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NOTAS

TRACHEMYS DORBIGNI (DUMÉRIL Y BIBRON, 1835)


(CRYPTODIRA: EMYDIDAE) EN EL PLEISTOCENO TARDÍO
DE LA PROVINCIA DE ENTRE RÍOS, ARGENTINA

M A R C E L O S. DE LA F U E N T E 1 , J O R G E I. N O R I E G A 2
& C A R L O S I. P I Ñ A 3

1
Departamento Paleontología Vertebrados. Museo de La Plata, Paseo del Bosque S/Nº 1900 La Plata.
m d e l a f u @ m u s e o . f c n y m . u n l p . e d u . a r
Laboratorio de Paleontología de Vertebrados y Laboratorio de Vertebrados del CIC y TTP-CONICET,
2-3

Matteri y España, (3105) Diamante, Entre Ríos.


c i d n o r i e g a @ i n f o s h o p d t e . c o m . a r

Los emídidos constituyen la familia de I. PROCEDENCIA GEOGRÁFICA


criptodiros acuáticos continentales de Y ESTRATIGRÁFICA
mayor riqueza específica en la actuali-
dad, conteniendo aproximadamente un Como resultado de los trabajos de
tercio de las especies de tortugas vivien- campo realizados en el sureste de la pro-
tes (Pritchard, 1979; Pritchard y Trebbau, vincia de Entre Ríos por uno de los auto-
1984; Ernst y Barbour, 1989). Entre los res (J.I.N.) y el Sr. Rubén Araujo en se-
emídidos vivientes Trachemys dorbigni dimentos verdosos areno-limosos a arci-
(Duméril y Bibron, 1835) es una especie llosos asignables tentativamente a la
ampliamente distribuida en el extremo Formación Arroyo Feliciano (Piso/Edad
sur de Brasil, en Uruguay y en regiones Lujanense; Pleistoceno tardío), (Figura
adyacentes del nordeste de Argentina 2) se recuperaron con un preciso control
(Freiberg, 1969; Seidel, 1990; Cabrera, estratigráfico los restos del caparazón
1998). En contraposición a su extensa dorsal y el plastrón de una tortuga. Estos
distribución actual en el extremo meri- sedimentos aflorantes en la Cañada Las
dional de América del Sur, el registro Achiras ( 32º 33’ S y 58º 36’ W) (Departa-
fósil édito de Trachemys está restringido mento Uruguay) cercana a la localidad
a tres localidades pleistocénicas del terri- de San José (Provincia de Entre Ríos)
torio argentino y a una en el sur de Bra- son parte de una secuencia equivalente a
sil (Maciel et al., 1996; de la Fuente, la descripta por Tonni (1992) en los már-
1997, 1999). La entidad específica de es- genes del arroyo Perucho Verna, en las
tos escasos restos fósiles de Trachemys proximidades de Villa Elisa, Departamen-
no había sido aún establecida en razón to de Colón, donde también se encontra-
de la naturaleza fragmentaria de los mis- ron restos fragmentarios de un plastrón
mos. El objetivo de la presente nota es asignado a Trachemys sp. (de la Fuente,
presentar el hallazgo reciente de un ca- 1999). Al igual que en el arroyo Perucho
parazón completo de un Emydidae recu- Verna en Cañada Las Achiras dicha se-
perado de sedimentitas de antigüedad cuencia (Figura 2) se inicia con sedimen-
Pleistoceno tardío expuestas en la locali- tos parduzcos areno-limosos a arcillosos
dad de Cañada Las Achiras (provincia de que en la provincia de Buenos Aires se
Entre Ríos) (Figura 1) que permite refe- denominaron Miembro La Chumbiada de
rir este ejemplar a Trachemys dorbigni, la Formación Luján (Dillon y Rabassa,
confirmando el registro de la especie ac- 1985, Fig. 2 A), seguidos en concordancia
tual en el Pleistoceno tardío de nuestro por los sedimentos verdosos arriba men-
territorio. cionados, de similar litología asignados
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tentativamente a la Formación Arroyo anal. Por otra parte, el contorno del


