034-038_Drogas 22/6/00 21:11 Página 34
La heroína, ahora fumada, empieza a ponerse de moda entre los chavales que cuando salen mezclan varias drogas
“Fue con 18 años,
en el viaje de fin
de curso a Mallorca. Pi-
llé con una amiga un gra-
mo de coca para probarla.
La primera raya nos la me-
timos a las seis de la ma-
ñana en el barco. Nos pu-
so a tope, eufóricas”. Han
pasado cinco años y Ju-
dith, estudiante de segun-
do curso de Psicología en
la Universidad Autónoma
de Barcelona, ha recobra-
do la autoestima que fue
perdiendo con cada sus-
tancia que iba catando. Ha-
chís, marihuana, speed
(derivado anfetamínico),
cocaína, éxtasis, LSD, se-
tas alucinógenas, heroí-
na... Casi todo ha recorrido
el cuerpo de esta catalana.
Curiosamente, su en-
ganche siempre ha estado
relacionado con amores.
El último le llevó hasta el
caballo. Fue hace dos
años, el día del cumplea-
ños de su ex novio. “Él fu-
maba heroína y yo no que-
ría probarla. Al final, la cu-
riosidad te puede, sabes
que provoca placer y... es-
tábamos en la cama y te
empieza
ENGANCHADOS
a entrar una gustera tre-
menda, te medio duer-
mes, sacas todo lo malo
de las cosas y sientes que
todo tiene solución. Pasan
los días y entras en un es-
tado depresivo en el que
si no consumes te mue-
res. La heroína le gus-
taría a todo el mun-
do pero no merece
la pena, cuando
la pruebas ya la
has cagado”.
En octubre
dejó de fumar
caballo –“esta-
ba hundida en
un pozo, no tenía
ganas de nada, era como
si me sacasen el corazón;
veía la tele y me ponía a
llorar, y cuando tenía el
mono me sentía como
una ‘yonqui’”, confiesa–,
y hoy ha recuperado la
fuerza y tiene una obse-
sión: trabajar con drogo-
dependientes: “Sé lo que
es fumarse un ‘chino’,
pasar el mono, to-
mar pastillas, no
lo he leído en
los libros, to-
do eso me
ha pasado a
mí. Por eso
no me ar re-
piento, me ha en-
señado mucho. Me
tiene que pasar una co-
sa muy bestia para que
me hunda otra vez”.
A TODO
Acaban de salir de la adolescencia y ya lo
han probado todo. Estos chavales,
socialmente integrados, identificaron
salir de marcha con el consumo de
hachís, pastillas, anfetaminas y
cocaína. Forman parte de ese 10 por
ciento de jóvenes que cuando van de
fiesta no paran de mezclar sustancias.
Un día probaron la heroína fumada para bajar el
‘subidón’ de las otras drogas, y se engancharon.
No son ‘yonquis’ pero les ha faltado muy poco.
ALBERTO GAYO
FOTOS: JORDI
PARRA
uando te vas de ‘fiesta’ hay
C
que empezar a moverse tres
días antes para cargarte de
‘mercancía’. No puedes po-
nerte a buscar el mismo
viernes. Nos juntamos, ve-
mos cuánto dinero hay, pensamos dónde
vamos a ir y qué queremos tomar. Lo
normal es que cada uno pille dos o tres
pastillas (éxtasis) y medio gramo de far-
lopa (coca)”. Es la confesión de David,
un chaval barcelonés de 21 años que se
inició en el tabaco, el alcohol y los po-
rros de hachís cuando tenía 14 y que an-
tes de los 20 ya se había convertido en un
policonsumidor que mezclaba muchos
fines de semana éxtasis, derivados anfe-
tamínicos como el speed, cocaína y
LSD. Hasta aquí, entraría dentro del
preocupante perfil del joven que identifi-
ca ir de fiesta con consumo de drogas,
cuantas más mejor.
