Pág.
18 | CULTURA | Diario Soho
Música bajo el asfalto vigués
En 2006 se registraron de manera oficial 378 grupos de música en la lista del
“Maketón Estrella Galicia” sólo en la ciudad de Vigo
| María Fernández Carballo |
Juan tiene 21 años recién
cumplidos y en los últimos tres años
ha hecho “ya no sé cuántos conciertos,
serán unos veinte”. No es conocido a
nivel nacional. No es famoso y no le
importa. Sólo le importa pasarlo bien
con su grupo “Unbreak” y sobre todo,
la música. Por ello se compró un bajo
y por eso se adentró en el mundo de la
música underground de su ciudad,
Vigo. El cantante del grupo,
“Juancho”, tampoco se acuerda de los
conciertos que dio a lo largo de toda
su trayectoria musical, en la que pasó
por varios grupos: Low Calories, un
grupo que no llegó a tener nombre,
Sleeping Sickness y finalmente
Unbreak, todas bandas “underground”.
El “underground” o “bajo
tierra”: música no comercial, música
para el disfrute de los espectadores de
los conciertos y para el propio deleite
de los músicos. Quien se dedica a ella
sabe que no podrá vivir a base de
conciertos a no ser que alguna
discográfica independiente o a gran
escala “les fiche”. Pero aún así, hoy en
día y cada vez más, numerosos grupos
de jóvenes salen de los garajes, de los
bajos de las casas y de los locales de
ensayo para dar conciertos en su
ciudad y en los alrededores.
El caso de la ciudad de Vigo
es particular. Se puede decir que en
esta ciudad este tipo de manifestación
juvenil musical que germinó en la
movida viguesa de los 80, siguió
desde esos años hasta el día de hoy
con la misma fuerza y con el mismo
espíritu trasgresor y “no comercial”.
Vigo es una de las ciudades españolas
con más tradición musical no
comercial. Este dato más es el hecho
de que el número de este tipo de
bandas crezca progresivamente, hacen
de esta ciudad un foco de “música de
la calle”.
Recorriendo las calles de
marcha (sobre todo la zona de
“Churruca” y de “Vinos”) de la ciudad
olívica, se encuentran multitud de
locales con carteles que anuncian los
conciertos de la semana y del mes y
los festivales de un determinado tipo
de música (festival celta, rock, étnico,
reggae…).
En cada uno de estos
festivales se reúnen jóvenes (y no tan
jóvenes) con unas características
propias que les hacen de la mima
“tribu”. Las tribus urbanas no son cosa
del pasado: hoy más que nunca para
los jóvenes el estar o no dentro de una
u otra tribu supone el tener un perfil,
una personalidad más definida y
diferente de la de los otros grupos. La
diferencia con las tribus urbanas
originales (que aparecen a partir de las
revoluciones estudiantiles de los 60)
es que antes, para enmarcarse en una u
otra tribu, lo importante era la manera
de ver la vida, de concebir el mundo.
Hoy en día, otros factores como la
ropa y sobre todo la música son los
fundamentales para decidirse entre las
diferentes | 18
tribus (mods,
enero rockers,
de 2007 | eléctrica, la melódica, el bajo y la voz,
poppies, hippies, emos, punks…) o
para no hacerlo: Viejo idealismo,
nuevo materialismo.
Los grupos que
últimamente están más de
moda son de la tendencia
“emo”. Esta tribu urbana toma
el nombre de un subtipo
dentro del punk. El estilo
“punkarra” se caracteriza por
ritmos rápidos, baterías
fuertes y bajos muy presentes
en la melodía principal. Pero
lo que destaca de esta
tendencia son las letras mucho
más emotivas (de ahí el
nombre) que las del punk
original (letras reivindicativas,
revolucionarias, llenas de
rabia).
