Cuando el paciente traspasa la puerta del despacho mdico, el doctor levanta
su vista y brevemente lo contempla desde la importancia de su mesa profesional; todo l, frente al nuevo visitante, a tres metros de distancia: una persona ms que atender esta maana, 15 de septiembre del ao Enseguida baja la vista y lee con su rutina habitual: El nombre y los apellidos del paciente se recogen en un breve informe clnico a la espera de completarlo con un primer diagnstico. Papeles, datos, recetas, recomendaciones, dentro de una carpeta color manila pasarn a engrosar los interminables anaqueles del Archivo hospitalario. Otro nmero ms en su interminable lista de personas con problemas fsicos. _________________ Casi temblando contemplo al doctor mientras penetro en su recinto mdico: la persona ms esperada durante das, semanas o meses. Ahora mi vida depende de esa figura estelar con su bata blanca, su cabello gris y sus lentes oscuros; mi precaria salud reposa entre sus doctas manos. Ah sentado me recuerda a un Mesas capaz de salvarme de todos mis achaques y desarreglos corporales. Tan importante resulta para m ese doctor que sin l me sentira un enfermo desvalido, inseguro y abandonado a la peor de las suertes. __________________________
Con el tiempo medido, se inicia la sesin exploratoria entre el doctor y su
paciente
15 iraila/septiembre 2016 Alto de Beloso Pamplona/Irua (Nafarroa) Osteguna/jueves