Según una reciente encuesta de salud
elaborada por el Instituto Dexeus de Bar-
▲
celona entre 2.155 jóvenes de 14 a 19
“Cuando empiezas
a ir a discotecas te
llega sin querer todo el mer-
cado de drogas. Un día te
dan una pirula (éxtasis) o un ácido (LSD) y
dices: «Vale»; luego te vienen las rayas de
coca o ‘speed’, y tu dices: «Pues vale». Yo
era muy joven y curioso, quería experimen-
tar y lo hice con todas las sustancias”. Da-
vid, 21 años y trabajador en el sector de la
construcción de Barcelona, asegura que la
edad de inicio en las drogas dentro de su
pandilla fue los 14 años y que siempre se
empieza por el alcohol, el tabaco y los po-
rros. “No nos engañemos, todas las dro-
gas no son iguales. Yo espero poder fumar
hachís hasta que me muera porque sé que
no tiene nada que ver con las otras sus-
tancias”. Como el resto de los entrevista-
dos, el salto al caballo encendió las
alarmas. “Si fumas una vez no te
enganchas, pero si lo sigues
probando caes seguro. Luego
si no fumas te sientes muy
mal, dolores musculares, en
los huesos, escalofríos, vómi-
tos, se te nubla la vista...”.
David estuvo enganchado cinco
meses a la heroína fumada, y hará 18 que
es abstinente. Nunca se ha sentido un yon-
qui: “Les veía y me preguntaba si sería co-
mo ellos. Por suerte, no nos parecemos en
nada. Ahora que lo he dejado te sientes de
puta madre, antes era un autómata que
sólo pensaba en pillar”.
En su barrio, David ve rodar más droga
que hace años. “Los chavales hacen lo
mismo pero con menos edad. Yo no puedo
llegar allí y meterles el rollo porque no se
lo van a tragar, quieren probar y chulear. In-
tentar prohibirlo es una tontería. Un chaval
con 10.000 pesetas no necesita ni cinco
minutos para encontrar lo que quiera”.
interviú 35
034-038_Drogas 22/6/00 21:11 Página 36

ENGANCHADOS A TODO Muchos jóvenes identifican ‘ir de fiesta’ con el consumo de drogas, cuantas más mejor

hay una mayor disposición a mez- “Me fumé el primer Centro de Atención y Segui-
clar sustancias y son más accesi- porro a los 11 años. miento de Drogodependencias

E
n septiembre aparecerá en
España un juego para orde-
nador llamado Control Meter,
la última iniciativa que prepara el
colectivo Energy Control en su la-
bor de reducción de daños en el
uso de drogas. Esta plataforma,
nacida en 1997 en Barcelona y
vinculada a la Asociación Bienes-
tar y Salud, está formada por per-
sonas consumidoras y no consu-
midoras dedicadas a facilitar infor-
mación veraz sobre cada sustan-
cia y su consumo en zonas de ocio
nocturno (pubs, discotecas, raves,
festivales, after-hours...).
Cómics, vídeos, análisis de dro-
gas de síntesis para advertir de los
▲
Josep Rovira, responsable de la asociación Energy Control
Un videojuego ‘infodroga’
riesgos de adulteración y ahora un
videojuego interactivo. En Control
Meter han participado también di-
señadores de webs, discjockeys y
músicos, y se pretende que los
chavales de entre 15 y 23 años
El último informe del Observatorio Europeo contra
que salen de marcha y son poten-
ciales consumidores conozcan a la
perfección los daños y efectos pro-
vocados por las siete drogas que
más abundan. “Las edades de ini-
cio en el consumo han disminuido,
bles, por eso es fundamental incre-
mentar la información. Siempre se
ha dicho que las drogas son ma-
las, pero cuando un chaval descu-
bre que le sienta bien y que le gus-
ta, empieza a pensar que todas las
drogas son buenas y crece su dis-
posición a probar de todo a lo bes-
tia”, explica Josep Rovira, respon-
sable de Energy Control.
