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io 15 de 190s: Anol ma, au u EL HOGAR Y= “ILA ESCUELA PUBLICACION QUINCENAL pet Junio 15 de 1909 — La EscuELax REVISTA PEDAGOGICO-LITERARIA PUBLICACION QUINCENAL DIRECCION: = VALLADOLID N° 81 ALTOS ~TELEFONO 796 Secretaria: Rebeca Catter La escuela y la familia La colaboracién de la familia, en la edueacién general del nif, ha sido estu- diada en Francia con gran interés, y tratada y discutida por medio de una enquéte Ch inicié un comité de profeso- res notables de !a universidad de Tou- losse. Los importantes documentos, que con este motivo se cruzaron, se enevel tran insertos en el “Bulletin dl’ Ensei- gnement secondaire de l’Académié de Toulosse”, Mucho se encuentra alli de bueno, ue merece imitarse; con ese estu- io, se pnede Hegar al convencimiento de que no s6lo aqut existe el divoreio y Ja indiferencia entre la familia y la esene- Ja. Allé como acd y en muchas partes, existe siempre un obstéculo insuperable entre el educador y el alumno, el que no es otro, aunque paterce exagerado ase- gurarlo, que la falta, de ecooperacion de ja familia, en la dificil tarea de educar al nino. Esta inflnencia es provocada por di tintos faetores, insuperables unos, ie ble de remediarse otros. Atenta A es _ LAsoriation des anciens eléves ficil introducir en nuestras costnmbres escolares, el padre conoceria el colegio adonde deja 4 su hijo; habria entonces una explicacion sumaria sobre el regla- mento interno y la necesidad de eum- plirlo; el sistema diseiplinario, los docu- tnentos escolares que se emplean (pape- Jetas), boletines, premios, ete.; la impor J concurso de la fam nantes y que intere- sa. combatir; el respeto que merecen los educadores, considerados como segun- dos padres; lo oportuno qneserfala con- currencia frecuente de la familia, & la es- cuela, ete, En suma. se tratarfa de todos los puntos principales que interesa. con- ciliar, para que reine una armonia com- pleta que beneficie directamente al nito. Con el objeto de dar mas plitud & la obra, se gneres oi familia un cues- tionario, que debe deyolverlo Ileno en su. oportunidad, con los datos més impor- tantes sobre ee condicion' _ generales y mente, gue se aseguré & los niflos una educacidn superior, como que se afianza sobre esfuerzos comunes, compartidos y per rtados libremente. Quien no conoce que tiene deberes es imposible que pueda cumplirlos; y no puede exigirse por ahora, dado nuestro medio de educaci que las relaciones sean muy cordiales. Primero. hablemos del deber, y después ejercitémonos en cumplirlo y asf, insensiblemente alean- zaremos cierta relativa perieccion, que haciéndonos tolerantes nos eve & la realizacién de todo Jo que es bueno ble. Lo principal es pensar que la Ja y la familia son dos fuerzas educado- ras de gran poder cuando se asocian, y casi nulas cuando marchan en sentido opuesto. La familia es la primera fuen- te de edueacién, donde el mio bebe sus principales inspiraciones, y tiene sobre ja escuela la gran ventaja de la prior dad, la que se esfuerza con la continui- dad'de aceién y otras causas morales, como la acci(m del ejemplo. la influencia dela autoridad y sobre todo la heren- cia. La educacién dela escuela no puede ser nunca tan perfecta como la de la. fa- milia, la que beneficia 4 cada nino con Ja formacidn especialmente apropiada & sus facultades, puesto que alli est4ssloy es observado y dirigido en todo momen- to. La escuela tiende de manera general Glaformacién delalma. porque allt estén reunidos muchos nifios diferentes, desde un punto de vista muy variado. Serfa imposible conseguir que el desarro- lo psiquico que el nivio adquiere en el se- no de sus padres y parientes, sea igual al que