el corregimiento San Pascual por tropas del
Ejército Nacional, que lo registraron como guerrillero muerto en combate. El muchacho
era uno de los tres supuestos insurgentes que, según declaraciones de los militares, ha-
bían muerto en enfrentamientos con las tropas en los combates de Altos del Oso.

Según el acta de necropsia 003, realizada por médicos legistas del Hospital San
Carlos, de Cañasgordas, el cuerpo de Diego se recibió en este centro asistencial a eso de
las 4:30 de la tarde del lunes 30 de enero.

El informe consigna que Diego estaba vestido de camiseta negra, pantalón verde
oliva, correa de nailon verde, medias tobilleras de lana grises y botas de caucho negras.
El cuerpo presentaba seis heridas de bala: una en la cabeza, otra en el tórax y cuatro más
en las piernas. Según el informe del levantamiento, habría muerto entre las cuatro y las
cinco de la mañana de ese mismo día.

Pese a vivir fuera de su casa, Diego siempre estuvo pendiente de su papá, quien
estaba ya en la etapa terminal de una larga enfermedad. Le enviaba dinero cada vez que
su trabajo de vendedor ambulante le dejaba algunas ganancias. Antonio murió el 9 de
febrero de 2006, sin saber nada del destino de su hijo.

Lo increíble es que la familia tuvo que justificar ante los funcionarios que investigan
el crimen, que Diego no era un guerrillero. El 9 de marzo de 2007, Mónica Castañeda
Bermúdez, hermana de la víctima, tuvo que explicar a la jueza 87 de Instrucción Penal
Militar, teniente Diana María Pineda Lombana, quien adelanta la investigación penal por
los hechos de Cañasgordas, por qué Diego no vivía en casa de sus padres: “Diego estaba
viviendo en un hotel en el centro. Se había ido de la casa porque llegaron los paramilita-
res a tomarse el barrio y a reclutar los muchachos que se iban a meter a eso. Él decidió
mejor salirse de la casa que estar metido con esa gente”.

Lo que además no entiende Mónica es cómo su hermano, ese lunes 30 de enero de


2006, estuvo a la vez en dos sitios distintos y lejanos entre sí:

67
sin Democracia, sin derechos
Cuando lo reportamos desaparecido me llamaron para que fuera a la morgue porque había
dos o tres NN. Al ver que tampoco estaba allí me mandaron al Centros Día, un lugar donde
ayudan a los indigentes, les dan alimentos y los dejan bañar, pues mi hermano a veces iba allá
cuando se quedaba sin pagar habitación. Según el último reporte que aparece en el computa-
dor del Centro Día, Diego ingresó allí por última vez en la mañana del 30 de enero de 2006.
No me explico entonces cómo lo reportan muerto ese día en Cañasgordas, si él estuvo aquí en
Medellín. Tampoco entiendo cómo lo reportan como guerrillero si él no lo era.

Pero no es la única contradicción en el caso de la muerte de Diego Castañeda. En


las diligencias judiciales posteriores a los combates, rendidas el 22 de febrero de 2006
por los militares de la Compañía Arpón 2 ante la jueza Pineda Lombana, surgen varias
inconsistencias: la primera de ellas tiene que ver con la fecha de los hechos. Contrario a
los informes forenses que consignan que Diego murió al amanecer del lunes 30 de enero
y su cuerpo fue llevado por las tropas a Cañasgordas en las horas de la tarde de ese día,
el capitán Raúl Virgüez Buitrago, comandante de la Compañía Arpón 2, sostuvo que los
combates ocurrieron al amanecer del martes 31 de enero:

Se recibió una información que se encontraba un grupo de bandidos, de aproximadamente


cinco, en el sector Alto de los Osos, corregimiento de San Pascual, municipio de Cañasgordas.
Se inició la infiltración el día 30, aproximadamente entre 23 y 24 horas hacia el sector. Siendo
31 de enero, entre las 5 y 6 de la mañana se sostuvo un combate de encuentro con el grupo
de los bandidos, el cual duró entre 2 y 3 horas. Cuando ya se había calmado el combate
ordené que se hiciera un registro periférico del área y se encontraron 3 sujetos sin vida en el
sector del combate.

Versión similar entregó a la Jueza el sargento segundo William Mavesoy Córdoba:

El día 30 de enero se recibió una información de la presencia de 5 bandoleros aproxima-


damente sobre el Alto del Oso, quienes portaban armas cortas y largas, y vestían prendas
privativas de las Fuerzas Militares. A las 25 horas se realiza una infiltración hacia el objetivo.
De 5 a 6 de la mañana del día 31 de enero de 2006 se sostiene un combate de encuentro con
los bandoleros durante aproximadamente de 2 a 3 horas; luego de lo cual se ordena montar
seguridad y realizar registros en el área, encontrando 3 sujetos dados de baja.

La inconsistencia en la fecha del combate parte de la jueza Pineda Lombana, quien


en las diligencias de declaración siempre les preguntó a los oficiales, suboficiales y
soldados profesionales de la Compañía Arpón 2 por los “hechos ocurridos el día 31 de
enero de 2006”.

Una segunda inconsistencia está relacionada con el supuesto número de insurgentes


que atacó a la Compañía Arpón 2. Según el capitán y varios de sus hombres al mando,
“la tropa fue atacada por unos 20 sujetos según la capacidad de fuego”. No obstante,
uno de los soldados profesionales declaró que la patrulla fue atacada “por ahí como
cinco manes”; otro no supo responder y se limitó a decir que “no sabía”; y uno más dijo
que “teníamos la información que había una agrupación como de cinco o seis, pero en
ese momento no los vi porque estaba todavía muy oscuro, había mucha montaña y todo
era muy boscoso”.

68
Crónica
Por último, también hay imprecisiones en la distancia que había entre el grupo de
presuntos guerrilleros y las tropas del Ejército. Ante la pregunta “¿a qué distancia aproxi-
mada se encontraban los sujetos dados de baja de donde disparó la tropa?”, hecha por la
jueza Pineda Lombana, el capitán Virgüez respondió que “como a 100 a 200 metros”; el
sargento segundo Mavesoy y dos soldados profesionales respondieron que “a unos 150
metros”; y dos militares más declararon que “como a 50 metros”.

Así, entre inconsistencia e inconsistencia, transcurre el proceso de esclarecimiento


de la muerte de Diego Castañeda Bermúdez ante la Jurisdicción Penal Militar. Por las
características del caso, sería una ejecución extrajudicial más en el país, atribuible a la
Fuerza Pública, cuyos reportes van en aumento. En los últimos cinco años, este tipo de
homicidios aumentó en un 65% con respecto a los cinco años anteriores, pasando de 577
entre julio de 1997 y junio de 2002, a 955 casos entre julio de 2002 y junio de 2007.

Se espera que la justicia, algún día, les dé la razón a las familias de las víctimas,
restablezca su honra y condene de manera ejemplar a quienes desde el Estado incurren
en este tipo de prácticas, a todas luces violatorias de los derechos humanos.

69
sin Democracia, sin derechos
u n i d a d i d ad
mp Im p u n

70
ni paz
7 5 : s i n justicia,
Ley 9 istas
b i a n a de Jur r Restrepo nitario
-
m i si ó n Colo m
o s Jo sé Alvea De re c h o Huma
C o ogad os y
o de Ab Human nidos
Colectiv io de Derechos opa-Estados U
t o r E u r
Observa ión Colombia-
ac
Coordin

Durante 2007, la Fiscalía General y el Gobierno nacional desarrollaron


una serie de reglamentaciones y prácticas encaminadas a dejar sin
efectividad los mandatos trazados por la Corte Constitucional en
2006, a favor de los derechos de las víctimas frente al procedimiento
de la Ley 975 de 2005.

Conocida como Ley de “Justicia y Paz”, la Ley 975 del 25 de julio


de 2005 es una de las piezas que compone el marco jurídico que regula
la desmovilización de los integrantes de grupos paramilitares. Durante
2006, la Corte Constitucional examinó y se pronunció sobre la consti-
tucionalidad de su articulado, mediante una docena de sentencias.1 En
general, este Tribunal anuló varias de las disposiciones que otorgaban
impunidad y corrigió otras para adecuarlas a estándares de derechos hu-
manos en materia de verdad, justicia y reparación”.2

Entre 2005 y 2006, además de conformar la Unidad Nacional de


Fiscalías para la Justicia y la Paz, la Fiscalía General de la Nación realizó

1 La jurisprudencia de la Corte Constitucional sobre la Ley 975 de 2005


proferida en 2006 está compuesta por las siguientes sentencias: C-127, M.
P. Álvaro Tafur Galvis (22 de febrero); C-319, M. P. Álvaro Tafur Galvis
(25 de abril); C-370, M. P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdo-
ba Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Álvaro
Tafur Galvis y Clara Inés Vargas (18 de mayo); C-400, M. P. Alfredo
Beltrán Sierra (24 de mayo); C-426, M. P. Humberto Antonio Sierra
Porto (31 de mayo); C-455, M. P. Jaime Araújo Rentería (7 de junio);
C-476, M. P. Álvaro Tafur Galvis (14 de junio); C-531, M. P. Marco
Gerardo Monroy Cabra (12 de julio); C-575, M. P. Álvaro Tafur Galvis
(25 de julio); C-650, M. P. Álvaro Tafur Galvis (9 de agosto); C-670,
M. P. Rodrigo Escobar Gil (16 de agosto); y C-719, M. P. Jaime Araújo
Rentería (23 de agosto). En 2007, la Corte Constitucional también pro-
firió la Sentencia C-080, M. P. Rodrigo Escobar Gil (7 de febrero).
2 Para un análisis completo sobre ese marco jurídico, incluyendo el con-
tenido de los decretos 4760 de 2005, 2898 y 3391 de 2006, véase
Comisión Colombiana de Juristas y Colectivo de Abogados José Alvear
Restrepo (2006, pp. 211-217).

71
sin Democracia, sin derechos
algunas actividades preparatorias a la aplicación de los mación que éstos contenían: en las listas de septiembre
procedimientos penales previstos en la Ley 975:3 i) ca- de 2006, “sólo 14 de cada 100 ‘paras’ postulados esta-
racterización de 36 estructuras paramilitares orientada a ban plenamente identificados” (El Tiempo, 2006, 14 de
garantizar la solidez de las investigaciones que se adelan- diciembre, p. 1-4). Después de los inconvenientes que
tarían a partir de los resultados que arrojen las diligencias signaron las relaciones entre Fiscalía y Gobierno, el 14
de versión libre;4 ii) puesta en marcha de un programa de diciembre de 2006 se realizó la primera diligencia6
de búsqueda de personas desaparecidas por grupos ar- de versión libre.7 El Fiscal General de la Nación se refirió
mados ilegales; iii) sistematización de información sobre a ese evento en los siguientes términos: “Nos vamos a
investigaciones penales relacionadas con 28.500 perso- probar todos. Vamos a probar si la Fiscalía está lista para
nas que habrían estado vinculadas a 32 estructuras pa- iniciar las versiones. Vamos a probar si los miembros de
ramilitares; y iv) capacitación de fiscales y del personal las autodefensas van a decir la verdad. Y vamos a probar
de investigación (FGN, 2006, pp. 24-28). si el Gobierno está listo para poner a disposición de la
Fiscalía a las personas que sean requeridas”.8
Sólo al finalizar 2006, la Fiscalía General de la Na-
ción comenzó a realizar las diligencias de versión libre. A continuación se presenta un balance preliminar de la
Según esa institución, el retraso se debió a la tardanza gestión de la Fiscalía General de la Nación a propósito de la
del Gobierno para remitir los listados con los nombres aplicación de la Ley 975, durante el periodo 2006-2007.
de las personas postuladas5 y a la inconsistente infor-
Restricciones a la participación
de las víctimas9
3 En su penúltimo informe anual, la Fiscalía General de
la Nación advierte: “La competencia de la Fiscalía ini- Además del desconocimiento de los derechos de las vícti-
cia una vez el Gobierno Nacional envíe por conducto mas en la normativa que regula el procedimiento de “Justi-
del Ministerio del Interior y de Justicia la lista de los
cia y Paz”, en la práctica éstos también se violan. Durante
miembros de los grupos armados organizados al mar-
gen de la ley, dispuestos a contribuir de manera efectiva
a la consecución de la paz nacional. // Recibida la lista,
6 El 6 de diciembre de 2006, el Fiscal General de la Na-
corresponde a la Unidad Nacional de Fiscalías para la
ción expidió la Resolución 3998 de 2006, mediante la
Justicia y la Paz conocer de las investigaciones de los
cual estableció las directrices para el procedimiento de
hechos delictivos cometidos durante y con ocasión de la
recepción de versión libre de la Unidad Nacional de
pertenencia a un grupo armado organizado al margen
Fiscalías para la Justicia y la Paz.
de la ley, las investigaciones que cursen en contra de sus
miembros y de aquellas que deban iniciarse y se tenga 7 El primer integrante de grupos paramilitares que rin-
conocimiento en el momento o con posterioridad a la dió versión libre fue Wilson Salazar Carrascal, alias
desmovilización” (FGN, 2006, p. 23). el “Loro”. La relación completa de las diligencias de
versión libre realizadas por la Fiscalía General de la
4 Los hallazgos de esa caracterización se condensan en
Nación puede ser consultada en www.fiscalia.gov.co/
un documento que contiene información sobre las si-
justiciapaz/Documentos/VERSIONES.pdf. Según la
guientes variables de análisis: “Identificación del blo-
revista Cambio (2007, 20-26 de diciembre), “los fisca-
que, génesis del bloque, estructura y organización del
les han realizado 1.007 diligencias de versiones libres,
bloque, georreferenciación de las actividades de cada
de las cuales 907 ya terminaron. (…). Los jefes para-
grupo, integrantes, fuentes de financiación, bienes,
militares desmovilizados describieron 3.143 crímenes
hechos y víctimas, para lo cual se consulta a fuentes
y confesaron su responsabilidad en 738” (p. 30).
gubernamentales y no gubernamentales para determi-
nar qué hechos han sido judicializados, cuáles no y el 8 Declaraciones del fiscal Mario Iguarán citadas por el
estado de los procesos” (FGN, 2006, p. 25). diario El Tiempo (2006, 14 de diciembre, p. 1-4).
5 “Para iniciar los procedimientos de la Ley 975 de 9 La información referida corresponde mayoritariamen-
2005, el Gobierno Nacional durante el período 17 de te a los archivos del Colectivo de Abogados José Al-
agosto de 2006 a marzo 30 de 2007 radicó ante la vear Restrepo y la Comisión Colombiana de Juristas,
Fiscalía General de la Nación, cuatro listas con 2.914 organizaciones que han tenido la ocasión de participar
postulados al procedimiento y beneficios de esa ley” en las audiencias de “Justicia y Paz” en las ciudades de
(FGN, 2007a, p. 53). Barranquilla, Bogotá y Medellín.

72
Impunidad
los trámites de aplicación de la Ley 975 de 2005, la Fisca- En segundo lugar, la Fiscalía se ha negado a la trans-
lía ha limitado el derecho de las víctimas y de la sociedad misión por radio, Internet y televisión de las versiones
entera a conocer la verdad sobre los crímenes cometidos libres y así lo ha confirmado a través de la Resolución
por los grupos paramilitares. Las principales medidas se 0387 de 2007. Esta difusión facilitaría a las víctimas
hallan contenidas en las resoluciones 3998 de 2006 y que no pueden asistir a las audiencias de versión libre,
0387 de 2007 de la Fiscalía General de la Nación. porque no tienen recursos económicos o porque tienen
miedo, enterarse de los avances de los procesos y seguir
En primer lugar, la Fiscalía ha previsto que solo pue- de alguna manera las decisiones judiciales que puedan
den participar de las audiencias de versión libre, aquellas afectar sus intereses.
personas que el desmovilizado identifique como víctimas
y que, a su vez, hayan demostrado sumariamente el daño Igualmente, permitiría la realización del derecho de
causado y renuncien expresamente a la preservación de la sociedad colombiana y de la humanidad a conocer la
su identidad. En consecuencia, sólo podrían acceder a verdad. Debido al carácter de los crímenes de lesa hu-
esta diligencia las víctimas que tengan un interés indem- manidad cometidos por el paramilitarismo, sus víctimas
nizatorio, a pesar de que la Sentencia C-370 de 2006 no son las únicas que han sufrido un daño (aunque sin
proferida por la Corte Constitucional señaló que las vícti- lugar a dudas tengan derecho a un tratamiento priorita-
mas tienen derecho no sólo a buscar una indemnización rio), sino que todos los miembros de la humanidad so-
económica, sino a reparación integral, así como a la ver- mos víctimas, porque estos delitos ofenden la conciencia
dad y la sanción de los responsables. de la humanidad. Por consiguiente, todas las personas
tenemos derecho a conocer las confesiones de los postu-
Además, quienes demuestren sumariamente el daño, lados. Además, ese conocimiento debe ser posible desde
sólo pueden participar en una sala separada y sugerir la versión libre, pues en el procedimiento diseñado por
preguntas para que el Fiscal formule, de manera que éste la Ley 975 no está previsto un momento para debatir y
puede descartar las que desee. En todo el proceso, la controvertir las pruebas y las responsabilidades.
autoridad judicial puede excluir los interrogantes de las
víctimas sin ninguna motivación, argumentando hacer Las únicas limitaciones admisibles a la publicidad de
uso de la facultad de desechar aquellas preguntas que las audiencias son aquellas necesarias para la protección
considere impertinentes. de niños y niñas, de la intimidad de víctimas de violencia
sexual y aquellas que se deriven de situaciones en que se
La Corte Constitucional señaló también que la lla-
encuentre probado que la difusión puede entrañar un ries-
mada Ley de “Justicia y Paz” permite y exige la plena
go para las víctimas, limitaciones previstas en la Ley 975
participación de las víctimas en todas las diligencias de
(artículos 39 y 40). Sin embargo, la Fiscalía ha conside-
los procesos judiciales, incluyendo la de versión libre.
rado que la reserva es la regla general. La difusión de las
Además, conforme al artículo 8 de la Convención Ame-
versiones, acompañadas de un adecuado y estricto con-
ricana sobre Derechos Humanos, las víctimas tienen el
trol a los postulados para que no hagan apología de sus
derecho a contar con amplias posibilidades de ser oídas
crímenes, es una medida idónea y necesaria para garanti-
y actuar en los respectivos procesos, tanto en procura del
zar el derecho a la verdad de la sociedad colombiana.
establecimiento de los hechos como en la búsqueda de la
sanción del responsable y de la reparación.10 Estas nor- En tercer lugar, se evidencia un desconocimiento por
mas deberían inaplicarse o interpretarse armónicamente parte de los funcionarios judiciales de las condiciones de
con las disposiciones constitucionales, para permitir la igualdad que deben guardarse respecto de los investigados
participación de todas aquellas personas que se conside- y de la misma Fiscalía.11 Hasta ahora, les ha sido negado
ren víctimas directas de los hechos.

10 Corte Interamericana de Derechos Humanos (1999, 11 Lo anterior, aun cuando en la principal sentencia de
párr. 227). Reiterado en los casos de Las Palmeras, constitucionalidad de la Ley 975 de 2005, la Corte
Masacre de Mapiripán y masacre de Ituango. Constitucional señaló que “el derecho a la justicia

73
sin Democracia, sin derechos
a las víctimas acceder a las grabaciones de las versiones interés en las distintas fases de la versión libre. El interro-
libres, lo cual impide que éstas y sus representantes pue- gatorio de las víctimas se reserva a la segunda fase de la
dan hacer un estudio mucho más tranquilo y profundo de versión libre, pero se desarrolla a través de un mecanismo
indirecto, pues las preguntas propuestas se incorporan a
los hechos comentados por los desmovilizados y, de esta
un formulario que es entregado a miembros del CTI, quie-
manera, planear su estrategia de representación legal y
nes a su vez se las entregan al Fiscal. Cabe señalar que el
exigibilidad de sus derechos. Quedan, entonces, supedi- Fiscal se encuentra en una sala distinta a la sala donde se
tados a lo que logren recordar de la diligencia. hallan las víctimas. El Fiscal transmite al postulado sólo
las preguntas de las víctimas que considera pertinentes.
Así mismo, aunque a los versionados se les permite Las víctimas y sus representantes no cuentan con la po-
entrar al recinto diferentes objetos electrónicos (com- sibilidad de repreguntar, pedir aclaraciones o precisiones,
putadores, memorias, etc.) como ayudas para sus ver- o realizar un cuestionario dinámico, encadenado a las res-
siones, la Fiscalía ha impedido que las víctimas y sus puestas del postulado. Este mecanismo indirecto restringe
abogados puedan hacer lo mismo. Lo anterior trae como seriamente la posibilidad de utilizar el interrogatorio de la
consecuencia una desproporción en materia de recursos víctima como una vía adecuada de alcanzar la verdad de
los hechos. La Fiscalía pierde además una valiosa estra-
técnicos, que son extremadamente útiles para efectos de
tegia para confrontar las versiones libres, y avanzar en la
la defensa de los derechos de las víctimas, pues en los
verificación del cumplimiento de los requisitos legales para
mismos se pueden almacenar y acceder de una manera el acceso a los beneficios. (CIDH, 2007, párr. 82)
rápida a archivos, pruebas, etc.
Finalmente, como hecho de especial gravedad, las
Fiscales de la «Unidad de Justicia y Paz» también víctimas, familiares y testigos han sido objeto de homi-
han restringido la participación de las víctimas como ver- cidios, amenazas y hostigamientos. Desde el inicio del
daderos intervinientes en el proceso penal, mediante la proceso hasta septiembre de 2007 han sido asesinadas
negación de recursos y acciones legales a los abogados 16 personas.12 Además, se han reportado otros hechos
de las mismas, argumentando que éstos dilatarán el pro- de persecución, entre ellos, el incendio de la sede de una
ceso. El 14 de febrero de 2007, cuando rendía versión el organización de desplazados en el municipio de Turbaco,
paramilitar Juan Francisco Prada Márquez, abogados de departamento de Bolívar; el robo de bases de datos de
la Comisión Colombiana de Juristas presentaron solicitud distintas organizaciones que contenían información sobre
de declaratoria de excepción de inconstitucionalidad de crímenes perpetrados por los paramilitares, entre otros de
los artículos 4 y 5 de la Resolución No. 3998 del 6 de carácter similar que ejemplifican claramente la despro-
diciembre de 2006, a lo que el Fiscal respondió que los tección evidente en la que se encuentran las víctimas.
representantes de las víctimas estaban entorpeciendo la
diligencia con “peticiones que no haría ni un estudiante Lo anterior ha tenido como consecuencia que mu-
de primer semestre de Derecho”. chas personas desistan de actuar dentro del procedi-
miento penal por temor a ser asesinadas o violentadas. Al
Con relación a la imposibilidad de interrogar directa- respecto, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz (MAPP/
mente a la víctima, la CIDH señaló lo siguiente: OEA) planteó:
Otro obstáculo para la participación de las víctimas es la Se ha tenido conocimiento que un número considerable de
imposibilidad de interrogar directamente o por medio de víctimas ha decidido no participar en el proceso de Justi-
sus representantes al postulado sobre los hechos de su cia y Paz aduciendo que no cuentan con los mecanismos

comporta un auténtico derecho constitucional al 12 Entre ellas, Yolanda Izquierdo, asesinada en Monte-
proceso penal, y el derecho a participar en el proceso ría, Córdoba; Óscar Cuadrado Suárez, asesinado en
penal, por cuanto el derecho al proceso en el Estado Maicao, Guajira; Carmen Cecilia Santana, asesinada
democrático debe ser eminentemente participativo” en Urabá, Antioquia; Gustavo Espitia, asesinado en
(Corte Constitucional, Sentencia de Constitucionali- Cotorra, Córdoba; y la maestra indígena Osiris Ama-
dad C-370 de 2006, Numeral 6.2.3.2.2.7). ya Beltrán, asesinada en la Guajira.

74
Impunidad
de protección suficientes. Este hecho no sólo constituye En primer lugar, es necesario advertir que la infor-
una alerta de la situación de estas víctimas, sino que debe mación sobre la ubicación de las fosas comunes ha
servir también como generador de acciones concretas provenido principalmente de familiares de las víctimas.
destinadas a acompañar y proteger sus vidas. La toma de
En general, las versiones libres rendidas por los parami-
medidas apropiadas en este sentido, serviría para brindar
litares no han sido una fuente significativa que aporte
a las víctimas la oportunidad real que les sean satisfechos
sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación; así
información sobre la ocurrencia de desapariciones forza-
como para proveer a las autoridades de información cru- das o la existencia de fosas comunes. En algunos casos,
cial para el mejor desarrollo de las investigaciones. (MAPP/ jefes paramilitares han negado su responsabilidad en la
OEA, 2007, párr. 71) comisión de desapariciones forzadas perpetradas por las
estructuras militares que estuvieron bajo su mando o la

Hallazgo de fosas
y exhumaciones precipitadas

En Colombia, la desaparición forzada ha sido una prác- Durante la diligencia de versión libre, la Fisca-
tica generalizada y sistemática.13 A raíz de la expedición lía indagó al jefe del Bloque Resistencia Tayro-
de la Ley 975 de 2005, “la Fiscalía General de la Nación na, Hernán Giraldo, alias el “Patrón”, por su
ha recibido miles de denuncias sobre personas desapa- responsabilidad en 180 casos de desaparición
recidas e información de la ubicación de fosas comunes” forzada. Él sólo reconoció su responsabilidad en
la desa-parición de Gentil Cruz Patiño, represen-
(FGN, 2007b).14 Entre 2005 y 2006, esa entidad en-
tante de una ONG francesa, ocurrida el 11 de
cargó a dos fiscales de la Unidad Nacional de Derechos
septiembre de 2004, en la Sierra Nevada de San-
Humanos y Derecho Internacional Humanitario el desa-
ta Marta. Así mismo, el jefe de las Autodefensas
rrollo del programa de búsqueda de personas desapare- del Magdalena Medio Ramón Isaza reconoció su
cidas. Entre 2006 y 2007 “creó un grupo integrado por responsabilidad en nueve desapariciones forzadas
tres fiscales de la Unidad [Nacional de Fiscalías para la y atribuyó a su hijo muerto, Ómar Isaza, la desa-
Justicia y la Paz], ocho fiscales de apoyo, miembros de parición forzada de 47 personas en la vereda La
las Unidades de Desaparecidos del CTI, 15 investigado- Esperanza de Carmen de Viboral (Antioquia).
res de la DIJIN y cinco investigadores del DAS” (FGN,
2006, p. 25; FGN, 2007b, p. 57). Durante el período Entre quienes brindaron alguna información so-
bre la ubicación de fosas comunes están: el jefe
comprendido entre el 13 de febrero de 2006 y el 31
del Bloque Héroes del Llano y Guaviare, Manuel
de diciembre de 2007, la Fiscalía encontró 1.022 fosas,
de Jesús Pirabán, alias “Don Jorge” o “Pirata”,
realizó la diligencia de exhumación de 1.213 cadáveres
que “condujo a los fiscales a sitios donde fueron
(tres plenamente identificados e información preliminar
inhumados varios cuerpos” (FGN, 2007b, p.
de 454) y entregó a familiares de las víctimas 120 cuer- 56); el jefe del Bloque Élmer Cárdenas, Freddy
pos (FGN, 2007b).15 Rendón, alias el “Alemán”, que prometió reve-
lar la ubicación de 22 fosas comunes que con-
tendrían, aproximadamente, 50 cuerpos; Diego
Fernando Murillo, alias “Don Berna”, que reveló
13 Existen divergencias sobre el número total de perso- la ubicación de una fosa común en el occiden-
nas víctimas de desaparición forzada en Colombia. te de Antioquia, en la que estarían los restos de
Mientras la Comisión Colombiana de Juristas estima cuatro parientes de la señora Marielena Toro,
que serían 31 mil víctimas de este delito, la Fiscalía
integrante de la organización “Madres de la
General de la Nación calcula que serían 10 mil.
Candelaria”; José David Velandia, alias ‘Ste-
14 Última consulta antes de publicación: 14 de enero de ven’, que informó sobre la ubicación de siete
2007. fosas; y Éver Veloza, alias “H. H.”, que reveló
15 Última consulta antes de publicación: 14 de enero de la ubicación de una fosa en el norte del Valle.
2007.

