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SOCIALISMO

En el siglo XIX, tanto en Europa como en Estados Unidos, el capitalismo


industrial fue un hecho consumado del cual nació el proletariado industrial, una
clase social que fomentó la mayoría de movimientos sociales en un gran
número de países de Europa, entre los que se destacan la Revolución de 1848
y la Comuna de París de 1871, ambos en Francia.

Como consecuencia del auge del capitalismo nace el socialismo, una ideología
política que atacaba los cimientos del capitalismo como doctrina económica y
social.

Esta ideología apareció al mismo tiempo en Francia e Inglaterra (1830 y 1840),


pretendiendo convertirse en un mecanismo de control de la burguesía y de la
propiedad privada, aunque en un principio no pretendía abolirlos sino
simplemente vigilarlos en pro del beneficio de la clase trabajadora.

La democracia global, otro nombre del socialismo

El senador Gustavo Petro en una conferencia dictada en Ecuador, analiza lo


que él considera "los pilares precursores de esta nueva manera de pensar y
actuar que llamamos socialismo siglo XXI desde una perspectiva colombiana".

El socialismo, afirma, implica Estados de Derecho, derechos y libertades


extendidas para la ciudadanía, protección de la identidad individual, de la
diversidad del género humano. Supremacía del ciudadano sobre el Estado.
Las conquistas del liberalismo del siglo XVIII son parte de las conquistas del
socialismo

Artículos relacionados:

La democracia local o la conciencia de la multitud. Carlos Ceballos, PDA


Alemania. Berlín.

Gustavo Petro
Lunes 12 de noviembre de 2007

Puntualización sobre la lucha armada, las Farc y un socialismo para el futuro,


por parte del senador del Polo Democrático Gustavo Petro, en un reciente foro
en Ecuador.

Tengo que confesar que esta es la primera vez que pronuncio una conferencia
desde una iglesia. Deben ser las paradojas del socialismo del siglo XXI. Tengo
que recordar, también, que en esta mesa se encuentra una persona a la que
no veía desde hace muchos años, estábamos en alguna montaña colombiana
vestidos de uniforme verde oliva, armados. Ella es Amaranta, para ustedes la
ciudadana ecuatoriana Patricia, miembro de Alfaro Vive Carajo, quien luchaba
al lado de nosotros en el M-19, en el batallón América, bajo ordenes de Carlos
Pizarro.

Y me interesa recordar al M-19 y compararlo con las FARC, para empezar mi


análisis sobre lo que considero son los pilares precursores de esta nueva
manera de pensar y actuar que llamamos socialismo siglo XXI desde una
perspectiva colombiana.

Las FARC y el M-19 con orígenes diferentes fueron parte de la insurgencia


armada colombiana en la década de los setenta y ochenta. Para el año 1989
se separaron definitivamente en su transcurrir histórico. El M-19 decidió dejar
las armas, ganó unos meses después de su desarme las elecciones a la
Asamblea Nacional Constituyente en 1991, fue la fuerza protagónica en la
construcción de la democrática Constitución del 91, que nunca se aplicó y
luego en 1994 desapareció definitivamente como organización. Las FARC se
mantuvieron en armas y son hoy una poderosa organización militar convertida
prácticamente en un ejército con raíces campesinas.

¿Era un error dejar las armas y, al contrario, conservarlas era un criterio de


éxito y eficacia en Colombia? Cualquier mirada superficial ante el hecho que
el M-19 se extinguió y las Farc se han fortalecido, diría que efectivamente, que
tal era la evidencia histórica. Diría esa mirada, que las armas son esenciales
para el desarrollo de las transformaciones en Colombia. El M-19 habría
fracasado, las Farc habrían triunfado.

Pero una mirada más profunda extraería otra conclusión: El M-19 logró
proponer un proyecto democrático para la Nación, sintetizado en la carta
constitucional de 1991, que sin aplicar precisamente se convierte en el
programa del Polo Democrático, segunda fuerza electoral del país. La
perspectiva de lograr un pacto social y político que profundice la
democratización del estado y la sociedad colombiana es una verdadera
alternativa viable hoy para la salida pacífica del conflicto y la violencia, es una
respuesta realista y posible a la crisis de la nación colombiana. El Estado
Social de Derecho que recupera el espíritu filosófico democrático del
liberalismo del siglo XVIII y lo articula a la bandera de la igualdad social, se
cierne en el horizonte colombiano, desde la carta magna, como una
posibilidad inquietante para quienes han detentado el poder: las mafias, y los
monopolios económicos. En una economía rentista, profundamente desigual y
depredadora, el aliento democrático del desaparecido M-19 sigue sembrando
la zozobra en unos, la inquietud en otros y la esperanza en muchos por su
justeza histórica, su hálito; su espíritu sirve de base para organizar un partido
que hoy, siendo la segunda fuerza electoral, se constituye en una verdadera
alternativa de poder similar a los movimientos progresistas que han
conquistado pacífica y democráticamente la mayoría de los gobiernos de
América del Sur.

Por otra parte, las Farc se han colocado como el movimiento más rechazado
por el pueblo colombiano. A pesar de su fortaleza militar conquistada por la
experiencia de sus cincuenta años de lucha armada y por recursos ingentes
extraídos de la cadena productiva y especulativa del narcotráfico, han caído
en el peor de los aislamientos políticos que movimiento insurgente alguno ha
logrado experimentar. Las Farc son un movimiento autorreferenciado. Al
contrario de la guerrilla clásica, y de su propio pasado, que prescribía la
necesidad de un fuerte apoyo popular para lograr resistir y crecer, e incluso
triunfar como Fidel, el Che y los sandinistas, las Farc se financian tanto de la
actividad narcotraficante que se permite reclutar su ejército bajo la forma del
mercenarismo y desdeñar por completo el apoyo popular para su resistencia y
crecimiento. Gracias a esos recursos, las FARC pueden sustituir al pueblo
para su sostén y crecimiento. La guerrilla se autorreferencia. No necesita más
de construir políticas populares, de ampliar su espacio de opinión. Su lucha
campesina degenera en la venganza, la barbarie, el crimen de guerra. Como
Engels lo planteó en su estudio sobre las guerras campesinas en Alemania,
esta degenera en una mera lucha militar despótica y vengativa sin
posibilidades de poder, de transformación, de democracia.

Mientras el proyecto democrático del M-19 mantiene su vigencia histórica en


la posibilidad de la Constitución del 91 y su estado Social de Derecho, las
Farc han sido derrotadas estratégicamente en el corazón de los colombianos.

Esta experiencia colombiana sirve para analizar un concepto pilar de lo que


considero debe ser el principio del accionar práctico del socialismo del siglo
XXI. En Colombia un medio como las armas no alcanzó su fin: el socialismo, o
si se quiere la democracia. Al contrario las armas degradaron a quienes las
tomaron.

I. Primera ruptura: El fin no justifica los medios.

Racionalicemos un poco más la experiencia. En mi opinión la política moderna


tanto de derechas como de izquierdas utilizó en el siglo XX el principio del "fin
justifica los medios". Descrito por el florentino hace varios siglos, este principio
fundamentó la política moderna y llevó a la derecha y a la izquierda al Estado
totalitario. El nazismo, el fascismo y el estalinismo fueron la expresión del
fracaso de los fines altruistas concebidos a través de la construcción de
medios profundamente antidemocráticos y violentos. El racismo, la raza
superior, la idea de una única clase portadora de la revolución, el centralismo
seudodemocrático del partido único, la dictadura del proletariado, la violencia
como partera de la historia, el desarrollismo de la fuerza productiva, las armas
como instrumento de la violencia revolucionaria mostraron que no nos
llevaban ni al tercer Reich, ni al comunismo terrenal como sede del paraíso de
todos los pobres del mundo.

En lugar de la redención social, del reino de la libertad sobre la necesidad, de


la nueva historia del hombre, o mejor del Hombre Nuevo, que no incluía a la
mujer ni a los homosexuales, ni a la naturaleza, sobrevino el gulag, la muerte
de la libertad, la agonía de la democracia. Bakunin fue reemplazado por Pol
Pot, Marx por Stalin, la libertad por el Gulag. El Estado se impuso
integralmente en todas las esferas íntimas del individuo, hasta asfixiarlo.

Por eso el socialismo del Siglo XXI debe implicar una verdadera ruptura con el
socialismo del siglo XX.
Quiero confesar, como es propio en esta iglesia, que no soy un pacifista
radical: yo mismo tome algún día las armas en el M-19, y creo que los pueblos
en determinadas circunstancias históricas deben tomar las armas como último
recurso de la resistencia, y muchas veces como medio de triunfo, de
liberación. Pero las armas "per se" degradan. De eso debemos ser
conscientes. Las armas implican automáticamente la posibilidad de destruir el
ser humano y por ello, los individuos que las empuñan deben ser controlados
de múltiples maneras. Las armas siempre deben estar bajo el control público.
Siempre deben ser usadas de manera transitoria, ojalá nunca, mientras
menos tiempo mejor.

En esto el comandante "Marcos" expresó una idea precursora. Mientras


menos use el Ejercito Zapatista las armas, mejor, decía el comandante
guerrillero sintetizando, sin saberlo y por defecto, la experiencia colombiana.

Las Farc han usado las armas durante más de cincuenta años en los campos
de Colombia, por eso se han degradado. El M-19 las dejó prontamente por
eso, aún su proyecto político pervive.

Pero el problema va más allá de la experiencia colombiana. De alguna


manera u otra los socialismos del siglo XX perecieron en manos de sus
propios pueblos. El segundo ejército más poderoso del mundo, el soviético, no
pudo impedir, casi sin disparar, que las muchedumbres derrumbaran el
supuesto paraíso proletario. Las multitudes corrían tras la libertad, tras la
democracia, en realidad sin alcanzarla, pero destrozaron uno de los peores
totalitarismos de la historia humana. Los medios: el Estado, el Partido Único,
el centralismo seudodemocrático, la violencia de clase, las armas, la tortura, la
prisión, la censura, el exterminio de la crítica, eran profundamente
antidemocráticos. Su fin no fue sino el exterminio de la democracia y de la
libertad.

La experiencia histórica muestra que los medios determinan el fin. Y que por
tanto si el objetivo del Socialismo del siglo XXI es la construcción de una
democracia global: el reino de la humanidad; entonces sus medios tienen que
ser profundamente democráticos. Los medios son la escuela en donde se
prepara el fin, son su método de construcción. En los mismos medios se
encuba el contenido del fin. Por tanto el socialismo debe darle sana sepultura
al "fin que justifica los medios".

Me gusta la democracia como condición social. Indudablemente la democracia


no es solo un método sino un fin en sí misma, por eso la búsqueda de los
revolucionarios del siglo XIX por una sociedad sin Estado, sin poder, no era
más que una extensión de la búsqueda de los revolucionarios del siglo XVIII,
por la democracia y la libertad. Hasta Lenin llegó a afirmar que el socialismo
era la profundización de la democracia y la empezó a buscar en los soviets
hasta que sus palabras fueron olvidadas bajo un manto de sangre y calaveras.
El socialismo estaba llamado a incluir, profundizándolo, el liberalismo, no a
destruirlo. Y el concepto de Estado de Derecho construido por las
revoluciones burguesas no podía ser enterrado por los socialistas sino
conservado como patrimonio de la humanidad y radicalizado.
El socialismo entonces implica Estados de Derecho, derechos y libertades
extendidas para la ciudadanía, protección de la identidad individual, de la
diversidad del género humano. Supremacía del ciudadano sobre el Estado.
Las conquistas del liberalismo del siglo XVIII son parte de las conquistas del
socialismo.

Segunda ruptura: El socialismo no se puede construir en un solo país.

La tesis fundamental de Stalin, sobre el Estado socialista, que implicaba la


construcción del socialismo en el territorio de un estado-nación, fue superada
por la realidad misma del capitalismo. El Capital, como lo presuponían los
socialistas del siglo XIX, traspasaba las fronteras, no tenía patria. En el siglo
XXI, el capital es global, el taller o la fábrica dejaron de ser un establecimiento
de barrio y se convirtió en un verdadero taller planetario. La cadena de
producción abarcó en un solo proceso de trabajo, centenares de
nacionalidades diferentes. El capital construyó la utopía de los arquitectos de
Babel, a pesar del castigo divino de la dispersión de las lenguas. Su
superación ya no es nacional porque su lógica es global. Un embate
simplemente nacional contra el capital es un hazmerreír, a menos que sean
muchos embates nacionales, o mejor aún a menos que sea una lucha
concertada de la humanidad.

Peor aún, cuando los procesos productivos globalizados del capital conllevan
en su seno la destrucción de la misma humanidad. Hoy la contradicción
antagónica no es entre Capital y Trabajo sino entre Capital y Humanidad.

El calentamiento global que coloca el final de la vida inteligente sobre el


planeta en un lapso de cien años, y que no es más que la aceleración, por
razón del desarrollo económico, de las leyes de la termodinámica, como
estudió Nicolás Georgescu-Roegen; la extinción paulatina de la diversidad
cultural, civilizadora, de los seres humanos, fundamento de la misma
humanidad, como afirmó Guilbert Hottois; y la posibilidad de la transformación
genética de los seres humanos por la tecnología, extinguiendo la humanidad
tal como la conocemos, según la Iglesia Católica, son apenas ejemplos de la
enorme potencialidad destructora del Capital. La expansión del capital ya no
supone simplemente la expansión de la explotación de los trabajadores, sino
la eliminación de la humanidad misma. La lógica autónoma y global del capital
en plena expansión global, como recordaba Rosa Luxemburgo, es tal que su
autonomía ya no es regulada por el instinto de conservación de la especie
humana. La lógica de la ganancia se enfrenta como nunca antes en la historia
humana a la lógica de la vida.

Por eso el trabajo de Antonio Negri es tan estimulante. Para el filósofo italiano
la clase obrera ha dejado de ser el sujeto revolucionario al abandonar el polo
antagónico del capital, que para Negri, la dialéctica no fue sino una
equivocación filosófica de los socialistas. El nuevo sujeto revolucionario para
él es la multitud, que en la concepción de Spinoza corresponde a la unidad de
las diversidades humanas sin suprimirlas, es una concertación de
especificidades, una comunicación movilizadora entre particularidades
colectivas e individuales, como su nombre lo indica una multiplicidad humana
sin reducciones homogéneas. Yo pienso que la Multitud, en tanto global, no es
más que la Humanidad misma, consciente de sí misma, responsable de si
misma. Lo que nos lleva a la tesis que el socialismo no es más que el control
de la humanidad sobre los procesos del capital que la pueden destruir. Pero
también que la "Humanidad", a diferencia de "El Hombre" de los liberales del
siglo XVIII, es un concepto plural, múltiple, diverso, multicolor como el arco
iris.

Un control de la humanidad sobre la capacidad del capital de destrucción


planetaria no se puede expresar sino como la aparición de un poder público
global, Negri lo llama Democracia Global, yo socialismo del siglo XXI. El poder
público global implica diversidad, dialogo entre civilizaciones, un nuevo
cosmopolitismo, una sensación de interconexión global no basada en el
mercado sino en las luchas, en los propósitos comunes, esencialmente
humanos. La sensación de humanidad que no deja de ser sino la expresión
del simple instinto de conservación de una especie, que a diferencia de las
demás es consciente de sí misma, pero que se expresa como lo definieron los
liberales del siglo XVII y XVIII, en leyes, en regulaciones, esta vez, globales,
democráticamente construidas, léase cosmopolitas, intercivilizatorias, de
carácter planetario. La regulación del capital, los impuestos mundiales para
erradicar la pobreza, el control sobre lo estratégico para la continuación de la
vida: tecnologías destructivas, armas de destrucción masiva, agua, culturas,
medicamentos esenciales para la vida, alimentos, saber, etc., son las
dimensiones concretas de una verdadera lucha de la humanidad por su
conservación, quizás la primera lucha de la humanidad como un todo en la
historia de nuestra especie.

Tercera ruptura: Entonces el socialismo no es la propiedad estatal de los


medios de producción.

Si el socialismo no se puede construir en un solo país, porque es global,


entonces tampoco se pude definir como la propiedad estatal de los medios de
producción, dado que el estado tiene apenas una jurisdicción nacional, error
en el que no cayó Lenin, que llamó a su "NEP" "capitalismo de estado" pero
que magnificó Stalin de manera aberrante bautizando el Frankistein como
socialismo. La estatización de las formas de creación de la riqueza y la cultura
extinguió la libertad y el individuo. El Estado al ser el propietario de la
producción, se convirtió en el único propietario de la vida y del individuo, pasó
a ser un Estado totalitario. De la destrucción del Estado propuesto por
Bakunin y Marx, se pasó a la magnificación y potenciación del Estado de
Stalin.

Pero el mismo capital comenzó la destrucción de su propia obra: el estado-


nación. Útil para ampliar mercados a escala nacional y regular las relaciones
capital-trabajo en el marco nacional, se volvió inútil para la ampliación de los
mercados en el ámbito mundial y para desregularizar los movimientos del
capital. Los procesos de planificación dejaron de ser públicos y estatales y
pasaron al mundo privado de las corporaciones, y las mismas corporaciones
lograron magnitudes financieras más fuertes que la mayoría de los Estados
existentes. Finalmente el socialismo estatal cayó derrumbado por el empuje
de fuerzas productivas que no dejaba progresar en el seno de sus
sociedades.

Pero si la aparición de un nuevo poder público democrático a escala


planetaria permite volver a plantear el socialismo, cabe preguntarse que papel
concreto debe desempeñar el estado-nación en las nuevas realidades que
plantea el socialismo del siglo XXI.

Se trata de construir estados de derecho, democratizados y


democratizadores. El estado-nación con poderes disminuidos en la nueva
realidad tiene que ser articulador de movimientos sociales que no deben ni
pueden suplantar. Gobiernos para el dialogo intercivilizatorio,
democratizadores de los poderes locales, propiciadores de la pluralidad
económica, de la democratización de la propiedad de los activos productivos,
ayudantes de la reconstitución del territorio bajo democracias locales y quizás,
espacios públicos transitorios en caminos de extinción hacia realidades
supraestatales y hacia democracias locales profundamente interconectadas a
escala global con importantes intermediaciones culturales. En nuestro
contexto los estados latinoamericanos bajo gobiernos progresistas,
prosocialistas, deben ser profundos democratizadores de nuestra vida social,
impulsores nada menos que de la rica y compleja diversidad latinoamericana,
distribuidores de los activos productivos y constructores de una
supraestatalidad: la nación, o quizás, la civilización latinoamericana. La
democratización de los estados y de las sociedades nacionales es
imprescindible para plantear la construcción de espacios públicos mundiales
con poder, con capacidad de control, de tal manera que la lucha social por la
apropiación de los estados sigue vigente y es determinante, solo que dicha
lucha no se puede contener ya, para su eficacia, en solamente los cascarones
estatales desalojados de poder, sino que su eficacia depende de su
interrelación mundial.

Este vaciamiento del poder de los cascarones estatales deja sin sentido la
propiedad estatal de los medios de producción a menos que se trate del
control de recursos estratégicos para la sociedad nacional en concreto, y abre
la posibilidad del pluralismo económico: diversas formas de producir en manos
de la sociedad.

El pluralismo económico en el espacio nacional debe propiciar un control


público de los medios de producción, que no significa estatal, sino una
apropiación de medios ampliamente distribuidos en la sociedad. La pequeña y
mediana empresa, la cooperativa, el colectivismo indígena, la iniciativa
privada, la propiedad privada, el monopolio estatal sobre recursos estratégicos
para la sociedad, la regulación pública mundial sobre recursos estratégicos
para la humanidad, el sistema tributario global, y aún la corporación privada
capitalista bajo regulación, la corporación pública cosmopolita, pueden ser
muestras de un amplio espectro del pluralismo económico que garantice en
última instancia el control público sobre la producción. Indudablemente
transición hacia una humanidad activa consciente de si misma. Socialismo del
siglo XXI, tan plural como el arco iris, pero tambien profundización de la
democracia a escala global.
EL CAPITALISMO

Para definir el capitalismo es necesario definir sus principios básicos, ya que no


existe una definición precisa que sea aceptada por todos.

Generalmente, el capitalismo se considera un sistema económico en el cual la


propiedad privada desempeña un papel fundamental. Este es el primero de los
principios básicos del capitalismo. Se incluyen también dentro de éstos la
libertad de empresa y de elección, el interés propio como motivación
dominante, la competencia, la fundamentación en el sistema de precios o de
mercado y un reducido papel del gobierno.

Sobre la propiedad privada, el capitalismo establece que los recursos deben


estar en manos de las empresas y personas particulares, de esta forma, a los
particulares se les facilita el uso, empleo y control de los recursos que utilicen
en sus labores productivas. Como consecuencia de lo anterior, los particulares
podrán utilizar los recursos como mejor les parezca.

La libertad de empresa propone que las empresas sean libres de conseguir


recursos económicos y transformarlos en una nueva mercancía o servicio que
será ofrecido en el mercado que éstas dispongan. A su vez, son libres de
escoger el negocio que deseen desarrollar y el momento para entrar o salir de
éste. La libertad de elección se aplica a las empresas, los trabajadores y los
consumidores, pues la empresa puede manejar sus recursos como crea
conveniente, los trabajadores pueden realizar un trabajo cualquiera que esté
dentro de sus capacidades y los consumidores son libres de escoger lo que
desean consumir, buscando que el producto escogido cumpla con sus
necesidades y se encuentre dentro de los límites de su ingreso.

Competencia se refiere a la existencia de un gran número de empresas o


personas que ofrecen y venden un producto (son oferentes) en un mercado
determinado. En dicho mercado también existe un gran número de personas o
empresas, denominadas consumidores (también llamados demandantes), las
cuales, según sus preferencias y necesidades, compran o demandan esos
productos. A través de la competencia se establece una “rivalidad” entre
productores. Los productores buscan acaparar la mayor cantidad de
consumidores para sí. Para conseguir esto, utilizan estrategias de reducción de
precios, mejoramiento de la calidad, etc., siendo esta la forma en que la
competencia crea un cierto control que evita el abuso por parte de alguna de
las partes.