tiene que adquiriren medio de sus educadores. Los ideales son distintos y la aplicacién de los medios puestos en. priction para realizarlo eondneen & di into fin. La familia, arrastrada ai rejuicios y preocupaciones — an ie igados con Neeee eat va sirve los intereses de los antepa- betes, subordindndolo todo 4 sostener vivo el tipo distintivo y caracterist) Laescuela, al contrario, sin deseuidar Jos intereses personales de sus alumnnos, subordina al nifio 41a sociedad en que vive, v somete sus intereses particulares Alos intereses del mayor némero, La: primera tiende fformar al ser egoista, prentras que ésta hace al individuo emie — nentemente altruista. Al paso que la escuela republicana, dice Crouzet, quiere Seronaescuela de igualdad y de frater- — nidad, Ia familia es, con frecuencia, una, escuela de sujecion, de privilegio y de egoisno. Esos ideales distintos, acaricindos con sin igual empeho, provocan los confliee tos que surgen frecuentemente entre la — escuela y la familia. Por eso es que la Incha es inevitable y que el choque de in- tereses se realiza 4 cada paso. Sane asi — inminente, inaplazable, lacooperacion de laescuela y la familia, que no estén Ia-— madas & oponerse, sino 4 completarse, — vislumbrando la vida bajo sus dos as pectos distintos: la vida préctica y la vida social. ge Enel seno dela familia debe recibirse — ln primera y la més esencial edueacién: Joseph de Maistre deefa: «que 4 los 6 doce aiios el uifio quenoest’ for | desde el punto de vista moral, y sino lo ha sido en las rodillas de su madre, seré_ siempre para él una gran desgracia.» En estos principios se funda el movimient pedagdgico actual. que tiende @ dar 6 madre participacién preferente, y exgue ya enla primera educacién x Iuntad del maestro, se es ante la docilidad con que la familia aco- ge al niio, cuando no. es una faribunda Oposicién A lo que el profesor exize. No son pocos los casos en que p padres mas, mucho mis, de lo que pue- de hacer, en relacién con su edad y apti- tudes. No conocen por regia general, | leyes & que se subordina el desarrollo de la inteligencia, y quieren convertir 4 wm nifio Je pocos afios enun sabio prematu- ro, sin meditar siquiera los rieszos 4 que seleexpone. Quieren la maror parte de Jas madres que 4 los cuatro afios el nino Sepa leer; que estudie y haga nfimeros, agregan muchas veces que la escuela no es para jugar, ni centro de diversién. iPobres ériaturas, tratadas asf, apenas Se inician en la vida, por quien mas em- pefio debe poner en hacerlas felices v alargarles lo nds posible la prosa: de escuela! Hay escuelas elementales que por ra- zones de orden econdinico. ceden & esas exigencias, desconociendo todo principio pedagézico, y comienza ese surmenage infantil, que tanto reprochan los. peda- gogistas y que es tolerado porla familia. quien, al fin, es la tinica responsable. Ex necesario contentar 4 las madres y esto, sobre toda consideraci6n; y, para conse- guirlo, es menester, no sdlo agitar al ni- fio en las clases, sino lo que es més gra- ve, darle deberes que practique en la ca- sa, para que alli vean que trabaja. To- doeste cortejo de esfuerzos matadores para la salud del niflo, se corona cou un examen piiblico. Parece cruel que se exija 4 un nino pe- quefio el que soporte la tenci6n nerviosa que produce el exAmen; pero es necesario halagar la vanidad delas madres, y lo de- mas no seconsulta. Hay Kindergartens aqui que presentan eximen de Cate mo, Geografia, Historia, GramAtica, Aritmética y otras ciencias mas 6 mé- nos diffciles, Desde luego no pretendo d demostrar aqui todo lo anti-pedagégico ue este acto resulta, Peroaverigtien wr via de estudio, ,qné provecho le NV nifo lo que aprendié | comprender