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James Casey

FAMILIA Y TENDENCIAS HISTORIOGRÁFICAS EN EL SIGLO XX.


INTRODUCCIÓN GENERAL SOBRE EUROPA

Antropología: tema de la “familia” como clave para la comprensión de una sociedad. Gracias a ella, los
historiadores han tenido más en cuenta las relaciones entre grupos y personas que yacen debajo de las
instituciones. “Autonomía” dudosa en las comunidades del antiguo régimen. Cultura donde la separación
entre la casa y la calle, entre el mundo de los negocios y el de las amistades, no podía ser rigurosa; la
“familia” se encuentra al corazón de las encuestas sobre el funcionamiento de la economía y la política.
Influencia de la antropología social: nos ha hecho atentos a la familia como medio de acceso a la
consideración social, a la propiedad y a la protección. Valor del estudio de la familia: Nueva visión de un
pasado medio “oculto”, un “mundo que hemos perdido” del proceso de “extrañamiento”, el elemento más
llamativo ha sido la precariedad de la vida de nuestros antepasados.

Sobrevivir. El marco demográfico.

Primer paso en al reorientación de los historiadores dado en la demografía histórica, partiendo de bases dadas
por la escuela francesa tras la segunda guerra. Phillipe Aries: nueva perspectiva sobre el proceso de
modernización social en Francia. Acceso de los campesinos a la tierra, conduciendo a la limitación de los
nacimientos.
Louis Chavalier (1958): obra sobre las “clases peligrosas” en el París de la primera mitad del siglo XIX.
Pierre Goubert: trabajos sobre la provincia de Beauvais en el siglo XVIII. Énfasis puesto en la vida de la
gente común, subrayando el coste enorme de una civilización que se apoyaba en las espaldas de productores
apenas capaces de asegurar su subsistencia.
Medio siglo de estudios demográficos nos ha hecho sensibles a la estructura “inestable” de la sociedad pre-
industrial, donde casi la mitad de la población tenía menos de 20 años y sólo entre un 5 y un 10 % alcanzaba
los 60.
Queda mucho por explorar todavía en la demografía histórica, y su impacto en la formación del hogar, de la
vecindad, de las clases sociales. Sobre todo, la preocupación por el proletariado urbano requiere ser situado en
el contexto de la familia.
Ha sido la función de la familia como elemento que integra la economía del antiguo régimen la que más ha
llamado la atención de los historiadores.

La economía de la casa

Chayanov: Theory of the peasant economy (1925). Campesinado como un bloque tradicional dentro de una
sociedad evolucionando hacia el capitalismo, se situaba en la encrucijada de influencias revolucionarias y
conservadoras. Economía de la casa campesina: la clave de la economía tradicional es la casa, unidad de
producción y consumo a la vez. Historia de la familia que forma parte de un conjunto más amplio. Ejemplo:
Witold Kula, trabajo sobre el régimen señorial en la Polonia de los siglos XVII y XVIII. Economía que se
apoyaba en la organización de la casa campesina, dentro del marco del señorío. Sistema que requería de un
equilibrio entre los recursos de la casa y la tierra a explotar. Otros estudios del campesinado “libre” del
occidente han señalado un sistema rural en los siglos modernos no tan diferentes del polaco.
Siglo XIX. Frederic Le Play, Joaquín Costa: habían mostrado como una civilización rural venía modificada
por sus costumbres de transmisión del patrimonio: mayor restricción de los derechos a un solo hijo como
heredero, mayor estabilidad de la familia y la comunidad campesina; a mayor igualdad entre todos los hijos,
mayor riesgo de fragmentación y de inestabilidad social y política.
G. Delille: obra sobre el reinado de Nápoles en la época moderna, señalando el contraste entre dos
civilizaciones campesinas: la de Campania y la de Puglia, nos muestra como corresponden a distintas
costumbres de herencia.
Las actas de un coloquio organizado en 1976 por Past and Present mostraban el grado de diferencias que
había en la forma de las familias en distintas regiones europeas. En unas predominaban las familias
“troncales”, en otras las “extensas”.

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Casa como núcleo de la sociedad. ¿Conciencia de ser miembro de una casa, más que de ser un individuo?
Lyndal Roper: estrecha imbricación entre familia y economía artesanal en las pequeñas comunidades que
eran las ciudades del Renacimiento.
En esta zona interdisciplinaria entre la cultura y la estructura material debe situarse la contribución de Peter
Laslett a la historia de la familia. Su obra intentaba relacionar dos mundos, el del concepto patriarcal de la
autoridad política y la realidad objetiva de la familia. Predominio de la familia nuclear.
Jack Goody: advirtió la dificultad de medir la unidad de residencia que podía agrupar a “casas” distintas,
compartiendo sin embargo una mesa, una cocina o un patrimonio común.
A pesar de la apariencia de haciendas individuales y casas nucleares, la realidad de las relaciones sociales
puede muy bien ser otra.

Las advertencias más importantes en las investigaciones recientes señalan la necesidad de matizar mucho en
la clasificación de las familias.
Pierre Bourdieu: la familia es menos una “institución” que una red de costumbres y de acuerdos tácitos. Las
prácticas sucesorias y de cooperación entre sus miembros obedeciendo a lo que él define como habitus.
La atención al contexto de los cambios en la forma de la familia se ha proseguido para épocas posteriores,
como los siglos XVIII y XIX.

