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Este es un fragmento de predicación por el pastor

Alejandro Bullon, durante la campaña del Madison


Square Garden, New York, USA

En Mayo del año pasado fui a Chile y conocí la historia de un joven. Un joven que nació
en la iglesia, pero se aparto de la iglesia.

Jóvenes queridos, que han nacido en la iglesia nosotros tenemos un gran privilegio que
con el tiempo se torna en un obstáculo en nuestra vida. Tenemos el privilegio de haber
nacido y haber crecido en la iglesia, de haber estudiado en nuestras escuelas cristianas,
haber asistido a la escuela sabática de los niños; pero cuando llegamos a la adolescencia
aparece en el corazón un deseo de salir, de conocer, de experimentar todo afuera.
Mucho cuidado, mucho cuidado porque cuando tu encuentras una botella que
dice "Veneno", tu no necesitas tomar para saber si es veneno, basta que diga que es
veneno debes dejar de tocar.
Pero hay muchos jóvenes que dicen, como sabré que es malo si no pruebo. Y van y
prueban. Después cuando yo haya probado todo vuelvo. Y vuelven, como este joven, pero
a veces es demasiado tarde, no para la vida eterna, pero si para la vida en esta tierra;
porque Dios te va a perdonar tu vida, te va a perdonar tus pecados del pasado, te va a
restaurar, pero hay una ley que casi siempre se va a cumplir:
Las consecuencias del error las vas a pagar en esta tierra. Dios no siempre te va a ayudar
en las consecuencias del error. Adán y Eva pecaron y Dios les perdono pero, les dijo
tienen que salir del jardín. Pero nos perdonaste. Les perdone si, pero no pueden quedarse
en el jardín. Fueron perdonados pero perdieron el jardín. Están salvos, pero perdieron el
jardín. Tendrán la vida eterna, pero perdieron el jardín. Jóvenes queridos, que nacieron y
crecieron en la iglesia, mucho cuidado que conociendo la verdad salgan al mundo
queriendo experimentar y conocer de todo: drogas, cigarro, placer, mujeres; porque un
día a pesar que vuelvas tal vez sea tarde, y tengas que cargar toda la vida las
consecuencias de tu error.

Aquel muchacho salió. Un día agarro su mochila y anduvo por el mundo. Brasil, Francia,
anduvo por el mundo, como si no tuviese objetivos en la vida. Un muchacho que conocía
a Jesús. Y tu sabes que el pecado es una cosa interesante, te va engullendo lentamente, es
como una bola de nieve. Un placer te lleva a probar un placer mayor, y ese placer a otro
placer mas prohibido y así va. Y este muchacho probo de todo, drogas, cigarro, alcohol,
no basto el sexo normal, entro en lo homosexual, entro por aquí, entro por allá. Acabo su
vida y un día contrajo el famoso SIDA y cuando vio que la muerte se le acercaba volvió
para su patria. Los padres no lo recibieron.

Busco ayuda con iglesias, nadie lo recibió. Un pastor lo recibió. Una familia lo recibió,
una familia de la iglesia, fue su familia hasta el final, después también la madre corrió a
ayudarlo, pero una familia de la iglesia prácticamente lo adopto.

Ese muchacho fue bautizado, fue apagándose lentamente. Ustedes van a ver el testimonio
de él en un pequeño film que preparamos, cuando el ya en el fin de su vida dice: "Estoy
muriendo pero no tengo miedo de la muerte. Yo se que voy a encontrar a Jesús. Yo ya
preparo hasta el himno que le voy a cantar cuando lo vea".

Tu puedes preguntarme cual es la diferencia de haber conocido a Jesús, un hombre con


SIDA conociendo a Jesús y un hombre con SIDA que no conoce a Jesús? Un hombre con
SIDA que acepto a Jesús y un hombre con SIDA que no acepto a Jesús. ¿Cuál es la
diferencia si ambos mueren?
La diferencia es en la manera como mueren. Uno muere con esperanza y el otro muere
casi loco y desesperado.

¿Cuál es la diferencia de vivir con Cristo y de vivir sin Cristo? Ahí esta la diferencia. El
que vive sin Cristo vive loco y sin esperanza. El que vive con Cristo vive con esperanza.

Y yo presento este testimonio porque quiero que vean lo que Jesús es capaz de producir
en la vida de un hombre. Tal vez su cuerpo acabe, pero la esperanza no muere y cuando
Cristo vuelva a esta tierra pronto este joven podrá abrazar a Jesús, pues podremos
abrazarlo a Él, y tal vez el testimonio de él ayude a mucha gente esta noche, a muchos
jóvenes. Tal vez un joven pueda correr y abrazar a este joven y decir tu testimonio me
ayudo a buscar a Jesús.

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