75
sin Democracia, sin derechos
han atribuido a personas muertas. En otros casos, han Incumplimiento de la obligación
aportado alguna información general. de entregar a la niñez vinculada

En segundo lugar, son evidentes las inconsistencias y En Colombia no existen cifras verificables sobre la canti-
errores en que ha incurrido la Fiscalía después de verifi- dad de niñas y niños vinculados a los grupos armados que
car la existencia de las fosas comunes denunciadas. Esta toman parte en las hos­tilidades. Los datos más conserva-
entidad ha precipitado las diligencias de exhumación, dores afirman que pueden estar entre 8.000 y 13.000
pues ha procedido a hacerlas sin contar previamente con (Coalición Colombia y Comisión Colombiana de Juristas,
información y documentación suficiente sobre las perso- 2005). Se cree que al menos uno de cada cuatro com­
nas desaparecidas16 o sin que se presenten circunstan- batientes es menor de 18 años (Human Rigths Watch,
cias que permitan considerar que existe riesgo de que los 2003) y, en ocasiones, esta población puede llegar a ser
perpetradores exhumen los restos mortales de sus vícti- más del 20% en algunas unidades armadas (Defensoría
mas, tal como está previsto en el Plan Nacional de Bús- del Pueblo, 2002). Sus edades de vinculación oscilan
queda. Según la Federación Internacional de Derechos entre los 7 y los 17 años, con un promedio de edad de
Humanos (FIDH), las consecuencias lógicas derivadas de ingreso que en sólo cuatro años descendió de los 13,8 a
esa decisión son un altísimo número de restos humanos 12,8 años (eltiempo.com.co, 2007, 13 de febrero).
sin identificar –tres de 1.213–, que corren el riesgo de No obstante lo anterior, el Instituto Colombiano de
deteriorarse y de nunca ser identificados, y análisis pre- Bienestar Familiar (ICBF) sólo ha atendido entre el 1° de
carios sobre las posibles causas y modalidades de las enero de 2002 y el 14 de junio de 2007 a 1.024 niñas
muertes.17 y niños provenientes de estos grupos, muchos desmovi-
lizados individualmente y otros capturados en operativos
policiales y militares. De tal forma, sólo algo más de 400
16 “Considerando que la identificación forense se basa
menores de 18 años fueron entregados en el marco de
en el cotejo de la información disponible sobre una
persona desaparecida con restos que sean encontra- las desmovilizaciones colectivas (ICBF, 2007). Ante esta
dos, la falta de información concerniente a quienes amplia diferencia entre las posibles cifras, la Defensoría
están desaparecidos hace imposible identificar los del Pueblo señaló lo siguiente:
restos encontrados. Es decir, los restos de personas o
individuos no identificados y que han sido clasificados [L]os grupos armados ilegales no estarían cumpliendo con
como N.N. son almacenados indefinidamente en ins- su obligación de entregar a los menores de edad en el proce-
tituciones oficiales, o inhumados en la parte posterior so de desmovilización. Este comportamiento de los grupos
de los cementerios públicos” (Equitas, 2007). armados al margen de la ley estaría privando de la atención
17 “No es clara la forma en que la Fiscalía está documen- y el restablecimiento de derechos a la población de meno-
tando la causa y manera de las muertes y vinculando esa res de edad afectada por el reclutamiento; pues en muchos
información con los perpetradores: No hay informa- casos, simplemente se está devolviendo a sus regiones o en
ción sobre la forma en que la Unidad de Justicia y Paz el mejor de los casos a sus familias, sin darle oportunidad a
de la Fiscalía está conduciendo y registrando el análisis que el Estado la atienda de manera integral en el programa
de la causa y modo de las muertes. A pesar de tener diseñado para tal fin en el Instituto Colombiano de Bienes-
conocimiento de que los paramilitares utilizan el des- tar Familiar. (Defensoría del Pueblo, 2006, p. 21)
membramiento como forma de tortura, se desconoce
cómo está registrando la Fiscalía esta información, con
el fin de determinar patrones hallados en los restos que
Al preguntársele a la Fiscalía General de la Nación por
indiquen si hay o no un perpetrador común. Conside- la suerte de los niños desvinculados de los grupos para-
rando los vínculos documentados entre paramilitares y
militares, y a la luz de las recomendaciones establecidas
en protocolos forenses internacionales de las Naciones contextualizar los crímenes cometidos y vincular la evi-
Unidas (como el Protocolo de Minnesota de 1991 y el dencia encontrada con él o los perpetradores, en, Fede-
Protocolo de Estambul de 1999), es necesario realizar ración Internacional de Derechos Humanos (FIDH),
un análisis completo de los restos humanos para de- “Colombia, la desmovilización paramilitar, en los tiem-
terminar la causa y el modo de la muerte, así como la pos de la Corte Penal Internacional”, Bogotá, Colom-
evidencia asociada al hecho. Esto es fundamental para bia, octubre de 2007. p. 46

76
Impunidad
militares, informó que “la entrega de menores se realizó otros casos, como el de Jorge Iván Zapata, del bloque
durante la etapa de desmovilización colectiva ante el Go- Catatumbo, éste ha recurrido a declarar su inocencia me-
bierno nacional, dejándolos a disposición del Instituto Co- diante acusaciones a otros paramilitares, en particular a
lombiano de Bienestar Familiar”,18 afirmación que deja la Salvatore Mancuso, uno de los principales comandantes;
sensación de que este requisito ya fue cumplido y, de esta no obstante, en las dos audiencias que hasta el momento
manera, obviando las preocupaciones antes comentadas. se le han hecho a esta persona, no se ha dicho nada al
respecto de los niños y niñas en sus filas.
Frente a ese panorama, en una reciente audiencia
realizada ante la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), organizaciones no gubernamentales
Restitución de tierras y bienes
señalaron que existen, al menos, tres hipótesis sobre el
La historia del paramilitarismo en Colombia está atrave-
paradero de la gran cantidad de niños y niñas que no
sada por el despojo sistemático de tierras y propiedades a
fueron devueltos en el marco de las desmovilizaciones
sus víctimas. La crisis que ha significado esta redefinición
colectivas:
de la propiedad rural, aunada a la situación de desplaza-
la primera, es que los niños y niñas de los grupos para- miento forzado, ha cambiado el mapa territorial del país.
militares habrían sido sustraídos de las desmovilizaciones Un estudio del Grupo Semillas reveló lo siguiente:
colectivas y enviados a otras zonas del país donde ope-
ran otros grupos paramilitares, que no hicieron parte de En Colombia el conflicto ha ocasionado una de las crisis
la negociación con el Gobierno o que se han rearmado; la humanitarias más grandes del mundo que se evidencia
segunda es que estos habrían sido liberados y entregados particularmente en el desplazamiento forzado de miles de
directamente a sus familias, o dejados en sus comunida- colombianos quienes han debido huir de sus lugares de
des de origen, impidiendo que recibieran la atención espe- origen y dejar abandonadas sus viviendas, tierras y demás
cializada del Estado; la tercera, en el peor de los casos, es bienes patrimoniales. Entre 1985 y septiembre de 2005,
que habrían sido ejecutados extrajudicialmente para evadir la cantidad de desplazados por violencia política ascendió
la responsabilidad por el delito de reclutamiento ilícito. No alrededor de 3.6 millones, de los cuales 2.9 millones se
obstante, como bien lo señalamos estas son sólo algunas concentraron en la última década; y se estima por el Cod-
hipótesis, y sobre la realidad de esos niños no se cuenta hes que más de 310.000 personas fueron desplazadas en
con información certera que sirva para determinar su para- 2005. El desplazamiento es muchas veces referido como
dero. (Coalición Colombia y Cejil, 2007, p. 19) una “contrarreforma agraria”, tomando tierra de los sec-
tores más pobres de la población. Se estima que la tierra
Además de lo anterior, en el marco de las versiones arrebatada a través de la violencia se extiende entre 2 y
casi 7 millones de hectáreas. Un estudio estimó que las
libres, la situación sigue siendo preocupante. Algunos de
tierras tomadas por paramilitares de la población interna-
los principales jefes paramilitares han dicho que ellos no
mente desplazada supera dos veces la cantidad de tierra
tuvieron dentro de sus prácticas el reclutamiento infantil dada por el Instituto de la Reforma Agraria entre los años
y, de haber ocurrido, fueron casos aislados de responsa- 1993 y 2002. (Grupo Semillas, 2007)
bilidad de mandos medios. Comandantes como Ramón
Isaza, del Magdalena Medio, y Édgar Fierro, de la Cos- Sobre este mismo tema, la Contraloría General de la
ta Caribe, han señalado que son responsables del uso Nación aseguró:
de niños en actividades militares, pero que no pueden
entregarlos ni confesar individualmente cada uno de los En cuanto a la expropiación sin indemnización, es decir, al
casos, pues, según ellos, no tienen esa información.19 En desplazamiento de los campesinos y sus familias, el des-
pojo de sus propiedades en los últimos 5 años ha afectado
265 mil hogares que, de acuerdo con los cálculos de la
18 Respuesta al derecho de petición de información de la Contraloría, poseían más de 2.6 millones de hectáreas, con
Coalición Colombia, Fiscalía General de la Nación, un valor aproximado de $6.1 billones. Los departamentos
del 4 de julio de 2007. más afectados fueron, en su orden, Antioquia, Caquetá,
19 Diligencia de versión libre realizada el día 23 de mayo Cesar, Chocó, Magdalena, Bolívar y Córdoba. Estas cifras
de 2007 en la Fiscalía Nª 13 para la Justicia y la Paz. son aún más alarmantes vistas en términos comparativos.

77
sin Democracia, sin derechos
En efecto, la población desplazada en los últimos cinco el país; los que, habiendo sido entregados, tienen proble-
años representa el 13% de la población rural y las tierras mas tributarios o embargos; y los que realmente han sido
expropiadas equivalen al 6% de las consideradas de uso entregados al Fondo para la Reparación de Víctimas.
agrícola y de ganadería en el país. (Flórez, 2005)

Aun cuando la situación es realmente crítica, la res- Tribuna en favor del paramilitarismo
puesta del Gobierno y de la administración de justicia,
durante la aplicación inicial de la Ley 975, no ha sido Es una función constitucional y legal de la Fiscalía ser el
adecuada. En las diligencias de versiones libres, los para- director de la investigación penal. Durante las diligencias
militares sólo han realizado ocho ceremonias de entrega de versión libre, en términos generales, se ha podido ob-
formal de bienes destinados al Fondo de Reparación de servar que el papel del Fiscal ha sido pasivo. En su último
las Víctimas.20 Así mismo, algunos de los bienes que han informe sobre el proceso de negociación con los grupos
sido relacionados por los desmovilizados han sido, en paramilitares, la CIDH señaló:
realidad, incautados por autoridades estatales en el mar-
En la diligencia, la actividad del fiscal no es protagónica,
co de su política contra el tráfico de estupefacientes, lo
aunque debe formular preguntas, especialmente en los
cual significa que son objeto de un extenso trámite admi- casos en los que se está en presencia de una posible con-
nistrativo de extinción de dominio que adelanta la Direc- fesión. Sin embargo, en general, la iniciativa recae en el
ción Nacional de Estupefacientes (DNE). Además, no se imputado. En muchas ocasiones esta diligencia da origen
tiene conocimiento preciso de la totalidad de bienes que a un proceso formal, o a una providencia inhibitoria, la
se encuentran en poder de la DNE y su discriminación: cual cierra la investigación temporalmente. (CIDH, 2007,
los que están siendo investigados por fiscales y jueces en párr. 61)

Un ejemplo claro de esta situación se presentó en


20 Hasta el 31 de octubre de 2007 se reportó la realización la sede de Barranquilla de la “Unidad Nacional de la
de ocho diligencias de entrega de bienes destinados
Fiscalía para la Justicia y la Paz”, durante la recepción
al Fondo de Reparación de las Víctimas, relaciona-
dos a continuación: 1) Desmovilizado: Manuel de de la versión libre de Rodrigo Tovar Pupo, alias “Jorge
Jesús Pirabán, alias “Pirata”, integrante del Bloque 40”, desmovilizado del Bloque Norte de las Autodefen-
Héroes del Llano y de Guaviare. Bienes entregados: sas Unidas de Colombia. En esa diligencia, el versionado
3 inmuebles urbanos, 3 vehículos y 154 semovientes. no acató los llamados de la Fiscal para ampliar el relato
2) Desmovilizado: Carlos Mario Jiménez, alias “Ma-
sobre ciertos hechos, dejando más de 800 preguntas sin
caco”, integrante del Bloque Central Bolívar. Bienes
entregados: 1 televisor marca Sony y 2.010 semovien- resolver.
tes. 3) Desmovilizado: José Baldomero Linares, alias
“Guillermo Torres”, integrante del Bloque Meta y Ante ese panorama, las diligencias de versión libre
Vichada. Bienes entregados: un inmueble rural y un se han vuelto un escenario donde los paramilitares de-
inmueble urbano. 4) Desmovilizado: Luis Arlex Aran-
fienden y justifican los crímenes cometidos. Por un lado,
go, alias “Chatarro”, integrante del Bloque Héroes del
Llano. Bienes entregados: 32 millones de pesos, un señalan que éstos fueron practicados contra miembros
vehículo, 652 prendas de vestir y 70 pares de zapatos. de grupos insurgentes, lo cual significa una revictimiza-
5) Desmovilizado: Carlos Mario Jiménez, alias “Maca- ción de las personas que sufrieron esos hechos, pues,
co”, integrante del Bloque Central Bolívar. Entrega de bajo esa idea, ellas o sus familiares hacen o hacían
bienes: 604 semovientes. 6) Desmovilizado: Manuel
parte de las guerrillas y, por lo tanto, todas las accio-
de Jesús Pirabán, alias “Pirata”, integrante del Bloque
Héroes del Llano y de Guaviare. Bienes entregados: nes de los grupos paramilitares se dieron en el marco
500 millones de pesos. 7) Desmovilizado: Freddy Ren- del enfrentamiento entre grupos armados. En la versión
dón Herrera, alias el “Alemán”, integrante del Bloque que rindió el jefe paramilitar Salvatore Mancuso, alias
Élmer Cárdenas. Bienes entregados: 397 semovientes “Mono Mancuso”, comandante del Bloque Catatumbo,
y 4 motores fuera de borda. 8) Desmovilizado: Freddy
se presentó como un «salvador» de Colombia por ha-
Rendón Herrera, alias el “Alemán”, integrante del Blo-
que Élmer Cárdenas. Bienes entregados: 2 inmuebles ber evitado la expansión y consolidación territorial de
urbanos y 2 vehículos. (FIDH, 2007) los diferentes frentes guerrilleros. De igual forma, en la

78
Impunidad
versión del jefe paramilitar Luis Eduardo Cifuentes, alias No obstante lo anterior, en las versiones libres no
el “Águila”, desmovilizado del Bloque Cundinamarca, ha habido mayores confesiones de este tipo de delitos.
él señaló lo siguiente: “yo me considero víctima de la En la diligencia de Juan David Velandia, alias “Steven”,
guerrilla y del Estado porque no hizo lo que tenía que él reconoció algunas prácticas que constituían violencia
hacer”. En este mismo sentido se orientaron las afirma- sexual, pero negó airadamente que las mismas obedez-
ciones del jefe paramilitar Ramón Isaza, alias el “Viejo”, can a una práctica generalizada y sistemática llevada a
desmovilizado de las Autodefensas del Magdalena Me- cabo por los grupos paramilitares; señaló, inclusive, que
dio, quien exigió del Estado el reconocimiento de una tales conductas van en contra de los estatutos y reglas de
pensión de vejez o de alguna medida compensatoria por la organización.22
los servicios prestados.
Respecto de las masacres y ataques sistemáticos
contra la población civil, gran parte de los desmoviliza-
Por el otro lado, cuando los delitos no son justificados
dos que han asistido a las diligencias de versión libre
por la supuesta lucha contrainsurgente, lo son como di-
han negado su participación y responsabilidad en la eje-
námica de «limpieza social» y servicios de seguridad a la
cución de estos delitos. Por ejemplo, Hernán Giraldo no
comunidad. Un ejemplo claro fue la versión libre de Juan
aceptó la responsabilidad en los hechos cometidos en
David Velandia, alias “Steven”, desmovilizado del Bloque
las fincas “Honduras” y “La Negra”, aun cuando un juez
Autodefensas del Magdalena Medio. Él defendió sus crí-
de la República ya lo condenó a 20 años de prisión por
menes, alegando que su labor en la organización era en
estos casos.
este sentido y, por eso, la mayoría de sus 200 víctimas
eran «violadores, prostitutas o drogadictos». En el mismo sentido, el jefe paramilitar Ramón Isaza
continúa negando su participación en la masacre de La
Negación de los delitos más graves
mado ha profundizado la discriminación y violencia
Si bien ha existido una tendencia de los jefes paramili- que históricamente han sufrido las mujeres. Las ne-
tares a justificar sus delitos por una supuesta confron- cesidades específicas de éstas todavía no reciben una
tación con las guerrillas o como actos de defensa de la atención integral de parte del Estado colombiano y
sus voces no son efectivamente incorporadas en el di-
comunidad, cuando se ha indagado acerca de hechos
seño de políticas públicas para remediar el impacto
de extrema gravedad, como la violencia sexual o las especial del conflicto armado en ellas” (Comisión In-
masacres, la respuesta ha sido, en términos generales, teramericana de Derechos Humanos, CIDH, 2006).
negativa. 22 Vale la pena señalar que, aun después de la desmovi-
lización, se conocen casos de violencia sexual atribui-
En materia de violencia sexual, aunque en Colombia bles a los grupos paramilitares. Un caso documentado
el subregistro estadístico es muy grande respecto a la por la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
realidad, varios informes de organizaciones no guberna-
(OACNUDH) sucedió en Policarpo, departamento
mentales (Amnistía Internacional, 2004, p. 1) han deta- de Nariño, el 29 de agosto de 2006, cuando hombres
llado cómo los grupos paramilitares la incluyen dentro de del grupo paramilitar autodenominado “Organización
su accionar como una práctica sistemática. En general, Nueva Generación” (AUC-ONG) violaron a varias
en el marco del conflicto armado este tipo de conductas mujeres durante una de sus operaciones. Información
dada por la OACNUDH, en el marco del grupo de
son cometidas en forma constante, muchas veces, como
trabajo de la Resolución 1612 de 2005 del Consejo
una estrategia para crear un miedo abierto y, de esta ma- de Seguridad de Naciones Unidas, conformado por
nera, entrar a controlar el territorio.21 la Coalición Colombia; Benposta, Nación de Mucha-
chos; la Comisión Colombiana de Juristas; la Funda-
ción Dos Mundos; el Comité Andino de Servicios;
21 La Relatora sobre los Derechos de la Mujer de la el Servicio Jesuita para Refugiados; Fedes, así como
Comisión Interamericana de Derechos Humanos por el Ministerio Público –Procuraduría General de
(CIDH), señora Susana Villarán, durante su visita a la Nación y Defensoría del Pueblo–, y por agencias de
Colombia, en 2005, concluyó que: “[E]l conflicto ar- Naciones Unidas en Colombia.

79
sin Democracia, sin derechos
Rochela, a pesar de que todas las pruebas existentes –in- Bibliografía
cluyendo la sentencia internacional emitida por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) contra
el Estado por su responsabilidad en ese hecho– compro- n Amnistía Internacional (2004, octubre). Colom-
meten seriamente su responsabilidad. bia. Cuerpos marcados, crímenes silenciados: violen-
cia sexual contra las mujeres en el marco del conflicto
armado. AMR 23/040/2004.
***
n Cambio (755, 2007, 20-26 de diciembre). Tarea de
En contravía de la jurisprudencia de la Corte Constitu-
titanes, p. 30.
cional, se ha consolidado un cuerpo de decretos, reso-
luciones gubernamentales y prácticas institucionales de n Coalición contra la vinculación de niños,
las fiscalías de “Justicia y Paz” que obstaculizan, limitan niñas y jóvenes al conflicto armado en Co-
y, en algunos casos, niegan a las víctimas, familiares y lombia y Comisión Colombiana de Juristas
representantes sus derechos a la verdad y a la justicia. (2005). Informe alterno al Comité de los Dere-
Se hace urgente la derogación de la normativa inconsti- chos del Niño. Bogotá, Colombia.
tucional que reglamenta el proceso de desmovilización
de los grupos paramilitares y el procedimiento judicial n Coalición contra la vinculación de niños,
que les cobija, de manera que en su lugar se expida un niñas y jóvenes al conflicto armado en Co-
marco legal que cumpla plenamente los estándares inter- lombia y Cejil (2007, 18 de julio). Informe sobre
nacionales y postulados constitucionales que reconocen la situación de niños, niñas y jóvenes vinculados al
los derechos de las víctimas. conflicto armado en Colombia: falencias en el pro-
ceso de desvinculación de niños, niñas y jóvenes de
los grupos paramilitares. Presentado a la Honorable
Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
Washington D.C.

n Comisión Colombiana de Juristas y Colectivo de


Abogados José Alvear Restrepo (2006). Desmovili-
zación paramilitar: el Gobierno prohíja la impuni-
dad. En Plataforma Colombiana de Derechos
Humanos, Democracia y Desarrollo. Deshacer el
embrujo. Alternativas a las políticas del gobierno de
Álvaro Uribe Vélez. Bogotá: Plataforma Colombiana
de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo.

n Corte Interamericana de Derechos Humanos,


CIDH (1999). Caso de los niños de la Calle (Villa-
grán Morales y otros). Sentencia de 19 de noviem-
bre de 1999, párr. 227.

n Comisión Interamericana de Derechos Humanos,


CIDH (2006). Las mujeres frente a la violencia y
la discriminación derivadas del conflicto armado en
Colombia. OEA/Ser.L/V/II, Doc. 67, 18 de octu-
bre de 2006.

n _____ (2007). Informe sobre la implementación de


la Ley de Justicia y Paz: etapas iniciales del proceso

80
Impunidad
de desmovilización de las AUC y primeras diligencias n Grupo Semillas (2007). Editorial. Semillas en la
judiciales, OEA/Ser.L/V/II, 2 de octubre de 2007. economía campesina, 30.

n Defensoría del Pueblo (2002). Informe sobre los n Human Rigths Watch, (2003) Aprenderás a no
derechos humanos de la niñez en Colombia durante llorar. Niños combatientes en Colombia. New
el año 2001. Bogotá: Defensoría del Pueblo. York, E.E.U.U. Disponible en: http://www.
hrw.org/spanish/informes/2003/colombia_
n _____ (2006). Caracterización de los niños, niñas y ninos.html
adolescentes desvinculados de los grupos armados ilega-
les: inserción social y productiva desde un enfoque de n Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)
derechos humanos. Bogotá: Defensoría del Pueblo. (2007). Oficio No. 030558, de fecha 15 de junio de
2007, dirigido a Alirio Uribe Muñoz.
n El Tiempo (2006, 14 de diciembre). Hora de la ver-
dad en juicios a ‘paras’, p. 1-4. n Misión de Apoyo al Proceso de Paz, MAPP/OEA
(2007). Noveno informe trimestral del secretario
n eltiempo.com.co (2007, 13 de febrero). Niños que general al Consejo Permanente sobre la Misión
fueron reclutados por grupos paramilitares deben de Apoyo al proceso de paz en Colombia, 03 de
ser entregados, pide Defensor del Pueblo. Dis- julio de 2007.
ponible en: http://www.eltiempo.com/conflicto/
noticias/ARTICULO-WEB-NOTA_INTE-
RIOR-3437109.html.

n Fédération Internationale des Ligues des Droits


de I’Homme, FIDH (2007, octubre). Colombia,
la desmovilización paramilitar, en los caminos de la
Corte Penal Internacional. Paris: FIDH.

n Fiscalía General de la Nación, FGN (200), Bo-


gotá, Colombia. Informe de gestión 2005-2006,
Bogotá, Colombia, Imprenta Nacional. Disponi-
ble en: www.fiscalia.gov.co/pag/divulga/gestionca-
lidad/informe%20de%20gestión%202005-2006.
pdf

n _____ (2007a). Informe de gestión 2006-2007, Bo-


gotá, Colombia, Imprenta Nacional. Disponible
en: www.fiscalia.gov.co/pag/divulga/gestioncali-
dad/Informe%20Fiscalía%202006-2007.pdf

n _____ (2007b). Exhumaciones. Bogotá. Disponi-


ble en: www.fiscalia.gov.co/justiciapaz/EXH/EX-
HUMACIONES.htm.

n Flórez Enciso, Luis Bernardo (2005, 24 de no-


viembre). El desplazamiento forzoso de los colom-
bianos y sus impactos patrimoniales. Intervención
del Vicecontralor General de la República en el
seminario internacional Territorio, Patrimonio y
Desplazamiento, Bogotá, Colombia.

81
sin Democracia, sin derechos
CRÓNICA

Las víctimas del paramilitarismo:


entre luces y sombras
Juan Diego Restrepo E.*

La historia de Manuel y Rosa es similar a la de miles de colombianos


que, acosados por la guerra, huyeron de sus tierras dejándolo todo,
hasta sus muertos. Hoy, frente a los procedimientos previstos
por la Ley de Justicia y Paz, reclaman verdad, justicia y reparación.

Manuel Henao y Rosa Carvajal fueron obligados por grupos parami-


litares a abandonar San Vicente, un municipio del Oriente Antioqueño.
Fueron acusados de desarrollar trabajos comunitarios apoyados por la
guerrilla. Con seis hijos y la decisión de mantenerse unidos, dejaron todo
atrás y se fueron para Medellín. De eso hace ya ocho años. Y no han
podido volver.

De sus palabras surgen aquellos recuerdos que los llevaron a unirse


en matrimonio en 1978. Ambos comprendieron, cada uno por su lado
y luego juntos, que su vida no se limitaría a labrar el campo y criar a
sus hijos. El propósito era ayudar a sus vecinos, amigos y paisanos a
trabajar en comunidad para alcanzar aquellos pequeños desarrollos que
les mejoraran su calidad de vida. De sus iniciativas surgieron labores en
electrificación rural, mejoramiento de vivienda y construcción de caminos
veredales.

Los esfuerzos de Manuel y Rosa, apoyados por la Asociación Nacional


de Usuarios Campesinos (ANUC), los llevaron a ser reconocidos como
líderes de la comunidad de San Vicente, pero también a ser señalados por
grupos paramilitares como cercanos a la guerrilla.

Tanta capacidad de liderazgo no era posible sin esa supuesta ayuda


insurgente, señalaban los comandos paramilitares que operaban en la
subregión del Oriente Antioqueño. Por eso había que obligarlos a des-
plazarse. Corría el año 1999. “Nos salvamos porque me avisaron con
tiempo que estaba en la lista negra y debía desocupar el pueblo antes de
que nos asesinaran, porque era líder de la comunidad y quien nos acusó
* Periodista de la Agencia de Prensa del Insti- se justificó diciendo que lo que habíamos hecho era con el apoyo de la
tuto Popular de Capacitación (IPC). guerrilla”, narra Rosa.

82
Crónica
Su historia es similar a la de casi cuatro millones de colombianos y colombianas que
han sido desplazados de manera forzada. Otros más tuvieron que afrontar la desaparición
y la muerte de algunos de sus seres queridos, asesinados tras ser acusados, injustamente,
de ser auxiliadores o simpatizantes de la insurgencia. Pero hoy, cuando los mecanismos
jurídicos han sido activados en el marco del proceso de negociación y desmovilización
que adelanta el Gobierno nacional con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), esas
víctimas acuden a los despachos judiciales a exigir verdad, justicia y reparación.

Pero el reclamo no ha sido fácil. Animados por la vaga ilusión de escuchar que
sus parientes están vivos y pronto volverán a casa, que sus tierras les serán devueltas,
o que sobre ellos no pesa ya ninguna amenaza, cientos de familiares de víctimas de
los grupos paramilitares han asistido, casi que con fervor religioso, a las audiencias
de versión libre de los ex comandantes de las AUC ante los fiscales de la Unidad de
Justicia y Paz.

Algunas personas viajan durante pocos minutos, otras tienen que hacer largas jor-
nadas de viaje, pero unas y otras tienen el mismo destino: llegar hasta aquellos sitios
habilitados por la Fiscalía General de la Nación para ver y escuchar a quienes tuvieron
bajo su responsabilidad grandes ejércitos ilegales, que en medio de su accionar mataron
y desaparecieron a miles de personas, en una guerra que no respetó distinciones entre
combatientes y civiles.

A esta cita llegan cargadas de esperanzas, pero también de desasosiego, de dudas,


de temor. Ser familiar de una víctima del paramilitarismo en este país no es fácil. “Me
parece que esta sociedad tiene una mirada o bien ‘miserabilista’ de las víctimas, es decir,
‘pobrecitos ellos’, o bien hay toda una mirada crítica: ‘es que están poniendo mucho pro-
blema y están enredando la cosa y no van a permitir que haya un proceso de paz’. Y aquí
la paz se pone como un horizonte en donde las víctimas tendrían que entrar a sacrificar
sus demandas, lo que ya enreda y hace más complejo el panorama”, dice María Teresa
Uribe, investigadora del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia y
especialista en temas de conflicto y paz.

Desde que comenzaron las audiencias de versión libre de los ex jefes paramilitares,
el 19 de diciembre de 2006, en aplicación de la Ley 975 de 2005, llamada de Justicia
y Paz, cientos de personas en Bogotá, Medellín y Barranquilla, los han escuchado atenta
y pacientemente, esperando que de sus trágicas narraciones afloren los nombres de sus
esposos, esposas, hijos, hijas, hermanos, hermanas, nietos y nietas, y se enteren de una
vez por todas por qué los desaparecieron, qué pasó con ellos, si están vivos o muertos,
y si perecieron, dónde están sus restos.

En muchas ocasiones, la espera ha sido vana, pues aquellos que declaran no dan
detalles de sus acciones ni de las de sus hombres. Se limitan a justificar su guerra,
incluso ofendiendo a las víctimas, tal como lo hizo, el 7 de junio de este año, Fredy
Rendón Berrío, alias el Alemán, comandante del Bloque Élmer Cárdenas de las AUC,
cuando en medio de sus descargos ante el fiscal, las llamó “amigas invisibles”, y agregó
que aquellos que fueron asesinados eran integrantes de grupos insurgentes, “que fueron
neutralizados”.

83
sin Democracia, sin derechos
Barranquilla y Medellín han vivido expresiones de apoyo, solidaridad, agradecimien-
to y afecto de ex combatientes y sus familias, así como de simpatizantes de la causa
paramilitar, a los ex comandantes. Ejemplo de ello ocurrió el 7 de junio de este año en
las afueras del edificio de la Justicia de Barranquilla, donde se congregó un grupo de
indígenas de las etnias koguis, arhuacos y arsarios provenientes de la Sierra Nevada de
Santa Marta, para presentarle sus saludos y respetos al ex jefe paramilitar Hernán Giral-
do, quien comandó el Bloque Tayrona de las AUC.

Pero donde más se dieron manifestaciones masivas de apoyo a los ex comandantes


fue en Medellín. Las confesiones de Fredy Rendón Berrío, Carlos Mario Jiménez Naranjo,
alias Macaco, y de Diego Fernando Murillo Bejarano, alias don Berna, sobre masacres,
desapariciones forzadas, torturas, desplazamiento forzado, violaciones sexuales a muje-
res y apropiación de tierras colectivas de comunidades campesinas, negras e indígenas,
estuvieron acompasadas por nutridos grupos que, incluso, llegaron al centro adminis-
trativo La Alpujarra con papayeras, grupos vallenatos y pasacalles con frases de afecto
y solidaridad, con la permisividad de la Alcaldía de Medellín, pues en ningún momento
salió a cuestionarlos y, al contrario, les restringió el espacio a las organizaciones de víc-
timas que acudían al edificio de Justicia a expresar su rechazo a la guerra y a reclamar
una verdadera justicia, con verdad y reparación.

Las familias de las víctimas no sólo han tenido que soportar las masivas expresiones
festivas a favor de los ex jefes paramilitares, sino la soberbia de éstos, quienes no han
evidenciado en sus versiones mayores signos de arrepentimiento. Además, se han visto
enfrentadas a persecuciones, maltrato y a la muerte.

“Por eso es que a las audiencias públicas no hemos ido, porque no tenemos la pro-
tección que el Estado nos debe brindar, yo realmente me siento perseguida, me siento
con miedo”, explica Rosa, quien de manera abierta expresa que no le interesan las
audiencias de los ex comandantes de las AUC: “¿Sabe qué nos interesa? Que nuestras
víctimas estén muy bien, como lo están los victimarios; que tengamos derecho a lo que
verdaderamente el Estado nos tiene que ofrecer. Es que no podemos seguir así a la de-
riva, escondiéndonos de parte y parte, y que se nos brinde la protección debida, porque
si no nos dan protección no podemos estar ahí. A quienes van a las audiencias salen
señalados y los matan”. Y de inmediato surge el nombre de Yolanda Izquierdo, quien
murió asesinada el 31 de enero de 2007, simplemente por reclamar la verdad sobre el
despojo de tierras en el municipio de Valencia, departamento de Córdoba.

Y es justamente sobre la falta de protección a las víctimas que Human Rights Watch
llama la atención: “En el país no hay una protección real para las víctimas. La ley general
dice que deben participar en el proceso, y la Corte Constitucional ha establecido una
serie de derechos que tienen las víctimas en materia de participación, pero para poder
participar realmente tienen que recibir ciertas garantías de seguridad y aún no están
dadas”, explica María McFarlan, especialista en Colombia de esta organización no guber-
namental estadounidense, y de paso cuestiona al Gobierno nacional porque, a su juicio,
no hay acciones eficaces en ese sentido: “acaba de aprobar un decreto sobre protección
a víctimas, que dice, básicamente, que se va a establecer un programa y que lo van a
diseñar, pero avanza muy lentamente”.

84
Crónica
Al respecto, Rosa se pregunta: “¿Cómo se justifica que una persona que causó tanto
terror y tanta angustia y tanto dolor sea beneficiada por el Estado, mientras que noso-
tros, las víctimas, estemos solas, abandonadas?”. Y esta líder de la ANUC no vacila en
responder:

En Colombia no se ha establecido una ley para las víctimas, pero sí para los victimarios, a
quienes se les ha prestado más atención y se les ha brindado el apoyo necesario para ellos vi-
vir con sus familias. A las víctimas no. Salimos desplazadas del campo, llegamos a la ciudad,
muchas veces sin conocer un semáforo, sin saber pasar una calle y analfabetas, recorremos
calles haciendo lo que nunca hemos hecho, porque nuestro entorno es el campo, nos llevan de
oficina en oficina, de investigación en investigación, y quedamos en las mismas.