“Los emos marcan
la tendencia de
moda del momento:
una tribu urbana
basada en una
De izquierda a derecha: Trapi (guitarra), Juan (bajo y coros), Juancho (voz), Gupi (guitarra y coros), al fondo bateria (Berzas)
música de lírica integrantes de “Sleeping Sickness” en un concierto en “La Fábrica de Chocolate” en enero de 2006 / FOTO: María Fernández
punk emotiva”
“As flames die out” el
ejemplo perfecto del tipo de grupo de
moda de la ciudad viguesa. Un grupo
“emo” que en menos de un año han
hecho quince conciertos y no sólo por
Vigo sino también por Málaga,
Madrid, Bilbao, Barcelona y Alicante.
Este grupo es uno de los pocos que
han tenido la suerte poder grabar sus
canciones a nivel profesional en un
pequeño estudio de grabación:
“Océano Estudios” dirigida por Javier
Abreu. Grabaron el 20 de abril del
2006 un disco con cinco temas (“Keys
& Wings”, “llaves y alas”). El propio
grupo explica que decidieron colgarlo
en la red para así, poder darse a
conocer fuera de Vigo. “No es tanto el
dinero que hemos invertido en
ensayos, instrumentos, sesiones de
grabación lo que nos importa, sino el
que la gente nos conozca por nuestra
música y nos escuche”. Por ello han
decidido arriesgarse a no recuperar el
dinero gastado desde la formación del
grupo en noviembre del 2005, para
que a largo plazo sean conocidos más
allá de las fronteras gallegas.
Pretenden este reconocimiento a nivel
nacional para, a través de conciertos y
ventas de sus cds, puedan ganar dinero
y seguir con “As flames die out” de
una manera más seria y profesional.
Aún así los cuatro miembros del grupo
están convencidos de seguir con sus
estudios “lo que tenga que llegar
llegará”.
Unbreak, grupo de trash-
metal nacido en septiembre de 2006,
no ha tenido tanta suerte, aunque
cuatro de los cinco componentes de
este grupo integraban antes Sleeping
Sickness. Con esta banda grabaron una
maqueta de cinco temas por su cuenta.
80€ fue lo que les costó la grabación
de la batería solamente. La guitarra
fueron grabados en la habitación de un
amigo del grupo que acopló los
sonidos y los grabó con la mayor
nitidez posible.
Solamente por los locales de
ensayo, cada uno de los componentes
de los grupos gastan al mes entre 20 y
40 € a los que habría que sumar los
arreglos de los instrumentos, los
micros, los cables, amplificadores y
demás equipos de directo. Un ejemplo
concreto: En el caso de Sleeping
Sickness, contando con cinco
miembros, por un local de ensayo que
sólo podían utilizar 8 horas al mes
pagaban 100€ (lo que suponía 20€ por
persona cada mes). No les
compensaba el pasar tan poco tiempo
ensayando, por lo que llegaron a un
acuerdo con otro grupo. Ahora, ya
convertidos en “Unbreak”, pagan 25€
al mes cada uno pero pueden utilizarlo
los días y las horas que más les
convengan.
Locales de ensayo,
grabaciones, equipos,
arreglos… gastos que
ahogan la economía de las
bandas formadas en su
mayoría por estudiantes
La mayoría de los grupos se
quejan de los altos precios de los
locales de ensayo, y es que los dueños
de estos aprovechan el gran auge de
las bandas y los pocos locales
ubicados en el centro, para encarecer
sus servicios. René, un francés
afincado en Vigo desde hace trece
años, es dueño de una tienda de
instrumentos musicales y de un local
que alquila para ensayos y algunas
grabaciones, y comenta que en los
últimos cinco años ha tenido un
aumento importante en la demanda de Diariomomentos
| 18 enero de 2007 |
horas de ensayo. Tiene problemas para
coordinar el número de grupos y la
disponibilidad de cada uno con su
agenda y admite que ha subido los
precios notablemente desde que ha
llegado y que mientras la demanda
siga igual, los seguirá aumentando.