En un principio, las institucio-
nes fueron más remisas a colabo-
rar con organizaciones que basan
su estrategia en reducir daños
dentro del consumo. Hoy, Energy
está apoyada por el Plan Nacio-
nal, el Ayuntamiento de Barcelo-
na y la Generalitat.
Fue en la calle, de juerga con
unos amigos. A los 13 empecé
a meter me coca; lo típico,
unas rayitas y ‘p’alante’. A los
14 me enganché a la cocaína
pero fumada, diluida con bicar-
bonato para sacar la base más
pura. En aquella época me
gastaba 15.000 pesetas dia-
rias, pero la etapa más dura
fue cuando mezclé cocaína y
heroína, eso sí, siempre fuma-
da”. Carlos no es un yonqui,
no se arrastra por las calles a
la caza de una dosis y su fami-
lia no vive en la marginalidad.
Ahora tiene 17 años, trabaja
de mensajero, ama al Barça y
es un apasionado de las mo-
tos. En las encuestas aparece-
del barrio de Sants.
“Todos ellos son de clase
media, con una vida normal,
con algún problema escolar y
que empezaron a consumir en
el entorno de la fiesta. Son
adolescentes con muchas co-
modidades y ése es su proble-
ma, no espabilan como ten-
drían que hacerlo”, explica Ma-
ritxell Sáez, educadora social y
especialista en el tratamiento
de este tipo de consumidores.
Carlos nunca se ha pinchado
–se lo deja a los yonkarras–,
pero el mono no se lo quita na-
die. “Cuando te levantas por la
mañana no puedes ni mover-
te, se te rompe la espalda, el
dolor físico y psíquico es es-

años, más del 10 por ciento había proba- ría como un adolescente poli- pantoso... pero no me arre-
do las drogas de síntesis y un 8 por cien- consumidor más, que identifi- piento. Al final te das cuenta
to la cocaína, lo que suponía un consumo
cuatro veces mayor que hace siete años.
la Droga advierte que aumenta el uso de heroína ca marcha con drogas. Lo ha
probado todo. Cuando sintió
de que la única droga que pue-
des compaginar con tu vida es
Curiosamente, el Proyecto Sónar, es-
tudio realizado por el instituto Irefrea y
entre los consumidores de drogas de síntesis que estaba enganchado y que
el uso de estas sustancias se
el hachís, las otras se te esca-
pan”. Ahora está sustituyendo
avanzado por esta revista (ver interviú le iba de las manos, acudió al la heroína por metadona. A pe-
número 1.230), reconocía que el 37 por otras zonas, que algunos chavales se han las interminables noches de fin de sema- sar de haberse metido tanta momento lo único que buscas
ciento de los jóvenes que salen de mar- visto atraídos por la droga más dañina y na, y que acaban enganchados a todo. mierda, Carlos no se lamenta es pasártelo bien, y se acabó”.
cha combinaba alcohol y cannabis y el maldita: la heroína. No se consideran Tanto el informe de Irefrea –se admitía por los excesos pasados: “Lo “Tuve que ven- Una vez más fue el entorno
10 por ciento alcohol, cannabis, éxtasis y yonquis, no han crecido en familias de- que en los ambientes recreativos noctur- que me jode es haber estado der la guitarra, el ví- de la fiesta lo que le llevó a alu-
cocaína. Pero lo que han reconocido ex- sestructuradas ni han sufrido la margina- nos un 5,6 por ciento de los jóvenes ha tan ciego”. deo de mi habitación, cinar con las sustancias que iba
pertos antidroga y especialistas en trata- lidad. Son de clase media o media-alta, probado la heroína– como el último es- un montón de cosas que me probando. “Un día volvíamos de
miento de adolescentes toxicómanos es con muchas comodidades y facilidades tudio del Observatorio Europeo han aler- gustaban... acabé haciendo marcha, de subidón, y decidi-
que desde hace un año se ha detectado en para estudiar, que utilizan el caballo fu- tado del incremento de su consumo en pequeños hur tos para poder mos un amigo y yo pillar algo de

Cataluña, Madrid y País Vasco, entre mado para relajarse y bajar el subidón de
“Estábamos en las
fiestas mayores de
Olot, sería hace cinco
años, cuando tenía 16. El
‘tripi’ –ácido lisérgico o LSD,
alucinógeno impregnado en
un car toncillo absorbente–
tenía el dibujo de ‘Burt Simp-
son’, me acuerdo per fecta-
mente. Fue una noche loca,
caras deformadas, impresio-
nante, pero la mañana si-
guiente resultó fatal”.