Iván Cepeda Castro, uno de los voceros del Movimiento Nacional de Víctimas de
Crímenes de Estado, e hijo del asesinado senador de la Unión Patriótica Manuel Cepeda
Vargas, rescata los aspectos organizativos y de visibilización de las víctimas que han
surgido en el marco de la aplicación de la Ley de Justicia y Paz. Centra su apreciación en
aquellos avances logrados a partir del trabajo de organizaciones de derechos humanos
y de víctimas que, desde hace varios años, incluso antes de aprobarse la Ley y de que
se comenzara a hablar de verdad, justicia y reparación, adelantaron una labor de docu-
mentación de los casos, de promoción de iniciativas contra la impunidad, y de memoria
histórica; le suma a ello, las investigaciones de la Corte Suprema de Justicia, que han
dinamizado el proceso penal contra los ex comandantes paramilitares, las decisiones de
la Corte Constitucional tendientes a fortalecer la Ley de Justicia y Paz, y los fallos de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos.

“Este proceso no se mueve sino es a partir de presiones externas a la misma Ley de


Justicia y Paz, por ello no quisiéramos que este balance quede subsumido en parte de
este proceso; reconocemos que es una parte importante, pero no es la totalidad. Esos
otros espacios han generado para las víctimas posibilidades que son muy importantes y
que forman una parte sustancial de todo el panorama”, dice Cepeda.

No obstante, el activista en derechos humanos reconoce las limitaciones que la Ley


le impone a las víctimas: “La participación de las víctimas en las audiencias es todavía
mínima, porque no se han creado las condiciones de infraestructura ni de transporte para
que miles de personas puedan acceder a estas instancias, pero además porque existe
una grave falta de garantizar el derecho a la protección y a seguridad, así como el hecho
de que la defensa legal sea inexistente, desproporcionado entre abogados y asesores
legales para el universo de víctimas existentes”.

Además, resalta que pese a las evidencias sobre las reiteradas violaciones de la
Ley de Justicia y Paz por parte de los ex paramilitares, aún no se genera ningún tipo de
medidas sancionatorias, sólo se han impuesto algunas acciones de segundo orden, como
por ejemplo el traslado de cárcel, pero lo sustancial, que ha sido contribuir al desman-
telamiento del grupo, entregar bienes de manera significativa y contribuir a la verdad,
ha sido un permanente forcejeo en el que los paramilitares se callan los aspectos más
importantes de la verdad.

85
sin Democracia, sin derechos
Manuel, el campesino de la ANUC, intuye qué se silencia: “El paramilitarismo en
Colombia no es representado por los victimarios, por los que masacraron a la gente,
esos son los peones de la guerra. Los verdaderos promotores del paramilitarismo están
en la sombra, hay empresas, industriales, que apoyaron eso y nadie se ha atrevido a
denunciarlos”.

La reflexión de este labriego antioqueño le sirve a Cepeda para expresar su preocu-


pación por lo que él llama “el significado y el sentido de los hechos del paramilitarismo
en Colombia”. A su juicio, el país ya no necesita una elaboración cuantitativa de hechos.
“Está claro que los paramilitares asesinaron y desaparecieron a miles de personas, por
eso sentarse ante un fiscal con una lista de nombres no es la revelación de la verdad. La
verdad debe consistir en entender el significado y el sentido que han tenido sus acciones,
aquí no es un problema de descripción de los hechos criminales sino de entender su lógi-
ca. Es allí donde se revelaría realmente la historia del paramilitarismo en Colombia”.

Cepeda señala que desde el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Es-


tado, se le ha propuesto a la Fiscalía General de la Nación aplicar en sus investigacio-
nes el modelo propio de los crímenes de lesa humanidad. La idea es darles un carácter
sistemático a los crímenes que se están revelando con el fin de desarrollar patrones
metodológicos de investigación que permitan revelar, más allá de hechos puntuales y
aparentemente inconexos, la verdad sobre el paramilitarismo y, en particular, la verdad
acerca de sus gestores y beneficiarios reales.

En ese sentido, el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado ha insistido en que


las contadas revelaciones sobre la responsabilidad de terceros que no están incluidos
dentro de la Ley de Justicia y Paz deberían ser investigadas, entre ellos los militares,
miembros del alto Gobierno, y también de empresarios, terratenientes y ganaderos.

Para llegar allí es importante la fase siguiente a las audiencias de versión libre, que
consiste en los interrogatorios de los fiscales. Ahí es donde solicitamos que interroguen
de manera clara y exhaustiva, y se hagan preguntas con el modelo de investigación pro-
puesto, para que las víctimas puedan conocer las causas y los beneficiarios del accionar
paramilitar”, precisa Cepeda.

Cepeda insiste en que los fiscales deben ser exhaustivos en aclarar cuáles son las
estructuras financieras de las empresas criminales creadas por los paramilitares, dónde
están invertidos los capitales, qué ha pasado con las tierras usurpadas y cuáles son
las nuevas modalidades de testaferrato. “Si esa maquinaria queda intacta, se generan
condiciones para que estos sectores que han ejercido la violencia y no muestran ningún
arrepentimiento vuelvan a repetir”, sentencia Cepeda.

Pero en ese panorama aparece una propuesta cuestionable: la reparación de las


víctimas por vía administrativa, presentada en mayo pasado por la Comisión Nacional de
Reparación y Reconciliación como una medida eficiente para retribuirles a las víctimas
sus pérdidas humanas y materiales de una manera más ágil, pues por la vía judicial será
un proceso demorado. El temor sobre la reparación administrativa es que podría dejar
por fuera cualquier discusión sobre la usurpación, robo y compra a bajo precio de tierras.

86
Crónica
Si se aplica con un criterio monetario e indemnizatorio, se convertiría en un mecanismo
de impunidad.

“Reconocemos que muchas víctimas viven una situación económica muy difícil, pero
el problema es que la reparación por vía administrativa suplante o niegue cualquier
investigación de fondo sobre el poder económico de los paramilitares”, afirma Cepeda y
advierte que el actual proceso “no generará condiciones de no repetición satisfactorias si,
al final de él, los paramilitares y sus aliados terminan con sus riquezas intactas”.

Mientras que las discusiones judiciales, administrativas y políticas se suceden una


tras otra, personas como Manuel Henao y Rosa Carvajal esperan volver a su pueblo a
continuar trabajando en la dignificación de la vida campesina. Hoy, su vida, como la de
miles de víctimas, se mantiene en un claroscuro, pero todos sueñan con la luz al final del
túnel, a donde esperan llegar con vida. Esa debe ser la recompensa a tanto dolor.

87
sin Democracia, sin derechos
a l e s r a les
c u l t ucri a l e s y c u l t u
c i a l e s y i c o s , so
s , s o c o nóm
micoDerech o s e

88
o p ara t odos?
esa r r o l l
¿D
Yepes*
Alberto

El enfoque de los Objetivos del Milenio (ODM) ha sido utilizado


en Colombia de manera perversa, como si se tratara
sólo de reemplazar la política social por un programa de asistencias
mínimas para mantener a los pobres en los niveles básicos
de la subsistencia biológica, pero sin garantizarles acceso integral
a todos los niveles de los derechos humanos básicos
y sin poner en cuestión la injusticia del sistema de desigualdad
en su conjunto.

Los Estados tienen la obligación de garantizar el acceso pleno a los


Derechos Humanos Económicos, Sociales y Culturales (DHESC), de todos
los ciudadanos y ciudadanas, sin ningún tipo de discriminación, por el
solo hecho de ser personas, mas no por ser pobres o haber sido clasifica-
dos en situación de extrema pobreza. Las metas sociales contenidas en la
Declaración del Milenio,1 conocidas como Objetivos del Milenio (ODM),
cuya intención es desarrollar acciones contra la pobreza de los sectores
víctimas del modelo económico y social imperante en los últimos años, no
reemplazan las obligaciones generales y, por el contrario, tienen sentido
en cuanto signifiquen compensaciones adicionales a los sectores más
pobres de la población, que los habiliten para ejercer, en pie de igualdad,
el goce pleno de sus derechos humanos sociales.

Como prestaciones suplementarias que buscan garantizar lo mínimo


de lo mínimo2 a los sectores más rezagados de la sociedad, los ODM fue-

1 “En el año 2000, en el marco del período de sesiones de la Asamblea


General de las Naciones Unidas, se llevó a cabo la Cumbre del Milenio,
del 6 al 8 de septiembre, que reunió a 191 países, representados por sus
más altas autoridades, incluyendo a 147 jefes de Estado y de Gobierno.
En esta Cumbre se adoptó la Declaración del Milenio.” (Programa de
* Coordinador Campaña Colombia sin Pobre-
las Naciones Unidad para el Desarrollo, s.f.).
za, investigador de la Asociación de Trabajo
Interdisciplinario (ATI), organización inte- 2 Así concebidos, los ODM son un conjunto de asistencias sociales mí-
grante de la Coordinación Nacional de la nimas que buscan aliviar la penosa situación de los sectores más pobres
Plataforma Colombiana de Derechos Huma- en el mundo, los cuales, sin embargo, al estar formulados por debajo
nos, Democracia y Desarrollo. de los estándares mínimos, establecidos desde hace más de 40 años

89
sin Democracia, sin derechos
ron acordados en una dimensión muy restringida, limi- el país campeón en el cumplimiento de las Metas del
tada y minimalista de la asistencia social a los pobres, Milenio.5
con el fin de que pudieran ser alcanzados incluso por los
países más empobrecidos y de menos recursos, como los El uso perverso y antisocial de los ODM
países del África Subsahariana. Pero, en América Latina y
sobre todo en países clasificados como de ingreso medio- Los objetivos de la Declaración del Milenio tienen que ver
alto como Colombia, estos objetivos resultan claramente con la disminución a la mitad de la pobreza extrema y el
insuficientes y limitados, y en ausencia de coberturas hambre; garantizar agua potable a la mitad de la pobla-
universales de la política social representan un marco in- ción que no la tiene; educación, pero únicamente hasta el
adecuado para luchar eficazmente por la eliminación de nivel primario; promover la igualdad de género, pero sólo
la pobreza. De ahí que la misma Declaración del Milenio en lo que respecta a cobertura paritaria de educación;
obligue a los países firmantes a adaptar sus metas –a reducir en dos terceras partes la tasa de mortalidad de
partir de este piso mínimo– a los niveles de desarrollo los niños y las niñas menores de cinco años, y en tres
alcanzados, a los recursos disponibles y a las condiciones cuartas partes la tasa de mortalidad materna; combatir y
sociales de su propia población. evitar la propagación de enfermedades como la malaria,
la tuberculosis y el VIH/sida; promover la incorporación de
Es decir, los ODM no suplen, ni sustituyen las obli- los principios del desarrollo sostenible; y lograr una “alian-
gaciones internacionales y constitucionales que el Es- za mundial para el desarrollo” con algunos compromisos
tado colombiano tiene con el logro y la garantía plena financieros y comerciales entre países ricos y pobres.
de los DHESC, ni eximen de avanzar progresivamente y
A primera vista, estas metas parecen un logro frente
con eficacia para su cumplimiento y garantía para to-
a la realidad de exclusión e injusticia globalizada, pero,
dos y todas. Un Estado que no ha tenido la voluntad
en verdad, la Declaración se rige por una perspectiva
para garantizar a gran parte de la población ni siquiera
de mínimos, de modo que las políticas sociales pue-
los niveles mínimos esenciales de los DHESC, y que ha
dan seguir siendo asumidas en una lógica legitimadora
sido señalado reiteradamente en distintas instancias de
y compensatoria de los daños inevitables que producen
las Naciones Unidas por incumplir obligaciones esen-
las políticas económicas, cuando éstas se sostienen en
ciales asumidas en virtud del Pacto Internacional que
el modelo de organización global que prioriza al merca-
los consagra,3 no puede utilizar el pretendido compro-
do como regulador del acceso a los bienes básicos. Así,
miso con los ODM para desmontar las garantías bási- los ODM permiten continuar con las políticas de ajuste
cas que en esta materia se han logrado,4 y al mismo macroeconómico en los países en desarrollo, sin poner
tiempo presentarse nacional e internacionalmente como en cuestión las causas que generan y amplían la des-
igualdad, y reproducen las dinámicas de concentración
en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, económica neoliberal.
Sociales y Culturales, constituyen un retroceso frente
a compromisos anteriores. Éticamente, no es sostenible una interpretación de
la Declaración que admita que existiendo recursos sufi-
3 Se hace referencia principalmente al Pacto Interna-
cional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(PIDESC), ratificado por Colombia mediante Ley 74
de 1968.
5 En su discurso ante la Asamblea General de Nacio-
4 Tal y como se ha venido haciendo, por ejemplo, con nes Unidas, el 9 de septiembre de 2007, el presidente
el reciente recorte de las transferencias, que dismi- Uribe afirmó: “tenemos tres objetivos de Gobierno:
nuyó la fórmula que la Constitución de 1991 consa- consolidar la seguridad democrática, consolidar la
graba para la provisión de algunos derechos sociales, confianza inversionista y lograr nuestro programa so-
con la reforma tributaria y las innumerables priva- cial, más ambicioso que las metas de los Objetivos So-
tizaciones de grandes empresas sociales del Estado, ciales del Milenio, que aspiramos a cumplir antes de
como Telecom, el Instituto de Seguros Sociales (ISS) la fecha prevista por las Naciones Unidas” (Semana.
y Ecopetrol. com, 27 de septiembre de 2007).

90
Derechos económicos, sociales y culturales
cientes en la humanidad para solucionar el hambre y la previamente como en situación de extrema pobreza. La
pobreza en el mundo, sólo se busque aliviar a la mitad de Red Juntos para la Superación de la Pobreza Extrema,8
la gente que las padecen hoy, y que la otra mitad pueda presentada como eje de la estrategia nacional para el
morir de hambre o de sed, más aún, cuando instancias de cumplimiento de los ODM, es un plan basado en sub-
Naciones Unidas afirman que la producción potencial de sidios, de por sí precarios, para 1.500.000 familias,
alimentos en el planeta tiene capacidad para abastecer a distribuidos a través del Programa Familias en Acción.9
12 mil millones de seres humanos,6 es decir, al doble de Las metas del Programa prevén que de este número de
la población mundial, quedando claro que el problema del familias que van a ser atendidas durante el cuatrienio,
hambre y la pobreza no depende de la escasez, sino de un 80% deberán “egresar” del Programa en el mismo
la distribución injusta, es decir, no es un asunto de caren- período. Aunque no se especifica muy bien qué quiere
cias, sino de falta de voluntad política y conciencia ética. decir con ello, puede suponerse que si el Programa está
destinado a la población en pobreza extrema, “egresar”
Coherente con esa lógica de mínimos, el Estado co- puede significar algo así como “graduarse” y pasar a ser
lombiano, que suscribió la Declaración en 2000, ha visto simplemente pobre o pobre a secas y engrosar la alta
en la promoción de los ODM la mejor coartada para redu- porción de la población colombiana que constituye el res-
cir y desmontar sus obligaciones frente a la realización de to de los pobres extremos no seleccionados; los pobres
los derechos sociales. Por medio del Consejo Nacional de moderados, los trabajadores y las capas medias, que
Política Económica y Social (Conpes), el Gobierno lanzó suman casi el 60% de la población colombiana, y que
el Documento Conpes 091 de marzo de 2005 como el tendrán que arreglárselas por su cuenta, adquiriendo en
plan estratégico para cumplir las Metas del Milenio,7 el el mercado los servicios y derechos sociales que antes
cual aparece con cinco años de retraso frente a lo pac- estaban en cabeza del Estado, y para cuya financiación
tado internacionalmente, ya que las medidas para poner la Constitución de 1991 había establecido una fórmula
en práctica tales compromisos debieron ser implementa- de participación progresiva, que hoy ha sido desmontada
das desde 2000, fecha de adopción, y estipuló 15 años por la reforma constitucional al Sistema de General de
para su cumplimiento. Incluso, decidió apartarse del Participaciones.10
compromiso universal de lograr tales metas al año 2015,
corriendo la fecha al año 2019, para, según su visión Para que el cuadro fuera completo, el Gobierno con-
provincial, hacer coincidir los logros con la celebración trató, a un elevado costo económico, a un grupo de téc-
del II Centenario de la Batalla de Boyacá, para lo cual
incluyó las metas sociales de los ODM en el documento
8 Departamento Nacional de Planeación (2007a).
denominado Visión 2019 - Segundo Centenario.
9 A partir del año 2007, el monto de los subsidios con-
Paralelamente, diseñó y puso en funcionamiento al- dicionados que Familias en Acción entrega cada dos
gunos programas asistenciales de transferencias de sub- meses a las familias beneficiarias seleccionadas es $100
mil para nutrición por familia, $30 mil por niño para
sidios condicionados a una parte de la población definida educación en primaria y $60 mil para secundaria (Li-
bro Blanco de la Seguridad Ciudadana y la Conviven-
cia de Bogotá, 2007).
6 El Relator Especial de Naciones Unidas para el Derecho
10 Hoy existen 600.000 Familias en Acción y la meta
a la Alimentación, Jean Ziegler, ha expresado que “El
gubernamental es alcanzar 1.500.000 familias. Para
hambre no es inevitable, porque el planeta tiene capa-
ello se tiene proyectado manejar un presupuesto para
cidad para producir alimentos que aporten 2.100 kilo-
el programa de Familias en Acción y conexos de 18,7
calorías por día a 12.000 millones de personas, el doble
billones de pesos en el cuatrienio, que corresponden
de la población mundial actual. Lo que se requiere es
justamente a los cerca de 5 billones de pesos anuales
un compromiso político para poner fin a las injusticias
que se han sustraído a las regiones mediante la refor-
y la corrupción, que hacen a los pobres más pobres y a
ma constitucional que traslada los recursos de transfe-
los ricos más ricos. Necesitamos soluciones políticas, y
rencias por salud y educación a la bolsa para la política
no complicadas soluciones técnicas” (cfr. Raja, 2005).
social, gestionada ahora desde una agencia de manejo
7 DNP-Conpes Social (2005). directo de la Presidencia de la República.

91
sin Democracia, sin derechos
nicos de clara orientación neoliberal, a los que denominó dose solamente reducir en un 55% este indicador para el
“Misión para el Diseño de una Estrategia de Reducción de año 2015.13 Más grave aún es la situación en cuanto a
la Pobreza y la Desigualdad”,11 con el cometido de dise- la prevención y atención del VIH/sida, por cuanto la meta
ñar una metodología que pudiera demostrar –contra toda de detener y comenzar a revertir la propagación de esta
evidencia– que la pobreza se habría reducido de manera epidemia se formuló mediante un objetivo nacional que
acelerada desde comienzos del actual gobierno. Producto no refleja ninguna disposición para detener su expansión.
de sus “estudios”, la Misión estableció que la pobreza se En efecto, partiendo de un nivel de referencia de 0,4%
habría reducido un 19,1% entre 2002 y 2006, de modo de prevalencia de VIH/sida entre la población en el año
que ahora solo el 45,1% estaría en tal situación, en tanto 1990, lo que se propone es que no supere el 1,2% en
que el porcentaje de personas en situación de pobreza la población de 15 a 49 años,14 es decir, tres veces la
extrema se habría reducido casi a la mitad en los últimos proporción inicial, con lo cual, en realidad, se tendría en
cuatro años, al pasar del 22% al 12% de la población.12 el año 2015 un verdadero problema nacional de salud
Esta última fracción sería la afortunada beneficiaria de pública.
los subsidios condicionados de Familias en Acción; claro
está, si las familias allí incluidas tuvieren la suerte de A la anterior situación se llega después de apreciar
ser seleccionadas como beneficiarias de los programas que el Objetivo del Milenio para la cobertura nacional
oficiales. de antirretrovirales solo se aumentará en un 15% para
el año 2010 y en un 30% para el año 2015. La razón
La interpretación amañada de la Declaración del Mi- –aunque el documento no lo dice– está en los impactos
lenio realizada por el Gobierno colombiano no consiste que en el acceso a los medicamentos esenciales tendrán
solamente en utilizar el piso mínimo de los compromisos tanto la firma del TLC con EE. UU. como el Acuerdo de
como meta máxima a lograr, sino que, peor aún, en va- Asociación Económica con Europa. En un país donde cer-
rios de los ODM asumidos ni siquiera se respeta el míni- ca del 40% de la población no tiene afiliación al sistema
mo formulado. Por ejemplo, en cuanto a las metas sobre de salud, y donde sólo se ofrece medicamentos a uno
educación, persiste la negativa del Estado colombiano a de cada 10 de los 240.000 infectados de VIH/sida,15 y
cumplir con la obligación de garantizar a los niños y las en un contexto en donde entre el 50% y el 90% de los
niñas educación básica de manera gratuita y con calidad, medicamentos es pagado del bolsillo del consumidor, el
siendo el único país en la región que aún no la ha satis- encarecimiento de los precios de los medicamentos –que
fecho. Este Gobierno, con su insistencia exclusiva en la se calcula en un 250% como consecuencia de la entrada
cobertura y en la reducción de costos, ha llevado a que en vigencia del Tratado de Libre Comercio–,16 los costos
la educación que se ofrece en Colombia esté entre las de económicos en salud y en vida para la mayoría de la
peor calidad en el mundo, como lo acaba de revelar una población serán la contrapartida del gran negocio para
evaluación de la OCDE, en la cual Colombia ocupó el las multinacionales farmacéuticas.17 Como consecuen-
puesto 53 entre 57 países seleccionados (eltiempo.com,
2007, 4 de diciembre).
13 La mortalidad materna pasará de 100 por cada
100.000 nacidos vivos en 1990 a solo 45 por 100.000
Otro tanto se evidencia en la formulación de la Es-
nacidos vivos y no a 25 por 100.000 (75% de reduc-
trategia Nacional de Salud. Las metas señaladas se en- ción), como era el compromiso (DNP-Conpes Social,
cuentran muy por debajo del compromiso acordado: con 2005, p. 21).
respecto a la salud de las mujeres, la meta del milenio 14 DNP-Conpes Social (2005, p. 24).
de reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes
15 El Tiempo (2004, 2 de mayo, Editorial).
(75%) fue planteada por debajo de la mínima, proponién-
16 Holguín (2004, p. 6).
17 Las pérdidas para el país por la entrada en vigor de las
11 Departamento Nacional de Planeación (2007b).
normas sobre patentes en el TLC con Estados Uni-
12 Misión para la Reducción de la Pobreza y la Desigual- dos varían desde los 750 millones de dólares anuales,
dad (2007). según cálculos de Fedesarrollo (2003) hasta los 940

92
Derechos económicos, sociales y culturales
cia, 7 millones de afiliados al sistema de salud perderían Desarrollo para pocos
el acceso a los medicamentos y los servicios de salud,
y 4.400 enfermos de sida cada año perderían el acceso El Gobierno nacional ha declarado que el nuevo Plan Na-
a los antirretrovirales, lo que causaría su muerte en un cional de Desarrollo 2006-2010, “Estado Comunitario:
lapso promedio de cinco años (Holguín, 2005, 12 de Desarrollo para Todos”, se caracteriza, ante todo, por un
junio). gran énfasis en lo social. Desde el discurso de posesión
para su segundo período, el presidente Uribe viene decla-
Las metas del Gobierno para los ODM ni siquiera aco- rando que el nuevo mandato será el del corazón grande
gen las denominadas quick wins (ganancias rápidas) que (acento en lo social), ya que en el primer periodo puso el
el Proyecto del Milenio de las Naciones Unidas formuló acento en la mano firme (prioridad en seguridad). Para
para garantizar criterios básicos de aplicación de las me- poner a latir el “corazón grande”, el Plan de Desarrollo
tas que permitieran avanzar rápidamente en su consecu- anunció que los resultados principales en materia de re-
ción, y tener indicadores controlados para su avance.18 ducción de la pobreza se obtendrán de la combinación de
Su formulación ha sido utilizada, incluso, para hacer la estrategia de crecimiento económico con las políticas
propuestas que lesionan los intereses de los pobres y las asistenciales focalizadas.
mayorías en Colombia, como el Proyecto Visión Colombia
2019, que, en realidad, constituye una estrategia pro- Es la aplicación de la teoría del goteo, según la cual
pagandística para la reconfiguración económica y social los pobres reciben cuando la prosperidad económica
del país, buscando hacerlo atractivo a los inversionistas hace caer migajas de la mesa de quienes se benefician
internacionales, las élites económicas, los ganadores con de la acumulación del crecimiento económico, cuando
los tratados de libre comercio, los dueños de los agrone- su copa rebose de abundancia. En efecto, se plantea que
gocios y los nuevos sectores recién llegados a la vida le- “una premisa fundamental de este plan es que el creci-
gal después de lavar sus activos, aprovechando el marco miento económico es precondición para la superación de
del proceso de negociación con el paramilitarismo.19 la pobreza”. Es decir, la estrategia principal para reducir
la pobreza es el crecimiento mismo. La disminución de
la pobreza, en esta concepción, vendría como un efecto
millones de dólares, según estudios de la Organiza- colateral del aumento del crecimiento económico.
ción Panamericana de la Salud (citado por el director
general de Misión Salud Germán Holguín (2005, 12
de junio). Esta formulación presenta varios inconvenientes: en
primer lugar, desconoce que el crecimiento económico
18 La primera de estas quick wins, referida a la garantía
reciente en Colombia es altamente concentrador, exclu-
de la educación gratuita, urge a los gobiernos a “eli-
minar gastos escolares y de uniformes, para lograr que yente y especulativo, como lo demuestra el hecho de
todos los niños, especialmente las niñas, no queden que los sectores que actualmente jalonan el crecimiento
por fuera de la escuela por la pobreza de sus fami- –construcción, transporte, telecomunicaciones, importa-
lias” (Cfr. UN Millenium Project, 2005, p. 26). En ciones y minería– están concentrados, generan muy poco
contravía de esta prescripción, Colombia es ahora el
único país del continente en donde todavía se impo-
empleo y son representados mayoritariamente por consu-
nen cobros por la educación básica a los niños, luego mos suntuarios –construcciones lujosas, casa de recreo,
de que Nicaragua y Bolivia eliminaran recientemente importaciones de vehículos–, o por la configuración de
dichas tarifas. una economía mafiosa que aprovechó la negociación con
19 Estos sectores latifundistas buscan así la legalización de
los capitales ilícitos, de los recursos del narcotráfico y
de las tierras acumuladas mediante el despojo a más de neocolonial de enclaves exportadores en medio de una
3,5 millones de desplazados a través de su dedicación masa de población cada vez más empobrecida, dócil,
a negocios prósperos y atractivos para la comunidad sometida y controlada mediante el terror y los meca-
internacional, como los agronegocios, la especializa- nismos de control social previstos en las estrategias de
ción del país en agrocombustibles, la exportación de la seguridad democrática. Para un mayor análisis en
biodiversidad, bosques, recursos mineros, privatiza- este punto, véase en esta publicación, González Posso,
ción de las aguas, y la configuración de una economía Camilo. ¿Desmonte del narcoparaestatismo?

93
sin Democracia, sin derechos
los grupos paramilitares para legalizar los patrimonios y sector de la población, no se plantea su atención univer-
riquezas obtenidos ilegalmente y ahora reciclados en la sal mediante una apuesta por la erradicación o supera-
economía legal. ción de sus necesidades, sino solamente una estrategia
de “reducción”.
En segundo lugar, la dependencia de las metas de
reducción de la pobreza de los avances en el crecimiento La Corte Constitucional señaló recientemente, con
económico constituye un verdadero sofisma, en el que ya respecto a los indicadores para la atención de la pobla-
cada vez se cree menos. En la crisis de 1997, Colombia ción desplazada, que una política que solo busque man-
fue el único país de América Latina que creció a tasas tener a los más vulnerables por encima de la línea de
positivas de manera constante durante 60 años, y, sin indigencia o pobreza extrema, pero por debajo de la línea
embargo, en todo este período, la pobreza jamás se redu- de pobreza, es violatoria de los mandatos constituciona-
jo por debajo del 50% de la población. Por el contrario, les. Esto se aplica a todos los supuestos con base en los
sirvió para concentrar el crecimiento en las élites econó- cuales se ha construido la estrategia nacional para los
micas de manera tan abismal que se configuró como uno ODM, lo cual permite plantear juicios sobre su inconsti-
de los países en donde la brecha económica entre ricos y tucionalidad.
pobres es una de las más elevadas del mundo.
Por otro lado, las políticas en lo social puestas en
El argumento sine qua non del crecimiento econó- marcha por el actual Gobierno son de corte regresivo y
mico para eliminar la pobreza es contrafáctico y, a pesar han llevado a un enorme desbalance entre los fondos de
de la retórica enunciada, el Plan de Desarrollo no tiene acumulación del capital y los fondos sociales del consu-
una estrategia para ello. Si bien el documento señala que mo, a favor de los primeros. Como consecuencia de la re-
“la estrategia de lucha para la superación de la pobreza forma laboral establecida al comienzo del primer período
extrema, pilar de la política social durante el cuatrienio presidencial, los trabajadores sufrieron pérdidas superio-
2006-2010, es una estrategia para llevar todos los ins- res a los 2,1 billones de pesos entre 2003 y 2006, oca-
trumentos de política social a un universo amplio, 1,5 sionadas por la ampliación de la jornada laboral diurna
millones de familias, para reivindicarlas, y para que lo- hasta las 10 p.m., y la reducción en el costo de las horas
gren evadir las trampas de pobreza en las cuales se en- extras diurnas y nocturnas y de los dominicales y festivos
cuentran”, no hace referencias adicionales sobre cómo (eltiempo.com, 2007, 18 de octubre). Las políticas en
afrontar los asuntos de “la pobreza”, sino que se limita a contra de los trabajadores adoptadas en los últimos años
“la pobreza extrema”, es decir, a la situación de aquellas han conducido a la desaparición de la relación salarial,20
personas a quienes los impactos del modelo y la con- lo que se expresa en una disminución de la proporción de
centración de la riqueza los ha obligado a funcionar so- los trabajadores asalariados frente a los independientes,
cialmente con ingresos por debajo de los requerimientos en un deterioro de los ingresos laborales, aumento de
mínimos para la subsistencia humana. la informalidad y expansión de la contratación temporal
(Giraldo, 2007, p. 255).
La compensación monetaria que hace el Estado con
los subsidios no está remediando los daños irreparables En un país cuyo crecimiento económico ha sido ele-
que el modelo económico viene haciendo sobre la salud, vado en los últimos años, llegando en 2006 al 6,8% y en
en los planes de vida o en las expectativas vitales de las los primeros nueve meses de 2007 al 7,35%,21 y en don-
personas más necesitadas. Mientras se atiende a un gru-
po de gente focalizada como pobres extremos, se pone 20 La participación de los salarios en el total del ingreso
en riesgo de pobreza a todo el resto de la población, a la nacional ha disminuido de un 35,5% del PIB en el
que no es considerada como extremadamente pobre y a año 2000 a un 34% en 2005, evidenciando no solo
la gente de las capas medias. Ciertamente se atiende a el empobrecimiento de las clases que viven del traba-
jo sino un despojo y concentración de ingresos en las
la pobreza extrema, pero se multiplica el riesgo de la po-
clases que viven de las rentas (Cfr. Sarmiento, 2006).
breza en la sociedad. Pero incluso frente a este numeroso
21 eltiempo.com (2007, 21 de diciembre).