El problema de todo esto es
que la gran mayoría de los miembros
de los grupos tienen entre 15 y 25 años
por lo que muchos de ellos están
estudiando y no pueden hacerse cargo
de estos gastos. Además, tampoco
pueden depender de los conciertos.
Los locales, según la importancia del
grupo, establecen el precio de la
entrada entre 3 y 10€ de los cuales
sólo el 40% de la recaudación llega a
los músicos (en el mejor de los casos).
En locales como el “Glin-gló” o el
“Sete Mares”, pagan a los grupos “en
especias”: barra libre de alcohol para
los del grupo y los amigos.
Al fin y al cabo, como dice
René, “estas bandas no piensan en su
música como algo profesional. Sí
quieren darse a conocer, sí quieren
hacer conciertos, pero la mayoría solo
pretende pasarlo bien y aprender a
tocar mejor sus instrumentos. Los
grupos son como la preparación hasta
que tengan la seguridad y el manejo
suficiente del instrumento como para
pensar en algo serio, si es que de
verdad es lo que pretenden”
Sean bandas efímeras o no, el
fenómeno que están originando en la
ciudad es latente: generan dinero, gran
oferta cultural, mejoran las relaciones
entre jóvenes de diferentes partes de
España e incluso de Portugal (por
medio del boca a boca y de medios
como Internet, pequeñas noticias en
los periódicos y la televisión local,
grupos lusos y gallegos se unen en
festivales y conciertos). Además, los
locales están en uno de sus mejores
Soho | desde
CULTURA | 80.Pág.
la década de los 19

Los clubes alternativos se
encargan de acoger conciertos de
música independiente: “Sete Mares”,
“Glin-gló”, “Verbum Jazz Café”…
pero tal es la demanda y los beneficios
que los dueños de los locales obtienen
con los directos que lugares como
discotecas o bares se convierten en
escenarios improvisados. Es el caso de
la sala de baile “Coliseum” o la
discoteca “Remache”.
Sin duda el que más destaca
es el mítico local “La Iguana” que
lleva dieciséis años siendo el nido de
grupos underground y actualmente
está en pleno auge. Después de un
pequeño declive a finales de los 90,
ahora el panorama ha cambiado: un fin
de semana normal es prácticamente
imposible entrar porque el aforo suele
estar completo todas las noches. Su
agenda de conciertos está muy
apretada y los grupos se pelean por
subirse a los escenarios de este club.
De hecho, grupos de fuera de Vigo,
vienen a presentar sus maquetas o sus
discos a “La Iguana” porque además
del numeroso público que suelen ser
entendidos en lo que a música
independiente se refiere, hay rumores
de la presencia de posibles ojeadores
de diferentes discográficas que saben
dónde ir a buscar un buen grupo que
fichar.
Es el caso de “Loretta
Martin”. Este grupo coruñés nacido en
2002, mezcla música funky con rock y
todo ello representado en gallego. El
grupo integrado por veinteañeros,
acaban de sacar a la venta su primer
disco (“Paraísos distantes”) gracias a
la ayuda de una pequeña firma gallega
casera. La noche del 28 de diciembre
presentaron su disco en La Iguana de
Vigo y salieron muy agradecidos por
la calurosa acogida del público vigués
y por los discos que les encargaron al
término del concierto.
“El gran
inconveniente son los
propios músicos que no
saben hasta donde
pueden llegar”
Frank Sanz, bajo del grupo
“Loretta Martín” se muestra optimista
por la aparición de grupos de directo.
Cree que verdaderamente está
volviendo a renacer el panorama
gallego del que tanto se presumía en
los 80. Pero también admite que “el
gran problema es que no hay industria
dentro de nuestras fronteras, ni
mentalidad, además de haber muchas
carencias en la producción. Hay pocas
ayudas para potenciar los jóvenes
grupos con futuro”. Sin embargo
enuncia otro como el conflicto
principal de estos grupos emergentes
“El gran inconveniente son los propios
músicos que no saben hasta donde
pueden llegar”.