Feliciano (Iriondo et al., 1985) indiferen- caparazón es oval como en los ejempla-
ciables de aquellos que en la provincia de res vivientes de Trachemys dorbigni, no
Buenos Aires corresponden al Miembro pudiéndose constatar el truncamiento
Guerrero de la Formación Lujan (Fidalgo posterior, uno de los caracteres emplea-
et al., 1973; Tonni y Fidalgo, 1978; Fidal- dos por Vanzolini (1995) para diferenciar
go, 1983, Fig. 2 B). En la parte superior esta especie de T. adiutrix Vanzolini,
de estos sedimentos verdosos asignados a 1995. Otro de los caracteres menciona-
la Formación Arroyo Feliciano se desa- dos por Vanzolini (op. cit.) fue el grado
rrolla un paleosuelo equivalente al Suelo de aserramiento de los escudos margi-
Puesto Callejón Viejo (Fidalgo et al., nales posteriores que claramente permi-
1973; Tonni y Fidalgo, 1978). La secuen- ten identificar al especimen de Cañada
cia se completa con sedimentos limo arci- Las Achiras como T. dorbigni.
llosos de coloración gris oscura dispues- El especimen MMCNGC 001 preserva
tos discordantemente sobre el paleosuelo una placa nucal hexagonal con un estre-
y correspondientes al aluvio reciente. En cho y elongado escudo cervical. La serie
la secuencia de arroyo Perucho Verna impar de placas neurales se continúa con
estos sedimentos verdosos areno limosos una primera placa neural cuadrangular y
a arcillosos, portadores de Trachemys las restantes cinco neurales preservadas
sp., fueron asignados por Tonni (1992) a de tipo hexagonal-A, el patrón más gene-
la Edad Lujanense (en el sentido de ralizado que se distingue en las especies
Tonni, 1990) por la asociación de mamí- actuales referidas a los géneros Trache-
feros que corresponde a la Zona de Ex- mys y Pseudemys según Pritchard
tensión Coincidente (Hedberg, 1976) de (1988). No se preservan la séptima y oc-
Megatherium americanum, Macrauchenia tava placa neural y están parcialmente
patachonica y Scelidotherium leptocepha- preservadas las suprapigales primera y
lum. La tortuga de Cañada de Las Achi- segunda. No se preserva la placa pigal y
ras (donada por el Sr. Rubén Araujo) tie- el undécimo par de placas periféricas. El
ne por repositorio el Museo Municipal de ejemplar MMCNGC 001 presenta una
Ciencias Naturales «Guillermo Gómez desviación en el patrón generalizado de
Cadret», San José, Entre Ríos (MMCNGC escudos vertebrales presente en las tor-
001). tugas, presentando seis escudos vertebra-
les en lugar de cinco (Figura 3 A). El
quinto es más pequeño y de forma irre-
II. DETERMINACIÓN Y TAXONOMÍA gular, afectando el contorno anterior del
sexto. Este tipo de anormalidad según
El caparazón dorsal del ejemplar Zangerl (1969), presentada como un de-
MMCNGC 001 (de 290 mm de longitud) fecto en la escamación, podría ser resul-
presenta un excelente estado de preser- tado de accidentes durante el desarrollo
vación, no conservando las partes cen- ontogenético (caracteres teratológicos) y
tro-laterales de la primera y segunda no una variación morfológica circunscrip-
placa pleural, las dos últimas placas ta (el otro tipo de desviación posible).
neurales y la placa pigal, mientras que Por otra parte, cabe destacar que en el
el plastrón se preservó en forma com- especimen fósil, el ancho máximo del pri-
pleta (Figura 3: A-E). En el mismo se mer escudo vertebral es equivalente al
observan algunos de los caracteres resu- ancho del segundo, condición observada
midos por Vanzolini (1995) para diagnos- en T. dorbigni y que permite diferenciar-
ticar el género Trachemys: caparazón la de T. adiutrix (ver Vanzolini, 1995).
rugoso, borde posterior del caparazón Asimismo, el extremo anterior del pri-
aserrado, escudo cervical sin escotadura mer escudo vertebral en el especimen
y lóbulo plastral con escotadura femoro- fósil de la Cañada Las Achiras es conside-
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rablemente más estrecho que el ancho te, 1997, 1999) aflorantes en los sitios
posterior del mismo escudo. Una condi- paleontológicos argentinos, sólo se han
ción semejante (aunque no tan extrema) encontrado restos fragmentarios del plas-
se observa en el holotipo de T. dorbigni trón (correspondientes a un solo ejem-
(MNHN 9221) fotografiado en Seidel plar por localidad) que sólo permitían rea-
(1990). lizar asignaciones específicas tentativas.
En Argentina, las tres localidades fo- El hallazgo de un caparazón con un
silíferas de donde se han recuperado res- buen estado de preservación permite
tos fragmentarios de emídidos son res- efectuar la determinación específica de
pectivamente: 1) los márgenes del río este ejemplar como T. dorbigni. Cabe
Coronda en el Departamento de San Je- destacar que a pesar de que diversos au-
rónimo, provincia de Santa Fe (31º 58’ S tores (e.g. Moll y Legler, 1971; Prit-
y 60º 55’ W); 2) los márgenes del arroyo chard, 1979; Iverson, 1985; Alderton,
Perucho Verna, en las proximidades de 1989) incluyen a T. dorbigni como una
Villa Elisa, Departamento de Colón, pro- subespecie de T. scripta, Seidel (1990)
vincia de Entre Ríos (32º 19’ S y 58º 19’ considera que, aunque T. dorbigni está
W); y 3) en el margen derecho del río relacionada con el complejo T. scripta, el
Pilcomayo, aguas debajo de las Juntas de rango disyunto de distribución respecto
Fontana (25º S y 58º 17’ W), provincia de de las otras especies alopátricas actuales
Formosa. Menciones adicionales sobre la de Trachemys, posibilitan su tratamiento
presencia de Trachemys en yacimientos como un especie separada. El primer cri-
fosilíferos correspoden a una vaga refe- terio fue seguido por Broin y de la
rencia de Maciel et al. (1996) sobre Tra- Fuente (1993) cuando refirieron un epi-
chemys dorbigni en la Formación Touro plastron del sitio de Perucho Verna como
Passo (Pleistoceno superior-Holoceno in- Trachemys cf. Trachemys scripta dorbig-
ferior) en las proximidades de Uruguaia- ni. Sin embargo en este trabajo se con-
na, Estado de Rio Grande do Sul, Brasil. cuerda con Seidel (1990), Cabrera (1995)
De las sedimentitas de antigüedad Pleis- y Vanzolini (1995) para quienes las enti-
toceno tardío-Holoceno temprano (ver dades específicas actuales están amplia-
Broin y de la Fuente, 1993; de la Fuen- mente separadas, impidiendo el flujo gé-

