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O artigo propõe contribuir para a superação de alguns dos reducionismos que têm caracterizado o campo da comunicação-
educação e, ao mesmo tempo, ampliar seu horizonte político. Planeja como ideia central que uma maior compreensão do
lugar da informação e o conhecimento na produção do cidadão, na construção do local e nos processos de resistência,
assim como o reconhecimento de certas práticas culturais e processos de subjetivação e socialização que se transformam
em política, ajuda a gerar novas práticas, que eventualmente poderiam levar a reconstituir o poder social e criar mundos
alternativos a partir da diferença.
Palavras-chaves: comunicação, educação, cidadania, sociedade da informação, políticas de lugar.
The article intends to contribute to overcome some reductionisms that have characterized the communication-education
field and, at the same time, broaden its political horizons. It states that a through learning about the importance of
information and knowledge in the production of city issues, in the construction of locality and in the resistance processes, as
well as the recognition of certain cultural activities, and some subjectivization and socialization processes which become
politics, will collaborate in generating new practices which would lead to the social power reconstitution and build some
alternative worlds based on the difference.
Key words: communication, education, citizenship, information society, local policies.
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Podemos decir que, analítica- el cual se tratan de establecer rela- y, en esa medida, con mayores nive-
mente, el campo se ha venido con- ciones comunicativas horizontales y les de legitimidad y validez, lo hacen
figurando a través de cinco nodos dialógicas en el proceso enseñanza- en ámbitos diferentes a la institución
de tensión en los cuales confluyen aprendizaje (Freire, 1999; Kaplun, escolar (Martín-Barbero, 2002, 2003).
tanto las trayectorias teóricas como 1987; Gutiérrez y Prieto, 1996). Así mismo, el sentido y el lugar que
las trayectorias prácticas y profesio- ocupa el conocimiento en la educa-
nales de las que nos hablan Huergo El segundo nodo de tensión ata- ción y la pedagogía tradicionales ha
y Fernández (1999). ñe al quiebre de las instituciones tra- sido duramente cuestionado: se co-
dicionales. Lo instituido en el marco mienza a poner en duda el saber en
Un primer nodo es el que atañe de Occidente como proyecto de tanto un conjunto de informaciones
a la tensión entre el proyecto de familia, de partidos políticos, de Igle- acumuladas e inmodificables que
escolarización de la modernidad y sia y de escuela, cede paulatinamen- pueden ser transmitidas unidi-
los proyectos emancipadores de pe- te, o por lo menos se ve seriamente reccional y verticalmente; se cues-
dagogías que podríamos tildar gené- confrontado, a dinámicas instituyen- tiona el libro como el único lugar del
ricamente como pedagogías críticas. tes que interpelan la idea de familia almacenamiento y soporte de la cir-
El primero de estos proyectos aboga nuclear, deslegitiman los partidos po- culación del saber; y se reconocen
por la habilitación para el trabajo y líticos por la vía del vaciamiento de otros soportes en la medida en que,
la moralización del sujeto apelando su propio proyecto (Martín-Barbero, como lo mencionamos anteriormen-
a las estrategias del disciplinamiento 2003), minan el sentimiento de ho- te, se reconocen otros lenguajes que
y del control; contempla a la escue- mogeneidad religiosa al tiempo que representan otros saberes diferentes
la como la única voz autorizada de hacen proliferar multiplicidad de del saber científico.