Y hasta donde pueden llegar
es un tema que se tiene que plantear
cada grupo. Con tanta competencia,
destacar es lo difícil y encontrar
buenas oportunidades es casi
imposible. Pero en muchos casos, esa
oportunidad llega. La Comunidad
gallega tiene en cuenta esta
manifestación musical que tanta
repercusión está teniendo a nivel
social, económico y cultural. De hecho
desde finales de los 90, la delegación
gallega de la famosa cadena musical
Los seis miembros del grupo metal Paranoid en una composición para su primer disco de estudio
“The Psikolove and Narkohate” /FOTO: Iago Rodríguez ganado el festival, fue la posibilidad
40 Principales hicieron un programa a
nivel Galicia llamado “El maketón
Estrella Galicia” que trataba de emitir
las maquetas de los grupos más de
moda dentro de la escena gallega.
Todos los años este programa
actualiza una lista con los grupos más
famosos de la comunidad gallega.
Sólo en la ciudad olívica se recogen en
el 2006 unos 378 bandas musicales de
cualquier tipo de género: rock, punk,
rap, disco, pop… y también cada año
desde hace seis, esta organización
presenta a los grupos más alabados por
la crítica en un pequeño homenaje
“Los premios de la música MKEG”.
En él se reparten estatuillas con
diferentes títulos. La última
concentración tuvo lugar el 22 de
diciembre en “La fábrica de
chocolate”: El premio al mejor
productor se lo ha llevado Iván Rivas
(representante de Mix-Plus Estudios),
el de mejor directo el grupo vigués
“Pacífico”, el mejor disco a
“Aphonnic”, la mejor maqueta para
“The Blows” y el premio especial de
la música para los responsables de la
sala “Reserva Rock” por “su apoyo
incondicional a todos los grupos
gallegos y por dinamizar desde este
local la escena musical viguesa”.
“El Maketón Estrella
Galicia aglutina en una
lista los grupos de la
escena viguesa y celebra
certámenes en los que se
reparten premios”
Pero además de estos
premios, que son representativos del
esfuerzo y de la importancia de la
escena viguesa, también hay una serie
de festivales que se organizan con
objeto de dar una oportunidad
profesional al grupo ganador del
espectáculo en forma de subvenciones
para discos o contratos discográficos.
Es el ejemplo de “Paranoid”: Grupo
vigués de metal que ganó el festival
luso “Petrus Castrus” en el 2005.
Gracias a la victoria en este festival no
sólo se dieron a conocer en el país
portugués sino que como premio le
dieron la oportunidad de grabar un
disco, al que titularían más tarde “The
Psikolove and Narkohate”. Pero para
los seis componentes de esta banda el
premio más importante por haber
¿Vuelve el espíritu ochentero?
que les dieron de tocar en directo
como teloneros del grupo americano
Korn (grupo de metal actual que
encabeza las listas de ventas
americanas y que se ha convertido en
un grupo de culto en los últimos años
por mantenerse fieles a la forma de
vida y a la música heavy). Pero, por
desgracia, el guitarrista del grupo,
Paranuto, se hizo un esguince en la
mano y su sueño no se pudo hacer
realidad.
Aún así, Paranoid, debe
sentirse orgulloso y con suerte, pues es
uno de los pocos grupos que tuvieron
la oportunidad de grabar un disco y
que ganan una cantidad considerable
de dinero en cada concierto
(conciertos que dan por toda España,
fundamentalmente por su comunidad,
Galicia), pero de todos modos, los
miembros de este grupo tienen un
trabajo paralelo y aunque dedican
muchas horas a ensayos prefieren
tener un trabajo alternativo. “Estamos
desencantados con la idea de hacernos
famosos y vender discos a gran escala.
Nos conformamos con lo que tenemos
y no perdemos la esperanza, pero la
industria está muy mal y nuestro estilo
de música no es para nada el tipo de
música que se escucha en las radios y
que atraer a grandes masas. Lo que
tenemos claro es que nunca nos
venderemos, pase lo que pase”.
