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Hacer el estudio de las relaciones de dos disciplinas en apariencia tan disímiles, puede parecer un arriesgado empeño. No obstante, medicina y música están unidas, desde el alba de los tiempos, por lazos sólidos, firmes, constantes.
Hacer el estudio de las relaciones de dos disciplinas en apariencia tan disímiles, puede parecer un arriesgado empeño. No obstante, medicina y música están unidas, desde el alba de los tiempos, por lazos sólidos, firmes, constantes.
Hacer el estudio de las relaciones de dos disciplinas en apariencia tan disímiles, puede parecer un arriesgado empeño. No obstante, medicina y música están unidas, desde el alba de los tiempos, por lazos sólidos, firmes, constantes.
Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. Versin condensada de un artculo aparecido en Boletn de Programas, cuya publicacin nos ha sido posible por gentileza del Instituto de Radio y Televisin, de Bogot, Colombia. Hacer el estudio de las relaciones de dos disciplinas en apariencia tan dismiles, puede parecer un arriesgado empeo. No obstante, medicina y msica estn unidas, desde el alba de los tiempos, por lazos slidos, firmes, constantes. Un parentesco tal, una tal confraternidad entre msica y medicina, es simplemente consecuencia del azar, es apenas la acumulacin de simples coincidencias? Por qu hay unin entre medicina y msica y cmo y por qu estn unidas? Una razn de orden cientfico enlaza la medicina y la msica: la comunidad de un ritmo. Qu es la msica? La mejor definicin que uno puede dar, me parece, es esta: "Es el arte de pensar con sonidos" (Combarieu). La naturaleza no nos da sonidos, solamente ruidos: truenos, vientos, olas, torrentes. Pero la psiquis, con sus leyes de acstica, transforma los ruidos en sonidos. No obstante, estos serian bien poca cosa si no interviniese el ritmo. El ritmo es el elemento capital de la msica. Igualmente el ritmo es la base de la vida de nuestros cuerpos. En nosotros, todo es ritmo: la respiracin, las pulsaciones del corazn, perceptibles en el pulso. La circulacin es esencialmente rtmica. En la medicina china, varias veces milenaria, el cuerpo humano ha sido asimilado a un instrumento de cuerda, y las pulsaciones de las arterias, observadas en puntos determinados, permiten el diagnstico de las enfermedades ms importantes. Es la base de la acupuntura china. El estudio de las ondas cerebrales, ondas del pensamiento para pesquisar las cuales se utiliza el electro-encefalograma- muestra su ritmo evidente. El hombre es rtmico, tanto como el sueo que ocupa la tercera parte de nuestras vidas y mediante el cual se puede establecer el carcter ondulatorio. Bergson tiene razn al afirmar: "Los cuerpos vivos no son ms que una parte momentnea, figurada, condensada, del movimiento universal". Si abordamos al individuo enfermo comprobaremos que la enfermedad tambin es un ritmo, pero esta vez con una ruptura del equilibrio, la perturbacin de una armona preestablecida. La psiquiatra, por su parte, nos demuestra que dentro de nuestro espritu todo es ritmo. Ritmo con perodos dbiles y perodos fuertes y psicosis intermitentes con sus
ciclos de excitacin manaca alternan con aquellos de depresin melanclica,
obedeciendo a un ritmo. Si la enfermedad es, por ejemplo, una ruptura del equilibrio, la curacin tiene que tener como consideracin el regreso al orden, el restablecimiento de la armona. Algunos datos histricos Desde el alba de los tiempos, msica y magia estuvieron estrechamente unidas. La magia que se confunde en sus orgenes con la religin, parece ante nosotros como un esfuerzo emotivo y desesperado del hombre por llegar a comprender, y por ende a dominar, las fuerzas misteriosas, sobrenaturales, que le oprimen. Recientes excavaciones en el Egipto nos muestran la unidad primitiva de la msica, de la medicina y de la religin. En la Grecia primitiva los Asclpiades eran los sacerdotes especializados en medicina y utilizaban, para el tratamiento de las enfermedades, frmulas de encantamiento. Con Hipcrates nos encontramos en un terreno histrico ms slido. Este hombre era un genio universal, uno de los ms grandes genios de todos los tiempos. Habiendo vivido centurias antes del advenimiento de Cristo, separ la medicina de la magia y la encamin a su verdadera senda, la de la observacin. Estudi bien la accin de la msica sobre nuestro organismo y mostr las ventajas que de ello se podran derivar. Hipcrates atribua una gran importancia a la cifra siete; divida la vida humana en siete edades y esta opinin parece corresponder muy bien a una verdad confirmada por la fisiologa y la patologa modernas. No es igualmente cierto que existen siete notas en la escala musical? Aristteles, otro genio universal tambin atribua al ritmo y a la altura de los sonidos una accin moral. Se comprende ahora que su Apolo, dios de la poesa y de la msica, fue el padre de Esculapio; a esto se debe que los antiguos admiraran siempre la accin ntima sobre nuestro organismo. Esta comunidad mitolgica no es otra cosa que la traduccin histrica de una verdad primitiva. Un mdico griego, Erasstrato, que vivi 330 aos antes de Cristo y que por poco logra descubrir la circulacin de la sangre, curaba a sus enfermos, segn los casos, ya fuera con dieta, con baos, con cultura fsica y a casi todos con msica. Galeno, por su parte, utiliz siempre la msica en el tratamiento de las enfermedades ms graves. En los dos grandes centros de medicina rabe, Crdoba y Bagdad, la msica se cultiv preferentemente. Rhazes, mdico y filsofo, cultivaba la msica como un arte de curar, lo mismo que Avicena, Maimnides, Averroes y muchos ms. La musicoterapia
Como estn unidas la medicina y la msica?