lo que se considera culto y de lo que prácticas espirituales y, por último,
se cree es la moral legítima (para cuestionan la escolaridad en tanto El cuarto nodo de tensión está
nuestro caso la moral cristiana); se reafirman las viejas deudas del pasa- relacionado con el lugar de la
fundamenta en las ideas de progreso do: los sistemas educativos de los información, la comunicación y el
y desarrollo como el camino ineludi- países del Tercer Mundo y de Latino- conocimiento en la sociedad con-
ble de las sociedades y considera la américa, en particular, aún no han temporánea, y especialmente, lo que
educación como el pilar para lograr- cumplido con lo mínimo aceptable en han implicado para los descen-
lo; favorece y legitima la racionali- términos de acceso, cubrimiento y ca- tramientos en la educación y la co-
dad y el conocimiento científico en lidad educativa, disminución de la municación (Orozco, 2001, 2002 y
desmedro de otros saberes, otras ló- deserción escolar, elevación de logros 2004). Dado que la información y la
gicas y formas de conocimiento; y, educativos, erradicación de la segre- comunicación forman parte impor-
finalmente, desplaza la cultura oral gación tanto urbano-rural como por tante del conjunto de factores cons-
por la cultura escrita (Martín-Bar- estratos socioeconómicos (Martín- titutivos y constituyentes de la
bero, 1996), basándose a su vez en Barbero, 1996; Hopenhayn, 2003)2. sociedad actual, en tanto que esta-
modelos comunicativos transmi- Deudas que adquieren mayor com- mos inmersos en un medio con una
sionistas y unidireccionales en la plejidad pues “deben ser enfrentadas alta densidad comunicativa, que los
relación pedagógica docente-estu- simultáneamente con los nuevos de- procesos de comunicación y las prác-
diante. Los segundos han buscado safíos que plantean las transformacio- ticas comunicativas son cada vez
el reconocimiento de la integra- nes en la organización del trabajo, la más complejos gracias a la media-
lidad del ser humano y, a su vez, la cultura y el desempeño ciudadano” ción de las tecnologías y las técni-
convergencia de diversas culturas (Tedesco y López, 2002: 56). cas, y que la semiotización de la vida
en la institución escolar; el reco- cotidiana es cada vez más creciente
nocimiento de diversos lenguajes; Una tercera fuente de tensión –estamos rodeados cada vez más no
presuponen la existencia y validez que configura el campo de la comu- sólo de cosas que poseen significa-
de otras formas de conocimiento y nicación-educación se relaciona con do sino de cosas que poseen más de
la existencia de un sujeto pedagó- el conocimiento mismo. Muchos de un sentido–, el reto que se le pre-
gico activo, poseedor de experien- los saberes que hoy circulan en la so- senta al sistema educativo y a los dis-
cias vitales y saberes propios, con ciedad, con creciente funcionalidad tintos agentes escolares es cómo
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y la comunicación son esenciales mentar la creación de infor- autores afirman que estos cambios,
para el progreso, la iniciativa y el mación, aplicaciones y servicios conceptuales y prácticos, están re-
bienestar de los seres humanos, y que relevantes a escala local que re- lacionados con los procesos de
las tecnologías de la información y la dunden en beneficio de los países globalización, con la crisis del Esta-
comunicación (TIC) no sólo tienen en desarrollo y los países con eco- do-nación, con el impacto de las
inmensas repercusiones en práctica- nomías en transición; e) apoyar nuevas tecnologías de comunicación
mente todos los aspectos de nuestras la “ampliación” de los programas y que, en consecuencia, la respues-
vidas, sino que ellas brindan oportu- piloto basados en las TIC que ha- ta de la sociedad civil ha sido la
nidades sin precedentes para alcanzar yan arrojado resultados exitosos; desafección ciudadana, una menor
niveles más elevados de desarrollo. f) promover la utilización de las confianza en el sistema político y un