La nebulosa del parentesco

El clan no está ausente de las consideraciones del poder en la Edad Media en Europa.
Se podría evitar la tentación de ver en el proceso de “modernización”, un proceso que hace innecesaria la
protección de la parentela. Sin embargo algunos estudios tratan de la época moderna como un paso hacia la
“emancipación” de la familia nuclear del hogar como ente moral, replegado cada vez más sobre sí mismo.
Ejemplo: Lawrence Stone, el cual sugirió que el orden creciente asegurado por el estado moderno fue
respaldado por el patriarcalismo de la casa nuclear. Patriarcalismo que permitía la emancipación del hogar de
la influencia del linaje, y condujo hacia finales del antiguo régimen a la familia plenamente “nuclear”, hogar
donde prevalecen los sentimientos de unión y afecto entre sus miembros. Otra raíz de esta aparente
emancipación de la familia nuclear de la tutela de la parentela pudo haber sido el desarrollo económico, el
auge del primer capitalismo y su mayor exigencia de profesionalidad y de capacidad individual.
Sin embargo, ya para la Edad Media Georges Duby había advertido la flexibilidad del clan, capaz de
adaptarse al contexto histórico. Sus investigaciones muestran la utilidad de situar las formas de la familia en
un contexto cultural que puede variar con el tiempo. Lo mismo hace Kent para la familia urbana del
Renacimiento, partiendo de la tesis de Goldthwaite sobre la mengua de la solidaridad política del clan y un
mayor “individualismo” económico, encuentra cooperación entre los hermanos aún después de casados y de
salir de la casa paterna. El ideal seguía siendo el vivir “bajo una voluntad común”, aún cuando no era posible
compartir la casa.
Evolución política hacia el estado nacional parece ir a la par con el fortalecimiento del linaje “estrecho”,
postergando la solidaridad de los parientes a la consolidación del patrimonio a través del fideicomiso o
mayorazgo.
¿Cómo se enlaza el mayorazgo y la endogamia, que parecen caracterizar cada vez más las aristocracias
europeas, con los intereses del nuevo estado burocrático-militar que nace entonces?
Estrategias matrimoniales, que evitan la dispersión del patrimonio, al tiempo que garantizan su continuidad.

Jack Goody: Europa, transmisión del patrimonio tiende a ser tanto a través de las mujeres como de los
varones. La peculiaridad de la Europa cristiana parece ser las prohibiciones del casamiento con los parientes,
al menos, desde los siglos XI y XII, cuando la iglesia empieza a interesarse masivamente en la regulación del
matrimonio. La iglesia cristiana, sugiere Goody, despliega una voluntad de poder que parece contrarrestar las
estrategias de reproducción social.

La familia como ente moral


Georges Duby: matrimonio como algo que pertenecía a la vez al campo material y cultural. Matrimonio como
una especie de compromiso, siempre frágil y contestado entre dos sistemas de poder: el cultural o espiritual y
el social.

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Christiane Klapisch-Zuber: trabajo sobre la mujer italiana del Renacimiento, estrategia matrimonial, tiene
que insertarse en lo que es esencialmente un juego político. La reforma protestante representó una crisis
interesante en esta evolución. El énfasis ahora puesto en la “santidad” de la vida laica, la oposición al celibato,
ha sido por ciertos historiadores como una auténtica “revolución” social, echando la base de la familia
moderna como hogar, foco de educación del futuro ciudadano.
Queda una duda muy grande en cuanto a la realidad de la situación de la mujer en los siglos modernos. Una
regulación social creciente bajo el estado moderno la privaba cada vez más de la posibilidad de trabajar por su
cuenta, sometiéndola al control de su marido. Dentro de la casa, ¿Pudieron realmente mejorar la condición
femenina las nuevas doctrinas de la Reforma?
La fuerza de la familia “burguesa” es que supo muy bien conciliar la ideología patriarcal con la noción de
“unión de las voluntades”, de “amor romántico”. Sin embargo, la compaginación de ambos fenómenos no fue
siempre fácil.
Antiguo régimen: matrimonios “clandestinos”, realizados contra la voluntad de los padres. Estudios sobre la
América Colonial, sobre los conflictos que podían nacer a raíz de la protección otorgada por los tribunales
episcopales a jóvenes cuya pasión ponía en peligro la jerarquía social. Leyes promulgadas entre 1776 y 1805
por la monarquía española pusieron una barrera finalmente a este riesgo de “anarquía” social.
Sobre el alcance real del fenómeno, y sobre las causas de la intervención estatal, tras dos siglos de
convivencia incómoda entre el concepto católico y el concepto laico del matrimonio, estamos mal
informados. También, necesitamos más investigación del contexto de represión moral que parece caracterizar
los siglos de la Reforma y de la Contrarreforma.
Disciplina social, apoyándose en el patriarcalismo, perspectiva significativa sobre la época moderna, que
compagina a la vez la historia política y social, y cuyo núcleo debe ser la estructura familiar. Ayuda y
orientación, la tesis de Phillipe Ariès sobre los niños. Tesis que no pretende que se haya “descubierto” al niño
como parte del proceso de modernización, sino que la cultura moderna occidental se forma a través de la
“disciplina moral” aplicada cada vez más a la juventud.

Conclusión
Historia de la familia goza de plena salud y avanza sobre muchos frentes. Peligro: excesiva fragmentación del
tema. Especialización de estudios cuantitativos, que pueden despistar y perder a su público. Debate que puede
versar sobre “cuestiones mal planteadas” al separar de la sociedad algo que se llama familia, de la red de
relaciones que le da vida.
Lo esencial es recordar el porque nació la historiografía de la familia y que se hace patente al leer los
pioneros: el devolver su humanidad al pasado, reconstruyendo una cultura con todos sus matices, sus
equívocos, sus compromisos frente a las coartadas de su época.

[James Casey, “Familia y tendencias historiográficas en el siglo XX. Introducción general sobre
Europa” en Sin distancias. Familia y tendencias historiográficas en el siglo XX, pp. 25-45.]

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