El capitalismo se basa en una economía en la cual el mercado predomina. En


éste se llevan a cabo las transacciones económicas entre personas, empresas
y organizaciones que ofrecen productos y las que los demandan. El mercado,
por medio de las leyes de la oferta y la demanda, regula los precios según los
cuales se intercambian los bienes y servicios (véase |Mercados ), permite la
asignación de recursos y garantiza la distribución de la renta entre los
individuos.
Cada uno de los actores del mercado actúa según su propio interés; por
ejemplo, el capitalista, quien posee los recursos y el capital, busca la
maximización del beneficio propio por medio de la acumulación y reproducción
de los recursos, del capital; los trabajadores, quienes trabajan por la
recompensa material que reciben (el salario) y, por último, los consumidores,
quienes buscan obtener la mayor satisfacción o utilidad adquiriendo lo que
quieren y necesitan al menor precio posible.

El gobierno en una economía capitalista pura está reducido a su mínima


expresión. Sólo se encarga del ordenamiento jurídico que garantice ciertas
libertades civiles y la implantación de políticas indispensables para el
funcionamiento de los mercados y el respeto de la propiedad privada. Su
presencia en la economía perturba el funcionamiento de ésta.

Dependiendo del nivel de influencia del gobierno en la economía, además del


capitalismo puro, existen el capitalismo autoritario (en el cual los recursos le
pertenecen a los particulares pero el gobierno dirige y controla gran parte de la
economía) y el capitalismo mixto (en el cual el gobierno y los particulares
influyen en la distribución y asignación de los recursos).

LA GLOBALIZACIÓN

La globalización es un término que guarda estrecha relación con la palabra


integración (integración de países, regiones, mercados, economías,
costumbres, etc.), y es un proceso que se ha venido dando a nivel mundial, en
el cual muchos de los aspectos de la vida humana de unos lugares se ha ido
relacionando e interconectando con los de otros y, en general, con el mundo
entero.

Desde el punto de vista económico, la globalización ha sido promovida a través


de la disminución de las regulaciones en los mercados, las transacciones de
dinero, los acuerdos de libre comercio, la creación de bloques económicos y/o
mercados comunes entre países y regiones, entre otros.

Este proceso de integración mundial ha tenido tanto seguidores como críticos.


Por un lado, integrar la economía de un país con la del resto del mundo permite
abrir nuevas oportunidades de crecimiento al país, nuevas fuentes de recursos,
mayor comercio internacional, nuevos destinos para los productos nacionales,
entre otros beneficios; igualmente, permite encontrar en el exterior productos
que pueden ser utilizados en la economía nacional y que pueden representar
un beneficio, mientras que, a nivel internacional, permite el desarrollo de
instituciones comerciales internacionales, sistemas de producción integrados,
etc. Sin embargo, cuando las economías están muy integradas, se corre el
gran peligro de sufrir los efectos de situaciones que se presenten en otros
lugares sobre las cuales no se tiene ningún control. Estas situaciones críticas
pueden traer beneficios pero también pueden generan efectos desastrosos, no
solamente en el lugar del problema sino en otros países y regiones,
provocando desajustes, crisis e inestabilidades de gran magnitud.
Este gran peligro ya ha mostrado sus consecuencias en el mundo. La crisis
asiática fue uno de los acontecimientos más grandes que puso en evidencia los
peligros de la globalización: en algunos países asiáticos que presentaron gran
crecimiento temporal, las inversiones disponibles después de un tiempo
dejaron de ser tan rentables, produciéndose una desaceleración de la
economía que desincentivó la inversión, generándose fugas de grandes
recursos hacia otros destinos, con graves consecuencias para los socios
comerciales de estos países. Por ejemplo, el sector financiero japonés tenía
invertido aproximadamente el 40% de su cartera en el sudeste asiático; al
sobrevenir la crisis, la quiebra de corporaciones e instituciones fue masiva, con
terribles efectos para los habitantes de estos países y los de otros en los cuales
estos bancos hacían presencia, incluyendo el propio Japón.

La tecnología ha sido un factor fundamental en el proceso de globalización: el


avance en las telecomunicaciones, en los sistemas de información, en la
interconexión entre personas alrededor del mundo ha permitido que el
comercio y los recursos, se movilicen, redireccionen o reinviertan rápidamente.
Por lo tanto, si se presentan oportunidades en uno o muchos lugares, la
distancia ya no es un impedimento para acceder a ellas; de la misma forma,
cuando se presentan peligros inminentes, se puede lograr la rápida salida de
los recursos de ese lugar sin importar lo lejano que esté.

Las políticas económicas de los países han tenido que tomar nuevos rumbos
con el fin prever las anteriores situaciones e implantar mecanismos para
contrarrestarlas. Algunos de estos mecanismos afectan las finanzas nacionales
porque implican recortes presupuestales en inversión social para destinar
recursos a estos nuevos propósitos. Como consecuencia, se ve afectando el
nivel de vida de los habitantes.

El proceso de globalización no es únicamente económico, en muchos campos


(culturales, ambientales, etc.) también se ha desarrollado con aspectos
positivos y negativos; sin embargo, siendo éste un sistema cada vez más
predominante, es necesario que se encamine hacia la búsqueda del bienestar
humano, hacia la búsqueda de soluciones a los problemas y necesidades
sociales y económicas de las naciones y del mundo en general.
TRO CON LA ESENCIA MISMA
Globalización Cultural y Posmodernidad

Globalización y Posmodernidad son dos términos antiguos que han cobrado


importancia actualmente. Son el intento de nombrar algo nuevo y situarlo en la
historia.

La época después de 1875 es posmoderna. Recientemente estos dos


conceptos han adquirido una importancia inimaginada por todas las personas
que las usaron alguna vez. Son términos cargados de valor y debido al tema
que tratan han estado comprometidos y cargados de polémica. Tratan de poner
lo nuevo de nuestra época en relación con otros fenómenos como lo moderno y
la nación.

Estas batallas de conceptos siempre terminan formando a los intérpretes en


dos bandos contrarios: los que creen estar al frente de una completa novedad y
se interesan de una forma enardecida por el cambio que de acuerdo con ellos
se esta efectuando, y aquellos que, por el contrario estiman que no hay nada
nuevo en este mundo y que lo que sucede es que en la mayoría de los casos la
realidad se ve diferente.

¿Se puede dar cuenta de la novedad sin reducirla a una mínima apariencia?
¿Se puede explicar el cambio sin negarlo, sin reducir el encadenamiento de lo
mismo a lo mismo?

En este caso en particular los vocablos en disputa se hallan indiscutiblemente


ligados entre sí. Existe entre ellos más que una relación de afinidad; lo que hay
es una verdadera complicidad. Mientras que globalización procura dar cuenta
de la novedad de un capitalismo que ha extendido sus límites hasta los
confines del planeta, posmodernidad pretende expresar el estilo cultural
correspondiente a esa realidad que incumbe a todo el mundo.

Nos damos cuenta que, la globalización relativiza todo lo que toca en su


movimiento expansivo, mientras que la posmodernidad tiene su origen en la
auto-conciencia de ese relativismo cultural.

De aquí viene el pensamiento de Rorty, quien no admite que algo tenga una
naturaleza intrínseca, una esencia real. Por el contrario piensa que todas las
cuestiones centrales se reducen, al final, a puras cuestiones terminolólogicas.

Por lo tanto estas dos palabras aluden a una cultura que se ha vuelto en
extremo sensible a los lenguajes, a su radical contingencia e historicidad. Ahora
son los lenguajes que la constituyen y le comunican lo que les interesa. No el
mundo, sino las visiones del mundo. No el texto sino sus contextos. No la
verdad, sino las épocas y los géneros a través de las cuales ella se expresa.

Una versión más sociológica sostiene que la posmodernidad no sería otra cosa
que una falsa conciencia del capitalismo globalizado; como un tupido velo
desplegado para encubrir el predominio del mercado universal y crear la ilusión
de que diferentes estilos de consumo equivalen a una pluralidad de formas de
vida, que tiene un ligero parecido a lo que se dice de la globalización cuando se
dice que ella escondería, sólo que de una manera mas sutil, el predominio de
una potencia imperial.

La revolución de las comunicaciones supone una intensificación de la esfera de


la circulación, donde solo lo que circula es real. Es la información y no el dinero
es la mercancía por excelencia de las redes globales.

Como se ha dicho vivimos en la era del narcisismo de la conciencia. La


información en vez de ser un instrumento de la racionalización del mundo, lo
des-objetiviza y vuelve interpretable de mil maneras distintas. Contrariamente a
lo que se piensa, la sociedad transparente a la que nos dirigimos será más
opaca, barroca y misteriosa que todas las anteriores.

Globalización e Identidad Latinoamericana

Nelly Arenas

Las transformaciones que estamos experimentando a nivel mundial se han


expresado tanto en el ámbito económico-financiero como también han alentado
un modo de vida global conocido como "homogenización" o "estandarización
cultural". Éstos han provocado una sensible competencia de los Estados
nacionales, viendo reducidos sus márgenes de autonomía, y especifidad,
además de un debilitamiento de las raíces de los pueblos

Hay una notable aceleración de los procesos tecnológicos en informática,


robótica, electrónica, los nuevos materiales, la genética y en la biotecnología.
Estos cambios inducen una creciente integración de las economías nacionales
a los mercados globales, impulsando la creación de grandes bloques de
comercio (existencia de una economía única), lo que se traduce en una especie
de difuminación de los espacios nacionales. Se sustituye los Estados
nacionales por el "Estado Internacional" (Piccioto citado por Hein 1994) o
“Internacionalización del Estado” (Held y Mc Grew citado por Nederveen 1994)
Estamos asistiendo a lo que Habermas ha denominado, analizando la realidad
europea, “sociedades post-nacionales”.

Los adelantos en la tecnología de las comunicaciones han alentado un modo


de vida global que se expresa en la moda, las costumbres, la música, la
gastronomía (homogeneización cultural). Hoy parece imposible prescindir de
las condiciones de interconexión económica, política, cultural que a ritmos sin
precedentes, envuelven y atraviesan la red social.

La globalización rompe todos los límites y borra fronteras. Pero al mismo


tiempo que nos homogeneizamos, se ha exacerbado en el mundo lo que
Femando Del Valle (1993) ha denominado "dinámica autoidentificadora" que se
expresa en el estallido sincronizado de nacionalismos y en la revitalización de
algunas etnias.

La intensificación de las comunicaciones genera un ritmo más acelerado del


flujo entre lo
local y lo global. Hay una universalización de particularismos o de "valorización
global de las identidades particulares". El concepto de velocidad se impone
como absoluto, pues es a partir de ella que las distancias se anulan. "La
velocidad es poder” según Virillo. En la modernidad, el tiempo marcaba un
desarrollo donde lo pasado, presentes futuro eran distintos pero encadenados.
Actualmente vivimos en un presente que lo succiona todo, que es
omnipresente El nacionalismo se convirtió, desde fines del siglo XVIII, en una
forma moderna de identidad colectiva (Habermas 1994). Cada unidad nacional
produjo símbolos, cultos a próceres, fiestas patrias, etc., al tiempo que
establecían idiomas nacionales en sustitución de los regionales, con miras a
cohesionar con sentido particularista. Los esfuerzos modernizadores que se
llevaron a cabo en algunos países en las primeras décadas del presente siglo,
impulsaron la construcción de códigos de definición cultural nacional.

A diferencia de los países europeos donde, por razones de su desarrollo


tecnológico-industrial, la ruptura con la tradición fue drástica, en nuestros
países, en ausencia de ese desarrollo, hubo que echar mano de esas
tradiciones para fundar nuestra identidad al tiempo que esas mismas
tradiciones se apreciaban como verdaderos obstáculos para alcanzar la
modernidad.

Identidad, ha dicho Fuentes, es lo que "somos ahora mismo", con lo cual la


descartarnos como una búsqueda del origen, que es ilusorio, o como una
apuesta por el futuro, que sustraería sustancia al presente (Ortega 1995).

Más lo que somos ahora mismo, es sólo una mezcla de todo lo que pasó en
tiempos históricos que se cruzan en nuestro subcontinente. Esto deviene del
ser heterogéneo que conformamos, donde se articulan, complejamente,
tradiciones y modernidades, con sus lógicas y racionalidades, con sus lógicas y
racionalidades particulares. Ello responde a la forma como se desarrolló
nuestra modernidad- no eliminó, y en muchos casos reforzó elementos
tradicionales. La modernidad por lo tanto debe ser leída de otro modo en
América Latina. La lectura que de ella se haga deberá dar cuenta de nuestras
mezclas y tiempos.

Todos compartimos un imaginario social modelado por los medios de


comunicación que nos emparenta y nos hace partícipes de una cultura
mundializada que reubica, si no minimiza, el rol de lo específicamente nacional.
Gracias a la globalización, nuestra casa es múltiple y abierta, que necesita
ubicarse desde su particularidad en la vecindad que es el mundo para seguir
siendo nuestra casa.

La Globalización Imaginada

Néstor Canclini

Fechas en que habría comenzado la globalización: -Siglo XVI, al iniciarse la


expansión capitalista v de la modernidad occidental (Chesnaux, 1989,
Wallerstein, 1 989). Mediados del siglo XX, cuando las innovaciones
tecnológicas y comunicativas articulan los mercados a escala mundial. - Según
Giddens- "Somos la primera generación que tiene acceso a una era global"
(Giddens 1997).

Globalización en la segunda mitad del siglo XX: resultado de la diferencia que


ésta tiene con internacionalización (iniciada con las navegaciones
transoceánicas, la apertura comercial de las sociedades europeas hacia el
Lejano Oriente y América Latina, y la consiguiente colonización) y la
transnacionalización (proceso formado a través de la internacionalización de la
economía y la cultura que engendra organismos, empresas y movimientos cuya
sede no está exclusiva principalmente en una nación).

La globalización se fue preparando en estos dos procesos previos a través de


una intensificación de dependencias recíprocas (Beck, 1998) el crecimiento y la
aceleración de redes económicas y culturales que operan en una escala y base
mundiales, Por lo que surge la necesidad de mejor tecnología en todos los
campos. Ocurre entonces una interacción más compleja e interdependiente
entre focos dispersos de producción, circulación y consumo. Esto cumple un
papel facilitador.

Algunas conclusiones elementales son: la globalización no es un paradigma


científico, ni económico, ni político ni cultural. Es el resultado de múltiples
movimientos, en parte contradictorios, con resultados abiertos, que implican
diversas conexiones "local-global" Y @'local-local'7.

Los ingredientes nucleares de este "paradigma" o narrativa son la economía de


mercado, el multipartidismo, la apertura de las economías nacionales al
exterior, la libre circulación de capitales, la protección de inversiones extra 'eras
v de la propiedad intelectual, el equilibrio fiscal y la libertad de prensa.

Pensar sobre lo global exige trascender estas dos posturas-. la que hace de la
globalización un paradigma único e irreversible, y la que dice que no importa
que no sea coherente ni integre a todos. Más bien parece todo lógicamente
necesario. ante las tendencias que homogenizar partes de los mercados
materiales v simbólicos, averiguar qué representa lo que la globalización
excluye para constituirse.

La globalización es un conjunto de procesos de homogeneización que nos


vuelve más próximos) y, a la vez, fraccionamiento articulado del mundo, que
reordenan o multiplican las diferencias y las desigualdades sin suprimirlas.

La globalización, sin la interculturalidad es un OCNI, un objeto cultural no


identificado, Esto no quiere decir que sus analistas no se den cuenta de que
existen procesos interculturales, modos diversos de comunicación, ciudades
con perfiles distintos y movimientos artísticos divergentes. Pero la estrategia
hegemónica de la globalización suele atender solo a lo que en estos procesos
es reductible al mercado, o sea, lo que cabe en sus políticas sobre los clientes.
La globalización es como un proceso con varias agendas, reales virtuales, que
se estaciona en fronteras o en situaciones translocales, y trabaja con su
diversidad.
Las metáforas que muchas personas utilizan para definir la globalización se
vuelven aun más protagónicos en este siglo de masivas migraciones laborales
Y exilios políticos y económicos, cuando se huye de guerras Y de gobiernos
dedicados a globalizar la macroeconomía de tal modo que deja fuera a quienes
no pertenecen a las elites. Las operaciones metafóricas pueden ser leídas
como alusiones a lo que no se deja atrapar por conceptos unívocos, a lo que
vivimos y está en tensión con lo que podríamos vivir, entre lo estructurado y lo
desestructurante

Ha habido cambios teóricos en la manera de concebir los conceptos de cultura


y globalización. Pensar la globalización como una consecuencia lógica de la
convergencia de cambios económicos, comunicativos y migratorios no impide
concebirla a la vez como un proceso abierto que puede desarrollarse en varias
direcciones.

Lo imaginario es un componente de la globalización. La segregación es el


reverso "necesario" de las integraciones, y la desigualdad limita las promesas
de la comunicación.

Lo imaginario es un componente de la globalización. La segregación es el


reverso “necesario” de las integraciones y la desigualdad limita las promesas
de la comunicación.

¿Que es la Globalización?

Ulrich Beck

Con la demolición del Muro de Berlín, muchos creyeron que había sonado el fin
de la política y llegaba una época de situada mas allá del socialismo y el
capitalismo, de la utopía y la emancipación. La globalización no apunta al final
de la política, sino a una salida de lo político del marco categorial del Estado
nacional y del sistema de roles al uso de eso que se ha de llamara el quehacer
político y no-político. La nueva retórica de la globalización trae importantes
consecuencias políticas en el riesgo de globalización económica, donde
instituciones industriales que parecían completamente cerradas a la
configuración política estallen y se abran al discurso político. Los presupuestos
del Estado asistencial y todas las ayudas se disuelven y resuelven en una
configurabilidad política. Los actores sociales deben reaccionar y dar una
respuesta concreta.

¿Por qué la globalización significa politización? Porque permite a los


empresarios y a sus asociados reconquistar y volver a disponer del poder
negociador politico y socialmente domesticado del capitalismo
democráticamente organizado.

Trabajo se esta viendo relegado a la via muerta de la historia, pero tambien se


esta dando la jubilación al capitalismo general idea; se trata de la liberación
respecto a los corses del trabajo y del estado.
Lo estamental era la organización social-estatal y sindical del trabajo y lo
aniquiloso y encallecido eran las ventajas burocráticas y el esquivamiento del
pueblo por parte del estado nacional. No es la política particular de los
empresarios, sino la globalización la que parece forzar una serie de medidas
perentorias y radicales. Todo el que aumenta el crecimiento económico acaba
generando desempleo; y todo el que rebaja drásticamente los impuestos para
que aumenten las posibilidades de beneficios genera posiblemente también
desempleo.

La política de la globalización no pretende solamente eliminar las trabas de los


sindicatos, sino también; las del Estado nacional, pretende restar poder a la
política estatal-nacional. Los representantes económicos pretenden
desmantelar el aparato y las tareas estatales con vistas a la realización de la
utopía del anarquismo mercantil del Estado mínimo. Con lo que ocurre que se
responde a la globalización con la renacionalización.

Se ha producido una especie de toma de los centros materiales vitales e las


sociedades modernas que tienen estados nacionales mediante el
desenvolvimiento simple y normal de la vida cotidiana: -podemos exportar
puestos de trabajo, -estamos en condiciones de desmenuzar los productos y
las prestaciones de servicios así como repartir el trabajo por todo el mundo,
-estamos en condiciones de servirnos de los Estados nacionales y los centros
de producción individuales en contra de ellos mismos y conseguir pactos
globales, -podemos distinguir automáticamente en medio de las fragosidades
de la producción global entre lugar de inversión, lugar de producción, lugar de
declaración fiscal y lugar de residencia.

El Estado nacional es un Estado territorial, basa su poder en su apego a un


lugar concreto. La sociedad global se ha ramificado en muchas dimensiones y
no sólo las económicas, se entremezcla con el Estado nacional, como quiera
que exista una multiplicidad de círculos sociales, redes de comunicación,
relaciones de mercado y modos de vida que traspasan en todas direcciones las
fronteras territoriales del Estado nacional.

Los empresarios han descubierto la nueva formula mágica de la riqueza, que


no es otra que capitalismo sin trabajo mas capitalismo sin impuestos. La
consecuencia de todo esto es el aumento de la conflictividad también en el
campo de la economía, es decir, entre los contribuyentes virtuales y los
contribuyentes reales. Es preciso formular en nuevos términos teóricos y
políticos la cuestión trascendental de la justicia social en la era de la
globalización.

El proyecto de la modernidad parece haber fracasado. Lo que se hace pasar


por universalismo occidental de la Ilustración y de los derechos humanos no es
otra cosa que la opinión de los hombres blancos muertos o viejos que oprimen
los derechos de las minorías.

Mediante la tendencia secular a la individualización, la sociedad pierde


conciencia colectiva y su capacidad de negociación politica. La búsqueda de
respuestas políticas a las grandes cuestiones del futuro se queda ya sin sujeto
y sin lugar

La globalización económica no hace sino consumar lo que se alienta


intelectualmente mediante la posmodernidad y políticamente mediante la
individualización. El capitalismo se queda sin trabajo y produce paro. Por lo que
se refiere al Estado asistencial, la democracia y la vida publica, la suya es una
modernización condenada a muerte.

Es difícil elevar la voz contra el poder mundial del mercado mundial. Esto sólo
es posible a condición de acabar con la idea de un mercado mundial
mundialmente poderoso que gobierna nuestros cerebros y paraliza toda
actividad.

GLOBALISMO: concepción según la cual el mercado mundial desaloja o


sustituye el quehacer político; es decir la ideología del dominio del mercado
mundial o la ideología del liberalismo. Su núcleo ideológico reside en que da al
traste con una distinción fundamental de la primera modernidad, a saber, la
existente entre política y economía.

GLOBALIDAD: no hay ningún grupo ni país que pueda vivir al margen de los
demás. Las distintas formas económicas, culturales y políticas no dejan de
entremezclarse y que las evidencias del modelo occidental no se deben
justificar de nuevo. Sociedad mundial significa la totalidad de las relaciones
sociales que no están integradas en la política del estado nacional ni están
determinadas a través de esta.

GLOBALIZACIÓN: procesos en virtud de los cuales los estados nacionales


soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores trasnacionales y sus
respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados
varios.