94
Derechos económicos, sociales y culturales
de los recaudos tributarios se han incrementado osten- nidades locales, quienes, autónomamente y con escasa
siblemente, resulta cuestionable que el “Desarrollo para intervención de las autoridades nacionales, definían sus
Todos” tenga metas tan limitadas y excluya a amplias prioridades y ordenaban los gastos correspondientes. Se
porciones de la población colombiana. En contraste, los acordó que las políticas sociales, sobre todo en materia
beneficios del sector financiero y de las grandes empre- de provisión de agua potable, saneamiento básico, sa-
sas nunca habían sido tan enormes como en los últimos lud y educación, serían competencia de los municipios y
cinco años,22 desvirtuando de manera clara las afirma- departamentos, mediante la transferencia a éstos de un
ciones oficiales de que el crecimiento económico y las porcentaje creciente de los tributos que la Nación recau-
políticas asistenciales “no solo han reducido la pobreza daba, con base en los principios de descentralización,
sino también la desigualdad económica”.23 participación ciudadana, transparencia e injerencia mí-
nima de los ejecutivos nacionales. De este modo, cerca
La disputa por el control social de los pobres del 85% de los recursos para atender servicios sociales
fueron administrados en el pasado reciente por los entes
La Constitución de 1991 había logrado las bases de un territoriales.
pacto para la gestión democrática de la política social,
mediante el cual la atención a las necesidades sociales Exaltado por la popularidad que le reportan los con-
de la población se hacía por medio de las mismas comu- sejos comunales y el realce de su protagonismo a través
de la distribución directa de partidas para atender gastos
sociales,24 el Presidente vio en la propuesta de Estado
22 En 2006, los ingresos operacionales de las 100 más comunitario, aprobada ahora como nuevo Plan Nacio-
grandes empresas crecieron un 22% y llegaron a la as-
tronómica suma de 145 billones de pesos. Un informe
nal de Desarrollo, una oportunidad para disputarles a
económico expresó que “2006 fue un año excepcional los mandatarios locales y a las entidades territoriales el
para las 1000 empresas líderes del país”, al punto que manejo del gasto social y atención de las necesidades
“ninguno de los dueños de las empresas más gran- sociales de los pobres. La Reforma Constitucional re-
des de Colombia pensó que los resultados fueran a cientemente aprobada le permitió entonces apoderarse
ser tan sorprendentes” (Semana.com, 1304, 2007, 28
de abril). Un año antes, otro estudio informaba que de las transferencias que, de acuerdo con la Carta Mag-
“2005 pasará a la historia como un año de excepciona- na, les correspondían a los municipios y departamentos,
les ganancias para las empresas líderes del país”, pues para ahora manejarlas directamente desde el trono pre-
“las ventas de las 1.000 compañías más grandes de sidencial.
Colombia aumentaron 16 por ciento y sumaron 217
billones de pesos. Esto equivale al 76 por ciento del
La implementación del Acto Legislativo 04 de 2007,
producto interno bruto, o sea, tres cuartas partes del
total de la producción del país” (Semana.com, 1251, que reformó nuevamente la fórmula de distribución de
2006, 22 de abril).En el año 2005, las utilidades del las transferencias de la Nación a los entes territoriales,
sector financiero fueron de 5,5 billones de pesos, “las conlleva una pérdida para su garantía de entre 66,2 bi-
mejores utilidades de su historia”, según la Revista Se- llones de pesos25 a 76,6 billones26 de pesos entre 2008
mana, situación que al compararla con las enormes
y 2016. Por una anterior reforma, los entes territoriales
desigualdades, llevó a que “los obispos colombianos
hasta tildaron al sector de indolente” (Semana.com, habían dejado de recibir más de 16,5 billones de pesos
1251, 2006, 22 de abril). La concentración de riqueza en el período 2002-2008 para financiar los gastos de sa-
en manos del sector financiero sigue actualmente en
su mejor momento, pues para el año 2007 “las utili-
dades acumuladas del sistema financiero consolidado
24 Por ejemplo, asignando cupos en el Sisben, subsidios
entre enero y octubre alcanzan un monto de $7,82
de Familias en Acción, cupos en el SENA, construc-
billones, lo que significa un aumento de $556.000
ción de escuelas, arreglo de vías, canalización de que-
millones respecto al mismo periodo del año anterior”,
bradas, subsidios alimentarios y desayunos escolares
según un reciente informe de la Revista Dinero (2007,
del ICBF, etc.
27 de noviembre).
25 Avellaneda (2007).
23 Véase en esta publicación: López Montaño, Cecilia.
Un modelo pro rico. 26 Ramírez (2006).

95
sin Democracia, sin derechos
lud, educación, agua potable y saneamiento básico, se- en centros de salud con graves problemas de abaste-
gún informes de la Federación Colombiana de Municipios cimiento de medicamentos y acceden a alimentos de
(Toro, 2006). Este recorte significa que más de 5 billones baja calidad.
de pesos anualmente les son despojados a los munici-
pios, para ponerlos en manos del Gobierno nacional a Además, un requisito es que los beneficiarios se in-
través de la Agencia Presidencial de Acción Social, que tegren a estructuras corporativas, bajo el control directo
por medio del Programa Familias en Acción distribuirá de una red de “gestores sociales” (padrinos de tales fa-
de manera centralizada subsidios por un valor de 18,7 milias) que les definen y les monitorean sus “planes de
billones de pesos durante el cuatrienio. vida”, constituyendo, así, una presión permanente para
que, por un lado, “egresen” o se “gradúen” del Programa,
Como en todo caso los recursos para subsidios para con la idea de que el Estado no es responsable por su po-
gastos de educación, salud y alimentación son escasos y breza, sino que deben ser ellos quienes, por sus propios
la cobertura insuficiente, los millones de pobres terminan medios, la superen, y, por el otro, generen y manifiesten
compitiendo entre sí para mostrar quién es más misera- adhesiones y apoyo condicional a los miembros del gru-
ble, mientras detrás de ellos se fortalece un red cliente- po político que los inscribió o les ha permitido continuar
lar de proveedores y políticos que se benefician en las como beneficiarios del Programa.
urnas de la inscripción o continuidad de una familia en
el Programa. Esta perversa dinámica también acrecienta Estos mecanismos sutiles de control social que crean
los problemas de discriminación. Ser pobre y destinatario una sensación de dependencia de la caridad oficial y de
de ayuda estatal va creando un estigma y a la larga un gratitud por las limosnas institucionalizadas terminan
sentimiento de humillación pública. Los beneficiarios de por convertirse en el medio más potente para legitimar
Familias en Acción deben estar demostrando permanen- el incremento de poder político de un régimen, así este
temente su condición de miseria para no ser retirados sea antidemocrático.28 El agradecimiento y adhesión que
del Sisben. genera la recepción de subsidios termina sustituyendo el
elemento de exigibilidad, de certeza y de merecimiento
Por otra parte, la estrategia de focalización está di- universal que es consustancial a la garantía legal y cons-
señando unos servicios especiales para los pobres que titucional del derecho.
los alejan del núcleo de servicios que se ofrecen para
el resto de la población. Las familias en pobreza ex- La inconstitucionalidad de esta política se destaca
trema terminan siendo perjudicadas porque reciben los cuando se suplanta el régimen de derechos, al propo-
peores servicios: por ejemplo, se ven obligadas a incor- ner una estrategia que desmonta los componentes más
porar a sus niños en programas residuales de cobertu- universales de la política social y los sustituye por la irri-
ra educativa diseñados para pobres que empiezan en gación masiva de subsidios focalizados, distribuidos dis-
abril y terminan en octubre,27 reciben pésimos servicios crecionalmente por el Ejecutivo. El cambio de derechos
universalmente garantizados y asignados con participa-
ción y control de las regiones y comunidades locales, por
27 En municipios del departamento de Putumayo se está subsidios focalizados que instrumentalizan las carencias
implementando el programa departamental “Sende- y necesidades de los más vulnerables para subordinarlos
ro Futuro”, que al parecer se basa en la prestación de
políticamente y configurarlos como potenciales clientes
los establecimientos de educación pública a organiza-
ciones no gubernamentales (ONG) para que, previo
desembolso de una gran cantidad de recursos econó-
administración departamental.
micos, les brinden educación a personas desplazadas.
Según los maestros y las maestras, por un lado, se está 28 La estrategia ya había sido ensayada en el Perú duran-
privatizando la educación, pues los recursos no van te la dictadura de Fujimori y le reportó altos niveles
para los programas públicos sino a uno privado, y, por de popularidad y aceptación entre las capas más em-
el otro, detrás de dicho programa hay casos preocu- pobrecidas de la población, que fueron la base para sus
pantes de corrupción entre los actores privados y la sucesivas reelecciones.

96
Derechos económicos, sociales y culturales
de estrategias políticas, es el paso final para el desmonte activa para que la lucha por una gestión democrática de
definitivo del Estado social y democrático de derecho y las políticas sociales y la superación de la pobreza, sobre
su sustitución por un régimen autoritario, en donde la la base de la extensión y garantía universal de los dere-
política social y el presupuesto están exentos de reglas y chos sociales, reconstruya las bases del Estado social de
de intervención ciudadana. derecho como marco en el cual la paz, la convivencia
y la justicia social puedan ser la base para la construc-
ción de una sociedad democrática basada en valores de
***
igualdad, participación y control social de los ciudadanos
sobre las decisiones de sus gobernantes.
La “nueva fase de la guerra” anunciada mediante la for-
mulación de la Fase II del Plan Colombia, cuya estrategia
operativa es la denominada “recuperación social del te-
rritorio” e implementada a través de la Doctrina de Se-
guridad Integral (DAI), constituye de hecho un desmonte
de los principios del Estado de derecho y una renuncia a
la búsqueda de la paz y la convivencia por la vía nego-
ciada. Por el contrario, dicho Plan alinea las prioridades
nacionales con los intereses estratégicos de los Estados
Unidos, mediante el pretexto de identificar los objetivos
de la lucha contra las drogas con la estrategia de la lucha
contra el terrorismo.

En este esquema, es especialmente preocupante que


tanto los recursos de la política social como los aportes
de la cooperación internacional terminen alineados en
función de la política de seguridad democrática y la estra-
tegia de guerra. La concentración en una única instancia,
de manejo directo por parte del Presidente de la Repú-
blica, de la Gerencia de Acción Social (encargada ahora
de aplicar los recursos de asistencia social del Estado),
de la Cooperación Internacional (encargada de centralizar
en una misma bolsa los recursos de cooperación) y de la
Dirección de la Acción Integral (encargada de coordinar
las tareas y los recursos de la acción cívico-militar im-
plicados en la estrategia de recuperación social del te-
rritorio) plantea serias tendencias hacia la militarización
de los programas de desarrollo alternativo e iniciativas
apoyadas por la cooperación internacional, la subordina-
ción de los receptores de subsidios y asistencia funcional
en función de los intereses de la seguridad democrática
y, en definitiva, una instrumentalización de los recursos y
programas de la política social y la cooperación interna-
cional en función de la estrategia de guerra, bases de la
nueva Doctrina de Acción Integral.

La defensa de la convivencia democrática y de la


justicia social exige de los ciudadanos una movilización

97
sin Democracia, sin derechos
Bibliografía n Fedesarrollo (2003). Impacto de la competencia sobre
los precios de los medicamentos en la seguridad social
en Colombia. Disponible en: www.misionsalud.
org/mision/estudio4.pdf.
n Avellaneda, Luis Carlos (2007). Estimación de la
pérdida total Período 2008-2016 ocasionada por la n Giraldo, César (2007). ¿Protección o desprotección
implementación del Acto Legislativo 04 de 2007. social? Bogotá: Ediciones Desde Abajo.
Documento impreso.
n Holguín, Germán (2004). TLC: ¿Acceso a medica-
n Departamento Nacional de Planeación (2007a, mentos y a salud? Documento presentado al Foro
14 de julio). Juntos. Red para la Superación de la Bogotá y la Región Central en las Negociaciones
Pobreza Extrema. Consejo Comunitario La Dora- del TLC Colombia – Estados Unidos, Bogotá, Co-
da, Caldas. Disponible en: http://www.dnp.gov. lombia.
co/archivos/documentos/GCRP_Presentaciones/
Jul_16_07_Red_Juntos.pdf. n _____ (2005, 12 de junio). Vanas promesas: Carta
abierta del Director de Misión Salud sobre el TLC.
n _____ (2007b). Misión para el Diseño de una Es- Disponible en: http://www.bilaterals.org/article.
trategia para la Reducción de la Pobreza y la Des- php3?id_article=3166&var_recherche=concluye).
igualdad. Disponible en: http. www.dnp.gov.co/
paginas_detalle.aspx?idp=623. n Libro Blanco de la Seguridad Ciudadana y la
Convivencia de Bogotá (2007). Nuevos subsidios
n _____ - Conpes Social (2005). Documento 91. para educación y nutrición para familias desplaza-
Metas y Estrategias de Colombia para el logro de los das. Disponible en: http://libroblancoseguridad.
Objetivos de Desarrollo del Milenio – 2015. Bogo- org/cms/index.php/Material-Dinamico/Noticias/
tá: DNP-Conpes Social. Disponible en: http:// Nuevos-subsidios-de-educacion-y-nutricion-para-
www.dnp.gov.co/archivos/documentos/Sub- familias-desplazadas.html.
direccion_Conpes/Social091.pdf.
n Misión para la Reducción de la Pobreza y la
n eltiempo.com / Economía (2007, 18 de octubre). Desigualdad (2007, 27 de marzo). Pobreza y des-
Gobierno y empresarios rechazan petición del Pro- igualdad. Resultados a 2006. Presentación. Dis-
curador para que se tumbe la Reforma Laboral (en ponible en: http://www.dnp.gov.co/archivos/
línea). Disponible en: http://www.eltiempo.com/ documentos/GCRP_presenta_Renteria/Ci-
economia/2007-10-19/ARTICULO-WEB-NO- fras_pobreza_2002_2006.pdf.
TA_INTERIOR-3772581.html.
n Programa de las Naciones Unidad para el Desa-
n _____ (2007, 4 de diciembre). Colombia ocupó rrollo, PNUD (s.f.). La Cumbre del Milenio. Dis-
el puesto 53, entre 57 países, en prueba interna- ponible en: http://portal.onu.org.do/interfaz/
cional de educación (en línea). Disponible en: main.asp?Ag=29&did=1101&CategoriaNo=
http://www.eltiempo.com/vidadehoy/educacion/ 367&N=1.
home/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-
3843910.html. n Raja, Kanaga (2005, abril). Tendencia al aumento
del hambre mundial debe revertirse. Tercer Mun-
n _____ (2007, 21 de diciembre). Economía colom- do Económico, 191. Disponible en: http://www.
biana creció 7,35 por ciento en primeros nueve redtercermundo.org.uy/tm_economico/tex-
meses de 2007 (en línea). Disponible en: http:// to_completo.php?id=2727.
www.eltiempo.com/economia/2007-12-21/AR-
TICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3871050. n Ramírez, Gloria Inés (2006). Recorte de las trans-
html. ferencias constitucionales. Proyecto de Acto Legisla-

98
Derechos económicos, sociales y culturales
tivo 011/06 frente al régimen constitucional de 1991
(2008-2016). Documento para Debate en el Sena-
do de la República. Impreso.

n Revista Dinero (2007, 27 de noviembre). Aumen-


tan utilidades del sector financiero (en línea).
Disponible en: http://www.dinero.com/wf_In-
foArticulo.aspx?IdArt=42062.

n Sarmiento, Libardo (2006). Balance y perspecti-


vas del Proyecto hegemónico 2005-2006, Propa-
ganda y falacias oficiales. Disponible en: http://
www.desdeabajo.info./mostrar_articulo.
php?tipo=edicion&id=816.

n Semana.com, 1251 (2006, 22 de abril). Sector


financiero. ¿A dónde va la plata? (en línea). Dis-
ponible en: http://www.semana.com/wf_InfoAr-
ticulo.aspx?idArt=94022.

n _____, 1251 (2006, 22 de abril). Las 100 empre-


sas más grandes de Colombia (en línea). Disponi-
ble en: http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.
aspx?IdArt=94090.

n _____, 1304 (2007, 28 de abril). Las 100 Empresas


más grandes de Colombia (…y las 900 siguientes)
(en línea). Disponible en: http://www.semana.
com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=102884.

n _____ (2007, 27 de septiembre). Intervención


del Presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez,
ante la Asamblea General de Naciones Unidas (en
línea). Disponible en: http://www.semana.com/
wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=106506.

n Toro, Gilberto (2006, 4 de diciembre). La pro-


puesta para el crecimiento del sistema general de
participaciones es insuficiente. Actualidad Colom-
biana, 442. Disponible en: http://www.actualida-
dcolombiana.org/boletin.shtml?x=1810.

n UN Millenium Project (2005). Investing in Devel-


opment. A Practical Plan to Achieve the Milleni-
um Development Goals. Nueva York. Disponible
en: http://www.unmillenniumproject.org/
reports/index_overview.htm.

99
sin Democracia, sin derechos
CRÓNICA

A José Pablo se le está acabando


su amor por el Seguro
Ricardo Cruz Baena*

José Pablo siente que lo que están haciendo con los pacientes renales
es más que una injusticia, por lo que no duda en afirmar con tono
enérgico: “es una humillación que raya más bien con la criminalidad,
pues son políticas premeditadas que inducen al exterminio
sistemático de los pacientes”.

Cansados de la deficiente atención recibida y de la concurrencia de


anormalidades cada vez más abruptas por parte del Instituto de Seguros
Sociales (ISS), un grupo de trasplantados y pacientes renales de Medellín
decidió organizarse para dar origen a lo que hoy se conoce como Grupo
de Veeduría Ciudadana en Salud.

El objetivo de la nueva agremiación, que nació públicamente en agos-


to de 2007 y ya cuenta con cerca de 500 miembros de todo Antioquia,
es recurrir a todos los recursos jurídicos posibles para exigirle a la entidad
el cumplimiento de su obligación constitucional de velar por el cuidado
y la calidad de vida de los pacientes renales y de enfermedades catas-
tróficas en general, contra quienes el Seguro Social inició una campaña
sistemática y deliberada de abandono y exterminio, tal como se lee en su
carta de presentación.

Al frente de esta iniciativa está José Pablo Montoya Bernal, un higie-


nista oral a quien hace 10 años el Seguro Social, a través del Hospital
Universitario San Vicente de Paúl de Medellín, le practicó un trasplante de
riñón que prácticamente le salvó la vida. Pero el sentimiento de gratitud
que guarda de aquel procedimiento y del tratamiento recibido años des-
pués, que no duda en calificar de “óptima calidad”, se diluye rápidamente
en la rabia e indignación que siente ahora por el trato y la atención que
reciben actualmente los pacientes en condiciones similares a la suya.

Según José Pablo, desde que el Gobierno nacional ordenó, en enero


de 2007, la liquidación de la Empresa Social del Estado (ESE) Rafael
Uribe Uribe, a través de la cual atendía a los usuarios de la EPS del ISS
* Periodista de la Agencia de Prensa del Insti- en la capital antioqueña, los trasplantados, al igual que los pacientes de
tuto Popular de Capacitación (IPC). enfermedades catastróficas como el cáncer, el VIH/sida y la diabetes,

100
Crónica
quedaron en el “limbo asistencial”, debido a la suspensión de todos los programas de
atención integral diseñados exclusivamente para ellos, lo que pone en grave riesgo la
salud y la vida de quienes se encuentran bajo estos diagnósticos, dada su alta vulnera-
bilidad fisiológica.

Lo anterior va en contravía de los preceptos constitucionales y de la misma nor-


mativa que recomienda una atención integral, oportuna y gratuita. De acuerdo con los
protocolos diseñados por el Ministerio de la Protección Social, los trasplantados renales
y los pacientes de enfermedades catastróficas tienen, por su misma condición, prelación
en la atención de urgencias, deben ser atendidos por un equipo interdisciplinario que
debe evaluarlos en un mismo sitio, cuentan con acceso gratuito a los medicamentos,
muchos de los cuales superan precios del orden de los 500 mil pesos, y están exentos
de todo cobro de copago o cuota moderadora, este último aspecto contemplado en el
Acuerdo 260 de 2004.

José Pablo, al igual que los pacientes que representa, no disfruta de ninguno de esos
derechos de ley y, por el contrario, reitera las denuncias que hace poco formuló ante la
Personería de Medellín y ante el propio José Renán Trujillo, superintendente Nacional
de Salud.

Nos están suministrando medicamentos genéricos de mala calidad o que no son los indicados,
y tenemos las pruebas del Invima, con soportes de nefrólogos, que aseguran que los medica-
mentos que nos está dando el Seguro nos pueden generar complicaciones. El Seguro Social se
inventó un bono de 6 mil pesos por cada consulta, aunque sea para reclamar medicamentos,
cuando la ley dice que no tenemos que cancelar copago. Lo peor es que cuando uno va a
reclamar la droga responden que no hay o que hay que reclamarla en otro lado, y la diligencia
en otro sitio implica el pago de otro bono. Pero lo más grave para mí es que el Seguro Social
sólo contrata con las IPS lo relacionado con el riñón, cuando en nuestro caso cualquier mo-
lestia, así sea una sencilla gripa, tiene que ser evaluada por todo un equipo, con seguimiento
estricto a la historia clínica.

Acciones de tutela: el pan de cada día


Por fortuna, José Pablo ha contado con la asesoría y acompañamiento de Fabio Alberto
Henao, médico docente de la Universidad de Antioquia y quizás uno de esos pocos pro-
fesionales que quedan de la generación inspirada por Héctor Abad Gómez, médico salu-
brista y defensor de derechos humanos asesinado hace 20 años en Medellín, que ve en
la medicina la ciencia ideal para comprender a fondo las realidades sociales del país.

En compañía de varios estudiantes de últimos semestres de Trabajo Social, Derecho,


Sociología y Medicina creó, en el año 2003, el Consultorio de Seguridad Social Integral.
La idea era responder interrogantes surgidos en el aula, tales como: ¿qué hacer para que
operen a un paciente cuando el Hospital dice que aún no tiene autorización?, o ¿qué
hacer si la EPS no suministra un medicamento?

El legado humanista que dejó Abad Gómez inspiró al médico Henao a trasladar
su ejercicio profesional de las aulas de clase a la comunidad, y a convertir un simple
consultorio médico en un completo centro de análisis sobre lo que pasa hoy día con los

101
sin Democracia, sin derechos
usuarios del Sistema General de Seguridad Social en Colombia, quienes constantemente
ven vulnerado su derecho a la salud.

Desde su puesta en funcionamiento, el Consultorio ha atendido a un promedio de


500 personas por año, no sólo en la intervención en salud, sino también en asesoría y
acompañamiento jurídico. Las estadísticas señalan que, descartando la atención mé-
dica, la asesoría jurídica para instaurar tutelas en contra tanto de las EPS del régimen
contributivo como de las administradoras del régimen subsidiado (ARS), constituye el
pan de cada día.

El médico Henao ya no se sorprende con la situación. De hecho, siente que la tutela


se ha convertido en el único mecanismo que puede garantizar el derecho a la salud
frente a un sistema que no vacila en calificar de violatorio de toda norma constitucional,
dada la falta de cumplimiento de los principios fundamentales como la universalidad, la
integralidad, la eficiencia y la solidaridad.
Cuando un paciente viene al Consultorio lo hace porque encontró una barrera en el Sistema
de Seguridad que no le permite acceder a su derecho a la salud. ¿Qué hemos encontrado?
La gran mayoría tiene problemas con la base de datos, no figura ni en el régimen subsidiado
ni en el (régimen) contributivo y, por ende, no tiene acceso a la salud. Otro gran problema
son los contenidos en los planes de beneficio; es decir, aquellos servicios que no figuran en
el Plan Obligatorio de Salud (POS). Ahí hay una gama amplia de cosas como medicamentos,
cirugías, pruebas de laboratorio, remisiones a especialistas que no están incluidas, lo que va
en detrimento de la calidad de la salud de los pacientes, quienes deben asumir por su cuenta
estos servicios.

Agrega el médico Henao que en la actualidad lo más nocivo que están haciendo,
tanto en el régimen contributivo como en el régimen subsidiado, es aplazar o dilatar las
citas y las intervenciones quirúrgicas:

A la gente –añade– no le dicen que no, simplemente le dicen espere, lo que es una gran pa-
radoja. A esto se suma la deficiente atención en los servicios de urgencias, los cobros ilegales
de copagos y cuotas moderadoras, negación de servicios por parte de los entes territoriales
(responsables del régimen subsidiado) y la excesiva exigencia de documentos para cualquier
atención.

Sus conclusiones coinciden con los datos de la Personería de Medellín, entidad que
afirma que de 15.169 tutelas diligenciadas hasta septiembre de 2007, unas 13.944
son contra el sistema de salud; es decir que de cada diez tutelas, ocho corresponden a
reclamos al derecho a la salud. El ISS, la ARS Comfenalco, y las EPS Susalud y Coomeva
figuran como las entidades más “entuteladas”. Sin embargo, lo que advierte la Perso-
nería es que ya ni esta acción garantiza el derecho a la salud, situación que se refleja
en el aumento de incidentes de desacatos y acciones de cumplimiento de tutela, que a
septiembre de 2007 registra un total de 2.000 casos.

José Pablo también tiene una amarga experiencia en ese sentido. Hace cuatro meses
un juzgado falló a su favor una acción de tutela dirigida contra el ISS para que la entidad
le practicara de inmediato una operación de próstata que le fue ordenada a finales de
2005. El vocero del Grupo Veedor se muestra pesimista ante la posibilidad de que su
intervención quirúrgica le sea practicada antes de finalizar 2007.

102
Crónica
Llevo cuatro meses, con tutela y todo, exigiendo que me programen la operación, pero lo que
me dicen es que hay que esperar, hay que esperar. Yo no sé cuánto más pueda aguantar esta
situación, porque en el Seguro no les importa que yo sea trasplantado. El asunto es así de
sencillo: primero, cuando existía el programa integral, a mí me daba malestar estomacal y
me atendía el médico general con orden expresa del nefrólogo que le envía la historia clínica.
Desde que cerraron el programa, a uno lo revisa cualquier médico. Un día me dio cierto ma-
lestar estomacal y me atendió un médico general que me recetó un medicamento que alteró
la eliminación de orina y comenzó a quedar depósitos en la próstata. Esos depósitos son
tóxicos y la solución es operar; es decir, el Seguro me enfermó y ahora no me quiere operar.
¡No hay derecho!

A pesar de la rabia que siente cuando habla de las “injusticias del Seguro”, una
rabia que pareciera ahogarle el pecho, siente que está mejor ahí que en otra parte. Su
desconfianza es aún mayor frente a las EPS privadas, a las que ve como “mercaderes de
la salud” que olvidaron al ser humano para darle prelación al usuario.

Si una EPS se va a la quiebra, ¿quién me responde? En el Seguro al menos sé que el Estado


me tiene que garantizar la atención. Yo tengo mucho que agradecerle a la institución, fueron
15 años en los que casi nunca tuve de qué quejarme. Ahora la situación está muy, pero muy
grave, y a uno le da mucha rabia ver lo que hicieron con el Seguro Social.

Una sensación que según José Pablo sienten quienes van camino de perder su amor
por aquello que una vez quisieron.

103
sin Democracia, sin derechos
p u e b l o s
los p u e b l os
s d e l o s ec h o s d e
ech o D e r

104
c t á r e a más
e
Ni una h dígenas
in
para louseblos Indígenas y DESC
*
P
Mesa de

Se ha vuelto un lugar común recordar que más de 30 millones


de hectáreas han sido tituladas en favor de los pueblos indígenas.
Así, se logran presentar sus derechos ancestrales como derechos
de particulares, mientras se muestra la normativa que favorece
a los grandes propietarios de tierras y a los nuevos empresarios
del agronegocio como propósito público nacional.

El 27 de noviembre de 2006, el Ministro de Agricultura Andrés Felipe


Arias manifestó que debido a los lamentables hechos ocurridos ese día en
Caloto (Cauca),1 el Gobierno no iba a comprar las tierras que los indíge-
nas reclamaban. En mayo de ese año, el Ministro ya había manifestado
que no habría “ni una hectárea más de tierra para los indígenas”.2

En los discursos oficiales, es permanente la alusión al exceso que


representa la titulación de tierras a favor de los pueblos indígenas, como
también lo es la mención a las más de 30 millones de hectáreas que han
sido tituladas a esos pueblos, con el propósito de probar que las actuales
demandas indígenas no tienen justificación. Además de que el argumento
* La Mesa de Pueblos Indígenas y DESC es se basa en un cálculo trivial del promedio de hectáreas por indígena com-
impulsada por la Organización Indígena de parado con el promedio nacional, se hace más odioso en tanto lo realizan
Antioquia (OIA) y el Instituto Latinoamerica- los propios terratenientes incrustados en el Gobierno (sea el Ministerio de
no de Servicios Legales Alternativos (ILSA).
Agricultura, sea el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incoder).
La Mesa está conformada por el Consejo
Regional Indígena del Cauca (CRIC), el Con-
sejo Regional Indígena de Caldas (Cridec), Desde el inicio del primer gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez,
el Consejo Regional Indígena de Risaralda la política gubernamental en cuanto a la satisfacción del derecho al te-
(CRIR), el Consejo Regional Indígena del rritorio de los pueblos indígenas ha sido prácticamente nula. El recién y
Tolima (CRIT), la Organización Indígena
Kankuama (OIK), con el acompañamiento
de la Organización Nacional Indígena de Co-
lombia (ONIC) y el asesoramiento del Centro
1 Ese día, en horas de la mañana, indígenas nasas reiniciaron la liberación
de Cooperación al Indígena (Cecoin). Este
de la Madre Tierra. Decenas de ellos, en medio de una minga, se ubica-
artículo fue realizado por Cecoin y se basa
ron en la hacienda La Emperatriz, municipio de Caloto, para presionar
en un capítulo del libro sobre la situación los
el cumplimiento de los compromisos suscritos por el Estado.
derechos humanos de los pueblos indígenas
2007, del Observatorio Indígena de Políti- 2 Estas palabras fueron pronunciadas en la Comisión Quinta de la Cá-
cas Públicas de seguimiento al desarrollo y mara, frente a los medios de comunicación y los representantes en
derechos étnicos de Cecoin. mayo de 2006.

