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Editorial La lucha contra los propios prejuicios forma parte del bagaje necesario de los
1 Las decisiones profesionales del SCU. No se trata sólo de aspectos obvio (prejuicios raciales,
más difíciles religiosos, respecto al sexo), sino de su la actitud ante la embriaguez, la
depresión, la debilidad de carácter, etc.
2Original Las relaciones entre los profesionales del SCU y entre estos y los trabajadores
Elegancia. de los recursos móviles y las bases constituyen también un reto desde el punto
J. Ortega Y Gasset profesional y ético.
3Investigación:
Actitud de los profesionales Por último, y admitiendo que la gerencia debe extremar la exigencia respecto a
ante el paciente crítico los profesionales del SCU, éstos, a su vez. deberán exigir de la dirección los
medios necesarios para la evaluación y mejora de su desempeño.
Humor
Rincón Bibliográfico Todo lo anterior tiene como corolario el que los profesionales del SCU precisan,
no sólo, de una capacitación profesional excelente, sino también, de integridad
moral y formación ética
Cartas al Director
Grosería
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Caso Clínico
Asistencia en la agonía
1
porque el hombre se siente de ellos, a la vez, autor,
ELEGANCIA víctima y juez.
José Ortega Y Gasset No hay orden de la existencia, mayúsculo o
minúsculo, que no nos fuerce a optar entre hacer las
cosas de un modo mejor o de un modo peor. Y es ya
L a cosa es pésimo síntoma creer que el drama de la elección se da
endemoniadamente solo en los grandes conflictos de nuestra vida, en las
paradójica pero, a la vez, situaciones que tienen trascendencia histórica. No: una
sin remedio. Porque palabra se puede pronunciar mejor o peor y tal gesto de
elegir es ejercitar la nuestra mano puede ser más grácil o más tosco. Entre
libertad y resulta que las muchas cosas que en cada caso se pueden hacer hay
eso —ser libres— siempre una que es la que hay que hacer.
tenemos que serlo a la Pero la división más radical que cabe establecer entre los
fuerza. Es la única cosa hombres estriba en notar que la mayor parte de ellos es
para la cual el hombre ciega para percibir esa diferencia de rango y calidad
no tiene últimamente entre las acciones posibles. Sencillamente no la ven. No.
libertad: para no ser entienden de conductas como no entienden de cuadros.
libre. La libertad es la Por eso tienen tan poca gracia y es tan triste, tan
más onerosa carga que desértico el trato con ellos. Esa ceguera moral de la
sobre si lleva la humana criatura, pues al tener que mayoría es el lastre máximo que arrastra en su ruta la
decidir, cada cual por sí, lo que en cada instante va a humanidad y hace que los molinos de la historia vayan
hacer, quiere decirse que está condenado a sostener a moliendo con tanta lentitud. Son muy pocos, en efecto,
pulso su entera existencia, sin poderla descargar sobre los hombres capaces de elegir su propio comportamiento
nadie. Si volvemos del revés la figura de la libertad nos y de discernir el acierto o la torpeza en el del prójimo.
encontramos con que es responsabilidad. Esta es la gran En el latín mas antiguo, el acto de elegir se decía
pesadumbre: todas las otras, las pesadumbres en plural, elegancia como de instar se dice instancia. Recuérdese
se originan en ella. Al brotar de mi elección las acciones que el latino no pronunciaría elegir sino eleguir. Por lo
que componen mi vida resulto responsable de ellas. demás, la forma mas antigua no fue eligo sino elego, que
Responsable, no ante un tribunal de este o del otro dejo el participio presente elegans. Entiéndase el vocablo
mundo, sino por lo pronto responsable ante mi mismo. en todo su activo vigor verbal; el elegante es el
Porque si la acción tiene que ser elegida necesito “eligente”, una de cuyas especies se nos manifiesta en el
justificar ante mi propio juicio la preferencia, “int-eligente”. Conviene retrotraer aquella palabra a su
convencerme de que la acción escogida era, entre las sentido prócer que es el originario. Entonces tendremos
posibles, la que tenía mas sentido. En efecto, los diversos que no siendo la famosa Ética sino el arte de elegir bien
proyectos de hacer que de cada situación nos vienen nuestras acciones eso, precisamente eso, es la Elegancia.
sugeridos no se nos presentan casi nunca como Ética y Elegancia son sinónimos. Esto nos permite
equivalentes. Al contrario, apenas los descubrimos se intentar un remozamiento de la Ética que a fuerza de
colocan ante nosotros automáticamente, formando querer hacerse mistagógica y grandilocuente para
rigorosa jerarquía en cuya cúspide aparece uno de los hinchar su prestigio ha conseguido solo perderlo del
proyectos como siendo el que tiene mas sentido y por todo. Como esto se veía venir, combato hace un cuarto
tanto el que habría de ser elegido. Si no fuera así, si los de siglo bien corrido para que no se trate la Ética en tono
varios proyectos de acción posible ostentasen igual dosis patético. La patética ha asfixiado la Ética entregándola a
de sentido, si fuesen, por tanto, indiferentes, no cabria los demagogos, que han sido los destructores de todas
hablar de elección. Nuestra voluntad se posaría por un las civilizaciones y los grandes fabricantes de barbarie.
azar mecánico sobre cualquiera de ellos como la bolita Por eso he creído siempre que en vez de tomar a la Ética
de la ruleta se queda en el alvéolo de un número: lo cual por el lado solemne, con Platón, con el estoicismo, con
no es elección sino “buen tun-tun”. Elegir supone tener a Kant, convenía entrarle por su lado frívolo que es el más
la vista los diversos naipes que es posible jugar: el profundo, con Aristóteles, con Shaftesbury, con Herbart.