Se hace un llamado TIC en el sector público como descentramiento de las prácticas de
una prioridad, considerándola la ciudadanía en relación con el
a la comunidad internacional como una esfera esencial para las Estado y del sistema político. En
para que se fomente la trans- intervenciones al desarrollo basa- efecto, afirma Hopenhayn (2005:
ferencia de tecnología en con- das en las TIC; sin perder la refe- 222) que el procesamiento de las
diciones de mutuo acuerdo, rencia al tema de la Cumbre demandas ciudadanas se deslocaliza
incluidas las TIC, para que se (UIT, 2005: 71). espacialmente, en el sentido de
adopten políticas y programas diseminarse en una pluralidad de
que ayuden a los países en desa- En síntesis, la construcción de campos de acción, de espacios de
rrollo a poner la tecnología al ser- la SIC desde los poderes hege - negociación de conflictos, territorios
vicio del desarrollo, entre otras mónicos (G-8 y OCDE), tiene como e interlocutores; y esto debido a que
cosas mediante la cooperación telón de fondo la sociedad de la “microfísica del poder” genera
técnica y la creación de capaci- mercado, el neoliberalismo y la des- “microfísicas de resistencia”, a que
dades científicas y tecnológicas regulación del sector de las teleco- la complejidad de las sociedades mo-
para colmar la brecha digital y municaciones como una de las dernas y posmodernas diversifica tan-
del desarrollo (UIT, 2005: 67). acciones estratégicas, la educación to el contenido de las demandas
instrumental, el consumo masivo de como la expresión política de los ac-
Adicionalmente, se definen al- las TIC, la eficiencia y eficacia en tores, a que la ciudadanía se juega
gunos prerrequisitos para que los el ejercicio político, etc. Los funda- menos en demandas “agregables” en
países del Tercer Mundo accedan a mentos últimos de este proyecto si- grandes sindicatos y partidos políti-
los mecanismos de financiación: guen siendo la idea de progreso, la cos, y cada vez más en temas de la
idea del desarrollo (y su variante, el vida cotidiana y del mundo simbólico.
a) establecer políticas e incenti- desarrollo sostenible) y la idea de que
vos en materia de reglamentación el desarrollo tecnológico (en este Para el caso específico de Amé-
destinados a facilitar el acceso caso de las TIC) va a traer más bien- rica Latina, ya desde hace más de
universal y reactivar la inversión estar, más democracia, más prospe- una década, Norbert Lechner había
del sector privado; b) definir y re- ridad. Aquí los problemas no son los llamado la atención sobre las trans-
conocer el papel clave de las TIC de la participación4, los de la justi- formaciones de la política, afirman-
en las estrategias nacionales de cia y la equidad, los de la pobreza, do que también aquí actúa,
desarrollo y en su elaboración, etc., sino los de eficiencia y eficacia
según proceda, junto con ciber- gubernamental. en mayor o menor grado, un con-
estrategias; c) desarrollar ca- junto de megatendencias que
pacidades institucionales y de Ahora bien, en este mismo es- están configurando un nuevo
implementación para facilitar la cenario, se constata por parte de contexto. El predominio absoluto
utilización de los fondos naciona- muchos analistas (Giddens, 1995; de la economía capitalista de
les de servicio/acceso universal y Beck, 1993; Salvat, 1996; Fleury, mercado y los procesos de glo-
estudiar más a fondo esos meca- 2003; Hopenhayn, 2005), una serie balización, el colapso del comu-
nismos, así como los destinados a de transformaciones del ejercicio nismo y el sistema bipolar, el
movilizar recursos internos; d) fo- político y de la ciudadanía. Estos rendimiento del Estado, el nuevo
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lo global, y, por consiguiente, las tal y eficientista de las TIC. Para ello, lítico, sino que su diseño mismo es
nuevas formas de producción del es necesario reconocer que la tec- inherentemente político (Winner,
sujeto político o ciudadano. nología no es autónoma en “un do- 1987).