105
sin Democracia, sin derechos
rápidamente aprobado Estatuto de Desarrollo Rural3 Pueblos indígenas sin territorios titulados
constituye un golpe mortal en el derecho legítimo al
territorio de los pueblos indígenas y les otorga sosteni- Los territorios indígenas legalizados como resguardos
bilidad estructural a las decisiones mediante las cuales ocupan actualmente en Colombia 31.695.421,10 hec-
el Gobierno ha garantizado el subsidio de los grandes táreas, un 22% del total del territorio nacional. De esta
empresarios del campo, no pocas veces estrechamente superficie, 435.419 hectáreas corresponden a la figura
ligados al narcotráfico y al paramilitarismo,4 en perjuicio jurídica de los resguardos coloniales que fueron recupera-
del campesinado sin tierra, los pequeños propietarios, los dos en el curso de la lucha indígena entre 1966 y 1980,
pueblos afrodescendientes e indígenas. La nueva regu- y donde habitan unos 251.000 indígenas, cerca del 25%
lación legislativa exige una labor de reingeniería de la del total nacional. Las restantes áreas tituladas respon-
institucionalidad encargada de la materia.5 den a procesos de reestructuración de otros antiguos res-
guardos coloniales, y a nuevas titulaciones hechas desde
Mientras la propiedad sobre la tierra se ha 1966 en la Región Andina como resultado de las mismas
concentrado,6 la administración del presidente Álvaro movilizaciones y en territorios considerados baldíos que
Uribe Vélez ha materializado una reforma regresiva, edi- corresponden a tierras de la Amazonía, la Orinoquía, el
ficada en el abandono oficial de la idea democrática de Pacífico y la Guajira.
una reforma agraria integral como medida idónea para
lograr la redistribución de la propiedad rural (tradición Los territorios indígenas que aún no tienen un estatus
política que se remonta 20 años atrás, independiente- legal de propiedad, pero que han sido reivindicados por
mente de su existencia apenas retórica). los indígenas y se encuentran en trámite ante el Incoder,7
suman 1.623.965 hectáreas, donde viven por lo menos
380 mil indígenas, según los datos de esta entidad (In-
coder, 2006a).
3 Estatuto de Desarrollo Rural aprobado mediante la
Ley 1152 del 25 de julio de 2007. Al observar las cifras absolutas, los departamentos
4 Según cálculos del Incora, los narcotraficantes se han donde se concentra la mayor cantidad de tierras sin ti-
apropiado de casi un 50% de las mejores tierras del tular, de acuerdo con las solicitudes realizadas, son el
país, mientras que cerca de un 70% de los propieta- Cauca (309 mil hectáreas) y Amazonas (276 mil hectá-
rios, en particular los pequeños campesinos, sólo po-
see el 5% del área, tal como se consigna en un estudio reas). Mientras en el Cauca se trata de una problemática
auspiciado por el PNUD y la Dirección Nacional directamente ligada a una histórica negación de los dere-
de Estupefacientes sobre drogas ilícitas en Colombia chos indígenas por parte de los terratenientes y la clase
(Contraloría General de la República, 2005). política del departamento (CRIC, 2005) y profundizada
5 Resulta diciente de la política estatal la liquidación de por el hecho de contar con la segunda mayor población
cuatro entidades adscritas al Ministerio de Agricultura indígena del país, en el Amazonas el problema consiste
y su fusión, realizada en 2003, mediante el Decreto especialmente en procedimientos inconclusos de titula-
1300, cuando desaparecieron el Instituto Nacional de
Adecuación de Tierras (INAT), el Instituto Colom-
ción del territorio tikuna, en el Trapecio Amazónico. Otro
biano para la Reforma Agraria (Incora), el Instituto caso de grandes extensiones sin titular se presenta en
Nacional de Pesca y Acuicultura (INPA) y el Fondo Boyacá, donde a pesar de la reciente ampliación del Res-
para el Desarrollo Rural Integrado (DRI), y dieron guardo U’wa, falta por resolver una extensión similar. En
paso al Instituto Colombiano de Desarrollo Rural Magdalena, Caquetá, Putumayo, Cesar, Tolima, Valle,
(Incoder).
Arauca y Vaupés, los territorios faltantes por legalizar tie-
6 Según el Instituto Agustín Codazzi, para 2002, más nen extensiones superiores a las 50 mil hectáreas.
de 3 millones 500 mil propietarios, es decir el 99,5%
de todos los propietarios rurales, poseían predios me-
nores a las 200 hectáreas. Mientras solamente 7.632
propietarios de predios superiores a las 1.000 hectá-
reas, es decir el 0,2% del total, concentraban 35 mi- 7 Anteriormente Instituto Colombiano para la Reforma
llones de hectáreas, el 52% del total. Agraria (Incora).

106
Derechos de los pueblos
En Tolima encontramos quizá el caso más angustioso problemáticas resueltas hay dos cuya situación represen-
para las comunidades, pues no solo el 55% de las tierras ta una verdadera burla al derecho. Los betoyes (en Arau-
está en poder de propietarios privados, sino que más de ca) y los chimilas (en Magdalena) apenas han logrado la
las dos terceras partes de la población pijao se encuentra titulación del 6% y 7% de sus territorios; se encuentran
en predios ajenos, en los bordes de las carreteras, en ve- encerrados en verdaderos bantustanes, al peor estilo del
gas aluviales de las quebradas y concentrada en los cas- apartheid sudafricano; ambos pueblos se han visto ro-
cos urbanos, a la espera de que una demanda territorial deados de violentas situaciones directamente asociadas
que tiene ya 40 años se resuelva favorablemente. a la no solución del problema territorial, como el des-
plazamiento forzado y la masacre ocurrida en Tame en
En Boyacá, el proceso de titulación ha sido complejo, 2002, y las amenazas a todo el pueblo indígena chimila
mediado por el proyecto de explotación petrolera de la por grupos paramilitares. Las solicitudes de ampliación
Occidental y ahora de Ecopetrol. Aunque recientemente territorial reposan desde hace más de 10 años en las
se unificó y amplió el resguardo, todavía se encuentra sin oficinas del Estado sin ninguna acción positiva para re-
resolver una solicitud de ampliación por 220 mil hectá- solverlas; por el contrario, se siguen emprendiendo obras
reas, la mayoría de las cuales coinciden con zonas del que limitan no solo la territorialidad actual sino la misma
Parque Nacional del Cocuy; sin embargo, como toda la posibilidad de titulación futura. Es el caso de los betoyes,
zona de ampliación es de potencial hidrocarburífero y se cuyos minúsculos resguardos de 30 hectáreas se pierden
localiza en las áreas de bloques petroleros ya asignados, dispersos en el mapa de los Llanos Orientales sin sumar
este proceso está seriamente amenazado. 700 hectáreas, desaparecidos por los mapas de los blo-
ques petroleros que cubren totalmente el departamento
Estas cifras hacen referencia exclusiva a las solicitu- en millones de hectáreas, y ahora en riesgo de desapare-
des hechas por diversos medios al Incoder. La inclusión cer por efecto de la carretera El Amparo-Tame.
de la totalidad de la demanda territorial indígena solo
haría que la situación se viera aún más grave de lo se- Por supuesto, estas cifras corresponden a las que el
ñalado. Por otra parte, debe advertirse que el sujeto del propio Incoder reconoce como procesos en trámite. Adi-
derecho al territorio es cada uno de los pueblos. cionalmente, existen cerca de 280.445 hectáreas más
solicitadas por diferentes comunidades indígenas que no
Entre los pueblos indígenas con mayor precariedad
han tenido trámite alguno, sin que el Incoder haya aduci-
en materia de acceso al territorio y a la tierra está el pue-
do razones claras y públicas para el efecto, y existen terri-
blo mokaná, que en la actualidad vive la peor situación,
torios ancestrales que aún no están en ningún proceso de
pues la totalidad de su población habita en condiciones
titulación, los cuales se aproximan al millón de hectáreas
de hacinamiento urbano, sin propiedad sobre sus tierras,
adicionales en la zona andina (ONIC, 2001).
dependiente de formas económicas exteriores a sus pro-
pios sistemas productivos y, además, con la negación del
Estado a reconocerlos como indígenas. Otro tanto ocurre Las tierras tituladas
con los muiscas de la sabana de Bogotá, quienes en su son totalmente insuficientes
totalidad viven en antiguas poblaciones indígenas con-
vertidas en barrios de la ciudad o municipios anexados Importante evidenciar los contrastes entre las zonas bajas
(como Chía y Bosa); especialmente grave es la situación con lo acontecido en los departamentos de las regiones
de los muiscas de Cota, a quienes se les disolvió el res- Andina y Caribe, zonas de frontera agrícola, excluyendo
guardo en 2002 con la argucia de su no pertenencia ét- la Guajira. En la Región Andina, hasta el año 1991, se
nica, violentando abiertamente el Convenio No. 169 de habían titulado cerca de un millón 500 hectáreas, y tras
la OIT de 1989, ratificado por Colombia a través de la la Constituyente se han titulado otras 910 mil hectáreas
Ley 21 de 1991. (Incoder, 2007a). Estas cifras ilustran dos elementos:
primero, que solo el 7,68% de los resguardos titulados
Dentro de los pueblos a los que se han titulado res- (excluyendo los de origen colonial) se encuentran en
guardos y que aparecen en los reportes oficiales como las zonas de frontera agrícola, mientras el 92,32% son

107
sin Democracia, sin derechos
resguardos ubicados en departamentos donde prevale- La relación entre población indígena y territorio en las
cen paisajes de selva, llano, sabana y desierto, y cuya zonas bajas, obviamente, es diferente. Todos los estudios
condición legal es ser baldíos, lo cual refuta cabalmen- coinciden en las condiciones especiales que deben ser te-
te el argumento del Gobierno nacional sobre supuestas nidas en cuenta para mantener dichos modelos o adoptar
grandes extensiones de tierras en manos indígenas, para nuevos. Las investigaciones dan cuenta de que la materia
justificar la enorme concentración de tierras en cabeza orgánica intervenida para propósitos agrícolas sufre una
de los terratenientes de la Costa Atlántica y los valles pérdida promedio de 50% en el primer año y 30% en el
interandinos. segundo, de donde se concluye la pertinencia de modelos
semiitinerantes (de abandono de chagra) como opción
En las zonas andinas se concentra el 64,18% de adecuada de sostenibilidad ecológica y pervivencia socio-
toda la población indígena del país, según el Censo de cultural (Mejía Gutiérrez, 2003; Covaleda Vélez, 2000).
2005 (DANE, 2006),8 un total de 885 mil personas que Similares análisis se han hecho respecto de la Orinoquía,
poseen solo un millón 290 mil hectáreas, lo que arroja donde la acidez de los suelos y la limitación territorial
un promedio de 1,46 hectáreas por persona y 7,29 hec- condujeron a los pueblos indígenas nómadas (especial-
táreas por familia, es decir, menos de una milésima parte mente sikuanis, cuivas, macahuás y tsiripues) a centrar
de lo que es el promedio de los grandes terratenientes. su actividad económica en los médanos y los bosques de
galería. Un reciente estudio de Hayrán Sánchez (2006)
Los casos de total hacinamiento, en que la situación da cuenta de la enorme presión que ha significado sobre
demográfica y la presión sobre el medio es más grave, se los bosques de galería la ausencia de espacio para la
presentan en Córdoba, donde cada diez indígenas zenúes rotación de suelos. Queda evidenciado que la mayoría del
deben sobrevivir en una hectárea de tierra, mientras a su territorio indígena legalizado se encuentra en las regiones
lado los terratenientes tienen más de dos mil hectáreas amazónicas y de la Orinoquía que no son aptas para in-
en promedio por persona.9 En Magdalena viven encerra- tervenciones intensas en cultivos, y que, por lo contrario,
dos los indígenas chimilas en un minúsculo resguardo; se otorgó la titulación a los indígenas como excelentes
en Tolima y Huila, el aplazamiento de la titulación se evi- preservadores de la naturaleza.
dencia en la densidad poblacional que llega incluso a dos
familias por hectárea, como acontece en Bocas de Tetuán El Incoder, en datos de 2006, reconoce que el to-
y El Vergel, en Ortega. La región cafetera (de población tal de tierras titulado solamente cobija a 440.798 indí-
embera chamí) vive una situación crítica similar: los 38 genas, cifra que ajustada a la proyección del Censo de
mil indígenas de Caldas registrados en el Censo deben 2005 no alcanza a los 550 mil. A la luz de los datos del
vivir en 30 mil hectáreas tituladas,10 y los indígenas de Censo de 2005, que reporta un total de 1.081.399 indí-
Quindío, a pesar de la compra de tierras, siguen sin sus genas habitantes de áreas rurales, puede afirmarse que
títulos de propiedad. Lo anterior sin contar, claro, los ca- en Colombia cerca del 50% de la población indígena no
sos en que toda la población se encuentra sin titulación, tiene resuelto su derecho a la tierra. A lo anterior perfec-
tamente se puede agregar un porcentaje elevado de los
como acontece con el pueblo mokaná en Atlántico y los
297.485 indígenas que habitan áreas urbanas, muchos
muiscas en Cundinamarca.
de los cuales fueron desplazados forzadamente por ac-
ción de grupos armados legales e ilegales, la mayoría por
razones económicas,11 especialmente la falta de tierras
8 Para más información sobre el censo de 2005 y los de calidad para la producción agrícola, pero que tienen
pueblos indígenas, consultar DANE (2006). claro el propósito de retornar.
9 Estos datos se basan en los Informes del Incoder
(2007a y 2007b), contrastados con las cifras del censo
11 Cfr. DANE (2006): “Los pueblos indígenas y afroco-
de 2005.
lombianos son los más afectados por el desplazamiento
10 El Censo del Consejo Regional Indígena de Caldas ocasionado por la violencia, la amenaza para su vida es
(Cridec) registra 60.038 indígenas en ese departamen- el motivo de cambio de residencia para el 10,2% de los
to, lo cual significa una situación mucho más proble- indígenas, el 5,6% de los afrocolombianos, el 3,8% de
mática. la población nacional y el 1,8% de los rom”.

108
Derechos de los pueblos
Cuadro Nº 1: Titulación de resguardos por año y período presidencial

Año Hectáreas % del total Presidentes %


2003 1.995.350,96 6,38 Uribe Vélez 6,62 %
2004 11.798,44 0,04
2005 45.599,31 0,15
2006 10.867,97 0,03
2007 4.187,93 0,01

Fuente: Incoder (2007 b) y sistema de información Cecoin.

Reducción sistemática del presupuesto hecho está ligado principalmente a las luchas de recu-
para la adquisición de tierras peración y ocupación de hecho de sus tierras por parte
de los indígenas y no precisamente porque la demanda
Entre 2001 y 2007 se redujeron entre 70% y 80% las
territorial haya disminuido o haya sido resuelta.
asignaciones presupuestales para adquisición de tierras
con destino a resguardos indígenas, al pasar de casi 3 mil
Solo el 20,42% de los territorios indígenas fueron
millones a mil millones o menos.12 Esto, sumado a una
legalizados durante los gobiernos posteriores a la expe-
baja ejecución presupuestal, evidencia una política por
dición de la Constitución Política de 1991, con lo que
parte del Estado dirigida conscientemente a incumplir sus
queda claro que el factor “Constituyente” ha tenido un
obligaciones frente al derecho de los pueblos indígenas.
peso relativamente bajo en los procesos de recuperación
Por ejemplo, en el año 2003, el más crítico en la adquisi-
de la propiedad de las tierras comunales indígenas y, por
ción de tierras, los 1.280 millones ejecutados alcanzaron
tanto, que la expedición normativa en materia territorial
para comprar solamente dos fincas en Antioquia y Cauca
no se ha visto acompañada de acciones directas en la
(en el primer caso para resolver la situación de indígenas
titulación de tierras.
chamíes asentados en la cabecera del municipio como
resultado de un desastre natural). En 2006, los 2.264
Desde el año 2003, cuando ya es clara la responsa-
millones ejecutados fueron utilizados para comprar solo
bilidad del gobierno de Uribe en los trámites de titula-
cuatro predios en los departamentos de Amazonas, Toli-
ción, se expidieron 92 resoluciones de constitución y 35
ma y Quindío. Parte importante de la inversión en 2006
de ampliación. El Gobierno ha informado que ha titulado
estuvo dirigida a la adquisición de tierras para reparar a
un millón 254 mil hectáreas en su período, ocultando
las comunidades victimizadas por la masacre del Nilo,
un hecho relevante: un millón 20 mil corresponden a la
ocurrida en diciembre de 1991 (CIDH, 2000).13
ampliación del Resguardo Selva Matavén (904 mil hec-
Es claro que casi el 80% de los territorios indígenas táreas) y otros tres resguardos en zona de selva; oculta
fueron titulados antes de la Constitución de 1991. Este también que la mayoría de las titulaciones en áreas no
amazónicas corresponden a procedimientos extraordi-
narios: la ampliación del Resguardo Embera Katío del
12 Fuentes utilizadas para el análisis: Incora (2002), In- Alto Sinú se dio en el marco de la reivindicación indígena
coder (2005a, 2005b, 2006a, 2007b), MinAgricultu- frente a los daños causados por la Hidroeléctrica Urrá y
ra (2005), MinHacienda (2006, 2007). como parte de la reparación; la constitución del Resguar-
13 De acuerdo con el Informe de la Comisión Intera- do Kankuamo se produjo después del asesinato de 250
mericana de Derechos Humanos, que condenó al Es- indígenas y la interpelación de la Corte y Comisión In-
tado colombiano por la participación directa de sus
teramericana de Derechos Humanos; las titulaciones en
agentes. Se trata de compromisos totalmente indepen-
dientes del presupuesto ordinario para la titulación de el Putumayo se dieron como mecanismo de contención
tierras para pueblos indígenas. ante la protesta indígena por las acciones militares y po-

109
sin Democracia, sin derechos
licivas en la región en el marco del Plan Colombia; y las municipal. De tal forma, el derecho de los pueblos
titulaciones de tierras en el departamento del Cauca co- indígenas a su territorio queda sometido a la voluntad
rresponden a las obligaciones del Decreto 982 de 1999 caprichosa de las mayorías políticas que triunfen en
y a la reparación acordada en el trámite del caso Masacre las elecciones locales, a pesar de que la Corte Cons-
Caloto vs. Colombia ante la Comisión Interamericana de titucional ya declaró inexequible tal pretensión.15
Derechos Humanos CIDH por la Masacre del Nilo.
• Esa disposición también prohíbe constituir o ampliar
El Estatuto de Desarrollo Rural contra resguardos en la Costa Pacífica, en abierto descono-
los pueblos indígenas (Ley 1152 de 2007) cimiento de los derechos fundamentales de los pue-
blos wounáan, embera, eperara y awá. Al tiempo que
En julio de 2007 fue aprobado el Estatuto de Desarrollo el Legislativo demagógicamente ha estimulado el en-
Rural (Ley 1152 de 2007). En primer lugar, el nuevo frentamiento entre los pueblos afrocolombianos y los
estatuto facilita la legalización de escrituras fabricadas pueblos indígenas,16 veladamente se deshace de los
mediante dolo o violencia, durante el período comprendi- obstáculos legales que impedían la adjudicación de
do entre el 17 de abril de 1917 y el 31 de diciembre de tierras de afrocolombianos y campesinos a las trans-
1997. Según la nueva legislación agraria, no importa que nacionales y paramilitares, mediante las zonas de
la tierra haya sido conquistada por medios ilícitos; basta desarrollo empresarial y la legalización de escrituras
que exista un título de propiedad debidamente inscrito fabricadas. El andén del Pacífico se ha convertido en
ante notaría, independientemente de que haya sido otor- la zona preferida para las adjudicaciones fraudulen-
gado por una autoridad sin facultades para hacerlo, y que tas a empresarios de palma africana.
se pueda comprobar una tradición de propiedad. De tal
forma, se ampara a los usurpadores en tanto presume la • Negación de los derechos territoriales de los pueblos
legalidad de sus títulos, mientras que se obliga a quienes nómadas, al incluir el término “utilización regular y
fueron expropiados de sus tierras a la realización de todos
los esfuerzos orientados a demostrar que fueron víctimas 15 República de Colombia, Corte Constitucional, Sen-
de usurpación de sus propiedades. En consecuencia, se tencia No. C-795 del 2000. Magistrado Ponente
facilita que muchos usurpadores pasen a ser propietarios Eduardo Cifuentes Muñoz.
de buena fe.14 16 En el texto aprobado se mencionan los planes de vida,
en un intento de camuflar el verdadero sentido de la
En particular, los derechos de los pueblos indígenas
norma. No obstante, no se establece la obligación de
sufren un golpe muy grave con la vigencia del nuevo Es- tenerlos en cuenta en las decisiones sobre ordenamien-
tatuto de Desarrollo Rural. Cabe destacar: to territorial, pues el texto aprobado utiliza el térmi-
no “podrá”, mientras las decisiones de ordenamiento
• En virtud del artículo 113 del Estatuto, los procesos territorial “deberán obligatoriamente” ser atendidas.
de constitución y ampliación de resguardos quedan No se trata de un descuido. De hecho, cuando se re-
subordinados a los planes de ordenamiento territorial gula una situación similar en el caso de comunidades
negras (artículo 125 del Estatuto), las decisiones sobre
territorios colectivos de comunidades negras sí que-
14 El caso más conocido de escrituras fraudulentas dan obligatoriamente sujetas a los planes de vida de
(“chimbas”) ocurre con la familia del primer persona- esas comunidades y no a los POT municipales. Este
je sindicado de parapolítico, Carlos Arturo Marulan- elemento muestra la clara intención del Gobierno de
da Grillo, ex ministro de Agricultura, ex representante poner en confrontación y desunir la postura de las
a la Cámara y ex embajador. Esta familia no pudo ni comunidades negras y las indígenas, y evidencia una
puede demostrar propiedad de la mitad de su gran política antiindígena en el Estatuto; de lo contrario,
hacienda “Bellacruz” en Pelaya (Cesar), debido a las no se justifica un tratamiento diferente en una situa-
normas de la Ley 200 de 1936, que anulaban los títu- ción claramente similar. En este caso, además de las
los fraudulentos. Los campesinos fueron desplazados violaciones señaladas, se viola también el derecho a la
en 1996 por paramilitares que incluían a su hermano. igualdad y el principio general del derecho según el
Con el Estatuto de Desarrollo Rural, el ex ministro cual “donde hay la misma razón debe haber la misma
pasará de delincuente a propietario legal. proporción”.

110
Derechos de los pueblos
permanente”, que niega los principios de autonomía Dos cambios adicionales son altamente impactan-
de los pueblos nómadas, le agregan un golpe directo tes sobre los territorios indígenas. En primer lugar, la
al pueblo nukak, que en la actualidad disputa su pre- titulación de resguardos, incluida confusamente en
sencia en el Parque Natural Nukak (el cual, a pesar el articulado, pasó a manos de la Dirección de Etnias
de su nombre, no pertenece al pueblo nukak), y a del Ministerio del Interior, una institución carente de
otros pueblos seminómadas y horticultores itineran- infraestructura y personal competente. Por otra parte,
tes, como es el caso de los yuríes o “caraballos” del la constitución de la Unidad de Tierras18 (artículo 27),
río Puré en el departamento del Amazonas. cuyas funciones, entre otras, serán la clarificación de la
• Regreso al concepto de minoría, conculcando el ca- propiedad, la determinación de las zonas de ampliación
rácter de pueblos y que pretende en el fondo imponer agrícola (“Definir la vocación y los fines de las tierras
en los territorios indígenas proyectos que lesionan el rurales de propiedad de la Nación”), la delimitación y re-
medio ambiente y la integridad territorial y como pue- cuperación de baldíos, la compra de tierras para la gran
blos indígenas, y argumentar como repetidamente lo producción, la extinción de dominio de terrenos ociosos
ha hecho que es en interés de la “mayoría”. y la administración de los bienes rurales del Estado. El
análisis de las organizaciones indígenas es que la Uni-
• Injerencia indebida en la autonomía de los pueblos dad de Tierras, que hará las concesiones de tierras a las
indígenas (artículo 118), que restringe a las auto-
grandes empresas exportadoras, terminará imponiendo
ridades su derecho de adjudicar libremente tierras
sin participación ciudadana ni indígena a diestra y si-
entre los miembros de las comunidades, al estable-
niestra sus zonas empresariales, mientras los indígenas
cer la obligación de los cabildos de excluir las áreas
y afrocolombianos engañados esperarán interminables
ecológicas y ambientalmente estratégicas, tema que
procesos en el Ministerio del Interior.
corresponde al manejo interno de las comunidades
respectivas; otro tanto ocurre al entregar a la Direc-
ción de Etnias el papel de garante de la distribución ***
equitativa de las tierras, un tema que el Convenio Del balance anterior se concluye fundamentalmente que
169 establece como de plena competencia de las los derechos de los pueblos indígenas sufren un muy gra-
autoridades indígenas. ve golpe con este Estatuto Rural que se agrega a una
• Desmonte del Incoder: el Gobierno argumentó, en situación de crónico desconocimiento. La regresión en
la exposición de motivos del proyecto de Estatuto y materia de derechos territoriales indígenas es absoluta-
en pronunciamientos públicos del Presidente de la mente evidente, como evidente es que se viola de manera
República, que el Incoder es una institución corrup-
ta. Lo que resulta por lo menos sorprendente, pues el siguiente director, Arturo Vega —empresario ga-
argumentó su propia corrupción para desmontarlo, nadero de Córdoba, hoy gerente de Corpoica—, Luis
en tanto fue el Gobierno el que entregó el Incoder a Ortiz —denunciado por entregar tierras a paramilita-
grupos politiqueros para cumplir cuotas burocráticas, res con la anuencia del Ministro de Agricultura— y
Rafael Campo Soto pertenecen a estas organizaciones.
como fue denunciado por la prensa nacional.17
A nivel regional, estos vínculos son más evidentes con
los partidos uribistas sindicados por paramilitarismo.
17 Los grupos políticos Colombia Viva y Colombia De- 18 Estatuto Rural: Artículo 19. Créase por virtud de esta
mocrática, la mayoría de cuyos dirigentes son ahora ley la Unidad Nacional de Tierras Rurales, como una
sindicados por parapolítica, tuvieron en sus manos al Unidad Administrativa Especial del orden nacional,
Incoder durante casi todo el gobierno de Uribe. Tan- con personería jurídica, adscrita al Ministerio de Agri-
to el primer gerente de este gobierno en el Incora y de cultura y Desarrollo Rural, con autonomía adminis-
la primera fase del Incoder, José María Maroso —ex trativa y financiera y patrimonio propio, su domicilio
cónsul en Milán, primo del jefe paramilitar Salvatore está en la ciudad de Bogotá y contará con las depen-
Mancuso y hermano de quien fuera jefe de Adquisi- dencias regionales para el ejercicio de sus funciones
ciones y Contratación de la Universidad de Córdoba que el Gobierno Nacional disponga según lo requie-
durante los años más violentos de esa institución—, ran las necesidades del servicio.

111
sin Democracia, sin derechos
flagrante lo establecido en el Convenio 169 de la OIT Bibliografía
y las recomendaciones del Comité del Pacto DESC. El
Estatuto, por su parte, no resiste una mínima evaluación
n Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
a la luz de la Declaración de la ONU de los Derechos
CIDH (2000). Masacre “Caloto” v. Colombia,
Humanos de los Pueblos Indígenas.
Caso 11.101, Informe Nº 36/00 OEA/Ser.L/V/
II.106 Doc. 3 rev. en 468 (1999). Washington
Cuarenta años de avance territorial indígena están en
D.C.: CIDH
claro peligro. Derrotar el Estatuto Rural significa hoy lo
que significó en su momento el entierro del Estatuto Indí- n Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC
gena de Turbay. En esa época, los indígenas profundiza- (2005). Liberación de la Madre Tierra. En Revista
ron la lucha de recuperación de tierras; hoy, la Liberación Etnias & Política No. 2. Bogotá: Cecoin.
de la Madre Tierra es prioridad, liberarla de manos de la
política agraria del gobierno de Álvaro Uribe Vélez. n Contraloría General de la República (2005, 9 de
junio). Intervención del Dr. Luis Bernardo Flórez
Enciso, vicecontralor general de la República, en
la instalación del Foro La extinción de la propiedad
ilícita: ¿una vía para la reforma agraria? Bogotá,
Colombia.

n Covaleda Vélez, Alfredo (2000). Sistemas indígenas


de producción agrícola en el Trapecio Amazónico co-
lombiano. Aldocova web site since 1998. Disponi-
ble en: http://orbita.starmedia.com/~aldocova/.

n Departamento Administrativo Nacional de Esta-


dística, DANE (2006). Colombia: una nación mul-
ticultural. Su diversidad étnica.

n Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Inco-


der (2005a). Plan de Acción 2005. Bogotá: Minis-
terio de Agricultura y Desarrollo Rural-Incoder.

n _____ (2005b). Informe de Gestión 2004. Bogo-


tá: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural-
Incoder.

n _____ (2006a). Informe de Ejecución 2005. Bogo-


tá: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural-
Incoder.

n _____ (2006b). Cuadro consolidado de constitución


y ampliación de resguardos indígenas – 2006. Bogo-
tá: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural-
Incoder.

n _____ (2007a). Constitución de resguardos indíge-


nas por departamentos. Informe electrónico. Bogotá:
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural-In-
coder.

112
Derechos de los pueblos
n _____ (2007b). Informe de Gestión 2006. Bogo-
tá: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural-
Incoder.

n Instituto Colombiano de la Reforma Agraria,


Incora (2002). Plan Operativo 2002. Información
Incora antes de liquidación. Disponible en: http://
www.incora.gov.co/laentidad_inco.htm.

n Mejía Gutiérrez, Mario (2003). Tema estratégico,


agroforestería y manejo de bosques. Revista Semi-
llas, 20.

n Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural


(2005). Manejo social del campo: Memorias 2003-
2004. Bogotá: Ministerio de Agricultura y Desa-
rrollo Rural.

n _____ (2007). Dirección de Planeación y Segui-


miento.

n Ministerio de Hacienda y Crédito Público (2006).


Presupuesto General de la Nación 2005.

n _____ (2007) Presupuesto General de la Nación


2006.

n Organización Nacional Indígena de Colombia,


ONIC (2001). Necesidades de tierras indígenas.
Mimeo, Bogotá.

n Leyes de Presupuesto General de la Nación para


las vigencias fiscales de 2000, 2001, 2002, 2003 y
2004.

n Sánchez, Hayrán (2006). Conflictos y biodiver-


sidad en territorios indígenas de la Orinoquia
colombiana. Fundación Sophia, Mujer, Sociedad
y Desarrollo armónico. Informe para Instituto
Humboldt.

113
sin Democracia, sin derechos
CRÓNICA

Cuidar la tierra: misión de los indígenas


de la Sierra Nevada
Juan Diego Restrepo E.*

Desde el comienzo mismo de la vida y el universo hubo diferentes


grupos humanos. Cada uno de ellos fue dejado con unos bienes
naturales, con un pensamiento y una misión: cuidar esos bienes
recibidos. Las tierras del macizo de la Sierra Nevada (de Santa Marta)
fueron dejadas desde un principio para ser habitadas y protegidas
por los cuatro pueblos que aún vivimos allí. La visión que se tiene de
los cerros, las aguas, el aire, de todo lo natural, nació con nosotros y
sabemos que si nos descuidamos, el desequilibrio será total. Así los
demás pueblos causen interferencias o decidan tomar otros rumbos,
la misión de los pueblos indígenas, que nos fue dada por ley divina,
sigue siendo la misma y es a perpetuidad: cuidar la madre naturaleza.

Estas palabras, pronunciadas con la sabiduría propia de los ancia-


nos indígenas por Julio Alberto Torres, gobernador de las comunidades
arhuacas que habitan ancestralmente la Sierra Nevada de Santa Marta,
explican por qué se oponen a la construcción de la represa y proyecto
multipropósito de Besotes, zona rural de Valledupar, proyecto que im-
pulsa la Alcaldía de la capital del departamento del Cesar en el que se
invertirán más de 200 mil millones de pesos y cuyas obras se iniciarían
en el año 2010.

“Las prácticas del cuidado de la naturaleza se tienen no porque se


haya comprendido que eso es bueno hacerlo o porque alguien nos haya
felicitado o nos haya dicho que eso es importante, o lo hayamos copiado,
sino porque en el mandato de la constitución de nuestro origen está dicho
y esas son las leyes naturales por la que debemos guiarnos”, agrega la
máxima autoridad de los arhuacos.

La represa Besotes tiene fines multipropósitos —riego, acueducto y, a


futuro, generación de energía— y está proyectada para ser construida en
un área de ampliación del resguardo de los arhuacos, donde actualmente
viven cerca de 50 familias indígenas. Tendrá un embalse de 37 millones
de metros cúbicos de agua, una presa de 1.457 metros de largo y un
* Periodista de la Agencia de Prensa del Insti- espejo de agua de 170 hectáreas, que se llenará con las aguas del río
tuto Popular de Capacitación (IPC). Guatapurí. El propósito oficial es satisfacer las futuras necesidades de

114
Crónica
riego de buena parte de los campos que rodean a Valledupar y de acueducto de los
habitantes de la capital cesarense.