Figura 1. Mapa de ubicación geográfica del sitio paleontológico Cañada Las Achiras.
68 M. S. DE LA F UENTE et al.: Trachemys dorbigni en el Pleistoceno tardío de Entre Ríos

nico entre las poblaciones del norte de base de una interesante hipótesis para
sudamérica con las formas de regiones explicar la extrema disyunción geográfica
más meridionales, justificando la entidad existente entre las distintas especies sud-
específica de T. dorbigni. Por otra parte, americanas (T. scripta callirostris, T.
Freiberg (1969) propone reconocer dos scripta chichiriviche, T. adiutrix y T.
subespecies: T. dorbigni dorbigni (distri- dorbigni). El ingreso de Trachemys en la
buida en Uruguay y regiones adyacentes región Neotropical y la mencionada
del nordeste de Argentina) y T. dorbigni disyunción geográfica es interpretado por
brasilensis (restringida al sureste brasile- Vanzolini y Heyer (1985) como resultan-
ro) a base de rasgos de coloración de las te de una extensiva inmigración seguida
partes blandas de hembras adultas y de de extinción. Según estos autores la ex-
coloración del caparazón, así como algu- tinción de las especies referidas al géne-
nos rasgos morfológicos (tales como pro- ro Trachemys en buena parte del norte
porciones de lóbulos plastrales y escudos de América del Sur sería producto de la
córneos). Sin embargo, los caracteres competencia de estas especies con los
morfológicos que permitirían identificar exitosos podocnemídidos intertropicales y
ambas subespecies no son consistentes, los quélidos. Cabe señalar que este esce-
coincidiendo con el estudio realizado por nario propuesto por Vanzolini y Heyer
del Barco y Larriera (1991), quienes su- (op. cit.) carece de sustento empírico ya
gieren no conferir validez a las subespe- que no se conocen registros pliocenos
cies y aceptar como única entidad válida para estas tortugas en América del Sur
a T. dorbigni. ni en América Central y no hay eviden-
cias de las extinciones de especies de
emídidos supuestas por estos autores. En
III. COMENTARIOS SOBRE EL contraposición a estas ideas Seidel y Jac-
ESTABLECIMIENTO DE Trachemys kson (1990), después de revisar el regis-
EN AMÉRICA DEL SUR tro fósil de Trachemys, establecieron que
este género, diferenciado con anteriori-
Teniendo en cuenta que la existencia dad al Mioceno en América del Norte
de rutas terrestres para su dispersión es sufrió una amplia radiación durante el
un requerimiento general para las tortu- Mioceno y Plioceno, ingresando en la re-
gas acuáticas continentales (Pritchard y gión Neotropical en el Pleistoceno tem-
Trebbau, 1984) un interesante aspecto a prano. Estas ideas están sustentadas en
considerar es el tiempo del estableci- los argumentos propuestos por Moll y
miento de las especies del género Tra- Legler (1971) quienes a partir de compa-
chemys en América del Sur. Si bien exis- rar el ciclo de vida en general y los pa-
te un consenso generalizado en cuanto a trones reproductivos en particular de las
que Trachemys es un género diferenciado poblaciones de T. scripta en Panamá con
en América del Norte que invadió Suda- poblaciones de regiones templadas sep-
mérica tras el estableciminto del istmo tentrionales de la misma especie, sugie-
panameño (Simpson, 1943; Pritchard y ren que T. scripta en Panamá se encuen-
Trebbau, 1984; Seidel y Jackson, 1990), tra en proceso de adaptación a las am-