ble sentido: por un lado, no se
Es claro, entonces, que en este desarrolla con autonomía respecto a De esta manera, el ejercicio ciu-
marco, las nuevas y posibles prácti- fuerzas y factores sociales, y, por otro, dadano pasa por hacer evidentes los
cas ciudadanas no se circunscriben no es posible aislarla de la cultura presupuestos claves desde donde se
a una especie de tecnologización de en que se integra y sobre la que ac- construye un paradigma tecnológi-
la política y de la ciudada- co, que para nuestro caso,
nía. Estar conectados a se apoya en por lo menos dos
redes tecnológicas no signi- principios. El primero, se
fica automáticamente ma- relaciona con la idea de de-
yor participación ni mayor sarrollo. En efecto, el hori-
calidad de la misma. Parti- zonte de sentido bajo el cual
cipar en red de los sistemas se mueven muchos de los
de gobierno (e-gobierno), países del Tercer Mundo es
cuando las redes están he- el del paradigma occidental
chas para mayor eficiencia del desarrollo y el progreso.
y eficacia en los trámites Paradigma que supone el
administrativos, no puede modelo capitalista de pro-
ser sinónimo de una nueva ducción y la incorporación
ciudadanía. Es decir, la ciu- de la técnica y la tecnología
dadanía no puede estar como instrumentos orienta-
circunscrita a un uso ins- dos a la producción tanto de
trumental de las tecnolo- bienes de capital como de
gías de la información y la mercancías en general. El
comunicación. progreso, además de suponer
una linealidad en los proce-
Es evidente, también, sos de las sociedades, des-
que la ciudadanía debe ir taca primordialmente la
más allá de la lógica del dimensión técnica de las
consumo tecnológico. La mismas. Así, el “progreso”
brecha digital se encabalga técnico se sustenta en la
y se asienta sobre brechas cualificación instrumental
socioeconómicas más pro- de la población y en la
fundas, más injustas. El innovación tecnológica. El
acceso a los bienes tecnoló- segundo aspecto, que de al-
gicos no puede ser, en la guna manera ya se perfila en
perspectiva consumista y al Alberto Blanco (México 1951), de su libro Un año de bondad, el anterior, es la idea de que
ritmo de las grandes corpo- Cuadernos de la Orquesta núm. 6, México 1987. los artefactos tecnológicos y
raciones de la industria tec- la tecnología en general, son
nológica, de la comunicación y el túa; forma parte integral de ésta, factores independientes del desarro-
entretenimiento, la punta de lanza contribuye a conformarla y es a su llo histórico de las sociedades. Si una
para superar los altos índices de po- vez conformada por ella” (Rueda, perspectiva asume que con la incor-
breza, el analfabetismo y la margi- 2007: 94). De manera más específi- poración en unas realidades locales
nación en esta sociedad. ca, es necesario reconocer el carác- de ciertos artefactos tecnológicos,
ter político de la tecnología, en el que no han sufrido ninguna suerte
El ejercicio ciudadano pasa tam- sentido de que ella no sólo puede de adaptación sociocultural y nin-
bién por superar un uso instrumen- ser usada como un instrumento po- guna labor de apropiación crítica de
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cesos comunicativo-educativos o resignificar su accionar político constituyen en una especie de pana-
para la producción de un “mode- como gestación de procesos colecti- cea, las tecnologías digitales podrían
lo” que los separe de los fenóme- vos con los otros (Huergo, 2005), jugar un papel preponderante, ya que
nos históricos, políticos y culturales donde, dada la injerencia cada vez la difusión de sus lógicas, ligada a los
que les sirven de contexto y los más habitual y profunda de los ac- cambios en las sensibilidades, ritua-
atraviesan, ya que son acciones tores trasnacionales en lo local, y lidades, socialidades e institucionali-
políticas que median de forma com- frente a los modelos impuestos por dades, aunado a dinámicas de
pleja entre las instituciones, las una sociedad o formación cultural resignificación y atemperamiento,
prácticas sociales, los dominios de determinada, se precisa de la capa- modificaría de forma sustancial los
saber y las redes de poder. cidad de agencia de los actores lo- procesos de producción, la experien-
cales y de prácticas reflexivas de cia, el poder y la cultura hasta el pun-
No obstante, cuando estas prác- auto-gestión, para que en medio de to de permitir repensar lo político, lo
ticas circunscriben de manera las voces de otros, la apropiación de ecológico y lo social.
