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POLÍTICA ANALÍTICA

Juan Fernando Perdomo *

¿CONDICIÓN HUMANA?

Cuando llegamos a trabajar a una nueva empresa es muy común


que sigamos los pasos básicos que hemos aprendido: Primero,
conocer las funciones, metas y objetivos de la empresa; segundo,
identificar nuestras responsabilidades, derechos y obligaciones,
para poder realizar nuestras tareas; tercero, conocer a nuestros
colaboradores, clientes y proveedores; y ponernos a trabajar para
que, en la práctica, aprendamos a ser expertos en nuestro
quehacer.

Muchos de los que llegan a una empresa observan


escrupulosamente las actividades que realizaba la persona que
han sustituido pero es muy común que se critique de inmediato:
Lo mal que trataba a sus colaboradores, la inexperiencia en su
desempeño, lo descuidado con tal o cual actividad, lo absurdo de
ciertos programas que realizaba...

Y también dentro de los compañeros de trabajo hay siempre


aquel oportunista que llega a hacer “leña del árbol caído” y
comienza a criticar al que se fue, tal vez con más saña si aquél era
su jefe. Y, “como por arte de magia” te conviertes en el “jefe
ideal”; el que llegó a hacer lo que “nadie había hecho”; al que
todos admiran y quieren... y así... hasta que dejas esa empresa.

También es común que empieces a hacer los “cambios que se


requieren” a los programas y proyectos sin evaluarlos. Pero más
grave aún es cuando, sin cambiar la esencia ni medir
consecuencias, solamente se le cambia el nombre a lo que ya
existía solamente... ¡para dejar tu huella y llevarte indebidamente
el “crédito”!

Esto es grave en una empresa, pero lo es más aún en el Sector


Público pues cada tres o seis años, o cada cambio de jefe equivale
a !volver a empezar! Con el consiguiente costo para la ciudad, el
Estado, el país y ¡los contribuyentes!
Recuerdo cuando llegué a la Secretaría de Desarrollo Económico
del Estado de Veracruz en 1992 y, sin la experiencia en el sector
público tomamos, junto con los miembros de mi equipo de
trabajo más cercano, algo que considero una buena decisión y que
valoro más al pasar de los años: Realizar una sesión de
PLANEACIÓN ESTRATÉGICA hacia el interior.

Fueron días intensos de trabajar “hacia dentro” de la


organización para plantearnos un proyecto claro, utilizando la
experiencia de los que ya tenían conocimiento de la actividad.
Luego, a los quince días, invitamos a 125 empresarios destacados
de todas las actividades de INDUSTRIA, COMERCIO Y
TURISMO y, con el apoyo del TECNOLÓGICO DE
MONTERREY, realizamos un DIAGNÓSTICO, EVALUACIÓN
Y PROPUESTAS PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO
DEL ESTADO. ¿Quiénes sino los propios empresarios –nuestros
“clientes”- para definirnos el rumbo, los programas y las
actividades prioritarias para el desarrollo económico?

Con ese ejercicio de dos días logramos un programa bien


estructurado y definido, validado por los actores protagonistas del
desarrollo económico.

Ahí se decidió la creación de una dirección de comercio que no


existía; ahí se estableció un proyecto de desregulación; ahí se
planteó la necesidad de una “ventanilla única” de atención al
empresario del estado o inversionista foráneo, ya que los
empresarios nos solicitaron ser los interlocutores con las
autoridades estatales; ahí se propusieron mecanismos para
impulsar la capacitación de exportar; asimismo se creó una LEY
DE FOMENTO ECONÓMICO (vigente aún); se determinó el
apoyo al Microempresario con espacios en eventos y con recursos
económicos a través de fondos especiales ; se impulsó la
CALIDAD realizando “OCTUBRE, MES DE LA CALIDAD”;
se dio prioridad para que se CONSUMA LO QUE VERACRUZ
PRODUCE, y muchas cosas más.

De ninguna manera consideramos que el programa de


DESARROLLO ECONÓMICO era un “invento” o creación de
nuestro equipo. Sentíamos y respetábamos este valioso
documento como el resultado de las demandas y necesidades de
nuestras contrapartes. ¡Se asumió como un proyecto colectivo
evitando las tan manoseadas prepotencias y los falsos
protagonismos!

También cuidamos de no cancelar programas o proyectos que


funcionaban, a criterio de los empresarios, y de comprometer –al
menos a los que habían asistido- a apoyar la realización de este
plan de acción.

Yo invito a los diferentes órdenes de Gobierno a escuchar a la


Sociedad Civil. ¿Qué “varita mágica” tendrán los funcionarios
que pueden destruir a su antojo programas y actividades que
tienen éxito? ¿Cómo deciden qué es lo que la gente quiere, si no
la consultan y, si lo hacen, ni la toman en cuenta?

No podemos permitir que cada trienio o sexenio se repita la


misma historia: Destruir lo construido; retroceder en lo avanzado;
cambiar simplemente de nombre a las cosas para “dejar huella”,
pero confundiendo al ciudadano; caer el los chocantes “yoísmos”
que nada más son síntomas de incapacidad e impotencia y de
politiquerías engañosas.

Pero tú, ciudadano, si sientes que algo sirve, que un programa es


exitoso y te beneficia o beneficia a la sociedad ¡hazlo valer! Si no
lo haces será válida la sentencia: “cada pueblo tiene el gobierno
que se merece”... y esto ¡es la mera verdad!

JUAN FERNANDO PERDOMO es egresado del


TECNOLÓGICO DE MONTERREY.

Servidor público, empresario y político. (


jperdomo@infosel.net.mx )

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