Existe una afinidad entre las distintas lógicas de las globalizaciones que no son
reducibles sino que antes bien deben resolverse y entenderse a la vez en si
mismas y en mutua interdependencia. Sólo así se puede abrir la perspectiva y
el espacio del quehacer político.

El Capitalismo

Sistemas Económicos

La idea de un sistemas Económico lleva la connotación de articulación de parte armonizadas


funcionalmente para la consecución de fines colectivos determinados.

El sistema económico constituye la articulación armónica de las leyes, reglas e instituciones que rigen la
vida económica, no importa cual sea la naturaleza del organismo, así mismo el sistema económico
cumple una serie de funciones de toda saciedad.

El sistema económico se refiere, pues a la peculiar organización de las ideas, reglas, procedimientos e
instituciones creadas por una sociedad para resolver el problema económico básico, satisfacer sus
necesidades.

Lo que distingue a un sistema económico no son las funciones que desempeña, sino la forma o el modo
adoptado para conseguir este fin. Las diferencias entre uno y otros sistemas de encontrarlas en la forma,
reglas, procedimientos e instrumentos adoptados por la sociedad estén articulados para resolver el
problema económico fundamental...: la satisfacción de necesidades básicas y en constante crecimiento
con ciertos recursos económicos que resultan sumamente escasos.

El Capitalismo

1. INTRODUCCIÓN

Capitalismo, sistema económico en el que los individuos privados y las


empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y
servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y
los mercados. Aunque tiene sus orígenes en la antigüedad, el desarrollo del
capitalismo es un fenómeno europeo; fue evolucionando en distintas etapas,
hasta considerarse establecido en la segunda mitad del siglo XIX. Desde
Europa, y en concreto desde Inglaterra, el sistema capitalista se fue
extendiendo a todo el mundo, siendo el sistema socioeconómico casi exclusivo
en el ámbito mundial hasta el estallido de la I Guerra Mundial, tras la cual se
estableció un nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió
en el opuesto al capitalista.

El término kapitalism fue acuñado a mediados del siglo XIX por el economista
alemán Karl Marx. Otras expresiones sinónimas de capitalismo son sistema de
libre empresa y economía de mercado, que se utilizan para referirse a aquellos
sistemas socioeconómicos no comunistas. Algunas veces se utiliza el término
economía mixta para describir el sistema capitalista con intervención del sector
público que predomina en casi todas las economías de los países
industrializados.

Se puede decir que, de existir un fundador del sistema capitalista, éste es el


filósofo escocés Adam Smith, que fue el primero en describir los principios
económicos básicos que definen al capitalismo. En su obra clásica
Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones
(1776), Smith intentó demostrar que era posible buscar la ganancia personal de
forma que no sólo se pudiera alcanzar el objetivo individual sino también la
mejora de la sociedad. Los intereses sociales radican en lograr el máximo nivel
de producción de los bienes que la gente desea poseer. Con una frase que se
ha hecho famosa, Smith decía que la combinación del interés personal, la
propiedad y la competencia entre vendedores en el mercado llevaría a los
productores, "gracias a una mano invisible", a alcanzar un objetivo que no
habían buscado de manera consciente: el bienestar de la sociedad.

2. CARACTERÍSTICAS DEL CAPITALISMO


A lo largo de su historia, pero sobre todo durante su auge en la segunda mitad
del siglo XIX, el capitalismo tuvo una serie de características básicas. En primer
lugar, los medios de producción —tierra y capital— son de propiedad privada.
En este contexto el capital se refiere a los edificios, la maquinaria y otras
herramientas utilizadas para producir bienes y servicios destinados al consumo.
En segundo lugar, la actividad económica aparece organizada y coordinada por
la interacción entre compradores y vendedores (o productores) que se produce
en los mercados. En tercer lugar, tanto los propietarios de la tierra y el capital
como los trabajadores, son libres y buscan maximizar su bienestar, por lo que
intentan sacar el mayor partido posible de sus recursos y del trabajo que
utilizan para producir; los consumidores pueden gastar como y cuando quieran
sus ingresos para obtener la mayor satisfacción posible. Este principio, que se
denomina soberanía del consumidor, refleja que, en un sistema capitalista, los
productores se verán obligados, debido a la competencia, a utilizar sus
recursos de forma que puedan satisfacer la demanda de los consumidores; el
interés personal y la búsqueda de beneficios les lleva a seguir esta estrategia.
En cuarto lugar, bajo el sistema capitalista el control del sector privado por
parte del sector público debe ser mínimo; se considera que si existe
competencia, la actividad económica se controlará a sí misma; la actividad del
gobierno sólo es necesaria para gestionar la defensa nacional, hacer respetar
la propiedad privada y garantizar el cumplimiento de los contratos. Esta visión
decimonónica del papel del Estado en el sistema capitalista ha cambiado
mucho durante el siglo XX.

3. ORÍGENES
Tanto los mercaderes como el comercio existen desde que existe la civilización,
pero el capitalismo como sistema económico no apareció hasta el siglo XIII en
Europa sustituyendo al feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos
siempre han tenido una fuerte tendencia a "realizar trueques, cambios e
intercambios de unas cosas por otras". Este impulso natural hacia el comercio
y el intercambio fue acentuado y fomentado por las Cruzadas que se
organizaron en Europa occidental desde el siglo XI hasta el siglo XIII. Las
grandes travesías y expediciones de los siglos XV y XVI reforzaron estas
tendencias y fomentaron el comercio, sobre todo tras el descubrimiento del
Nuevo Mundo y la entrada en Europa de ingentes cantidades de metales
preciosos provenientes de aquellas tierras. El orden económico resultante de
estos acontecimientos fue un sistema en el que predominaba lo comercial o
mercantil, es decir, cuyo objetivo principal consistía en intercambiar bienes y no
en producirlos. La importancia de la producción no se hizo patente hasta la
Revolución industrial que tuvo lugar en el siglo XIX.

Sin embargo, ya antes del inicio de la industrialización había aparecido una de


las figuras más características del capitalismo, el empresario, que es, según
Schumpeter, el individuo que asume riesgos económicos. Un elemento clave
del capitalismo es la iniciación de una actividad con el fin de obtener beneficios
en el futuro; puesto que éste es desconocido, tanto la posibilidad de obtener
ganancias como el riesgo de incurrir en pérdidas son dos resultados posibles,
por lo que el papel del empresario consiste en asumir el riesgo de tener
pérdidas.

El camino hacia el capitalismo a partir del siglo XIII fue allanado gracias a la
filosofía del renacimiento y de la Reforma. Estos movimientos cambiaron de
forma drástica la sociedad, facilitando la aparición de los modernos Estados
nacionales que proporcionaron las condiciones necesarias para el crecimiento
y desarrollo del capitalismo. Este crecimiento fue posible gracias a la
acumulación del excedente económico que generaba el empresario privado y a
la reinversión de este excedente para generar mayor crecimiento.
4. MERCANTILISMO
Desde el siglo XV hasta el siglo XVIII, cuando aparecieron los modernos
Estados nacionales, el capitalismo no sólo tenía una faceta comercial, sino que
también dio lugar a una nueva forma de comerciar, denominada mercantilismo.
Esta línea de pensamiento económico, este nuevo capitalismo, alcanzó su
máximo desarrollo en Inglaterra y Francia.

El sistema mercantilista se basaba en la propiedad privada y en la utilización de


los mercados como forma de organizar la actividad económica. A diferencia del
capitalismo de Adam Smith, el objetivo fundamental del mercantilismo consistía
en maximizar el interés del Estado soberano, y no el de los propietarios de los
recursos económicos fortaleciendo así la estructura del naciente Estado
nacional. Con este fin, el gobierno ejercía un control de la producción, del
comercio y del consumo.

La principal característica del mercantilismo era la preocupación por acumular


riqueza nacional, materializándose ésta en las reservas de oro y plata que
tuviera un Estado. Dado que los países no tenían grandes reservas naturales
de estos metales preciosos, la única forma de acumularlos era a través del
comercio. Esto suponía favorecer una balanza comercial positiva o, lo que es lo
mismo, que las exportaciones superaran en volumen y valor a las
importaciones, ya que los pagos internacionales se realizaban con oro y plata.
Los Estados mercantilistas intentaban mantener salarios bajos para
desincentivar las importaciones, fomentar las exportaciones y aumentar la
entrada de oro.

Más tarde, algunos teóricos de la economía como David Hume comprendieron


que la riqueza de una nación no se asentaba en la cantidad de metales
preciosos que tuviese almacenada, sino en su capacidad productiva. Se dieron
cuenta que la entrada de oro y plata elevaría el nivel de actividad económica, lo
que permitiría a los Estados aumentar su recaudación impositiva, pero también
supondría un aumento del dinero en circulación, y por tanto mayor inflación, lo
que reduciría su capacidad exportadora y haría más baratas las importaciones
por lo que, al final del proceso, saldrían metales preciosos del país. Sin
embargo, pocos gobiernos mercantilistas comprendieron la importancia de este
mecanismo.

5. INICIOS DEL CAPITALISMO MODERNO Dos acontecimientos propiciaron


la aparición del capitalismo moderno; los dos se produjeron durante la segunda
mitad del siglo XVIII. El primero fue la aparición en Francia de los fisiócratas
desde mediados de este siglo; el segundo fue la publicación de las ideas de
Adam Smith sobre la teoría y práctica del mercantilismo.

5.1. Los fisiócratas El término fisiocracia se aplica a una escuela de


pensamiento económico que sugería que en economía existía un orden natural
que no requiere la intervención del Estado para mejorar las condiciones de vida
de las personas. La figura más destacada de la fisiocracia fue el economista
francés François Quesnay, que definió los principios básicos de esta escuela
de pensamiento en Tableau économique (Cuadro económico, 1758), un
diagrama en el que explicaba los flujos de dinero y de bienes que constituyen el
núcleo básico de una economía. Simplificando, los fisiócratas pensaban que
estos flujos eran circulares y se retroalimentaban. Sin embargo la idea más
importante de los fisiócratas era su división de la sociedad en tres clases: una
clase productiva formada por los agricultores, los pescadores y los mineros,
que constituían el 50% de la población; la clase propietaria, o clase estéril,
formada por los terratenientes, que representaban la cuarta parte, y los
artesanos, que constituían el resto.

La importancia del Tableau de Quesnay radicaba en su idea de que sólo la


clase agrícola era capaz de producir un excedente económico, o producto neto.
El Estado podía utilizar este excedente para aumentar el flujo de bienes y de
dinero o podía cobrar impuestos para financiar sus gastos. El resto de las
actividades, como las manufacturas, eran consideradas estériles porque no
creaban riqueza sino que sólo transformaban los productos de la clase
productiva. (El confucianismo ortodoxo chino tenía principios parecidos a estas
ideas). Este principio fisiocrático era contrario a las ideas mercantilistas. Si la
industria no crea riqueza, es inútil que el Estado intente aumentar la riqueza de
la sociedad dirigiendo y regulando la actividad económica.

5.2. La doctrina de Adam Smith Las ideas de Adam Smith no sólo fueron un
tratado sistemático de economía; fueron un ataque frontal a la doctrina
mercantilista. Al igual que los fisiócratas, Smith intentaba demostrar la
existencia de un orden económico natural, que funcionaría con más eficacia
cuanto menos interviniese el Estado. Sin embargo, a diferencia de aquéllos,
Smith no pensaba que la industria no fuera productiva, o que el sector agrícola
era el único capaz de crear un excedente económico; por el contrario,
consideraba que la división del trabajo y la ampliación de los mercados abrían
posibilidades ilimitadas para que la sociedad aumentara su riqueza y su
bienestar mediante la producción especializada y el comercio entre las
naciones.

Así pues, tanto los fisiócratas como Smith ayudaron a extender las ideas de
que los poderes económicos de los Estados debían ser reducidos y de que
existía un orden natural aplicable a la economía. Sin embargo fue Smith más
que los fisiócratas, quien abrió el camino de la industrialización y de la
aparición del capitalismo moderno en el siglo XIX.

6. LA INDUSTRIALIZACIÓN Las ideas de Smith y de los fisiócratas crearon la


base ideológica e intelectual que favoreció el inicio de la Revolución industrial,
término que sintetiza las transformaciones económicas y sociales que se
produjeron durante el siglo XIX. Se considera que el origen de estos cambios
se produjo a finales del siglo XVIII en Gran Bretaña.

La característica fundamental del proceso de industrialización fue la


introducción de la mecánica y de las máquinas de vapor para reemplazar la
tracción animal y humana en la producción de bienes y servicios; esta
mecanización del proceso productivo supuso una serie de cambios
fundamentales: el proceso de producción se fue especializando y concentrando
en grandes centros denominados fábricas; los artesanos y las pequeñas
tiendas del siglo XVIII no desaparecieron pero fueron relegados como
actividades marginales; surgió una nueva clase trabajadora que no era
propietaria de los medios de producción por lo que ofrecían trabajo a cambio de
un salario monetario; la aplicación de máquinas de vapor al proceso productivo
provocó un espectacular aumento de la producción con menos costes. La
consecuencia última fue el aumento del nivel de vida en todos los países en los
que se produjo este proceso a lo largo del siglo XIX.

El desarrollo del capitalismo industrial tuvo importantes costes sociales. Al


principio, la industrialización se caracterizó por las inhumanas condiciones de
trabajo de la clase trabajadora. La explotación infantil, las jornadas laborales de
16 y 18 horas, y la insalubridad y peligrosidad de las fábricas eran
circunstancias comunes. Estas condiciones llevaron a que surgieran
numerosos críticos del sistema que defendían distintos sistemas de propiedad
comunitaria o socializada; son los llamados socialistas utópicos. Sin embargo,
el primero en desarrollar una teoría coherente fue Karl Marx, que pasó la mayor
parte de su vida en Inglaterra, país precursor del proceso de industrialización, y
autor de Das Kapital (El capital, 3 volúmenes, 1867-1894). La obra de Marx,
base intelectual de los sistemas comunistas que predominaron en la antigua
Unión Soviética, atacaba el principio fundamental del capitalismo: la propiedad
privada de los medios de producción. Marx pensaba que la tierra y el capital
debían pertenecer a la comunidad y que los productos del sistema debían
distribuirse en función de las distintas necesidades.

Con el capitalismo aparecieron los ciclos económicos: periodos de expansión y


prosperidad seguidos de recesiones y depresiones económicas que se
caracterizan por la discriminación de la actividad productiva y el aumento del
desempleo. Los economistas clásicos que siguieron las ideas de Adam Smith
no podían explicar estos altibajos de la actividad económica y consideraban
que era el precio inevitable que había que pagar por el progreso que permitía el
desarrollo capitalista. Las críticas marxistas y las frecuentes depresiones
económicas que se sucedían en los principales países capitalistas ayudaron a
la creación de movimientos sindicales que luchaban para lograr aumentos
salariales, disminución de la jornada laboral y mejores condiciones laborales.

A finales del siglo XIX, sobre todo en Estados Unidos, empezaron a aparecer
grandes corporaciones de responsabilidad limitada que tenían un enorme
poder financiero. La tendencia hacia el control corporativo del proceso
productivo llevó a la creación de acuerdos entre empresas, monopolios o trusts
que permitían el control de toda una industria. Las restricciones al comercio
que suponían estas asociaciones entre grandes corporaciones provocó la
aparición, por primera vez en Estados Unidos, y más tarde en todos los demás
países capitalistas, de una legislación antitrusts, que intentaba impedir la
formación de trusts que formalizaran monopolios e impidieran la competencia
en las industrias y en el comercio. Las leyes antitrusts no consiguieron
restablecer la competencia perfecta caracterizada por muchos pequeños
productores con la que soñaba Adam Smith, pero impidió la creación de
grandes monopolios que limitaran el libre comercio.

A pesar de estas dificultades iniciales, el capitalismo siguió creciendo y


prosperando casi sin restricciones a lo largo del siglo XIX. Logró hacerlo así
porque demostró una enorme capacidad para crear riqueza y para mejorar el
nivel de vida de casi toda la población. A finales del siglo XIX, el capitalismo era
el principal sistema socioeconómico mundial.

7. EL CAPITALISMO EN EL SIGLO XX
Durante casi todo el siglo XX, el capitalismo ha tenido que hacer frente a
numerosas guerras, revoluciones y depresiones económicas. La I Guerra
Mundial provocó el estallido de la revolución en Rusia. La guerra también
fomentó el nacionalsocialismo en Alemania, una perversa combinación de
capitalismo y socialismo de Estado, reunidos en un régimen cuya violencia y
ansias de expansión provocaron un segundo conflicto bélico a escala mundial.
A finales de la II Guerra Mundial, los sistemas económicos comunistas se
extendieron por China y por toda Europa oriental. Sin embargo, al finalizar la
Guerra fría, a finales de la década de 1980, los países del bloque soviético
empezaron a adoptar sistemas de libre mercado, aunque con resultados
ambiguos. China es el único gran país que sigue teniendo un régimen marxista,
aunque se empezaron a desarrollar medidas de liberalización y a abrir algunos
mercados a la competencia exterior. Muchos países en vías de desarrollo, con
tendencias marxistas cuando lograron su independencia, se tornan ahora hacia
sistemas económicos más o menos capitalistas, en búsqueda de soluciones
para sus problemas económicos.

En las democracias industrializadas de Europa y Estados Unidos, la mayor


prueba que tuvo que superar el capitalismo se produjo a partir de la década de
1930. La Gran Depresión fue, sin duda, la más dura crisis a la que se enfrentó
el capitalismo desde sus inicios en el siglo XVIII. Sin embargo, y a pesar de las
predicciones de Marx, los países capitalistas no se vieron envueltos en grandes
revoluciones. Por el contrario, al superar el desafío que representó esta crisis,
el sistema capitalista mostró una enorme capacidad de adaptación y de
supervivencia. No obstante, a partir de ella, los gobiernos democráticos
empezaron a intervenir en sus economías para mitigar los inconvenientes y las
injusticias que crea el capitalismo.

Así, en Estados Unidos el New Deal de Franklin D. Roosevelt reestructuró el


sistema financiero para evitar que se repitiesen los movimientos especulativos
que provocaron el crack de Wall Street en 1929. Se emprendieron acciones
para fomentar la negociación colectiva y crear movimientos sociales de
trabajadores que dificultaran la concentración del poder económico en unas
pocas grandes corporaciones industriales. El desarrollo del Estado del
bienestar se consiguió gracias al sistema de la Seguridad Social y a la creación
del seguro de desempleo, que pretendían proteger a las personas de las
ineficiencias económicas inherentes al sistema capitalista.

El acontecimiento más importante de la historia reciente del capitalismo fue la


publicación de la obra de John Maynard Keynes, La teoría general del empleo,
el interés y el dinero (1936). Al igual que las ideas de Adam Smith en el siglo
XVIII, el pensamiento de Keynes modificó en lo más profundo las ideas
capitalistas, creándose una nueva escuela de pensamiento económico
denominada keynesianismo.
Keynes demostró que un gobierno puede utilizar su poder económico, su
capacidad de gasto, sus impuestos y el control de la oferta monetaria para
paliar, e incluso en ocasiones eliminar, el mayor inconveniente del capitalismo:
los ciclos de expansión y depresión. Según Keynes, durante una depresión
económica el gobierno debe aumentar el gasto público, aun a costa de incurrir
en déficit presupuestarios, para compensar la caída del gasto privado. En una
etapa de expansión económica, la reacción debe ser la contraria si la
expansión está provocando movimientos especulativos e inflacionistas.

8. PREVISIONES DE FUTURO Durante los 25 años posteriores a la II Guerra


Mundial, la combinación de las ideas keynesianas con el capitalismo generaron
una enorme expansión económica. Todos los países capitalistas, también
aquéllos que perdieron la guerra, lograron un crecimiento constante, con bajas
tasas de inflación y crecientes niveles de vida. Sin embargo a principios de la
década de 1960 la inflación y el desempleo empezaron a crecer en todas las
economías capitalistas, en las que las fórmulas keynesianas habían dejado de
funcionar. La menor oferta de energía y los crecientes costos de la misma (en
especial del petróleo) fueron las principales causas de este cambio.
Aparecieron nuevas demandas, como por ejemplo la exigencia de limitar la
contaminación medioambiental, fomentar la igualdad de oportunidades y
salarial para las mujeres y las minorías, y la exigencia de indemnizaciones por
daños causados por productos en mal estado o por accidentes laborales. Al
mismo tiempo el gasto en materia social de los gobiernos seguía creciendo, así
como la mayor intervención de éstos en la economía.

Es necesario enmarcar esta situación en la perspectiva histórica del


capitalismo, destacando su enorme versatilidad y flexibilidad. Los
acontecimientos ocurridos en este siglo, sobre todo desde la Gran Depresión,
muestran que el capitalismo de economía mixta o del Estado del bienestar ha
logrado afianzarse en la economía, consiguiendo evitar que las grandes
recesiones económicas puedan prolongarse y crear una crisis tan grave como
la de la década de 1930. Esto ya es un gran logro y se ha podido alcanzar sin
limitar las libertades personales ni las libertades políticas que caracterizan a
una democracia. La inflación de la década de 1970 se redujo a principios de la
década de 1980, gracias a dos hechos importantes.

En primer lugar, las políticas monetarias y fiscales restrictivas de 1981-1982


provocaron una fuerte recesión en Estados Unidos, Europa Occidental y el
Sureste Asiático. El desempleo aumentó, pero la inflación se redujo. En
segundo lugar, los precios de la energía cayeron al reducirse el consumo
mundial de petróleo. Mediada la década, casi todas las economías occidentales
se habían recuperado de la recesión. La reacción ante el keynesianismo se
tradujo en un giro hacia políticas monetaristas con privatizaciones y otras
medidas tendentes a reducir el tamaño del sector público. Las crisis bursátiles
de 1987 marcaron el principio de un periodo de inestabilidad financiera. El
crecimiento económico se ralentizó y muchos países en los que la deuda
pública, la de las empresas y la de los individuos habían alcanzado niveles sin
precedente, entraron en una profunda crisis con grandes tasas de desempleo a
principios de la década de 1990. La recuperación empezó a mitad de esta
década, aunque los niveles de desempleo siguen siendo elevados, pero se
mantiene una política de cautela a la vista de los excesos de la década anterior.