reductora lo educativo a la esco- tales procesos colectivos consista en
larización, la comunicación a los poblarlos con sus propias intencio- Como plantean Hardt y Negri
medios o a la tecnología educativa, nes y acentos, pero a la vez, traba- (2000: 259), el ciberespacio es
o se reduce el campo comunicación- jando por el entrecruzamiento de las entendible como una infraestructu-
educación a un análisis semiótico o matrices culturales de los grupos ra híbrida que combina un mecanis-
hermenéutico, o a proyectos prácticos sociales y sociedades donde tienen mo oligopólico y otro democrático
no reflexionados o sistematizados; lugar estas prácticas (Yúdice, 2004). que operan según dos diferentes
devienen “acciones estratégicas” con- modelos de redes. Allí es posible di-
tra el otro (más que con, para o sobre Las perspectivas instrumentales ferenciar redes jerárquicas: con gra-
el otro), porque se las aísla de la de la gestión del campo comunica- dos de control centralizado, rangos,
conflictividad sociocultural y de sus ción-educación, desconocen el pro- planeación activa, metas y reglas
pugnas por la significación, de cons- ceso paradójico de constitución del particulares de comportamiento, su-
truir relaciones vinculantes libera- sujeto social, es decir, su carácter jetas a la tiranía del tiempo lineal y
doras y de posibilitar la expresión y la tanto heterónomo como su potencial a estructuras arborescentes. Y
expresividad de las subjetividades e para la auto-organización. Esta do- mallas, redes de enjambres o multi-
identidades. ble condición, tal y como lo ha plan- plicidades descentralizadas y no-
teado Edgar Morin, implica un jerárquicas, donde acciones de
Esta perspectiva fue la que pri- trabajo de dependencia energética, múltiples agentes interactuando
mó en las teorías de la comunica- informativa y organizativa respecto dinámicamente, siguiendo reglas
ción-modernización-progreso, donde del mundo exterior, o más cabalmen- locales y una lógica no piramidal,
la comunicación-agente del cambio te, una auto-eco-organización que ocasionan la emergencia de compor-
social se estableció como salida para contempla la emergencia de proce- tamientos macro-estructurales, or-
el “subdesarrollo”, aportando a la sos multidimensionales e interactivos, denados y anárquicos a la vez, que
racionalización de los comporta- aprehensibles por un pensamiento no no precisan de un plan o una inteli-
mientos y a la difusión de actitudes racionalista, reflexivo, creativo y gencia centralizante para la toma de
modernas en el ámbito de la planifi- polifónico. decisiones, y que son favorables a la
cación familiar, la innovación en los heterogeneidad, la diferencia y la di-
métodos agrícolas, la alfabetización De allí que el pensamiento utó- versidad (Escobar, 2005).
y las nuevas tecnologías educativas pico encuentre en la teoría de la com-
(Mattelart, 1993). plejidad el potencial para establecer Políticas culturales de las
lógicas de auto-organización en los organizaciones y movimientos
En cambio, si se inscribe la colectivos y movimientos sociales, sociales
gestión del campo comunicación- constituidos alrededor de ciertas
educación en una perspectiva no prácticas vinculadas con redes socia- La forma relacional de construc-
conductista, organizacional, geren- les. Vale la pena mencionar que, sin ción del campo comunicación-edu-
cial o administrativista, se puede que pensemos que por sí mismas se cación en interfaz con la cultura y
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res son decisivas en la construcción tidades impuestos por los modos y ám- la reorganización de los discursos so-
de identidades sociales, ya que ex- bitos tradicionales en los que se con- ciales ante el desencantamiento sim-
panden la necesidad de participa- figura la cultura y la política de bólico de la política (Martín-Barbero,
ción, transforman la cultura política representación. Esta resignificación 2003: 446).