José, de 20 años y estu-
diante de Filosofía en Bar-
celona, recuerda con cier-
ta nostalgia aquella épo-
ca de descontrol y sitúa
sus primeras caladas de
porro cuando tenía 12 años.
Después fue un ir y venir de
drogas que ocupaban la diver-
sión de los fines de semana.
los países de la UE entre los que toman
Salir de fiesta era salir de
drogas. “No paraba de bailar,
se me pasaban las horas ra-
pidísimo. La fiesta comenza-
ba los viernes, pillábamos un
gramo de coca y alguna ‘pas-
ti’ y nos íbamos a discotecas
de ‘bakalas’. No sé si porque
soy muy grandote, pero ni los
‘éxtasis’ ni las primeras rayas
me subían”. José sostiene
que en cualquier instituto se
puede comprar costo (ha-
chís), pastillas y otras cosas
más fuertes, “siempre te en-
teras de alguien que trapi-
chea. Después, cuando te
metes en este mundillo, cada
día conoces a alguien nuevo y
no tienes dificultades para
comprar lo que quieras”.
Y llegó la heroína. Hasta
ese momento, José creía que
▲
pillar”. Jordi cumplirá pronto
21 años, desde los 16 se ha
dedicado a ponerse de todo y
en los últimos ocho meses só-
lo ha sufrido una recaída. To-
lo tenía todo controlado, no dos los que pasan por su si-
se sentía adicto a nada. tuación saben que los peores
“Cuando iba de ‘farlopa’ (co- momentos se producen cuan-
ca) era un chico normal entre do recaen, es cuando piensan
semana, pero la heroína te que no pueden con la heroína,
llena todos los días. El pri- y se sienten machacados. Pe-
mer chino de heroína te sube ro Jordi se ha sobrepuesto a
al cielo y al poco tiempo sólo ese primer tropezón.
encaras los problemas que En el Centro de Atención a
te crea el caballo metiéndote Drogodependientes del barrio
más caballo. Mucha gente no de Sants ha encontrado el es-
tiene por qué dar el paso de pacio donde poder hablar de
la coca y las otras drogas a drogas sin pudor, lejos de ser-
la heroína, pero se está po- mones. “Todo el mundo sabe
niendo de moda otra vez. Lo que en la calle hay mucha droga
peor es que al principio te lo y no voy a ser yo quien salga a
metes en el sillón de la casa darle la charla a los chavales,
de un colega y al final acabas porque sé que si me lo hubieran
a escondidas en una esta- dicho a mí hace unos años
ción de metro”. Si el trata- me habría entrado por
miento sale bien, José quiere un oído y salido por
cumplir un deseo, conocer el otro. En ese
México y Argentina.
heroína. Él ya la había probado.
Mira cómo acabé, llegué hasta
a pincharme alguna vez porque
con la misma dosis que me fu-
maba te duraba el efecto toda la
tarde. Cuando la descubres, te
obsesionas y las buscas todos
los fines de semana. Nadie pue-
de negar que se pasan buenos
momentos porque sino no repe-
tirías, pero cuando pones lo
bueno y lo malo en una balanza
sabes perfectamente cuál es la
opción correcta”.
A Jordi no le preocupa nada
su futuro, prefiere pensar en el
día que vive. Como aseguró a
esta revista Javier Elzo, catedrá-
tico de Sociología de la Universi-
dad de Deusto, el policonsumo
es una actitud muy antigua: “Lo
raro es que un chaval consuma
únicamente una sustancia. Lo
que hay que plantearse es que
el consumo de drogas aumenta
cuando disminuye la percepción
del riesgo en la sociedad”.