El principal objetivo de los países capitalistas consiste en garantizar un alto


nivel de empleo al tiempo que se pretende mantener la estabilidad de los
precios. Es, sin duda, un objetivo muy ambicioso pero, a la vista de la
flexibilidad del sistema capitalista, no sólo resulta razonable sino, también,
asequible.

EL ANALISIS COMPARATIVO DE LOS SISTEMAS ECONOMICOS


CAPITALISTA Y SOCIALISTA

EL PENSAMIENTO DE MARX Y LOS PAISES COMUNISTAS

a) Razones

- Crítica radical del capitalismo y defensa del socialismo

- Los partidos comunistas: marxistas

- Aplicación de las doctrinas de Marx

- Las críticas

b) Carácter histórico del capitalismo

- Desarrollo histórico de las formaciones socialistas

" Comunismo primitivo

" Economías tributarias

" Esclavismo

" Feudalismo

" Capitalismo

" Socialismo

- El capitalismo es un sistema histórico

- Consecuencia de las que han precedido

- Todos los países deberían pasar por el capitalismo

- Las contradicciones endógenas pondrían fin al sistema

- Después del capitalismo: el socialismo


- Para el socialismo es necesaria la producción fabril

"Cooperación

" División del trabajo

" Alta productividad

- El socialismo se implantará en los países desarrollados

c) Crítica marxista al capitalismo

- Al principio carácter revolucionario

" Ataduras feudales

" Clase social emprendedora

" Libera las fuerzas productivas

- Sus contradicciones conducen a:

" Intereses de la mayoría / Burguesía

" Riqueza acumulada / Empobrecimiento

" Carácter social de la producción de la producción / propiedad privada

- Estas contradicciones se manifiestan en:

" Funcionamiento autárquico

" Acumulación de cantidades crecientes de capital

- Agilizar el enfrentamiento de clases

" El capitalismo crea un sujeto revolucionario

" Expresa los intereses colectivos

- La crisis económica y el enfrentamiento social crean las condiciones de un


proceso revolucionario

" La clase obrera / partido toma el poder

" Control social de los medios de producción

" Lógica de la planificación

d) Relación entre el pensamiento de Marx y el socialismo real existente


- El socialismo se ha implantado en los países desarrollados

" No están creadas las condiciones materiales

" Atraso estructural

" Reducido peso económico de la clase obrera

" Estructura social: propietarios privados

" Los partidos comunistas: tarea histórica de la burguesía

e) Vínculos entre los países del Este y el pensamiento de Marx

- Crítica radical del capitalismo

- Necesidad histórica del socialismo

- Ideología industrialista

- Optimismo tecnológico

- Partido: vanguardia de la clase obrera

DIFERENCIAS ENTRE CAPITALISMO Y SOCIALISMO

- Comentarios sobre los enunciados

- Economías con rasgos específicos

- Similitudes

" Sistemas industriales

" Explotación de la fuerza de trabajo

" Estructura de clases sociales

Ámbito de análisis

a) Relaciones de Producción

- Capitalismo

- Propiedad privada

" Compatible con otras formas de propiedad

" Proceso de concentración y firma corporativa


" Interpretación de los capitales públicos/privados

- Significado de la propiedad privada

" Derecho a utilizar y enajenar activos

" Pautas de distribución del ingreso

" Estructura de clases sociales

- Socialismo

- El Estado es el propietario de los medios de producción

" Configuración histórica

{Consolidación de los partidos comunistas

{Todos los ámbitos de la economía

{Proceso compulsivo

{Significado de la propiedad privada

- Significado de la estatarización

" El Estado es el titular jurídico

{El Estado es el titular jurídico

{Identificación Estado/Sociedad

" La propiedad privada desempeña un papel periférico

{Bienes de consumo

{Peque_a producción agraria

{Economía sumergida

" No se pueden enajenar los activos

" La burguesía y su reproducción

" El grupo social dominante y el sector estatal

{Gestionan en nombre de la sociedad los activos productivos

{Decisión sobre su utilización


" El Estado de apropia del excedente social

{La clase social que se genera en torno al Estado

" Especificaciones de la relación social trabajadores/Estado

b) Los mecanismos de asignación de recursos

- Capitalismo

- El mercado asigna

" Existencia de diferentes agentes económicos

{Empresarios y accionistas

{Trabajadores

{Inversores

{El sector público

" Decisiones adoptadas en la esfera microeconómica

" Existe una demanda externa a la empresa

" Los agentes económicos asumen un riesgo

" La información se recibe a través de los precios

{Los precios de bienes y servicios

{Los salarios

{Los tipos de interés

{Los tipos de cambio

" Los precios determinan

{El coste de producción

{El beneficio

{El coste de oportunidad

{Las preferencias de la demanda

" El motor básico es la competencia


{Inversión

{Concentración del capital

{Libertad de entrada salida de los mercados

" Los mercados más importantes

{Laboral

{Bienes y servicios

{Mercado financiero

{Bienes raíces

" El papel del Estado

{Participa activamente

{Regula indirectamente

{Lógica privada

- Socialismo

- El Plan asigna

" El Plan excluye al mercado [están ausentes]

{Agentes económicos independientes

{Competencia

{Precios libres

" El Plan: objetivos y recursos necesarios para su cumplimiento

{Lógica social

{Evita el despilfarro

"Determinación de los objetivos

{Teoría: proceso interactivo

{Práctica: instancias centrales del partido y del Estado

" En esas instancias se fijan los objetivos fundamentales


{Papel de los organismos intermedios

{Papel de las empresas

" Sistema de balances: equilibrio de objetivos y recursos

" Organigrama para:

{Elabora; Ejecuta; Supervisa

" Planes a corto, medio y largo plazo

" Papel de la empresa

{Activos del Estado; relación política; supervisión administrativa; gestión por un


funcionario del partido; no hay demanda externa; razón de ser: cumplir los
objetivos del plan; tamaño: economías de escala y razones organizativas

" Papel de los precios

{Papel menor

{Planificación en unidades físicas

{Precios administrados

{Los precios y el mercado negro

" Ausencia de un mercado financiero

{Las esferas monetarias de las empresas y las familias están separadas;


créditos al sector privado no desarrollado; papel simbólico de los tipos de
interés; no existe la bolsa; mercado de deuda pública: asignaciones
obligatorias; los bancos pertenecen al Estado; ausencia de productos
financieros para canalizar el ahorro.

c) El sector exterior en la economía

- El capitalismo nace como un sistema mundial

" Consumo exterior

" Las operaciones financieras

" Las inversiones directas

" Los flujos tecnológicos

" Los movimientos internacionales de fuerza de trabajo


- Factores determinantes

" Competencia

" Concentración de capital

" Búsqueda del beneficio privado

- El sector exterior en el socialismo

" Los partidos socialistas apenas han participado en el proceso de


internacionalización

- Aspectos básicos de la desconexión

" Especialización productiva / precios internacionales

" Empresas domésticas / agencias especializadas

" Transacciones comerciales / planificación

" Restricciones a las inversiones extranjeras directas

" Desconexión precios domésticos / internacionales

{Tipo de cambio irrelevante

{No convertibilidad

{Monopolio de divisas

- Lógica de la desconexión

" Ruptura política

" Modernización fuera del capitalismo

" Valorización de capacidades productivas domésticas

- Relaciones exteriores regionales

" Articulados en torno al CAEM

" Reguladores específicos

" Papel esencial de la URSS

" Coordinación de los planes

d) Relación entre las esferas política y económica


- Capitalismo

- La esfera política desempeña un papel esencial

" Intervención del estado / reguladores indirectos

" Lógica pública subordinada a la privada

- Estructura política y económica separadas

- Sociedad civil al margen del estado

- El proceso de acumulación se explica desde la esfera económica

- Socialismo

- Las parcelas del Estado, el partido, la sociedad y la economía están


integradas

- Importancia de la esfera política en la dinámica económica

- Papel totalizador de la ideología

EL PENSAMIENTO DE MARX Y LOS PAISES COMUNISTAS

a) Razones

- Marx fue crítico con el capitalismo y defendió el socialismo. Cree que el


capitalismo tendrá un fin y después vendrá otra cosa mejor. Es una crítica
radical: en la raíz, y hace la crítica en nombre de la racionalidad económica y
del bienestar social.

- Los partidos comunistas al definirse lo han hecho como marxistas: se


reclamaban de la herencia marxista y de la de Lenin.

- En esos países supuestamente se han aplicado lo que Marx decía que era el
socialismo.

- Los que han criticado a las economías de tipo soviético dicen que demuestran
la propia inconsistencia del pensamiento de Marx: se mete todo en el mismo
saco.

b) Carácter histórico del capitalismo

-Marx aborda el capitalismo casi en la totalidad de su obra. Los analiza, dice


que el capitalismo es un producto histórico, la historia es una sucesión de
economías distintas, el consumismo primitivo, con propiedades colectivas y
muy primarias; las economías tributarias de Asia; el esclavismo, el feudalismo,
el capitalismo y finalmente llegará el socialismo.
-Dice que es histórico porque ha existido siempre, y por lo tanto no es un
sistema natural, piensa que hay sistemas previos al capitalismo y que habrá
sistemas posteriores. Ese tránsito se produce como consecuencia de las
contradicciones de cada sistema económico, hasta que hacen insostenible esa
economía.

- Marx se_ala que todos los países tienen que pasar por el capitalismo en esa
secuencia histórica: para Marx Inglaterra es el modelo de desarrollo económico
para los países pobres.

- Las contradicciones del capitalismo pondrán fin al sistema cuando se hagan


insostenibles. Para que exista el socialismo es necesario que se haya
desarrollado la producción fabril capitalista, para que haya socialismo debe
haber una estructura industrial moderna, sino, no estarían creadas las
condiciones materiales para ese transito. La producción capitalista es el
exponente máximo de la cooperación productiva. En una economía campesina
y atrasada, Marx entiende que no es posible el socialismo.

- Defiende por eso que el socialismo se instalará primero en los países


desarrollados, pensaba que el primer país sería Inglaterra.

c) Crítica marxista al capitalismo

- Dice que el capitalismo no es revolucionario respecto al feudalismo y que la


burguesía es una clase revolucionaria. Supone romper con las ataduras
feudales, emancipar a los campesinos y formar una nueva clase social que es
emprendedora: la burguesía, mientras que los feudales eran muy
conservadores. Dice también que el capitalismo ha permitido desarrollar la
tecnología. La propia supervivencia del empresario le obliga a innovar.

- Las contradicciones le llevarán a los extremos: el despilfarro de las


capacidades productivas y la miseria creciente de los trabajadores. Las
economías capitalistas no son capaces de agotar sus capacidades productivas:
las crisis cada vez serán más profundas en un proceso cíclico. Marx se_ala que
esos ciclos cada vez serán más profundos y las recesiones más prolongadas.
Las economías no usarán toda su capacidad productiva y crecerá el
desempleo. También dice que conduciría a una miseria creciente de los
trabajadores: esto no ha sido así, una parte de los trabajadores han mejorado
su nivel.

- Los intereses de la mayoría con los de la burguesía, que vive del trabajo de la
clase obrera. La riqueza acumulativa se concentra en el centro, mientras que el
empobrecimiento en la periferia. El capitalismo necesita de la cooperación de
muchos agentes económicos.

- Las contradicciones se manifiestan en un funcionamiento autárquico, cada


empresario persigue su propio lucro y no hay una coordinación productiva,
también la acumulación de capital en pocas manos.
- Agiliza el enfrentamiento de clases sociales: las crisis conducen al
enfrentamiento de la clase obrera con la burguesía, la clase obrera dice que es
un colectivo revolucionario porque es una clase no propietaria, no tiene nada
que perder salvo sus cadenas es el sujeto histórico que derribará el
capitalismo. La diferencia con los campesinos es que los campesinos son
propietarios.

- El enfrentamiento de clases no es ni bueno ni malo, es el producto necesario


del sistema capitalista, los intereses de las clases obrera y burguesas son
antológicas, situación crítica que llevaría a la clase obrera representada por el
Partido Comunista a iniciar un proceso político revolucionario que les llevaría al
poder: control social de los medios de producción y planificación. La
planificación no busca el beneficio individual, sino el colectivo.

d) Relación entre el pensamiento de Marx y el socialismo real existente

- El socialismo se ha implantado en primer lugar en países con bajo nivel de


desarrollo económico, por lo tanto es una negación a Marx. La situación de
Rusia no tenía nada que ver con la de Inglaterra, tenía muy poca base
industrial, era un país agrario y subdesarrollado. No existían las condiciones
materiales para los que Marx entendía como socialismo. Todos estos países
estaban atrasados estructuralmente, la mayor parte de la producción era
agraria y la agricultura está atrasada. La clase económica tenía poca
importancia económica en estos países, para Marx los obreros tenían que
encabezar esa lucha. En 1917 en Rusia la clase obrera era débil
económicamente, pero influyente en política. Su importancia social es que el
Partido Comunista promovió la salida de Rusia de la Guerra y dio tierra a los
campesinos, no eran objetivos en si socialistas, no hay un sujeto
revolucionario. La estructura social es de propietarios privados, los partidos
comunistas lo que hicieron fu la tarea histórica que no había realizado la
burguesía, se enfrentaron a la tarea de la industrialización.

e) Vínculo entre los países del Este y el pensamiento de Marx

- Tanto Marx como los partidos comunistas niegan radicalmente el capitalismo.


Marx defiende el socialismo y los partidos comunistas también llevan la
bandera socialista. Marx defiende la industrialización diciendo que es igual al
desarrollo económico y modernización, lo han compartido los partidos
comunistas, es condición imprescindible. Capitalismo tecnológico, Marx confía
en le potencial liberador de la tecnología al igual que los partidos comunistas.
También comparten la idea de que la revolución la tienen que llevar a cabo los
trabajadores industriales.

DIFERENCIAS ENTRE CAPITALISMO Y SOCIALISMO

- Comentarios sobre los enunciados. Siguiendo las definiciones clásicas, en los


países del Este no han existido socialismo ni capitalismo, se pueden llamar:
economías burocráticas, economías de planificación central, economías
no capitalistas, economías de tipo soviético.
- Capitalismo y socialismo tienen rasgos comunes, importancia de los sistemas
industriales, están basados en la explotación de la fuerza de trabajo y en una
estructura de clases sociales.

Ámbito de análisis

a) Relaciones de producción

Capitalismo

- Dominio absoluto de la propiedad privada de los medios de producción, es


mayoritaria cuantitativamente y fundamental cualitativamente. La forma
dominante es el sector privado.

- El empresario (dueño de los medios de producción) tiene derecho a utilizar los


medios de producción, a apropiarse del producto y enajenar una parte o
totalidad de la empresa. En función del objetivo de beneficio se pueden utilizar
los medios de producción. Determina las relaciones de producción, como se
distribuye el ingreso entre consumo e inversión, estas decisiones se toman en
función de los medios de producción y va a determinar la estructura de clases
sociales.

Socialismo

- El Estado es el dueño de la mayor parte de los medios de producción, todo lo


que tiene que ver con el patrimonio productivo.

" Configuración histórica. El proceso de estatización comienza a partir de 1948


cuando los partidos comunistas se hacen con el poder absoluto, se produce el
asalto al poder político y económico. La estatización supone controles de los
recursos productivos del país. Primeramente se toma el poder político e
inmediatamente después se produce la estatización que llega a todos los
rincones de la economía. El proceso fue violento, nada tiene que ver con lo que
pensaban Marx o Lenin (el socialismo debía ser voluntario).

" Significado de la estatización. El Estado es el titular jurídico de los medios de


producción. ¿Quién es el Estado?, no se sabe bien, es un sujeto colectivo, pero
pretender que el Estado sea igual a la Sociedad es una identificación
ideológica.

" La propiedad privada. Desempeña un papel marginal salvo en algunos


ámbitos como los bienes de consumo, que son propiedad de los trabajadores,
también funciona la propiedad privada en las parcelas agrarias concedidas a
los campesinos como complemento de su renta. Economía sumergida ha sido
muy importante, operaban los ciudadanos, empresarios e incluso los
funcionarios del Partido Comunista. Se nutría de la producción estatal y se
atribuía por las redes estatales, en este mercado operaban los precios libres;
había incluso tráfico de divisas.
" No se pueden enajenar los activos. Los gerentes, funcionarios del Partido
Comunista, lo que tienen que hacer es administrar los activos que la sociedad
pone en sus manos no se pueden hacer transacciones mercantiles porque no
tienen capacidad jurídica)

" La burguesía carece de los medios materiales para su reproducción porque


no tienen riqueza suficiente.

" Grupo social dominante. Se articula dentro del Estado, son los dirigentes del
Partido Comunista. Esta clase social es heterogénea, directores de empresa,
funcionarios, también clase obrera. Pueden tomar decisiones sobre que, como,
cuanto se produce.

" El Estado se apropia del excedente social. Los miembros de la clase social
dominante han sufrido menor penuria.

" Especificaciones. Los trabajadores son el Estado, no hay relación entre dos
partes contractuales distintas, no hay una relación libre. Los trabajadores son
los dueños de los medios de producción. No hay relación entre colectivos
distintos y no está determinado por la economía. El Estado puede asignar
recursos. No hay una relación dentro del estado marcado por los criterios
políticos.

B) Los mecanismos de asignación de recursos

Capitalismo

- El rasgo más importante del capitalismo es que el mercado es el encargado


de asignar los recursos productivos.

" Existencia de agentes económicos. Existen agentes económicos distintos y


van a funcionar de manera que obtengan el máximo beneficio.

Las decisiones se adoptan en la esfera microeconómica, por agentes que


asumen riesgos. Además, la demanda externa a la empresa debe ser
satisfecha.

. Los precios. Son la variable más económica desde el punto de vista del
funcionamiento del mercado. Son la vía fundamental a través de la cual los
agentes económicos reciben información. La información es lo que permite
tomar decisiones.

" La competencia. Se invierte porque hay competencia, es una variable


estratégica, significa que hay libertad para la entrada y salida de un mercado.
Los mercados más importantes son el laboral, el de bienes y servicios el
financiero...

" El papel del Estado. Es fundamental el una economía capitalista, el Estado


sirve al sector privado. El Estado participa activamente en calidad de regulador
no tanto como productor. Regula mediante las distintas políticas económicas y
creando leyes referentes al comportamiento de los agentes económicos.

Socialismo

- El instrumento básico es la planificación.

" El Plan por definición excluye el mercado; están ausentes algunos elementos
básicos no hay agentes ni empresas independientes. La configuración de la
economía es el resultado de una macro decisión política (todas las empresas
tienen el mismo dueño). No hay competencia, hay complementariedad. No hay
competencia dentro ni fuera, porque las transacciones financieras están
prohibidas por el estado. No hay precios libres, los precios no se forman
mediante la oferta y la demanda, no reflejan el coste, la escasez o preferencias;
los precios los fija el Estado conforme a sus objetivos estratégicos.

" El Plan: objetivos. El Plan e un intento deliberado de regular las transacciones


económicas guiado todo ello por una lógica social para superar la lógica del
mercado.

" Determinación de los objetivos. Lo más importante es que primero se planifica


y luego se monetiza. En teoría la información fluye desde las empresas al
Estado y del Estado a las empresas. Las decisiones fundamentales se toman
en las instancias centrales. Los empresarios son ejecutores de la planificación.
La lógica del partido comunista es crecer más que el capitalismo.

“Como no se puede renunciar a la industrialización desde el Estado se va a


apoyar, se determina primero la inversión y el residuo serán los bienes de
consumo. El Estado determina la asignación, no los precios, las necesidades
sociales se evalúan desde el Estado. En función de la cantidad que el Estado
decide producir se le pone un precio, se monetiza y se fija el ingreso de la
población para que de este modo los mercados se vacíen. Las diferentes
instancias concretan como se ha de materializar ese Plan. La estructura
administrativa se superpone a la economía, el Estado tiene que organizar los
flujos económicos incluso en la esfera microeconómica el Estado organiza
todas las transacciones económicas, hasta los mínimos detalles de la
economía.”

" Papel de la empresa. La empresa que opera en el mercado tiene como fin la
venta, no tiene con fin la venta, no pretende satisfacer las necesidades
sociales. En las empresas de tipo soviético no hay venta, existen transacciones
dentro del ámbito estatal. El output de una empresa es un insumo para otra
empresa (otro eslabón del sistema administrativo). No hay demanda externa a
la empresa. Si no existen los beneficios derivados de la venta las empresas no
se enfrentan a una restricción financiera fuerte porque su supervivencia no
depende de la venta de producto, sino del presupuesto que garantiza la
financiación de las empresas, los ingresos de las empresas se consignan como
ingresos públicos. En cuanto al tamaño este es grande porque se busca un
criterio de economías de escala para especializarse y en economías de
aglomeración.
" Papel de los precios. Son totalmente distintos que en la economía capitalista,
sirven para dar valor a los productos físicos y no van a variar. El coste de
producción es mayor al coste de venta, hay una subvención que permite que
los precios permanezcan bajos. Los precios reflejan las preferencias políticas
del Estado. Donde funcionan los precios es en el mercado negro, que reflejan
una situación de escasez.

" Ausencia de mercados financieros. Los mercados transfieren recursos de


actividades menos rentables a actividades más rentables. Ni la banca, que
funciona como una cámara de compensación, no está especializada, existe
solo un banco, el banco Central, que realiza la función de banca comercial y de
inversión; no capta ni presta recursos, realiza un control contable para
comprobar que el plan se está cumpliendo. Los tipos de interés no son un
regulador de la oferta monetaria, no hay ahorro ni recursos financieros que
canalizar. Las empresas y las familias están en esferas separadas, las familias
no tienen estímulos financieros al ahorro, no se pueden comprar acciones, ni
valores inmobiliarios...

C) El sector exterior en la economía

- Capitalismo

- En el capitalismo el proceso de internacionalización se lleva a cabo a través


del comercio. A partir de los a_os 60´ y mediante la IED hay un proceso de
internacionalización del conocimiento, la tecnología. El capitalismo es un
proceso complejo que supone la internacionalización de los flujos económicos.

- El factor fundamental es la competencia, sino se eliminan los aspectos por los


cuales el capitalismo articula el mercado internacional. La concentración de
capital exige un mercado global para que las operaciones sean rentables. El
capitalismo es un sistema que busca un beneficio y tienes mucho que ver con
la inversión directa.

