ltimamente he visto una gran cantidad de puntos de vistas acerca de la llamada "reforma

educativa", si es que puede llamrsele de esa forma, ya que dicha reforma no busca la mejora
de los programas de enseanza en nuestro pas; sino ms bien es una reforma administrativa
en la educacin, es decir vela por quienes estn ante los pequeos y de qu forma llegan a
ocupar dicho lugar, y tengo que externar (al igual que una gran cantidad de metros que
conozco) que estoy a favor de dicha evaluacin, ya que impulsa a nuestros maestros a estar
ms y mejor preparados para los retos que imponen la sociedad posmoderna. Sin embargo,
tambin considero, un severo atropello a nuestra constitucin las medidas de "austeridad"
tomadas por los lderes de nuestro pas, ya que resulta que los libros de texto gratuitos,
dejaran de ser gratuitos y tendrn un costo dependiendo del grado que se cursa.
Citando el artculo 3 constitucional: "EL ESTADO GARANTIZARA LA CALIDAD EN LA
EDUCACION OBLIGATORIA DE MANERA QUE LOS MATERIALES Y METODOS
EDUCATIVOS, LA ORGANIZACION ESCOLAR, LA INFRAESTRUCTURA EDUCATIVA Y LA
IDONEIDAD DE LOS DOCENTES Y LOS DIRECTIVOS GARANTICEN EL MAXIMO LOGRO
DE APRENDIZAJE DE LOS EDUCANDOS." Es esta parte donde se entra conflicto, pues
dicho artculo dice una cosa y por otra parte la realidad de nuestro pas es muy diferente. Por
una parte nos encontramos ante escuelas que tienen que hacer cuotas para poder mantener a
flote algunas instalaciones y ante libros de texto, que adems de que pronto sern cobrados
poseen una calidad deplorable y errores tan grandes y catastrficos. De igual manera estoy en
contra de la educacin nacionalista que a lo largo de los aos ha cargado nuestro pas, que
solo se encarga de ensalzar los triunfos de la nacin sin tomar en cuenta los errores
cometidos en el pasado. Es muy cierto que un pas que no conoce su historia est condenado
a repetirla una y otra vez y podra darse ejemplos de cmo una educacin completamente
contraria y su papel actual, sin embargo es el pensar como crear programas educativos que
respondan a las verdaderas necesidades que tenemos y no a las necesidades ideolgicas
del partido gobernante en turno.