En relación con las comunidades indígenas, no hay ninguna afectación. Desde la bocatoma
de Besotes al punto más cercano del resguardo indígena arhuaco, hay una distancia de siete
kilómetros. A un tramo similar están los resguardos de las comunidades wiwas y kankuamos.
Son territorios que ellos consideran ancestralmente suyos, pero que legalmente no hacen
parte del resguardo. Las familias arhuacas que habitan allí compraron esas tierras como una
forma de resistencia civil.

Lo anterior lo aclara Luis Ramón Cuello Maduro, coordinador técnico ambiental del
proyecto, de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, promotora del embalse
Besotes, quien sostiene que los diseños del proyecto contienen planes ambientales que
permitirían mitigar los efectos sobre las comunidades indígenas, particularmente las
arhuacas.

Pero esas explicaciones no son suficientes para convencer a las autoridades y al


pueblo arhuaco. Leonor Sabaleta, líder arhuaca, expresa:

No se trata de una oposición construida bajo orientaciones políticas o económicas. Cuando los
pueblos indígenas de la Sierra Nevada nos oponemos a un proyecto de desarrollo es porque,
efectivamente, va en contra de quienes vivimos ahora y de las futuras generaciones. Eso lo
tenemos muy claro. Nos oponemos porque consideramos en riesgo nuestros valores, nuestro
pensamiento, nuestra ideología, y lo que concebimos nosotros como mandato, que es cuidar
la tierra.

De manera vehemente, esa mujer indígena de palabras precisas y claras dice que
no se puede aceptar que el desarrollo de este país sea a costa de culturas indígenas: “El
desarrollo de Colombia está exterminando pueblos y no puede basarse en la pérdida de
derechos indígenas o de cualquier colombiano. No podemos admitir un desarrollo que
vaya en contra de la gente, creo que los indígenas lo tenemos claro”.

Y agrega:

La situación de Besotes no es el problema del agua de los ciudadanos vallenatos, es la canti-


dad de tierras que pertenecen a determinadas familias que no tienen agua, por eso es una re-
presa multipropósito, va para riego, energía y turismo. ¿Quién puede sembrar palma africana?
¿Quién puede producir etanol basado en cultivos de yuca y de maíz? ¿Quién lo puede hacer?
El proyecto Besotes conduce a fortalecer el sector empresarial.

Por ello, cuestiona las formas como se toman las decisiones con respecto a los pro-
yectos de desarrollo: “los intereses económicos de la clase política son los que en últimas
definen. El ciudadano común y corriente no participa, entonces no hay un avance demo-
crático en la toma de decisiones”, y asevera que en la proyección de las obras a ejecutar
en la Sierra Nevada pesó de manera significativa el conflicto armado:

Nunca habíamos tenido planes de desarrollo tan establecidos y obras en desarrollo, y otras
para ser impulsadas, antes del conflicto armado. Nacieron en el momento de la crisis del con-
flicto armado, que se agudizó entre 2000 y 2005, mientras los arhuacos y las demás etnias

115
sin Democracia, sin derechos
de la Sierra Nevada nos dedicamos a defender la vida. Nosotros perdimos 29 personas en ese
periodo. El problema es que ya hay rearme y nuevas presiones —advierte Leonor Sabaleta y
sentencia—: las armas sirvieron para hacer avanzar esos proyectos de desarrollo.

La indígena considera que la presencia en Besotes es vital porque:

Son casas que están ritualizadas, son lugares sagrados, eso significa que nosotros estamos
sembrados allí. Nosotros no pensamos movernos de allí, eso es propiedad del pueblo arhuaco,
es construido por la misma gente de la comunidad, son sus esfuerzos. No estamos dispuestos
a que en ese lugar se construya la represa. Que cojan su proyecto y se lo lleven para otra parte.
Rechazamos el perjuicio que nos puedan causar a nosotros, a nuestros pueblos, a nuestras
culturas. Y cuando hablo de culturas me refiero a pueblos con una conciencia clara de identi-
dad como son los koguis, los arhuacos, los wiwas, los kankuamos, que exigimos respeto por
nuestros territorios.

Pero el embalse de Besotes, en el Cesar, no es el único que se ha proyectado para


la Sierra Nevada de Santa Marta. Desde febrero de 2006 se encuentra en ejecución la
construcción de otro embalse multipropósito, llamado El Cercado, en el río Ranchería,
que afecta directamente al pueblo indígena wiwa.

El embalse, según datos del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder),


se formará a partir de una presa que funcionará como una muralla de 110 metros de
alto y que se levanta entre los municipios de San Juan del Cesar y Distracción, en el
departamento de La Guajira. La presa ocupará 640 hectáreas con 198 millones de
metros cúbicos de agua y, de acuerdo con este Instituto, servirá para atender acue-
ductos locales e irrigar 18.500 hectáreas de tierra ubicadas en los municipios de San
Juan del Cesar, Fonseca, Distracción, Barrancas, Hatonuevo, Maicao, Albania, Uribia
y Manaure.

La obra, afirma la entidad, permitirá cultivar frutas y hortalizas en 1.150 predios


regables, de los cuales 1.000 son propiedades de particulares y el resto de tenencia
comunitaria. Se calcula que la obra esté terminada en mayo de 2010 y tendrá un costo
final cercano a los 410 mil millones de pesos, de los cuales el Gobierno nacional aporta
el 82% y el departamento el 17%. Según el Incoder, el distrito de riego del Ranchería se
convertiría en el segundo más grande del país.

Pedro Loperena, coordinador de derechos humanos de la Casa Indígena Wiwa en


Valledupar, advierte que esa obra favorecerá los intereses de unas cuantas personas. “Es
más de un interés minoritario que general. Detrás de la represa El Cercado hay intereses
particulares de los grandes terratenientes, los ganaderos, los algodoneros; la población
pobre y necesitada muy poco se va a beneficiar”, dice el líder indígena.

Pero las preocupaciones de Pedro Loperena no sólo tienen que ver con el futuro.
El indígena wiwa cree que hay un pasado doloroso que aún no se ha resuelto. “¿Qué
relación hay entre la construcción de esa represa y los hechos violentos contra las co-
munidades del pueblo wiwa y parte de la población campesina, que se dieron antes de
comenzar a construirla?”, se pregunta.

116
Crónica
La respuesta la tiene bien clara:

En el año 2001 se inició el primer retén paramilitar en el sitio conocido como la Ye de Zambra-
no, vía a Marocazo, una comunidad wiwa que está a unos 20 minutos de la obra y que hace
parte de un territorio de ampliación del resguardo. Los primeros ancianos desaparecidos y asesi-
nados, los primeros líderes asesinados, los primeros niños descuartizados, los primeros jóvenes
acuchillados y ahorcados por parte de los grupos que estaban en conflicto armado, las primeras
comunidades quemadas, bombardeadas y desplazadas fueron en esa cuenca del Ranchería.

En el año siguiente se agudizó la crisis humanitaria del pueblo wiwa. A las presiones
de la guerrilla, que se había ubicado de tiempo atrás en las partes altas de la Sierra
Nevada, se le sumaron las de la parte baja, ejercidas por los paramilitares del Bloque
Norte, liderado por Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, y las del Bloque Tayrona, comandado
por Hernán Giraldo, así como las del Ejército Nacional.

“Uno mira las estadísticas de las masacres que ha habido contra el pueblo wiwa y
pasan de más de 280 muertos entre los años 2001 y 2007. El último asesinato ocurrió el
21 de julio de este año; unos desconocidos mataron a Pedro Evangelista Toro en su lugar
de vivienda”, relata Pedro Loperena, quien no vacila en denunciar que la violencia contra
su pueblo se debía a la construcción de la represa El Cercado: “Mientras corríamos como
animales para escondernos de la violencia, ¿qué sucedía ahí donde estaban construyendo
la represa? Los ingenieros, los antropólogos, los que estudian el medio ambiente hacían
sus estudios y se movilizaban como dueños de casa. Y los wiwas, que éramos dueños del
territorio, no podíamos estar allí tranquilitos, nos teníamos que ocultar”.

Lo que tiene claro el pueblo wiwa es que el embalse de El Cercado se tenía que hacer
a como diera lugar, así se utilizara la violencia contra los indígenas y así se evitara la
concertación con sus autoridades locales. “No hubo consultas previas y se desconocieron
las autoridades políticas del cabildo gobernador de la organización del pueblo wiwa”,
afirma Pedro Loperena, quien asegura que en el lugar donde se ejecuta el proyecto se
están afectando seis sitios sagrados.

“Esas intervenciones desequilibran la armonía espiritual entre el mundo terrenal con


el mundo acuático de la Sierra. Eso nos pone en mucho riesgo”, agrega Pedro Loperena,
quien contrasta la acción del Estado y de las empresas privadas en sus territorios con las
prácticas ancestrales de los indígenas de la Sierra Nevada: “Nosotros nunca alteramos
la naturaleza, nuestra misión es cuidar la tierra, es velar que no le pase nada. Llevamos
muchos años de estar viviendo en la Sierra y no hay una obra hecha por indígenas que
afecte a la naturaleza, porque tenemos claro que todo lo que altere la naturaleza lleva a
la destrucción”.

Por último se pregunta él mismo por qué la tierra para los indígenas es importante, y
no tarda en responder: “Mi vida depende del mar, mi vida depende de los picos nevados,
mi vida depende de los bosques. Un indígena sin territorio no es un indígena. ¿Dónde va
a vivir? ¿Qué va a comer? Todo lo que comemos viene de la tierra. Por eso hay que agra-
decerle, no podemos destruirla. No se puede tener vida sin tierra. La tierra no es egoísta,
hay que saberla mantener. Los megaproyectos nos exterminan la cultura”.

117
sin Democracia, sin derechos
121 ¿De
sm
Cam onte d
ilo G el nar
onz co
ález paraes
Po s s tati
o smo?

Conflicto armado,

q ué?
ab ana
L a H lis
de Ce
s o
e s p u é u a rd
d d
¿Y is E

1 3 1 uL

118
a
b ólic
sim
ic ay
bél
ue rra
la g
nt re
o: e
ari
a n i t i v e ra
h um R
e r d o i e ra
A cu y V

137
m
Ji m

d e p a z
política y acuerdo humanitario

119
sin Democracia, sin derechos
m i l i t a r par a m i l i t a r
ó n pa r a liz
via c i ó n
c i m o
o v i l i z ao c e s o d e d e s
m Pr
c t o a r m ad o
Confli

120
estatis mo?
d el na rcopara
o n t e
¿Desm zsso*
Po
Gonzále
Camilo

Colombia se encuentra en un periodo de transición que se abrió


con la crisis del narcoparaestatismo montado desde los años ochenta.

La encrucijada de la próxima década comprende las soluciones políticas


con un gran acuerdo de sociedad por la paz, o la profundización de la
solución militar como estrategia; la posibilidad de un Estado social de
derecho, con democracia de solidaridad en una sociedad en paz, o la
cohabitación de instituciones de una democracia autoritaria con múltiples
expresiones de un régimen mafioso sustentado en autoritarismos regio-
nales violentos.

Este periodo de transición se expresa como una crisis de los círculos


y procesos de violencia animados históricamente por la influencia de las
mafias narcotraficantes, el paramilitarismo, la degradación de la insur-
gencia armada con flagrantes violaciones antihumanitarias, la globaliza-
ción de la guerra antinarcoterrorista, el autoritarismo desde el poder y un
modo de acumulación de riqueza basado en la fuerza y en la corrupción.

Pero, también, es el resultado de la emergencia de fuerzas y formas


de conciencia que se han apropiado de una ética humanista de la promo-
ción de los derechos humanos y la no violencia. Circunstancias naciona-
les e internacionales han hecho cada vez más difícil la reproducción del
narcoparaestatismo, que se volvió omnipresente incluso en contra de las
instituciones construidas en la Asamblea Constituyente de 1991. ¿Qué
tanto se ha avanzado? y ¿cómo influye en ese camino la desmovilización
parcial de los paramilitares?

Más allá de la dimensión armada


Por el calado de los problemas en juego es un desenfoque limitarse al
* Presidente de Indepaz. El presente artículo capítulo de las armas o del mal llamado paramilitarismo que, en realidad,
es un resumen de la ponencia presentada es solo parte de una mutación mayor que ha tenido la sociedad colom-
en el seminario internacional “Balance de
biana y que involucra no solo estructuras militares ilegales, sino también
dos años de aplicación de la Ley de Justicia
y Paz”, convocado por el Centro Internacio- económicas, políticas e institucionales al servicio de mafias y negocios
nal de Toledo para la Paz, Madrid, 13 y 14 que se reproducen aprovechando conexiones con funcionarios públicos o
de noviembre de 2007. posiciones en el Estado.

121
sin Democracia, sin derechos
Carlos Castaño, Iván Roberto Duque y otros jefes pa- grupos paramilitares se originaron en la política de con-
ras han discutido el calificativo de “paramilitares”, que se trainsurgencia promovida en los años sesenta y setenta
volvió parte del lenguaje corriente para designar a grupos como parte de la “seguridad nacional” y la Guerra Fría,
armados como las AUC o el Bloque Central Bolívar. Han que justificó su promoción legal y alianza con narcotrafi-
preferido hablar de “movimiento de autodefensas” como cantes en la lucha antiguerrilla –como ocurrió en el Mag-
parte de un “paraestado”, indicando que en defensa de dalena Medio y en otras regiones–; sin embargo, esto
intereses privados, asumieron funciones de Estado, como mutó por el peso dominante del narcotráfico.
seguridad, administración de justicia y cobro de tributos,
estableciendo alianzas con empresarios rurales y urbanos Por varias vías, en Colombia se configuró un fenó-
de diversa procedencia. meno complejo que podría llamarse narcoparaestatismo,
orientado a la defensa de negocios privados, en especial
Desde el Gobierno y las Fuerzas Armadas (FF. AA.) del narcotráfico, lavado de activos, apropiación de tierras
también se rechazó la expresión “paramilitar”, por con- y de rentas del Estado. El combate a la subversión ha
siderar que daba por establecida la conexión de esos sido un componente de este fenómeno, pero, como recor-
grupos con la Fuerza Pública y convertía en política ins- dó el presidente Álvaro Uribe Vélez en el balance de dos
titucional algo que, desde el discurso oficial, se ha plan- años de la Ley 975 de 2005, ya en 2002 era evidente
teado como actuaciones aisladas individuales. Durante que los paras no combatían a la guerrilla allí donde se ha-
mucho tiempo se dijo que lo que existía era un conjunto bía logrado un reparto adecuado de negocios. La alianza
de “autodefensas ilegales”, e incluso en la sustentación privilegiada de los paras con agentes estatales, incluidos
de la Ley 975 de 2005 y sus decretos reglamentarios se mandos de la Fuerza Pública, obedeció ante todo a inte-
utiliza esa expresión o la de grupos armados organizados reses de negocios y de poder regional.
al margen de la ley.
Dejando en suspenso esa discusión, que no es irrele-
En la discusión reciente sobre la existencia de grupos vante, podemos plantearnos la pregunta sobre el impacto
paramilitares, el Gobierno introdujo la categoría de gru- de las desmovilizaciones y de la emergencia de nuevos
pos armados privados que actúan ilegalmente en contra- grupos armados ilegales en el desmonte del fenómeno
insurgencia o defensa sediciosa de la institucionalidad, general del narcoparaestatismo.
definición de paramilitares que supone una intenciona-
lidad política y de autodefensa que recurre a las armas, En primer lugar hay que destacar que se han suscita-
prácticas violentas y negocios ilícitos sólo en conexidad do nuevas situaciones, tales como:
con el propósito antisubversivo.
• La desmovilización de grupos paras ha tenido efec-
Desde esa categoría no sólo se puede decir que no tos positivos en la reducción de algunos indicadores
existe paramilitarismo, sino que no ha existido en Co- de violencia –secuestros, masacres, homicidios–,1 el
lombia en las últimas décadas, pues la lógica de los pa- desmonte de grandes estructuras armadas y el debi-
ranarcos ha sido pasar de antisubversivos a negociantes litamiento de control político en algunas regiones.
ilícitos violentos, y la de los narcoparas, sólo camuflar
su actividad narcotraficante en la franquicia de las au-
1 La tasa de homicidios ha descendido con la misma
todefensas. Unos y otros tienden lazos con funcionarios pendiente negativa desde 1990; el total es de 18.111
y Fuerza Pública que los usó como instrumento o como en 2005 y 17.479 en 2006. Entre 2002 y 2006 ba-
aliados en la contraguerrilla, y como socios en negocios jan, pero se mantienen las altas cifras de desplazados
ilícitos y en el aprovechamiento del poder para el enri- –más de 1.437.64 en los cinco años según CODHES
quecimiento particular. y de 1.000.000 según Acción Social–; entre 2004 y
2006 se presentaron 281 ejecuciones extrajudiciales
La identificación de los narcoparamilitares y para- y 459 torturas (CINEP); los desaparecidos ascienden
narcos con fuerzas de contraguerrilla o antiterroristas a 15.000 según Asfaddes; los sindicalistas asesinados
aumentan de 57 en 2005 a 78 en 2006 (Datos de la
simplifica el problema; lo camufla, destacando propósi-
Vicepresidencia de la República). Para el tema de vio-
tos políticos, y minimizando sus variables mercenarias lencia contra el sindicalismo, véase Escuela Nacional
y de defensa de intereses privados y mafiosos. Algunos Sindical, ENS (2007).

122
Proceso de desmovilización paramilitar. Conflicto armado
Cuadro Nº 1: Desmovilización parcial en cifras
Nº Fuente
Desmovilizados colectivos 31.671 ACR
Desmovilizados individuales 13.392 ACR
Total desmovilizados 45.063 ACR
Total desmovilizados armados 18.000 ACR
No desmovilizados de estructuras militares 5.400 FIP 70/30
Registrados en el Programa Reintegración 34.793 ACR
Sin registro en el Programa Reintegración 10.270 ACR
Desmovilizados paras sin atención efectiva 20.000 PAZ-ION
Armas/desmovilizado - 2004 0,8 Indepaz
Armas/desmovilizado - 2005 0,66 Indepaz
Armas/desmovilizado - 2006 0,48 Indepaz
Desmovilizados con jefes fuera Ley 975/05 5.000 Indepaz
Desmovilizados con situación jurídica sin definir ¿Sedición? 19.000 ACPP
Desmovilizados en listas de postulados a Ley 975 (84 sin ubicar) 3.075 FGN

• Los fenómenos del narcoparaestatismo y el paramili- en un reciente informe documentó que en los circuitos ju-
tarismo se empiezan a develar y cuestionar. Se han diciales del Departamento del Cesar, numerosas personas
deslegitimado en la opinión pública y la comunidad que buscaban desmovilizarse no presentaban característi-
internacional las tácticas de la alianza Estado-paras- cas de combatientes, ni existían mecanismos idóneos para
narcos-mafias, y se ve una crisis del régimen mafioso verificar su pertenencia al grupo (CIDH, 2007, p. 9).
que ha dominado muchas regiones y esferas institu-
cionales. Los mismos jefes de los paras y narcoparas han ilustrado
el montaje que se hizo con reclutamientos ficticios de jóve-
• Se entró en una etapa de transición contradictoria:
nes desempleados, de bandas urbanas o cercanos a los ne-
desmovilización a medias y desmonte parcial del nar-
gocios. Vicente Castaño lo planteó con el caso del Bloque
coparaestatismo.
Cacique Nutibara, y otros lo han mostrado en los Bloques
En ese contexto se generan tres procesos: (i) el des- Norte o Central Bolívar (FIDH, 2007). Ejemplos notables
monte parcial de las AUC y los narcoparas, el reciclaje de registrados por los medios de comunicación han sido la
estructuras y la emergencia de neoparas; (ii) la reingeniería desmovilización de la empleada doméstica de Salvatore
de los negocios: narcotráfico, corrupción, macroproyectos, Mancuso, de empleados de las fincas y casas de los paras,
tierras y lavado de activos, y (iii) la crisis de la parapolítica y el llamado “cambiazo” de “Salomón”, subjefe para que
y el reencauche como paramafias clientelistas. apareció como desmovilizado, pero que, en realidad, envió
un reemplazo y continuó al mando de los negocios y acti-
La fórmula del 70/30 vidades ilegales del Bloque Norte hasta su captura.
y la emergencia de los neoparas
La FIP, dirigida en su momento por el actual vicemi-
En serios estudios académicos de instituciones como nistro de Defensa Sergio Jaramillo, advirtió en 2005, no
Ideas para la Paz (FIP), la Corporación Seguridad y De- sólo las irregularidades por cifras infladas de desmovili-
mocracia y Corporación Nuevo Arco Iris, así como en cen- zados, sino por la aplicación de la fórmula del 70/30,
tros de pensamiento universitarios se ha documentado el mediante la cual los bloques o frentes dejaban en reserva
carácter parcial de las desmovilizaciones. Por su parte, la al menos la tercera parte de sus efectivos, en particular,
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) los mandos medios claves para mantener el control de

123
sin Democracia, sin derechos
Cuadro Nº 2: Grupos armados paras, narcoparas y neonarcoparas

Rearme denominación Hs. Con. Mpios. Dptos. Fuentes

Narcoparas, neonarcoparas, nov./07 6.377 224 24 INDEPAZ* con datos de policía, MAPP/OEA, Defensoría, ONG
Narcoparas, neonarcoparas, nov./2007 4.877 - - INDEPAZ. Solo fuentes oficiales (Policía, FFAA, MAPP/OEA, Defensoría)
BACRIM, nov./07 2.318 101 16 Policía. Carabineros - Seguimiento BACRIM – oct./07
BACRIM de carteles Valle, nov./2007 500 - Policía. Carabineros - Seguimiento BACRIM – oct./07
Grupos post AUC y/o no desmovilizados - 305 30 Defensoría del Pueblo – oct./07
Disidentes, rearmados y emergentes 3.955 200 22 Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación

En julio de 2007 el agregado de fuentes oficiales, ONG y prensa era de 8.709. De solo fuentes oficiales: 7.400.
* El corte en noviembre incorpora correcciones y nuevos datos de la Policía Nacional.

negocios y posiciones de poder. La evolución de la re- Ese organismo registra 3.955 disidentes, rearmados
lación arma entregada/efectivos desmovilizados muestra y emergentes, con presencia en 200 municipios del país.
que entre 2003 y 2006 acentuó este doble movimiento La unidad de la Policía Nacional que centraliza informa-
de reclutamiento ficticio y no desmonte de mandos y es- ción sobre “Bandas Criminales Emergentes” contabiliza
tructuras claves. En las desmovilizaciones de 2004 la re- 2.818 en 101 municipios, y la Defensoría del Pueblo
lación armas/desmovilizados fue de 0,8; en las de 2005, alertó sobre la presencia de “grupos post AUC y/o no des-
0,66, mientras que en 2006 fue 0,48. movilizados” en 305 municipios de un total de 1.098,
En cuanto al rearme, uno de los factores a analizar es incluidas las principales capitales de Colombia. Por su
que el Programa de Reinserción no hace un seguimiento parte, Indepaz, integrando esas fuentes y con las actua-
universal a las desmovilizaciones. De 45.063 desmovili- lizaciones realizadas con base en los últimos informes
zados (entre guerrilleros y paramilitares), sólo 34.793 se de entidades oficiales, la MAPP/OEA y ONG de derechos
encuentran en los programas de la Alta Consejería para la humanos, contabiliza, a noviembre de 2007, 69 estruc-
Reintegración. Esto significa que por lo menos 5.000 no turas presentes en 24 departamentos y 224 municipios,
son objeto de seguimiento y control, y en el caso de los para un total de 6.377 efectivos armados de narcoparas
paramilitares, hay que sumar aquellos miembros de fren- y neonarcoparas. Con sólo fuentes oficiales, eliminado
tes no desmovilizados como el Cacique Pipinta y Martín duplicidades, se registran cerca de 5.000 efectivos ar-
Llanos, y las de los importantes jefes que suscribieron el mados en esos grupos neoparas.
Acuerdo de Ralito y sus grupos, pero no se acogieron a
Un panorama más completo se tendría si se incluye-
la Ley 975 de 2005. Adicionalmente, 84 de los 3.075
ran los datos de los 81 municipios mencionados por la
postulados a esta norma no se encuentran ubicados.
Defensoría del Pueblo que no han sido cuantificados. Su-
Aunque las cifras y la denominación difieren entre poniendo un promedio de 50 efectivos armados en cada
las fuentes estatales, el número ilustra que el rearme no municipio se podrían calcular 4.050 neoparas en los 81
alude a un fenómeno marginal y que no es comparable al municipios adicionales en los informes de esa entidad,
de las “maras” en El Salvador o Guatemala, tal y como lo para un total estimado de 9.050 armados si se toman
han afirmado funcionarios como el presidente de la Co- solo los datos estatales, o 10.427 si se tienen en cuenta
misión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) otras fuentes no oficiales. Una cifra de esta magnitud
Eduardo Pizarro, en múltiples intervenciones públicas.2 implicaría niveles avanzados de recomposición de las es-
tructuras armadas y requiere una consolidación urgente
2 Una de ellas fue la realizada ante la Comisión Intera- de fuentes y criterios entre las entidades estatales que
mericana de Derechos Humanos en julio de 2007. han suministrado informaciones dispares.

124
Proceso de desmovilización paramilitar. Conflicto armado
De los diversos informes se deducen, entre otras, las Así, a la hora de los balances, cabe preguntar cómo
siguientes características de esos grupos: (i) operan en se ha avanzado en el desmonte de la paraeconomía lati-
las mismas zonas donde se encontraban las estructu- fundista que ha significado la más grande concentración
ras desmovilizadas; (ii) por lo menos la mitad de las de tierras en los últimos 50 años. La Procuraduría, la
estructuras nuevas actúan en áreas de la economía de Contraloría General de la República y otras fuentes es-
la cocaína: cultivos ilícitos, laboratorios y rutas de nar- timan que en las últimas dos décadas los narcos y los
cotráfico, lo que da continuidad al negocio de los ex pa- grupos armados aliados se han apropiado de más de 6,5
ras; (iii) tienen alguna presencia, con oficinas de cobro y millones de hectáreas. Un cálculo conservador permite
bandas armadas, en importantes centros urbanos como cuantificar en US$2.500 millones el precio de las tierras
Cúcuta, Santa Marta, Riohacha, Valledupar, Quibdó, acumuladas por los narcoparas y paranarcos, lo que con-
Pereira, Medellín, Cartagena, Barranquilla, Bogotá, Bu- trasta con los US$125 millones con los que valoran los
caramanga, Villavicencio, Neiva; (iv) muchos vinculan bienes entregados para el fondo de reparación.
a desmovilizados y, en especial, a mandos medios o
segundos de las grandes estructuras; (v) combinan es- Lo cierto es que, a pesar de la expoliación de miles
tructuras uniformadas y camufladas de civil, y (vi) en el de hectáreas y de la acumulación de bienes trasladados a
último año muchos han presentado cambios a unidades una legión de testaferros, no se han decretado las medidas
pequeñas como las “Águilas Negras”, grupo que, según cautelares ni se cuenta con los mecanismos legales para
la Defensoría del Pueblo, tiene presencia en todos los devolvérselos a las víctimas o para su expropiación con
departamentos. destino a la reparación. A esto contribuye la existencia de
procesos paralelos contra varios de los postulados: por un
lado, ante la justicia ordinaria por delitos de narcotráfico
La reingenería de los negocios
y, por otro, los de la Ley 975 de 2005, lo que implica que
los bienes pueden ir al Fondo de Estupefacientes, en los
La situación de los negocios ilegales y de la economía de
primeros, o al Fondo de Reparación, en los segundos.
los narcoparas o paranarcos no fue objeto de negociación
concreta ni exigencia para la desmovilización. Dada la
El reciclaje de los negocios ilícitos del narcotráfico
caracterización asumida por el Gobierno nacional de los
es también evidencia de la permanencia de las estructu-
paramilitares como fuerzas antisubversivas se minimizó
ras económicas asociadas a los grupos armados. Según
su relación con los negocios ilegales, en especial con el
cálculos de Indepaz, durante los últimos diez años los
narcotráfico, la acumulación de tierras y de inmuebles
narcoparas y paranarcos –independientemente de los
como lavado de activos, las prácticas de extorsiones o co-
ingresos de los carteles– recibieron cerca de US$5.000
bro de “tributos para seguridad”, y apropiación de rentas
millones de sus negocios de tráfico de cocaína. Los jefes
públicas mediante prácticas de corrupción, y el control
desmovilizados han informado que por este concepto re-
de alcaldías, gobernaciones y otras instituciones estata-
cibían cerca del 70% de la totalidad de sus ingresos, y
les nacionales, regionales y locales.
las autoridades de Colombia y de EE. UU. han indicado
Rafael Pardo, ex ministro de Defensa, en su libro Fin que los paramilitares actuaron como una de las mayo-
del paramilitarismo: ¿es posible su desmonte?, afirma res mafias, siendo responsables del 40% al 50% de las
que “la valoración de tierras en cabeza de jefes para- exportaciones de cocaína. ¿Cómo explicar entonces que
militares que adquirían predios baratos a causa de la la desmovilización de las grandes estructuras militares
presencia guerrillera, ha sido parte del proyecto para- no haya modificado la economía del narcotráfico? Entre
militar”. Y agrega que ese propósito de enriquecimiento 2003 y 2007 no se puede observar un impacto del des-
ha sido “tanto o más importante que el mismo plan an- monte de estos grupos en la reducción de exportaciones
tisubversivo” (Pardo, 2007). Las espirales de violencia, de cocaína; el reacomodo en los negocios ha sido auto-
terror, desplazamiento y destierro obedecen más a una mático y el flujo de narcóticos desde estas redes y sus
lógica de acumulación de activos que de motivaciones suplentes se ha mantenido invariable en un promedio de
políticas. 200 toneladas métricas año.