- Socialismo

- En el socialismo el sector exterior ha tenido un papel residual. Tienen cierta


importancia las relaciones exteriores pero son peque_as en relación al volumen
que han alcanzado estas economías. La producción es nacional y no está
pensada para operara en el mercado internacional debido a la planificación.
Las empresas si no han estado activamente en el mercado internacional es
porque los productos son de baja calidad y, además, el mecanismo
económico desconecta la empresa del mercado mundial. Si están es por
consecuencia política.

- Aspectos

" Los partidos comunistas deciden industrializarse al margen de la información


de la estructura de precios internacionales, por consideraciones políticas.
" Las empresas domésticas no tienen relación con el exterior, aunque produzca
para exportar o utilice inputs del exterior; las empresas se ajustan al plan y las
relaciones comerciales las ejecutan las agencias especializadas en comercio
exterior. No hay vínculo entre empresa doméstica y foránea. La empresa
doméstica cede la producción a la agencia especializada que exporta al
exterior.

" Las transacciones comerciales forman parte de la planificación. La


planificación valora las capacidades productivas y luego las necesidades de
importación. Las economías son de oferta y no de demanda. Si todo se puede
cubrir con recursos disponibles no habrá comercio exterior. Las exportaciones
son una variable residual.

" Las inversiones extranjeras han estado prohibidas, las procedentes de países
occidentales. Una inversión directa significa controlar la propiedad, disponer de
los activos. Si la inversión directa es el resultado de la cooperación entre
países socialistas si era aceptada.

" Los precios domésticos y los internacionales no están conectados. Los


precios internos están al margen, no reflejaban las tendencias internacionales.
El tipo de cambio no desempeña ningún papel, es una magnitud simbólica
determinado por una decisión política. No había mercado de dividas, el tipo de
cambio es el elemento que relaciona precios domésticos con los
internacionales.

- Lógica de la desconexión

" La desconexión se explica por un elemento de tipo político, la toma de poder


por el partido comunista significa una ruptura, pretenden regular la economía;
resulta lógico la desconexión con el mercado internacional.

" La modernización a través de la industrialización solo se entiende como su


experimenta al margen del mercado internacional para que tenga éxito.

" Hay un intento de dar valor a las capacidades productivas a partir de


consideraciones internas. El sistema solo es viable si rompe con el mercado
internacional. Pero aunque no hubiera habido bloqueo internacional la
economía tiende a crecer hacia dentro. Mientras no cambie la lógica de la
planificación se tiende a crecer así.

- Relaciones exteriores regionales.

Las relaciones exteriores han tenido una gran importancia, solo las que han
vinculado a los países del este entre sí. Las relaciones de tipo comercial han
permitido a los países centroeuropeos llevar a cabo una industrialización
rápida. La URSS suministró una dotación de materias primas abundante a un
precio inferior al mercado mundial. Los mayores costes los asume la URSS y
los mayores beneficios los países del este; se produce una transferencia
financiera por la asimetría en los precios. El sector exterior se regula de
manera distinta al capitalismo: el elemento fundamental es la coordinación
entre los planes. Las relaciones se articulan alrededor de un mercado común
comunista pretende coordinar los esfuerzos de los países que forman el área
comunista. Consejo de Ayuda Económica Mutua, CAEM.

D) Relación entre esferas política y económica

- Capitalismo

- Lo económico es esencial en el proceso de acumulación y concentración de


capital en el capitalismo. El capitalismo no es la economía en estado puro, el
estado interviene de manera creciente en el capitalismo. La intervención del
Estado está subordinada al sector privado, interviene a través de reguladores
indirectos.

Las estructuras políticas y económicas están separadas, son independientes


aunque haya muchos vínculos.

La sociedad civil está al margen, es independiente de la estructura política.

- Socialismo

- Todo está articulado un mismo ámbito; se confunden. El elemento


fundamental es el partido y el estado. Existe una estructura del Partido
Comunista que penetra todos los ámbitos del estado y de las empresas. La
economía es el partido política y el partido político es el estado, todo
determinado por criterios políticos. La política es fundamental para entender la
economía. La ideología socialista / comunista pretendía tener una concepción
del mundo vanguardista. Esta ideología totalizadora antidemocrática tiende a
envolver la economía y la sociedad.

Personajes

Adam Smith

1. INTRODUCCIÓN

Adam Smith (1723-1790), economista y filósofo británico, cuyo famoso tratado


Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, más
conocida por su nombre abreviado de La riqueza de las naciones (1776),
constituyó el primer intento de analizar los factores determinantes de la
formación de capital y el desarrollo histórico de la industria y el comercio entre
los países europeos, lo que permitió crear la base de la moderna ciencia de la
economía.

2. VIDA

Nacido en Kirkcaldy (Escocia), tras completar su formación primaria en su


localidad natal, en 1737 acudió a la Universidad de Glasgow para iniciar
estudios de filosofía moral, que completaría en el Balliol College de la
Universidad de Oxford. Desde 1748 hasta 1751 fue profesor ayudante de
retórica y literatura en Edimburgo. Durante este periodo estableció una
estrecha amistad con el también filósofo escocés David Hume que perduró
hasta el fallecimiento de éste en 1776. Esta relación influyó poderosamente en
la formulación del conjunto de las teorías económicas y éticas de Smith.

En 1751 accedió a la cátedra de Lógica de la Universidad de Glasgow y, un


año más tarde, a la de Filosofía Moral del mismo centro académico. Muchas de
sus enseñanzas fueron recogidas en una de sus obras más conocidas, Teoría
de los sentimientos morales (1759). En 1763 renunció a su puesto docente en
la universidad para convertirse en tutor de Henry Scott, tercer duque de
Buccleuch, al cual acompañó durante 18 meses en un viaje por Europa. En el
transcurso de éste conoció a Voltaire y a algunos de los principales
economistas fisiócratas franceses, especialmente François Quesnay y Anne
Robert Jacques Turgot, que defendían una doctrina económica y política
basada en la primacía de la ley natural, la riqueza y el orden. Inspirándose en
las ideas de los antes citados, Smith llegó a concebir su propia y original
doctrina y teoría económica. Desde 1766 hasta 1776 residió en Kirkcaldy y
Londres, dedicado a la redacción de La riqueza de las naciones, cuya
publicación es señalada por muchos analistas como el momento en que la
economía se convirtió en una ciencia independiente de la política. Nombrado
comisario de aduanas para Escocia en 1777, marchó a vivir a Edimburgo y, en
1787, fue honrado con el nombramiento de rector honorífico de la Universidad
de Glasgow. Falleció en Edimburgo el 17 de julio de 1790.

3. PENSAMIENTO E INFLUENCIA

En La riqueza de las naciones, Smith realizó un profundo análisis de los


procesos de creación y distribución de la riqueza. Demostró que la fuente
fundamental de todos los ingresos, así como la forma en que se distribuye la
riqueza, radica en la diferenciación entre la renta, los salarios y los beneficios o
ganancias. La tesis central de este escrito es que la mejor forma de emplear el
capital en la producción y distribución de la riqueza es aquella en la que no
interviene el gobierno, es decir, en condiciones de laissez-faire y de
librecambio. Según Smith, la producción y el intercambio de bienes aumenta, y
por lo tanto también se eleva el nivel de vida de la población, si el empresario
privado, tanto industrial como comercial, puede actuar en libertad mediante una
regulación y un control gubernamental mínimos. Para defender este concepto
de un gobierno no intervencionista, Smith estableció el principio de la “mano
invisible”: al buscar satisfacer sus propios intereses, todos los individuos son
conducidos por una “mano invisible” que permite alcanzar el mejor objetivo
social posible. Por ello, cualquier interferencia en la competencia entre los
individuos por parte del gobierno será perjudicial.

Aunque este planteamiento ha sido revisado por los economistas a lo largo de


la historia, gran parte del contenido teórico de La riqueza de las naciones (de
un modo particular en lo referente a la fuente de la riqueza y los factores
determinantes de la formación de capital) sigue siendo la base del estudio
teórico en el campo de la economía política. La riqueza de las naciones
también constituye una guía para el diseño de la política económica de un
gobierno.

David Ricardo

David Ricardo (1772-1823), economista británico nacido en Londres. Dejó la


escuela a los 14 años para entrar a trabajar en una agencia de corretaje; a los
25 años de edad ya había ganado una fortuna invirtiendo en bolsa. En su
primer libro de teoría económica, El elevado precio de los lingotes, una prueba
de la depreciación de los billetes bancarios (1809), defendía el establecimiento
de una unidad monetaria fuerte cuyo valor dependiera del de algún metal
precioso. En su obra más importante, Principios de Economía Política y
Tributación (1817), Ricardo establecía varias teorías basadas en sus estudios
sobre la distribución de la riqueza a largo plazo. Ricardo pensaba que el
crecimiento de la población provocaría una escasez de tierras productivas; su
teoría de la renta está basada en la productividad de la tierra. Defendió la teoría
clásica del comercio internacional, subrayando la importancia de la
especialización internacional y la libre competencia. Su teoría del valor trabajo,
que influyó en el pensamiento de Karl Marx, afirma que los salarios dependen
del precio de los alimentos, que a su vez dependen de los costes de
producción, los cuales dependen de la cantidad de trabajo necesario para
producir los alimentos; en otras palabras, el trabajo es el principal determinante
del valor. Durante los últimos cuatro años de su vida fue miembro del
Parlamento británico.

John Maynard Keynes

1. INTRODUCCIÓN

John Maynard Keynes (1883-1946), economista británico. Sus ideas, sustrato


de una nueva escuela de pensamiento económico denominada keynesianismo
o “nueva ciencia económica”, influyeron de forma determinante en el diseño de
las políticas económicas de muchos países desde la finalización de la II Guerra
Mundial. Muchos economistas consideran que su principal obra, La teoría
general sobre el empleo, el interés y el dinero (1936), es uno de los tratados
teóricos más importantes del siglo XX.

2. PRIMEROS AÑOS DE SU VIDA

Nació el 5 de junio de 1883 en Cambridge, hijo del también economista John


Neville Keynes. Estudió en el Eton College y en la Universidad de Cambridge,
centro en el cual recibió clases de Alfred Marshall y donde se licenció. Desde
1906 hasta 1908 trabajó en la Oficina de la India del gobierno británico; fruto de
esta experiencia fue una de sus primeras publicaciones: La moneda y las
finanzas de la India (1913). Tras regresar a su país ingresó en el Consejo de
Economía y Política de la Universidad de Cambridge. Durante la I Guerra
Mundial colaboró con el Tesoro británico y, finalizada aquélla, fue representante
de su país en la Conferencia de Paz de París (1919). En el transcurso de ésta
se opuso a los términos económicos establecidos por el Tratado de Versalles y
renunció a su puesto, para después escribir Las consecuencias económicas de
la paz (1919); en este escrito predijo, con acierto, que las enormes
indemnizaciones impuestas a Alemania en concepto de reparaciones de guerra
desembocarían en una inflación generalizada y empujarían al Estado alemán
hacia el nacionalismo económico y la reaparición del militarismo.

3. DESARROLLO DE SU TEORÍA

Durante la década de 1920 impartió clases en Cambridge y escribió dos


importantes obras en las que ya se iba perfilando la que sería su doctrina:
Tratado sobre probabilidades (1921) y Tratado sobre el dinero (1930). En esta
última (muy influida por el reciente crac de 1929 y sus primeras consecuencias)
intentó analizar por qué la economía funciona de forma irregular, así como por
qué está sujeta a las sucesivas expansiones y depresiones que caracterizan a
los ciclos económicos. No obstante, no lograba explicar la problemática de las
depresiones prolongadas, fenómeno para el que no existía respuesta si se
seguían los entonces vigentes principios de la economía clásica, que
consideraban que las recesiones se terminaban por corregir de forma
automática. La tesis generalizada era que durante las recesiones aumentaba el
ahorro, por lo que se reducían los tipos de interés; estos parámetros
fomentarían la inversión empresarial y ésta, finalmente, conduciría a un nuevo
periodo de crecimiento económico.

Keynes analizó en profundidad los problemas relativos a las depresiones


prolongadas en La teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero.
Argumentó la inexistencia de mecanismos de ajuste automático que permitan a
la economía recuperarse de las recesiones. Afirmaba que el ahorro no invertido
prolonga el estancamiento económico y que las inversiones empresariales
dependen de la creación de nuevos mercados, de la utilización de nuevos
adelantos técnicos y de otras variables independientes del tipo de interés o de
ahorro. Puesto que la inversión empresarial fluctúa, no se puede esperar que
ésta pueda preservar un nivel de pleno empleo y unos ingresos estables. Por
ello, aseguraba que debían ser los gobiernos (factor ignorado hasta entonces),
los que tendrían que convertirse en instrumentos económicos activos y
compensar (a través de políticas económicas adecuadas) la insuficiencia de
inversión privada durante una recesión con la reducción de impuestos y, sobre
todo, con el incremento del gasto público. Así, defendió los programas
económicos de inversión pública que ya se estaban ensayando en el Reino
Unido y, muy especialmente, en Estados Unidos, donde el presidente Franklin
Delano Roosevelt había afrontado la lucha contra la Gran Depresión con su
política de New Deal.

4. ÚLTIMAS ACTIVIDADES

Poco después de que el Reino Unido entrara en la II Guerra Mundial, Keynes


publicó Cómo pagar la guerra (1940), en el que proponía que una parte de
todos los salarios fuera invertida en bonos del gobierno. En 1942 recibió el
título de barón Keynes de Tilton y, dos años más tarde, dirigió la delegación
británica que asistió a la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones
Unidas (más conocida por el nombre de Conferencia de Bretton Woods).
Presento en este foro el que fue denominado Plan Keynes, que promovía la
institución de un organismo financiero internacional al que debían estar sujetos
los distintos bancos centrales nacionales y que podría conceder créditos
internacionales. Estas propuestas tuvieron una inmediata repercusión y,
aunque no se materializaron exactamente según el modelo de Keynes, se
tradujeron en la fundación del Banco Internacional para la Reconstrucción y el
Desarrollo (BIRD) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). John Maynard
Keynes falleció el 21 de abril de 1946 en Firle.

Desventajas

Posible crisis del capitalismo a principios del s. XXI

1.- PRIMEROS INDICIOS. CRAC ASIÁTICO EN EL 97 Y CRAC RUSO EN EL


98.

El sistema capitalista global, que ha sido responsable de la extraordinaria


prosperidad en los países desarrollados y que ha ayudado a desarrollarse a
otros países subdesarrollados hasta los 70 puede estarse viniendo abajo en
esta última década. El actual declive del mercado bursátil de Estados Unidos
es sólo un síntoma, y un síntoma tardío además, de los problemas más
profundos que aquejan a la economía mundial. Algunos mercados bursátiles
asiáticos han sufrido en el año 97 desplomes más graves que la crisis de Wall
Street de 1929 en Estados Unidos. Por añadidura sus monedas han caído
también hasta una fracción de su valor cuando estaban vinculadas al dólar
estadounidense. Al desplome financiero en Asia le ha seguido un desplome
económico. En Indonesia, uno de los países más afectados, la mayoría de las
ganancias en el nivel de vida que se acumularon en los 30 años del régimen de
Suharto, han desaparecido. Los modernos edificios, fábricas e infraestructuras
permanecen, pero también una población que ha sido desarraigada de sus
orígenes rurales. Rusia experimenta actualmente una crisis financiera total. Es
un espectáculo espeluznante que tendrá incalculables consecuencias humanas
y políticas. El contagio también se ha propagado a América Latina.

Sería lamentable dormirse en los laureles sólo porque la mayoría de los


problemas suceden en países en desarrollo o potencias de segundo orden.
Hay que tener en cuenta que todos formamos parte de la mundialización
económica, que no sólo se caracteriza por la libre circulación de mercancías
sino también de capitales. Este sistema es muy favorable al capital financiero
que es muy libre de escoger y elegir donde ir y a conducido al rápido
crecimiento de diversos mercados financieros globales. Puede concebirse
como un gigantesco sistema circulatorio que aspira capital desde los mercados
e instituciones centrales (países desarrollados) y lo bombea después a la
periferia (economías emergentes sobre todo). Este bombeo puede realizarse
en forma de créditos e inversiones en cartera o a través de multinacionales.

Hasta la crisis tailandesa de julio de 1997 todo fue bien. El centro aspiraba y
bombeaba dinero vigorosamente, los mercados financieros crecían en tamaño
e importancia y los países periféricos podían obtener un abundante suministro
de capitales abriendo sus mercados de capital. Había una expansión global en
la que los mercados emergentes obtenían resultados especialmente
satisfactorios. En cierto momento del 94 más de la mitad de entradas en los
fondos comunes de inversión de Estados Unidos, se destinaron a fondos de las
economías emergentes.

Sin embargo, la crisis asiática ha invertido la dirección del movimiento. El


capital ha comenzado a huir de la periferia. Al principio esto fue hasta
beneficioso para los mercados del centro. La economía estadounidense, por
ejemplo, estaba al borde del recalentamiento, y la Reserva Federal estudiaba la
posibilidad de elevar la tasa de descuento. La crisis asiática desaconsejó la
aplicación de esta medida y el mercado de valores se animó. La economía de
EE.UU disfrutó de los mejores mundos posibles con importaciones baratas
(gracias a la obligada devaluación de las monedas asiáticas al huir el capital de
estos países) que a su vez sirvieron para mantener bajo control las presiones
inflacionistas internas y gracias a ello el mercado bursátil alcanzó nuevos
máximos. Esta tendencia alcista generó buenas expectativas de que la periferia
podría acabar recuperándose también y entre febrero y abril del 98, la mayoría
de los mercados asiáticos recuperaron aproximadamente la mitad de sus
pérdidas anteriores medidas en monedas nacionales (lo cual no tiene tanto
mérito si observamos que estas se habían devaluado una barbaridad; si lo
miramos en dólares de 1997 y 1998 la recuperación era más floja).

Esto fue una clásica recuperación temporal de un mercado que tiende a la baja.
Las expectativas para estas economías emergentes no son tan buenas como
antes y llega un momento en que las dificultades en la periferia no pueden ser
buenas para el centro. Es posible que hayamos llegado a este momento con la
crisis de Rusia.

2.- CAUSAS DE ESTA POSIBLE CRISIS Y SUS CONSECUENCIAS.

Mal funcionamiento del Sistema Financiero. En muchos países es


inestable y esto puede afectar a la permanencia de estos en la
Mundialización.

La crisis rusa ha sacado a la luz ciertas deficiencias del sistema bancario


internacional en la que no se había reparado anteriormente. Además de su
exposición en sus propios balances, los bancos realizan permutas (swaps,
operaciones a plazo y transacciones con instrumentos financieros derivados)
entre ellos mismos y con sus clientes. Estas transacciones no se reflejan en los
balances de los bancos. Se ajustan constantemente al valor del mercado, es
decir, se revalorizan constantemente y cualquier diferencia entre el coste y el
mercado se compensa mediante transferencias en efectivo. Se supone que de
este modo se elimina el riesgo de incumplimiento de pago. Los mercados de
permutas, operaciones a plazo y derivados son muy amplios y los márgenes
escasísimos; es decir, el valor de las cantidades subyacentes es un abundante
múltiplo del capital empleado en el negocio. Las transacciones se realizan entre
muchos intermediarios y cada intermediario tiene una obligación con sus
homólogos sin saber quien más participa. La exposición a homólogos
individuales se limita mediante la fijación de líneas de crédito.

Se supone que este sistema no podía fallar a causa del incumplimiento de los
pagos, pero con la inestabilidad causada por la crisis inflacionista rusa del 98,
este sistema recibió un duro golpe a causa del desplome del sistema bancario
ruso. Los bancos rusos incumplieron sus obligaciones de pago (estaban
arruinados por la crisis y además no podían cumplir con sus homólogos porque
los activos financieros que manejaban se habían revalorizado mucho), pero los
bancos occidentales pudieron mantener el tipo ante sus clientes. No se
encontró manera de compensar las obligaciones de un banco con las del otro.
Esto trajo el fin de muchos fondos de cobertura y otras cuentas especulativas
que sufrieron pérdidas tan cuantiosas que debieron de ser liquidadas. Los
diferenciales normales se vieron alterados y los profesionales que arbitraban
entre diversos derivados, es decir, que cambiaban un derivado por otro,
también sufrieron cuantiosas pérdidas. Fue un duro golpe para la especulación
que se había creado en Rusia a causa de la inestabilidad de la economía.

Una situación semejante surgió poco después cuando Malasia cerró


deliberadamente sus mercados financieros al extranjero. Sin embargo, la
Autoridad Monetaria de Singapur en colaboración con otros bancos centrales
actuó sin demora. Los contratos pendientes se registraron en cifras netas y las
pérdidas se compartieron. Se evitó así, un posible colapso del sistema.

Estas dos crisis han traído dos efectos demoledores. El primero es el hecho de
que estos acontecimientos han inducido a la mayoría de los actores del
mercado a reducir su exposición en términos generales. Los bancos intentan
frenéticamente limitar su exposición, disminuir la razón préstamos-fondos
propios y reducir el riesgo. Esto a la vez que limita el riesgo en las inversiones,
limita un buen crecimiento en los bancos. El resultado es que los valores
bancarios han caído en picado. Se está gestando una comprensión global del
crédito, que está restringiendo el movimiento de fondos a la periferia, pero que
también ha comenzado a afectar a la disponibilidad de créditos en nuestras
economías internas. Un ejemplo es que el llamado "mercado de bonos basura"
estadounidense, ha cerrado ya.