El fenómeno “myspace”
Como todo proyecto musical
que se precie, el grupo “Paranoid”, al
igual que “As Flames Die Out”,
“Unbreak” y muchos más, quieren
hacerse hueco en el mundo
audiovisual. Para ello, queda abierta
una ventana virtual además del
tradicional “boca a boca”: la web de
Internet “Myspace”. En ella, las
bandas pueden hacerse un espacio en
el que colgar fotografías de los
conciertos, las canciones que tengan
grabadas, una biografía del grupo,
noticias, un calendario con los
conciertos e incluso vídeos. Las
personas que visiten la página pueden
agregarse como amigos del grupo y
comentar lo que les parecen las
canciones. También hay posibilidad de
“bajarse” la música de los grupos (si
estos dan su permiso). Gracias a ello,
bandas que solamente tocan en su
ciudad pueden tener fans en Estados
Unidos o en Japón. Los miembros de
las bandas también pueden hacer un
apartado en el que agregar a sus
“grupos favoritos” . De esta manera
hacen vínculos y alianzas entre ellos y
realizan pactos para tocar en la ciudad
de los otros y viceversa. Este ha sido
el caso ya comentado de “As Flames
Die Out” que por medio de uno de sus
“aliados” procedentes de Madrid,
“Avenues & Silouhettes”, fueron a
tocar a la capital en su primer
concierto fuera de Vigo.
Aunque en la ciudad de Vigo
la existencia de grupos de distintas
tendencias ha sido lo normal desde “la
movida”, lo de estos últimos años está
haciendo que los nostálgicos vuelvan a
pensar en un “revival” de esa etapa
pero a otro nivel.
Para empezar, el estilo de la
movida era rock clásico y pop
psicodélico. La mayoría de los grupos
de la movida cantaba en gallego o en
castellano (como “Siniestro Total” o
“Semen Up”), lo raro era encontrar un
grupo que cantase en inglés. Hoy en
día los grupos que cantan en español
suponen una menor proporción (como
“Kalahari”, grupo vigués de punk-rock
español) y el gallego (utilizado por
“Loretta Martin”) prácticamente no se
utiliza en las canciones underground.
El tema del lenguaje es quizás
característico de la gran diferencia
entre el espíritu de los 80 y la
mentalidad de los jóvenes hardrockers
de hoy en día: hoy sólo se busca tocar
por tocar, obtener algo de fama y
grabar algún disco (si cabe la
posibilidad). Antes, lo que importaba
era transgredir con una estética distinta
pero sobre todo con un mensaje claro,
directo y reivindicativo: era el
momento y la revolución de los
jóvenes y utilizar el gallego era la
manera de revivir una lengua que
estuvo callada durante el franquismo.
Quizás la música de la escena
actual no sea reivindicativa y que se
dedique más a hablar del estado
anímico de los jóvenes o de lo que les
rodea (que en cierto modo es un tipo
de enfrentamiento hacia el sistema de
valores de la sociedad), pero lo que
está claro es que, aunque no se centren
en problemas o conflictos más
globales, tienen éxito.
Hay poca industria que esté
dispuesta a financiar proyectos que no
tengan asegurados una salida
satisfactoria. Además las grandes
discográficas, “se comen” a las
pequeñas no comerciales. Pero aún
así, un fenómeno como éste no se
puede ignorar. Y no sólo por la
cantidad de grupos sino por la calidad
de muchos de ellos que hacen que una
ciudad entera se vuelque en la
promoción de este tipo de música. El
ayuntamiento de Vigo es sólo un caso
representativo de lo que ocurre en el
resto de España. Cada vez va a más y
cada vez se recauda más dinero y hay
más seguidores que pagan unos 3€ por
escuchar música diferente de lo que se
escucha en la radio.
El underground está de moda
y tiene consecuencias en el arte, en la
moda…en la gente de la calle. La
cuestión es ¿de tanto pretender ser
diferentes acabaremos todos siendo
otra vez iguales?