Por la musicoterapia, entendindola como el tratamiento de las enfermedades por la msica. La musicoterapia ocupaba un lugar muy importante en la medicina de la Edad Media, y hasta el siglo XVII. Durante siglos se trat el reumatismo crnico y la gota mediante la msica y la danza. Precisamente en este punto nos encontramos con la existencia de la gimnasia rtmica. Es necesario resaltar, as sea ligeramente, que muchas enfermedades del estmago son molestias nerviosas, en razn de ser el estmago el ms "psquico" de nuestros rganos. A una duquesa del barrio de Saint-Germain, Joseph Rcamier (1774-1832) le da esta curiosa receta: Al estmago le gusta el ritmo. La seora duquesa tendr que vestirse al son del tambor. El recio doctor Veron aprobaba esta teraputica y el severo Trousseau, tan cercano a nosotros, todava la prescriba. El asma hasta hace poco era tratada a base de lecciones de canto. Pero es en el tratamiento de las enfermedades nerviosas orgnicas y sobre todo psquicas donde la msica resulta ms indicada. Pinel recomendaba la msica en el tratamiento de la psicosis. El doctor Mercurin, que asista a Van Gogh en Provenza, la utilizaba; Dupr, Grasset, Janet, espritus eminentemente cientficos, admitan las curas musicales en psiquiatra. Antao, la musicoterapia tena un dominio inmenso que englobaba toda la medicina. En nuestros das se encuentra un poco restringida, limitada a los ligeramente nerviosos, inquietos, inestables, ansiosos o a aquellos que se encuentran un poco deprimidos o agitados. Indudablemente, estas "enfermedades" son cada da ms frecuentes. Entre este tipo de enfermos la musicoterapia no es la base del tratamiento, pero ofrece un concurso nada despreciable en el proceso curativo. Es imperativo, en nuestros tiempos, volver a estudiar, con los medios cientficos de que disponemos en los laboratorios, la musicoterapia sobre dos bases esenciales: el efecto de la msica sobre nuestro organismo y el establecimiento de prescripciones tan precisas como sea posible para un desorden psquico determinado, para tal sentimiento, para tal psicosis. Pero, existe la precisin suficiente para nuestras prescripciones en los casos de enfermedades corrientes? Indicar aqu un caso en el que todo el mundo ha de estar de acuerdo. Cuando os desesperis de la humanidad, un buen da, despus de haber soportado continuamente multitud de ejemplos de su necedad y salvajismo, poned en
vuestro tocadiscos la Romanza en Fa, de Beethoven, para piano y violn, o el Claro de
Luna, de Debussy y todo os parecer sencillo, tranquilo, sosegado. La relacin de medicina y msica no es ms que un aspecto de las innumerables aproximaciones que se dan en el arte, el gran consuelo y el dolor humanos, fsico y moral, este ltimo tan cruel como forjador hasta limites frecuentemente misteriosos. El hombre est amasado de barro y divinidad. En el mismo cuerpo coexisten el rgano del pensamiento y el de la deificacin. La gran misin, la verdadera misin del arte es la de elevar esta parte de luz hasta exaltarla, al fin de (al ser esto posible) hacer al hombre un poco humano.