El segundo efecto es el hecho de que muchos países de economías


emergentes pueden estar comenzando a abandonar el sistema capitalista
global debido al intenso dolor que puede haber producido en sus mercados
financieros la especulación central. El primer afectado fue Indonesia, que junto
a Rusia ha sufrido una crisis completa. Sin embargo, lo que puede ser más
grave para el centro es lo sucedido en Malasia y en menor grado en Hong
Kong. El desplome de Rusia e Indonesia no fue buscado pero Malasia
abandonó deliberadamente. Este país logró infringir considerables prejuicios a
inversores y especuladores extranjeros y pudo obtener algún alivio temporal
sino para su economía, sí al menos para los gobernantes del país (recordemos
que la economía y la situación política y social están siempre muy
relacionadas). El alivio proviene de la capacidad de reducir los tipos de interés
e inyectar al mercado de valores gracias a un aislamiento provisional del
mercado exterior. El alivio no puede ser más que temporal porque las fronteras
siempre son porosas y el dinero saldrá ilegalmente si hace falta (por más que lo
intente el gobierno malayo no puede abrir y cerrar fronteras según le convenga
y evitar así la inversión del flujo de capital centro-periferia). Los efectos para la
economía malaya serán catastróficos, pero los economistas locales vinculados
al régimen podrán salvar sus negocios al menos que el propio régimen sea
derrotado. Las medidas adoptadas por Malasia perjudicarán a otros países que
intentan mantener sus mercados financieros abiertos porque estarán
fomentando sin quererlo una fuga de capitales de su país. En ese sentido,
Malasia ha emprendido una política de empobrecer al vecino y esto supone un
peligro para el centro, porque si gracias a esta medidas Malasia presenta un
buen aspecto en comparación con otras economías emergentes; éstas tarde o
temprano la imitarán y entraremos en una crisis fuerte del capitalismo global,
donde muchas economías emergentes cerrarán sus fronteras a los mercados
de capital.

B) Mal funcionamiento de los organismos internacionales destinados a


velar por el capitalismo global.

Otro factor importante que favorece la desintegración del sistema capitalista


global es la evidente incapacidad de las autoridades para mantenerlo unido.
Los programas del Fondo Monetario Internacional (FMI) no parecen funcionar;
además el FMI se ha quedado sin dinero. La respuesta del gobierno del G7
ante la crisis de Rusia ha sido deplorablemente insuficiente, y la pérdida de
control ha sido absolutamente terrible. Los mercados financieros son muy
peculiares en este sentido: les molesta cualquier tipo de injerencia
gubernamental pero mantienen una profunda creencia en que si la situación se
pone realmente fea, las autoridades intervendrán. Esta creencia se ha
conmocionado ya.

! Resumen de la interrelación de las dos causas anteriores y posibles


consecuencias de su efecto conjunto.

El mal funcionamiento del sistema financiero en las economías emergentes y la


inutilidad de los organismos internacionales para corregir los efectos de alguna
crisis de la periferia funciona al unísono para reforzar el movimiento inverso de
capital desde la periferia hasta el centro. Es probable que la conmoción inicial
causada por la crisis de Rusia se pase, pero también es probable que la
tensión sobre la periferia continúe. La fuga de capitales ya se ha extendido a
Brasil, y si Brasil cae, Argentina está en peligro. Las previsiones de crecimiento
económico-global se reajustan sin cesar a la baja. Lo más probable es que los
principales afectados sean economías emergentes, pero en el caso de que el
desplome se extienda hasta nuestras economías, se va a traducir en un
aumento de las barreras arancelarias que son necesarias para alimentar el
movimiento inverso de capital (periferia-centro). En el caso de que esto ocurra,
el colapso del sistema financiero internacional vendría acompañado de una
crisis del libre comercio internacional.

El replanteamiento debe comenzar reconociendo que los mercados financieros


son intrínsecamente inestables. El sistema capitalista global se base en la
creencia de que los mercados financieros, si se los abandona a sus propios
recursos, tienden al equilibrio. Se supone que se mueven como un péndulo:
pueden ser trastornados por fuerzas externas, las llamadas conmociones
exógenas, pero intentarán volver a la posición de equilibrio. Esta creencia es
falsa. Los mercados financieros son dados a excesos, y si una secuencia
expansión/depresión avanza hasta más allá de ciento punto nunca volverá a su
lugar de origen. En vez de actuar como un péndulo, les mercados financieros
han actuado recientemente como una bola de demolición, golpeando sobre una
economía tras otra.

Se habla mucho de imponer disciplina de mercado, pero si imponer disciplina


de mercado significa imponer inestabilidad, ¿cuánta inestabilidad puede asumir
la sociedad?. La disciplina de mercado debe ser complementada por otra
disciplina: el mantenimiento de la estabilidad en los mercados financieros
debería ser el objetivo de la política pública.

A pesar de la creencia dominante en los libres mercados, este principio ha sido


aceptado ya y puesto en práctica a escala nacional. Disponemos del Sistema
de Reserva Federal y otras autoridades financieras cuyo mandato consiste en
impedir un colapso de nuestros mercados financieros internos y, si es
necesario, actuar como prestamistas de último recurso. En teoría son capaces
de llevar a cabo su mandato, pero lamentablemente carecemos de las
autoridades financieras apropiadas en la escena internacional. Tenemos las
instituciones de Bretton Woods, el FMI y el Banco Mundial, que han intentado
valientemente adaptarse a unas circunstancias que cambian con rapidez. Hay
que admitir que los programas del FMI no han tenido éxito en la actual crisis
financiera global; su misión y sus métodos de funcionamiento deben ser
reconsiderados. Tal vez sean necesarias otras instituciones.

3.- Soluciones o métodos de prevención de la crisis.

a) Eliminación de la realidad de una sociedad cerrada y sus derivados.

Vivimos en una economía global, pero la organización política en la que se


desarrolla dicha economía mundializada es deplorablemente insuficiente.
Mientras la economía global sigue adelante y sigue creciendo superando las
diferentes y muy variadas crisis; la sociedad sigue siendo incapaz de mantener
la paz o de contrarrestar los excesos de los mercados financieros en la
periferia. Sin un control sobre la estabilidad política en algunas economías
emergentes, es probable que la economía global tenga peligrosos vaivenes y
pueda llegar a desplomarse.

En otras palabras, el desarrollo de una economía global, no ha coincidido con


el desarrollo de una sociedad global. La unidad básica de la vida política y
social sigue siendo el estado-nación. Esto degenera en un montón de
problemas para muchas economías. Queda esto demostrado cuando nos
fijamos en que el derecho internacional y otras instituciones internacionales no
son capaces de impedir guerras o un abuso a gran escala de los Derechos
Humanos en algunos países ya no tan subdesarrollados. Otros problemas muy
descontrolados por las Organizaciones Internacionales en las economías
emergentes son el menosprecio total que se hace a la ecología (como la
contaminación de los ríos en Thailandia) o los ya citados y explicados abusos
financieros periféricos.

Derivados de una sociedad cerrada en un capitalismo global.

1. Mala deslocalización y deficiente redistribución de la renta.

Uno de los inevitables efectos de la mundialización económica es una


redistribución de la renta a nivel mundial y una deslocalización del tejido
industrial mundial. Esto no quiere decir sino que los países tradicionalmente
desarrollados (Centro) deberían dejar de crecer de forma tan abusiva como en
los años posteriores a la SGM, y que los países en desarrollo (periferia)
deberían empezar a desarrollarse y a crecer más deprisa que los países de la
OCDE.

Este efecto se ha producido pero de una forma desigual y deficiente. Con la


crisis de los años 70, se van a incorporar a los mercados internacionales
países hasta entonces al margen, y van a nacer por ello Nuevos Países
Industriales (NIC). Se puede decir que con esto habría empezado la
deslocalización del tejido industrial; pero pasados treinta años de este
fenómeno se observa que son muy escasos los países periféricos que se han
aprovechado de este fenómeno. Pasado este tiempo solo unos pocos países
de extremo oriente y América latina se han beneficiado de esto.

Una prueba de este fenómeno es una publicación del periódico “Wall Street
Journal” en la que explicaba la siguiente noticia. `Una multinacional del sector
manufacturero de un país industrial, harta de los elevados costes salariales y
de la fuerza sindical de su país de origen, ha decidido desplazarse a un país
lejano con mano de obra más barata y sindicatos más débiles'. Hasta aquí todo
es habitual, pero prosigue: `En este caso el país de origen es Corea del Sur y
la multinacional es Coreana, y el país de destino es el Reino Unido donde los
costes laborales llevan tiempo estancados y los sindicatos son cada vez más
flojos... en un futuro más bien cercano, Corea del sur tendrá unos salarios
generales más caros que el Reino Unido. La insuficiente mano de obra en
Corea y Taiwán ha producido un importante aumento de los salarios reales'
Quizás esta noticia esté un poco hinchada por parte del Wall Street Journal,
pero deja bien claro que la deslocalización en sí no se produce como debería
producirse. La redistribución de la renta no se produce y las diferencias entre
primer y tercer mundo se mantienen o incluso crecen; y la única salvedad que
puede hacer pensar en una cierta deslocalización es que muchos países
subdesarrollados hasta los 70 han crecido de forma impresionante hasta el
punto de que en 30 años se han convertido en economías de primer orden.
Nada nos hace pensar que el efecto vaya a cambiar en los próximos años, y a
lo más que podemos aspirar es a creer que este efecto de desarrollo tan
intenso que se produjo en Corea, Taiwán, Hong Kong o Singapur y que les ha
llevado a ser países similares a los europeos; se dé en otras economías que ya
han empezado a emerger como puedan ser Tailandia, Malasia, Indonesia,
Brasil, México, Argentina...
El causante de estos efectos no es otro que el hecho de que el concepto del
estado-nación está presente incluso dentro de los agentes económicos
causantes de la economía global. Prueba de ello es que todas las
multinacionales céntricas que por cualquier razón deciden deslocalizarse para
abaratar costes, se desplazan siempre hacia los mismos países; y por tanto la
mundialización no se completa ya que más de la mitad del planeta queda
totalmente marginada.

Otra consecuencia negativa de esta mala globalización es el hecho de que el


Capitalismo Global también está amenazado por el hecho de que muchas
economías emergentes tienen una organización política que no está a la altura
de su economía. Es intolerable que en economías ya respetables como China,
Indonesia o incluso Turquía no siempre se respeten los derechos humanos; y
tampoco es normal que la economía global dependa de las conveniencias de
los militantes de gobiernos autoritarios como ocurrió en Malasia.

La conclusión de todo esto es sencilla. El derecho internacional y otras


instituciones multinacionales deberían corregir la mundialización y extenderla a
un montón más de países; y además debería corregir y presionar a las
economías emergentes para que modernizasen su organización política y la
situasen a la altura de sus respectivas economías. Si esto se hiciese, nos
curaríamos en salud y anularíamos muchos problemas que amenazan
seriamente el capitalismo global.

2. Desigualdad entre ciudadanos del primer mundo y entre países del


tercer mundo.

Una de las principales características del comienzo del siglo XXI para la gente
del primer mundo es la sensación de que se ha acabado en dinero, o por lo
menos el bienestar (de que se van a trabajar mas horas sin que aumenten los
salarios reales) del que se gozó el último medio siglo. Se nos presenta una
mala asignación de recursos que en los países desarrollados va a trazar un
mapa en el que se combinan despilfarro, crecimiento económico y desempleo
(Que ya no son incompatibles). Mientras tanto, la ya más conformista sociedad
se intenta resistir a la pérdida de los derechos adquiridos (luchar por adquirir
alguno más parece utópico).

Fríamente, podemos afirmar que la economía de los 90 responde en primer


lugar a una conjunción de paro estructural y empleo cada vez menos estable e
indefinido. En segundo lugar, responde a una dualización social en la que
mientras aumentan el número de excluidos se produce un notable aumento del
beneficio empresarial. Se produce también un desmantelamiento del estado del
bienestar que es frecuentemente escaso pero al que aspiran todos los que no
están integrados en él. En el primer mundo, mientras ocurre todo esto, se
mantiene el gasto militar pese a haber terminado la guerra fría y la política de
bloques (con lo que se despilfarra el dinero en algo que aparentemente no sirve
para nada). Mientras, se da en general un empobrecimiento y desintegración
en los países menos desarrollados (cuarto mundo) que siguen muy alejados de
la mundialización económica.
Durante el fin del siglo XX se ha producido un intenso cambio de la economía
mundial. Los países del este sufrieron un deterioro de sus economías, debido
sobre todo a que no se adaptaron demasiado bien al cambio de sistema. No
obstante, la transición a una economía de mercado es muy variada según el
país, y ha habido algunos que no han digerido mal el cambio. En términos
generales se puede decir que en el segundo mundo los ciudadanos han
recuperado la libertad pero siguen siendo pobres, más pobres en algunos
casos; se ha extendido una gran desigualdad al tiempo que de la noche a la
mañana ha aparecido la extrema riqueza.

En el primer mundo la cosa cambia por momentos. Mientras que durante los
años 85-92 Estados Unidos contrajo el déficit presupuestario más grande de su
historia y se convirtió en la nación más endeudada del mundo, con lo que
países más dinámicos como Alemania o Japón atacaron su competitividad y
liderazgo; ahora va recuperando el terreno perdido y ha trasladado la crisis a
los otros dos colosos a los que esta pérdida de terreno les está sumiendo en
una importante crisis de identidad y confianza en su industria y en su sistema
económico.

La desigualdad en el tercer mundo es cada vez más manifiesta. Mientras


extremo oriente y algunos países de América latina crecen exponencialmente y
ganan importancia dentro de la economía mundial; África entera se desintegra
como economía y sociedad. Prueba de la marginación que sufre el continente
africano es que muchas costuras de la descolonización se están rompiendo
debido a que son los propios ex colonizadores los que prefieren romperlas. Lo
más triste de todo es que ahora la relación entre países desarrollados y
algunos países en desarrollo ya no son las materias primas y las manufacturas
como en los 60 sino el narcotráfico, la inmigración o algunas enfermedades
infecciosas que pueden llegar a los países desarrollados.

De seguir esta desigualdad entre los países, y entre ciudadanos de un mismo


país, la amenaza de la economía global es una realidad. Fue Allan Sith quien
una vez afirmaba que “había que crear y distribuir riqueza”. De seguir esto así
(creando pero no distribuyendo) habrá un momento en que la economía global
quedará paralizada debido a la conflictividad social que crearán los países y los
grupos sociales que están siendo maltratados en esta mundialización. La
economía global va a encontrar muchos problemas para su desarrollo si dentro
de ella no paran de producirse desigualdades en el mundo desarrollado y a la
vez queda marginado medio planeta (además es incorrecto hablar de
capitalismo mundial si la mitad de los países no participan; se puede decir que
mientras no participen, la mundialización no estará completa).

B) Reforma del fundamentalismo de mercado o Capitalismo

1) Problemas actuales

a) Tiene una situación financiera inestable.

La economía global se caracteriza no sólo por el libre comercio de bienes y


servicios, sino más aún por la libre circulación de capitales. Los tipos de
interés, los tipos de cambio y las cotizaciones de las acciones en diversos
países están estrechamente interrelacionados, y los mercados financieros
globales ejercen una tremenda influencia sobre la situación económica. A tenor
del decisivo papel que el capital financiero internacional desempeña en las
fortunas de los distintos países, no está fuera de lugar hablar de un sistema
capitalista global.

El capital financiero disfruta de una posición privilegiada. El capital tiene más


movilidad que los otros factores de producción, y el capital financiero es más
móvil aún que la inversión directa. El capital financiero se desplaza allí donde
obtiene mejores recompensas; como es el heraldo de la prosperidad, los
países compiten por atraerlo. Debido a estas ventajas, el capital se acumula
cada vez más en las instituciones financieras y en compañías multinacionales
que cotizan en bolsa; en este proceso, los mercados financieros actúan como
intermediarios.

La situación actual es poco sólida e insostenible. Los mercados financieros son


intrínsecamente inestables y existen necesidades sociales que no pueden
satisfacerse dado carta blanca a las fuerzas del mercado. Lamentablemente,
no se reconocen estos defectos. Existe, en cambio, el convencimiento general
de que los mercados se autocorrigen y que una economía global puede
prosperar sin necesidad de una sociedad global. SE afirma que la mejor
manera de servir al interés común es permitir que cda cual defienda sus
propios intereses y que los intentos de proteger el interés común mediante la
toma de decisiones colectivas distorsionan el mecanismo del mercado. Esta
idea recibió en el siglo XIX el nombre de laissez faire o liberalismo, pero puede
que no sea hoy una denominación tan apropiada porque es un término francés
y la mayoría de las personas que creen en la magia del mercado no hablan
francés. Un mejor nombre para designarla sería: fundamentalismo del
mercado.

El fundamentalismo del mercado es el responsable de que el sistema


capitalista global carezca de solidez y sea insostenible. Esta situación es
relativamente reciente. Al final de la segunda guerra mundial, la circulación
internacional de capitales era restringida, y se crearon las instituciones de
Bretton Woods para facilitar el comercio en ausencia de circulación de
capitales. Las restricciones no se eliminaron sino gradualmente, y sólo con la
llegada al poder de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, hacia 1980, el
fundamentalismo del mercado ha entregado las riendas al capital financiero.

b) No tiene agentes estabilizadores del Siglo XIX

En primer lugar, había potencias imperiales, Gran Bretaña la más


importante de ellas, que obtenían beneficios lo bastante cuantiosos de su
posición en el centro del sistema como para que considerasen que
merecía la pena conservarlo. En segundo lugar, había una moneda
internacional única en forma de oro; hoy hay tres monedas principales: el
dólar, el marco alemán, que pronto se convertirá en el euro, y el yen.
Estas monedas rozan entre sí y a menudo aplastan monedas menores. En
tercer lugar, y lo más importante, había ciertas creencias y normas éticas
compartidas, que no se ponían en práctica necesariamente pero que eran
sin embargo aceptadas de forma ciertamente universal como deseable.
Estos valores combinaban la fe en la razón y el respeto por la ciencia con
la tradición ética judeocristiana, y en general proporcionaban una guía
más fiable sobre el bien y el mal que los valores que dominan en nuestros
días. Esto hacía que por ejemplo, la masificación del beneficio se
supeditase a máximas éticas como invertir en tu país. Hoy esto ya no
siempre se da. Los valores monetarios y los mercados transnacionales no
ofrecen una base suficiente para la cohesión social.

La encarnación decimonónica del sistema capitalista global, a pesar de su


relativa estabilidad, fue destruida por la primera guerra mundial. Al
término de la contienda, se produjo un débil intento de reconstruirlo, que
terminó mal en el descalabro de 1929 y la gran depresión ulterior.
¿Cuánto más probable es, pues, que la versión actual del capitalismo
global termine también mal, dado que ahora faltan los elementos de
estabilidad que estaban presentes en el siglo XIX?

2) Reforma de los factores del mercado, así como de los factores no


mercado pero condicionantes de la economía.

El sistema capitalista global se desglosa en dos apartados principales. El


primero se refiere a los defectos del mecanismo del mercado; esto se
refiere principalmente a las inestabilidades incorporadas a los mercados
financieros. El segundo afecta a las deficiencias del sector no mercado.
Existe principalmente el fracaso de la política y la erosión de los valores
morales tanto a nivel nacional como internacional.

Los fracasos de la política son más omnipresentes y debilitadores que los


fracasos del mecanismo del mercado. La toma de decisiones individuales
tal como se expresa a través del mecanismo del mercado, es mucho más
eficiente que la toma de decisiones colectivas tal como se la practica en
la política. Esto es cierto especialmente en la escena internacional. El
desencanto con la política ha nutrido al fundamentalismo del mercado, y
el ascenso del fundamentalismo del mercado ha contribuido, a su vez, al
fracaso de la política. Uno de los grandes defectos del sistema capitalista
global es que ha permitido que el mecanismo del mercado y el afán de
lucro penetren en esferas de actividad que no les son propias.

Los fundamentalistas del mercado tienen una concepción radicalmente


viciada del funcionamiento de los mercados financieros. Creen que los
mercados financieros tienden al equilibrio. La teoría del equilibrio en la
economía se basa en una falsa analogía con la física. Los objetos físicos
se mueven como se mueven independientemente de lo que cualquiera
piense. Pero los mercados financieros intentan predecir un futuro que
está supeditado a las decisiones que las personas toman en el presente.
En vez de limitarse a reflejar pasivamente la realidad, los mercados
financieros crean activamente la realidad que, a su vez, reflejan. Hoy una
conexión bidireccional entre las decisiones actuales y los
acontecimientos futuros a lo que llamamos reflexividad.
El mismo mecanismo de retroalimentación afecta a todas las demás
actividades en las que intervienen factores humanos plenamente
informados. El ser humano responde a las fuerzas económicas, sociales y
políticas de su entorno, pero a diferencia de las partículas inanimadas de
las ciencias físicas, tienen percepciones y actitudes que transforman
simultáneamente las fuerzas que actúan sobre él. Esta interacción
reflexiva bidireccional entre lo que los actores esperan y lo que sucede en
realidad es fundamental para comprender todos los fenómenos
económicos, políticos y sociales.

El concepto de reflexividad es más importante para los mercados


financieros (y para muchos otros fenómenos económicos y sociales) que
le concepto de equilibrio, en el que se basa la economía convencional. En
vez del conocimiento, los actores del mercado comienzan con un sesgo.
O bien la reflexividad actúa para corregir el sesgo, en cuyo caso se tiene
una tendencia al equilibrio, o bien el sesgo puede verse reforzado por una
retroalimentación reflexiva, en cuyo caso los mercados pueden alejarse
mucho del equilibrio sin mostrar tendencia alguna a regresar al punto del
que partieron. Los mercados financieros se caracterizan por ascensos y
descalabros y es ciertamente sorprendente que la teoría económica
continúe basándose en el concepto de equilibrio, que niega la posibilidad
de estos fenómenos, ante la evidencia. La posibilidad de desequilibrio es
inherente al sistema financiero; no es sólo el resultado de conmociones
externas.

La segunda línea de argumentación principal es más compleja y más


difícil de resumir. Los fracasos del mecanismo del mercado son
insignificantes en comparación con el fracaso de lo que llamo el sector no
mercado de la sociedad. Cuando se habla del sector no mercado, se
refiere a los intereses colectivos de la sociedad, los valores sociales que
no se expresan a través de los mercados. Hay personas que cuestionan la
existencia misma de tales intereses colectivos. La sociedad está formada
por individuos y sus interese se expresan mejor a través de sus
decisiones como actores del mercado. Por ejemplo, si se sienten
filántropos pueden expresarlo donando dinero. De este modo, todo puede
reducirse a valores monetarios.