óptimo, el simplemente bueno, el que no vale la pena y Dejemos, pues, un rato reposar la Ética y, en su lugar,
el que es franco contrasentido. Ciertamente, somos libres evitando desde el umbral la solemnidad, elaboremos una
para preferir este último, aun a sabiendas de que no es nueva disciplina con el titulo: Elegancia de la conducta, o
preferible, pero no podemos hacerlo impunemente. La arte de preferir lo preferible. El vocablo elegancia tiene
acción insensata o que tiene sentido deliciente, una vez además la ventaja complementaria de irritar a ciertas
elegida, va a llenar un pedazo incanjeable de nuestro gentes, casualmente las mismas que, ya por muchas
tiempo vital, va a convertirse, por tanto, en trozo de otras razones previas, uno no estimaba.
nuestra realidad, de nuestro ser. El albedrío nos ha
jugado, pues, una mala pasada. En vez de hacemos ser
esa optima realidad que era posible, en vez de dar paso
franco a ese mejor ser nuestro que se nos presentaba
como el que teníamos que ser, por tanto, como el
auténtico, los ha suplantado por otro personaje inferior.
Esto equivale a haber aniquilado una porción, mayor o
menor. de nuestra verdadera vida que ya nadie podrá
resucitar porque ese tiempo no vuelve. Hemos vulnerado
nuestra propia persona, hemos practicado un suicidio
parcial y la herida queda abierta para siempre,
mordiendo no sabemos que misteriosa entraña
incorpórea de nuestra personalidad. Cualquiera que sea
su calibre tenemos conciencia de haber cometido un
último crimen, del que esa mordedura inextinguible es el
“remordimiento”. Los crímenes íntimos se caracterizan
2
HUMOR: VICENTE
Rosario Alises
SOLICITAMOS
INTERESADOS
• bioeticayurgencias@hotmail.com
3
• rosaletica@gmail.com
RINCÓN BIBLIOGRÁFICO
• facebook, Muro o Mensajes de Rosario Alises Enmanuel Buch.
Valdelomar
• carta dirigida al Grupo Promotor para el Comité Francisco Montero y Màrius Morlans: Para deliberar en
de Bioética del SUMMA-112 y entregada en los comités de ética. Barcelona: Fundació Doctor
registro general de la calle Antracita nº 2-bis Robert, Universitat Autònoma de Barcelona
(Madrid) (Edición patrocinada por Sanofi Aventis). Cerca de
trescientas páginas, que ofrecen un manual de
Nos pondremos en contacto con ustedes a la mayor brevedad cuestiones esenciales para los comités de
posible para concertar una cita donde y cuando más les bioética: corrientes clásicas y contemporáneas de
convenga.
filosofía moral, métodos de deliberación, ética del
Agradeceremos mucho su participación. cuidado, ejemplos de estudio de casos, y un
apéndice con documentos y legislación importante en
bioética.
Una entretenida y sabia charla entre un joven y su VVAA: Bioética y religiones: el final de la vida.
madre sobre la Eutanasia… Madrid: Universidad Pontificia de Comillas, 2000. Fieles
de distintas confesiones religiosas (Islam, judaísmo,
Anoche mi madre y yo estábamos sentados en la sala hablando
de la vida... entre otras... estábamos hablando del tema de vivir/
hinduísmo, budismo, protestantismo, catolicismo), hacen
morir. Le dije: Mamá, nunca me dejes vivir en estado vegetativo, una presentación de sus convicciones sobre el tema
dependiendo de máquinas y líquidos de una botella. Si me ves propuesto. Completa el texto un capítulo de setenta
en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen páginas de Diego Gracia sobre la relación entre ética y
vivo. "PREFIERO MORIR" religión.
¡¡¡ Entonces, mi madre se levantó con cara de admiración.... Y Adela Cortina: Ética civil y religión. Madrid: PPC, 2002.
me desenchufó el televisor, el DVD, EL CABLE DE INTERNET, EL
Un libro de poco más de cien páginas, ameno y sencillo
PC, EL MP3/4, LA PLAY-2, LA PSP, LA WII, EL TELÉFONO FIJO, ME
QUITÓ EL MÓVIL, A IPOD, EL BLACKBERRY Y ME TIRÓ TODAS LAS de leer, editado originalmente en 1995, en el que aborda
CERVEZAS !!!. ¡¡¡ LA MADRE QUE ME PARIÓ !!! ¡¡¡ CASI ME la relación entre moral cívica y religiosa, presenta la
MUERO!!! llamada “ética mínima” y se pregunta por el lugar de las
creencias en una sociedad plural en valores.
grosería. Así, la mala educación del no-educado
trasciende en chabacanería. Obsérvese que aquí el
atributo “no educado” resta algo de
CARTAS A LA responsabilidad al chabacano; esta falta de
REDACCIÓN responsabilidad hace que la chabacanería, por
Puede enviar sus Cartas a la inintencionada, no tenga la agresividad de la
Redacción a: grosería. En efecto, la grosería sería la mala
bioeticayurgencias@hotmail.com educación satisfecha de si misma. Es la mala
educación del educado e implica, en mayor o
menor medida, agresividad.
Enterado de la publicación del trabajo de
Ortega sobre la elegancia me he permitido un Examinemos ahora la relación de la
pequeño experimento mental, suponer que Ortega grosería con el dialogo (conversación entre dos
escribió tanbien un artículo sobre un vicio opuesto a
la elegancia, logos, dos razonamientos) y la deliberación,
conversación en la que participan varios.
Atentamente,
Protágoras
CASO CLÍNICO
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