nada de ican y LA ESCUEL Por lo que respota In edueacién mo- ral, la escuela y la familia no tienen tam- poco los mismos ejemplos; no son impul sados por idénticas tendencias, ni menc se emplean los mismos métodos y proce- dimientos. Para el educador, la forma- cidn de la parte moraldel educando es u- naobra de autoridad razonada, que tien- pnede de &formar un cardcter. Pero, aspeurarse que guie siempre la ri lo que lamaremos la edneacién domésti- ca? {No predomina, en muchos casos, el sentimiento lo que constituye los yer- daderos interes del nif Elespiritu de familia, dice F. Ranh, enerva y debilita las_almas, si no estan penetradas de espiritu cfvico, y no se te- me hacerlas perder toda accién, Es un peligro parael sentimiento el vivir tini- camente desu propio fondo: El amor, reducido Asi mismo, se apaga. si aque- Hos que se aman no han asociado sus re- cuerdos. sneios, pensamientos. y sobre todo, deberes comunes. Es preciso amar algo mas grande que 4 sf mismo. 4 fin de que las taras inseparables de toda pa- sién humana, deseparezean impercepti- bles & la luz del ideal que se contempla. La atmosfera fisica se vicia cuando los hombres reunidos quedan mucho tiempo en un cuarto cerrado. Lo mismo pasa con la atmésfera moral.” — EL filtimo libro de Pant et Vietor Mar- gueritte, titulado «Le Prisma», es escrito oe combatir el de las ma- res de familia, y la n su pro- io amad- te es el justo premio conquistado por los padres cumplidores de sus deberes. los ojos del padre apasionado todo adquiere nn colorido alarmante, y es muy diffeil contentarle y convencerle porque su celo y prevencién contra los educadores de sus hijos es lo que mas destaca entre sus sentimientos. Crey dose ann maestros del nino, proceden gnindos dem amor viejo y gobiernan con ma autoridad vieja también: signen en este orden dos métodos oposicién con Ia educacién escolar. ternura dice Crouzet, es tan ¢ como la tiranfan, La obra de la queda en buena parte aniquilada, y el nifio adquiere una educacidn afeminada. en abierta «La Elvira Garcia y Garcia. Galevia de mujeres eélebres Dofia Concepcion Ar {néla ilustre pensadora dofia Coneep, én Arena % A i cin “cnestion penitenciaria, 1a cuestiGn tT y Ja cuestiOn de las relaciones in- eae yee e los pueblos. ofrecieron especialmente ancho campo 4 su esclane: tito talento, y al examinar los males que 4 Ja hnmanidad afligen en esos tres iipectos del desenvolvimiento de la vida. del individuo y de las sociedades, no s6- Jo estudié con elevaci6n sublime Jas can- sas que la origiaan, sino que senald con admirable espiritu practico, los remedios que deben. sind6 curarlos del todo, por lo | menos mitigarlos en gran parte. ‘A la realizacion de su_ dificil euanto hermosa tarea lev la sefiora Arenal al- go que vale y puede tanto como el ta- lento: el sentimiento. Asi vemos juntar- seenellael fildsofo que raciocina y la mujer que compadece, el socidlogo que | investiga y el Angel que cunsuela, el tra- tadista que diserta y la hermana. de la) caridad que cura. 1 Para el logro de sus levantadas spi) raciones desarrollé una actividad prodi- | giosa. Donde quiera quese ponfan 4 dis- cusi6n los temas que estudiaba, allf acu- dia, y ora alcanzaba en ptiblicos coneur- sos premios que los hombres mAs emi- nentes le disputaran en noble lid, 01 cautivaba con sus memorias 4 las mi ilustres personalidades de su patria yd extranjero, congregadas en. cienti asambleas, Fué también inspirada poetisa: enti sus poestas sobresalen particula aruellas que escribié en su odio 4 las ti ranfas, y en su amor la patria y alk glorias del progreso humano. % La lista de sus obras ocuparfa mayo espacio del que disnonemos, nos li rethos & mencionar estas: «Manual d Visitar