Ni decir tienen que esta visión es falsa. Hay cosas que podemos decidir
individualmente; hay cosas que sólo se pueden abordar colectivamente.
Como actor del mercado, se intenta maximizar los propios beneficios.
Como ciudadano es preocupante los valores sociales: la paz, la justicia, la
libertad, o lo que sea. No se puede dar expresión a estos valores como
actor del mercado. Si cada uno se impusiera sus propias reglas, afectaría
a la propia actuación de este individuo en el mercado pero no a los demás
individuos, ya que ningún actor por sí solo es capaz de influir en el
resultado.

Debemos distinguir entre elaborar las reglas y actuar conforme a esas


reglas. La elaboración de reglas supone decisiones colectivas, o política.
El acatamiento de las reglas supone decisiones individuales, o
comportamiento del mercado. Lamentablemente, la distinción rara vez se
observa. La gente parece votar en gran medida con el bolsillo y presiona
para que se aprueben disposiciones legales que beneficien sus intereses
personales. Y lo que es peor, los representantes elegidos también
anteponen con frecuencia sus intereses personales al interés común. En
ves de defender ciertos valores intrínsecos, los dirigentes políticos
desean ser elegidos a toda costa; y en virtud de la ideología dominante
del fundamentalismo del mercado o individualismo sin ataduras, esta
forma de comportamiento se considera natural, racional e incluso quizá
deseable para los políticos. Esta actitud hacia la política va en detrimento
del postulado sobre el que se construyó el principio de la democracia
representativa. La contradicción entre los intereses personales y públicos
de los políticos siempre ha estado presente, naturalmente, pero se ha
agravado sobremanera debido a las actitudes dominantes que anteponen
el éxito medido en dinero a valores intrínsecos como la honestidad. El
cierre de los mercados malayos, por ejemplo, responde a intereses de sus
gobernantes. Así pues, la supremacía de afán de lucro y el ocaso de la
eficacia del proceso de toma de decisiones colectivas se han reforzado
mutuamente de manera reflexiva. La promoción del interés personal a la
categoría de principio moral ha corrompido la política y el fracaso de la
política se ha convertido en el argumento más poderoso a favor de
conceder a los mercados más carta blanca si cabe.

Entre las funciones que no pueden ni deben ser gobernadas puramente


por las fuerzas del mercado se cuentan muchas de las cosas más
importantes de la vida humano, desde los valores morales hasta las
relaciones familiares y los logros estéticos e intelectuales. Sin embargo,
el fundamentalismo del mercado no ceja en su empeño de extender su
dominio a estos campos, en forma de imperialismo ideológico. Según el
fundamentalismo del mercado, todas las actividades sociales y las
interacciones humanas deben considerarse relaciones transaccionales y
contractuales y valorarse en función de un único común denominador, el
dinero. Las actividades deben ser reguladas, en la medida de lo posible,
por nada más intrusivo que la invisible mano de la competencia para
maximizar beneficios. Las incursiones de la ideología tienen efectos
sociales destructivos y desmoralizadores. Pero el fundamentalismo del
mercado es tan poderoso hoy que cualquier fuerza política que ose
resistirse es motejada de sentimental, ilógica e ingenua.

Lo cierto, sin embargo, es que el fundamentalismo del mercado es en sí


mismo ingenuo e ilógico. Aún cuando dejásemos a un lado las cuestiones
morales y éticas más grandes y nos concentrásemos exclusivamente en
la escena económica, la ideología del fundamentalismo del mercado
tienen deficiencias profundas e irreparables. En términos sencillos, si a
las fuerzas del mercado, se les concede una autoridad completa incluso
en los campos puramente económicos y financieros, producen caos y
podrían desembocar en última instancia en el desmoronamiento del
sistema capitalista global. Esta es la consecuencia práctica más
importante en torno al capitalismo global.
3) Necesidad de lograr un equilibrio económico político. Una economía
debe venir respaldada por una política adecuada y viceversa.

Esta muy extendida la suposición de que la democracia y el capitalismo


van a de la mano. Lo cierto es que la relación es mucho más compleja. El
capitalismo necesita a la democracia como contrapeso porque el sistema
capitalista por sí solo no muestra tendencia alguna al equilibrio. Los
duelos del capital intentan maximizar sus beneficios. Si se les dejase a su
libre arbitrio, continuarían acumulando capital hasta que la situación
quedase equilibrada. Marx y Engels hicieron un análisis muy bueno del
sistema capitalista hace 150 años, mejor en algunos aspectos, debo
decirlo, que la teoría del equilibrio de la economía clásica. El remedio que
prescribieron, el comunismo, era pero que la enfermedad. Pero la razón
principal por la que sus más que alarmantes pronósticos no se hicieron
realidad fueron las intervenciones políticas compensatorias en los países
democráticos.

Lamentablemente, nos hallamos una vez más en el peligro de extraer las


conclusiones equivocadas de las lecciones de la historia. En esta ocasión
el peligro no proviene del comunismo sino del fundamentalismo del
mercado. El consumismo abolió el fundamentalismo del mercado e
impuso el control colectivo sobre todas las actividades económicas. El
fundamentalismo del mercado pretende abolir la toma de decisiones
colectivas e imponer la supremacía de los valores del mercado sobre
todos los valores políticos y sociales. Los dos extremos están
equivocados. Lo que necesitamos es un equilibrio correcto entre la
política y los mercados, entre la elaboración de las reglas y el
acatamiento de las mismas.

Pero aun cuando reconozcamos esta necesidad, ¿cómo podríamos


lograrlo? El mundo ha iniciado un período de profundo desequilibrio en le
que ningún Estado puede resistirse al poder de los mercados financieros
globales y en el que no hay prácticamente instituciones que establezcan
las reglas a escala internacional. Los mecanismos de toma de decisiones
colectivas para la economía global simplemente no existen. Esta
situación es aclamada ampliamente como el triunfo de la disciplina de
mercado, pero si los mercados financieros so intrínsecamente inestables,
imponer disciplina de mercado significa imponer inestabilidad, ¿y cuánta
inestabilidad puede tolerar la sociedad?

Pero la situación no es ni mucho menos desesperada. Debemos aprender


a distinguir entre la toma de decisiones individuales tal como se expresa
en el comportamiento del mercado y la toma de decisiones colectivas tal
como se expresa en el comportamiento social en general y en la política
en particular. En ambos casos, nos guía el interés común a nuestro
interés personal concreto aun cuando otros no lo hagan. Sólo así podrá
prevalecer el interés común.

El sistema capitalista global está aún hoy en día cerca de la cúspide de su


poder. Es cierto que la actual crisis global representa un peligro, pero su
supremacía ideológica no conoce límites. La crisis asiática se ha llevado
a los regímenes autocráticos que combinaban los beneficios personales
con la ética confuciana y los ha sustituido por gobiernos más
democráticos y de ideología reformista. (Era lógico y sensato que
economías ya importantes de extremo oriente estuvieran regidas por
sistemas políticos desarrollados y competentes) Pero la crisis ha
socavado también la capacidad de las autoridades financieras
internacionales para impedir y resolver las crisis financieras. ¿Cuánto
tiempo pasará antes de que la crisis comience a llevarse a los gobiernos
reformistas? Me temo que los acontecimientos políticos desencadenados
por la crisis financiera pueden llevarse finalmente al propio sistema
capitalista global. No sería primera vez que sucede.

4) Globalizar la sociedad para globalizar la Economía.

A pesar las deficiencias del capitalismo, es mejor que las alternativas al


mismo. Hay que impedir que el sistema capitalista global se destruya a sí
mismo. Para evitar esto es más necesario que nunca el concepto de
sociedad abierta.

El sistema capitalista global es una forma distorsionada de sociedad


abierta. La sociedad abierta se basa en el reconocimiento de que nuestra
comprensión es imperfecta y nuestras acciones tienen consecuencias no
buscadas. Todos nuestros mecanismos internacionales pueden tener
defectos, y precisamente porque tienen carencias no debemos
abandonarlos, sino que debemos crear instituciones que incorporen
mecanismos para corregir los errores. Entre esto mecanismos figuran los
mercados y la democracia. Pero ni los unos ni la otra funcionarán a
menos que seamos conscientes de nuestra falibilidad y estemos
dispuestos a reconocer nuestros errores.

Existen actualmente un tremendo desequilibrio entre la toma de


decisiones individuales tal como se expresa en los mercados y la toma de
decisiones colectivas tal como se expresa en la política. Tenemos una
economía global sin tener una sociedad global. La situación es
insostenible.

Para estabilizar y regular una economía verdaderamente global, es


necesario algún sistema global de toma de decisiones políticas. En una
palabra, necesitamos una sociedad global. Una sociedad global no
significa un Estado global. Abolir la existencia de los mercados no es
viable ni deseable; pero en la medida en que hay intereses colectivos que
trascienden las fronteras estatales, la soberanía de los estados debe
subordinarse al derecho internacional y a las instituciones
internacionales. Es interesante constatar que la mayor oposición a esta
idea proviene de Estados Unidos, que, como única gran potencia que
queda, no está dispuesto a subordinarse a autoridad internacional alguna.
Estados Unidos se enfrenta a una crisis de identidad: ¿quiere ser una
gran potencia solidaria o el líder del mundo? Los dos papeles podrían
difuminase a medida que le mundo libre se enfrentase a un “imperio del
Mal”, pero la elección se presenta ahora en términos mucho más
descarnados. Lamentablemente, no hemos comenzado siquiera a
considerarlo. En Estados Unidos, la inclinación popular es a ir por su
cuenta, pero esto privaría al mundo del liderazgo que tanto necesita. El
aislacionismo sólo podría estar justificado si los fundamentalistas del
mercado tuvieran razón y la economía global pudiera sostenerse sin una
sociedad global.

La alternativa es que Estados Unidos forje una alianza con países de


ideología afín para establecer las leyes y las instituciones necesarias para
mantener la paz, la libertar, la prosperidad y la estabilidad. Cuáles son
estas leyes e instituciones que no pueden decidirse de una vez por todas;
lo que necesitamos es poner en marcha un proceso cooperativo e
iterativo que defina el ideal de la sociedad abierta; un proceso en el que
admitamos abiertamente las imperfecciones del sistema capitalismo
global e intentemos aprender de nuestros errores. Esto no es posible sin
Estados Unidos. Pero, a la inversa, nunca ha habido una época en que un
liderazgo fuerte de Estados Unidos y otros países de ideología afín haya
podido alcanzar unos resultados tan poderosos y benignos. Con sentido
de liderazgo y transparencia de objetivos, Estados Unidos y sus aliados
podrían comenzar a crear una sociedad abierta global que ayudase a
estabilizar el sistema económica global y a extender y hacer respetar los
valores humanos universales. La oportunidad está esperando a ser
aprovechada.

5. Eliminación de la desigualdad y la especulación. Principales enemigos


del capitalismo global en nuestros días.

a) desigualdad.

La extrema riqueza y la extrema pobreza son los símbolos por excelencia de la


desigualdad. Una economía debe preocuparse tanto por crear riqueza como
por distribuirla, ya que una riqueza mal distribuida va a crear conflictividad
social y eso va a terminar perjudicando a la economía. Sólo una paz social va a
conseguir que una economía goce de buena salud para desarrollarse.

La aversión a la desigualdad ocupa un lugar prominente en la cultura de


muchos ciudadanos del mundo; sin embargo, en estas últimas décadas se
observa como al contrario de lo que hacía predecir la afirmación anterior, la
desigualdad ya no genera la conflictividad de antaño. Sin ir más lejos, podemos
observar como en España, la eliminación de la desigualdad se sitúa en lo más
alto de la lista de prioridades de los ciudadanos; situándose incluso por encima
de la libertad individual. Podemos ver como los españoles somos los más
igualitarios, los más sensibles a las diferencias sociales, y los más partidarios
de una reducción del abanico salarial. Somos los que más desigual vemos a
nuestra sociedad y los que en mayor proporción nos creemos pertenecer a los
estratos más bajos, a la vez que somos los que observamos un futuro con
menos confianza. También somos los que más obligaciones atribuimos al
estado, a la vez que nos mostramos los menos partidarios de financiar una
igualdad a través de impuestos. Así mismo, mientras nos creemos pobres e
inseguros ante el futuro, somos los que más nos creemos haber prosperado
con respecto a nuestros padres. De esta misma manera se observa muy poca
rebeldía con respecto a la desigualdad existente en nuestro país.

La sociedad española es precisamente un ejemplo de lo más significativo


acerca de la opinión que merece al mundo desarrollado la desigualdad; a todos
nos parece mal, pero no hacemos nada por evitarlo; nos mostramos
disconformes con la situación actual, pero no asumimos ni los riesgos ni las
contrapartidas de posibles soluciones (como arreglar la desigualdad con un
aumento de impuestos y de transferencias). El resto del mundo desarrollado
sigue cauces parecidos. La desigualdad social carece de todo tipo de
conflictividad social y merece condena; pero apenas da lugar a conflictividad.
La ilegitimidad de las desigualdades no creemos que se resuelva a través del
conflicto o de acciones colectivas radicales; confiamos en que la solución debe
de venir del estado pese a que se confíe poco en la efectividad de éste para
corregirlas. Lo cual resulta más extraño si cabe cuando tampoco simpatizamos
demasiado con los impuestos que hacen un estado fuerte y capaz de corregir
dichas desigualdades.

Aún así tampoco es extraño que los ciudadanos sean grandes demandantes de
grandes políticas sociales y fieles amantes de un estado del bienestar. De
hecho, en países como España parece concebirse la igualdad más como una
redistribución desde arriba que como una ayuda individual potenciada por la
ampliación de las oportunidades sociales. (Más como una limosna del estado
que como algo que es justo y que ayuda al desarrollo económico y social y que
es una obligación lógica del estado darla).

Pese a ello, la desigualdad y la pobreza, no forman parte de modo habitual en


el discurso hegemónico de la cultura económica. Se confunden
deliberadamente los discursos y los fines de la economía. En el propio primer
mundo hay una tendencia dominante a una oposición a proporcionar riqueza
sin contrapartidas a los pobres. De hecho, no existe mayor unanimidad entre
los poderosos que considerar que el dinero ejerce un efecto pernicioso sobre
los pobres; la llamada cultura de la pobreza. Esta cultura consiste en la
preferencia por parte de algunos menesterosos por obtener dinero por los
fondos públicos en vez de trabajar, lo que genera un círculo vicioso de
inactividad. Con lo cual, a la desidia de las clases populares por evitar la
desigualdad, se une la obstinación y total desinterés de los poderosos por
hacerlo. Quizá esto último sea más lógico que la falta de interés de los pobres y
las clases medias.

Hay que decir que esto que se ha redactado antes, es posible que esté un poco
exagerado; más si cabe porque últimamente parece haber aumentado un poco
la preocupación por la desigualdad. De hecho The Economist, una importante
revista económica americana, afirma que a partir de 1930, y durante casi
cuarenta años, la diferencia entre ricos y pobres se estrechó en Estados
Unidos; pero que desde finales de los 60 se ha ido ensanchando y que ahora,
finalizando el siglo XX, esa diferencia es la mayor existente desde la creación
del estado del bienestar. Esta publicación ha hecho crecer en Estados Unidos
la inquietud por la desigualdad, sobre todo porque aparece relacionada con
aspectos raciales (se ha ensanchado más entre blancos y negros y no tanto
dentro de la población blanca). El estudio de The Economist sobre Estados
Unidos no tardó en despertar otros sobre otros países desarrollados,
observando tendencias similares; siendo la Gran Bretaña de los años 80 (con
Tatcher en el gobierno) el ejemplo más fuerte. No obstante la creciente
desigualdad no es un asunto exclusivo del primer mundo, en muchos países
emergentes y ex comunistas se ha observado con la llegada de nueva riqueza
una desigualdad creciente.

Todo esto nos sugiere una pregunta. ¿Por qué? ¿Por qué ha aumentado la
desigualdad? La respuesta se halla principalmente en las políticas económicas
liberales adoptadas en muchos lugares del mundo durante los últimos quince
años. Muchos gobiernos han recortado el tipo impositivo (han bajado los
impuestos directos, beneficiando a las clases más pudientes), a la vez que han
recortado los subsidios a los pobres. Sin embargo, más importante que el
impacto directo de estas políticas ha sido la repercusión indirecta de la
liberalización económica. En los últimos años la competencia internacional y la
nueva tecnología han ganado importancia en la economía. Esto, entre sus
muchas ventajas, también ha traído un aumento de la desigualdad; una gran
competencia se puede decir que trae un importante incremento de los ingresos
de los agentes más competitivos o ganadores y un importante descenso de los
ingresos de los agentes menos competitivos o perdedores. Los gobiernos
liberales alegan que este proceso es tan necesario como deseable; necesario
porque es una consecuencia del progreso en marcha; deseable porque
canaliza el esfuerzo y otros recursos hacia usos que hagan crecer más
rápidamente a la economía global. A largo plazo, el crecimiento rápido
beneficiaría a todos y no puede negarse el desarrollo económico analizado a lo
largo de muchos años no se haya ajustado a esto (que no haya beneficiado a
todos al final). Pese a todo esto, tampoco puede negarse que un crecimiento
rápido no haya beneficiado mucho más a unos que a otros y no haya
aumentado la desigualdad.

b) especulación.

El segundo elemento al que atribuimos una amenaza en el seno del capitalismo


es la especulación. La especulación empieza cuando el precio de un producto
sube una burrada y los más listos esperan una subida aún mayor y compran
más unidades de ese producto produciendo así una la subida esperada
llegando a adquirir dicho producto un precio que no le corresponde ni merece.
Las compras y la buena disposición hacia ellas terminan cuando se agotan las
existencias de compradores vulnerables y económicamente viables. Entonces
se produce un cambio de opinión acerca de las perspectivas, una fiebre por
apartarse, la presión de los acreedores que solicitan el pago de los préstamos
que han financiado la compra de ese producto que debido a su excesivamente
alto valor anterior, pierde precio de forma galopante y por tanto deja tras de sí
una obligación de vender y un montón de pérdidas.

Galbraight explicó como muchas de las crisis financieras (caídas de la bolsa)


se deben muchas veces a aspectos como la especulación y la cultura del
pelotazo; a la vez que terminó de explicar que ni la especulación ni la cultura
del pelotazo no eran anormalidades del capitalismo sino que eran parte del
corazón de sistema. Consistían en agentes acondicionadores de la marcha de
una economía que eran permitidos y en algunas ocasiones hasta potenciados.
Por ello, la economía de mercado lleva en su seno una semilla del deterioro
recurrente.

La especulación nació en el siglo XVII en Holanda, con la Tulipomanía; donde


en 1636 el bulbo de tulipán llegó a valer lo mismo que un carruaje nuevo o dos
caballos tordos; mientras que al año siguiente, su precio se había reducido casi
a cero; dejando mucha gente arruinada de por medio. Si analizamos el caso
fríamente, veremos como no es normal que un bulbo de tulipán alcanzase un
valor exorbitante cuando su abundancia, normalidad o utilidad hace que su
precio normal sea pequeño.

Desde entonces, los incidentes especulativos se han sucedido con ciclo de


distinta intensidad y frecuencia. En todos ellos se da una amnesia respecto a
sus precedentes; la aparición de instrumentos de innovación financiera, con
aire de novedosos pero siempre basados en el llamado apalancamiento (los
bienes que respaldan al dinero son minúsculos y evanescentes); y la segura
atribución de la catástrofe tras la euforia a elementos externos al propio
mercado.

A partir de los años 80 asistimos a un nuevo ciclo especulativo casi constante


en el mundo debido sobre todo a la creciente hegemonía de los mercados
financieros. Tan sólo el 5% de los intercambios monetarios corresponden al
comercio de bienes y servicios. Los mercados financieros se mueven con un
único fin que es masificar el beneficio; y para ello la especulación les ofrece
una opción tentadora; puesto que les trae un beneficio sin contrapartida alguna
(sin casi trabajar y casi siempre sin demasiado riesgo).

La especulación es una gran enemiga en el desarrollo de una economía;


puesto que la puede poner patas arribas y le coloca los precios de diferentes
productos de forma incoherente; habiendo productos que por su facilidad de
obtención, su escasez de innovación respecto a otros parecidos, o su escasa
utilidad, o los beneficios que de ellos se pueden derivar en condiciones
normales, deberían ser más baratos que otros y son más caros y viceversa.

Actualmente, podemos citar como casos llamativos de especulación las


acciones de empresas de telecomunicaciones que poseen un precio alarmante
con respecto al que les debería corresponder. No es normal que portales de
Internet que apenas tienen coste y no tienen tanto beneficio; hayan adquirido
valores tan altos. Para J. Estefanía, el último capítulo de la vida del
especulador combina un notorio rechazo social y una desaprobación pública de
su acción con acciones penales. Quizá tenga razón, pero este capítulo parece
muy lejano hoy en día.

5.- ¿Estamos de verdad ante una crisis? Opiniones personales acerca del
tema.
No cabe duda de que afirmar que el siglo XXI va a traer con él una crisis es
quizá demasiado arriesgado por nuestra parte. Pero cuando varios
consumados economistas como George Soros, A. Morita, o Joaquín Estefanía
afirman que la leve expansión actual está trayendo pasivos que no hacen
presagiar nada bueno; debemos hacerles un poco de caso.

Mi opinión al respecto es un poco escéptica sobre lo que se afirma en el


trabajo. Creo que los problemas existen y nos van a traer más de un problema
para el futuro, pero no estoy tan seguro de que la cosa se ponga tan fea para
poder hablar de una futura crisis importante. De hecho, los libros en los que
nos hemos basado están escritos entre 1996 y 1998; y pasados dos años,
muchas de las previsiones no parecen todavía haberse cumplido. Sin embargo,
no debemos olvidar que las previsiones que estos autores hacen son a largo
plazo y él que todavía no se hayan producido las fatídicas consecuencias
previstas, no quiere decir que no vayan a producirse.