125
sin Democracia, sin derechos
Se combinan, entonces, dos situaciones: por un lado, Los neoparas han heredado las redes mafiosas que
según Jhon Walters, jefe antidrogas de EE. UU., “algunos capturan rentas en municipios de los departamentos
de los ex jefes paras detenidos continúan en el tráfico” y, controlados en el pasado por los grupos desmovilizados.
por la otra, precisamente la más relevante, en la posdes- Pero, además, aunque se han debilitado en algunas re-
movilización se produjo un rápido relevo, y los neoparas giones, continúan los sistemas de cobro de tributos en
y narcoparas mantienen el negocio. centros urbanos, lo mismo que los negocios de microcré-
dito (pagadiario), “chance” y usura.
Peor aún, los paranarcos han extendido sus negocios
a otros países, como es el caso de Mancuso y “Jorge El manejo de las economías ilícitas continúa después
40”, solicitados en extradición por los EE. UU.: el prime- de la desmovilización, en el marco de los procesos de la
ro es pedido en extradición en asocio con alias “Sierra” Ley 975 e incluso desde los sitios en que se han ubicado
–personaje que inicialmente no fue admitido dentro de los postulados, lo que ha llevado a que funcionarios del
los postulados, pero que actualmente no se encuentra Gobierno manifiesten que algunos de éstos han perdido
rindiendo versión libre– por su vinculación con la mafia los beneficios administrativos y judiciales de esa norma,
de Calabria y La’ Ndrangheta, circunstancia que condujo pero han delegado a las instancias judiciales la respec-
a 46 capturas en Italia, España y Colombia, y a la ocu- tiva decisión.
pación de diferentes establecimientos comerciales. Por
su parte, “Jorge 40”, según la Fiscalía, desde la cárcel
Crisis de la parapolítica
continúa manejando el negocio y disputándolo con otros
y reacomodo del régimen mafioso regional
de los postulados.
Tal como se ha venido refiriendo, el desmonte del pa-
Otro de los grandes negocios que se ha identifica-
ramilitarismo o del narcoparaestatismo ha sido, hasta
do es el de apropiación ilícita de rentas públicas, tales
la fecha, parcial, y se han dado procesos de reciclaje y
como el robo de recursos en hospitales y en Empresas
emergencia de grupos armados que han entrado a cum-
Promotoras de Salud (EPS), así como el cobro de por-
plir funciones similares a las de los desmovilizados, pero
centajes cercanos al 40% en los contratos de las entida-
ahora en un contexto de crisis y de retroceso de esta mo-
des territoriales e instituciones públicas donde ubicaron
dalidad delictiva y deslegitimación de una justificación
a sus aliados o agentes de la denominada parapolítica. antiguerrilla.
También se han conocido las inversiones de lavado de
activos en macroproyectos: por ejemplo, Vicente Castaño La desmovilización y la aplicación de la Ley 975 de
informó sobre grandes operaciones en cultivos de tardío 20054 han estado acompañadas de fuertes presiones
rendimiento, especialmente en palma aceitera y made- nacionales e internacionales para una institucionaliza-
rables en la región del Urabá antioqueño, los cuales son ción de la lucha antisubversiva y la ruptura de vínculos
también financiados por el Gobierno nacional y depar- entre funcionarios públicos, incluidos los militares, con
tamental, mediante subsidios, y algunos empresarios.3 grupos ilegales dedicados al narcotráfico. En este terreno
Sin embargo, ni en los procesos de la Ley 975, ni en los se ubican las declaraciones del Gobierno sobre el mono-
de extinción de dominio se ha reflejado el desmonte de polio de la seguridad en manos del Estado y la condena a
todas estas redes. cualquier grupo privado que se pretenda justificar como
colaborador o suplente del Estado en la persecución del
delito o protección frente a agresiones.
3 Algunas empresas vinculadas en versiones libres e in-
vestigaciones al accionar de los paras son: Asis Ltda.,
Banacol, Chiquita Brands, Uniban, Coolechera, 4 Véase en esta publicación: Comisión Colombiana de
Multifruits, Dole, Belmonte, Lácteos del Campo, Juristas, Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y
Drumond, Made in Italy, Gino Pascally, Restau- Observatorio de Derechos Humanos y Derecho Inter-
rante La Enoteca, MT Base, Urapalma y Palmas de nacional Humanitario de la Coordinación Colombia-
Curvaradó. Europa-Estados Unidos. Ley 975: Sin justicia, ni paz.

126
Proceso de desmovilización paramilitar. Conflicto armado
No obstante la magnitud que cobró en la última dé- en 28 estructuras criminales que funcionaron como au-
cada el llamado fenómeno de la parapolítica y la captura ténticos ejércitos mercenarios y de defensa de intereses
o incidencia de paras en las instituciones, reitera las ad- privados. Pero se ha criticado el enfoque centrado en el
vertencias sobre los reacomodos que intentan mantener desarme e, incluso, el carácter parcial que se ha permiti-
el régimen mafioso con expresiones regionales e incursio- do, y la subvaloración y descuido frente a las estructuras
nes en instituciones estatales centrales. En el Congreso de económicas y políticas, lo cual sería clave para el des-
la República, los detenidos o investigados conservan sus mantelamiento completo y la no repetición. Parece que
cuotas, directamente o con sus suplentes; los partidos im- se asumió el desarme como determinante del desmonte
plicados desde su cúpula en la parapolítica se mantienen sin darle tratamiento oportuno al carácter narco y para-
en la coalición de gobierno, y atesoran sus posiciones en el político del fenómeno. Se diseñó un proceso de desmovi-
Ejecutivo y en entidades que les han sido entregadas como lización de las estructuras armadas y de legalización de
retribución a sus aportes electorales y parlamentarios. hecho, o por omisión, de las demás estructuras mafiosas
o narcopolíticas.
En el destape de la parapolítica han tenido un papel
importante la Fiscalía, la Corte Suprema de Justicia y, en Los nuevos grupos armados posdesmovilización de
especial, los medios de comunicación, que han dado des- los paras tienen diferencias importantes con sus prede-
pliegue a informes de la DEA, de extraditados, ex paras cesores en cuanto a tamaño, líneas de mando, magni-
en versiones libres y de investigaciones sobre vínculos de tud de los servicios mercenarios antiguerrilla y mayor
funcionarios estatales y grupos narcoparas o paranarcos. dependencia de los narcocarteles, pero tienen también
La pregunta que está pendiente de respuestas definitivas continuidades y cercanías por medio de mandos medios
es sobre el nivel de penetración que habían logrado en delegados a esta tarea de retaguardia, por la permanen-
algunas instituciones de carácter nacional y el alcance de cia y ampliación de una red de más de 30.000 testafe-
las acciones judiciales para revertir su incidencia. rros que amparan el lavado de activos y la expropiación
de tierras y bienes, por los negocios que protegen y su
función de soporte a las redes mafiosas construidas des-
Ni tan igual ni tan distinto de hace una década, especialmente en centros urbanos.
Así, en medio de las turbulencias propias de la crisis del
En los informes gubernamentales se destaca el impacto narcoparaestado y con la desmovilización de las grandes
positivo de la desmovilización y entrega de armas de las estructuras, aún se está en medio de vertiginosas recom-
grandes estructuras de las AUC y otros grupos paras ocu- posiciones que pueden derivar en estructuras tan grandes
rrida entre 2003 y 2006. Se insiste, además, en que los como las anteriores que se combinan con bandas más
grupos remanentes o emergentes son bandas criminales pequeñas y de todo calibre.
de menor importancia e incluso “normales” en procesos
de desmovilización. “No existen paramilitares”, repite el ***
Presidente de la República, y en los balances se reivindi-
ca la política de combate a esos grupos armados que se Cinco años después de los acuerdos de desmovilización
hace evidente en cifras de capturados y dados de baja. y desarme, la trayectoria del proceso con los paras ha
En 2006 y 2007 se informa sobre 2.067 detenidos y sido distinta a la que se vislumbró en los pactos iniciales,
559 muertos en combate de la Fuerza Pública contra que algunos de los actores defendieron con tierna y fatal
estos grupos. Entonces, surge la pregunta acerca de dón- ingenuidad, y que habían sido incorporados en el primer
de están las diferencias con evaluaciones que del mismo proyecto de ley presentado ante el Congreso, denomina-
proceso se hacen desde organizaciones de derechos hu- do como “alternatividad penal”.5 Ahora, aun cuando la
manos y de paz y que arrojan conclusiones diferentes.

En diversos análisis de organizaciones como Inde-


5 En la ponencia inicial presentada al Congreso, los
paz se parte de reconocer la importancia del desarme y miembros de grupos armados organizados al margen
desmovilización de más de 38.000 efectivos agrupados de la ley que negociaran con el Gobierno nacional no

127
sin Democracia, sin derechos
Ley 975 de 2005, después de su control de constitucio- alerta sobre la necesidad de rechazar las tesis de las ban-
nalidad, se ajustó a algunos estándares internacionales das criminales “normales” en una desmovilización, que
en materia de derechos de las víctimas y ofreció mayores conduce a bajar la guardia ante su influencia y a dejar
posibilidades para el desmantelamiento de las estructu- mayores espacios para su reproducción.
ras armadas y sus redes inmediatas, la inestabilidad de
todo el proceso ha llevado a crisis recurrentes que se le Decir que la situación de hoy es igual a la de hace
han salido de las manos al Gobierno, unas veces, y de cinco años es un exabrupto, como lo sería desconocer
los paranarcos, otras. Como en el dilema del prisionero, que ha disminuido el nivel de violencia letal y se ha des-
el óptimo para las partes se rompe si entran terceros en legitimado en la opinión pública la guerra sucia y el para-
discordia y esto ha ocurrido, no sólo por los reclamos militarismo como estrategia antisubversiva, pero es más
nacionales e internacionales que exigen verdad y justicia, peligroso negar que se está en la mitad del camino y que
sino también por las pugnas internas entre capos, jefes y hay procesos de reciclaje, reordenamiento y recomposi-
mafias que han conducido al destape de muchos episo- ción en todas las esferas.
dios criminales.

Las revelaciones en los medios de comunicación, las


versiones libres y los testigos en o por fuera del proceso
de la Ley 975 condujeron a la Corte Suprema de Justicia
y a la Fiscalía a intervenir frente a los delitos de congre-
sistas y otros funcionarios públicos, abriendo procesos
contra 81 de ellos (FIDH, 2007), la absoluta mayoría
vinculados a la coalición de gobierno.

Pero han sido cinco años de lucha no resuelta aún


entre las presiones por el desmantelamiento total del nar-
coparaestatismo, o como se le quiera llamar a este fenó-
meno multitentacular y, de otro lado, las contraofensivas
para mantener sus estructuras de poder, así sea mutando
a formas nuevas, llámense grupos armados emergentes,
neoparas, alianza en partidos, nuevos partidos, testafe-
rros, lavado de activos y participación en contratos pú-
blicos, entre otras.

La pasión del debate sobre este asunto de la removi-


lización es entendida por algunos burócratas como una
fiebre de oposición a ultranza, y no como una señal de

recibirían de sanción un solo día de cárcel, pues, si


bien tenían como base de la pena alternativa cinco
años, a esta condena se le podía restar el tiempo de
duración en el proceso y los beneficios penales que
se encuentran consagrados en la legislación ordina-
ria. Al respecto, véase Intervención del señor Mi-
chael Fruhling, director de la Oficina en Colombia
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Derechos Humanos, ante la Comisión Primera
del honorable Senado de la República, Bogotá, 23 de
septiembre de 2003.

128
Proceso de desmovilización paramilitar. Conflicto armado
Bibliografía

n Comisión Interamericana de Derechos Humanos,


CIDH (2007). Informe sobre la implementación de
la Ley de Justicia y Paz: etapas iniciales del proceso
de desmovilización de las AUC y primeras diligencias
judiciales. OEA/Ser.L/V/II.129, Doc. 6, 2 octubre
2007. Original: Español.

n Federación Internacional de Derechos Humanos,


FIDH (2007). Colombia: la desmovilización para-
militar, en los caminos de la Corte Penal Internacio-
nal. Bogotá, Colombia, octubre de 2007.

n Escuela Nacional Sindical, ENS (2007). 2.515 o


esa siniestra facilidad para olvidar. 21 años de asesi-
natos de sindicalistas en Colombia. Medellín: Coor-
dinación Colombia- Europa-Estados Unidos.

n Pardo, Rafael (2007). Fin del paramilitarismo: ¿es


posible su desmonte? Bogotá: Ediciones B.

129
sin Democracia, sin derechos
e l E L N l E LN
e s
o n er c o nc i o n e sc o n e
ersaci
s a
Conv a r m ado
t o
Conflic

130
a bana qué?
d e L a H
ués
¿Y desrpdo Celis*
ua
Luis Ed

El pasado diciembre de 2007 se cumplieron dos años del proceso


de diálogo entre el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez
y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Es pertinente arriesgar
algunas consideraciones sobre el estado del mismo y sus perspectivas,
en el sentido de construir un acuerdo político que permita
a este grupo armado transformarse en una fuerza civil.

El ELN asumió este nuevo intento de negociación en un contexto muy


favorable para lograr un pacto de paz. La izquierda tiene un referente
en ascenso en el Polo Democrático Alternativo y puede ser gobierno en
2010; hay interés en algunos sectores sociales en que esta negociación
avance y pueda incorporar sus reivindicaciones; hay un grupo importante
de países respaldándola y a la expectativa de colocar su granito de arena;
y, quizás lo más importante, el gobierno del presidente Uribe está intere-
sado en lograr el pacto (Celis, 2006).

Sin embargo, la primera pregunta que cabría formularse es ¿por qué


el Gobierno de la seguridad democrática y el ELN llegan a una mesa de
conversaciones y se plantean desarrollar un proceso de negociación? Este
interrogante puede tener múltiples respuestas: por conveniencias políti-
cas, por convicciones parciales o con el objetivo de ganar legitimidad en
una mesa para futuras pautas de actuación. La combinación de todas las
razones anteriores podría acercarnos a una respuesta adecuada.

Los primeros pasos


Comencemos por desarrollar algunas de las consideraciones y circuns-
tancias que posibilitaron que el gobierno del presidente Álvaro Uribe,
en cabeza del Alto Comisionado de Paz, se decidiera por esta mesa en
septiembre de 2005 y diera un paso importante: permitir la liberación de
Francisco Galán, detenido en la cárcel de Itagüí, dando inicio al funciona-
miento de “La Casa de Paz”.1 Esta iniciativa fue promovida por un grupo

* El autor es asesor del área de paz y civilidad 1 “La Casa de Paz es una propuesta que surge desde personas de la so-
de la Corporación Nuevo Arcoiris. Correo de ciedad civil interesadas en la paz de Colombia. No es propiamente un
contacto: lcelis@nuevoarcoiris.org.co espacio de ladrillo y cemento, sino un gran campo donde se puede

131
sin Democracia, sin derechos
de personas de reconocida trayectoria e interés en bus- tán dadas las condiciones para experimentar otro camino
car un proceso de negociación política del ELN con los complementario con una guerrilla que no le produce la
últimos tres gobiernos colombianos, desde el ya lejano visceralidad que caracteriza al primer mandatario cuando
encuentro de Puerta del Cielo, en julio de 1998, donde de relacionarse con las FARC se trata?, es posible. ¿Por
se formalizó la pretensión del ELN de ir a un proceso po- ganar un aire internacional y mostrarse como un estadis-
lítico con participación social para buscar ponerle punto ta que explora caminos de diálogo y soluciones políticas?,
final a su alzamiento armado. también es un argumento de peso. Lo cierto es que el
presidente Uribe se decidió por este proceso y le asignó
Para que Francisco Galán, comisionado del Comando la tarea al comisionado Luis Carlos Restrepo.
Central del ELN, se instalara física y políticamente en
La Casa de Paz, fueron garantes de su liberación el sa- Pero, también está la cuestión de por qué el ELN
cerdote jesuita Horacio Arango, el analista político Alejo decide dialogar con un gobierno de mano dura que ha ne-
Vargas, el facilitador desde hace dos décadas de posibles gado de manera sistemática la existencia de un conflicto
procesos con la insurgencia Moritz Ackerman, el dirigente armado, que ha igualado la “vieja” guerra colombiana
del Polo Democrático Alternativo Daniel García-Peña, y con la lucha contra el terrorismo, y no reconoce ninguna
el promotor de las campañas de desminado y de cons- legitimidad a la insurgencia, ni sus razones políticas para
trucción de una política pública frente a este complejo y mantenerse en armas. ¿Será táctica para mantener un
doloroso tema Álvaro Jiménez. Fueron ellos quienes pro- aire político o para ganar un espacio internacional y salir
movieron el inicio de una fase de consultas y de diálogos de las listas de terroristas en Europa y Estados Unidos?,
entre Francisco Galán, como vocero del ELN, y algunos o ¿para relacionarse con una diversidad de sectores so-
sectores de sociedad civil para explorar un posible diá- ciales y políticos en el país, y explorar un posible camino
logo, al más alto nivel, entre el Gobierno colombiano y de solución política?
este grupo.
Por supuesto que todas las anteriores son razones
Todo ello ocurrió en un contexto de amplia discusión que explican que el ELN haya decidido abrir esa mesa
nacional por la reforma constitucional que posibilitó la re- con un presidente de la derecha; finalmente, esta insur-
elección presidencial de Uribe y las campañas electorales gencia ha mantenido desde 1997 la decisión de dialogar
al Congreso de la República de marzo de 2006. El ELN y durante 10 años ha perseverado en su propuesta de
inició el proceso, después de cuatro años de implemen- Convención Nacional.2 El caso es que luego de muchos
tación de la política de seguridad democrática y su duro
empeño en derrotar de manera estratégica a la insurgen-
2 En 1996, el ELN emitió la “Propuesta Urgente para
cia y poder conducirla a una mesa de capitulación. Este
Colombia”, documento en el que plantea la Conven-
es el sueño y compromiso del presidente Uribe con un ción Nacional. La Convención fue formulada como
amplio respaldo ciudadano. una alternativa que señala la importancia de la partici-
pación de la sociedad civil para promover y garantizar
Siendo así, ¿por qué el Gobierno se decide por explo- un proceso de paz. Posteriormente, en el encuentro
rar el inicio de una mesa de negociaciones con el ELN, del Palacio de Viana (España), el 9 de febrero de 1998,
entre el Gobierno nacional y el ELN, se logró concebir
cediendo en un punto importante de su política: sentarse
un preacuerdo para llevar a cabo la citada Convención,
a negociar sin la exigencia previa de cese del fuego? Por pero este no prosperó. En noviembre de 1997 se emi-
conveniencia electoral no es un argumento fuerte, pues tió otro documento, “A propósito de la Convención
es un Presidente apreciado y respetado por su oferta de Nacional retomemos los caminos de la paz”, donde
mano dura con la insurgencia. ¿Por considerar que es- el ELN propuso iniciar diálogos de manera abierta,
pero en espacios internacionales. Poco después, en la
reunión de Mainz (Alemania), en diciembre de 1997
y en junio y julio de 1998, se reunieron los voceros
recrear la imaginación para avanzar en el logro de la del ELN, miembros de la sociedad civil, el Comité
paz” (Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por Nacional de Paz y la facilitación de las conferencias
la Paz, s.f.). episcopales de Alemania y Colombia. Allí se presentó

132
Conversaciones con el ELN. Conflicto armado
intentos por abrir ese espacio de diálogo político, que 2007. Sus dos pilares son “bajarle el volumen a la con-
tuvo como último antecedente la mediación del Gobierno frontación”, y promover todo un proceso de consultas y
mexicano, se decidió por una mesa de conversaciones en debates ciudadanos para ir al escenario que el ELN viene
el exterior, y Cuba fue la sede. buscando desde hace una década: la Convención Nacio-
nal. Esto, acompañado de la comunidad internacional y
¿Empantanada la Convención Nacional? de garantías que darán las condiciones políticas y econó-
micas para ofrecer continuidad a este proceso.
Han transcurrido dos años, se han dado nueve rondas
El Acuerdo Base contempla la creación de un am-
formales de diálogos, hay una mesa con unas delega-
biente para la paz, tomando la decisión de llegar a un
ciones negociadoras, un acompañamiento internacional
cese del fuego y de las hostilidades de manera bilateral
muy activo, pero el resultado no es del todo alentador.
e implementar medidas para aliviar temas humanitarios
Se pueden considerar dos grandes momentos en este
y de derechos humanos: liberación de secuestrados y
proceso:
suspensión de esta práctica, desminados, atención a la
• Primer momento: entre diciembre de 2005 y octubre situación de desplazamiento, desaparecidos forzados y
de 2006, caracterizado por acercamientos entre las persecuciones contra líderes sociales.
dos delegaciones en medio del debate electoral, que
Sin estar definida, la siguiente etapa debería tener
permitió promover la idea que ese era un proceso de
como centro la realización de la Convención Nacional y
largo aliento en el que no se tomó ninguna decisión
adentrarse en el perfeccionamiento del acuerdo político
de fondo.
que permita la transformación del ELN, de una fuerza en
armas a una organización política en la civilidad.
• Segundo momento: entre febrero de 2007 y la fe-
cha, en que las partes tienen la misión de crear una No obstante los anteriores acuerdos, hoy hay un
agenda y sentar las bases de la construcción de un “empantanamiento” de la mesa. Las dos partes se han
proceso de negociaciones que debe llevar a plantear- trenzado en un debate público, en donde el Gobierno, en
se asuntos de fondo, no solo al Gobierno y al ELN, cabeza del comisionado Luis Carlos Restrepo, ha argu-
sino a la sociedad colombiana. mentado que el ELN no es serio, que quiere un proceso
político para salir de las listas de terroristas de Estados
Entonces, ¿cuál es el producto construido luego de Unidos y de Europa, que quiere ganar un aire político
tantos ires y venires, y por qué esa mesa no arranca de para continuar con su estrategia de guerra (prueba de
manera clara? Hay un factor de fondo que debe resolver- ello es que no ha tomado la decisión de dejar las armas)
se si se quiere avanzar: la resolución de las partes. y que su IV Congreso, realizado en julio de 2006, ha re-
afirmado una estrategia política donde las armas siguen
Gobierno y ELN construyeron un proceso por fases,
jugando un papel central.
han surtido una primera fase exploratoria, que dieron por
concluida en la ronda de octubre de 2006, e iniciaron Por esas razones, el ELN debería tomar varias deci-
la etapa de construcción del Acuerdo Base. Éste se ha siones si pretende que este proceso continúe: primero,
divulgado en su estructura general y se ha avanzado de volver a convocar un congreso y tomar la decisión frente a
manera sustancial en su diseño, entre abril y julio de la dejación de las armas y, segundo, dar muestras certeras
de su seriedad, para lo cual debe hacer un cese del fuego
y de las hostilidades con estricta concentración de todos
la propuesta de la Convención Nacional y se publicó sus efectivos rurales y urbanos, una identificación plena
el conocido Acuerdo de Puerta del Cielo del 15 de ju-
de sus miembros y un depósito de sus armas en manos de
lio de 1998. Este Acuerdo precipitaba la participación
de la sociedad civil y enunciaba que esta participación terceros para poder suscribir el “Acuerdo Base” .
debería ser permanente y que debería cumplir un rol
de facilitación con las comandancias del ELN, EPL y El comisionado Luis Carlos Restrepo tiene razón
las FARC-EP (Montaña, 2007). cuando afirma que el ELN no ha tomado la decisión de

133
sin Democracia, sin derechos
dejar las armas. Siendo así, la pregunta que cabe formu- so continúe. ¿Hay oferta de reformas desde el Gobierno?
larse es cómo va a ser el procedimiento para que una y ¿hay compromiso del ELN por construir una agenda de
guerrilla, que se propuso derrotar militarmente al régi- reformas concretas y viables?; cuando decimos viables es
men y todos sus soportes nacionales e internacionales, que no es posible llevar a la mesa el programa de la revo-
tome la crucial y pertinente decisión de dejar las armas. lución socialista para Colombia, propuesto por el ELN en
¿Lo va a hacer porque se lo exijamos, la critiquemos o lo 1964, que plantea la posibilidad de un triunfo militar.
va a hacer si se cursa un proceso político que le plantee
en su momento tal pregunta? ***
Podemos afirmar que el comisionado Restrepo tiene Para finalizar, es pertinente abordar otros temas que, de
una muy buena comprensión del ELN, pero una pésima una u otra forma, son relevantes para el análisis del pro-
estrategia. Argumenta que el Gobierno no puede actuar ceso de negociación entre el ELN y el Gobierno nacional.
de manera irresponsable, promoviendo un proceso donde
el tema de las armas no está resuelto de entrada. Craso El ELN no es una fuerza derrotada militarmente. Aun-
error. Por supuesto que hay que resolverlo, pero deponer que la arremetida paramilitar de 2000 le infringió duros
las armas es el último punto de la agenda, y si esto es golpes, y ha perdido territorios en la confrontación con
así, ¿a cambio de qué? Precisamente aquí viene el punto la Fuerza Pública y la disputa con otros actores arma-
de fondo: sin una propuesta de reformas no hay nego- dos, tiene posibilidades de recomponerse y asumir una
ciación política, ni con el ELN ni con las FARC. Tenemos estrategia que vuelva a poner en el centro lo militar o
dos posibilidades: o se les derrota militarmente o las in- simplemente mantenerse como una fuerza en armas y
cluimos políticamente. No hay caminos intermedios, y esperar otros momentos históricos.
construir un acuerdo político con contenidos concretos
es lo que va a posibilitar que se llegue al espinoso pero También es cierto que el ELN cada vez más está in-
necesario tema de las armas. fluenciado por la dinámica del narcotráfico, cuestión que
no es un tema de voluntad o definiciones políticas forma-
Ahora, teniendo como base la plataforma política del les, sino una realidad económica con consecuencias po-
ELN, ¿se puede hablar de un proceso de paz con este líticas. Si se está en un territorio y se pretende mantener
grupo sin reformas políticas y sociales que hagan atracti- una iniciativa política, este fenómeno se va articulando y
va su desmovilización como fuerza armada y su incorpo- entre ilegalidades se van juntando. Este no es un tema
ración al debate político democrático? menor y le puede quitar al ELN unos puntos a su favor en
especial, ahora que hay cinco miembros notificados de
Desde la Constitución de 1991 hay reformas e in-
tener en su contra pedidos de extradición en los Estados
clusiones que, aunque con avances y retrocesos, y entre
Unidos, por el delito de toma de rehenes.
formalidades de papel y activismo por su efectiva rea-
lización, son una muestra de que el país ha cambiado
Por otra parte, la pelea con las FARC es un asunto
desde que el ELN, en 1964, propuso el triunfo militar.
de fondo no resuelto.3 En este punto, el ELN tiene va-
Sin embargo, por supuesto que hay un amplio espacio
rias disyuntivas: o trata de recomponer su resquebrajada
para otras reformas que, acordadas entre el Gobierno y
relación con las FARC (todo parece indicar que siguen
este grupo, se den o se propongan y permitan la reinser-
lejos de un proceso de negociación global), o mantiene
ción a la vida pública sin armas. Reformas en el sistema
político, en las garantías para la competencia electoral, y
en el funcionamiento y régimen de las administraciones 3 Vale la pena recordar que las conversaciones del ELN
territoriales son tres grandes bloques donde se pueden y con el Gobierno nacional también denotan un des-
deben hacer intervenciones. marque del acuerdo público suscrito con las FARC
en 2003, firmado al más alto nivel, en el que las dos
guerrillas se comprometían a no desarrollar ningún
Por esas razones, tanto el ELN como el Gobierno de- proceso político con este Gobierno y a juntar sus es-
ben tomar varias decisiones si pretenden que este proce- fuerzos para enfrentarlo.

134
Conversaciones con el ELN. Conflicto armado
su iniciativa propia y dinámica para empujar su mesa de Bibliografía
negociaciones.

n Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la


Para concluir, cabe decir que el Gobierno y el ELN
tienen su propio ámbito de responsabilidades frente al Paz (s.f.). La Casa de Paz (en línea). Disponible
proceso. Ambos deben recordar que son instituciones
en: http://www.asambleaporlapaz.com/casadepaz_
new/casa.html.
que se deben a sus mandatos: el Gobierno frente a una
sociedad que espera resultados en una línea de paz, y no
n Celis, Luis Eduardo (2006). Pasado y presente del
solamente en los importantes asuntos de la seguridad, y
Ejército de Liberación Nacional. Actualidad colom-
el ELN se debe a su historia.
biana, 443.
¿Podrá ese grupo construir un acuerdo con conteni-
n Montaña, Tatiana (2007, 28 de febrero). Refe-
dos políticos y preguntarse por el destino de sus armas,
rentes para elaborar agendas de paz. Documentos
o se mantendrá en ellas, en medio de una lucha social en el proceso Gobierno-ELN (en línea). Bogotá:
que pretende evitar retrocesos en materia de garantías Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz.
constitucionales, así como impulsar nuevas reformas, Disponible en: http://www.indepaz.org.co/index.
todo esto, sin considerar necesaria la participación de php?option=com_content&task=view&id=420&
este grupo insurgente? Itemid=42.

En todo caso, no se puede terminar una perspectiva


de ese proceso sin decir, de manera breve, que hay que
prepararse para un gran tema: la agenda de verdad, jus-
ticia y reparación que está en curso en Colombia, y que
los eventuales y futuros procesos con el ELN y las FARC
deberán asumir. Será un debate y una construcción de
fórmulas jurídicas y políticas que hagan viable la conse-
cución de la paz, y el emprendimiento de la larga jornada
por no permitir que nunca más la violencia sea un recur-
so para agenciar las agendas políticas de nadie.

Al proceso con el ELN y el gobierno del presidente Ál-


varo Uribe Vélez vale la pena ponerles energías sociales,
razones y propuestas concretas; éste es valioso, y puede
y debe ganar ritmo.

135
sin Democracia, sin derechos
i t a r i o a r io
h u m aenr d o h u m a n i t
e rd o Acu
t o a r m ado
Conflic

136
r d o h u m anitario: simbólica
Acue
g u e r r a bélica y
a
entre l R i ve ra *
i e ra
Ji m m y V

El Gobierno colombiano ha manejado dos discursos oficiales frente al


acuerdo humanitario: su voluntad para avanzar hacia el mismo y el
señalamiento a las FARC como el principal obstáculo para lograrlo. No
sentarse con las FARC es su verdadero y fundamental discurso, que
representa el nunca expresado inamovible oficial.

El 5 de agosto de 2007, la senadora Piedad Córdoba solicitó al presiden-


te Hugo Chávez que sirviera como mediador en el proceso de búsqueda
de un acuerdo humanitario entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas
Amadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

¿Por qué el presidente Álvaro Uribe aceptó la facilitación de la sena-


dora Piedad Córdoba y del presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías?
El ex asesor presidencial, Rudolf Hommes, explica de forma muy clara las
razones que inspiraron esa decisión:

Nunca se tiene toda la información sobre las razones y circunstancias que


llevan a que el Gobierno tome ciertas decisiones. Fue muy sorprendente que
el presidente Uribe invitara al presidente Chávez a adelantar gestiones frente
a las FARC, que él viniera a Hato Grande a discutir esa posibilidad y que se
fuera con un claro mandato para intervenir. En ese momento, para explicar
las decisiones de Uribe, existían por lo menos dos hipótesis: la primera, que
el Presidente y su consejero de paz se dieron cuenta de que habían agotado
sus opciones y que el proceso estaba completamente empantanado, lo cual
dejaba al Presidente en una posición muy vulnerable, sujeto a presiones de
Gobiernos amigos y expuesto a la crítica interna, sobre todo la proveniente
de familiares de secuestrados, que en ese momento tenían mucho apoyo en
la opinión pública, por el asesinato de los diputados del Valle del Cauca. La
otra hipótesis era que, por estas mismas razones, el Presidente necesitaba
ganar tiempo y sacarse de encima la presión. (Hommes, 2007)

Desde la aceptación del presidente Chávez,1 han sido varios los avan-
ces logrados, aunque han sido sistemáticamente ocultados, manipulados

* Asesor de la senadora Piedad Córdoba. So-


ciólogo y promotor de los derechos de los 1 Desde el programa dominical Aló Presidente No. 286, que se realizó en
pueblos afrocolombianos. el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores en Caracas.