36 interviú interviú 37
034-038_Drogas 22/6/00 21:11 Página 38

ENGANCHADOS A TODO
M
aritxell Sáez es educado-
ra social en el Centro de
Atención y Seguimiento
de Drogodependientes (CAS) de
Sants, en Barcelona, y desde
hace meses trata con un grupo
de 30 chavales que un día pro-
baron la heroína fumada y se en-
gancharon. “No son población
marginal, son de clase media
con muchas comodidades, y
ése es su problema, que tienen
demasiadas facilidades y no se
espabilan como tendrían que ha-
cerlo. Entre los jóvenes se con-
sumen muchas drogas, y dife-
rentes, pero con el caballo la
drogas de síntesis “y otras poblaciones
▲
Maritxell Sáez, educadora social.
De la fiesta a
la naltrexona
adicción es más fácil, si lo to-
mas cinco veces te sientes en-
ganchado”. Muchos de ellos
descubrieron la heroína en la
fiesta, empezaban tomando éx-
tasis y coca y luego se bajaban
bientes de glamour y entre jóvenes que
el colocón con un chino de he-
roína. “La tomaban fumada y
así no se sentían ‘yonquis’, no te-
nían la referencia del enganche”.
En el CAS, si el chaval quiere
seguir consumiendo opiáceos
porque no puede deshabituarse,
se le administra metadona, aun-
que el fin último es la abstinen-
cia. “Hemos conseguido que se
vayan desintoxicando a través de
la naltrexona. Es un protector, si
se toma antes de la heroína, blo-
quea los receptores del cerebro
que identifican la sustancia y en-
tonces el cuerpo no se entera de
que ha entrado la droga. Es co-
mo si no hubieran tomado nada,
no encuentran placer y se sien-
ten defraudados”.
Drogas y adolescentes:
el menú ampliado
l consumo de drogas es hoy una con-
E ducta normal para un sector muy am-
plio de la juventud. Drogarse ya no se
asocia con marginación. Al revés, muchos
jóvenes temen que abstenerse de fumar,
beber o esnifar les excluya de los colegas y
de esa experiencia crucial que supone el sa-
lir de fiesta. De hecho, casi nadie habla ya
de drogarse; eso es de yonquis. Con los cu-
batas, los canutos o las pirulas uno coge el
punto para estar bien; y el tabaco, el speed
y la coca levantan el ánimo y ayudan a
aguantar más allá de la noche. Nuestros
críos cada vez empiezan a fumar más tem-
prano. Luego viene el primer ciego de alco-
hol. A pesar de las multas, el cannabis es
asequible y aceptado. La coca es más cara
y su consumo supone un salto en el riesgo;

pero su presencia es ubicua y mantiene su

de jóvenes que hasta el momento no ha- buscan disminuir los subidones físicos prestigio como excitante. Las pastillitas han
bían tenido contacto con dicha sustan- provocados por el speed o la cocaína. perdido algo de su fama; pero siguen siendo
cia”. Javier Elzo, catedrático de Sociolo- En Barcelona, el Centro de Atención a atractivas. En suma: hay donde elegir en es-
gía de la Universidad de Deusto, confir- Drogodependientes del barrio de Sants, te supermercado donde el juego es tomar y
ma esta tendencia y sostiene que en ciu- dependiente del Ayuntamiento y gestio- mezclar, definirse consumiendo.
dades italianas se produjo el mismo nado por la Asociación Bienestar y Salud Considerando el millonario esfuerzo reali-
proceso hace ahora año y medio. “Antes, (ABS), trata a una treintena de policonsu- zado para que los jóvenes pasen de las dro-
la vía de uso era parenteral, con riesgo midores que acudieron voluntariamente gas, éste no parece un resultado halagüeño.