del pobre», «Car ; cnentes», «Bstudi derecho de gra Ta el cia y de edreeles que sostuyo por espa- cio de catorce atios. Dofia Concepeion Ferrol el 30 de ene Arenal nacié en el ) de 1820; huérfana A los 8 de edad, vivid en la Liévana (va Ile de Potes) en unin de dos hermanos menores al lado de sus abuelos. haxta Jos 14 que pas 4 Madrid. cas6se & los 27 aiios y ocho aiios después enviudd: trasladése entonces nuevamente & Po- tes con sus dos hijos a que la edu- cavi6n de estos la sacé de suapacible re- tiro y la obligd 4 volver Ala corte. En 1864, Glos cuatro amos de haber sido premiada por Ia academia de ciencias moreles y politicas su obra «La, benefi- cencia, la filantropia y la caridad, fué nombrada por el gcbierno Inspectora General de CArceles de Mujeres, cargo qne desempend poco mas dem aio; fué repuesta 4 raiz de la revolucién de 1868 Y se vid destitufda cuando Ia proclama- cidn de la repiblica. Cuando estalld la Yiltima guerra civil fué al norte como cretaria general de la Asociucién Inter- nacional de la Cruz Roja, y dirigié el hospital de Miranda. Terminada la gue- rra se dirigié 4 Vigo en donde fallecié en enero de 1893. El diario de Orense «El Derecho» abridé una suscricidn para erigir una estétua 4 la ilustre escritora, objeto deadmiracién de propios y extranjeros y es de esperar ne el gobierno, las sociedades, las aca- jemias y el pueblo espanol en general contribuirdn 4 la realizaci6n de tan pa tridtico pensamiento y & que de esta suerte se honre y perpette la memoria de la que pens6 ¥ eseribié como un sa- bio y sinti y_vivié como una santa. ~ Colaboracion General Informaciéa sobre 1a Segunda Busellanza (Continuavi6n) Dividida Ja Historia Natural en (a, | Anatomia, y Fisiologia, (b) Zoologia) k (c) Botanica y (d) Mineralogia y G bE fa, los profesores se les ha ant templar cada ran n Jo mismo, uando todas ellas se estudia- ban en un aiio, resulta superficial cuan- docada unase estudia en un ano. Es evidente que no basta una hora semanal para dominar la Botanica si se le consi dera como curso especial. pero es su ciente para quien no ha perdido de vista su verdadera posicién en el curriculum. La Honorable Comisién deInstrnecion de la CAmava de Diputados se ha arro- dillado también delante del fetiche inte- lectualista. Oigamos su oracidn: «lara ar 4 la segunda ensenanza un carécter integral en todos sus anos, serfa precixo oblizar 4 los alumnos, cualquiera que fuese su futura profesidn, 4 estudiar con val extension tanto los eursos de le- fras como los de ciencias; y para dar cima desta tarea, se uecesitaria no ya de cinco sino de seis, siete 6 més anos de estudios» (1). Y en quése funda la co- mision, para fijar esos plazos monstrno- sos? Bn que dos dominios de la ciencia son hoy mas vastos que los de ahora treinta afios; y, por consiguiente, la en- sefanza debe elevarse 4 la altura de los conocimientos...» (34). Segiin esto, den- tro de cincuenta anos, cuando haya au- mentado el patrimonio intelectual de la humanidad, y cuando los inventores ha- ‘an enriquecido con nuevos aparatos el ‘arsenal de la ciencin. seré preciso fijar en doce 6 quince afos el periodo minimo de la segunda ensenanza. Siete 6 mas afios! Como si la grande- za de la ciencia dependiera de los mate- riales que ha acumnlado! Como si el co- legio fuera un inmeuso Bazar de Nove- dades abierto 4 la superficial curiosidad de un espiritn no educado y que deja en este expiritu lo que deja cualquier bazar de novedades: una confusa pepitoria de chucherfas, baratijas y perifollos. Como si el nifio fuera al colegio 4 informarse y n6 4 formar su espfritu, & adquirir por jiosa y templada. plinamental sin exces}

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