vigente y posibilitan el surgimiento de lo político no se da por fuera de
de nuevas subjetividades populares, ciertos escenarios, donde las TIC y Pese a que sus políticas culturales
trascendiendo la esfera estatal y los medios masivos de comunicación son localizadas, numerosas organiza-
proyectándose a toda la sociedad tradicionales juegan un papel media- ciones y movimientos sociales preten-
porque, antes y después del den adquirir dimensiones
nuevo contexto generado regionales, nacionales y glo-
por la crisis del Estado de bales a través del uso de las
bienestar y la expansión tecnologías de la comunica-
neoliberal, las luchas en los ción y la información, articu-
territorios urbanos populares lados en redes, donde estas
han tenido un carácter pro- plataformas tecno-simbólicas
gresista, gracias a proyectos están en tensión entre lo que
de autogestión y luchas las tecnologías permiten ha-
reivindicativas generadores cer, las maneras de apropiar-
de tejido asociativo, de sen- las y usarlas, y las prácticas
tidos de pertenencia como discursivas donde los colec-
“sectores populares”, como tivos expresan sus sentidos
defensores de los derechos propiamente políticos. Si la
humanos, de los intereses de comunicación dinamizada
los jóvenes y de las mujeres con tales recursos comienza a
o protectores del medio am- tornarse conscientemente
biente, lo que constituye política, es posible que esa
una base sociocultural para construcción conjunta de
otras dinámicas de articu- sentidos, o la semiótica de lo
lación desde lo local y lo político, pase a definir agen-
sectorial. das públicas, de participación
y empoderamientos, y que
Esta formación de nue- además, redefina las propias
vos conceptos de lo polí- prácticas sociales: rutinas de
tico en la investigación acción, dinámicas organi-
sobre movimientos sociales, zacionales, incorporación de
muestra que la política no hábitos, relación con el en-
solo tiene lugar en espacios torno, con el otro, prácticas
institucionales delimitados discursivas. Hasta el punto
(los partidos y el Estado, que de que ciertos movimientos
privatizan la esfera pública Alberto Blanco (México 1951), de su libro Un año de bondad, políticos y organizaciones se
Cuadernos de la Orquesta núm. 6, México 1987.
al emerger como institucio- consideren medios de comu-
nes separadas de la colectividad e ins- dor dado el estatuto paradigmático nicación, o medios de comunicación
tituidas de tal manera que aseguran que adquirió la densificación cotidia- virtuales y no virtuales de carácter
constantemente esa separación), sino na de la comunicación mediática y popular, que devienen organizaciones
también en relaciones sociales el dominio de los aparatos, la com- sociopolíticas (Valderrama, 2008).
proclives a la reinvención de la polí- prensión de los comportamientos y las
tica, mediante la puesta en práctica identidades sociales de los sujetos, la En la medida en que se renueva
de relaciones de igualdad y de eman- producción social de sentido en la la cultura política y se reconoce la
cipación respecto de sentidos e iden- creciente visibilidad de lo urbano y existencia de una política cultural
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conducen a construir el lugar como fía, emisoras, periódicos, canales de mados, políticos de turno, iglesias o
un proyecto de crítica radical al po- televisión comunitarios y cine-foros, esferas sociales) como tampoco
der que precisa de una gran varie- la comunicación y la cultura se con- sucumbir a los de la cooperación in-
dad de prácticas, articulaciones y vierten en herramientas de resisten- ternacional que de manera descon-
artefactos culturales que involucran cia cultural contra los impactos del textualizada ofrece ayuda para
varios tipos de mediaciones (simbó- conflicto armado, gracias a que es- agenciar un “desarrollo” de diversos
licas, lingüísticas y otras “herramien- tos medios “participativos”, “alterna- apelativos; constituirse en opciones
tas de agencia”). Por ello, es clave tivos” o “ciudadanos”, a través de de vida en medio del conflicto, es-