de infecciones. Incluso estéticamente no cuando se dieron cuenta de que estaban Quizá inspira poca credibilidad un Estado
era atractiva, se identificaba con el ‘pi- enganchados a la heroína. Josep Rovira, que multa el porro mientras se embolsa un
co’, con el ‘yonqui’”. de ABS, sentencia: “Cuidado con lo de billón en impuestos por tabaco; un Plan so-
Juan Gamella, profesor de Antropo- que ha terminado la época de la heroína. bre Drogas que, tras 15 años, no tiene el ta-
logía en la Universidad de Granada y Entran a través del policonsumo de fin de baco y el alcohol entre sus prioridades; una
coautor de Las rutas del éxtasis, asegu- fiesta y terminan yendo a las zonas de radio que, entre gol y gol del partido contra la
ró que la heroína está volviendo en am- venta de heroína para pillar”. droga nos incita a fumarnos un purito; un
anuncio contra el éxtasis seguido de otro
mucho más convincente que nos incita a su-
“Siempre me ronda- heroína son orgásmicas, te perar artificialmente nuestros dolores y lími-
ba la misma idea: voy relajan después de los subi- tes con aspirinas. Poca credibilidad tenemos
a meterme el último ‘fiestón’ dones de la coca o las ‘pas- los educadores que nos fiamos de encues-
y se acabó, pero te levantas y tis’. Al principio, con una bola tas hechas por gentes que no han pisado
dices: bueno, la penúltima, y de dos micras tiraba toda la una discoteca y no sabemos distinguir entre
así una y otra vez”. Juan Pe- tarde, luego necesitaba me- un chino y una china; que nunca hemos valo-
dro tiene la sensación de lle- dio gramo y a los seis meses rado el universo de nuestros alumnos fuera
var toda la vida abusando. acabas fumándote todo lo del colegio, especialmente el de los más an-
Acaba de cumplir 21 años y en que pillas”. tisociales y, por tanto, necesitados. Y poco
un rápido flashback reconoce La heroína pasó de escapa- pueden hacer padres que apenas saben lo
que cada noche de fin de se- toria a necesidad. Ya no era ir- que predican o tratan de imponer, casi siem-
mana su sangre recibía diez se a discotecas, el problema pre con más miedo que convicción.
porros, dos éxtasis y medio era funcionar durante los cin- Una extraña combinación de mala con-
gramo de cocaína. Este barce- co días laborables. Parecería ciencia, alarma y pereza caracteriza hoy la re-
lonés, estudiante de diseño que la heroína es el último es- lación del adulto con las drogas y los adoles-
de páginas web y músico por calón, pero Juan Pedro dio un centes. Esto se traduce en incapacidad para
ordenador, no puede ser más paso más: desplazarse hasta defender que, por ejemplo, consumir hoy co-
sincero: “¿Arrepentirme?, que Can Tunis, una barriada con- caína es dar fondos al fascismo y al terroris-
me quiten lo bailao. Lo que pa- vertida en supermercado de mo; que conducir bebidos es un crimen; que
sa es que ahora sé que si sigo la droga. “Me daba muy mal está feísimo ahumar al que no fuma o vomi-
acabaría conmigo”. rollo, todo lleno de ‘yonquis’, tarle la puerta al vecino; que comerse pasti-
Fumó su primer canuto a de camellos. Hoy lo tengo cla- llas cuyo contenido no conocemos es una
los 16, a los 18 probó las ro, como mucho fumaré algún estupidez y que un Estado enganchado al ta-
pastillas y la farlopa (cocaí- porro y saldré de ‘fiesta’ cada baco y que no se pone en tratamiento no
na), y nada más cumplir los dos meses; me dedicaré a di- puede dar lecciones de sobriedad a nadie.
19, el primer chino de heroí- señar páginas ‘web’ y me JUAN F. GAMELLA
na. “Las primeras caladas de buscaré una novieta”. Antropólogo y coautor de ‘Las rutas del éxtasis’

38 interviú