137
sin Democracia, sin derechos
o minimizados por el Gobierno y los grandes medios de el rescate humanitario de las tres personas que las
comunicación colombianos: FARC decidieron entregar al jefe del Estado venezola-
no, se organizó la operación Emmanuel, conformada
1. Es la primera vez que el jefe de Estado de un país como una comisión internacional con ex presidentes,
vecino se vincula de forma decidida a la búsqueda delegados presidenciales y representantes de varios
de un acuerdo humanitario en Colombia, rompiendo países vecinos como comisionados internacionales.
la tradición de que esa función correspondía a los
países europeos. En medio de un consenso amplio 6. A pesar de su negativa en el pasado, las FARC acep-
y democrático, las gestiones venezolanas en procura taron a una facilitadora nacional designada por el
del acuerdo humanitario se orientan a contribuir a Gobierno.
una salida negociada al conflicto armado colombiano
y a evitar el rescate militar de las personas prisione- 7. Las gestiones adelantadas por el presidente Chávez
ras de las FARC. y la senadora Piedad Córdoba condujeron a que las
FARC decidieran liberar unilateralmente a las señoras
2. Las gestiones realizadas por la senadora Piedad Cór- Clara Rojas y Consuelo González. Ese gesto constitu-
doba ante el Gobierno estadounidense, el Ministerio ye una gran esperanza: la perspectiva de liberación
de Justicia y la bancada de congresistas demócratas de otros secuestrados políticos y la cercana posi-
arrojaron como resultado el interés público y crecien- bilidad de lograr un acuerdo humanitario, a pesar
te de altos funcionarios de Estados Unidos por con- de los obstáculos y las dificultades impuestas por la
tribuir al logro de un acuerdo humanitario, lo cual se guerra.
consideraba una empresa imposible.
A ese entusiasmo le teme el Gobierno de Colombia
3. Cuba, Bolivia y Nicaragua, países que integran la
porque lo presiona a sentarse con las FARC y pactar el
Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
intercambio humanitario.
América (ALBA), acordaron por unanimidad expresar
su apoyo a las gestiones de mediación del presiden-
te Chávez en el proceso facilitador del intercambio Simulacro de acuerdo humanitario
humanitario. Ese gesto también fue respaldado por
el grupo de Países No Alineados, Brasil, Francia, El Gobierno colombiano ha manejado dos discursos ofi-
Ecuador, el grupo de países latinoamericanos y la III ciales frente al acuerdo humanitario. De una parte, un
Cumbre de la Organización de Países Exportadores discurso para la tribuna, según el cual tiene voluntad
de Petróleo (OPEP). para pactar un acuerdo humanitario. De otra parte, un
discurso oculto, orientado a torpedear cualquier posibi-
4. El Gobierno de Venezuela y las FARC celebraron re- lidad de lograr ese acuerdo, según el cual, son las FARC
uniones fuera del territorio colombiano. Antes, esa las que no tienen voluntad política de pactarlo. La carta
guerrilla se había negado a celebrar reuniones en un segura es la del rescate militar para evitar el acuerdo
lugar distinto a Colombia para avanzar en la consoli- humanitario. No sentarse con las FARC es su verdadero y
dación de un acuerdo humanitario. fundamental discurso, que representa el nunca expresado
inamovible oficial. Así, por ejemplo, el Gobierno combinó
5. El Gobierno nacional aceptó la propuesta de libera- las conversaciones sobre el acuerdo humanitario con los
ción presentada en rueda de prensa por el presidente bombardeos y la inteligencia militar para buscar el resca-
Hugo Chávez, con la única condición de que las aero- te de las personas cautivas.
naves venezolanas que ingresaran al territorio nacio-
nal tuvieran el emblema de la Cruz Roja Internacional. Recurriendo de nuevo al ex asesor de la actual admi-
En relación con las otras 18 mediaciones recientes, nistración, Rudolf Hommes, podemos saber por qué el
la aceptación colombiana de la propuesta venezolana Gobierno abandonó, desde los primeros días de octubre,
representó un avance sin precedentes. Para adelantar el simulacro de estar por el acuerdo humanitario y pro-

138
Acuerdo humanitario. Conflicto armado
fundizó su verdadera intención de adelantar el aniquila- Surgió una oposición soterrada pero muy fuerte en contra
miento de las FARC y de la guerra: de la intervención de Piedad y de Chávez de parte de las
facciones más recalcitrantes que respaldan al Presidente.
Difícil creer que el Gobierno involucre al presidente del Chávez está popular en Colombia y ellos temen que au-
país vecino, a varios Gobiernos europeos y al de los Es- mente su influencia política o que la senadora pase a ser
tados Unidos en una gestión en la que no cree, o con el una gran figura. Es posible que los militares estén oponién-
único propósito de maniobrar. Entonces debe haber suce- dose por razones geopolíticas y porque se le estaba dando
dido algo que la opinión pública no conoce a cabalidad, a la guerrilla tratamiento de contraparte. Los militares y
o un cambio de las circunstancias políticas o de las posi- el gobierno de Uribe han intentado evitar otorgarle a la
ciones de los otros gobiernos involucrados porque Uribe y guerrilla ese tratamiento, llegando hasta extremos semán-
su consejero de paz se han echado para atrás. (Hommes, ticos que a veces son incomprensibles para los no inicia-
2007) dos. Pero cuesta trabajo entender cómo se van a negociar
eventuales acuerdos con las FARC sin darles tratamiento
El masivo apoyo internacional de los países por el de contraparte. Son el adversario con quien se pretende
acuerdo humanitario se convirtió en una real presión al negociar, aunque ello se haga a través de terceros, y se
gobierno de Uribe. Los reiterados llamados del presidente requiere su colaboración para llegar a un acuerdo, o por lo
Chávez a Manuel Marulanda para realizar conversaciones menos para progresar. (Hommes, 2007)
directas sobre el conflicto armado y lograr vías de solu-
ción política produjeron efecto en el Gobierno y el esta- Sí a la guerra, no al acuerdo humanitario
blecimiento económico colombiano. En ese momento, el
presidente Chávez afirmó que tenía la sensación de que La perseverancia y la obstinación por el acuerdo humani-
hablando con Marulanda se pudiera lograr el acuerdo hu- tario son la expresión de un sentimiento solidario con las
manitario. víctimas del conflicto armado. Este proceso ha servido
para que se expresen y se presenten dos enfoques que se
Esos esfuerzos del presidente Chávez y su reunión en han visto las caras en cada acto: el enfoque democrático-
el Palacio de Miraflores con familiares de estadouniden- humanista y el enfoque militarista.
ses retenidos por las FARC, los posibles encuentros con
los senadores demócratas norteamericanos que anuncia- Después de producirse la liberación de Clara Rojas y
ron reunión con el mandatario venezolano, la recepción Consuelo González, que oxigena la posibilidad real de lle-
a Daniel Parfait, director para América de la Cancillería gar a un acuerdo humanitario, el Gobierno de Colombia
francesa, y a los delegados del Secretariado de las FARC, persiste en su posición de negarse a lograrlo. El acuerdo
lo mismo que el pronunciamiento de Manuel Marulanda, humanitario no se ha podido realizar, ante todo, porque
ordenando entregar pruebas de vida de los prisioneros, el Gobierno no quiere, ni puede hacerlo y no se lo dice
y la visita al presidente Sarkozy, generaron pánico en el al país. Ha optado por consentir el acuerdo humanitario
Gobierno colombiano y su retiro formal de las gestiones para no ser acusado de intolerante, discurso esgrimido
por el acuerdo humanitario, aprovechando un incidente sólo en momentos de presión ciudadana, como la llegada
como pretexto para acabar, sin realizar pronunciamiento del profesor Moncayo a Bogotá. No puede hacerlo porque
diplomático alguno, la mediación de Chávez y la facilita- en su esquema guerrerista tiene como paradigma acabar
ción de Piedad Córdoba. la guerra a través de la guerra y, en el caso particular de
las FARC, no reconocerle estatus político hace parte de
La evaluación realizada por el Gobierno colombiano, su estrategia bélica.
en octubre de 2007, lo condujo a suspender las gestio-
nes por el acuerdo humanitario. Sin embargo, justificó En la agenda gubernamental no está previsto un
su decisión endosándole la responsabilidad a errores de acuerdo humanitario porque éste implicaría sentarse con
la mediación y a la facilitación, para no quedar como el el enemigo, contra el cual se ha diseñado la política de
desertor del proceso. Existieron otras razones no mani- seguridad democrática, y resultaría muy difícil explicarle
fiestas para tomar tal decisión. Rudolf Hommes las pun- al país cómo esa política –que tiene al borde del “fin del
tualiza, en los siguientes términos: fin” y de la “derrota estratégica a las FARC”– debería ser

139
sin Democracia, sin derechos
dejada de lado para sentar a las FARC como interlocutor, los prisioneros que están en sus manos no tienen presen-
con el propósito de negociar el acuerdo humanitario y tación para una insurgencia que dice ser la alternativa a
canjear presos políticos por las personas que mantiene este mundo deshumanizado.
cautivas esa guerrilla.
A pesar de que las FARC realizaron la entrega uni-
De otra parte, para que se abra un proceso de acuer- lateral de dos mujeres, el manejo que hicieron respecto
do humanitario o un proceso de paz es preciso que antes del paradero de Emmanuel y su falta de claridad frente
haya habido guerra. Pero el Gobierno colombiano nunca al país y a la Comisión Internacional que estaba en la
ha aceptado la existencia de un conflicto armado, una operación humanitaria, reveló un comportamiento fun-
guerra interna contra las diversas organizaciones guerri- dado en la mentira. “Mentira por mentira”, pareció ser
lleras. Para el gobierno de Uribe se trata de ciudadanos la lógica del proceso, pues el 31 de diciembre de 2007
que cometen delitos comunes o terroristas, sin motiva- el Gobierno sostuvo que no había operativos militares ni
ciones subjetivamente políticas; por tanto, la idea de un bombardeos, en los llanos y la selva oriental del país.
acuerdo humanitario entre el Gobierno y esos delincuen-
En realidad, las FARC, desde su particular concep-
tes es impensable.
ción del poder, tienen las mismas razones de “Estado”
para no ceder en relación con la zona de despeje y no
A pesar de este enfoque particular sobre el “conflicto
ser flexibles ante el llamado del pueblo colombiano. Su
armado” o el “no conflicto armado”, el Gobierno nacional
posición se emparenta, paradójicamente, con la del Go-
ha insistido desde el comienzo del proceso de negocia-
bierno. Son dos Estados los que se sientan a negociar.
ción con los grupos paramilitares, en otorgarles a éstos el
El gesto unilateral que ha tenido se lo ha cedido a un
carácter de sediciosos, esto es el estatus de delincuentes
Estado: el venezolano.
políticos, que niega a los guerrilleros alzados en armas.
La figura jurídica de la sedición, así utilizada, evidencia Las FARC constituyen una de las principales anoma-
la defensa política de uno de los pilares del Estado capi- lías de la precaria democracia colombiana. Sus actos son
talista, los hacendados, su ideología militarista y su brazo sobradamente conocidos y dolorosos. Pero las FARC son
parapolítico. un actor racional que actúa para conseguir un fin políti-
co: la toma del poder político en Colombia. Sus acciones
El hecho es que aunque el Gobierno colombiano no por más monstruosas que sean obedecen a una lógica
se considera en guerra con las guerrillas, éstas sí están política. Reconocer esto no es ser miembro de las FARC,
en guerra contra él y esta verdad se le quiere ocultar al sino que equivale a saber quién es el actor que tenemos
país y al mundo. al frente. ¿Por qué se sentaron los gobiernos de Belisario
Betancur y Andrés Pastrana con ellas y les dieron recono-
La concepción de las FARC cimiento político como fuerza insurgente?
como alternativa de poder
Demonización de los esfuerzos por el acuerdo
Una alternativa de poder tiene las características de ser
un poder social, económico y político alterno al existente. De manera magistral y con el apoyo de los medios de co-
No puede ser un poder construido por una organización municación, el Gobierno aprovechó el pronunciamiento
armada o partido alejado de las fuerzas sociales existen- del mandatario venezolano de proponer el reconocimien-
tes. La concepción de ser alternativa de poder lleva a las to político y el otorgamiento de estatus de beligerancia
FARC a no considerar fuera de ellas a las fuerzas sociales a las FARC para orientar la opinión a favor de la gue-
del país y a usurpar la representatividad de ellas. Esta rra (rescate militar de los prisioneros y localización de
consideración tiene su correlato en lo militar: las FARC campamentos de secuestrados). En particular, pretendió
se consideran el aparato militar de un naciente Estado actualizar el respaldo social e interpartidista para su
que busca hegemonizarlo todo y decide sobre la vida de ofensiva de guerra mediante la promoción de la marcha
las personas. No obstante, las condiciones inhumanas de del 4 de febrero en contra de las FARC.

140
Acuerdo humanitario. Conflicto armado
Adicionalmente, quienes han servido como facilitado- tentativa de luchar por la fuerza contra el Estado. Error, el
res y mediadores han sido anatemizados por los grandes terrorismo no es solamente la lucha contra el Estado, hay
medios de comunicación. El esfuerzo por “emparentar- el terrorismo nazista, nacionalista, racista, sindicalista, no
es exclusivamente contra el Estado, puede ser contra las
los” con las FARC y, así, proscribirlos políticamente ha
empresas que revisten determinadas características, puede
tenido como intención central despojarlos –primero, for-
ser a favor de una raza contra otra que se ejerce terrorismo,
malmente y después, a la fuerza– de su investidura de y desde luego, hay que descartar la tentativa de encontrar
facilitadora y mediador, respectivamente. Esa parece ser el terrorismo definido, tipificado como delito.
la forma de “lidiar con ellos y eso no va a ser imposible”,
como lo predijera, desde octubre de 2007, el ex conseje- El infame proceso jurídico-político dispuesto en con-
ro de Uribe, Rudolf Hommes: tra de Piedad Córdoba ha sido una de las piezas maestras
de la estrategia de descalificación. Acusándola de trai-
La reunión de presidentes en La Guajira parece haberle ción a la patria y de ser una dirigente pro FARC, se busca
dado nuevo aliento al proceso. Sería lamentable que se
expropiarle su verdadera identidad política democrática,
dejara pasar la oportunidad de moverlo con la ayuda de
construida a lo largo de años de trabajo intelectual y po-
Chávez. Él ha realizado un esfuerzo de buena fe y con muy
buena voluntad para destrabarlo. También ha logrado ha-
lítico, y conocida por los movimientos sociales y por todo
cer que las FARC se muevan, algo que no se había con- el país, cuya característica más sobresaliente tal vez haya
seguido. Si hay que mandar a Tirofijo o al Mono Jojoy en sido la promoción de posturas críticas contra la guerra.
avión a Caracas para llegar a un resultado, es posible que El escándalo mediático alimentado con pruebas falsas y
sea necesario hacerlo y tragarse otros sapos para tener éxi- señalamientos infundados sólo es explicable como parte
to. En cuanto a Chávez y a Piedad, hay que agradecerles, de la guerra simbólica, que pretende lograr lo que no
ante todo. Después tendremos que lidiar con ellos, y eso puede hacer la “otra guerra”, al tiempo que convierte a la
no va a ser imposible. senadora en un blanco fácil de ataques verbales y físicos
violentos.
Los medios no han querido profundizar en las pro-
puestas que ha hecho el mediador para continuar la La respuesta gubernamental a las posiciones críticas
labor por el acuerdo humanitario de forma tranquila. asumidas por Piedad Córdoba y su preocupación por
Han preferido satanizar la propuesta de otorgar estatus encontrar salidas a la tragedia humanitaria colombiana
de beligerancia a las FARC, como si así se avalara a la es realmente perversa. Una vez supo de la situación de
insurgencia, y por esta vía restarle fuerza al escenario de riesgo denunciada por la senadora, el ministro de Justicia
gestar un acuerdo humanitario y deshacerse de quienes y del Derecho Carlos Holguín Sardi afirmó: “Si Piedad
lo están haciendo posible, para alinderarse con la pers- Córdoba está en riesgo es por ella misma”. Y añadió:
pectiva de la guerra y la fase final del Plan Colombia. “Es evidente que cuando una persona se expresa con-
En el caso de la senadora Córdoba, la demonización ha tra el país, como lo hizo la senadora Piedad Córdoba,
ocultado que lo único que ella ha hecho es invocar las pues naturalmente alguien reacciona”. De acuerdo con
conclusiones del Tercer Congreso Liberal sobre el acuerdo la lógica del razonamiento del ministro Carlos Holguín, el
humanitario y, en particular, la tesis de la beligerancia disenso es un atentado contra la patria; cualquier reac-
restringida que sostuvo el ex presidente liberal Alfonso ción frente a los enemigos de la patria es legítima; y, en
López Michelsen (2005): consecuencia, no hay garantías para quienes ejercen el
disenso porque ellas y ellos no son patriotas. De tal for-
El terrorismo no está clasificado como delito, es auxiliar en- ma, resulta inevitable que las “fuerzas oscuras” puedan
tre los recursos de las ofensivas físicas, de las ofensivas mi-
proceder según lo estimen conveniente.
litares, pero el delito de terrorismo no existe como tal. No
existe porque es extremadamente difícil de definir. Tan difí-
cil que cuando se intentó en Ginebra una definición que co- El Gobierno ha intentado varias veces quemar los
bijara el concepto que percibimos terrorismo, fue imposible papeles de facilitación de la senadora Córdoba y de me-
llegar a un acuerdo y a lo más próximo a que se llegó, fue a diación del presidente Chávez. Unas veces, retoma para
decidir equivocadamente por cierto, que el terrorismo es la su manejo local el tema de los prisioneros. Otras veces,

141
sin Democracia, sin derechos
escoge con los dedos de la mano la participación interna- fin de la guerrilla está muy cerca; la salida es la guerra, a
cional, recicla la comisión de tres países que antes había pesar del sufrimiento de la población civil.
descalificado y reedita la participación de una desgas-
tada presencia de la Iglesia, que no cree en el acuerdo La pretendida solución política no es una alternativa
humanitario, según lo ha manifestado monseñor Fabián posible porque no existe conflicto armado y las guerrillas
Marulanda. Sin embargo, su esfuerzo más fructífero ha simplemente son terroristas, y son cómplices de ellas –a
sido descalificar el apoyo a un acuerdo humanitario me- veces, incluso más peligrosos– todos aquellos que pro-
diante la construcción simbólica de una tríada diabólica: pugnen por una supuesta “salida negociada” o el llamado
las FARC, el presidente Chávez y la senadora Córdoba “acuerdo humanitario” o los que esgrimen la bandera de
son las tres cabezas del mismo diablo. En la práctica, la paz, que no son más que propuestas de claudicación y
esa demonización no causa mella significativa ni en las postración frente a los violentos. Mientras tanto, es pro-
FARC, ni en el presidente de Venezuela; en cambio, tiene fundo e interminable el silencio oficial frente a los horro-
importantes consecuencias para la ciudadanía que está res históricos y a los nuevos del paramilitarismo (lo único
por el acuerdo humanitario y las fuerzas sociales que tra- que dicen las autoridades es que ya no existe).
tan de abrir una perspectiva de transformación política y
de ruptura del bloque continuista en el poder.

La propuesta de un acuerdo humanitario se enfrenta


a un ambiente en el que se combinan perversamente por
lo menos tres factores: i) la inflexibilidad de las FARC y
su no manejo político de la situación; ii) la opción guber-
namental de combinar todas las formas de intimidación,
militar, política, jurídica, mediática, y la descalificación
de familiares y partidarios del acuerdo humanitario; y iii)
la ausencia de un vigoroso movimiento social que pre-
sione el acuerdo humanitario y cambie de rumbo los in-
flexibles comportamientos de los actores que tienen “la
sartén por el mango” y los obligue a sentarse a negociar.

Sin embargo, en medio de un clima adverso, aún es


posible que quienes cumplen funciones de facilitación y
mediación logren hacer fructíferos sus esfuerzos y sor-
prendan a quienes consideran inconveniente o no creen
en la posibilidad de avanzar en un acuerdo humanitario
entre el Gobierno de Colombia y las FARC. ¡Somos op-
timistas, dejemos el pesimismo para tiempos mejores!
¡Gobierno y FARC: Acuerdo Humanitario ya!!

***

En ese panorama, resulta preocupante que las priorida-


des del Gobierno parezcan ser la polarización del país,
la intensificación de un clima de intolerancia, guerra
mediática y consolidación de condiciones para el tercer
período presidencial, ofreciendo una promesa de dudosa
reputación o, en otras palabras, una profecía inviable: el

142
Acuerdo humanitario. Conflicto armado
Bibliografía

n Hommes, Rudolf (2007, 15 de octubre). ¿Se asus-


taron con el cuero? Portafolio, Bogotá, Colombia.

n López M., Alfonso (2005, 23-24 de febrero). Po-


nencia presentada en el II Congreso Internacional
sobre Víctimas del Terrorismo, Bogotá, Colombia.

143
sin Democracia, sin derechos
E p í l o g
E
o
p í l o g o

144
s huma nos:
e r e c h o
e m o c r acia y d uturo
D ada al f
u n a m i r
ngo*
A ra
Rodolfo

La transición de una sociedad asediada por la violencia paramilitar y gue-


rrillera a una sociedad en paz y gobernada por leyes plantea múltiples
retos. Factores objetivos como el conflicto armado, las masacres, el des-
plazamiento, el secuestro y la extorsión, el despojo violento de tierras,
la desigualdad material y la concentración de la riqueza lícita e ilícita se
erigen en limitantes reales a la democratización del país y amenazan la
vigencia de los derechos humanos. Tres opciones a nombre de la demo-
cracia compiten en este contexto para propiciar o impedir tal transición: la
democracia mayoritaria, la democracia mediática y la democracia social.

Las circunstancias políticas del país en el último lustro inclinan la


balanza a favor de la primera y segunda alternativas, pero la tercera de
ellas es la única salida que podría asegurar la estabilidad política y la
paz. En esta corta reflexión nos referimos a la idea de la democracia
para luego caracterizar los elementos y el funcionamiento de los tres mo-
delos enunciados. Mientras que los dos primeros niegan los presupues-
tos conceptuales de la idea misma de democracia, el tercero permite la
realización de los derechos humanos en su integridad, esto es, tanto los
derechos civiles y políticos como los sociales, económicos, culturales y
ambientales.

La idea de democracia
El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no sólo supone la
participación de ciudadanos libres e iguales en los asuntos públicos sino
que también requiere ciudadanos reflexivos, capaces de ejercer la crítica
mediante el ejercicio de la razón y de realizar sus planes de vida en forma
autónoma. En la Antigüedad griega, mujeres, esclavos y extranjeros no
gozaban de autodeterminación política. La discriminación de género y
* Doctor en filosofía del derecho y derecho clase se mantuvo hasta bien entrada la Modernidad. La exclusión de la
constitucional, magíster en filosofía y abo-
gado. Ex magistrado auxiliar de la Corte
mujer y de los pobres en el ejercicio del poder se justificaba por su de-
Constitucional. Profesor del Departamento pendencia económica. Quien no gozara de independencia en el manejo
de Filosofía de la Universidad de los Andes. de sus asuntos privados, tampoco tenía capacidad ni podía pretender

145
sin Democracia, sin derechos
participar en el manejo de los asuntos públicos. Esta ob- Una desventaja adicional de la democracia mayori-
servación sigue teniendo vigencia, no así su conclusión. taria es que conduce a la marginación de las minorías.
La subordinación económica impide el ejercicio autóno- Salvo la existencia de reglas que protejan a grupos so-
mo de la ciudadanía, pero la falta de criterio propio por la ciales minoritarios mediante discriminación positiva (cir-
situación de dependencia no se resuelve con la privación cunscripción especial, derecho de veto, cuotas, mayorías
de derechos. La solución que se impone es, por el con- calificadas para decidir sobre ciertos temas, protección
trario, asegurar un mínimo material de derechos sociales, especial, etc.), la democracia mayoritaria significa la anu-
económicos y culturales a toda persona para que pueda lación de la diferencia y su sacrificio a favor de la voluntad
ejercer plenamente sus derechos civiles y políticos. Sólo general. La democracia mayoritaria o numérica es un sis-
mediante el aseguramiento automático de un mínimo tema de gobierno inadecuado para la sociedad pluralista
vital, como concreción de una política de Estado y no contemporánea, donde el valor de la diversidad ocupa un
como programas asistenciales de un gobierno, es posible lugar central en la organización social y política.
garantizar un ejercicio independiente y crítico de la razón
en la esfera pública. Las ventajas de la democracia mayoritaria, su simpli-
cidad, su respeto a las leyes del mercado y su ausencia de
límites materiales a lo que puede ser sometido a delibe-
La democracia mayoritaria
ración y decisión popular, se ven opacadas por la crecien-
El principio de mayorías tiene su justificación moral. Su te concentración del poder económico y burocrático. La
fundamento es simple: toda persona vale lo mismo y ante estrecha relación entre poder político y grupos de poder
los desacuerdos ideológicos debe primar la mayoría de económico en la competencia para acceder al Estado y
los votos al momento de tomar una decisión colectiva. controlar el poder burocrático revela cómo el principio de
Ya lo expresaba claramente Jeremías Bentham con la mayorías puede estar –y comúnmente lo está, reforzado
fórmula “un hombre, un voto”. La raíz igualitaria de la por la democracia mediática– al servicio de los intereses
democracia mayoritaria niega más o mejores derechos a hegemónicos en la sociedad. Ante esta inevitable reali-
algunas personas, al asignarles a todas igual valor. Adi- dad, denunciada en su momento por Jürgen Habermas en
cionalmente, por ser las decisiones políticas un asunto su libro La inclusión del otro (1999), es necesario refor-
práctico donde existen diversidad de opiniones y no un zar los canales de la acción comunicativa y la deliberación
acceso privilegiado a la verdad, el peso numérico de los democrática, de forma que una opinión pública crítica
votos es el criterio decisorio para convertir una voluntad haga contrapeso al circuito de dinero y poder burocrático
mayoritaria en ley. Las anteriores razones explican que ejercido en desmedro de la población que no accede a los
haya tenido tanta importancia en la historia y que aún privilegios concentrados en manos de unos pocos.
encuentre defensores en la actualidad.
La democracia mediática
Rousseau y Kant advirtieron en su momento sobre
los peligros de la democracia entendida como gobierno La democracia de mayorías se ve reforzada con el uso in-
de las mayorías. Las grandes masas son volubles y no tensivo de la imagen televisiva. Los medios de comunica-
gustan de reglas del juego que las autolimiten. De ahí su ción potencian el respaldo popular a líderes carismáticos.
tendencia a la anarquía. El potencial peligro que conlleva No las razones y los argumentos, sino las emociones y
el abuso de consultas populares, referendos o plebiscitos los sentimientos, sustentan en el modelo de democracia
ha hecho que su uso sea marginal en las democracias mediática la adhesión al Gobierno y el respaldo a las de-
constitucionales consolidadas, con partidos políticos ins- cisiones adoptadas sin deliberación. El poder mediático
titucionalizados y canales de representación efectivos. El del Gobierno es aún mayor cuando, consciente de las
caudillismo y el populismo favorecen los mecanismos de creencias de la población mayoritaria, utiliza símbolos
participación directa, por el provecho que puede reportar religiosos en sus intervenciones televisivas para legitimar
la convalidación del pueblo en momentos de efervescen- sus metas políticas. Pero tal forma de actuar atenta con-
cia y furor. tra el reconocimiento de la diversidad y de la concordia.

146
Proceso de desmovilización paramilitar. Conflicto armado
La combinación de poder mediático y creencias religio- la solución de los problemas sociales. Esta concepción
sas pone en riesgo una de las grandes conquistas de la social de la democracia, original del filósofo John Dewey,
Ilustración: la separación entre religión y política, entre se impone como la más atractiva frente a los modelos al-
Iglesia y Estado, como garantía de la paz social. ternativos de la democracia mayoritaria y la democracia
mediática.
No en vano los presidentes latinoamericanos han ins-
titucionalizado las apariciones semanales, en particular los En la práctica, la participación política, crítica y de-
sábados o domingos, cuando la población descansa, para liberativa de los ciudadanos, exige el aseguramiento de
hacer presencia protectora en televisión. La periodicidad y condiciones materiales mínimas para su ejercicio. Si bien
ritualidad del encuentro reemplaza la religiosidad perdida la satisfacción de un mínimo vital que permita la exis-
en la sociedad pluralista. La figura mesiánica, todo-protec- tencia digna a la persona humana no garantiza su activa
tora y pudiente del mandatario de turno acompaña y asiste participación política, sí asegura las condiciones de posi-
a la población. Es la era de la democracia mediática. A la bilidad de la democracia social. Como modelo de organi-
manera de un reality, el pueblo comparte con su máximo zación política, la democracia social exige la realización
representante, participa de sus humores, alegrías o va- de todos los derechos humanos en el grado necesario
cilaciones, como si fuera el más común de los mortales para superar la dependencia y su subordinación.
y frente al cual el ciudadano común queda eternamente
agradecido, sin dar lugar a un intercambio de ideas crítico El desmonte del Estado de bienestar europeo ante
que permita el disenso y la confrontación ideológica. las presiones de la globalización económica no ha signifi-
cado la abolición del Estado social de derecho. Mientras
El matrimonio entre el poder económico dueño de que el primero pretendía el bienestar general mediante
medios de comunicación y el poder burocrático permite la redistribución económica y el intervencionismo del Es-
un intercambio permanente de favores entre los circui- tado en la economía, el segundo obedece a parámetros
tos del poder y del dinero: popularidad del mandatario y normativos que prohíben la humillación de la pobreza
respaldo en los medios a cambio de cupos burocráticos y el sometimiento de la persona humana a instancias o
y pauta publicitaria de entidades oficiales. La indepen- individuos que la subordinan y limitan en sus potencia-
dencia de los medios informativos se coopta mediante lidades.
leyes aprobadas por las mayorías gubernamentales en el
Congreso, en función de los intereses del grupo económi- En la democracia social, los derechos económicos,
co respectivo. sociales y culturales no tienen un estatus diferente a los
derechos civiles y políticos. Su garantía efectiva es con-
La democracia mediática predomina en tiempos de dición necesaria de la democracia social y su exigibili-
globalización de las telecomunicaciones. Si bien Inter- dad judicial consecuencia de la misma. Las dificultades
net igualmente abre posibilidades a la prensa y al pen- existentes hasta hoy para realizar los derechos humanos
samiento independientes, lo cierto es que el acceso o en su integridad no deben impedir el progreso histórico
no a la imagen en los medios masivos de comunicación hacia un mundo mejor. Si bien la democracia social se
construye o sepulta posibilidades políticas. No en vano, presenta aún en un tosco esbozo –parafraseando a Im-
un pacto para silenciar a candidatos en los medios puede manuel Kant al referirse al Estado cosmopolita univer-
eliminar la expresión de nuevas voces o pensamientos sal–, ya comienza a despertar ese sentimiento de modo
diversos, sobre todo críticos a los intereses establecidos simultáneo en todos, hasta convertirse en esperanza en
y a la injusticia social. una sociedad gobernada por las leyes, democrática, so-
cial y respetuosa de la diferencia, donde la guerra quede
La democracia social definitivamente desterrada.

La democracia es el mejor sistema político que permite La democracia social supone la erradicación de
liberar la inteligencia de todos y ponerla al servicio de la indigencia y la pobreza. No puede haber verdadera

147
sin Democracia, sin derechos
democracia cuando la mitad de la población debe re-
buscar diariamente lo necesario para sobrevivir y 20%
de la misma vive en la miseria absoluta. Tampoco es
compatible con el intercambio libre de ideas la violencia
armada, sea institucional o privada, que coacciona a
los ciudadanos, elimina a sindicalistas y líderes socia-
les, y acalla así las voces disidentes. El uso del terror, el
desplazamiento forzado como política antiguerrillera, la
concentración de tierras en manos de poderes mafiosos
–cuatro millones de hectáreas apropiadas por el parami-
litarismo– y los vínculos entre grupos armados ilegales y
poderes políticos regionales socavan las posibilidades de
la democracia.

148
Proceso de desmovilización paramilitar. Conflicto armado

Das könnte Ihnen auch gefallen