hay disenso en cuanto al momento de bientes tropicales. Según Moll y Legler
ingreso de Trachemys en América del (op. cit.) la falta de adaptación a estos
Sur. En tal sentido, recientemente dos ambientes apoyaría la hipótesis de un
posiciones encontradas han sido discuti- reciente ingreso de T. scripta hacia Amé-
das. Una de ellas, propuesta por Vanzoli- rica Central desde el Norte. Estos auto-
ni y Heyer (1985) y sostenida por Vanzo- res finalmente concluyen que el éxito y
lini (1995), considera que el ingreso se la rápida dispersión de los emídidos en la
produjo durante el Plioceno temprano, a región Neotropical es atribuible no tanto
través del istmo panameño, sobre la a las adaptaciones a los ambientes tropi-
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cales sino a sus hábitos generalizados. genéticas entre las poblaciones de las dis-
Sin embargo, estos argumentos fueron tintas especies actuales estas disquisicio-
ampliamente discutidos y rechazados nes careceran de precisión. A pesar de
como falaces por Vanzolini (1995), parti- ello, es interesante destacar que el regis-
cularmente porque el patrón reproducti- tro de Trachemys, restringido al Pleisto-
vo presente en los emídidos estudiados ceno tardío, y la baja riqueza específica
por Moll y Legler (1971) en América Cen- del género en Sudamérica sumados a los
tral no concuerda con el presente en otros datos aportados por Seidel y Jack-
otras tortugas intertropicales como Po- son (1990) parecerían sugerir su ingreso
docnemis expansa. De todas maneras y reciente.
en favor de este arribo reciente llama la
atención la ausencia de registro fósil de
Trachemys en horizontes pliocenos de AGRADECIMIENTOS
Mesoamérica y del norte de Sudamérica
(ver Seidel y Jackson, 1990). Por otra Los autores deseamos expresar nues-
parte, no podría descartarse también la tro agradecimiento al Sr. Rubén Araujo,
existencia de algún evento vicariante que Director del Museo Municipal de Cien-
ayude a explicar la curiosa distribución cias Naturales «Guillermo Gómez Ca-
de las especies alopátricas de Trachemys dret» de San José, por ceder el material
en América del Sur. De todas formas para su estudio. Al Dr. P. Vanzolini
hasta no contar con análisis filogenéticos (Universidad de São Paulo) y al Dr. M.
que expresen las relaciones de parentes- Seidel (University of North Florida) por
co entre las especies sudamericanas, cen- la bibliografía suministrada. Al Sr. Jor-
tro y norteamericanas de Trachemys y ge González por la ilustración de la figu-
se conozcan datos sobre las distancias ra 3 de este trabajo.

Figura 2. Perfil estratigráfico esquemático de la sección de Cañada Las Achiras (modificado de Tonni,
1992).
70 M. S. DE LA F UENTE et al.: Trachemys dorbigni en el Pleistoceno tardío de Entre Ríos

Figura 3. Trachemys dorbigni procedente de la Formación Feliciano (Pleistoceno superior) del sitio
paleontológico Cañada Las Achiras. A) vista dorsal y B) vista visceral del caparazón dorsal. C) vista
lateral izquierda del caparazón. D) vista ventral y E) vista visceral del plastrón.
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LITERATURA CITADA Hidrol. Grdes. Llanuras, 19 pp.


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Recibido: 11 / 02 / 2002
Aceptado: 06 / 05 / 2002

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