No obstante, y pese al riesgo que entraña contradecir a importantes


economistas, sigo pensando que en este caso los problemas vienen un poco
inflados por los autores. Para Soros, por ejemplo, la crisis de las economías
asiáticas en el 97 benefició a corto plazo al centro; pero a largo plazo esto iba a
ser perjudicial ya que, debido a la deficiente organización política de estos
países; una crisis económica en ellos podría suponer un abandono de la
economía global por su parte. Esto que ha dicho, obviamente es cierto, y se ha
demostrado con hechos como el progresivo abandono de la libre circulación de
capitales en Malasia. Ahora bien, se puede formular una pregunta; ¿Es esto
excesivamente perjudicial para Estados Unidos y la OCDE? Me explicaré mejor
¿Son tan importantes economías como Malasia, Indonesia, Singapur, Corea,
Taiwán, Hong Kong o incluso Rusia como para poner en jaque la economía
central? Yo, personalmente, creo que no. Las economías de extremo oriente,
no tienen ni poder económico (PIB), ni una producción lo suficientemente
importante ni insustituible como para que notemos en exceso si han cerrado
sus fronteras o no. Quizá esta última afirmación pueda ser un poco exagerada,
es posible que quienes lean esto no puedan evitar pensar si la economía
mundial pueda prescindir de países como Corea o Taiwán. Pero es que
además, las economías más fuertes de extremo oriente como los dos países
antes citados, no han cerrado sus fronteras tras la crisis del 97. Solamente,
algunas economías emergentes de menos importancia como Malasia y Hong
Kong (pero en este último el cierre no ha sido total sino que se han puesto
pequeñas restricciones a la salida de capital) han restringido su mercado
financiero; con lo cual, la llamada amenaza del capitalismo global no es tan
acusada como dice Soros. Este Autor, además, realiza una serie de
afirmaciones un poco arriesgadas. Tanto en el nivel teórico como en el nivel
práctico, ha quedado claro que es horrible para una economía quedar aislada;
y que cuando un país se aparta del capitalismo global; el principal perjudicado
es él mismo. No cabe duda de que la economía malaya va a quedar muy
resentida en el largo plazo debido a la anterior decisión de su gobierno (un país
no puede abrirse y cerrarse cada día según convenga, porque las
multinacionales y el capital céntrico huiría de él asustado por su inestabilidad).
Pensar que tan desafortunada decisión iba a ser imitada por los países vecinos
por el mero hecho de que muy a corto plazo puede aliviar males mayores; es
ser excesivamente pesimista y desconfiado con los diferentes gobiernos de
estas economías emergentes.

De todas maneras, no quiero dar lugar a malas interpretaciones. No estoy


diciendo que los razonamientos antes expuestos no sean ciertos y que la
amenaza de la mundialización económica no exista. Simplemente digo que el
problema puede quedar un poco hinchado. Pasados casi tres años desde la
crisis asiática del 97, no se puede decir que el comercio internacional haya
quedado resentido, es más, cada vez hay más pequeñas economías que poco
a poco se van incorporando de forma muy leve al capitalismo global; pero
también es cierto que el comercio con extremo oriente ha quedado un poco
dañado, y que muchos de estos países han cerrado en parte sus fronteras.
Esto también ha traído efectos negativos para las economías céntricas. Sin ir
más lejos nuestra balanza de pagos (la balanza española) se ha visto afectada;
y durante los años 98 y 99 nuestras exportaciones se han viso estancadas por
la caída de las mismas a extremo oriente y América Latina.

En resumen, los que afirman que le capitalismo global está en crisis puede que
exageren, pero tampoco mienten; prueba de ello es que en extremo oriente y
América Latina se han cerrado puertas. Tampoco se miente cuando se afirma
que una tensión en la periferia no puede acabar siendo buena para el centro.
De hecho, la caída de las inversiones en Asia, ha traído una caída de las
monedas de las economías emergentes. En Estados Unidos esto ha
proporcionado un abaratamiento de las importaciones que ha ayudado a aliviar
las tensiones inflacionistas internas; pero en otros países de la OCDE como
España e Italia, la caída de las monedas asiáticas, unido a nuevas barreras
consecuentes de la crisis, ha provocado una caída de las exportaciones (la
caída de las monedas en Asia ha encarecido enormemente nuestros productos
en esos países, si encima aparecen nuevas barreras, el aumento de precios es
mayor) y ha hecho aumentar el déficit comercial que ha contraído su
crecimiento. Con lo cual, aunque países como Estados Unidos se hayan
beneficiado parcialmente; otros se han visto seriamente perjudicados, y eso
que la crisis todavía no ha comenzado en serio, según se afirma anteriormente.

La primera parte de este apartado seis se ha dedicado a constatar como y de


que manera nos podemos estar encontrando ante un problema. Nos hemos
dedicado a deducir si los problemas de la inmensa inestabilidad financiera de
economías emergentes (la inestabilidad financiera céntrica no es tan acusada)
supone el comienzo de una crisis como se indica en el trabajo o simplemente
unos pequeños estragos que no tardarán en pasarse. Esa es la tesis expuesta
antes, a la que no se puede dar una respuesta segura. Pues bien, en la
segunda parte de este apartado nos dedicaremos a descubrir las posibles
causas del comercio internacional:

Para hacer el trabajo, se han usado una guía didáctica del Sistema Monetario
Internacional, una serie de datos estadísticos sobre la evolución del comercio
internacional de varios países y una leve explicación de Akio Morita acerca de
las diferencias entre el capitalismo japonés y americano; pero la base de este
ejercicio se basa en dos libros; uno de George Soros y otro de Joaquín
Estefanía donde se señalan en ambos el problema de la crisis del capitalismo
global en estos días. Sin embargo, a la hora de señalar culpables y soluciones,
ambos autores disienten.

Según Soros, el principal culpable de la crisis es el hecho de que la


globalización de la economía no ha traído una sociedad también global. Así,
mientras los países tenemos economías abiertas y dependientes unas de las
otras, las sociedades son cerradas y aisladas. Esto da lugar a que muchos
países con economías emergentes tengan una sociedad mucho más atrasada
de lo que está su economía. Se puede decir que Soros echa la mayor parte de
la culpa a las economías emergentes a las que de una u otra forma llama
irresponsables por no haber desarrollado una sociedad global que respalde su
economía global y más desarrollada.

Sin embargo no es Soros el primero que ha resaltado este problema, muchos


psicólogos del siglo XIX resaltaban ya que la tecnología y la ciencia avanzaban
mucho más deprisa que la sociedad, y de hecho, en Europa nuestras
costumbres han avanzado muy poco en este último siglo si las comparamos
con los avances técnicos y científicos. La economía, aunque algo especial, es
una ciencia y por tanto puede avanzar rápidamente. Tú puedes coger un país
totalmente subdesarrollado y gracias a una serie de inversiones internacionales
y a través de programas de desarrollo para potenciar mejor sus recursos
naturales y humanos; puedes hacer de él una economía emergente en pocas
décadas, como ocurrió en Corea o Taiwán. Sin embargo, cambiar la sociedad
de esos países es más difícil. Un aumento de la riqueza puede modernizar un
poco a la sociedad, pero no puede derribar de raíz siglos y siglos de
tradiciones. No se puede construir una sociedad abierta aunque se quiera. Una
de las causas de que la deslocalización beneficie sobre todo a extremo oriente
y América del sur es precisamente es que son los únicos países junto a Europa
del Este y OCDE cuya cultura y sociedad conllevan una seguridad en las
inversiones. De esta forma, me puedo permitir realizar una serie de
afirmaciones tajantes:

Cuando en los años 70 comienzan a des localizarse algunas industrias o


algunos fragmentos de industrias, se sabía que muchos países en desarrollo
iban a avanzar en su economía; pero también se sabía que esos países en
desarrollo tenían una sociedad atrasada que no iba a avanzar tan rápidamente.

Esas mismas empresas pioneras, sabían que su margen de maniobra para


su reorganización era relativamente estrecho, puesto que son escasos los
países con una sociedad mínimamente avanzada como para arriesgarse a
invertir allí. Por ejemplo, es muy arriesgado construir una fábrica de
automóviles en oriente próximo; cuando sabes que en un momento
determinado esa fábrica puede ser confiscada para fines bélicos debido a las
más extrañas divergencias de tipo político, social o incluso religioso (Quien dice
oriente próximo, dice medio oriente, casi toda África e incluso países andinos).
Las multinacionales pioneras del proceso sabían que la mundialización se
debería concentrar en pocos países que eso sí, en poco tiempo iban a dejar de
ser países en desarrollo para convertirse en economías desarrolladas. (La mala
deslocalización era previsible e inevitable, con lo que hablar de problema es
estúpido. De hacerse, ésta tenía que ser así)
Las multinacionales afincadas en países de economías emergentes,
también sabían al emigrar, que aunque los países elegidos era mayormente
civilizados; también les iba a tocar aguantar algún exceso impropio del centro
como él sucedido en Malasia.

Tras observar estos apartados, la teoría de Soros puede quedar en parte


depreciada, ya que estos problemas, para empezar se deberían de haber
previsto; y además se deberían de saberse inevitables e imposibles de
solucionar. No obstante, no creo que sean ellos solos los causantes de la crisis;
porque ninguna empresa hace algo sabiendo que va a provocar seguro una
crisis por ello. Me explico, cuando la deslocalización comienza en los 70, los
problemas planteados ya se venían venir; pero si a pesar de todo, el proceso
fue adelante, era porque no se les veía como algo que pudiera desembocar en
una crisis de comercio internacional. Luego ellos solos no han podido causar
una crisis, sino que deben ir acompañados de otros defectos o problemas.

Joaquín Estefanía, en este aspecto ha estado más humilde y en mi opinión


más acertado que George Soros. El autor español ha señalado como
causantes de la crisis de la economía mundial dos defectos que también
existen en el primer mundo. Desigualdad y Especulación. De esta forma, los
problemas no se trasladan a las economías emergentes y la solución puede
parecer más posible ya que reformar el centro es más fácil.

No me cabe duda de que por aquí se puede abordar mejor el tema. La


desigualdad es un problema que amenaza a la economía global; y que hace
que una economía, por definición de Smith, no esté completa. Sin embargo,
aquí puede haber un error, Estefanía destaca sobre todo la desigualdad entre
ciudadanos del primer mundo y entre países, incluso entre diferentes países en
desarrollo (Economías emergentes y cuarto mundo). Quizá aquí se esté
equivocando:

La desigualdad en el primer mundo no es un problema excesivamente gordo,


porque no es que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres; sino es
que los ricos son cada vez más inmensamente ricos y los pobres cada vez un
poco menos pobres. Es decir, la extrema riqueza se expande por Europa, pero
las clases más humildes siguen mejorando su calidad de vida y tienen cada vez
más aseguradas sus necesidades primarias, no tan primarias y algunos
caprichos. De esta manera, podemos dar como suficientemente cumplido el
objetivo de la economía a la vez que tenemos la paz social suficiente para
seguir adelante. (Siempre sin olvidar que si elimináramos esa desigualdad,
podríamos cumplir mejor los objetivos de la ciencia económica y tener más paz
social para crecer mejor)

La desigualdad entre países o entre economías emergentes y cuarto mundo


tampoco pone en jaque la economía global. Desgraciadamente, las manos que
sustentan el poder en el cuarto mundo no tienen el menor interés en que se
crezca, puesto que cuanto más pobres e incultos sean sus súbditos; menos
problemas para seguir en el mando. Con lo cual no hay demasiado problema
por su parte para que estas desigualdades se sigan manteniendo. Siempre nos
quedará el problema moral, pero no se podrá hablar de una crisis en la
economía mundial a acusa de esto.

Un problema que sin embargo no ha abordado Estefanía es la desigualdad


entre ciudadanos de economías emergentes. En estos casos las desigualdades
sí que son muy agudas. Una multinacional no puede exigir que un país destino
reniegue de sus costumbres; pero sí puede colaborar para que en un país
destino se cree riqueza y a la vez poco apoco se vaya distribuyéndola. De esta
manera, consigues varias cosas:

Una sociedad que por ser más pudiente es más culta, y que poco a poco
van cambiando sus costumbres, proclamando economías totales de mercado,
consiguiendo democracias, y derrocando dictadores que adulteran el mercado
por intereses personales como en Malasia, además de evitar algún que otro
conflicto debido a estas razones. Corea y Taiwán son ejemplos de democracias
recientes debido a que el desarrollo social lo ha exigido.

Cuando una sociedad es más pudiente, sus importaciones con respecto al


centro crecen, y esto hace que en el centro se vea con buenos ojos comerciar
con ese país concreto y se le bajan las barreras. Esto no cabe duda que
beneficia a las multinacionales trasladadas al lugar.

Cuando consigues esto, creas un nuevo país desarrollado y un nuevo gran


mercado, en el cual, al estar allí estancada y por la temprana edad de dicho
mercado en el que no se han incorporado nuevas empresas, las
multinacionales primeras son pioneras en la explotación del mismo y obtienen
grandes beneficios. En los 60 Renault y SEAT salieron en España muy
beneficiadas por esta razón, ya que explotaron ellas solas el mercado
automovilístico.

Es posible que si saneamos de esta forma las economías emergentes,


consiguiéramos mejorar la situación de las mismas, la nuestra y la de la
economía mundial; pero las empresas allí afincadas prefieren por norma
general no complicarse y obtener el beneficio simplemente a través de la
explotación a los obreros sin parase a pensar otras alternativas. Así se
consigue una sociedad atrasada, una situación a veces inestable (Indonesia) y
unos gobiernos corruptos y oportunistas (Malasia).

El otro defecto que señala Estefanía como causante de la crisis de la economía


mundial es la especulación. No debemos olvidar que el cierre de malasia al
extranjero se debía a una media para protegerse de un crac como él de
Indonesia o Rusia; y ese crac estaba provocado fundamentalmente por la
especulación. La especulación es un pecado eminentemente céntrico, no cabe
duda que perjudica a la economía hasta el punto de que algunos autores como
Estefanía piensen que debería ser sancionado penalmente. Quizá esto sea un
tanto excesivo, pero desde luego que es algo nada elogiable moralmente; y
muy perjudicial para la economía. Lo que no es normal es que algunos estados
céntricos lejos de condenar esto, parecen aplaudirlo. No es normal que la
especulación esté creciendo a un ritmo alto; y que cada vez más ciudadanos
medios que especulen. Habría que localizar esa voz invisible que parece
aconsejar a ciudadanos medios de los países desarrollados que dejen de
gastarse el sueldo en bienes y servicios para meterlo en la bolsa y así
especular. En mi opinión, esa actitud negativa para una economía parece no
estar mal vista y por ello se ha extendido la moda de la bolsa.

Ahora, por último, nos queda abordar un problema que también amenaza el
capitalismo global, pero que es demasiado complejo de investigar: Una crisis
del sistema capitalista dentro del primer mundo debido a las dos vertientes
dominantes; el capitalismo renano (Japón y Europa Occidental a excepción de
Inglaterra) y el capitalismo anglosajón (Estados Unidos y en menor medida,
Inglaterra). Estas diferencias han existido siempre, pero antes con la presencia
de países comunistas, quedaban aparcadas. Ahora, la lucha entre los dos
bloques es una realidad. Ya no es como antes, una carrera militar; ahora es
más bien una lucha económica; pero las tensiones existen.

La situación de la economía céntrica es una situación tripolar donde existe una


interdependencia entre los tres grandes bloques; Estados Unidos, Japón y UE;
siendo América Latina, extremo oriente y el Magreb y Europa oriental sus
zonas de influencia respectivas debido a su proximidad geográfica. Esto nos va
a permitir probar que las tensiones de bloques son una realidad; ya que no
podría explicarse de ninguna otra forma que Estados Unidos abandone su área
de influencia económica (América latina) para internarse en el área tradicional
de Japón (extremo oriente) a la vez que no para de presionar en el GATT a
Europa para que abandone la PAC y liberalice su comercio agrícola. La
economía americana no sufre ni beneficio ni perjuicio haciendo esto; luego si lo
hace es porque algo pasa. Ocurre que tras la guerra fría comienza una guerra
económica entre ambos bloques.

La diferencia entre ambas vertientes es fácil de señalar, mientras en la UE y


Japón el capitalismo está acotado por un estado que se encarga de canalizar la
economía y de proteger a la sociedad de los excesos del liberalismo
(desigualdades, especulaciones, abusos del mercado...); en Estados Unidos y
el Reino Unido tras la llegada de Tatcher, el estado va perdiendo poco a poco
poder de forma deliberada y los excesos del liberalismo se producen de forma
tolerada por los gobiernos.

Antes de entrar a debatir, hay que hacernos una pregunta. ¿Qué tipo de
capitalismo es mejor? Si investigamos a economistas que hablen del tema, el
capitalismo europeo tiene más adeptos. Prácticamente todos los autores
europeos y japoneses, a los que hay que sumar algún autor norteamericano
(como Soros, cuando critica la radicalidad del fundamentalismo de mercado
entendido en Estados Unidos) aunque no profundiza demasiado en el tema);
respaldan el modelo renano. Sin embargo, se está observando como UE y
Japón se van acercando cada vez más al modelo anglosajón y no al revés. Si
la mayoría de los autores afirman que el capitalismo europeo es mejor que el
anglosajón, es inexplicable que el giro mundial sea inverso. Joaquín Estefanía
y Akio Norita si que profundizan en el tema y coinciden en señalarle como un
problema para la economía céntrica que por tanto amenaza la economía
mundial.
El capitalismo anglosajón podría ser aceptado, si los problemas que debe
solucionar un estado fuerte, tampoco aparecieran en un país con un liberalismo
visceral. Pero la desigualdad, la especulación y los abusos del mercado
aparecen de forma abusiva en USA y Reino Unido. Lo más grave de todo es
que los países más liberales tampoco se preocupan porque estos problemas
hayan aparecido, y simplifican la economía hasta el punto de que lo único
importante es crecer (se preocupan de crear y no de distribuir).

En el otro lado, Europa y Japón, se observa como las desigualdades no han


crecido tanto como en la otra orilla. Es más, se puede afirmar que la economía
ha crecido más aquí que allí desde la revolución conservadora. Sin embargo, el
hecho de que tras 1990, los países más liberales hayan crecido más ha hecho
perder la confianza en nuestro sistema y nos está forzando a parecernos más a
ellos. Yo cero que nos estamos equivocando. Nuestro sistema es más justo,
genera menos conflictividad social, y hasta hace poco más crecimiento que el
capitalismo anglosajón.

Sin embargo, basta que durante una década los países anglosajones crezcan
más que la UE o Japón para que éste se imponga. Hay que tener en cuenta
que es posible que este hecho no se deba a deficiencias de nuestro sistema.
En Japón, por ejemplo, la economía se resintió en el año 90 a causa de una
depresión de la economía mundial; pero tras este periodo, se produjo una crisis
de confianza en la industria nacional. Desde entonces, a la tecnología japonesa
le está costando innovar mucho más que antaño (ya no son tan capaces de
innovar en campos como el cine, el automóvil o la informática y la electrónica;
donde barrieron en los ochenta)

A una determinada crisis de avances tecnológicos, hay que sumarle el hecho


de que países como Alemania, Japón o Suiza; con tanto PIB (más de 25000 $
per cápita), tendrían que dejar de crecer algún día. Luego puede que el sistema
no tenga esta vez la culpa. Si el giro de la economía sigue como ahora, los
problemas de desigualdades seguirán aumentando, las economías del primer
mundo tarde o temprano acabarán en crisis, y se cerrarán puertas. El
capitalismo Global pasará entonces por problemas mucho más serios que
hasta ahora. Por otro lado, si el giro no se produce, puede ocurrir que las
tensiones ahora existentes en el GATT aumentes y una guerra comercial
Estados Unidos - Europa - Japón; cree una crisis aún mucho más seria. Este
es un problema complejo para la investigación y muy difícil de solucionar.

Globalización Económica

La globalización económica supone una absoluta libertad de intercambio. Con


ella, la producción de mercancías sólo se encuentra limitada por ventajas
físicas o geográficas; las empresas se encuentran organizadas de un modo
muy flexible para que tengan mejor acceso a los mercados globales; al tiempo
que el mercado financiero se halla descentralizado, tiene un carácter
instantáneo y escapa a la influencia de los gobiernos.

En el ámbito de la política, la globalización afecta a la estructura de los


gobiernos y de las decisiones políticas. En un mundo global, la soberanía de
los estados parece debilitarse, se crean múltiples centros de poder y las
organizaciones internacionales ven incrementada de forma notable su
importancia.

La cultura se ve afectada de múltiples formas por el proceso de globalización.


La creación de grandes símbolos tiene un carácter mundial. Hay una tendencia
a la diversidad cultural y al triunfo de un cosmopolitismo que va más allá de los
propios estados. La información no tiene un único origen local y se difunde de
un modo muy veloz a todo el mundo. El ocio y el turismo crecen hasta niveles
insospechados. Los instrumentos de universalización y conexión cultural, como
Internet (uno de los más importantes fenómenos del final del siglo XX), se
multiplican y obligan a idear nuevas formas de aprendizaje.

La globalización es un fenómeno nuevo, que afecta a la estructura de las


sociedades, los gobiernos y las formaciones culturales: se encuentra llena de
interesantes cuestiones y de respuestas todavía inciertas. El nuevo milenio irá
configurando el nuevo mundo globalizado que ya percibimos.

Ventajas

Los medios de producción - tierra y capital- son de propiedad privada. En este


contexto el capital se refiere a los edificios, la maquinaria y otras herramientas
utilizadas para producir bienes y servicios destinados al consumo.

La actividad económica aparece organizada y coordinada por la interacción


entre compradores y vendedores (o productores) que se lleva a cabo en los
mercados.

Tanto los propietarios de la tierra y el capital como los trabajadores, son libres y
buscan maximizar su bienestar, por lo que intentan sacar el mayor provecho
posible de sus recursos y del trabajo que utilizan para producir; los
consumidores pueden gastar como y cuando quieran sus ingresos para obtener
la mayor satisfacción posible. Este principio que se denomina soberanía del
consumidor, refleja que, en un sistema capitalista, los productores se verán
obligados, debido a la competencia, a utilizar sus recursos de forma que
puedan satisfacer la demanda de los consumidores; el interés personal y la
búsqueda de beneficios les lleva a seguir esta estrategia.

Bajo el sistema capitalista el control del sector privado por parte del público
debe ser mínimo; se considera que existe competencia, la actividad económica
se controlará a sí misma; la actividad del gobierno sólo es necesaria para
gestionar la defensa nacional, hacer respetar la propiedad privada y garantizar
el cumplimiento de los contratos. Esta visión decimonónica del papel del
Estado en el sistema capitalista ha cambiado mucho durante el siglo XX.

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