valorar el potencial de ciertos usos procesos de apropiación simbólica pecialmente para niños/as y jóvenes
expresivos, vinculantes y liberadores que involucran una re-codificación que así pueden hacerse partícipes de
alrededor de la apropiación y pro- del entorno y del propio ser, le per- grupos escolares de radio, escuelas
ducción crítica con medios de miten a la gente volver a narrar, a audiovisuales infantiles y colectivos
comunicación y tecnologías digi- interpretar, a recordar y a compartir juveniles de comunicación, y de este
tales, que contribuyan a la confi- con otros las nuevas cotidianidades modo ir conformando “generaciones
guración de redes sociales glocales permeadas por las masacres, el des- de relevo” de tales experiencias; y
para repensar lo político, lo ecoló- plazamiento forzado, el silencia- transformar las mentalidades sobre
gico y lo social, y para la confor- miento y la prohibición de reuniones, el conflicto armado y sus actores,
mación de posibles comunidades de asociaciones o de hacer presen- creadas por los medios de comuni-
inteligentes subalternas, incluso ar- cia incluso en los espacios públicos. cación masivos y por las institucio-
ticuladas como una red mundial de Estas prácticas contribuyen así a la nes educativas, con el propósito de
movimientos sociales (Ibíd.: 209, democratización de la comunica- reconfigurar perspectivas y enfoques
221, 227). Por tanto, la vinculación ción, en tanto permiten la apropia- más amplios e incluyentes que los
identidad-cultura-territorio en las ción de formas de producir signos, que histórica y socialmente se han
políticas de lugar, implica proce- códigos, imágenes y sonidos para establecido sobre el conflicto colom-
sos de resistencia, reapropiación, contar la realidad en sus propios tér- biano, pero también distantes del
reconstrucción y reinvención de minos y en medio de interacciones maniqueísmo y el mesianismo en
nuevas posibilidades de ser en el cotidianas que involucran una serie boga en el continente.
lugar y ser en redes globales (Es- de relaciones sociales fuertemente
cobar y Harcourt, 2002: 3). ancladas a lugares, haciendo posi-
ble la recomposición de las redes de A modo de conclusión
En el contexto del conflicto ar- sentido y la construcción de visio-
mado colombiano, donde distintos nes alternativas de futuro. Frente a los reduccionismos que
tipos de fuerzas se disputan el control amenazan con la petrificación o con
de recursos, territorios y poblacio- Tales prácticas afrontan, según la construcción de prácticas socia-
nes, ocasionando un desplazamien- Tamayo (2008), múltiples desafíos les antidemocráticas en el seno del
to forzado masivo, las políticas de cuando entrelazan la comunicación, campo comunicación-educación,
lugar que incluyen estrategias co- lo político y los intereses que las una mayor comprensión del lugar de
municativo-educativas, contribuyen animan en tanto organizaciones so- la información y el conocimiento en
a confrontar y revertir “geografías del ciales: ayudar a construir relatos que la producción, de las formas de cons-
terror localizadas”, incluso desde den cuenta de “otras voces” del con- trucción de lo local y la localización
prácticas de presencia versátil e flicto; construir esferas públicas lo- de lo global en los procesos de resis-
itinerante que controvierten las for- cales y regionales incluyentes que tencia, de la manera o maneras
mas de vivir el lugar impuestas por realcen los derechos políticos y so- como ciertas prácticas culturales y
actores armados (Garzón, 2008). ciales; consolidar sus propios meca- procesos de subjetivación y sociali-
nismos narrativos y estéticos, en zación devienen política, y de las
Como parecen probarlo varias tanto que posturas políticas enmar- formas como operan las mediaciones
prácticas de colectivos de comuni- cadas en contextos de significación; asociadas con la interrelación
cación barriales y municipales que no dejarse cooptar por los intereses comunicativa propiciada por la re-
desarrollan experiencias con fotogra- de sectores diferenciados (grupos ar- volución tecnológica; permiten no
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